jueves, 19 de junio de 2025

Alberto Adriani El dilema de nuestra moneda

 

Alberto Adriani El dilema de nuestra moneda

El análisis de los hechos económicos internacionales de aquel entonces (el precio de los metales preciosos, el valor del oro, el precio del café, en los mercados mundiales), muestran la interrelación de la economía nacional con la economía internacional


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

19/06/2025 05:01 am




Alberto Adriani, no dejo un texto escrito, sin embargo, dejó una larga e intensa, obra intelectual, en artículos, conferencias dictadas, pocos usuales en esa época, autoritaria desde el punto de vista político,, no olvidemos que estamos en el período gomecista (1908-35), y Adriani era seguido de cerca luego de los años 30, por los organismo de seguridad de aquel régimen, de entonces, sin embargo, había las posibilidad de escribir y discutir, temas económicos y de finanzas públicas, donde Adriani, estaba muy bien dotado intelectualmente.

 
En ese contexto, hace 91 años, Alberto Adriani Mazzei, escribió un extraordinario y bien documentado artículo, para el Boletín de la Cámara de Comercio de Caracas, que era uno de los pocos nichos y medios de publicación donde se podían verte ideas de gran peso político, económico, intitulado: “El Dilema de nuestra Moneda y la situación Económica Venezolana” eso fue en mayo de 1934, a dos años de ser fundador del Ministerio de Agricultura y Cría, de allí resultó una polémica de altura y gran densidad intelectual, entre varios banqueros entre los cuales cabe destacar el presidente del Banco de Venezuela Vicente Lecuna y del Banco Venezolano de Crédito, Henrique Pérez Dupuy, quizás el banco privado, más sólido y solvente del país al día de hoy, en medio de un sistema financiero precario, en este siglo XXI.

Este artículo fue escrito, en una Venezuela, que no tenía la masa crítica intelectual que tiene hoy en día, a pesar de la pérdida de ella, por la migración en los últimos años, que ha hecho que el país carezca de la fortaleza intelectual de hace por lo menos unos 26 años, gracias a las desacertadas políticas públicas, de la revolución bolivariana.

Debo resaltar algunos aspectos formales antes que todo del artículo en cuestión, en primer lugar, escrito en un lenguaje claro y directo, sin elucubraciones teóricas enrevesadas, en segundo lugar, uso apropiado de las estadísticas proporcionadas en aquel entonces, por el Ministerio de Hacienda, que había tenido una modernización importante en la gestión de Dr. Román Cárdenas, en los años 20, (con quien Adriani mantuvo intercambio epistolar), el Banco de Venezuela, el Banco Mercantil y Agrícola, y la Cámara de Comercio de Caracas, cuan distinta a la situación hoy, cuando los órganos públicos, que están en la obligación de suministrar información estadística son opacos y pocos transparentes y desde hace años no presentan Memoria y Cuenta, que uno pueda consultar en las bibliotecas o vía digital, (INE, Banco Central, Ministerios de Finanzas o Hacienda, Planificación y Comercio Exterior), nula información para poder tomar decisiones en materia de planificación y estrategias públicas y privadas económicas, vinculadas a saber el crecimiento del PIB, inflación, monto de la deuda, balanza de pagos, comercio exterior etc. No se suministra información a la opinión pública y, en tercer lugar, un análisis comparativo de la influencia del entorno económico internacional en relación al entorno interno, lo que habla de la clara identificación de Adriani, de la porosidad de lo externo con lo interno, lo interméstico diremos hoy, la influencia de la evolución externa en la paridad cambiaria venezolana, por acontecimientos externos, sino veamos qué ha pasado con nuestra pobre moneda en estos 26 años de manejo de política monetaria y cambiaria, una desvalorización impresionante, como nunca antes vista.

Pues bien, Adriani Mazzei, nos ofrece un artículo de permanente vigencia y actualidad, la paridad cambiaria, su poder de compra y la vinculación con las principales divisas en el mercado mundial de aquel momento (la lira esterlina y el dólar que emergía poco a poco, como moneda de cambio hegemónica). Puede considerarse un trabajo pionero, de política monetaria.

