martes, 26 de abril de 2022

Alertas desde Francia

 

Alertas desde Francia, 

por Félix Arellano





Elecciones Francia Macron Le Pen
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La reelección del presidente Emmanuel Macron en Francia, con el 58% de los votos, varios puntos menos que en el 2017, calma en gran medida los temores de la comunidad internacional y, en particular del vecindario europeo, sobre la inminente amenaza del radicalismo que representaba la señora Marine Le Pen. Pero se avizoran tiempos difíciles, entre otros, por el fortalecimiento de los movimientos populistas y radicales, el expansionismo ruso, la crisis económica producto de la invasión a Ucrania, nuevos y mayores inmigrantes. Todo un conjunto de factores que plantean serios desafíos para la gobernabilidad interna, una creciente incertidumbre para la institucionalidad europea y, en una escala global, poco optimismo sobre las perspectivas del orden liberal internacional.

Las elecciones están dejando un país polarizado, y varias circunstancias llevan a pensar  que la complejidad política se profundizará en las próximas elecciones legislativas previstas para el 12 y el 19 del mes de junio, proceso que seguramente confirmará la fragmentación del  órgano legislativo, con una mayor presencia de los grupos populistas y radicales, situación que limitará la gestión del nuevo gobierno, pues seguramente los grupos radicales promoverán el enfrentamiento y la inestabilidad, que los fortalezca para las siguientes elecciones.

En la actual situación política francesa se aprecia el profundo debilitamiento de los llamados partidos tradicionales (Republicanos y Socialistas) y el progresivo ascenso de los movimientos radicales. La derecha, con la Agrupación Nacional, bajo el liderazgo de la señora Marine Le Pen, quien en este tercer intento ha logrado un amplio respaldo popular con 41.8% de los votos. Por otra parte, la Francia Insumisa de la ultraizquierda y su líder Jean-Luc Mélénchon.

Los populismos y radicalismos de derecha y de izquierda se presentan ante la opinión pública como proyectos excluyentes, empero, presentan múltiples coincidencias en temas cruciales; entre otros, la defensa de la visión rígida de la soberanía y la autodeterminación, el nacionalismo chauvinista y excluyente, de allí la promoción de la xenofobia, el racismo y la intolerancia; los valores tradicionales y autoritarios, contrarios al modelo liberal que fundamente el modelo comunitario.

Los radicales, con fines electorales, simplifican la situación y ofrecen soluciones que se presentan como fáciles y rápidas, pero que en la mayoría de los casos no son sustentables y tienden a complicar la situación. Manipulan los problemas estructurales que enfrentan las sociedades, fundamentalmente los sectores pobres y excluidos con narrativas que promueven pasiones, polarización y destruyen la convivencia.

Como se pudo observar en la campaña electoral, la señora Marine Le Pen concentró la atención en los temas de pobreza y exclusión, para capitalizar el voto del descontento, el rechazo y los antisistema; evitando abordar los temas centrales y tradicionales en su proyecto político de xenofobia, exclusión social y el profundo rechazo a la integración europea.

Las contradicciones de la globalización, los efectos de la pandemia del covid-19, la invasión de Ucrania, las continuas olas de migrantes pobres, particularmente musulmanes, buscando mejores condiciones de vida, más recientemente la ola de  ucranianos que huyen de la guerra; y, adicionalmente el progresivo rechazo a la institucionalidad de la integración europea; son algunos de los factores que los movimientos radicales están manipulando en la mayoría de los países miembros de la Unión Europea, para lograr el respaldo popular en las elecciones, aprovechando las bondades de la democracia, para llegar al poder y el desmantelamiento de las instituciones.

El euroescepticismo o eruofobia se posiciona como una tendencia en ascenso en la mayoría de los países miembros y ha logrado su expresión más impactante con el retiro del Reino Unido, definido como el Brexit, un proceso que no ha beneficiado al pueblo inglés y mucho menos a Europa en su conjunto, pero los radicales lo manipulan como la mejor opción para superar los problemas sociales que están enfrentando.

El euroescepticismo se proyecta como tendencia en crecimiento, está logrando amplio respaldo popular lo que plantea serias dudas para la estabilidad del proyecto comunitario. Cabe destacar que el programa político de la señora Le Pen no señala expresamente el retiro de Francia del bloque comunitario, pero lo más duro y sustantivo de sus propuestas entraban en contradicción con la normativa comunitaria.


En los últimos años la institucionalidad europea ha enfrentado las tendencias autoritarias y nacionalistas de los gobiernos radicales de Polonia y Hungría; pero, en la mayoría de los países miembros los movimientos radicales están creciendo en popularidad y logrando mayores espacios políticos.

La situación es compleja pues el rechazo de muchos sectores contra la integración se mantiene y crece en momentos que la integración y la cooperación representan caminos fundamentales para enfrentar, entre otros, las inequidades de la globalización, los efectos de la pandemia, la amenaza expansiva de Vladimir Putin y de la geopolítica del autoritarismo.

Las elecciones en Francia representan una alerta sobre el progresivo fortalecimiento de las visiones populistas y radicales, que se consideraba como un síndrome característico de los países en desarrollo; empero, en los últimos años están avanzando con intensidad en las sociedades de los países desarrollados, en particular en rechazo a la población pobre migrante que está llegando a esos países en búsqueda de mejores condiciones de vida.

Por otra parte, debemos tener presente que la geopolítica del autoritarismo con su guerra hibrida, promociona las visiones populistas y radicales, pues fragmentan y debilitan a occidente, en particular a los valores libertarios que se presentan como limites a los proyectos autoritarios para perpetuarse en el poder.

Félix Arellano es internacionalista y Doctor en Ciencias Políticas-UCV.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

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