TRUMP O UN EXTREMO DEL IMPERIALISMO
Eduardo Ortiz Ramírez
Lenin, en su El imperialismo fase superior del capitalismo no podía prever aun, dentro de sus compromisos ideológicos, que podían presentarse extremos de los extremos, a pesar de su premonitoria afirmación de que, la guerra entre EE. UU. y España sobre Cuba a finales del siglo XIX era la nueva repartición del mundo ya repartido por el colonialismo. No podía prever tampoco lo que pasaría en la segunda guerra mundial y posterior a ella, donde una nación como los EE. UU. duró bombardeando Tokio y Berlín días y semanas a pesar de que las naciones del caso ya se habían rendido y ya no tenían armas. Obviamente los horrores de las guerras y las actitudes imperiales pueden pasar por la muerte de P. Lumumba o por lo sucedido recientemente en Ucrania o en la franja de Gaza.
Desde
que tenemos memoria no ha habido en los EE.UU un presidente tan particular en
gestiones y expresiones como el Presidente
Trump; todo el sistema multilateral donde los EE.UU tenían gestión importante en las acciones de los organismos
multilaterales BM, FMI y GATT/OMC, por mencionar algunos, hoy se encuentra en inestabilidad y sin poderse
prever claramente su futuro, sobre todo en el caso de OMC, dado nuestro
campo de interés, y dadas las acciones ejecutadas en esta segunda administración
de tal Presidente.
Las acciones sobre Venezuela que empezaron con
la idea del combate al narcotráfico por parte de EE.UU, que es uno de
los principales consumidores mundiales, según especialistas, y que han ubicado
culpables desde distintos campos de actividad o acciones como el reciente
sobreseimiento de un acusado y sentenciado funcionario latinoamericano,
terminaron entonces focalizándose en una nación como Venezuela que no
tiene según aquellos, ni la estructura delincuencial, ni el tiempo
de presencia del narcotráfico que existe en otras naciones de América y del
mundo. Pero al fin, ya mas claramente, aunque varios lo sospechaban y lo habían
denunciado ha aparecido el secreto, como el famoso filosofo francés M.
Foucault aplicaba para otros asuntos. Si, el secreto es el oro
negro o petróleo.
Y es
que Venezuela como se sabe y a pesar de ser extrapesado tiene grandes reservas
de petróleo. Lo impresionante en este caso pasan a ser por lo menos dos cosas,
ante un contexto de una nación como los EE. UU. Donde trae parte de su
armada para ponerla en las narices del mar Caribe, amenazando a una nación
como Venezuela donde son sus habitantes son los que deben responder por sus responsabilidades
y por dar solución a sus propios problemas y no una nación de actitudes
imperiales y que no ha solucionado problemas con sus intervenciones
militares en variados países.
La primera
de las cosas llamativas es lo que acaba de señalar el presidente Trump,
resumidamente en que el petróleo venezolano es de los EE. UU, pues la nación venezolana
les habría robado derechos a sus compañías. Sin meternos en lo agudo del
papel de las multinacionales o transnacionales del petróleo, se trata del abuso
de señalar que algo es de ellos cuando es de los venezolanos y que variados
gobiernos y políticas tuvieron que gestionar o administrar antes de la nacionalización
y posterior a ella.
La segunda
cosa, es lo impresionante que sectores de la llamada oposición, otrora
parte de ella antiimperialista y participe en gestiones de la administración
del petróleo, se plieguen a tal posición, con sus ansias de poder. Tamaño mensaje
les está mandando el presidente Trump para los buenos o dóciles emprendedores,
según los casos.
En fin,
de estos extremos del imperialismo puede esperarse cualquier cosa,
indudablemente.
18/12/2025
eortizramirez@gmail.com

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