Inicia el artículo Adriani Mazzei, con un párrafo importante y debo citarlo …” la causa está en que sobre la sociedad actúa un conjunto de causas, en relaciones de interdependencia, que dan origen a acciones y reacciones, que periódicamente modifican el inestable equilibrio social. Las ondulaciones económicas no son, pues, sino el reflejo de las ondulaciones periódicas que tiene lugar en el organismo social.:”. Interesante, como observamos utiliza la palabra interdependencia que hay en los fenómenos económico, pero que hoy se canalizan a las relaciones internacionales y a la política general, utilizado por politólogos, internacionalistas y economistas, sin embargo, es utilizado por Adriani, quizás está haciendo uso de su vasta experiencia organizacional y diplomática, en organismos multilaterales como la Sociedad de las Naciones en los años 20 y al Unión Panamericana, a inicios de la década de los años 30, antes de regresar al país, en el cual ocupó importantes cargos y que le hace tener esta perspectiva analítica y además, por ser el venezolano en aquel momento mejor equipado intelectualmente, ya que bebió como ningún otro tanto en Europa, como Estados Unidos, del debate en la economía, la política y los asuntos sociales, en aquel momento.

El análisis de los hechos económicos internacionales de aquel entonces (el precio de los metales preciosos, el valor del oro, el precio del café, en los mercados mundiales), muestran la interrelación de la economía nacional con la economía internacional, que se hacía más interdependiente, por el peso cada vez mayor del tema petrolero en la economía venezolana. En efecto, Adriani, como ninguno otro, le toca presenciar la crisis del año 29 y las consecuencias que esta tiene en la economía venezolana, pues sí, Adriani, in situ en los Estados Unidos, observa que…” Las finanzas públicas no pueden y no deben asilarse de la economía nacional. Su prosperidad está estrechamente ligada a la prosperidad de la economía privada y, a la larga no puede sino seguir su suerte. En esta prolongada depresión económica es razonable suponer que las condiciones de las finanzas tienen que ser difíciles, y lo son, en realidad. Al tiempo que disminuyen las fuentes de ingresos han ido creciendo las erogaciones para aliviar el desempleo y para otros fines sociales…”.

Adriani Mazzei, con maestría intelectual, analiza los efectos, entonces en el monto del comercio que para 1933, lo ubica en un 65% menos que del año 1929, asimismo el nivel del empleo, afirma apoyándose en cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que hay un 30 millones de desempleados de obreros desocupados, y con palabras de él”…de miserias, ignoradas, de talento y energía malgastadas de esperanzas burladas..”. A este desempleo, como si no fuera bastante, hay que agregar la disminución de los salarios de los que quedan empleados, que en ciertos casos ha sido considerable…” . Expresa que para la fecha 41 países han abandonado el patrón oro, el mercado de capitales, casi por completo. Igualmente, el de la disminución de la producción, el cual la sitúa en un 30% menos en comparación al del período 1925-29, asimismo, el índice de consumo, se ha mantenido por debajo de aquellos años. Y en palabras de Adriani…” los stocks de materias primas eran 190 % mayores en 1927 por la depresión de la economía mundial…”. Como se puede observar, una claridad y certeza en el análisis de la situación económica mundial.

Los efectos de esta situación global, se muestran en la economía venezolana, los efectos, por ejemplo, en los precios del cacao, que han sido mayores que en los del café. Asi, por ejemplo, afirma que el cacao tipo Accra obtuvo en el año 1927 en el mercado de Londres el precio de 181 franco suizos por quintal métrico. De allí la tendencia ha sido a la baja y que para el 7 de abril del año 1934, se sitúa en 36 francos suizos el quintal métrico, precio que es 19% menos de 1927. Y así lo observa en la cotización de otros productos de exportación agropecuarios como el azúcar, cueros, el ganado, entre otros; cabe hacer la salvedad que el precio del volumen y precio del petróleo, de mantienen en alza, situación que observa Adriani, y el cambio progresivo que va a ver en la fisionomía en el comercio exterior venezolano, que Adriani, va observar y percibir al final de sus días. El petróleo será el hegemón de la economía nacional y del comercio exterior venezolano.

