Exportaciones
no tradicionales AVEX 63 años
Es hora de tomar decisiones audaces para ir a una sinergia
pública-privada aún mayor y contar con un potente sector
externo no petrolero. Este tema amerita una reflexión
estratégica permanente
JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
02/10/2025 05:01 am
Al momento de publicar estas
líneas, está entidad gremial cumplirá 63 años de
vida institucional, mañana
viernes 3 de octubre.
En efecto, desde el inicio de la
primera gestión, del primer presidente de AVEX, el
Dr. Héctor Santaella, hasta la
actual gestión en desarrollo del Dr. Gustavo
González Velutini, el tema de la
diversificación de la economía, comercio exterior,
y las exportaciones no
tradicionales ha sido un tema importante, basado no sólo
en las exportaciones de materias
primas no tradicionales sino también, de
manufacturas, productos
semielaborados y el incipiente sector de los servicios que
en los años 80 y 90, tuvo una
rango importante dentro del marco general de
exportaciones no tradicionales,
pero que, en el siglo XXI, se estancó y
prácticamente, el país, ya no
exporta servicios, tema y sector clave, hoy en la
discusión académica y en el peso
que tiene en la economía mundial
contemporánea.
Así las cosas, primero, porque me
interesaron estos temas, en lo particular, por la
influencia testimonial e
intelectual, que recibí del Dr. Régulo Campo Martínez, mi
tío, uno de los fundadores de
AVEX en 1962 y su tercer presidente en ejercicio
desde mediados de los 70 a
inicios de los 90, donde dejó una impronta imborrable,
en una época en que consolidó y
estabilizó la organización, luego de las gestiones
pioneras, embrionarias y con gran
sentido de futuro; de Héctor Santaella y Antonio
Díaz Martínez, en su etapa de
génesis en los primeros años de gestación de la
institución empresarial y de las
lecturas complementarias que realicé también, de
la obra del Dr. Alberto Adriani
Mazzei, que me inculcaron desde muy joven el
interés y curiosidad por estos
temas contemporáneos tan importantes de
naturaleza económica: la
diversificación de la economía, la creación de un aparato
productivo multiproductor etc.
AVEX, es una importante muestra del tejido
institucional de un empresariado
emprendedor, de riesgo y de visión futurista y
plausible, del país que todos
queremos.
Posteriormente, los siguientes
presidentes de la organización a partir de los años
90, con Alfredo Riviere, más
concretamente desde el año 1990, cuando asume la
presidencia del ente empresarial,
que continúo con la función articuladora y de
interacción para políticas
públicas exitosas de comercio exterior, en los años 90,(
era de la fase de la dimensión
económica y comercial de la globalización) ya en un
período de total despliegue
institucional del organismo, hasta el día hoy, pasando
por las diversas gestiones
empresariales que dieron lugar a las presidencias
siguientes de: Carlos Pulido
Salvatierra, Luisa Romero, Juan Beiner, Francisco
Mendoza, Alba Guevara, Ramón Goyo
y su actual Presidente Gustavo González
Velutini, en estas primeras
décadas del siglo XXI, lo que demuestra la continua
modernización e
institucionalización de este ente de primer orden de carácter
empresarial adaptándose y
poniéndose al día, en cada momento histórico-
económico y político. Hoy su
directorio, está integrado por, Gustavo González
Velutini, presidente,
vicepresidente Juan Beiner, tesorero Ignacio Rojas, y director
ejecutivo Jesley Lusinchi.
Marisabel Sáez, es su gerente general.
Ahora bien, hoy el tema vuelve a
estar en el tapete, por la necesidad de
diversificar no solo la oferta
exportable, sino diversificar nuestras fuentes de
ingreso externas, me convenzo aún
más de lo importante del asunto y de contar
con una sólida política pública
para este sector, de la cual se ha adolecido en los
últimos 26 años, la cual ha
oscilado entre espasmódicas iniciativas públicas,
marcadas unas veces por
ignorancia del tema y otras por desinterés, sin un plan
estratégico adecuado y coherente,
una Política Pública, como existió entre 1962-
1999, como se fue estructurando
progresivamente y afinando, a lo largo de ese
tiempo, entre las gestiones de
los gobiernos de Betancourt hasta Caldera II.
Debo hacer la salvedad y
acotación positiva que representa el nuevo instrumento
legal para esta materia tan
importante para el país: la Ley de Fomento de las
Exportaciones no Petroleras del
17 de julio del año 2024, donde se trabajó con
una sinergia positiva entre el
sector público y privado (AVEX).
