Alberto Adriani El dilema de nuestra moneda
El análisis de los hechos
económicos internacionales de aquel entonces (el precio de los metales
preciosos, el valor del oro, el precio del café, en los mercados mundiales),
muestran la interrelación de la economía nacional con la economía internacional
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JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
19/06/2025 05:01 am
Alberto Adriani, no dejo un texto escrito, sin embargo, dejó una larga e intensa, obra intelectual, en artículos, conferencias dictadas, pocos usuales en esa época, autoritaria desde el punto de vista político,, no olvidemos que estamos en el período gomecista (1908-35), y Adriani era seguido de cerca luego de los años 30, por los organismo de seguridad de aquel régimen, de entonces, sin embargo, había las posibilidad de escribir y discutir, temas económicos y de finanzas públicas, donde Adriani, estaba muy bien dotado intelectualmente.
En ese contexto, hace 91 años, Alberto Adriani Mazzei, escribió un
extraordinario y bien documentado artículo, para el Boletín de la Cámara de
Comercio de Caracas, que era uno de los pocos nichos y medios de publicación
donde se podían verte ideas de gran peso político, económico, intitulado: “El
Dilema de nuestra Moneda y la situación Económica Venezolana” eso
fue en mayo de 1934, a dos años de ser fundador del Ministerio de Agricultura y
Cría, de allí resultó una polémica de altura y gran densidad intelectual, entre
varios banqueros entre los cuales cabe destacar el presidente del Banco de
Venezuela Vicente Lecuna y del Banco Venezolano de Crédito, Henrique Pérez
Dupuy, quizás el banco privado, más sólido y solvente del país al día de hoy,
en medio de un sistema financiero precario, en este siglo XXI.
Este artículo fue escrito, en una Venezuela, que no tenía la masa
crítica intelectual que tiene hoy en día, a pesar de la pérdida de ella, por la
migración en los últimos años, que ha hecho que el país carezca de la fortaleza
intelectual de hace por lo menos unos 26 años, gracias a las desacertadas
políticas públicas, de la revolución bolivariana.
Debo resaltar algunos aspectos formales antes que todo del artículo en
cuestión, en primer lugar, escrito en un lenguaje claro y directo, sin
elucubraciones teóricas enrevesadas, en segundo lugar, uso apropiado de las
estadísticas proporcionadas en aquel entonces, por el Ministerio de Hacienda,
que había tenido una modernización importante en la gestión de Dr. Román
Cárdenas, en los años 20, (con quien Adriani mantuvo intercambio epistolar), el
Banco de Venezuela, el Banco Mercantil y Agrícola, y la Cámara de Comercio de
Caracas, cuan distinta a la situación hoy, cuando los órganos públicos, que
están en la obligación de suministrar información estadística son opacos y
pocos transparentes y desde hace años no presentan Memoria y Cuenta, que uno
pueda consultar en las bibliotecas o vía digital, (INE, Banco Central,
Ministerios de Finanzas o Hacienda, Planificación y Comercio Exterior), nula
información para poder tomar decisiones en materia de planificación y
estrategias públicas y privadas económicas, vinculadas a saber el crecimiento
del PIB, inflación, monto de la deuda, balanza de pagos, comercio exterior etc.
No se suministra información a la opinión pública y, en tercer lugar, un
análisis comparativo de la influencia del entorno económico internacional en
relación al entorno interno, lo que habla de la clara identificación de Adriani,
de la porosidad de lo externo con lo interno, lo interméstico diremos hoy, la
influencia de la evolución externa en la paridad cambiaria venezolana, por
acontecimientos externos, sino veamos qué ha pasado con nuestra pobre moneda en
estos 26 años de manejo de política monetaria y cambiaria, una desvalorización
impresionante, como nunca antes vista.
Pues bien, Adriani Mazzei, nos ofrece un artículo de permanente vigencia
y actualidad, la paridad cambiaria, su poder de compra y la vinculación con las
principales divisas en el mercado mundial de aquel momento (la lira esterlina y
el dólar que emergía poco a poco, como moneda de cambio hegemónica). Puede
considerarse un trabajo pionero, de política monetaria.
Inicia el artículo Adriani Mazzei, con un párrafo importante y debo
citarlo …” la causa está en que sobre la sociedad actúa un conjunto de causas,
en relaciones de interdependencia, que dan origen a acciones y
reacciones, que periódicamente modifican el inestable equilibrio social. Las
ondulaciones económicas no son, pues, sino el reflejo de las ondulaciones
periódicas que tiene lugar en el organismo social.:”. Interesante, como
observamos utiliza la palabra interdependencia que hay en los fenómenos
económico, pero que hoy se canalizan a las relaciones internacionales y a la
política general, utilizado por politólogos, internacionalistas y economistas,
sin embargo, es utilizado por Adriani, quizás está haciendo uso de su vasta
experiencia organizacional y diplomática, en organismos multilaterales como la
Sociedad de las Naciones en los años 20 y al Unión Panamericana, a inicios de
la década de los años 30, antes de regresar al país, en el cual ocupó
importantes cargos y que le hace tener esta perspectiva analítica y además, por
ser el venezolano en aquel momento mejor equipado intelectualmente, ya que
bebió como ningún otro tanto en Europa, como Estados Unidos, del debate en la
economía, la política y los asuntos sociales, en aquel momento.