Posteriormente, Adriani, en un párrafo extraordinario que deberían de releer lo economistas gubernamentales (sí es que los hay), lo siguiente…” El factor principal de esta agravación de nuestra crisis es la desvalorización del dólar americano. Hasta el año pasado (1933), el dólar americano conservó en Venezuela un valor, que hacía todavía mediocremente remunerados el cultivo del café, y del cacao, los dos productos que están en el centro de nuestra vida económica. Con el nuevo dólar desvalorizado, o lo que es lo mismo, con el bolívar caro, los precios de nuestros productos de exportación se han hecho irrisorios, no cubren ni siquiera los gastos de beneficios (hoy sería los costos de producción con base al juego e interrelación de los factores productivos) y están arruinando a todos los interesados. Aun cuando es bastante serio, no es todo. Como nuestros principales competidores en los mercados del mundo han desvalorizado su moneda en medida todavía mayor que el mismo dólar, y en consecuencia sus exportaciones pueden ser menos exigentes que los nuestros, la demanda del exterior por nuestros productos ha venido disminuyendo en una forma que amenaza sernos fatal para el porvenir…” esto representa, una baja en los principales productos de exportación causada por la desvalorización del dólar americano y de las monedas de los principales países que son competidores de nuestros mercados en el exterior….”

Por ello, Adriani, en esos años propuso una devaluación del bolívar que fue fuertemente contestada con argumentos en contra por dos brillantes venezolanos, representantes del sector bancario venezolano de la época los Drs. Vicente Lecuna y Henrique Pérez Dupuy. Adriani, al llegar al gobierno matizó esta posición, porque, observó claramente que el hombre de gobierno tiene un rol diferente al del intelectual, debe tener una visión más realista de las labores por las labores de gobierno en forma realista responsable y pragmática.

En fin, este es pues, una serie de comentarios de ese excelente artículo que Adriani, publicado en mayo de 1934. Hoy no tenemos, hombres con esta auctoritas en economía y finanzas públicas, en funciones de gobierno, y hombre con Statesmanship o hombre de estado, con alta visión de miras, como él un primus interpares en su momento histórico. Hoy a 90 años de la publicación de este artículo, recomiendo revisarlo y analizarlo, a la luz de las nuevas realidades económicas nacionales e internacionales. Su obra en los diferentes análisis efectuados muestra lo clarividente y visionario de su pensamiento. Adriani, reprobaría con cero (0) hoy, a todo el gabinete económico por sus ejecutorías y políticas aprobadas, no sólo ahora, sino desde hace 26 años.

jesusmazzei@gmail.com

 

lunes, 16 de junio de 2025

Régulo Campo Martínez: In Memóriam

 

Régulo Campo Martínez: In Memóriam

Participó, posteriormente, activamente en la creación del antiguo Instituto de Comercio Exterior (ICE), en el primer gobierno del presidente Caldera, como órgano público fundamental para sistematizar una política pública hacia el sector exportador


JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

12/06/2025 05:02 am




Casi coincidiendo con la fecha de nacimiento del Dr. Alberto Adriani Mazzei, el 14 de junio de 1898, del cual mi tío Régulo, fue un cultor de su pensamiento, ideas e iniciativas gubernamentales y de las cuales me habló en vida, el pasado martes 10 de junio se cumplieron 26 años, de haber culminado su parábola vital, uno de los venezolanos más dignos de admiración y ejemplo de vida ciudadana por sus ejecutorias en el mundo empresarial y vida pública: Régulo Campo Martínez, nuestro recordado tío materno, por parte de la familia Alfonzo Bolaños y Martínez Niochet.


Abogado y Economista, de formación en la Universidad de Chile, tuvo que salir desde muy joven al exilio en la época de Gómez, ya que mi tía abuela Ana Martínez Niochet, consideraba que esos tiempos eran muy riesgosos para sus dos hijos: Imelda Campo y Régulo Campo Martínez.

Ocupó pues, en los años 50, el único cargo público que gerenció en su dilatada vida pública, en la antigua Dirección de Industria del antiguo Ministerio de Fomento, que es donde se canalizó al principio el fomento e incentivo, de las exportaciones no tradicionales en los años 60. Esto le permitió profundizar en el conocimiento del incipiente parque industrial público y privado venezolano de finales de la década de los 50 e inicios de los 60, bebió también del debate intelectual de esos años, y de la influencia de las diversas tesis de la Cepal, la cual fue parte de su acervo intelectual que tuvo en su formación. La economía venezolana, iniciaba su andadura en lo que se denominaba industrialización tardía, fue por ello, un visionario y pionero en conjunto con otros ilustres venezolanos, de las potencialidades de exportación más allá del petróleo y otros productos no tradicionales, en aquella Venezuela de 1962.

