sábado, 4 de octubre de 2025

ALGUNOS ELEMENTOS DE LA DISCUSIÓN SOBRE EL DESARROLLO EN LATINOAMÉRICA

 

ALGUNOS ELEMENTOS DE LA DISCUSIÓN SOBRE EL DESARROLLO EN LATINOAMÉRICA

 

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

 


Algunos de los elementos a destacar tienen, indudablemente, inspiración teórica, pero eso sobrepasa el interés de esta nota. Se trata más bien de resaltar aquellos que pasan a establecerse como una especie de Sabiduría Convencional según la expresión de Galbraith. Previo debe señalarse que se tiene ahora un conjunto de ideas agrupadas según tendencias y que pueden entenderse como El populismo del siglo XXI, El neoliberalismo del siglo XXI y El socialismo del siglo XXI. Preceptos, defensores, partícipes y críticos pululan cerca de estas tendencias.

A todas estas debe señalarse, en primer lugar, que tanto puede haber izquierdistas radicales como pueden haber neoliberales radicales y ambos pueden alimentarse del populismo. Elementos particulares o transfigurados de este último se presentan en USA, en un gobierno defensor de unos habitantes “originarios” así se afecte a quien se afecte. Un estatismo empedernido -en cuanto a acciones públicas diversas- a los servicios de las clases más acomodadas de tal nación.

Esa nación tiene muchos que piensan que allí se maneja la mejor teoría. En nuestras naciones en cambio, y en cuanto al desarrollo, se despliegan modas y particularismos que impulsan sus connacionales o a veces asesores que vienen del mundo anglosajón y que señalan que, en tal o cual nación, se están haciendo bien las cosas, así a los años ya el experimento o la experiencia no hayan rendido mayores frutos. En un tiempo alguien pensó que Bolivia o Republica Dominicana eran ejemplos para seguir, u hoy día, alguien piensa que Ecuador o el Salvador -no ha mucho lleno de guerra y violencia (estimulada por vendedores de armas)- lo están haciendo bien. También surge, en la sabiduría convencional, el cuestionamiento eterno a la siempre señalada sustitución de importaciones, sin que se destaquen los frutos que ha dado en aquellas naciones que la ejecutaron con mayor rigor y constancia, o también, desde tal perspectiva, haciendo sinónimo entre ejecutar tal opción y cerrar un país.

Distintas estrategias de protección, de priorización de sectores, de creación de estímulos y sanciones, han ejecutado países que han tenido éxito en la industrialización por esa vía en la región, o en países exitosos de tierras lejanas de Asia como Corea del Sur, Taiwán, Malasia y otros. Y es por ello por lo que no tiene sentido, en estrategias no bien llevadas, echarle la culpa a la proliferación de Barreras a la entrada. O a estar recordando la importancia que puede tener una acogida de inversión extranjera selectiva y bien encaminada, según preceptos repetidos desde hace setenta u ochenta años. En ningún país serio y bien ordenado, la inversión extranjera hace de las suyas, como ha pasado en varios casos de la región latinoamericana. Igualmente, en ningún país, donde existan instituciones estables y de buena atención con los factores de la producción, se escuchan fácilmente violaciones a la propiedad privada.

Así, cuando muchos problemas existen, cuando se ha fallado en crear adecuadas instituciones, cuando la inflación o el desempleo se instauran en economías pobres y de escaso desarrollo, qué importancia tiene hablar del libre comercio o si los subsidios son necesarios para los pobres o seguir repitiendo el que sigan beneficiando a los ricos en distintos países donde se ha visto que lo siguen haciendo. Es el mismo caso de desdeñar las monedas locales pensando que la dolarización es la solución. Son soluciones ad-hoc o de emergencia.

También el Estado y su participación en la economía ha sido un problema, un beneficio y un tema permanente de discusión, y más aún en la región, donde se instauró aquel principio de que “lo que no es de Dios es del príncipe”. En todos lados, en mayor o menor grado el Estado es economía, poder y regulación desde que enfáticamente Keynes lo planteó. ¿En cuantas cosas de la economía de USA y de otros países se mete D. Trump, afectando la institucionalidad nacional e internacional?

A pesar de todos los esfuerzos hechos desde la economía y varios organismos internacionales, es fundamental para varios países de la región reconstruir una especie de Morfología del atraso, donde seguramente destacarán las necesidades de instituciones que se interesen por la actualidad y el largo plazo para individuos y familias y que juntos puedan albergar mejores proyectos temporales de vida.

 

eortizramirez@gmail.com

4/10/25

viernes, 3 de octubre de 2025

Exportaciones no tradicionales AVEX 63 años

 

Exportaciones no tradicionales AVEX 63 años

Es hora de tomar decisiones audaces para ir a una sinergia

pública-privada aún mayor y contar con un potente sector

externo no petrolero. Este tema amerita una reflexión

estratégica permanente

 

 JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

02/10/2025 05:01 am



 

Al momento de publicar estas líneas, está entidad gremial cumplirá 63 años de

vida institucional, mañana viernes 3 de octubre.

En efecto, desde el inicio de la primera gestión, del primer presidente de AVEX, el

Dr. Héctor Santaella, hasta la actual gestión en desarrollo del Dr. Gustavo

González Velutini, el tema de la diversificación de la economía, comercio exterior,

y las exportaciones no tradicionales ha sido un tema importante, basado no sólo

en las exportaciones de materias primas no tradicionales sino también, de

 

manufacturas, productos semielaborados y el incipiente sector de los servicios que

en los años 80 y 90, tuvo una rango importante dentro del marco general de

exportaciones no tradicionales, pero que, en el siglo XXI, se estancó y

prácticamente, el país, ya no exporta servicios, tema y sector clave, hoy en la

discusión académica y en el peso que tiene en la economía mundial

contemporánea.