En ese sentido, es un paso
adelante, no obstante, no es suficiente tener esta
herramienta jurídica novedosa
adaptada a los tiempos contemporáneos, es sin
embargo, un paso adelante, falta
mucho camino por recorrer entre otros aspectos;
como la armonización de una
política integral entre los diferentes entes
involucrados: la coordinación y
cooperación en materia interinstitucional (MRE,
Comercio, Finanzas y Economía,
SENIAT, Bancoex, entre otros), fiscal, tributaria,
de transporte ( aéreo y
marítimo-la CAVN- acabada en los primeros años del
chavismo), aduanas y en
concientización de los importante de las exportaciones
no tradicionales, en la cultura y
actitud, dinámica de los decisores políticos y no
verlo como una moda, algo
casuístico, sino un compromiso con visión de largo
plazo. Un liderazgo visionario.
En lo personal por otra parte, me
sirvió de estímulo inculcado por mi tío Campo
Martínez, estudiar más sobre el
tema, cursar postgrados en comercio exterior y
economía internacional, realizar
cursos de perfeccionamiento profesional, donde la
interrelación a través de la
docencia y transmisión de conocimientos, de entre
otros brillantes maestros en
estos tema como: D.F Maza Zavala, Oswaldo Padrón
Amare, Domingo Maza Franki, Maxim
Ross, Guillermo Márquez, Eduardo Ortiz R.
Manuel Garaicoechea, Ramón Peña,
Carlos Guerón, Omar Bello, Diego Luís
Castellanos, Ricardo Roid, Simón
Molina Duarte, Luisa Romero ( quién fuera
Presidente de AVEX y
posteriormente Ministra de Comercio Exterior) y además,
de la lectura del pionero
Informe Meir Merhav, del año 1974, editado en febrero a
fines de la
Administración Caldera I, entre otros, me concientizaron de lo
importante que son las
exportaciones no tradicionales como motor diversificador
de la economía, desde hace, por
lo menos 43 años.
Hoy la preocupación de los
decisores estatales debe estar centrada en la
necesidad de la diversificación
económica venezolana, luego que la sociedad, el
mercado, la economía y la
política, pasan por la peor crisis estructural-sistémica
del aparato económico-social
(pérdida en los últimos años 9 años del 70% PIB,
gran endeudamiento, inflación
imparable, devaluación continua de nuestro signo
monetario, recesión, en síntesis,
un cuadro depresivo de la economía
venezolana).
Debo acotar un aspecto muy
importante, Venezuela, por muchos años más será
una economía petrolera, pero, hay
que diversificar su estructura productiva más y
hacerla complementaria con el
sector no petrolero, como una meta para los
próximos 50 años, en un tiempo y
entorno internacional, de profundos cambios
económicos, geopolíticos y
tecnológicos, de carácter epocal, que los resultados y
la consecuencia, lo conocerán las
siguientes generaciones de venezolanos.
Siguiendo a uno de mis más
destacados maestros de ciencia política, el Dr.
Humberto Njaim, definimos a una
política pública como "…cuando un determinado
sector persigue el propósito de
creación de las condiciones para que se produzca
una determinada situación o se
despliegue y desarrolle una determinada
actividad…". Como se
puede observar primero es una actividad efectuada por el
Estado y es un curso de acción,
ante determinado problema que se persigue
resolver en la interacción
público-privada. El enfoque no solo se limita a un
aspecto administrativo sino a los
avatares de la política, al juego entre actores, a
su interacción estratégica, entre
actores públicos y privados.
Ahora bien, la Venezuela desde
los inicios de los años 60, en adelante y debo
recordarlo, trabajo en esa ruta
en forma coherente, coordinada y persistente.
Por una parte, la fundación de
AVEX y la necesidad de crear conciencia
exportadora en el sector privado,
que ayudará a diversificar la economía nacional
y finales de esa década, más
concretamente en 1968, lo que significó por una
parte, la exposición flotante
hacia el Caribe y los trabajos pioneros de Carlos
D’Ascoli, los primeros Congresos
de Comercio Exterior organizados por AVEX, y
luego, a partir de los años 70
con la creación del ICE, la promulgación de la Ley de
Incentivos a las Exportaciones y
la creación del Fondo para el Fomento de las
Exportaciones, el seguro a las
Exportaciones, todos en el primer gobierno del Dr.