 

En efecto, en 1962, funda la Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX), en conjunto con otros ilustres compatriotas visionarios, cuando era nula la conciencia exportadora de bienes y servicios no-tradicionales, mediante la tesis de sustitución de importaciones en materias primas y bienes semi elaborados y manufacturados.

Participó, posteriormente, activamente en la creación del antiguo Instituto de Comercio Exterior (ICE), en el primer gobierno del presidente Caldera, como órgano público fundamental para sistematizar una política pública hacia el sector exportador, en el apoyo además, a la redacción de la primera ley de apoyo al Financiamiento y Estímulo a las exportaciones, la creación de Finexpo, la nueva ley de Aranceles, entre otros instrumentos jurídicos y organizacionales, que le dieron piso jurídico estable y reglas claras para jugar en el negocio del comercio exterior.

Asimismo, fue, por otra parte, fue, además, factor fundamental en la promulgación de la Ley del Fondo de Financiamiento de las Exportaciones (FINEXPO), para crear un cuerpo jurídico y la Ley de Incentivos a la Exportación, que le daba las dos primeras bases institucionales al sector exportador no tradicional del país. Entre otras actividades organizó los primeros congresos de exportadores, a inicios de los años 70 (cuanta falta hoy realizarlo vistas las nuevas realidades de la economía mundial), actuando como fórum para delinear las columnas de políticas públicas, donde se erigiría una moderna política pública de comercio exterior para los años 70 y 80, respectivamente. Presidió y dirigió la AVEX durante 12 años, luego de haber sido su director ejecutivo, la modernizó, y la dotó de su actual sede en el Centro Comercial Concresa, en el año de 1974.

Deja la presidencia de AVEX, en los años 90, cuando el panorama del comercio exterior es otro, Venezuela ingresa al GATT, hay un dinamismo de las exportaciones de servicios. Solo dos ideas no pudieron ver cristalizadas durante su presidencia: el Banco de Comercio Exterior y un ministerio que permitiera darle mayor fortaleza institucional al área y desarrollar una política de exportaciones más moderna y cónsona con los nuevos tiempos (que se hará en el segundo gobierno del Dr. Caldera, el jefe de estado que más ha contribuido al desarrollo del sector exportador no tradicional).

Dejó, además, una obra intelectual en diferentes conferencias dictadas, en las memorias de la AVEX y en entrevistas y artículos de opinión aquí en el diario El Universal, en los años 80 y 90. Publicó un artículo cuya consulta recomiendo, por su actualidad, en la revista Política Internacional Nro. 14, abril-junio de 1989, intitulado: Ideas para una política de comercio exterior en los 90, que tiene una enorme vigencia y diría hoy de consulta obligatoria. Deja pues un sólido legado en materia de pensamiento económico de lo que se hizo y hay que hacer en esta área vital de nuestra economía.

En ese orden de ideas, conseguí, además, en el acervo documental de entrevistas de Carlos Rangel y Sofía Ímber, del Programa Buenos Días, dos entrevistas de mi recordado tío, donde planteaba en los años 80 las siguientes ideas que hoy aún tiene plena vigencia” … En primer lugar, porque consideramos que la extremada dependencia que tiene el país del petróleo es peligrosa. Un país cuyo ingreso de divisas es aproximadamente el 92 %, que aproximadamente es 68 % del ingreso fiscal derivado del petróleo, que el 24 % ó el 26% del PIB deriva del petróleo, es un país excesivamente dependiente. Y esa dependencia, como lo acaba de demostrar la actual disminución del ingreso petrolero con motivo de la baja de la demanda, y el problema de los hidrocarburos a escala mundial, nos pone absolutamente de manifiesto la necesidad que hay efectivamente de diversificar las fuentes de ingresos del país, de eso no cabe la menor duda…”. Esto fue a mitad de la década de los años 80.