Así las cosas, primero, porque me interesaron estos temas, en lo particular, por la

influencia testimonial e intelectual, que recibí del Dr. Régulo Campo Martínez, mi

tío, uno de los fundadores de AVEX en 1962 y su tercer presidente en ejercicio

desde mediados de los 70 a inicios de los 90, donde dejó una impronta imborrable,

en una época en que consolidó y estabilizó la organización, luego de las gestiones

pioneras, embrionarias y con gran sentido de futuro; de Héctor Santaella y Antonio

Díaz Martínez, en su etapa de génesis en los primeros años de gestación de la

institución empresarial y de las lecturas complementarias que realicé también, de

la obra del Dr. Alberto Adriani Mazzei, que me inculcaron desde muy joven el

interés y curiosidad por estos temas contemporáneos tan importantes de

naturaleza económica: la diversificación de la economía, la creación de un aparato

productivo multiproductor etc. AVEX, es una importante muestra del tejido

institucional de un empresariado emprendedor, de riesgo y de visión futurista y

plausible, del país que todos queremos.

Posteriormente, los siguientes presidentes de la organización a partir de los años

90, con Alfredo Riviere, más concretamente desde el año 1990, cuando asume la

presidencia del ente empresarial, que continúo con la función articuladora y de

interacción para políticas públicas exitosas de comercio exterior, en los años 90,(

era de la fase de la dimensión económica y comercial de la globalización) ya en un

período de total despliegue institucional del organismo, hasta el día hoy, pasando

por las diversas gestiones empresariales que dieron lugar a las presidencias

siguientes de: Carlos Pulido Salvatierra, Luisa Romero, Juan Beiner, Francisco

Mendoza, Alba Guevara, Ramón Goyo y su actual Presidente Gustavo González

Velutini, en estas primeras décadas del siglo XXI, lo que demuestra la continua

modernización e institucionalización de este ente de primer orden de carácter

empresarial adaptándose y poniéndose al día, en cada momento histórico-

económico y político. Hoy su directorio, está integrado por, Gustavo González

Velutini, presidente, vicepresidente Juan Beiner, tesorero Ignacio Rojas, y director

ejecutivo Jesley Lusinchi. Marisabel Sáez, es su gerente general.

Ahora bien, hoy el tema vuelve a estar en el tapete, por la necesidad de

diversificar no solo la oferta exportable, sino diversificar nuestras fuentes de

ingreso externas, me convenzo aún más de lo importante del asunto y de contar

con una sólida política pública para este sector, de la cual se ha adolecido en los

últimos 26 años, la cual ha oscilado entre espasmódicas iniciativas públicas,

marcadas unas veces por ignorancia del tema y otras por desinterés, sin un plan

estratégico adecuado y coherente, una Política Pública, como existió entre 1962-

1999, como se fue estructurando progresivamente y afinando, a lo largo de ese

tiempo, entre las gestiones de los gobiernos de Betancourt hasta Caldera II.

 

Debo hacer la salvedad y acotación positiva que representa el nuevo instrumento

legal para esta materia tan importante para el país: la Ley de Fomento de las

Exportaciones no Petroleras del 17 de julio del año 2024, donde se trabajó con

una sinergia positiva entre el sector público y privado (AVEX).

En ese sentido, es un paso adelante, no obstante, no es suficiente tener esta

herramienta jurídica novedosa adaptada a los tiempos contemporáneos, es sin

embargo, un paso adelante, falta mucho camino por recorrer entre otros aspectos;

como la armonización de una política integral entre los diferentes entes

involucrados: la coordinación y cooperación en materia interinstitucional (MRE,

Comercio, Finanzas y Economía, SENIAT, Bancoex, entre otros), fiscal, tributaria,

de transporte ( aéreo y marítimo-la CAVN- acabada en los primeros años del

chavismo), aduanas y en concientización de los importante de las exportaciones

no tradicionales, en la cultura y actitud, dinámica de los decisores políticos y no

verlo como una moda, algo casuístico, sino un compromiso con visión de largo

plazo. Un liderazgo visionario.

En lo personal por otra parte, me sirvió de estímulo inculcado por mi tío Campo

Martínez, estudiar más sobre el tema, cursar postgrados en comercio exterior y

economía internacional, realizar cursos de perfeccionamiento profesional, donde la

interrelación a través de la docencia y transmisión de conocimientos, de entre

otros brillantes maestros en estos tema como: D.F Maza Zavala, Oswaldo Padrón

Amare, Domingo Maza Franki, Maxim Ross, Guillermo Márquez, Eduardo Ortiz R.

Manuel Garaicoechea, Ramón Peña, Carlos Guerón, Omar Bello, Diego Luís

Castellanos, Ricardo Roid, Simón Molina Duarte, Luisa Romero ( quién fuera

Presidente de AVEX y posteriormente Ministra de Comercio Exterior) y además,

de la lectura del pionero Informe Meir Merhav, del año 1974, editado en febrero a

fines de la Administración Caldera I, entre otros, me concientizaron de lo

importante que son las exportaciones no tradicionales como motor diversificador

de la economía, desde hace, por lo menos 43 años.

Hoy la preocupación de los decisores estatales debe estar centrada en la

necesidad de la diversificación económica venezolana, luego que la sociedad, el

mercado, la economía y la política, pasan por la peor crisis estructural-sistémica

del aparato económico-social (pérdida en los últimos años 9 años del 70% PIB,

gran endeudamiento, inflación imparable, devaluación continua de nuestro signo

monetario, recesión, en síntesis, un cuadro depresivo de la economía

venezolana).

Debo acotar un aspecto muy importante, Venezuela, por muchos años más será

una economía petrolera, pero, hay que diversificar su estructura productiva más y

hacerla complementaria con el sector no petrolero, como una meta para los

próximos 50 años, en un tiempo y entorno internacional, de profundos cambios

económicos, geopolíticos y tecnológicos, de carácter epocal, que los resultados y

la consecuencia, lo conocerán las siguientes generaciones de venezolanos.

 

Siguiendo a uno de mis más destacados maestros de ciencia política, el Dr.

Humberto Njaim, definimos a una política pública como "…cuando un determinado

sector persigue el propósito de creación de las condiciones para que se produzca

una determinada situación o se despliegue y desarrolle una determinada

actividad…". Como se puede observar primero es una actividad efectuada por el

Estado y es un curso de acción, ante determinado problema que se persigue

resolver en la interacción público-privada. El enfoque no solo se limita a un

aspecto administrativo sino a los avatares de la política, al juego entre actores, a

su interacción estratégica, entre actores públicos y privados.

Ahora bien, la Venezuela desde los inicios de los años 60, en adelante y debo

recordarlo, trabajo en esa ruta en forma coherente, coordinada y persistente.

