LA POLÍTICA COMERCIAL Y LA INSERCIÓN
INTERNACIONAL EN LA ADMINISTRACIÓN BOLIVARIANA. VERSIÓN 2020.
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Este trabajo busca precisar y en casos analizar, los lineamientos y acciones fundamentales que han estado presentes en las políticas y ejecutorias de inserción internacional para Venezuela, de parte de la administración bolivariana iniciada hace más de 21 años. Esto en ocasiones, amerita trascender el ámbito de reflexión manejado a los efectos, por tal administración. El trabajo incorpora desarrollos y mejoramientos en relación a una versión anterior. Se actualizaron algunos puntos y otros están incorporados como nuevos.
INCLINACIÓN DE LA POLÍTICA COMERCIAL.
De acuerdo con la Constitución[1]
vigente desde diciembre de 1999, el Estado se reserva el uso de la política
comercial para defender las actividades económicas de las empresas nacionales
públicas y privadas (Art. 301). Tal política, en el inicio de la administración
bolivariana pasó a ser ejecutada a través del Ministerio de la Producción
y el Comercio creado en 1999. El Ministerio se conformó con los Viceministerios de
Comercio, Industria, Turismo y sus organismos adscritos y relacionados. En
cuanto a la política exterior y las negociaciones comerciales multilaterales,
éstas se consideraron atribuciones del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con relación a lo contenido en el documento Líneas
Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007[2],
en él se establecieron los siguientes objetivos en materia de comercio o
política comercial:[3]
-Alcanzar
mayores niveles de competitividad (hacia fuera y hacia adentro) para generar
una estructura de precios relativos favorables a la producción nacional.
-Modernizar
los sistemas que constituyen las redes de distribución, procurando superar la
fragmentación de mercados y los mecanismos de comercialización.
-Establecer
relaciones entre los productores primarios y los transformadores industriales
con el fin de eliminar las estructuras de mercado oligopólicas que intervienen
en la variación de los precios conteniendo de forma artificial la oferta y su
impacto negativo en términos de inflación.
-Impulsar el
proceso de apertura económica promoviendo la revisión de los acuerdos
subregionales con el fin de obtener resultados equitativos para el productor
nacional.
-Desarrollar
un nuevo sistema aduanero acorde con los nuevos tiempos y que reduzca el
contrabando.
-Estimular
la libre competencia en la economía interna.
-Incentivar
la inserción de los productos nacionales dentro del mercado mundial y regional
estableciendo y asumiendo como premisa básica de competencia, la calidad
superior, el precio más competitivo y una mayor capacidad de suministro.
-Impulsar el
crecimiento significativo de la inversión en el sector comercio, telecomunicación
y otros servicios.
-Propiciar
escenarios favorables para el desarrollo del sector, mejorando las condiciones
de empleo y remuneración, dada su masiva capacidad de generar puestos de
trabajo.
-Incrementar
los niveles de productividad del sector en rubros con opción a la exportación y
garantizar eficientes condiciones de financiamiento.
Dentro de este contexto es importante destacar
la prioridad del sector agrícola y los incentivos a las PYME’S. En el sector
agrícola, se previó la incorporación de políticas comerciales que coadyuvaran a
implementar el plan nacional de desarrollo agrícola y alimentario. Dichas
políticas contemplaron la formación de precios rentables, cupos de importación,
disposiciones fiscales y pararancelarias financieras que garantizaran la
recuperación de la agricultura nacional.
Posterior a las
Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 se tiene el Primer Plan Socialista de la Nación
2007-2013. Dada la similitud de varios elementos entre el primero y
el segundo plan, presentamos un resumen sobre asuntos de política comercial e
inserción internacional, contenidos en el Segundo
Plan Socialista de la Nación 2013-2019 o Plan de la patria
2013-2019, y de importancia para lo tratado en este trabajo.
En razón de ello, destacamos textualmente -en primer lugar- lo
concerniente a comercio y productos agrícolas. Estos elementos están recalcados
en el objetivo histórico N° 1, objetivo nacional 1.4. sobre la soberanía
alimentaria y en la desagregación 1.4.8.
atinente a la promoción del comercio de exportación agrícola: “1.4.8.1.
Constituir expresas mixtas de exportación con países miembros del ALBA y
Mercosur…; 1.4.8.2. Diseñar y ejecutar una política de exportaciones de
productos agrícolas… a los países del caribe y al Norte de Brasil; 1.4.8.3.
Definir… políticas de protección comercial de la agricultura nacional; 1.4.8.4.
Diseñar medidas de fomento…con miras a la exportación, con especial énfasis a
las pequeñas y medianas empresas, empresas de propiedad social directas,
cooperativas y otras formas asociativas”. En el caso del objetivo histórico 4,
con el objetivo nacional 4.1., atinente a la construcción de la Unión
latinoamericana y caribeña, existen varios objetivos estratégicos y generales
(4.1.1. al 4.1.8.) que presentan desagregaciones que interesa destacar:
“4.1.1.1. Fortalecer el papel de vanguardia del ALBA en el proceso de unidad de
Nuestra América…; 4.1.1.3. Construir la Zona Económica del ALBA, fortaleciendo
el papel del Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre)…; 4.1.2.1.
Profundizar la alianza entre Venezuela y los Países del Caribe, mediante la
iniciativa PETROCARIBE…; 4.1.3.1. Consolidar la Misión Mercosur para
desarrollar las áreas de capacitación y formación para la exportación;… Inversión
para la producción y promoción de la exportación;… y adecuación de
infraestructura portuaria y aeroportuaria; 4.1.5.1. Fortalecer el papel de la
Celac como espacio común para la integración política, económica, social, y
cultural de la región; 4.1.6.2. Intensificar los proyectos grannacionales de la
unión económica con los países del ALBA y de complementación productiva con los
países del Mercosur; 4.1.7.1. Fortalecer el Banco del Sur…; 4.1.7.2. Generar
una política permanente de financiamiento solidario para el impulso de
encadenamientos económicos productivos…; 4.1.8.1. Consolidar a Venezuela como
proveedor de cooperación solidaria…”. (Plan
de la Patria…2013-2019. Gaceta Oficial
extraordinaria 6118).
Sobre estos objetivos debe señalarse
que, en el caso del comercio exterior agrícola, dado el escenario presente -y
de los últimos lustros- de escasez, desabastecimiento y aumento de
importaciones de variados productos -incluidos los agrícolas- acentuado a
partir de 2012 y con evoluciones difíciles de describir para 2020, es claro que
lo planteado en el Plan de la patria
no ha tenido resultados coincidentes con los objetivos señalados, pues
Venezuela ha pasado a perfilarse como un claro importador de alimentos, tal
cual se ilustra más abajo. En el caso de la reestructuración industrial
y/desarrollo de la competitividad, los logros son bastante escasos pues el
contexto macroeconómico y de opciones de política, han producido un agudo
proceso de desindustrialización, materializado en la reducción del número de
establecimientos industriales, como sistemáticamente ha venido registrando
CONINDUSTRIA[4];
implicando también, aquel contexto, la inexistencia -al igual que en
administraciones anteriores- de una política
comercial selectiva y una política
industrial activa que pudiesen propender a generar beneficios en los
desarrollos sectoriales. En otros aspectos, conceptuales o de objetivos de
política, es evidente que la nación ha venido apuntalando -en el contexto de la
administración bolivariana-, su papel de otorgante de ayudas y beneficios a
naciones más pobres de la región y alcanzando para sí misma pocos resultados
provechosos en términos de estabilización macroeconómica, transformación
estructural y mejoramiento de sus niveles de desarrollo. Esa actitud dadivosa y
de ayuda manifiesta, no mermó en años de tanta agudeza en la problemática
económica y social en Venezuela como 2019/2020, tal cual se ha manifestado en
variados ámbitos de relación con la isla de Cuba.
LA INTEGRACIÓN
Las propuestas de
integración de la administración bolivariana desde 1999, deben enmarcarse en el
contexto regional sobre la misma. Un
balance general aproximado, nos permite afirmar que no ha habido mayor
originalidad, ni creatividad y mucho menos
avances, desde la perspectiva de los planteamientos de aquella administración.
Algunos piensan que no hay que ver el pasado para programar el futuro (sobre
ello versa la prognosis), sino planear el futuro, algo así como proyectar
montado sobre el futuro mismo. Queremos así sintetizar algo de lo hecho mal o
hecho bien, para un menester tan valorado y apreciado o también utilizado por
oportunistas, como es el caso de la integración económica[5].
Ella se enfrenta siempre a las críticas al economicismo o enfoques basados
solamente en el comercio y a las sugerencias de hacer propuestas integrales (basadas, puede ser en
enfoques Holísticos) y, aunque no se
crea, remiten también al realismo mágico
de los latinoamericanos y algunas veces a sus ambiciones sobre grandes
proyectos que -en variados casos- terminan en pequeños resultados[6].
Para 2020 en adelante,
la región va a estar necesitada de rápidos y más eficientes resultados, pues la
pandemia del Covid19 y las
cuarentenas, han sumido a las economías en caídas en el comercio[7],
pérdidas de puestos de trabajo, necesidades de retomar la competitividad y,
entre otros tantos elementos, disponer adecuadamente de mecanismos de
financiamiento que se basen en ahorro interno o ahorro externo[8]. En tal
contexto, los países deberán insistir en nivelarse, recuperar el desarrollo
perdido y reimpulsarse para estabilizar el crecimiento a futuro. Los más
débiles y los de peores resultados -como siempre- les será más difícil. La
integración, para quienes la puedan impulsar podrá así tener su propio aporte.
a) Una periodización necesaria
En un principio (hacia
mediados del siglo XX), ni en el globo ni la región había integración
económica, según la conocería después el mundo y los hacedores de políticas a
partir de los trabajos de Viner, Balassa y numerosísimos autores individuales
y otros tantos libros y manuales.
Efectivamente, en
tiempos próximos cercanos a los indicados, la región inició la experiencia de ALALC que en los ochenta se convertiría
en ALADI (11+Cuba). No pasó mucho
tiempo para que los centroamericanos iniciarán un proyecto que dejó
experiencias positivas, pero que se alteró en los ochenta y los noventa con las
guerras de izquierdistas y derechistas, según sus distintas perspectivas de
ejercer el poder, apoyadas por los resabios de la guerra fría y los vendedores
de armas; dejando también, el recuerdo efímero de haber llamado a su
experiencia el Mercado Común
Centroamericano, mientras, en todo su historial, ni en aquellos tiempos ni
en los actuales, ya con otra denominación (SICA), logró abordar/superar la
etapa de Unión Aduanera. Desde esos
tiempos hasta la actualidad -hay que señalarlo de entrada-, la región solo ha
alcanzado -en algunos casos- etapas de
uniones aduaneras o uniones
aduaneras imperfectas[9].
Dándole algo de orden
al repensar de la integración económica en la región, podemos preliminarmente ubicar
tres fases en la misma. La primera fase, la llamaremos la fase ambiciosa o de las ejecutorias
de los proyectos iniciáticos que puede abarcar la experiencia del MCCA y el Pacto Andino (1969) y la
serie de acuerdos bilaterales/arreglos preferenciales fijados hasta los setenta
y los ochenta. Sobre todo interesa el Pacto
señalado, por la participación de Venezuela, con la experiencia de un proyecto
omniabarcante e integral; programa de liberación, arancel externo común,
programas sectoriales de desarrollo industrial, empresas multinacionales
andinas, armonización de políticas para la movilidad factorial, propuestas para
el área tecnológica y de la seguridad social; en fin, numerosos aspectos donde
el éxito se puede medir por cual proyecto específico, avanzó menos que el otro;
paradójicamente, con problemas fundamentales para la representación y la creación del comercio intrarregional[10]. Pero
también, lo que representó lo que llamó alguna vez la autora colombiana Alicia Puyana de Palacios la integración entre socios desiguales.
Compensación y esperas recurrentes para Ecuador y Bolivia, o Perú de vez en
cuando queriendo dejar el proceso integracionista.