Rafael Caldera ( no me equivoco
al afirmar el Jefe de Estado que más ha apoyado
y hecho, por este sector en los
últimos 52 años en sus dos presidencias), crearon
las bases institucionales y de
modernización, con visión de futuro, para incentivar
el comercio exterior venezolano
que poco a poco fue incrementado en términos de
aportación al fisco y al
crecimiento de la economía nacional, las exportaciones
hasta que a mediados de los 90,
cuando se fusiona el ICE con el Ministerio de
Fomento y se crea el Ministro de
Industria y Comercio, se crea además, Bancoex,
en 1996, en una decisión política
innovadora, que fortalecerá aún más el
andamiaje institucional del
sector exportador no tradicional. Venezuela, llegó a
exportar a finales del año 1998,
7.300 millones de dólares representando para
aquel entonces el 25% de las
exportaciones totales del país, enmarcado en una
economía sana y con un programa
económico coherente como lo fue la Agenda
Venezuela.
El promedio de los últimos años
es de acuerdo a las cifras de AVEX…” de las
exportaciones no tradicionales de
Venezuela se situó en casi 5 millardos de
dólares durante los últimos 15
años. “…Desde 2013 se ha producido un descenso
estructural en las ventas
foráneas y no se han superado los 2,5 millardos de
dólares”, aseguró Ramón Goyo,
presidente de la Asociación Venezolana de
Exportadores…”. En unas
declaraciones dadas hace más de uno ó año medio, y
con la pandemia del Covid-19, el
cuadro es aún más alarmante y dramatico, La
Asociación Venezolana de
Exportadores (AVEX) advirtió que se podrían reducir
las ventas del sector exportador
privado entre 15% y 20% al cierre de este año por
causa de la paralización del país
a propósito del confinamiento por Covid-19 y la
escasez de combustible. Y más
adelante la guinda de la torta puesta estos
años“… Es que es claro que en
Venezuela se han roto las cadenas de valor más
importantes y vitales para
mantener los engranajes de la economía en sintonía y
activos. Con el cierre del
plantel de las industrias de Guayana se afectaron las
cadenas del aluminio, del hierro
y del acero”, aseveró el empresario. Asimismo, la
crisis de la petroquímica, un
rubro transversal a todos los sectores, también afectó
a las cadenas del plástico, de
productos químicos, de los fertilizantes, entre
muchas otras áreas. “…Como se ve,
las materias primas ya no se producen en el
país. Y la ruptura de las cadenas
productivas generó un cambio en la oferta
exportable, muy distinta a la de
hace 10 años…”. Como observamos las
exportaciones no tradicionales en
los últimos años no pasan de una cifra de 3.000
millones de dólares, desde mi
punto de vista ha habido un estancamiento.
Por ello, la nueva y futura
política de estímulo y fomento, debe encuadrarse
primero en el nuevo contexto
jurídico-organizacional del tema exportador y
plantear esa visión estratégica
con una política pública de amplio consenso
nacional inclusiva y empática,
debe estar basada primero en tecnología y de
servicios que refuercen las
cadenas de valor, en sectores donde tengamos
ventajas competitivas como los
agroindustriales, farmacéuticos, de productos del
mar, servicios y otros que
generen alto valor agregado.
También, por otra parte, crear un
entorno apropiado y propicio tanto desde el
punto de vista del bajo riesgo
político, bajo reglas claras. Incentivar el Draw Back,
se refuerce administrativamente
la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE),
zonas aduaneras; entre otras
medidas políticas, de iniciativas comerciales abiertas
hacia mecanismos de integración
en zonas que nos brinden tecnologías y
mercados como lo fue el mercado
colombiano y andino, bajo la reinserción en la
Comunidad Andina de Naciones,
capacitación de la fuerza laboral en industrias de
alta demanda, cultivar el talento
interno en crear una mayor conciencia
exportadora ( fortalecer la
formación académica que se oferta en Avex,
Universidades en carreras conexas
como comercio exterior, economía, ciencias
políticas y estudios
internacionales y reenamorar, a la inversión privada
transnacional, para que invierta
en el país.
Estas cifras que se mostraron
anteriormente, hay que revertirlas y buscar como un
objetivo estratégico exportar más
de 10.000 millones de dólares en los próximos
años (¿tendremos este músculo?)
como meta, para utilizarlas como complemento
de los ingresos petroleros. Esto
ameritará contar con una coherente política
aduanal, de transporte,
aranceles, de servicios estatales en general, que atiendan
al sector en forma eficiente y
coordinada, en lo que se quiere lograr; estimular y
fomentar las exportaciones no
tradicionales y diversificar el aparato económico
nacional.
En síntesis, el comercio exterior
genera divisas, puestos de trabajo, genera una
estructura económica más sólida
que hace que una economía se diversifique. Se
cumpla si se quiere el sueño de
Alberto Adriani Mazzei y Arturo Uslar Pietri. Es
hora de tomar decisiones audaces
para ir a una sinergia pública-privada aún
mayor y contar con un potente
sector externo no petrolero. Este tema amerita una
reflexión estratégica permanente.
jesusmazzei@gmail.com