Por una parte, la fundación de AVEX y la necesidad de crear conciencia

exportadora en el sector privado, que ayudará a diversificar la economía nacional

y finales de esa década, más concretamente en 1968, lo que significó por una

parte, la exposición flotante hacia el Caribe y los trabajos pioneros de Carlos

D’Ascoli, los primeros Congresos de Comercio Exterior organizados por AVEX, y

luego, a partir de los años 70 con la creación del ICE, la promulgación de la Ley de

Incentivos a las Exportaciones y la creación del Fondo para el Fomento de las

Exportaciones, el seguro a las Exportaciones, todos en el primer gobierno del Dr.

Rafael Caldera ( no me equivoco al afirmar el Jefe de Estado que más ha apoyado

y hecho, por este sector en los últimos 52 años en sus dos presidencias), crearon

las bases institucionales y de modernización, con visión de futuro, para incentivar

el comercio exterior venezolano que poco a poco fue incrementado en términos de

aportación al fisco y al crecimiento de la economía nacional, las exportaciones

hasta que a mediados de los 90, cuando se fusiona el ICE con el Ministerio de

Fomento y se crea el Ministro de Industria y Comercio, se crea además, Bancoex,

en 1996, en una decisión política innovadora, que fortalecerá aún más el

andamiaje institucional del sector exportador no tradicional. Venezuela, llegó a

exportar a finales del año 1998, 7.300 millones de dólares representando para

aquel entonces el 25% de las exportaciones totales del país, enmarcado en una

economía sana y con un programa económico coherente como lo fue la Agenda

Venezuela.

El promedio de los últimos años es de acuerdo a las cifras de AVEX…” de las

exportaciones no tradicionales de Venezuela se situó en casi 5 millardos de

dólares durante los últimos 15 años. “…Desde 2013 se ha producido un descenso

estructural en las ventas foráneas y no se han superado los 2,5 millardos de

dólares”, aseguró Ramón Goyo, presidente de la Asociación Venezolana de

Exportadores…”. En unas declaraciones dadas hace más de uno ó año medio, y

con la pandemia del Covid-19, el cuadro es aún más alarmante y dramatico, La

Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX) advirtió que se podrían reducir

las ventas del sector exportador privado entre 15% y 20% al cierre de este año por

causa de la paralización del país a propósito del confinamiento por Covid-19 y la

escasez de combustible. Y más adelante la guinda de la torta puesta estos

años“… Es que es claro que en Venezuela se han roto las cadenas de valor más

 

importantes y vitales para mantener los engranajes de la economía en sintonía y

activos. Con el cierre del plantel de las industrias de Guayana se afectaron las

cadenas del aluminio, del hierro y del acero”, aseveró el empresario. Asimismo, la

crisis de la petroquímica, un rubro transversal a todos los sectores, también afectó

a las cadenas del plástico, de productos químicos, de los fertilizantes, entre

muchas otras áreas. “…Como se ve, las materias primas ya no se producen en el

país. Y la ruptura de las cadenas productivas generó un cambio en la oferta

exportable, muy distinta a la de hace 10 años…”. Como observamos las

exportaciones no tradicionales en los últimos años no pasan de una cifra de 3.000

millones de dólares, desde mi punto de vista ha habido un estancamiento.

Por ello, la nueva y futura política de estímulo y fomento, debe encuadrarse

primero en el nuevo contexto jurídico-organizacional del tema exportador y

plantear esa visión estratégica con una política pública de amplio consenso

nacional inclusiva y empática, debe estar basada primero en tecnología y de

servicios que refuercen las cadenas de valor, en sectores donde tengamos

ventajas competitivas como los agroindustriales, farmacéuticos, de productos del

mar, servicios y otros que generen alto valor agregado.

También, por otra parte, crear un entorno apropiado y propicio tanto desde el

punto de vista del bajo riesgo político, bajo reglas claras. Incentivar el Draw Back,

se refuerce administrativamente la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE),

zonas aduaneras; entre otras medidas políticas, de iniciativas comerciales abiertas

hacia mecanismos de integración en zonas que nos brinden tecnologías y

mercados como lo fue el mercado colombiano y andino, bajo la reinserción en la

Comunidad Andina de Naciones, capacitación de la fuerza laboral en industrias de

alta demanda, cultivar el talento interno en crear una mayor conciencia

exportadora ( fortalecer la formación académica que se oferta en Avex,

Universidades en carreras conexas como comercio exterior, economía, ciencias

políticas y estudios internacionales y reenamorar, a la inversión privada

transnacional, para que invierta en el país.

Estas cifras que se mostraron anteriormente, hay que revertirlas y buscar como un

objetivo estratégico exportar más de 10.000 millones de dólares en los próximos

años (¿tendremos este músculo?) como meta, para utilizarlas como complemento

de los ingresos petroleros. Esto ameritará contar con una coherente política

aduanal, de transporte, aranceles, de servicios estatales en general, que atiendan

al sector en forma eficiente y coordinada, en lo que se quiere lograr; estimular y

fomentar las exportaciones no tradicionales y diversificar el aparato económico

nacional.

En síntesis, el comercio exterior genera divisas, puestos de trabajo, genera una

estructura económica más sólida que hace que una economía se diversifique. Se

cumpla si se quiere el sueño de Alberto Adriani Mazzei y Arturo Uslar Pietri. Es

hora de tomar decisiones audaces para ir a una sinergia pública-privada aún

mayor y contar con un potente sector externo no petrolero. Este tema amerita una

reflexión estratégica permanente.

 

jesusmazzei@gmail.com


jueves, 2 de octubre de 2025

Notas sobre la industria manufacturera

CESAR ANDREA PEREZ 


Notas sobre la industria manufacturera






El monitoreo constante en el comportamiento del ritmo de actividad económica es una actividad que los llamados hacedores de política económica (“policy makers”) realizan de forma continua, a los fines de observar el ritmo de la producción de bienes y servicios, así como la corrección a tiempo de las desviaciones que puedan presentarse en el transcurso del ejercicio de un período económico.

 

Mantener una economía en crecimiento no es una actividad sencilla. Además de las consideraciones que deben tenerse presente en las esferas monetarias, fiscales, cambiarias, comerciales, tributarias, financieras, productivas o reales, entre muchas otras, los aspectos geopolíticos y de poder sobre el territorio ejercen suficiente fuerza para desviar el ritmo y continuidad en la evolución del crecimiento en las economías.