La segunda fase se enfrenta al avance
de la integración entre países desarrollados (UE 1993, TLCAN 1994),
habiéndose avanzado muy poco en la dimensión regional en el aspecto económico
comercial. Coexiste esta fase con un proceso paralelo de apertura y difusión de
ideas neoliberales y de ejecutorias de planes de ajuste y estabilización, que
terminaron llevando a variados países a trampas
macroeconómicas, sin soluciones efectivas para el crecimiento y el
desarrollo. Surge Mercosur en 1991,
que aprovechó la fuerza que seguiría teniendo en el nuevo proyecto la relación
Argentina/Brasil y que estaba claramente establecida ya en 1989, con el
Programa PICE o programa para la
integración y cooperación económica entre los dos países. Pero, paralelamente,
puede decirse que Paraguay y Uruguay se perfilaron como lo que se mantendrían
siendo en el proyecto; esto es, países con grandes diferencias con las dos
naciones mencionadas primeramente y que necesitarían grandemente de tiempo y
consideraciones especiales. La Comunidad
Andina, cuyo proyecto ya en los noventa estaba claramente identificada como
Comunidad Andina de Naciones,
continua en los años de tal década del siglo XX con lo que se volverá en ella
una costumbre; esto es, una permanente
reestructuración y esbozo de necesidades de cambios en el proyecto. Reunión
tras reunión, se vuelve larga la misma.
A pesar de los deseos de estructurar cambios y nuevos proyectos en esta segunda fase, que abarca todos
los noventa, el comercio intrarregional no crece. Aun con todos los ajustes que se puedan hacer, puede
afirmarse -grosso modo- que el comercio intrarregional en América Latina nunca
ha superado en forma estable -para convertirse en una regularidad- el 20 % del
comercio total, teniendo casos emblemáticos como el de México y su pequeño
comercio con la región[11].
Casos en la región que
habrían brindado buenas oportunidades, como el del Grupo de los Tres donde estaba México, Colombia y Venezuela,
tuvieron un gran impulso inicial pero pasaron a un estancamiento y a un
finiquito dado el retiro de Venezuela de este proceso y de la CAN en el año 2006, en plena
administración bolivariana. A los efectos de los resultados de esta segunda fase tras 40 o cincuenta años
de propuestas y experiencias de integración, no se superó en la región el
consuelo que brinda la expresión Uniones
aduaneras imperfectas, dadas las considerables dificultades para que se
estructurase en forma completa y para todos los miembros el Arancel Externo Común en los proyectos
que se lo plantearon (Mercosur, CAN).
Pocos sospechaban que
se podía caer en una tercera fase, que se puede ubicar como la de la Integración
ideológica, dado el impulso que recibe desde las ideologías izquierdistas y
anti-imperialistas, pues quienes la lideraron (Venezuela -sobre todo- por su
chequera petrolera), se plantearon cambiar los modelos de desarrollo y de la
integración misma, desarrollar luchas antiimperialistas y liberar a los seres
humanos del supuesto oprobio del capitalismo; sin estar estos objetivos, en las
gestiones institucionales ni en los planes del Mercosur[12].
Paradójicamente pues, y con conveniencia para otros, Venezuela se planteó
ingresar a este proyecto[13] sin haber
un contexto de coincidencias políticas, donde después de unos pocos años de
haber ingresado terminó suspendida en tiempo reciente, en base a la aplicación
de los criterios democráticos (o cláusula democrática). Otros elementos de
perfil técnico o económico -o de procedimientos-, también determinaron tales
resultados.
b) Particularidades de la administración bolivariana
La
administración bolivariana se ha pronunciado con gran énfasis en la importancia
de la integración latinoamericana. En realidad, la misma tenía ya casi tres
lustros –al iniciarse aquella y tal cual se desprende de la periodización- de
haber ingresado en una etapa que se asociaba a: la existencia de bloques económicos;
desarrollo de áreas como servicios y propiedad intelectual; acuerdos de nuevas
generaciones; desarrollo exagerado del bilateralismo; discursos que no
terminaban de convertirse en experiencias concretas de impulso al comercio
según los casos; violaciones y acomodos como los de México en ALADI para
atender sus intereses en cuanto al TLCAN –no transfiriendo a los miembros de
ALADI los arreglos alcanzados en esta última experiencia de integración llevada
con Canadá y EEUU.- o los de Venezuela en su relación con Colombia; o a las
asimetrías y compensaciones en las experiencias particulares de integración
como eran los casos de la Comunidad
Andina y Mercosur[14].
La
integración y los acuerdos tienen sus reglas. No
debe la espontaneidad convertirse en el
instrumento determinante en la formulación de políticas. Más aun, en un
escenario como el latinoamericano, donde sus élites gobernantes, en algunos
casos terminan apartando propuestas compartidas en el campo del comercio y la
integración o importándoles más sus probables relaciones con EE.UU. o con Rusia
o China más recientemente. Los embajadores venezolanos relacionados con el
campo comercial, tienen conocimiento sobre cómo varias naciones de la región
utilizan el pragmatismo a la hora de
negociar o presentar sus intereses comerciales[15].
Uno
de los países que en la región latinoamericana presenta mayor dimensión en las
relaciones comerciales a lo interno de la misma es Brasil (Banco Interamericano de
Desarrollo, Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe-INTAL. El comercio intrarregional sudamericano:
patrón exportador y flujos intraindustriales. Romina Gayá y Kathia
Michalczewsky. Nota Técnica# IDB-TN583. Mayo 2014).
En particular, el perfil de la integración y desarrollo del comercio entre Venezuela
y Brasil puede ameritar variadas consideraciones desde el punto de vista
sectorial y regional, al considerar la vasta dimensión territorial de aquel
país. Es altamente ilustrativo, de las interpretaciones que han estado
presentes en la administración bolivariana, parte de lo expuesto por el propio
Presidente de la República, Hugo Chávez,
en la oportunidad de la reunión efectuada en Miraflores el 14 de septiembre de
1999, con empresarios del Estado brasileño de Amazonas. Dijo el Presidente que
las relaciones entre los dos países “deben tener carácter existencial”. Y ello derivaba de que los dos países están
llamados a ser “el epicentro de un polo de fuerzas mundiales, de una vasta
región poderosa por sus riquezas, por el calor de su gente, por la inventiva de
sus pueblos y por la fuerza infinita que está a la espera de ser desarrollada”.
Más aun, y hablando de la particular situación del comercio entre la zona norte
de Brasil y el sur de Venezuela, insistió en que estos dos espacios son “desde
el punto de vista geográfico, geoeconómico, geosocial y geohumano, la bisagra
de la unión y de la unificación.”[16] Estas
expresiones, son consustanciales a las posiciones que varios representantes
gubernamentales han presentado sobre la integración, desde que se inició el
período gubernamental de la administración bolivariana. Uno de los resultados
de estas coincidencias es la creación de ALBA (Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP)[17].
Tales
posiciones han influido en la manera de abordar los distintos proyectos o
propuestas en curso en América Latina y que hayan podido tener o no interés
para Venezuela[18]. Puede
señalarse, así, la facilidad con la que Venezuela solicitó en junio de 2001[19] su
ingreso al Mercosur –materializado en 2012- pero también lo que han sido las
gestiones y actitudes del ejecutivo cuando Venezuela era miembro de la
Comunidad Andina –lo fue hasta 2011- que, con las ideas de alcanzar una integración integral[20] y no solo
económica o comercial, facilitan reincidir en la grandilocuencia y los
planteamientos altisonantes que han limitado la propia operatividad de la
integración en la región.
Todos
estos elementos han dado como resultado que, en la administración iniciada en
1999, se haya carecido de una política
de estado hacia la integración económica[21],
aunque se haya invertido mucho en pronunciamientos sobre la misma y se hayan
tenido resultados como los señalados en cuanto a la creación del ALBA (Eduardo Ortiz
Ramírez ¿Tiene Venezuela una política de integración económica? Lunes, 22/09/2014, www.aporrea.org).
En una nación, altamente presidencialista
como la venezolana, es indudable que las referencias hechas por el Presidente
de la República adquieren importancia para medir el grado de imprecisión,
equivocación o certeza que pueda o haya podido tener el ejecutivo sobre los
procesos integracionistas. Para el caso de este punto en el trabajo, sirve de
referencia el Discurso en
inauguración de la I Cumbre sobre la Deuda Social y la Integración
Latinoamericana, Hugo Chávez, Caracas, Círculo Militar, 10 de julio de 2001 (Eduardo Ortiz
Ramírez, La integración según el presidente. 23 de julio de 2001. www.analitica.com),
del cual hemos extraído algunas ideas fundamentales y que presentamos en bloque
a continuación.
1. "...La
propuesta del ALCA por ejemplo, es una propuesta de matrimonio por interés. No
tiene alma, le han extraído el alma, no tiene pueblo..." 2."...Aquí
tenemos que acelerar muchas cosas, pero no es el ALCA precisamente lo que hay
que acelerar. Tenemos que acelerar la integración nuestra, de Suramérica, de
Centroamérica, del Caribe. Pero además tenemos que revolucionar los mecanismos
de integración. Yo acabo de entregar la presidencia de la Comunidad Andina de
Naciones... ...pero soy un radical crítico del sistema de integración andino,
así llamado. Y Venezuela pertenece también a la Asociación de Estados del
Caribe, y Venezuela pertenece también al Grupo de los Tres y al Grupo de los
Quince y al Grupo de los 77 y al grupo de los doble equis. Bueno, cuántos
grupos hay en el mundo y creo que ninguno sirve. Tengo dos años y medio yendo a
cumbres y cumbres... ...pero creo que estamos equivocados,... creo que tenemos
la carreta delante de los caballos. La integración no puede partir de lo económico,
eso debe ser consecuencia… ...debe
partir de lo político, una decisión política que hay que tomar de gran
dimensión..." 3."Se trata de tomar decisiones de una gran envergadura
política. Ah, pero se conspira contra esas decisiones, hay una conspiración
internacional en contra de la integración de América Latina y del Caribe...
Contra Venezuela, por ejemplo, se conspira,... ...se está conspirando y se
seguirá conspirando...". 4. "Entonces debemos conformar o contribuir
pues, desde aquí, a la conformación de un mundo pluripolar. De Europa
aplaudimos la Unión Europea. Nos alegra muchísimo la Unión Europea y la
reunificación de Alemania y el fortalecimiento de Europa y la monedas europea:
el Euro..."
Transcurridos más de 19 años desde que
fueron realizadas las afirmaciones del caso puede decirse que se trataba -en la
óptica del presidente Hugo Chávez (HC)-
de la voluntad política anticapitalista o antiimperialista, como la han
manejado grupos y partidos de izquierda en América Latina. Y sobre ella, no es
claro que numerosos gobernantes latinoamericanos estén en la segunda década del
siglo XXI en esa onda, como señalaremos más adelante. Puede afirmarse, con
igual importancia que, en América Latina, a distintos gobernantes les ha
faltado voluntad política y operativa para actuar firmemente en cuanto al
desarrollo y sus posibles vínculos con la integración económica. También debe
señalarse que es difícil -aun a sabiendas que en la política y la acción de
gobierno se argumenta en el terreno de
lo increíble- demostrar que haya podido existir una conspiración contra la
integración latinoamericana[22]: parte de sus fracasos tiene que ver con la propia responsabilidad y
actitudes de los latinoamericanos. Debe señalarse –dada la
referencia hecha por el presidente HC-
que el comercio intraeuropeo ha sido altamente representativo del comercio
total de las distintas naciones de la Unión Europea. En el principio fue
el comercio, la cercanía y los patrones de industrialización, parte del
conjunto de elementos que impulsaron la integración lo cual es expresión de la
importancia del tratamiento técnico y conceptual que debe tener la integración
además de su perfil político.
Como puede observarse, parte de los
tránsitos de la administración bolivariana (actitud contraria a ALCA, distanciamientos con la comunidad
andina, actitud antiimperialista como objetivo de la propia integración o
creación de un mundo pluripolar) estaban presentes ya en esta alocución del
presidente HC. Debe resaltarse como
una tendencia en los basamentos de la actitud hacia la integración y hacia la
conformación de una particular política exterior, como se señala más adelante
en este trabajo. Los mismos que estuvieron presentes en sus posiciones en la Cumbre de las Américas llevada a cabo
en Mar del Plata Argentina a finales de 2005, que se constituyó en el momento a
partir del cual la propuesta de ALCA
pasó a perder fuerza o impulso (Eduardo Ortiz Ramírez y Marisela Díaz, Algunas percepciones de la IV Cumbre de las
Américas. 6 de noviembre de 2005. www.analítica.com).
c) el
caso de los Acuerdos de libre Comercio
Un punto a resaltar en lo que concierne a
integración atañe a los Acuerdos de Libre Comercio (ALC), que
son una de las formas en que se materializa la misma y que está vinculado al
desarrollo de las exportaciones. Algunos estudios en la región, han buscado
vincular los dos elementos en algunas de sus dimensiones. De seguida
–brevemente-resumimos uno de ellos en las líneas que son de interés.
