miércoles, 5 de noviembre de 2014

LAS INSTITUCIONES OTRA VEZ

Prof. Eduardo Ortiz Ramírez

El tema de las instituciones está permanentemente presente en la literatura y reuniones de la región y Venezuela. No tiene la misma dinámica en naciones que hayan logrado el establecimiento de instituciones en los últimos doscientos años. Hablar de esto en Noruega, Francia o los EE.UU. en 2014 no tiene la misma urgencia. Así se transita de los primeros institucionalistas a inicios del siglo XX hasta llegar a las propuestas analíticas  del premio nobel (1993) D. North en base a la idea de instituciones formales (leyes, por ejemplo) e informales (hábitos, por ejemplo) y a la reducción de la incertidumbre, que permiten las reglas del juego a las que se resumen las instituciones. Desde alrededor de dos décadas los planteamientos de Dani Rodrik, por su parte, hacen mención en variadas formas a los prerrequisitos institucionales para el desarrollo en cuanto a autonomía de instituciones como los bancos centrales, derechos de propiedad, mediación para resolución de conflictos, atención de problemas macroeconómicos o la seguridad social. También atiende a preguntas como que hacer en las prioridades de impulsar primero el cambio institucional o el crecimiento (puede verse Dani Rodrik, Second-Best Institución. American Economic Review: Papers & Proceedings 2008. Vol. 98 N°2).
  
Ha estado presente en Venezuela desde 1999 un conjunto de concepciones, actuaciones y ejercicios de poder que no ha contribuido a la consolidación institucional y generación de consensos. Mientras, la región y los análisis sobre el desarrollo institucional han seguido avanzando, juntándose un conjunto de experiencias que abarca a países diversos en América Latina. Agencias, corporaciones ministerios, participación de las comunidades, interrelación sector público/sector privado, han sido incorporados como elementos fundamentales del desarrollo y la evaluación institucional.

De seguidas presentamos algunas áreas problemáticas acumuladas en décadas (Eduardo Ortiz Ramírez, Las instituciones y la economía…, www.analitica.com 3 abril 2001), que deberían ser abordadas dentro de un tratamiento y dinámica de cambio institucional en Venezuela. En primer lugar, las futuras administraciones deberían abandonar el sentido de conquista del poder político y la administración pública. En muchos lugares, existen intereses grupales y particulares que están altamente consustanciados con los procesos políticos de campañas y elecciones. Lo que no deberían estos últimos es, primar sobre los intereses nacionales.

En segundo lugar, deberían ingresar los mejores a los puestos gerenciales y de dirección. Los mejores son los que preparación y disposición para llevar los proyectos y las ideas adelante, en un área determinada. Pero, si no se les da autonomía, se les inutiliza y Presidente o Ministro terminan teniendo un primado sobre los Técnicos, por muy buena disposición que estos últimos tengan. Igualmente deben tener buenas remuneraciones y posibilidades de desarrollo en empresas e instituciones públicas para así evitar su captura desde organismos, empresas e instituciones de otro perfil.

En tercer lugar, debe incrementarse el manejo de información. Son las instituciones las que deben disponer, adecuadamente, de la información. El manejo de esta última, en varias instituciones del país, ha sido tradicionalmente muy escaso. No solo porque no la producen, o a veces sólo la estiman, sino porque no están conectadas a los medios de producción y canalización de la misma a nivel internacional. No es un asunto de recursos. Es falta de disposición en cuanto al manejo y uso que se debe tener de la información.

En cuarto lugar, se debe facilitar el acceso de los ciudadanos y agentes económicos a las instituciones. Estas vienen desempeñándose, en las cuatro últimas décadas, con un manejo sumarial permanente de los informes, posiciones, cambios, registros, entre otras cosas, que permite encontrar los secretos de Estado, en informaciones y manejos, para los cuales, en otros países, el ciudadano o agente económico tiene un acceso democrático. Igual, las reuniones y comités, donde se invita para oír o hablar, pero sin ningún derecho a determinar el rumbo de una determinada política.

A los elementos señalados como áreas problemáticas, habría que añadirle varios en el campo económico. Entre otros: fusiones y reestructuraciones sin sentido que en la administración bolivariana se han multiplicado, actividades de contratación y licitaciones, autonomía de instituciones como el BCV y relaciones entre las áreas petrolera y no petrolera de la economía. La llamada "refundación de la República", “refundación de las instituciones” o expresiones como las "instituciones que están naciendo", se han acumulado y no han aportado soluciones a las áreas problemáticas que hemos planteado.