 

El ex presidente Antonio Guzmán Blanco acuñó la frase "Venezuela es un cuero seco, se pisa por un lado y se levanta por el otro". Esta frase lapidaria del ex presidente Guzmán puede aplicarse a aspectos tanto de la economía como la producción e inflación, pues en algunos contextos elevar el crecimiento se traduce en incrementos en la inflación o reducir la tasa de desempleo se traduce en aumento en los precios.

 

Ahora bien, en el contexto de la estructura de la economía de Venezuela, la industria manufacturera es una de las actividades con mayor peso llegando a ocupar el 17% del producto interno bruto (pib) no petrolero. Actualmente, de acuerdo a la UCAB, éste alcanza el 9,63%. Desde luego, esta actividad económica de manufacturas, no escapó del ciclo recesivo de la economía de Venezuela, experimentado entre los años 2014 y 2020 donde el tamaño de la economía se redujo en más del 74%, de acuerdo a cálculos propios y otras fuentes como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).  

 

En la industria manufacturera converge una diversidad de sectores como alimentos, bebidas, químicos, farmacéutico, plástico y caucho, automotor y autopartes, madera y papel, entre otros.

 

En opinión de la Confederación Venezolana de Industriales (CONINDUSTRIA), a través de la Encuesta de coyuntura industrial del II trimestre de 2025, el volumen de la producción de la industria manufacturera privada aumentó 3,3% en el I semestre de 2025. En los años 2023 y 2024 el volumen se expandió en 5,60% y 11,40% (ver cuadro N° 1). Estas cifras de recuperación son alentadoras y positivas, pues recordemos que las caídas en el pib manufacturero en los años 2018, 2017 y 2016 no fueron normales y alcanzaron -39,3%, -25,3% y -26,6. Pasamos de un pib industrial de Bs. 85,301 millardos en 2013 a Bs. 24,239 millardos en 2018.

 

 

 Tasa de variación del volumen de producción de la industria

 

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Fuente: CONINDUSTRIA

 

Por su parte, la capacidad utilizada de la industria manufacturera en el II trimestre de 2019 alcanzó el 19,4%, mientras que el II trimestre de 2025 se ubicó en 46,1%, es decir, un incremento del 25.50%. En países como Argentina, Perú, Colombia y Brasil, esta capacidad utilizada promedia 59%, 64%, 80% y 79%. Venezuela en el marco de la recuperación del crecimiento económico, se acerca en casi 13% de la capacidad utilizada de Argentina, el país con menor nivel de operatividad de estos países.

 

A nivel sectorial, CONINDUSTRIA y el PNUD señalan que el sector farmacéutico venezolano experimentó un crecimiento robusto durante el I semestre de 2025. El mercado nacional de medicamentos se expandió en más del 23%, colocando 190,2 millones de unidades en farmacias a nivel nacional, siendo la producción local responsable del 87,1% del aumento en el volumen de ventas.

 

Por su parte, la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) mencionó que en el primer semestre de 2025, en Venezuela se ensamblaron 6.549 vehículos y vendieron 18.070 unidades nuevas. En cambio en el año 2024 se ensamblaron 4.384 automóviles y se comercializaron 17.558 unidades.

 

Otros sectores que mostraron crecimiento en el II semestre fueron alimentos, productos no metálicos y otras industrias, sin embargo, otros ocho sectores han tenido un magro comportamiento.

 

Los factores asociados al volumen de la producción industrial están vinculados a los tributos fiscales y parafiscales, la brecha de la tasa cambiaria, falta de disponibilidad de divisas, falta de financiamiento, entorno macroeconómico y baja demanda nacional (CONINDUSTRIA).

 

En síntesis, las cifras indican que el volumen de la producción industrial a nivel agregado muestra crecimiento positivo, indicando señales positivas para la generación de ingresos, empleo, remuneraciones y crecimiento, no obstante a nivel sectorial algunas actividades no han podido recuperarse.

 

Más del 60% de la industria nacional se concentra en la producción de alimentos y bebidas, lo cual es positivo de cara a las necesidades internas de producción de alimentos para la población, sin embargo, a nivel sectorial deben desarrollarse sectores que impliquen el uso de tecnologías avanzadas en robótica, electrónica, maquinarias, equipos, químico y otros de forma de lograr una inserción internacional con mayores niveles de competitividad.


 

Por César Andrea Pérez.

cesar.andrea49@gmail.com


https://www.linkedin.com/posts/c%C3%A9sar-andrea-p%C3%A9rez-67258616b_sobre-la-industria-manufacturera-la-industria-activity-7379560906168360961-yfRa?utm_source=share&utm_medium=member_desktop&rcm=ACoAACh8YDYBiCWEDM1mHUYCdCZ7T5odf-0NX3I

 

 

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“Sé curioso. Lee muchoTrata nuevas cosas. Creo que lo que mucha gente llama inteligencia solo se reduce a la curiosidad”. Aaron Swartz

miércoles, 24 de septiembre de 2025

CAPITALISMO SIN DEMOCRACIA

 

CAPITALISMO SIN DEMOCRACIA

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ



Indudablemente que el capitalismo surgió con una opción de libertad, ante lo que habían sido numerosísimos episodios y concentraciones para la guerra y el lento progreso en el desarrollo de las fuerzas productivas durante alrededor de sobre 6.000 años. Previo a su nacimiento hubo imperios, guerras largas y reincidentes, abuso de unas zonas por otras y toda la historia ya conocida. Pero cuando ya fue claro su inevitable nacimiento a inicios del siglo XIX, los habitantes de la avanzada económica de inicios de ese siglo, que era indudablemente Inglaterra, muchos ciudadanos se sintieron estimulados por el avance de leyes y procedimientos que perfilaban el futuro de la Democracia, como se le llegó a conocer en el siglo XX para algunos países y a pesar de sus imperfecciones.