Por otro lado, exponía lo importante que en aquel entonces representaban promocionar y estimular, las exportaciones de servicios, hoy muy menguadas y afirmaba” …. Lo que te decía es muy importante desde el punto de vista de que Venezuela no exporta sólo este tipo de productos, este tipo de bienes, sino que además está exportando servicios y esos servicios que exporta Venezuela en el campo de la ingeniería, son realmente muy importantes: estructuras metálicas, drenajes, construimos el puente sobre el Canal de Panamá, tenemos una serie de obras de esta naturaleza en diversos países centroamericanos y del Caribe, de tal modo que nuestras exportaciones no son solamente por el concepto de las exportaciones, de su producto, sino también por los servicios que el país está generando que son muy interesantes. Todo ello puede aumentar considerablemente nuestras cifras de exportaciones…” Este enfoque es muy pertinente dado la importancia del sector servicios como parte del PIB y de las exportaciones a nivel de la economía mundial contemporánea. Hoy en tiempos de cambio tecnológico y la importancia del tema de servicios sus palabras cobran mayor actualidad.

En suma, AVEX debe no solo fortalecerse como importante organismo del sector privado (le deseo al Dr. Gustavo González Velutini el mayor éxito en su gestión, actual presidente de AVEX y no debo dejar de reconocer la labor realizada por el anterior presidente Ramón Goyo, todo el éxito del mundo, en las nuevas labores emprendidas que emprende), sino ir a una mayor cooperación estatal (sinergia) en harás de tener una política pública para este sector estratégico y vital de nuestra economía. Como creo que es su lema aún hoy: “Producir para exportar, exportar es prosperar”.

 

Recordemos finalmente, el legado de Régulo Campo Martínez, hoy más vigente que nunca, que está registrado en sus intervenciones públicas, artículos de opinión. Espero y aspiro, que el gremio exportador sepa valorar el legado de los fundadores de esa asociación que hoy debe ocupar un rol más importante cuando el país trata de reabrirse al mundo exportador, luego de años de falta de políticas de estado que fomentarán las exportaciones no tradicionales, ojalá la novísima ley en esta materia, fuese aprobada lo más pronto posible, en bien de crear una economía más fuerte y más diversificada. Así como lo visualizaron en los años 60, Régulo Campo Martínez y sus fundadores, hoy a la espera de la nueva ley de fomento de exportaciones no petroleras, para enrumbar al país al siglo XXI, en esta materia, no hay que perder tiempo.

 

jesusmazzei@gmail.com

 

sábado, 14 de junio de 2025

ALGUNAS PERCEPCIONES SOBRE LA RECUPERACIÓN Y/O NIVELACIÓN DE LA ECONOMÍA.

 

ALGUNAS PERCEPCIONES SOBRE LA RECUPERACIÓN Y/O NIVELACIÓN DE LA ECONOMÍA.

 

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

 


Algunas de estas percepciones se ubican desde la perspectiva operativa, y exitosa o no, en actividades económicas diversas, otras, en los ámbitos de la administración actual del País
 con las gestiones del Presidente Nicolás Maduro, algotras, en sectores  críticos de este último y, otras, en grupos bienintencionados con los destinos colectivos de la nación. Con las precisiones necesarias del caso, seguramente con la evolución normal de las cosas y casos, podrá –o debería- llegarse a consensos que permitan observar elementos de recuperación o nivelación en pro del propio país y sus ciudadanos.

La primera percepción,  es la sempiterna crítica a la dependencia petrolera y al rentismo. Hay que decir que desde que apareció el petróleo, todas las administraciones se han beneficiado del rentismo, administrando los recursos tal cual les ha parecido y haciendo poco caso a observaciones fuera de las mismas, sobre el aumento de la producción y la afectación de las reservas, o el uso de los recursos o las particularidades de los planes de expansión a pesar de contextos como, el antes o el después de la nacionalización de los años 70´s del siglo pasado. Todas las administraciones desde este último proceso, han resaltado el valor del monto o magnitud de las reservas.

La segunda, que escuchamos hoy en varios ámbitos, es la necesidad de sustituir importaciones. En términos de, grosso modo, hace unos 40/50 años, muchos se plegaron a la crítica a la sustitución de importaciones, que, incluso, era difundida desde ámbitos académicos de algunos países desarrollados sobre los procesos tenidos en varios países de la región, como afectados por muchas distorsiones, y no es que no las hubieran, sino que, en el caso de Venezuela, la facilidad petrolera, quizás llevó a algunos agentes políticos, administrativos y empresariales, a descuidar lo que debía impulsarse, tal cual siguieron haciéndolo algunos países de la región que, hoy día, tienen un componente industrial importante. La pregunta es: ¿era cierto todo lo negativo que se decía tenía nuestra industrialización?: proteccionismo excesivo, mercados estrechos, escaso desarrollo tecnológico y baja calidad de algunas producciones, entre otros elementos[1].