En el
trabajo de Alfonso Dingemans y César
Ross (Los acuerdos de
libre comercio en América Latina desde 1990. Una evaluación de la
diversificación de exportaciones. Revista de la Cepal 108, diciembre
2012) se evalúa la efectividad de los Acuerdos de Libre Comercio para aumentar
exportaciones, diversificación de las mismas y ampliación de mercado, entre
otros elementos. El período considerado va de 1990 a 2008 y obviamente los
datos vistos allí no son solo responsabilidad del periodo 1999/2008 -o
relacionado con la administración bolivariana- pero algunos de los resultados
encontrados indudablemente que atañen a acciones y actuaciones así como a
líneas de política que se han ejecutado en la administración bolivariana desde
sus inicios y que después de 2008, se han apuntalado o insistido.
Señalan Dingemans y Ross cómo las estrategias de inserción
económica internacional de las naciones de América Latina han implicado firma
de Acuerdos de Libre Comercio y acuerdos preferenciales de comercio (los
primeros se firmaron en número importante después de 1990[23]).
El crecimiento de las exportaciones asociado a tales ALC ha sido estimulante
–para el período 1990/2008-, pero en tal incremento se debe destacar que si
bien se ha registrado un considerable aumento de los socios comerciales y un
viraje hacia los países asiáticos, la distribución de las cuotas de los cinco
principales mercados exportadores se ha mantenido casi constante. Por otra
parte, la diversificación hacia nuevas exportaciones ha sido baja, y cuando los
países comenzaron a exportar nuevos productos, se ha tratado en general de productos básicos que
han sustituido otras exportaciones de productos básicos. El incremento de las
exportaciones se atribuye, sobre todo, al crecimiento en el margen intensivo
(mismo productos y mercados). Así, los ALC han sido bastante infructuosos al
momento de suscitar la diversificación de productos de exportación y, por otra
parte, no existe una correlación lineal significativa entre la cantidad de
acuerdos firmados y el crecimiento de las exportaciones.
Se observa que, con la excepción de México y
—curiosamente— de Chile, todos los países (naciones de Aladi menos Cuba)
comenzaron a exportar nuevos productos durante el período en consideración. El
Estado Plurinacional de Bolivia y la República Bolivariana de Venezuela
sobresalen por la cantidad de productos que dejaron de exportar entre 1990 y
2008. Las exportaciones de todos los países, con la excepción de la República
Bolivariana de Venezuela, presentan una diversificación al menos equivalente en
2008 y en 1990. La situación de Venezuela puede explicarse –según los autores-
por su creciente dependencia del petróleo (95% de sus exportaciones). Debe
señalarse que las economías latinoamericanas continúan estando muy concentradas
en los productos primarios y dependen mucho de ellos y –correspondientemente- los limitados cambios estructurales que
revelaron muestran una mayor diversificación en materia de socios comerciales
que de productos[24]. Todos los países del
estudio, excepto –nuevamente- la República Bolivariana de Venezuela, incrementaron
el número de socios comerciales[25] y tienen
para 2008 una mayor diversificación geográfica que en 1990. El caso venezolano
es llamativo, ya que como resultado de la dependencia aludida perdió 37
mercados (Ídem).
Los datos transmiten que el comercio con futuros
socios comerciales ya era relativamente importante en 1990. Con excepción de la
República Bolivariana de Venezuela, la participación de futuros socios
comerciales en las exportaciones totales aumentó significativamente para todos
los países. De hecho, el crecimiento anual de las exportaciones a futuros
socios comerciales es, nuevamente salvo la República Bolivariana de Venezuela,
superior al crecimiento anual de las exportaciones a todos los países. Pero
dada la importancia que estos destinos ya constituían para las economías en
cuestión, difícilmente se puede afirmar que los acuerdos comerciales abrieron
nuevos mercados (Ídem).
d) Nuevos
desafíos
Llegados a este punto,
tenemos los nuevos desafíos de la de actualidad y el futuro. Nuevas propuestas
han surgido y avanzan a pesar de las diferencias y problemas. Es el caso de la Alianza para el Pacifico que integran
fundamentalmente México, Colombia, Perú y Chile. México y Colombia, dos
antiguos miembros del Grupo de los tres;
Perú, un miembro a veces con incomodidad en la Comunidad Andina de Naciones y Chile, un país que avanza con logros indiscutibles en varios
ámbitos -a pesar de desequilibrios sociales manifestados en las crisis de 2019-
(se retiró de la Comunidad Andina en 1976). En esta en esta especie de cuarta fase según la
periodización presentada más arriba, seguramente habrán deserciones y hasta
disoluciones según casos y experiencias.
Dos de los grandes
pragmáticos en América Latina son los mexicanos y los brasileños. Aun con las
diferencias a lo interno de cada uno, tienen estrategias e instituciones. No es
el recientemente electo presidente Brasileño el determinante en la
inestabilidad del Mercosur. Ella es estructural al proyecto mismo y viene de
tiempo atrás. Los mexicanos, por su parte, a veces dicen que mirarán al sur,
pero siguen mirando al norte y en ello -desde tiempo atrás- arrastran a los
países centroamericanos. Esto sigue siendo así aun con la presidencia de Andrés
Manuel López Obrador desde 2018, pues ni México ha sufrido la cuarta transformación que dijo
ejecutará ni sus compromisos estructurales con el Norte han disminuido[26]. Por
su parte, la Comunidad Andina de
Naciones perdió uno de su dos países fuertes, que hacia pareja en este
sentido con Colombia. Son demasiados los intereses circundantes, las
confusiones, litigios y proyectos para pensar en un futuro armonioso o exitoso
para la Comunidad. Desde los remotos tempranos años noventa, ya eso era
evidente y hoy día es más que transparente.
En tales sentidos,
algunos voluntaristas piensan y -hasta con confusiones- recuerdan la Unión Europea como un ejemplo a seguir,
y es que a pesar de los franceses haber rechazado la constitución única o el
retiro de Inglaterra con el Brexit[27]
o los recientes elementos álgidos en la administración italiana, el proyecto
embate tras embate se mantiene. Claro, habiendo avanzado desde lo pequeño. En
tales sentidos es de pensar si la Unión
Europea solo puede existir en Europa, por su historia, su dinámica y sus
particularidades. ¿Requiere la Unión europea – y no por ser perfecta, que no lo
es- un hombre europeo? Esta
pregunta, que parece intrascendente, no lo es. En variadas ocasiones podemos
ver funcionarios, políticos, académicos, plegarse a ese ejemplo, a pesar de sus
cuestionamientos a los imperios, a la dominación y quien sabe a cuantas
cosas.
Como bien se infiere de
lo planteado hace falta una definición y recomposición en instrumentos y políticas,
pues el universo de fracasos o intentos o pocos éxitos, en materia de
integración económica, es algo vasto en la región en estos menesteres. Algunas
de las ideas equivocadas en la región, están en que algunos creen que somos hermanos por la cercanía geográfica, de origen, de idioma y de
otras tantas cosas. No es cierto, a veces estamos más cercanos de europeos y de
gentes de otras latitudes que de habitantes de algunos países vecinos o
cercanos[28]. No es
extraño esto, la misma experiencia europea así lo demuestra; basta, sin
embargo, con hacer algunas concesiones y ceder un poco en algunos asuntos para
que la colaboración sea posible. O también plantearse metas realizables pues de
no ser así seguirá la región cantando notas irrealizables o desarrollando
proyectos que permanentemente requerirán restructuración.
Por otra parte, algunos organismos regionales han sido y pueden ser
importantes. Pero en ellos también está presente, curiosa y cómodamente, la ideología de algunas de las fases que
hemos planteado. Las actitudes y las propuestas de políticas, si no son
totalmente neutras en los organismos multilaterales tampoco lo son en los
regionales.
La administración
bolivariana se ha pronunciado con gran énfasis en la importancia de la
integración latinoamericana. Sus resultados, sin embargo son bastante magros. Tal
cual hemos señalado la integración y los acuerdos tienen sus reglas. No debe la
improvisación convertirse en el instrumento determinante en la formulación de
políticas. En un escenario como el
latinoamericano, sus élites gobernantes, en algunos casos terminan apartando
propuestas compartidas en el campo del comercio y la integración o
importándoles más sus probables relaciones con EE.UU. y ahora China o Rusia. Y
debe destacarse, que este es el perfil que está asumiendo Venezuela. Pero estos
arreglos son otra cosa y tienen otros sentidos.
e) La creación permanente de nuevos organismos
Ante tal panorama una
estrategia también fallida y de pocos frutos ha sido la creación permanente de
nuevos organismos y más burocracia. CELAC, UNASUR, PROSUR son algunos de ellos.
De las cosas menos convenientes que podían
pasarle a la integración latinoamericana
en la primera década de los años dos mil, después de numerosos fracasos,
esfuerzos e intentos por impulsarla, estaba el que cayera bajo el estímulo,
conducción de parte de los restos y resultados traumáticos de la tampoco
exitosa izquierda latinoamericana[29], pero
como puede colegirse, esto es natural con la evolución planteada. Se enfocó
bajo perspectivas integralistas, totalizantes o “no economicistas”, según sus
agentes, lo que en términos estrictos debe implicar siempre, contrariamente, al
comercio y al desarrollo. Los proyectos de integración, que habían comenzado en
los sesenta y setenta con perspectivas omniabarcantes[30]
volvieron así, en los dos mil, a recorrer los caminos de quererlo solucionar
todo sin solucionar nada realmente. Obviamente que ante tamañas ambiciones y
propuestas, lo que mejor calzaba era apuntalar una perspectiva sistémica (en su
sentido contrario), que pudiera enfrentarse al capitalismo y al
imperialismo. Correspondientemente,
surgieron organizaciones, instituciones o instrumentos como UNASUR, CELAC y
cualquier otro semejante cuyo fin era –o terminó siendo-, fundamentalmente, representar foros políticos
para la defensa e impulso de aquellas posiciones e intereses. Pero,
contrariamente a ideas mal conceptualizadas y más difundidas de lo debido, no
eran organismos de integración económica y social –incluso si se tratase de ser
amplios en el concepto-. UNASUR se desempeñó así, mayormente, como un foro para
el manejo burocrático de intereses políticos.
Visto así, la desaparición de UNASUR[31]pasa
a representar un logro a pesar de que fue su propio sentido, estructura, matiz
y uso, lo que estuvo en la base de tal desvanecimiento, representando un
conjunto de confusiones e intentos en cuanto a la integración latinoamericana.
En tal sentido la propuesta, aparición y conformación de PROSUR adquiere gran relevancia[32]. Más aun, pues ello
coincide con la gran crisis presente en la sociedad venezolana desde hace
varios años y pronunciada desde inicios de 2019.
Los jefes de Estado de Argentina, Brasil,
Chile (Anfitrión), Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú iniciaron en
Santiago de Chile el viernes 22 de marzo de 2019 el encuentro de Presidentes de
América del Sur que buscó finiquitar la UNASUR
y poner en marcha un nuevo proyecto de integración regional, el PROSUR. La reunión del llamado Foro
para el Progreso y Desarrollo de América Latina (PROSUR), comenzó con el primer punto de la agenda del día, el
“Diálogo para la coordinación y colaboración en América del Sur”, que se
desenvolvió en abierto a los medios de comunicación. Debe resaltarse que todos
los presidentes de Suramérica fueron invitados a este encuentro, a
excepción de NM, pero solo estuvieron presentes los mandatarios de los seis
países que, además de Chile, han abandonado en los últimos meses la UNASUR[33].
Así, siete
presidentes de Sudamérica firmaron la declaración de Santiago para crear
el PROSUR, la cual enuncia la voluntad de "construir y consolidar
un espacio regional de coordinación y cooperación, sin exclusiones, para
avanzar hacia una integración más efectiva" que contribuya al
"crecimiento, progreso y desarrollo" de los países de Sudamérica[34].
Puede observarse la intención que se persigue; sin embargo, no hubo mayores precisiones y la de sustituir a UNASUR
dejó la propuesta en interrogantes adicionales dado lo hecho y lo no hecho por
esta última, según sus propios preceptos de funcionamiento.