A inicios del siglo XX, y todavía a mediados del mismo, la economía mundo todavía estaba signada por países colonialistas, y colonias o neocolonias según los casos. Tal es el caso que a inicios de la segunda guerra mundial 4/5 partes de la humanidad se encontraban en condiciones de colonialismo. De seguidas, después de la guerra, vinieron los procesos de descolonización, pudiéndose hablar para los inicios de la segunda mitad del siglo señalado, de países ricos y países pobres, donde en muchos de estos últimos no eran plenamente dominantes las formas de producción capitalistas y esto, en parte, dio origen a estímulos para el impulso de la economía del desarrollo y las relaciones de la política económica con este último.

Así también, para los mismos momentos de inicios de la segunda mitad del siglo XX, se hizo evidente otra dicotomía o se le añadió otro elemento al espectro mundial de naciones: es el caso de la aparición de dos bloques de poder, con sus perfiles políticos, económicos y sociales, el Bloque capitalista y el Bloque socialista, con sus respectivas dinámicas y zonas de influencia  bajo el liderazgo de EE.UU. por una parte y la URSS por la otra, y con la lógica del equilibrio del terror que evitara una tercera guerra mundial.

El concierto mundial permitió así observar la conformación de organismos multilaterales, para tratar los temas de comercio, inversión, finanzas, Comisiones Económicas Regionales desde la ONU, entre otros, que si bien no funcionaban a la perfección y siempre estuvieron lideradas por los países más fuertes, dieron un espacio para intentar, lograr o impulsar el tratamiento de problemas particulares de países y regiones, mientras, en los contextos nacionales de países como los de América Latina se impulsaba el capitalismo y formas democráticas, aunque fuese solo en algunos casos y, en otros, se tuviesen otras lidias o tratamientos más difíciles como el caso de las dictaduras militares en varios países de la región en los años sesenta y setenta, por lo demás, apoyadas por los EE.UU no infrecuentemente.

Toda la teorización y evaluación política, técnica y económica ha permitido afirmar que el mundo y la humanidad avanzaron más desde mediados del siglo XX -incluso considerando solo las tres o cuatro primeras décadas- que todo lo que había avanzado en los milenios anteriores. Podría quizás afirmarse que la humanidad ante ello y para lo mismo, se entusiasmó o produjo tal progreso por la nueva organización de las fuerzas productivas, los avances técnicos, el desarrollo de la ciencia, la democracia en cualesquiera de sus formas y la posibilidad de que distintos pueblos y países pudiesen pasar a ser reconocidos en su autonomía y posibilidades de actuar.

Pueden destacarse tres puntos de inflexión que se habrían tornado como impulsores de transformaciones estructurales o impactantes desde el punto de vista de lo que ha sido la estructuración del sistema internacional que ha estado vigente en décadas recientes. Un punto de inflexión que debe resaltarse es como a finales de la cuarta década de la segunda mitad del siglo XX, se derrumba el Bloque Socialista con la caída del muro de Berlín y el traspaso de varias de sus naciones integrantes a las formas y matices del capitalismo tradicional, abandonando lo que había sido su funcionamiento en aquel Bloque. Esto dio pie o se interrelacionó con las ideas de algunos sobre el Fin de la Historia o la de que varios celebrasen una especie de triunfo del capitalismo[1]. Pero no. Todavía el capitalismo y los sistemas sociales, así como la propia humanidad, reservaban y reservan otras sorpresas, como indudablemente lo harán también los seres humanos y los políticos. Y es que el capitalismo, aun habiendo impactado al propio Carlos Marx, por el desarrollo de las fuerzas productivas que ha permitido, no ha satisfecho todas las expectativas que algunos han tenido.

Un segundo punto de inflexión habría tenido que ver con el cambio de participación de China en el contexto mundial y lo cual habría arrancado desde los cambios políticos observados en tal nación en los años setenta y ochenta del siglo XX[2], y que, hoy día se materializan en una economía de alto crecimiento en varias décadas, con un impulso tecnológico notable, mejoramientos en los niveles de vida de su numerosa población y con un avance en la inventiva y competitividad que es de reconocida evidencia y que es determinante en sus logros comerciales.

Y, un tercer punto de inflexión, que no se sabe hasta dónde llegará lo duradero de sus efectos, que es el del cambio de gobierno en los EE. UU. con la segunda presidencia de D. Trump, que ha venido a trastocar parte de los mecanismos de funcionamiento en lo interno de esa nación y en sus interrelaciones con otros países, vía control de migraciones, guerra  o litigio comercial basado en el uso discrecional de la política arancelaria, políticas de represión e irrespetos a mecanismos valorados en la perspectiva democrática de tal nación y que, están en la base de algunos de los elementos que hemos destacado. Además de lo resaltado en el notable escrito de Dani Rodrik[3] sobre el descreimiento que podrá tener ahora la Democracia, que no por imperfecciones presentes en USA no dejaba de inspirar, al igual que en Europa, a distintos ciudadanos sobre los valores de tal sistema. Pero peor aún, se trata de irrespetos y en nuestra opinión de verdaderos estímulos para señalar cómo si existe el imperialismo, el descaro, la altanería que algunos mandatarios se arrogan por ser presidentes de un país poderoso en recursos económicos y militares. Retrotrayéndose el mundo a episodios y altanerías imperiales. Peor aún, se irrespetan normas y procedimientos que han permitido tener una confianza relativa para quejas, procedimientos y reclamos.  Mas aun, con artimañas y excusas se amenaza a países y se apoya a otros, que han demostrado una agresividad abierta en la defensa de sus intereses y terquedades. Poco quedará para seguir creyendo en instituciones internacionales y en gobiernos de países que, con su poder económico y arrogancia en los procedimientos, dejan mucho que desear.

Ya veremos que depara el mundo.

 

24 septiembre 2025.

eortizramirez@gmail.com

 

 



[1] Eduardo Ortiz Ramírez, El auge del Capitalismo. Diario Economía Hoy 28-1-91.

lunes, 22 de septiembre de 2025

¿Quién modelará ahora la democracia?

 https://www.project-syndicate.org/commentary/democracy-role-models-no-longer-us-europe-by-dani-rodrik-2025-09/spanish

¿Quién modelará ahora la democracia?