La tercera, la necesidad y el potencial que tienen algunas áreas que, impulsándolas, serian beneficiosas para la nación y que siempre han aparecido en listados y análisis de sectores fundamentales. Uno de ellos es el turismo, dadas las innegables bellezas y condiciones naturales, así como contextos culturales de algunas regiones de la nación. Hay que revisar cuanto se ha dicho, escrito o gestionado sobre este sector a través de las décadas. Algunas administraciones han hecho más que otras. Grupos de ciudadanos y organizaciones ambientalistas, han hecho, también, más que otras, en distintas temporalidades. Hoy existen espacios sobre los cuales pueden trabajar o seguir gestionando y trabajando empresarios, ciudadanos y la sociedad civil y hacer efectivamente del turismo un área atractiva para los propios venezolanos y visitantes.

La cuarta, atañe a una dinámica compleja que presenta la economía venezolana con un sistema monetario/cambiario, en un contexto de dolarización informal. Su dinámica y la problematización que ella abarca, si bien puede ser modificada por la administración nacional dolarizando totalmente o estableciendo otros parámetros de política monetaria, llama la atención como, agentes económicos diversos, se han beneficiado y han seguido impulsando el sistema de dolarización informal o pareciéndoles adecuado; incluso, algunos analistas han dado una especie de aprobación tácita del mismo. Un elemento curioso, que quizá sea lo más importante a resaltar acá, es la opinión de algún grupo del área empresarial sobre que “el uso del dolar lo imponen los consumidores actualmente” (!!!!?????).

La quinta, es el optimismo que algunos observan y tienen, pensando en financiamientos internacionales. Ni el Banco Mundial ni el FMI, ni los gobiernos particulares son laxos para facilitar préstamos de 10.000 o 50.000 millones de dólares. No es que no lo hagan o no lo puedan hacer, es que ninguna nación puede basar su desarrollo en ello. Muestra hay en la crisis del Efecto tequila en México, la del Efecto tango en Argentina, las crisis de finales de los noventa en Asia, las crisis de años más recientes en Argentina y otras más.  Todos esos dineros tienen condicionalidades, hay que devolverlos, así como otra serie de elementos; así es que no es fácil basar el desarrollo en ellos y menos aun  cuando se trata de implicar o genera montos como el que pueda representar el viaje a Marte, según cálculos de naciones que pueden pensar en esto último.

La sexta, es la discusión atinente a la influencia de las sanciones que han, indudablemente, en tiempo reciente afectado a Venezuela, vía varios episodios e instrumentos como el muy nombrado actualmente de Chevron. Qué las ha producido, es discusión vasta y atinente a todo un país. Pero afectan cualquier proceso de recuperación o nivelación. Las parcialidades que atañen a los intereses políticos, habría que preguntarse, si son las más atinentes o adecuadas para la nación y el bienestar de sus ciudadanos.

La séptima, es tocante al optimismo que algunos tienen sobre el retorno de la Diaspora y su potencial aporte a la recuperación o nivelación del país. Aun con elementos comunes, las distintas diásporas o movimientos migratorios, implican asentamientos, cambios de costumbres, expectativas, nuevos vínculos, con los casos y grados diversos. Taiwán, hace algunas décadas, tuvo un proceso de retorno de migrantes, lo cual tuvo de basamentos procesos de atracción bien organizados para personal de nuevas áreas vinculadas a la tecnología de aquellos momentos. Puede ser y puede dar esperanzas, pero se requiere programación y es un asunto de una política de un país, no de grupos o del debate político.

La octava, es que no hay modelos a seguir. Todos los modelos de países tienen complejidades geográficas, situacionales, particularidades y su propia historia y posibilidad de que surjan conflictos y situaciones inesperadas o no previstas; puede observarse la dinámica actual de una nación como USA. Otras naciones tienen historias vastas y amplias, que impiden convertirlas en modelos a imitar, como los casos de China o India, ni que decir de los modelos europeos o de aquellas convertidas o que son candidatos potenciales a convertirse en naciones desgarradas, en la terminología manejada por Samuel Huntington, autor del Choque de Civilizaciones.

 

 

14 de junio 2025

@eortizramirez

ortizramírez@gmail.com