Debe señalarse que
la declaración firmada en la sede del Gobierno de Chile, el palacio
de La Moneda, expresa la voluntad de "construir y consolidar un espacio
regional de coordinación y cooperación, sin exclusiones, para avanzar hacia una
integración más efectiva" que asista al "crecimiento, progreso y
desarrollo" de los países de Sudamérica, las cuales no pasan de ser
expresiones bastante generales y que lo deseable para beneficio de PROSUR
y la región, es que se pudiesen alcanzar mayores y no tardías precisiones, no
cayendo en las amplias declaraciones que tipifican los ámbitos
latinoamericanos, según hemos precisado más arriba. Las materias de
infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y combate al crimen,
prevención y manejo de desastres naturales fueron enumeradas como prioritarias. El escenario de la pandemia y Covid 19
desde inicios de 2020 somete a exigencias y necesarias precisiones a todos
estos pronunciamientos.
Los ministros de Relaciones Exteriores de
los países firmantes recibieron el mandato de profundizar el diálogo para
implementar gradualmente el PROSUR.
También debe señalarse que los vicecancilleres de Bolivia, Uruguay, y el
embajador de Surinam en Cuba, no firmaron la Declaración por haber participado en calidad de observadores, pero
continuarán presentes en todas las instancias próximas de dialogo y se estipuló
pudiesen firmar su ingreso si fuese la decisión de sus naciones. Chile asumió
la primera presidencia "pro tempore" del organismo por los próximos 12 meses, periodo
tras el que le pasará la presidencia a Paraguay[35]
.
No puede separarse la inevitable
desaparición de UNASUR, de las acciones
que es conveniente tomen las naciones de la región para ayudar a los necesarios
e imprescindibles cambios que deben darse en Venezuela y, en ello, la
conformación de PROSUR tiene su alta
significación. Pero esto último y las necesidades de impulsar distintos
mecanismos para promover la tambaleada integración latinoamericana deben ser
tareas conjuntas en sí mismas y con los países, pues sus proyectos en curso
presentan distintos problemas a atender o no están resueltos entre sus miembros
y cuyas soluciones, ni total y ni siquiera en parte, las va a brindar
fácilmente la existencia de aquel. No hay integración perfecta, pero ella
apremia a que se atiendan tales problemas y desafíos en las relaciones
comerciales y de otro tipo entre los países de la subregión. La creación de PROSUR pues, tampoco significa
solución inmediata o automática a numerosísimos problemas que existen en los
perfiles comerciales y de la integración en América Latina o en grupos de sus
países[36].
f) ¿Que
ha logrado Venezuela en integración durante la administración bolivariana?
País del primer mundo, país potencia,
desarrollo de un mundo multipolar, complementariedad económica, producción
competitiva de bienes diversos, son ideas todas ubicables en documentos, discursos
y pronunciamientos del presidente HC
y también del presidente NM, durante
más de 21 años. Poco de eso, sin embargo, tiene hasta 2020 Venezuela.
La creación más completa, puede aceptarse es
el ALBA-TCP, el cual, sin embargo se
basa en una versión/o una especie de reciprocidad
asimétrica donde lo que facilita el miembro más fuerte no tiene que ser
correspondido necesariamente por los receptores de la ayuda o el
financiamiento. Al momento ALBA se
ha relativamente desmembrado y vendrán mayores episodios en tales sentidos, mientras
la situación venezolana no se recupere a niveles anteriores en el manejo de
fondos transferibles o prestables. Y sabido es que esto es harto difícil, con
las condiciones económicas actuales y el marco novedoso de pandemia y cuarentenas
internacionales. La producción petrolera, además, continua decayendo y las
sanciones de años recientes adicionan elementos de entrabamiento de un
funcionamiento del país y la economía ya maltrecho antes e independientemente
de pandemia y sanciones.
La experiencia más larga y relativamente mas
trabajada por Venezuela fue el pacto
Andino y en la cual se mantuvo por más de 30 años y de la que se retiró
según los procesos planteados, al igual que se retiró del G3 (México/Colombia/Venezuela). Esas experiencias ya forman parte
del pasado y no pueden ubicarse como logros, donde un retiro hubiera sido
sustituido por otras experiencias. Hemos así señalado cómo, el ingreso a Mercosur no bien pensado y peor
ejecutado, con incumplimientos de sus responsabilidades, habría llevado a la
suspensión/expulsión de la nación en el
proyecto y proceso Mercosur iniciado
en 1991.
Por el lado de sus relaciones con países,
una que le es muy fundamental en el plano político, es la establecida con Cuba.
Esta nación forma parte del AlBA y su situación económico social después de más
de sesenta años de establecimiento del socialismo, la convierte en una nación
receptora de insumos y financiamientos más que una que pudiese apoyar económicamente
a Venezuela. En tal contexto debe destacarse su relación con Turquía, Irán, Rusia y China. Con
ninguna de estas naciones se ha planteado/negociado un Acuerdo de libre Comercio como se ha destacado en este trabajo para
el contexto latinoamericano o como se conocen o difunden en el escenario
internacional. Con cualesquiera de tales naciones es poco lo que se tiene, a
pesar de desarrollos recientes, en cuanto a semejanza de los aparatos
productivos, cercanía o comercio previo. Son estos tres factores,
los que se destacan como promedio de características que sirven de base para
proyectos de integración exitosos. Algunos de estos países se mueven en ámbitos
geopolíticos muy diferentes al de Venezuela, o su situación financiera no es
precisamente de la mayor holgura –caso Rusia-
o sus prioridades pueden ser multifacéticas –caso China- si bien Venezuela ha
contado con su ayuda –caso reciente de Irán
con la traída de 5 buques de suministro de gasolina y “apoyos“ para el caso de la industria petrolera desde
mayo 2020-.
En el contexto geopolítico regional no le es
fácil a Venezuela, ni tampoco pareciera es su deseo, el retorno a Mercosur o su participación en
proyectos como la Alianza para el
Pacifico. Tampoco está planteada su vinculación a países centroamericanos[37] a excepción de sus
vínculos con Nicaragua, que ha demostrado interés y apoyo político a Venezuela,
pero también pragmatismo en sus relaciones con organismos internacionales y
naciones específicas como los EEUU.
Ninguna nación es exitosa en integración
económica porque lo desee o tenga múltiples necesidades. Las naciones para ser
exitosas en los menesteres asociados deben tener capacidad de compra y mercado,
pero también una dinámica sectorial y productiva activa que le permita ofrecer
productos competitivos. No es este el caso de Venezuela, con una economía destruida
y con el número de establecimientos industriales grandemente disminuido, tal
cual ha venido planteando continua y sistemáticamente Conindustria[38].
LAS EXPORTACIONES
Para el mejor encuadramiento del papel que
deben tener las exportaciones en una más adecuada inserción de Venezuela en el
escenario internacional -con la amplia gama de elementos interrelacionados-, es
pertinente enmarcar ciertos perfiles en la presentación del comercio exterior
de la región y Venezuela en particular. En tal sentido puede precisarse como
para los años de 2012 a 2014 las
exportaciones de bienes de América
Latina y el Caribe tuvieron una evolución de relativo estancamiento pasando
de 1.123.389 millones de US$ en 2012,
1.119.154 millones de US$ en 2013 a 1.109.255 millones de US$ en 2014. Los
niveles de importaciones de bienes se ubican en niveles similares y
específicamente en 1.081.150 millones de US$, 1.107.387 millones de US$ y
1.096.701 millones de US$ para los mismos años (Ver CEPAL. Balance Preliminar de las Economías
de América Latina y el Caribe. ONU 2014, Chile). En este relativo
estancamiento se debe destacar el magro o bajo crecimiento en el caso de las
economías más avanzadas, disminuciones de sus niveles de demanda y en el de
economías emergentes como China, así como variaciones en precios de algunos commodities.
Como se observa existe un superávit comercial
en el Balance de Bienes en los tres años. Como ha sido ya tradicional México
es el principal exportador de bienes con 399.449 millones de US$ para 2014 y Brasil,
el segundo exportador, con 232.669 millones de US$ (CEPAL, Ídem). Y como
ha sido también frecuente, estos dos países presentan superávit en los tres
años (a excepción de un muy ligero déficit de México en uno de ellos). El grado
de industrialización, el autoabastecimiento de distintos rubros y su desarrollo
en comercio exterior, así como entre otros elementos el impulso de algunas
ramas de producción de alta tecnología, se encuentran en la base de estos
resultados.
El escenario, al
considerar los años de 2017/2019 –en base al Balance preliminar…2019,
CEPAL- no presenta grandes diferencias. Puede observarse para 2017 un nivel de
exportaciones de bienes de 996.651 millones de $ como total para América Latina
y el Caribe; para el año 2019, se
trata de una magnitud de 1.051.861
millones de $ por concepto de la misma partida pero, en este caso solo para América
Latina. Por el lado de las importaciones concierne a un monto de 962.805
millones de $ para 2017 en razón de importaciones por parte de América Latina y
el Caribe y para 2019 de 1.029.105 millones de $ en razón de importaciones solo
por parte de América Latina; como se observa se trata de ligeros superávit en
comercio de bienes presentándose -grosso modo- disminuciones aunque no tan
pronunciadas, tanto en exportaciones como en importaciones, cuando se
comparan 2012/2014 con 2017-2019[39].
Igual que en la referencia anterior,
Brasil y México destacan para los dos años como los mayores exportadores de
bienes, presentando México para 2017 y 2019 montos exportados por 409.806
millones de $ y 462.330 millones, correspondientemente; a su vez, Brasil
alcanzó para los mismos años 218.069 millones de $ y 222.769 millones. Igual que
en los años 2012/2014 en 2017-2019 Brasil se mantiene en superávit de bienes y
México presenta un pequeño déficit en 2017 y prácticamente equilibrio a cero en
2019. Siguen teniendo influencia en estos resultados de México[40]
y Brasil elementos de los señalados más arriba.
El desempeño de
Venezuela como es conocido está altamente condicionado por las ejecutorias
petroleras y sus precios en particular, presentando para los mismos tres años de
2012/2014 exportaciones por 97.340 millones de US$, 89.000 millones de US$ y
81.915 millones de US$ (CEPAL, 2014). Las exportaciones distintas a petróleo
tuvieron para tales años un considerable decaimiento, en un contexto de
desinversión, quiebra de empresas y ausencia de políticas adecuadas tal cual se señala más adelante. Dada la evolución tenida por la economía
venezolana en cuanto a distintas variables y en específico a evolución de los precios del petróleo desde
2014, pero también a alteración/disminución de su producción petrolera y de
derivados (dada la presencia que el sector petrolero ha seguido teniendo en su
economía) la comparación con los años 2017 y 2019 es de diferencias
contundentes. Así para 2017 y 2019 Venezuela registra exportaciones por 34.030
millones de $ y 22.027 millones, correspondientemente[41].
El aspecto en la
dinámica venezolana concerniente a las exportaciones no petroleras, nos remite
a similares situaciones que encontramos a nivel regional y de países en
particular, cuando medimos el peso de los productos primarios o los commodities
referidos en el total de exportaciones, aunque no exista necesariamente en
tales casos la omnipresencia que ha mantenido el petróleo para la economía en
su conjunto y para las exportaciones en particular en el caso venezolano, tal
cual se señaló. Se trata para la región de una discusión técnica y de
elaboración de propuesta que abarca décadas y parte importante del siglo XX y
lo que va del XXI, aunque sus resultados no sean acordes a la consecución de
objetivos explícitos en las propuestas en cuanto a lograr un desplazamiento del
peso de los productos primarios por parte de las manufacturas. Al respecto es
pertinente el balance que se presenta en un estudio del BID: “En 2003, las exportaciones
basadas en recursos naturales cubrían el 49% de la canasta exportadora de la
región mientras que una década más tarde esa proporción se eleva al 60%. El
incremento relativo se da en detrimento de las exportaciones de textiles y de
otras manufacturas, toda vez que las correspondientes a equipamiento de
transporte se mantienen alrededor del 10%. El aumento de la participación de
los bienes basados en recursos naturales, tendencia consolidada desde 2008
gracias al auge de los mercados de productos básicos, no se altera en el cuadro
reciente de estancamiento de las exportaciones.”[42]
(Ver Monitor de Comercio e Integración 2014. Vientos Adversos. Políticas
para relanzar el comercio en la post-crisis. Paolo Giordano Coordinador.