Sep 9, 2025DANI RODRIK

CAMBRIDGE - Cuando era adolescente y crecía en Estambul, tuve la suerte de formar parte de una generación que tenía cerca modelos democráticos. Países europeos como Gran Bretaña, Francia, Alemania y Suecia alimentaron nuestras aspiraciones de prosperidad y democracia, dándonos esperanzas para el futuro de nuestro propio sistema político imperfecto. La experiencia de estos países nos demostró que el crecimiento económico, la justicia social y la libertad política no sólo eran compatibles, sino que se reforzaban mutuamente.

¿Dónde encontrarán los jóvenes de hoy un mensaje igual de esperanzador? La democracia liberal parecía destinada a ser la ola del futuro. Pero ahora, el retroceso democrático es un fenómeno global, y los Estados Unidos de Donald Trump son sólo el ejemplo más visible y dramático. Desde principios de la década de 2010, las "autocracias electorales" -regímenes que celebran elecciones periódicas, pero en condiciones de represión generalizada- se han convertido en la forma de gobierno dominante en todo el mundo. Casi 220 millones de personas menos viven hoy en democracia liberal que en 2012.

Además, las "democracias electorales" -una forma de régimen que puede allanar el camino a la democracia liberal- también han perdido terreno, gobernando hoy 1.200 millones de personas menos que en 2012. Estos regímenes han sido sustituidos por autocracias electorales o directas, que ahora gobiernan a 5.800 millones de personas (2.400 millones de las cuales se han añadido desde 2012).

Como faro de la democracia, Europa ya no brilla tanto. La Unión Europea desempeñó un papel fundamental en el anclaje de la democracia durante la transición de Europa del Este desde el socialismo, y Chequia y Estonia se convirtieron en algunas de las democracias liberales mejor clasificadas del mundo. Pero muchas otras -en particular, Polonia, Hungría y Eslovaquia- han retrocedido considerablemente, y la UE se ha visto impotente para hacer algo al respecto. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, se unió recientemente en Pekín al presidente ruso Vladimir Putin, al dictador norcoreano Kim Jong-un y a otras dos docenas de líderes autoritarios para ayudar al presidente Xi Jinping a celebrar la destreza militar china.

Los principales países europeos pueden afirmar, con razón, que sus democracias no han sufrido tanto como la estadounidense. Pero Europa no proyecta hoy ni fortaleza económica ni cohesión política. Su confianza en sí misma parece haber tocado fondo, como demuestra el modo en que la UE ha cedido ante las amenazas arancelarias de Trump.

Los líderes europeos esperaban desde hace tiempo que la integración aumentara el poder y la influencia de la región en la escena mundial. En lugar de ello, la UE parece haberse convertido en una casa a medio camino permanente que fomenta la parálisis. Sus instituciones y procesos disuaden a los países de actuar audazmente por su cuenta, pero carecen de capacidad para formular y perseguir una visión común.

 

Mientras la Europa democrática no consigue proyectar su influencia más allá de sus fronteras, los que sí ejercen el poder en la escena mundial ya no son modelos a seguir. Pocos habrían esperado que Estados Unidos hubiera dado un giro autoritario tan brusco, y sin embargo Trump ha transformado el país en un actor canalla casi de la noche a la mañana. También ha facilitado que China se haga pasar por el adulto responsable de la sala, y Xi se ha enfundado con gusto el manto de la "igualdad soberana", el "Estado de derecho internacional" y el "multilateralismo."

Pero nadie debe engañarse sobre la naturaleza del régimen chino. Sus logros económicos no son motivo para emular su política. China sigue siendo un país altamente autoritario donde las minorías son reprimidas y la oposición política está estrictamente prohibida.

Para encontrar puntos brillantes democráticos, debemos buscar en lugares inesperados. Por ejemplo, Brasil y Sudáfrica, dos países de renta media, comparten la rara distinción de haber estado recientemente al borde del colapso autoritario y luego haber retrocedido.

El mandato deJacob Zumacomo presidente de Sudáfrica entre 2009 y 2018 se caracterizó por el populismo autoritario y la corrupción generalizada, y el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro se negó a aceptar la derrota electoral y planeó un golpe militar (así como el asesinato de su oponente) en 2022. Sin embargo, a ambos les sucedieron líderes con sólidas credenciales democráticas: Cyril Ramaphosa en Sudáfrica y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.

Lo que hace extraordinarios estos éxitos es que se produjeron en circunstancias que los politólogos consideran especialmente desfavorables para la democracia. Sudáfrica y Brasil no sólo tienen profundas divisiones étnicas, sino que se encuentran entre los países más desiguales del mundo. Desde Aristóteles, los pensadores han sostenido que la ausencia de grandes diferencias entre ricos y pobres es una condición previa para sostener la democracia; pero las experiencias brasileña y sudafricana dibujan un panorama más sutil, que resulta alentador para los defensores de la democracia.

También hay buenas noticias en otros lugares. A finales del año pasado, cuando el Presidente surcoreano Yoon Suk-yeol declaró la ley marcial por primera vez desde 1980, las fuerzas democráticas y el Parlamento contraatacaron. En pocas semanas, Yoon fue destituido y destituido de su cargo. Chile también ha conseguido mantenerse como una democracia estable desde el final de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).

Algunas de las democracias con más éxito fuera de Europa son países pequeños que pasan desapercibidos en los debates sobre el declive democrático. Taiwán, Uruguay, Costa Rica, Mauricio y Botsuana obtienen altas puntuaciones en la clasificación de democracias de The Economist Intelligence Unit (los dos últimos son especialmente dignos de mención como ejemplos de democracias duraderas en África).

Tal vez nuestras esperanzas de avivar las llamas de la democracia descansen en estos casos improbables. Como todo, la democracia necesita modelos. Aunque los estudios de casos habituales ya no son relevantes, todavía hay lugares donde los defensores de la democracia pueden encontrar inspiración.


DANI RODRIK

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Dani Rodrik, Professor of International Political Economy at Harvard Kennedy School, is Past President of the International Economic Association and the author of the forthcoming Shared Prosperity in a Fractured World: A New Economics for the Middle Class, the Global Poor, and Our Climate (Princeton University Press, November 4, 2025).