El análisis de los hechos económicos internacionales de aquel entonces
(el precio de los metales preciosos, el valor del oro, el precio del café, en
los mercados mundiales), muestran la interrelación de la economía nacional con
la economía internacional, que se hacía más interdependiente, por el peso cada
vez mayor del tema petrolero en la economía venezolana. En efecto, Adriani,
como ninguno otro, le toca presenciar la crisis del año 29 y las consecuencias
que esta tiene en la economía venezolana, pues sí, Adriani, in situ en los
Estados Unidos, observa que…” Las finanzas públicas no pueden y no deben
asilarse de la economía nacional. Su prosperidad está estrechamente ligada a la
prosperidad de la economía privada y, a la larga no puede sino seguir su
suerte. En esta prolongada depresión económica es razonable suponer que las
condiciones de las finanzas tienen que ser difíciles, y lo son, en realidad. Al
tiempo que disminuyen las fuentes de ingresos han ido creciendo las erogaciones
para aliviar el desempleo y para otros fines sociales…”.
Adriani Mazzei, con maestría intelectual, analiza los efectos, entonces
en el monto del comercio que para 1933, lo ubica en un 65% menos que del año
1929, asimismo el nivel del empleo, afirma apoyándose en cifras de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) que hay un 30 millones de
desempleados de obreros desocupados, y con palabras de él”…de miserias,
ignoradas, de talento y energía malgastadas de esperanzas burladas..”. A este
desempleo, como si no fuera bastante, hay que agregar la disminución de los
salarios de los que quedan empleados, que en ciertos casos ha sido
considerable…” . Expresa que para la fecha 41 países han abandonado el patrón
oro, el mercado de capitales, casi por completo. Igualmente, el de la
disminución de la producción, el cual la sitúa en un 30% menos en comparación
al del período 1925-29, asimismo, el índice de consumo, se ha mantenido por
debajo de aquellos años. Y en palabras de Adriani…” los stocks de materias
primas eran 190 % mayores en 1927 por la depresión de la economía mundial…”.
Como se puede observar, una claridad y certeza en el análisis de la situación
económica mundial.
Los efectos de esta situación global, se muestran en la economía
venezolana, los efectos, por ejemplo, en los precios del cacao, que han sido
mayores que en los del café. Asi, por ejemplo, afirma que el cacao tipo Accra
obtuvo en el año 1927 en el mercado de Londres el precio de 181 franco suizos
por quintal métrico. De allí la tendencia ha sido a la baja y que para el 7 de
abril del año 1934, se sitúa en 36 francos suizos el quintal métrico, precio
que es 19% menos de 1927. Y así lo observa en la cotización de otros productos
de exportación agropecuarios como el azúcar, cueros, el ganado, entre otros;
cabe hacer la salvedad que el precio del volumen y precio del petróleo, de
mantienen en alza, situación que observa Adriani, y el cambio progresivo que va
a ver en la fisionomía en el comercio exterior venezolano, que Adriani, va
observar y percibir al final de sus días. El petróleo será el hegemón de la
economía nacional y del comercio exterior venezolano.
Posteriormente, Adriani, en un párrafo extraordinario que deberían de
releer lo economistas gubernamentales (sí es que los hay), lo siguiente…” El
factor principal de esta agravación de nuestra crisis es la desvalorización del
dólar americano. Hasta el año pasado (1933), el dólar americano conservó en
Venezuela un valor, que hacía todavía mediocremente remunerados el cultivo del
café, y del cacao, los dos productos que están en el centro de nuestra vida
económica. Con el nuevo dólar desvalorizado, o lo que es lo mismo, con el
bolívar caro, los precios de nuestros productos de exportación se han hecho
irrisorios, no cubren ni siquiera los gastos de beneficios (hoy sería los
costos de producción con base al juego e interrelación de los factores
productivos) y están arruinando a todos los interesados. Aun cuando es bastante
serio, no es todo. Como nuestros principales competidores en los mercados del
mundo han desvalorizado su moneda en medida todavía mayor que el mismo dólar, y
en consecuencia sus exportaciones pueden ser menos exigentes que los nuestros,
la demanda del exterior por nuestros productos ha venido disminuyendo en una
forma que amenaza sernos fatal para el porvenir…” esto representa, una baja en
los principales productos de exportación causada por la desvalorización del
dólar americano y de las monedas de los principales países que son competidores
de nuestros mercados en el exterior….”
Por ello, Adriani, en esos años propuso una devaluación del bolívar que
fue fuertemente contestada con argumentos en contra por dos brillantes
venezolanos, representantes del sector bancario venezolano de la época los Drs.
Vicente Lecuna y Henrique Pérez Dupuy. Adriani, al llegar al gobierno matizó
esta posición, porque, observó claramente que el hombre de gobierno tiene un
rol diferente al del intelectual, debe tener una visión más realista de las
labores por las labores de gobierno en forma realista responsable y pragmática.
En fin, este es pues, una serie de comentarios de ese excelente artículo que
Adriani, publicado en mayo de 1934. Hoy no tenemos, hombres con esta auctoritas
en economía y finanzas públicas, en funciones de gobierno, y hombre con
Statesmanship o hombre de estado, con alta visión de miras, como él un
primus interpares en su momento histórico. Hoy a 90 años de la publicación
de este artículo, recomiendo revisarlo y analizarlo, a la luz de las nuevas
realidades económicas nacionales e internacionales. Su obra en los diferentes
análisis efectuados muestra lo clarividente y visionario de su pensamiento.
Adriani, reprobaría con cero (0) hoy, a todo el gabinete económico por sus
ejecutorías y políticas aprobadas, no sólo ahora, sino desde hace 26 años.
jesusmazzei@gmail.com