Octubre 2014 BID). Esta realidad inocultable en la región continúa estando presente
a pesar de los esfuerzos y las buenas intenciones que no siempre terminan
materializadas en acciones y desarrollos operativos que llevasen a un primado
de bienes manufacturados y/o servicios en el total de exportaciones. Y ello es
el contexto de esta afirmación de uno de los informes recientes del BID: “En el largo plazo, estas mismas
tendencias ponen de manifiesto la necesidad de activar nuevos motores para el
crecimiento de las exportaciones de la región, tras el boom de los productos
básicos que sostuvo el desempeño comercial desde principios de siglo”. El
decaimiento y la alteración de
expectativas está y continúa plagada de la influencia de las bajas de
precios y de alteraciones de demanda de
hidrocarburos, metales o productos agrícolas por mencionar algunos de los
productos primarios/básicos que siguen manteniendo aquel peso señalado[43].
Al
inicio de la administración bolivariana no parecía existir acuerdo en los
representantes gubernamentales sobre que Venezuela necesitaba desarrollar
nuevas y más exportaciones[44]. Por otra
parte, algunos mecanismos de útil aplicación como el draw back (o devolución de impuestos) se dinamizaron[45] muy
lentamente, siendo que, para lograr su adecuada aplicación, no era necesario que transcurriera un periodo
largo de tiempo[46]. El
resultado global ha sido un proceso de poco desarrollo de las exportaciones no
tradicionales e incluso de retroceso en el sentido de desmejoramiento de
niveles que se habían alcanzado en los años noventa. Como se ha señalado en
algunos puntos previos la economía en los tiempos de la administración
bolivariana ha apuntalado el perfil de exportaciones petroleras tradicionales.
Es de ahí que a pesar de haber un período de relativo ascenso (dado que en dos años hay
disminución) de 1999 a 2005, donde las exportaciones pasaron de 4.196 a 7.200
millones de $, existe un marcado descenso desde este último año hasta 2013, donde
las mismas sumaron 2.100 millones de $. De 2009 a 2013 las exportaciones nunca
alcanzaron los 3.500 millones (ver INE, Venezuela.
Entorno económico y social. Abril 2014). A comienzo de los años noventa una
meta a cumplir era tratar de mantener un nivel de exportaciones no
tradicionales que bordease los 7.000 millones de dólares[47].
Toda la evolución nacional en términos de
desindustrialización y desinversión, así como de problematización en el control
de cambio y el mercado cambiario que, en 2014 y 2015, alcanzó a presentar abiertamente cuatro tipos
de cambio y, correspondientemente,
deficiencias e insuficiencias en el suministro de divisas, son parte del
conjunto de elementos determinantes a considerar en relación a la dinámica de
las exportaciones. En una evolución y un contexto de esta naturaleza es muy
difícil pudiesen ser efectivas y rápidas medidas como la creación del ministerio de Comercio Exterior e Inversión Internacional decretada por la administración del
Presidente Nicolás Maduro (NM) a inicios de 2016 (www.informe21.com 6 de
enero 2016) o las actividades desde el motor Exportaciones y Nuevas Fuentes
de Divisas (dentro de los catorce ya precisados para el mes de febrero de
2016), asociado como otros de ellos al Plan 50 rubros, que radicaba en
llevar la acción económica a la estabilidad y el crecimiento, y específicamente
“son los 50 bienes, rubros en los que debemos concentrar el esfuerzo para
producirlos y sostenerlos con nuestras propias manos, sin depender de un dólar
ni de nadie, para garantizarles a nuestros niños, sus libros, sus
uniformes, la comida de nuestro pueblo y todos los servicios” (NM, 01 de
febrero durante la activación del Sistema Centralizado y Estandarizado de
Compras Públicas).
El
impulso de las exportaciones no petroleras era y es elemento fundamental para
acelerar la expansión, diversificación y modernización de la producción, así
como para resolver a mediano y largo plazo el problema del financiamiento externo del desarrollo, los efectos del rentismo
petrolero (Asdrúbal Baptista. Teoría
económica del capitalismo rentístico. Ediciones Iesa, 166 pp., Caracas,
Venezuela. 1997), la propia disminución de la producción petrolera venezolana
ya muy manifiesta en 2019/2020 y contribuir a elevar los niveles de empleo y
bienestar de la población.
El
fomento de las exportaciones, ha constituido una exitosa vía transitada por los
países más industrializados y los del sudeste asiático. Ha existido, en esos
casos[48], una
relación directa entre las exportaciones y sus efectos expansivos en la demanda de insumos, empleo y nivel de
ingreso; pero también, en la asimilación de conocimientos, desarrollo de
innovaciones, incremento de los flujos internacionales de capital, mayor
productividad y eficiencia y cambios de actitudes sociales y de las
instituciones. Ha sido notable, el rol de las exportaciones como vía de
financiamiento del desarrollo económico, al proporcionar la capacidad de
importación necesaria para lograr una adecuada disponibilidad de materias
primas, equipos y maquinarias de origen extranjero, y para ello se aprovecharon
definidamente políticas devaluacionistas hasta que, en los años noventa,
comenzaron críticas y evaluaciones diversas por parte de analistas y organismos
internacionales (ver Eduardo Ortiz Ramírez, Estrategias de desarrollo y Política comercial de Venezuela.
Facultad de economía, UCV 2004).
El caso de Venezuela -durante la
administración bolivariana de más de 21 años para 2020 y varias de la que le
preceden en más de dos décadas- y otros países latinoamericanos ha sido, en
ambas vertientes, incompleto e insuficiente. Durante años solo existió una
relación indirecta entre exportaciones y desarrollo interno a través de
programas de fomento financiados con los recursos provenientes de las
exportaciones de materias primas, escasamente integradas a procesos internos
de producción. La separación, entre la producción dirigida a los mercados
internos y los sectores externos, disminuyó los efectos dinámicos.
El
mantenimiento de un ritmo de crecimiento de las exportaciones no petroleras,
exige la aplicación de medidas coherentes entre sí. Es imprescindible, además,
la estabilidad institucional y política del país. El proceso de la
constituyente de finales de 1999 buscó definir, de manera ideologizada, una
nueva estructura gubernamental y legislativa. Por su parte, los años 2000-2004
transitaron por procesos de inestabilidad institucional y agitación política
que implicaron confrontaciones entre agentes económicos y políticos, con
alteraciones como la crisis política y militar del 11 de abril de 2002. A pesar
de que en 2004 se iniciaron las misiones (salud, vivienda, otras) y ellas
significaron un punto de inflexión relativo en el contexto social de obtención
de ayudas y beneficios para determinados grupos sociales, puede afirmarse que,
con lo visto de 2004/2012 y 2013/2020 en términos políticos, institucionales y
económicos (en la última fase con 7 años de decrecimiento económico y un
contexto hiperinflacionario y de escasez de bienes, efectivo y divisas para los
años más recientes), no es fácil prever que se puedan lograr acuerdos de
consenso sobre los programas, objetivos y políticas en los próximos años en el
contexto de la administración bolivariana, dados los agudos años de turbulencia
política de 2014, 2017 y siguientes[49].
La
incorporación del país a un desarrollo tecnológico acorde con su
disponibilidad de recursos y ventajas comparativas estáticas y dinámicas, es
el fundamento requerido para un proceso nacional generador de innovaciones y
productos (Ej. Orimulsión; aunque fue cuestionada por la administración
bolivariana). La diferenciación de productos (vinculada a formas de comercio intraindustrial[50]), la
segmentación de los mercados, la producción a la medida y su modularización para satisfacer gustos
y requerimientos del cliente, son características de los nuevos mercados, que
exigen, además de esfuerzos en desarrollo científico y tecnológico, una
adecuada formación de recursos humanos[51]
y un monitoreo de los mercados internacionales.
La
estructura educativa venezolana no se ha adaptado a la velocidad de los cambios
tecnológicos y globalización imperantes en la economía mundial. Ésta, obliga a
una formación técnica y profesional que facilite la flexibilidad y
adaptabilidad de los trabajadores, en su más amplio sentido, a las innovaciones
tecnológicas y organizativas. Esto colide con las inclinaciones de la
administración bolivariana en materia educativa, según lo visto en más de 21
años. Un elemento como es la formación de recursos en el extranjero y sus beneficios
para la nación, ha sido también afectado por la ausencia de elaboración de
políticas al respecto y por la acumulación de problemas atinentes al mercado
cambiario y la disponibilidad de divisas que, en 2012/2020, después de más de
15 años de control cambiario vigente en sus expresiones más fuertes, y de
alrededor de dos años (visto hasta 2020) de definida dolarización informal en
la economía venezolana, ha repuntado en su influencia en distintos ámbitos
sociales y económicos –como ha sido resaltado-. La lentitud de los trámites,
dificultades de obtención de los pasajes, montos escasos, carácter prioritario
o no de la carrera según las directrices oficiales son -entre otros- parte de
los problemas acumulados para estudiar carreras en el exterior, según lo atesorado
en años recientes. Puede resaltarse así como las divisas asignadas a estudiantes a través
de Cencoex en el primer semestre de 2014 alcanzaron a 211.000.000 de dólares,
lo que equivalía a 2,3% del total de divisas liquidadas por la administración
bolivariana y a algo más de 2 días de importaciones (ver EL NACIONAL - Domingo
30 de Noviembre de 2014 www.el-nacional.com
Siete días/2). A todo esto debe añadirse, para trámites e iniciativas diversas
en la educación, el complicado cuadro que a lo interno de los países o en las
relaciones entre ellos ha pasado a implicar el Covid19 desde marzo 2020. En varios casos como Venezuela, se ha
buscado impulsar la educación a distancia a pesar de la deficiencias en los
sistemas de redes en la dotación de equipos y en la preparación de los estudiantes.
El
conocimiento de los flujos de demanda y oferta en los mercados mundiales en
cuanto a volumen, calidad, precios, formas de distribución y otros, así como de
diversos indicadores de los aspectos estructurales y coyunturales de la
actividad económica y de los cambios tecnológicos, es una necesidad que el país
debe cubrir a través de sistemas de información que pueden ser desarrollados
por el sector privado y el sector público. Con éste recurso, las empresas e instituciones
ligadas con el comercio exterior, pueden actuar de manera eficaz, en el
aprovechamiento de las oportunidades de comercio e inversión. Se evidencia la
falta de adecuada información por parte de los productores locales, en
elementos como: a) tecnologías para competir interna o externamente; b) canales
de comercialización y distribución; c) gustos de los consumidores y
particularidades de los productores en posibles mercados. De la misma manera,
es importante destacar el alto costo y carácter de bien público que presenta la información[52],
que conlleva a la atención que debe brindársele en la política económica, a
través de subvenciones y apoyo para recopilar información o apuntalar la imagen
del país.
En
los mercados internacionales, se debe avanzar con creciente habilidad, fundada
en preparación técnica y adecuado manejo de los recursos de la política
internacional en la nueva diplomacia comercial y en la integración regional.
El pragmatismo, la acción coordinada del Estado con los sectores empresariales
privados y laborales, la coordinación a nivel regional o subregional y la
flexibilidad de los nexos con otros países, son principios que se vienen
aplicando desde hace varias décadas, en los intentos integracionistas. En
algunos casos se han instrumentado -con buen éxito- las llamadas reuniones del cuarto de al lado, donde
estos sectores de varios países, conversan y negocian cercano al área
gubernamental/institucional. El período de más de 21 años de la administración
bolivariana en gestiones de la integración, no se distingue por la búsqueda de
estos objetivos, tal cual se asienta con lo analizado más arriba.
Las ventajas competitivas se logran si hay un ambiente económico,
institucional y político que promueva la acumulación de recursos productivos,
habilidades y destrezas en áreas específicas de alta especialización, en las
cuales la presión de la competencia impulse hacia la constante generación de
innovaciones. La existencia de una activa demanda interna (uno de los puntos
débiles de la actualidad venezolana, contextualizada en la administración de NM por un deterioro considerable en los
niveles de vida, recesión de varios años e hiperinflación desde 2017, entre
otros elementos que son, además, base de la migración de alrededor de 5
millones de venezolanos en años recientes), ampliada por la integración económica, actuaría como fuente cercana de
orientación de los productores para adaptar su oferta a los requerimientos y
especificidades de las necesidades de los clientes y como base de apoyo para la
penetración de otros mercados. Similar función tiene el desarrollo interno de
ramas industriales interconectadas e internacionalmente competitivas, como
abastecedoras de insumos de las empresas exportadoras, que vendrían a
conformar en su conjunto redes con objetivos entrelazados que favorecerían el
desarrollo e intercambio de ideas y esfuerzos de innovación y lo cual está
asociado al impulso de las llamadas hileras
de producción y los clusters[53].