 

domingo, 21 de septiembre de 2025

El Capitalismo en el siglo XXI

 

El Capitalismo en el siglo XXI

Así las cosas, los servicios en el capitalismo contemporáneo son casi el 70% del PIB de las economías capitalistas de hoy en día (Estados Unidos es el mayor exportador de servicios modernos y sofisticados)


  • JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

18/09/2025 05:01 am




La crisis del coronavirus, con la todavía no finalizada crisis de la pandemia del COVID-19, oficialmente por la OMS, junto con la guerra inacabada de Rusia contra Ucrania y el conflicto bélico entre Israel y Hamas, que ha entrado en una fase muy difícil de prever en su finalización a corto plazo, pesar de la presión internacional, dados los objetivos ilimitados qué busca Israel, tanto desde el punto de vista político y militar aún, en pleno desarrollo que aparentemente será un conflicto de larga duración por lo menos; ya a más de 2 años y medio, de iniciado este conflicto según autoridades militares israelíes.


Son en tal caso entonces, los nubarrones que enfrenta la economía mundial junto con la aparente debilidad de la economía china dado factores demográficos y la crisis inmobiliaria, no resuelta del todo, abren una oportunidad para el debate sobre el futuro del capitalismo y las líneas de política económica a seguir en el porvenir, sus perspectivas, desde diferentes ángulos, como la ciencia política, a partir de una visión intertransdisciplinaria, debido a que nos provee de insumos que nos permiten realizar un acercamiento interesante en forma preliminar desde la historia que nos da la memoria de los acontecimientos tanto domésticos como universales, desde el plano filosófico, estudia al hombre y a la sociedad, desde los principios rectores que moldearon ambos sujetos, en el plano jurídico, por la implementación que tiene que hacerse de normas, leyes que tengan cánones de seguridad hacia el futuro dos sectores claves en el futuro del desarrollo y fortalecimiento de lo que se denomina el desarrollo de la economía política de este modo de producción y de los sectores que tendrán que tener más inversión tanto en investigación como en desarrollo y políticas públicas que fortalezcan la modernización del modo como tal y en particular en el sector salud y a los gastos sociales en forma general: el farmacéutico y sanitario, no solamente a Venezuela, donde está en situación precaria sino a nivel de Europa y América en general.

Pues bien, para algunos especialistas, como la politóloga Alicia González el año 2024 fue signado por cuatro D: desaceleración, desinflación, deuda y desglobalización, a esto hay que añadir en esta mitad del año 2025, la prevalencia de la geopolítica y las guerras tarifarias entre países y regiones del mundo. Pues bien, incertidumbre y complejidad nos presenta el año que está en curso rumbo a la finalización del segundo semestre del año.

Sin embargo, la economía estadounidense que es el epicentro del capitalismo, muestra datos interesantes entrando al año 2024, con signos aparentemente positivos: el aterrizaje suave de la economía estadounidense, con la inflación domeñada ha bajado al 3.1% en el año 2023 del 6.5% del año 2022, un consumo que no decae y un mercado laboral muy resistente, consumo en alza, entre otros factores que muestran la solidez del capitalismo de ese país con gran influencia al resto del mundo. Sin embargo, muestra rasgos diferentes en este año 2025 dado el impacto de los efectos políticos de la política arancelaria de la administración Trump, en el ritmo del comercio mundial, el desempleo en la economía estadounidense, la inflación y el futuro crecimiento del PIB a nivel global y de la economía norteamericana.

En el plano gerencial comprensión y estudio más diferenciado y especializado del estado contemporáneo y en el plano político compuesto por el estudio teórico y el análisis práctico, de la forma en la comprensión y manejo de los problemas de implementación de las políticas y estimo, que estamos entrando en un cambio de época. La literatura y lo expertos, van en esa dirección de la transdisciplinariedad de los complejos problemas de nuestro tiempo y la visión amplia que hay que tener para analizarlos hoy en día, sobre todo, los problemas de la naturaleza, sanitarios, la ética y la moral en la biotecnología, de la redistribución, desigualdad y crecimiento económico en el seno del capitalismo contemporáneo, que son problemas políticos concretos del día de hoy y que están en pleno debate más profundo hoy en día. Aparentemente entramos a un cambio en el modo de crecimiento del capitalismo de este siglo XXI, casi ingresando a la tercera década.

En efecto, algunos políticos a lo largo de la historia han enfatizado lo importante de comprender los fenómenos económicos y algunos economistas así también, comprender al hecho político, porque ambos se nutren de los mismos vasos comunicantes por ser ambas ciencias sociales. Al convertir el comportamiento de los políticos en una variable endógena, la economía política debe llevar a entender las particularidades de los fenómenos económicos ( grado e influencia de las empresas, desigualdad, precios, valor, inflación, intercambio comercial, déficit fiscal, ventajas competitivas y comparativas y los factores políticos (liderazgo político, partidos políticos, ordenamiento constitucional, grupos de presión y el entorno internacional) que interactúan en una economía capitalista.

El índice de Libertad Económica en el Mundo y añadiría yo, pasa por evaluar un sistema económico más capitalista liberal o de capitalismo de estado más solidario y fraterno. En ese sentido, siguiendo al académico Juan Carlos Hidalgo, diseñado originalmente por un grupo de economistas liderado por Milton Friedman y publicado anualmente por el Fraser Institute de Canadá, identifica cinco grandes áreas que determinan a mi modo de ver no sólo la libertad económica de un país, sino del grado o no cuanto capitalista es: 1) tamaño del Estado, 2) sistema jurídico y derechos de propiedad, 3) solidez de la política monetaria, 4) libertad de comercio internacional y 5) regulaciones de los mercados crediticio, laboral y comercial.

Según el estudio del Fraser Institute, en su última versión, todos los países nórdicos, excepto uno, ocupan posiciones entre las 40 economías más libres del planeta: Finlandia (7), Dinamarca (14), Suecia (29) y Noruega (31). La excepción es Islandia, en el lugar 41. En contraposición, solo dos naciones latinoamericanas están entre las 40 más abiertas y capitalistas del mundo: Chile (11) y Perú (22). Otros países como Colombia y Brasil ocupan un lugar destacado, pero, más abajo.

Para los abanderados del liberalismo económico y capitalismo liberal a secas, el debate sobre la desigualdad en América Latina y otras regiones menos adelantadas del mundo, presenta un serio reto académico y político: nuestro énfasis siempre ha sido el combate a la pobreza, no el de la lucha por sociedades materialmente igualitarias, lo cual es imposible. Siempre y cuando la gente salga de la miseria y prospere, no debería importarnos que otros aumenten sus fortunas. Es más, el mismo concepto de “distribución de la riqueza” nos resulta problemático, ya que da a entender que esta es una constante que simplemente hay que repartir, no generar.