Militarismo inconveniente, instituciones inconsistentes, democracia frágil -poco transparente y temerosa de las potencialidades del individuo, se trate de organizaciones de vecinos, organismos no gubernamentales o consejos comunales-, son parte de los campos de interés. Aun con todos los logros y avances en urbanización, educación o atención social,  tenidos entre finales de los 50 y comienzo de los setenta; o en el crecimiento inicial de las ciudades entre 1910 y 1930; o en la administración bolivariana donde sectores sociales desatendidos en administraciones previas han pasado a ser considerados o tener posibilidades de participar; ha existido imprecisión en la elaboración de una estrategia de desarrollo, basada en el consenso y la fijación de objetivos.

Para atender estas dimensiones de la transformación institucional se han propuesto variados métodos. Se trata de que además de aprender, se ajustan, descartan o crean normas e instrucciones para avanzar y se llama a esto una gobernanza experimentalista (experimentalist governance), donde  no hay una clara separación entre el diseño y la implementación de políticas y ello puede a su vez ser de provecho en los procesos de cambio institucional y productivo. En el transcurso en que acontece el aprendizaje, las capacidades se renuevan, el diseño de las políticas se adapta y el foco inicial no debería centrarse en una solución importada, desarrollada y aplicada en otro contexto, sino en el entendimiento de -y aplicabilidad para- la naturaleza exacta del inconveniente local. Identificado el problema, debe pasarse a la elaboración y pruebas de  diferentes posibles enfoques para solucionarlo y evaluar los resultados para abordar el siguiente, comenzando otro ciclo donde se habrá, seguramente, acumulado pericias. Deben señalarse dos perfiles complementarios para el beneficio del desarrollo institucional y el desempeño de las instancias públicas en los procesos de transformación productiva, como son la retroalimentación y la adaptación. En tal sentido el objetivo último de la experimentacion y la retroalimentacion es la adaptacion de las organizaciones (Ver Gustavo Crespi, Eduardo Fernández-Arias y Ernesto Stein. ¿Cómo repensar el desarrollo productivo? POLÍTICAS E INSTITUCIONES…. BID 2014. Cap. 10).

No se trata solo de diseñar buenas políticas sino también de tener la capacidad para poder ejecutarlas. Adicionalmente las habilidades técnicas para diseñar e implementar las políticas son las que permitirán que las mismas se pongan en marcha adecuadamente; siendo que para que lleven al diseño y a la implementación apropiada de las políticas en el terreno, agentes diversos deben tener la estructura organizacional y los incentivos adecuados. Por otro lado, si los agentes carecen de los recursos financieros, no se podrá invertir en capacidades técnicas  para el correcto diseño e implementación de las políticas.

Las organizaciones tradicionales del sector público, no necesariamente tienen la flexibilidad fundamental para identificar las principales limitaciones del crecimiento de la productividad. De la misma manera, con frecuencia no están diseñadas para lidiar con la experimentación, el aprendizaje y los ajustes requeridos en aquellos procesos y políticas del caso, ni para participar en procesos de hallazgo conjunto con los agentes privados.

En la reforma institucional, la práctica predominante consiste en identificar las mejores prácticas, pero esta noción ha sido criticada. Dos perfiles pueden resaltarse. En primer lugar, si una organización se le asigna una tarea que supera sus capacidades, puede que colapse bajo la presión. Igualmente, una que recibe financiamiento bajo la condición de adoptar las mejores prácticas quizás intente cumplir con los requisitos de manera puramente formal, buscando hacer algo que no puede hacer. En segundo lugar, las políticas se aplican en contextos específicos, donde existen reglas de juego explicitas y tácitas, y normas de conducta que pueden ser distintas de las leyes formales y puede que los actores locales conozcan bien estas reglas y las acepten, pero a los no locales les sean menos asimilables. Es la parte tácita lo que hace que sea difícil adoptar lo que funciona bien en otra parte. La dificultad de transferir las mejores prácticas de un contexto a otro es que es imposible replicar los elementos informales, implícitos, no escritos y rara vez visibles del entorno institucional y los mismos terminan siendo fundamentales para aquellas. La alternativa a este concepto es entonces la mejor adecuación de las políticas a las capacidades existentes (BID, Ob. Cit; Rodrik, Ob. cit).

En lo atinente a la conjunción de actividades entre el sector público y privado, existen  elementos a destacar. Los consejos público-privados han sido un componente de las historias exitosas del desarrollo económico en el siglo XX. El alcance de la cooperación puede variar considerablemente, desde una que abarque toda la economía hasta un plan específico por sector y región, y desde un foro en que el gobierno solo informa de sus políticas, hasta otro en el que se produce un intercambio en profundidad de información, y se diseñan e implementan las políticas en forma conjunta.

En instituciones, ni de los planteamientos iniciales, ni de los más recientes, tenemos aplicaciones en abundancia.


@eortizramirez

No hay comentarios.:

Publicar un comentario