Este sería el caso de las empresas italianas de joyería de plata y oro, en las
que dos tercios de los insumos son suministrados internamente. Pero también,
más recientemente, el conjunto de articulaciones que se han ordenado bajo las
ideas de los encadenamientos industriales y las cadenas de valor y que están
siendo encaminadas en varios países de la región y donde Venezuela presenta
considerables rezagos y un dramático escenario de desindustrialización[54].
Dentro
de las especificidades nacionales y regionales, existe una mezcla de elementos
en los asuntos tratados. Tal mezcla incorpora lo relativo a tipo de cambio,
competitividad, industrialización y exportaciones. En tal sentido, el ajuste
oportuno del tipo de cambio nominal de acuerdo a la paridad adquisitiva de las
monedas implicadas y la acción coordinada de instrumentos de política comercial
que equilibren los niveles efectivos de los tipos de cambio para importaciones
y exportaciones, forman parte de los pilares de una estrategia de desarrollo
en condiciones de globalización de los mercados. El escenario venezolano de
2014 y 2015 aumentó el grado de complicación para ejecutorias de este tipo,
dada la existencia de cuatro tipos de cambio ya señalados o de tres para el
caso del año 2016 (el llamado de protección, el de flotación a partir de Simadi
y el paralelo); en los años 2019/2020 se afianzó un proceso de dolarización informal de considerables
consecuencias como retroalimentador de la crisis económica y social[55], que ha arrastrado en el nivel del dólar negro o paralelo también al
llamado dólar oficial, que ha pasado a bordearlo arriba o abajo o en momentos a
prácticamente igualarlo.
LA POLÍTICA DE CONTACTOS INTERNACIONALES DIRECTOS.
Un
último elemento, es la política de contactos internacionales directos que
asumió en sus inicios –y que ha mantenido- la administración bolivariana, con
el fin de abrir mercados y atraer inversiones. Así, el ejecutivo tomó como
tarea, el difundir lo que denominó revolución
pacífica y las posibilidades de inversión que brindaba Venezuela. Una de
las expresiones más significativas de esta política fue, el viaje de más de 20
días realizado hacia Asia y Europa durante el mes de octubre de 1999[56].
El
desconocimiento que se tiene en el mundo desarrollado, de los procesos
económicos propios del mundo en desarrollo, sólo es compensado por la actividad
específica de algunos inversionistas, el conocimiento de analistas e institutos
sobre un determinado país o región o la propia competitividad concreta que en
cualquiera de los sentidos haya logrado alcanzar una nación. Es, en parte, cuando
se sucede esto último y se regularizan los escenarios internos (en cuanto a
elementos como seguridad social, inflación, recesión, entre otros), el momento
en que los inversionistas, en razón de sus programaciones e intereses, deciden
invertir (UNCTAD. Informe sobre las inversiones en el mundo.
ONU. Nueva York y Ginebra. UNCTAD/WIR/2001/Overview. 91 pp. 2001).
Los
resultados del viaje señalado tuvieron que ver con un conjunto de promesas y
manifestaciones de interés cuya materialización empezaron a tener resultados en
2001[57]. El
cuadro general del comercio con tal región, ha implicado en los noventa y los
dos mil, grados de dinamización, sobre todo en el peso de Asia en las
importaciones de América Latina[58].
Un
caso de interés, es Corea. Con esta nación, América Latina ha venido teniendo
lo que se entiende como un desequilibrio comercial. El mismo se asocia a un
fuerte decrecimiento de las importaciones Coreanas y a un aumento, aunque
moderado, de sus exportaciones a la región. Si bien en esta dinámica influyó la
crisis asiática de 1997, debe señalarse que desde 1977 -exceptuando los años de
1982/1986- el balance comercial siempre fue favorable a Corea, teniendo de base
una composición del comercio que ha implicado la importación de productos
primarios diversos por parte de esta nación y la exportación hacia América
Latina de, principalmente, bienes manufacturados -entre los que destacan
automóviles y productos electrónicos- (Won-Ho Kim ¿El fin de la luna de miel entre Corea y Latinoamérica?
Revista Capítulos, Nº 56, Sela.
Mayo-agosto, 1999). Para países como Corea, hay naciones en América Latina con
las cuales tiene vínculos sólidos en su relación comercial y de inversión, como
son los casos de Brasil y Chile[59].
Analizado inversamente, estas percepciones de 1999, son reafirmadas alrededor
de 15 años después, dado que para Brasil, Chile y Perú, Asia se presenta –y correspondientemente
Corea tiene en esto una importante participación- como primer mercado de
exportación.
Visto globalmente al confrontar América Latina con Corea, se puede
destacar un significativo aumento del comercio total (exportaciones e importaciones). La evolución
es clara de los noventa hasta 2011: “Aunque
el comercio total entre Corea y América Latina se expandió a principios de los
90, no había podido sobrepasar los 13 mil millones de dólares hasta 2004
cuando, la exportación pasó de 10 mil millones de dólares y la importación pasó
a los 5 mil millones de dólares. Muy interesantemente en los siguientes años,
en el 2005 el total del comercio llegó a los 20 mil millones de dólares, en
2006 a 30 mil millones de dólares, en 2008 a 40 mil millones de dólares, en
2010 a 50 mil millones de dólares y en el 2011 a 60 mil millones de dólares”. (Won-Ho Kim. Perspectiva coreana de las relaciones económicas
entre América Latina y Asia. En: Las relaciones
comerciales entre América Latina y Asia Pacífico: Desafíos y Oportunidades. Observatorio América Latina Asia
Pacífico. 2014).
Un libro publicado por la ULA en Venezuela,
brinda, por medio de uno de sus capítulos, ilustraciones específicas para el
caso de Venezuela en la relación comercial con Corea del Sur, debiendo señalarse
que se ratifican los patrones de comercio destacados para la región. Nos
interesa destacar en base a lo que señalan los autores, la magnitud del
comercio, su estructura y un comentario
sobre una conclusión que aproximan, en base a los detalles del comercio[60].
Las importaciones coreanas de productos venezolanos
alcanzaron los 212 millones de dólares en 2005, al considerar el período 2000/2017,
siendo el valor más alto de tal período y habiendo crecido 33%, en promedio,
entre 2005 y 2011. A partir de 2012, tanto las importaciones como las
exportaciones entre Corea del Sur y Venezuela disminuyeron 17% en promedio por
año, dada la caída de la producción de petróleo y demás bienes primarios por
parte de las empresas venezolanas, peo también por el incremento de los
desequilibrios macroeconómicos en Venezuela, que empezaban a retroalimentarse.
Como puede observarse, para los niveles de exportaciones ejecutados en tales
momentos por Venezuela, no había un alto peso de las importaciones coreanas. Si
este es el caso a nivel de magnitudes, a nivel de equilibrios se repiten
también tendencias de los patrones regionales: “… la relación comercial entre
ambos países, para el periodo 2000-2017, fue de recurrentes superávits
comerciales favorables a las empresas coreanas con amplias ventajas
comparativas dinámicas en bienes de media y alta tecnología, en contraste de
sus pares venezolanas”[61].
Loa autores del capítulo aproximan conclusiones que
podrían ser harto polémicas para la administración bolivariana, dados los altos
destinos que no se han conseguido en materia comercial o industrial pero que la
misma ha argumentado son deseables para la nación o los ha incluido en sus
planes; pero también para aquellos que propenden a la transformación
estructural en Venezuela, no solo para superar el largo periodo de destrucción
de la economía presenciado durante la administración bolivariana, sino también
para impulsar procesos de reindustrialización que han sido, contrariamente,
desestimulados en la actual administración, con su apuntalamiento del rentismo
y las inadecuadas políticas ejecutadas: “…Corea del Sur exportó a Venezuela principalmente: vehículos automóviles,
tractores, velocípedos y demás vehículos terrestres, partes y accesorios;
máquinas, aparatos y artefactos mecánicos, reactores nucleares, calderas y
partes de estas máquinas; y máquinas, aparatos y material eléctrico, sus
partes, y aparatos de grabación o reproducción. Mientras que Venezuela exportó
a Corea del Sur esencialmente: fundición, hierro y acero; combustibles
minerales, aceites minerales, productos de su destilación, y materias
bituminosas; y aluminio y sus manufacturas. …La capacidad de las dos economías
para intercambiar bienes diferentes, permite inferir que son complementarias.
Esto abre la posibilidad para que cada país desarrolle los sectores donde tiene
sus ventajas competitivas; y, en el caso particular de Venezuela, consolide las
actividades relacionadas con la producción de hierro y acero, cobre y sus
manufacturas, aluminio y sus manufacturas, cacao y sus preparados, y
combustibles minerales”[62].
De un patrón de comercio así estructurado,
indudablemente que hay que sacar lecciones que permitan relacionarlo con la
evolución del país y la elaboración de estrategias.
China
Caso
de especial referencia para Venezuela merece su relación comercial con China[63]
que, como veremos, se ha ampliado considerablemente, pasando también a abarcar
la relación con tal nación variados ámbitos. A inicios de 2015 y motivado a la
visita que la comitiva venezolana encabezada por el presidente NM realizaba -entre otros lugares- a
China, el Vicepresidente de la República –Jorge Arreaza- enfatizó sobre el
carácter especial de esta relación, al señalar que Venezuela enviaba alrededor
500 mil barriles de petróleo diarios a China para subsanar financiamientos por
20 mil millones de dólares, considerando que esto último no es deuda sino
inversión social. Enfatizó así que, “No es deuda es financiamiento para la
producción porque con el acuerdo que tenemos con China estamos enviando por lo
menos 500 mil barriles diarios de petróleo y está aumentando la cantidad y con
eso vamos subsanado el financiamiento que nos presta”. Uno de los proyectos que
se llevarían a cabo, en conjunto con la República Popular China, será la
construcción de 30 ciudades escolares, en el que las empresas asiáticas Huawei
y ZTC se encargarían de atender la
tecnología para tales escuelas bolivarianas[64].
En base a la alianza con el país asiático también se traerían y
ensamblarían –inicialmente- 20 mil taxis con la empresa china Chery[65]. De la
misma manera señaló se estipula que China aumentará cada vez más su
participación en las empresas de la Faja Petrolífera del Orinoco
y se inaugurará la fábrica de satélites en Venezuela, donde se
construirá otro satélite para Venezuela (ver www.m.rnv.gob.ve 08-01-2015).
Las relaciones de
Venezuela con China en el contexto de la administración bolivariana, deben enmarcarse
en el conjunto de tendencias y patrones que ha venido presentando la nación
asiática en sus relaciones con la región latinoamericana. Comercio de
manufacturas y actividades de financiamiento que generan ataduras comerciales
versus estímulo y aprovechamiento de actividades de extracción relativas a
productos primarios son, entre otros, patrones que no se distancian de los que
tradicionalmente ha tenido esta última con otras naciones líderes en comercio e
iniciativas de inversión[66].
¿Cómo había sido la situación precedente a
la señalada para 2014/2015? Un escrito registrado en la embajada de China en
Venezuela recoge algo de lo que atañe a la pregunta: “A lo largo de los 32 años
a partir de entonces, los lazos bilaterales han obtenido un feliz
desenvolvimiento en múltiples áreas, gracias a los esfuerzos mancomunados
de los Gobiernos y las personalidades de diversos sectores sociales de las dos
naciones. Sobre todo, en el último lustro, las relaciones chino-venezolanas han
sido definidas y consolidadas como una Asociación Estratégica por el Desarrollo
Conjunto, lo que ha permitido un conocimiento mutuo y una cooperación bilateral
en mayor dimensión y profundidad. Se creó la Comisión Mixta de Alto
Nivel entre ambos Gobiernos, mecanismo de máxima autoridad en la planificación
y ejecución de la cooperación y se han firmado decenas de acuerdos y numerosos
proyectos, los cuales se están llevando a cabo a pasos seguros”. Puede
observarse un escenario bastante plano y con propensión a crecer el cumulo de
relaciones deseables, pero nada cercano a los manejos de financiamiento e
inversión del Fondo Chino señalado
para 10 años después; y, en el caso del comercio tampoco se habían dado
relaciones desproporcionadas o exponenciales dado que su crecimiento se da
desde un nivel muy bajo y para un período de treinta años: “Se ha registrado un
notable incremento en el comercio bilateral, cuyo volumen anual ascendió de los
1,4 millones de dólares americanos en el año 1974 a los 2.141,8 millones de
dólares en 2005, entre los cuales, la exportación china hacia Venezuela fue de
907,8 millones de dólares y la de Venezuela hacia China, 1.234 millones de
dólares”( Relaciones entre China y
Venezuela. 2006. http://ve.chineseembassy.org/esp/zwgx/t272156.htm).