Ahora bien, qué tipo de capitalismo hay de acuerdo a las reflexiones del Foro de Davos tenemos tres: el de accionistas, para el cual el principal objetivo de las empresas es la maximización del beneficio; el capitalismo de Estado incentivador y promotor, diría yo una reformulación del rol del estado , un estado subsidiario, que confía en el sector público para manejar la dirección de la economía, y el stakeholder capitalism, o capitalismo de las partes interesadas, en el que las empresas son las administradoras de la sociedad, y para ello deben cumplir una serie de condiciones como pagar un porcentaje justo y equitativo de impuestos, tolerancia cero frente a la corrupción, respeto a los derechos humanos en su cadena de suministros globales o defensa de la competencia en igualdad de condiciones, también cuando operan dentro de la “economía de plataformas”. Este debe ser el futuro en el que se desarrolle el capitalismo a mediano y largo plazo. Si no, entraremos en lo que algunos estudiosos han denominado un modelo tecno autoritario de carácter político y liberal desde el punto de vista económico, tanto en el epicentro de la izquierda como de la derecha.

Por ello, para contar con un sólido, robusto y con armazón de ideas puede ayudarnos a una mejor comprensión de ambas realidades, porque esto nos da una visión del entorno. Por ello el debate epistemológico de los últimos 30 años ha girado en torno a una serie de premisas le han abierto otros canales para la ruta de navegación. Por ello, analizar el capitalismo, el juego de poder a su interior es fundamental en el siglo XXI, como lo llamó Peter Drucker el postcapitalismo (podría ser una avanzada economía de servicios, se calcula que a inicios de la década del 30 el comercio de servicios será de casi el 80% de la economía mundial impulsado por la digitalización y el desarrollo de la TI’c) es clave por ello, estudiar sus modos de crecimiento a los largo de la historia (cambios institucionales de carácter sistémico), contar con instrumentos analíticos flexibles y eclécticos, abiertos mentalmente en su modo de abordaje, porque tenemos economías capitalistas con características tan contrastantes como la China y EE UU, o los países nórdicos, sin embargo, tienen el tronco común de apoyar a la inversión y tecnología privada, al mercado y su fomento entre otros factores, que estimulan mayoritariamente el desarrollo de economías capitalistas hoy en día y, las consecuencias de esta pandemia, repercutirán en su desarrollo.

Así las cosas, los servicios en el capitalismo contemporáneo son casi el 70% del PIB de las economías capitalistas de hoy en día (Estados Unidos es el mayor exportador de servicios modernos y sofisticados). Cuáles son los principales servicios, primero están los gubernamentales, englobando en ellos los de salud, educación, seguridad interior y exterior, administración de justicia, financieros estatales, de comercio exterior, política exterior, entre otros. Otros, que debemos considerar son los informáticos y telemáticos en diferentes áreas, de comunicación, transporte de personas y bienes, sean estos aéreos, marítimos y terrestres, banca y seguros, consultoría e ingeniería, entretenimiento y esparcimiento, turismo, entre otros. Esto se está dando gracias a tres revoluciones simultáneas y de efecto a mediano y largo plazo: cambios en la productividad, en la tecnología y en la administración de las organizaciones que son el soporte fundamental de la fortaleza del capitalismo a nivel global, a pesar de vivir un intervalo de reacomodo en estos momentos.

Este fenómeno se da hoy con mayor intensidad porque es propio de la evolución del sistema capitalista postindustrial, debido a los increíbles cambios científico-tecnológicos en todos los campos y además, por la evolución de las modificaciones en la tecnología de la información. Las comunicaciones se han vuelto instantáneas, el concepto de espacio y tiempo se ha reducido. Con cada revolución tecnológica y en particular la de los últimos 50 años, se ha producido no solo una reorganización de estructura productiva, sino también, de las instituciones gubernamentales, de la sociedad, aunado a un mundo más articulado e interdependiente que es lo que conocemos como globalización.

En tal sentido, el valor de los productos simbólicos, la producción localizada en diferentes áreas, con una integración horizontal de las diferentes organizaciones multinacionales y complejos estatales y no estatales y empresariales, plantean un sistema internacional con diferencias sustanciales y se entrelaza con proceso anteriores que son similares, pero diferentes son ellos: la internalización y la transnacionalización. Esta es la esencia del nuevo capitalismo que cimenta sus primeros pilares y que avanzará más profundamente en los próximos años. Induce a pensar en una necesaria reestructuración del papel y la dimensión del Estado, así como en la construcción de nuevas instituciones capaces de revitalizar la inversión y potenciar la acumulación de capacidades tecnológicas internas. Los recursos disponibles son claramente insuficientes, por lo que se necesita forjar un nuevo acuerdo social que propicie reformas en los planos fiscal e impositivo que permitan contar con financiamiento a largo plazo para garantizar un crecimiento económico equitativo y con mayor inclusión social. Un elemento central de todo este proceso es que el nuevo acuerdo social debe orientarse hacia mejorar la gobernabilidad democrática y reducir la brecha entre el segmento moderno y el segmento que ha quedado rezagado, que se caracteriza por la pobreza extrema y la exclusión social. Reducir ese dualismo estructural.

Esto nos lleva a reiterar al tema fundamental del papel del Estado en la economía y el reacomodo del papel del mercado como asignador de recursos, y la necesidad de nuevos modelos de cooperación entre los sectores público y privado en ese capitalismo que poco a poco toma cuerpo y forma para los próximo años, que sean capaces de reducir la brecha de desigualdad que se ha abierto en la sociedad y abordar el estancamiento de la productividad —que ha perjudicado gravemente la competitividad de los mercados mundiales—, a la vez que promueven la transformación a largo plazo de la estructura productiva.

Esto resalta con claridad el papel del Estado que crea nuevas instituciones, expande el gasto en programas de investigación y desarrollo, financia la innovación y apoya el desarrollo de capacidades tecnológicas nacionales en pymes, a la vez que aplica políticas dirigidas a reducir la pobreza y la exclusión social. Veremos.

jesusmazzei@gmail.com