Además de los datos señalados ya por los
propios voceros gubernamentales se sabe en medios internacionales que desde
2007 hasta 2018, Pekín prestó al país latinoamericano más de US$67.000 millones
(datos de financiación China-América Latina que maneja el centro de estudios
Diálogo Interamericano y la Universidad de Boston). La relación floreció desde
entonces y ambos construyeron unos lazos basados en "acuerdos de
financiación por petróleo". El
petróleo como bien y como medio de financiamiento es la razón más fundamental
por la que China y Venezuela expandieron sus relaciones además de intereses y
simpatías ideológicas y geopolíticas[67].
Préstamos concedidos por China a Venezuela
Cifras en millones de US$
FUENTE: BBC (con base
en Diálogo
Interamericano y la Universidad de Boston).
En la coyuntura
política que vive Venezuela, con la dinámica de autoritarismos y deterioro de
los mecanismos democráticos; realización de elecciones en 2020 para la Asamblea
Nacional, con convocatoria de un nuevo y cuestionado CNE, nombrado con el
perfil de intereses para la administración bolivariana según el TSJ; sanciones
económicas a funcionarios por parte de EEUU y UE; ideas o fantasías de una
posible intervención extranjera; debe decirse que China en varias oportunidades
ha manifestado su apoyo a las soluciones pacíficas y a la administración de NM. En enero 2020, el canciller venezolano en viaje a tal país y en
reuniones con funcionarios de la cancillería de tal nación recibió del portavoz
chino planteamientos como ““Creemos que esta visita es propicia para promover
una solución política al problema venezolano lo antes posible, profundizar la
confianza política mutua y la cooperación regional entre China y Venezuela”. También
en visita del presidente NM en
septiembre de 2018, en una visita de
Estado a China con motivo de la XVI
Reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel China-Venezuela (CMAN) se refirió y
se gestionó profundizar y expandir la alianza estratégica integral que mantienen
ambas naciones, con la firma de 28 acuerdos en materia financiera, energética,
educativa, agrícola, cultural, aeroespacial, de salud, ciencia y tecnología,
entre otras áreas. “Estamos avanzando en el proceso de producción conjunta de
petróleo para el beneficio compartido, estamos avanzando en nuevas asociaciones
en el campo del gas (…) Estamos avanzando en el campo de la minería”, señaló así el presidente NM[68].
También, para la cuarentena, pandemia y Covid 19 desde marzo 2020, China ha
asumido una actitud de ayuda en base a envíos de implementos y medicinas[69].
Rusia
Se tiene también la relación
Rusia-Venezuela como resultado de la política de contactos
internacionales directos. Aunque entre los dos países se habían dado visitas oficiales y delegaciones de
ambos países entre los años de 1976 y
1997, no existió en todas estas décadas precedentes a la administración
bolivariana iniciada por Hugo Chávez,
una sistematización y constancia en las relaciones bilaterales ruso-venezolanas
como las observadas partir de 2001 con la declaración conjunta que establece:
fomentar la interacción y el diálogo sobre la problemática internacional y
regional, coordinar una relación y gestión más estrecha en el ámbito
multilateral, y reafirmar el compromiso consagrado en el Tratado de Amistad y
Cooperación entre la República de Venezuela y la Federación de Rusia de mayo de
1996. Luego del ascenso de Vladimir Putin al poder en 2000 y en el contexto de
las reestructuraciones presenciadas en Rusia buscando darle nuevos balances a
la desintegración de la URSS y la caída del muro de Berlín, América Latina
comenzó a ocupar un lugar más destacado entre las prioridades de la política
exterior del Kremlin, coincidiendo paralelamente en 1999 con el inicio de la administración
venezolana señalada, en el poder
presidencial en Venezuela. Entre los países latinoamericanos que han venido
teniendo interés -haciendo los ajustes por cambios de gobierno y políticos en
los distintos países- para la Cancillería rusa se encuentran Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, México y Venezuela, manteniendo en los años de la presidencia de
Putin intercambios políticos intensos y permanentes al máximo nivel[70].
Hasta los primeros años de la segunda década
del siglo XXI las relaciones
comerciales y económicas estuvieron en un rango más bien moderado. El gobierno
bolivariano de Venezuela en este sentido se ha convertido en un socio principal
para Rusia, incrementando más allá de la cooperación comercial, la venta de
armamento y otros materiales militares en Latinoamérica por parte de Rusia. De
esta forma, Rusia envía una advertencia implícita al gobierno de Washington de
que podría remplazar su otrora esfera de influencia –los países de la MEI, que
han sido el blanco preferido por EE.UU. en los últimos años– por la región de
América Latina. Se llevan así a cabo ejercicios militares conjuntos entre
Rusia, Venezuela y Nicaragua. Las principales ventajas de colaboración de la
Federación Rusa con países de América Latina parecen ir orientadas en los
últimos años hacia la cooperación en el ámbito de energía (petróleo y gas),
buscando conjuntamente influir más en el mercado internacional petrolero,
comprar directamente productos agrícolas (cacao, azúcar, café, y frutas) en
Latinoamérica sin intermediarios, además de la venta de equipos y artículos de
armamento cada vez más solicitados desde Latinoamérica[71].
De
be desatacarse que esta evolución, refleja claramente estrategias rusas desde
inicios de las acciones de Putin, en una perspectiva que le ha dado a Rusia
nuevos perfiles en años recientes durante la postguerra fría. Venta de armas e
influencias en el mercado petrolero así como intervención en procesos políticos
occidentales son algunos de los ámbitos de influencia y logros según los
intereses rusos vistos durante el ya largo gobierno de Putin, quien ha aspirado
a seguir en el desempeño político con posibilidades de reelección hasta 2036 y
para lo cual se preparó el referéndum de julio de 2020 en la nación del caso,
dándole resultados favorables a sus intereses políticos[72].
En
un artículo publicado en El Universal, con motivo del Día de Rusia Sergey Mélik-Bagdasárov (Embajador de Rusia en
Venezuela) resume varios elementos de refuerzo a lo señalado. “Rusia y Venezuela comparten
plenamente sus visiones hacia la arquitectura internacional… La asociación
estratégica ruso-venezolana se basa en el deseo mutuo de fortalecer los
vínculos políticos, culturales y económico-comerciales, sobre todo en el ámbito
energético, industria minera, transporte, sector agrícola, medicina, farmacéutica,
así como en el campo técnico-militar”. “… las alianzas
comerciales entre Rusia y Venezuela incrementaron un 10% durante 2019 en
comparación con el año anterior. Fueron revisados contratos de cooperación y
asesoría militar, energética, económica y tecnológica. Yuri Borisov reiteró la
posición de Rusia ante las sanciones impuestas por los Estados Unidos y su
apoyo absoluto al gobierno que dirige Nicolás Maduro. …Rusia apoya a Venezuela,
además, en los foros de alcance global. En mayo pasado, en el Consejo de
Seguridad de la ONU Rusia indicó que la violación sistemática a la
soberanía de Venezuela es un problema serio que amenaza a la seguridad y
estabilidad de la región, tras la ejecución de la denominada “Operación
Gedeón”. Igualmente, alertó sobre la presencia de los EE.UU. en el Caribe,
cerca de las costas venezolanas, e insistió en analizar a profundidad las
acciones estadounidenses contra el narcotráfico en las fronteras marítimas de
Venezuela. …En diciembre pasado Rusia entregó a Venezuela unos 1.5 millones de
vacunas antigripales. En condiciones de la pandemia de coronavirus y el bloqueo
económico por parte de varios Estados occidentales, que no quieren renunciar al
uso de restricciones económicas unilaterales contra los países en vías de
desarrollo, Rusia suministro 300 kits de despistaje del coronavirus que
permiten realizar 30 mil exámenes”[73].
Como se observa, son variadas las
coincidencias y los puntos de colaboración e interés que se fueron incorporando
en las relaciones entre los dos países.
Irán
De los casos específicos a resaltar, también
se tiene el -para algunos- polémico caso de las relaciones con Irán. Hoy día, en las crisis venezolana
de 2020, Irán, por razones nada más que la de la traída de cinco barcos con gasolina,
figura en primera línea, pero como los otros casos, la relación con esta
nación, viene de tiempo atrás y de una política instrumentada a través de
lustros en la administración bolivariana. Basta señalar que hasta 2010,
el presidente HC había visitado Irán ocho veces; por su parte, el presidente iraní Jatami estuvo en
Venezuela cuatro veces y el presidente Ahmadinejad cuatro veces. Fue durante la
segunda presidencia de Mohamed Jatami que se dio/inició un cambio en las
relaciones entre Venezuela e Irán,
pero, igualmente debe señalarse que se profundizó la relación a partir del año
2005, cuando Mahmoud Ahmadinejad fue elegido presidente de Irán.
Apoyos, peligros, inversiones, visitas y
comercio aunque en pequeña escala y siempre favorable a Irán, se acumularon hasta 2019. Producción de autos y bicicletas,
actividades en petróleo y en otros recursos mineros ya se habían conversado
hasta ese año y -en algunos casos- gestionado ciertos procesos. Pero también,
el polémico punto de los apoyos de Venezuela
a Irán, dados los conflictos
con Israel y los enfrentamientos con el grupo terrorista Hezbola (que es
definido como de Irán). Debe recordarse que en 2009, el gobierno de HC rompió relaciones con Israel en el
contexto de sucesos entre Irán/Hezbola
e Israel. El contexto general era más o menos el siguiente: “La crítica al
modelo de globalización neoliberal, al sistema capitalista, a la estructura
internacional unipolar y al papel de los Estados Unidos en el sistema
internacional son algunos de los señalamientos que ambos países han realizado
en los distintos encuentros y foros multilaterales en los que participan.
Además del discurso de confrontación hacia los Estados Unidos, el gobierno
venezolano también ha criticado a Israel, un país que ha sido duramente tratado
por el presidente Ahmadineyad, tanto en lo referido a su integridad
territorial, como en relación a las dudas sobre “la veracidad” del significado
del Holocausto del que el pueblo judío fue objeto durante la Segunda Guerra
Mundial”[74].
Los inicios del 2020 presenta a la economía
y la sociedad venezolana con múltiples problemas: siete años de recesión
continuada, Hiperinflación mantenida, servicios públicos en franco deterioro y,
entre otros elementos, la crisis internacional del Covid19, la pandemia y las cuarentenas asociadas; pero también, la
baja en la producción y exportación petrolera así como la de la gasolina que se
había mantenido relativamente controlada en su suministro en Caracas, pero no así en el interior del país. La
escasez de la gasolina y la dolarización
informal y extendida, fueron produciendo la amplificación de la crisis del
combustible a la región capital con escasez, colas y altos precios[75]. Hasta avanzado mayo ese
fue el panorama. Y, en ese contexto, Irán
pasó además de los elementos de relación que se habían asomado desde los dos mil,
a traer gasolina a Venezuela en barcos no estrictamente de tal nación, pero si
con su bandera. Cinco barcos llegaron[76], posteriormente EE.UU.
sancionó a los comandantes de esas embarcaciones y autorizó a decomisar envíos
adicionales[77].
Se piensa y se dice que Irán hizo y sigue haciendo un buen negocio para esos envíos y
reestructurar las refinerías venezolanas así como colaborar en la reactivación
de la industria petrolera. De tal manera que, las informaciones manejadas
inicialmente sobre tal país se potenciaron considerablemente presentando a esa
nación en numerosos arreglos de temas lícitos e ilícitos y apropiándose de
buenos pagos y recursos en Venezuela, varios lustros después de aquellas
gestiones de inicios de los años dos mil.
Informaciones procesadas y difundidas
internacionalmente presentan, para mediados de 2020, un panorama realmente de
alarma y preocupación a pesar de las favorables referencias que hace normalmente
la administración bolivariana de su relación con Irán. “Para mantenerse en el poder, el régimen de Nicolás Maduro ha
entregado a Irán desde refinerías petroleras, lingotes de oro y hasta bases de
operaciones militares; una relación que no solo se enmarca en lo económico y
político, sino que también se vincula directamente con el terrorismo y el
narcotráfico internacional. Un reportaje de la agencia de noticias Bloomberg
reveló que Irán se estaría llevando en aviones el poco oro que queda en
Venezuela. «Los funcionarios del gobierno venezolano cargaron unas nueve
toneladas de oro, cantidad equivalente a unos 500 millones de dólares, a bordo
de aviones con destino a Teherán este mes como pago por la ayuda iraní para
revivir las paralizadas refinerías de gasolina de Venezuela»”[78].
Igual que China y Rusia, Irán tiene intereses económicos y
políticos en América Latina y Venezuela en particular. Su articulación con la
región presenta paradojas, debido por ejemplo a mucho interés político en
Venezuela y nivel de relación comercial bajo, aunque con otros beneficios por la
vías señaladas; pero contrariamente, con Brasil, con una administración
catalogada por algunos de ultraderechista –la de Jair Bolsonaro- sus relaciones comerciales son mucho más amplias,
pues es ubicado como el gran
socio comercial de Irán en América Latina, con un intercambio bilateral
miles de veces superior en dólares al que tal nación tiene con su aliado de
Venezuela. Esta aparente contradicción refleja, sin embargo, la forma en que
Teherán ha separado los intereses políticos y económicos en América Latina,
sobre todo en años recientes. Parte de lo vivido por Irán en Venezuela se asocia a experiencias como la de cuando el
presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, visitó la
embajada iraní y leyó un mensaje que concluía así: "¡Viva Irán, vivan los pueblos libres, nosotros venceremos!";
o, "Tu muerte será vengada, camarada", expresado allí mismo por
el diputado oficialista Pedro Carreño, firmando el libro de condolencias de Quasem Soleimani, el general iraní cuya
muerte en un ataque de EE.UU. en Irak tiró la tensión internacional durante el
mes de enero de 2020[79].
Turquía
En general, los países destacan que tienen
20 o 70 años de relaciones diplomáticas y comerciales y, es cierto, formalmente,
en la mayoría de los casos. Las que nos han interesado en este trabajo son
aquellas sobre la cuales se ha venido labrando un espacio de cultivo por
identificaciones e igualdad en intereses políticos, dadas las inclinaciones de
la administración bolivariana. Al parecer, según ha indicado la administración de
NM es el primer presidente
venezolano que en funciones ha visitado Turquía (sucedió en octubre 2016; a
pesar de los diversos determinantes es realmente impresionante tratándose de
Turquía). Y, en 2017, NM visitó 3
veces la nación señalada.
Todo ello indica
que -grosso modo- se trata de una nación de relativo reciente trato, incluso
para la administración bolivariana[80]. El enfrentamiento con
Estados Unidos obligó a Turquía a buscar nuevos socios y Ankara puso la mirada
en Venezuela —con abundante petróleo— para diversificar sus intercambios
comerciales[81]. En julio de 2018, NM estuvo en la toma de posesión del
presidente Erdogan.
Erdogan y Maduro, firmaron una serie de acuerdos en 2017, que
van, desde la cooperación comercial hasta la seguridad, incluyendo negocios
agrícolas. El comercio bilateral entre las dos naciones alcanzó los US$892,4
millones en los primeros cinco meses de 2018 (Instituto de Estadística
de Turquía). Las exportaciones turcas a Venezuela fueron de US$52,2 millones y
las importaciones fueron de US$834,2 millones. Tales cifras representan solo un pequeño porcentaje en el
comercio exterior de Turquía, pero expresan un rápido desarrollo de las
relaciones bilaterales. En los cinco años entre 2013 y 2017, el intercambio
entre los dos países fue de US$803,6 millones. Con las restricciones temporales
y de datos, algunas de las cosas que Turquía exporta a Venezuela son harina
de trigo, pasta, jabón, pañales, productos higiénicos y dentales, mármol,
piezas automotrices, materiales de construcción y medicinas; e importa mayormente de Venezuela,
piedras preciosas o semipreciosas, metales preciosos, productos de hierro o
acero, ceras minerales, perlas y monedas.
Debe señalarse que, con la velocidad del
interés, el 19 de julio de 2018, el ministro de Minas de Venezuela, Víctor
Cano, señaló que el banco central
estaba exportando oro a Turquía (y no a Suiza) para refinar, por
temor a las sanciones. “Este es un acuerdo establecido entre Turquía y el banco
central de Venezuela" Y, de acuerdo a cifras del gobierno turco, Venezuela exportó oro a Turquía por
valor de US$779 millones en 2018.
En diciembre 2018,
el presidente Erdogan visitó a Venezuela y asistió a reuniones protocolares y a
reuniones con empresarios. En ellas señaló: "Nosotros vamos a cubrir
la mayoría de las necesidades de Venezuela, tenemos esa fuerza, tenemos esa
oportunidad"; "Queremos fortalecer el proceso que hemos empezado en
Estambul, en inversiones, en energía, en minería, en el turismo, en
la agricultura, en el transporte, en la salud, en la educación, en la
seguridad, tenemos muchísimo potencial de colaborar en todos estos campos de
negocios"[82].
El presidente NM por su parte, en otra de las reuniones, señaló: “hemos construido un mapa, hemos avanzado y lo
que viene es mejor (…) hemos visto el desarrollo de nuestra relación desde el
2025 hasta el 2030”; “Así lo hemos firmado, acordado y anunciamos, la inversión
turca en producción de petróleo, la inversiones turca en la refinación, en la
petroquímica, para producir oro, diamante, coltán, hierro, aluminio,
turismo, para seguir mejorando y fortaleciendo el comercio”; “Seguiremos en la actividad de comercializar
Oro con la transparencia y la legalidad de los dos países…”[83].
Como se puede
observar según lo señalado, hay varios ámbitos de interés, pero uno particular
es el del oro. La sintonía entre países
y los dos presidentes se ha expresado en la firma de varios acuerdos en el
campo de la minería, los hidrocarburos y la industria militar. Durante el viaje
de Erdogan a Venezuela, Maduro anunció que empresas turcas tienen la intención
de invertir 4.500 millones de euros en Venezuela. En unos y otros datos se
observa que el comercio entre los dos países se ha multiplicado por 13 en los
dos últimos años según la referencia hecha, sobre todo por las exportaciones
venezolanas a Turquía (en los primeros
11 meses del año 2018 superaron los 1.000 millones de dólares/877 millones de
euros), y fundamentalmente, de oro. Según diferentes valoraciones, Venezuela
tiene las cuartas mayores reservas de oro del mundo, pero no tiene suficiente
capacidad para refinarlo. Por otra parte, las sanciones impuestas por
Estados Unidos dificultan su venta, y el acuerdo firmado con Ankara
permitirá su venta a terceros países a través de Turquía[84]. El total de oro venezolano enviado a Turquía
en 2018 ascendió a 35,2 toneladas. Adicionalmente, en 2019, se utilizaría una
nueva planta refinadora en Turquía, con mayor capacidad de procesamiento que la
que se había usado[85].
Ya a inicios de 2020, con un panorama más claro
y lleno de otras actividades la vicepresidente de Venezuela apuntaló los
detalles del escenario con motivo de celebrarse el 70 aniversario de las relaciones bilaterales
entre Turquía y Venezuela; sostuvo así, un encuentro con su homólogo turco,
Fuat Oktay, como parte de una agenda de trabajo conjunta para profundizar los
lazos de amistad. Se revisaron
mecanismos de cooperación bilateral y multilateral, al mismo tiempo que
reafirmaron la gestión en áreas estratégicas a favor del desarrollo de las
naciones, señalándose que las alianzas bilaterales entre Venezuela y Turquía
forman parte de la política de la construcción del mundo multicéntrico y
pluripolar impulsada por el presidente NM,
bajo el fundamento del respeto mutuo a la soberanía y la no intervención
extranjera[86].
EVOLUCION GENERAL DE LA INSERCIÓN Y EL
DESEMPEÑO INTERNACIONAL.
La situación y
perspectivas económicas de Venezuela durante la administración bolivariana,
debe relacionarse con lo que ha sido una activa y profusa diligencia
internacional de esta administración. Puede afirmarse que ha habido un papel
fundamental para la política exterior, durante los más de 21 años de
administración bolivariana. Las particularidades políticas y de comportamiento
del Presidente HC y el sentido
internacional que se le ha dado a la gestión bolivariana en el sentido de
estimular, apoyar o compartir procesos similares durante la administración de HC[87] y
del Presidente NM, permite y obliga
a abordar algunas dimensiones internacionales de la misma. Tanto en su dinámica
y resultados, como en sus costos para la nación. La creación del ALBA, el apoyo a países de menores ingresos de la región, la ayuda
a comunidades o grupos sociales de las naciones desarrolladas, financiamiento o
apoyo a obras culturales, artistas o películas,
entre otros elementos, forman parte de tales dimensiones.
Por una parte y
estrictamente asociado a los beneficios que se tuvieron por los altos precios
del petróleo –(hasta entrado 2014, cerca de 100$ el barril; pero, tal cual es
conocido, a partir de octubre del mismo año, los precios se ubicaron en menos
de 80$ el barril; a inicios de 2015 en menos de 50$ y a inicios de 2016 en
menos de 30$, y, entre este último precio y 50$ para años siguientes sin
acercase a 70 u 80 dólares o en niveles bastante bajos mas recientemente)-, la
revolución bolivariana ha buscado internacionalizarse. Con financiamiento por
delante a países algo débiles como los del Caribe[88],
pero también a espacios de pobladores de países como EE.UU. o Inglaterra, se estableció un conjunto de relaciones con aquel
fin a partir de las posibilidades petroleras de Venezuela[89].
Pero también, la renta petrolera en la administración de HC permitió ampliar relaciones con países como China o la actual
Rusia, en la compra de instrumentos como satélites, armamento y naves como
aviones. En estos dos últimos casos, más que irradiar la revolución
bolivariana, la administración de HC
buscó desarrollar otra dimensión geopolítica y beneficiarse de la experiencia
revolucionaria en estas dos últimas naciones. Esto, aunque la experiencia
revolucionaria de estos dos países, ha devenido en –por una parte- una Rusia
sumida en numerosas crisis y en perfiles y valores que en nada tienen que ver
con los ideales de los revolucionarios fundadores, que por lo demás no
estuvieron asociados tampoco con Stalin y sus tenebrosas décadas; y, por otra
parte, una China con alguno de los capitalismos más “salvajes” del mundo, con
la venta de esclavas en ciudades como Shanghái y un pragmatismo y un gusto
occidental que en nada recuerdan aquella terrible y uniforme moda Mao[90];
ambas naciones, por lo demás, albergan varios de los multimillonarios más ricos
del mundo.
Es curioso que
aunque en ninguna de las naciones de Europa del este o la actual Rusia, e
incluso en la misma China continental, existe en las primeras décadas del siglo
XXI socialismo, las acciones de la administración de HC y NM se han conducido
como si tratara del establecimiento de relaciones comerciales y de otro tipo
con naciones donde si lo hubiese. La posibilidad de negociar el petróleo
venezolano en los momentos de altos precios o de necesidades de Venezuela en
momentos de bajos precios, al igual que conflictos geopolíticos que en algunos
casos no es claro que vayan más allá de los intereses rusos en sus diferencias
y conflictos con USA, al igual que en otros donde si pueden haber intereses
geopolíticos o perfiles de la expansión económica China, tal cual se ha
señalado más arriba, entre otros elementos, es indudable que han permitido la
ampliación de estas relaciones. De todas maneras, para los casos de relación
con China y con Rusia, debe señalarse que son específicas en materia comercial
y de inversión y muy particularmente política y, hasta ahora, no han estado
contextualizadas en acuerdos de integración estrictamente hablando. A pesar de
este señalamiento debe advertirse -tal cual fue ya señalado- la importancia que
adquirió el llamado Fondo Chino para
la economía venezolana y la dimensión creciente en inversiones diversas y en
comercio de productos de tal nación (autos, televisores, satélites y otros) o
en compra de armas y aviones con Rusia, por mencionar algunos elementos. Como
se destacó, se han construido también perfiles de relación con Irán y Turquía.
En el caso de
las relaciones comerciales y políticas con países de menor desarrollo relativo
y donde buena parte de ellos no presentan un régimen económico social que
pudiese decirse propenda al socialismo, pero que han entrado en la órbita de
interés de parte de Venezuela, tanto en administraciones previas como en la
bolivariana, como es el caso de los países del Caribe, y ya referidos por el
ámbito de desempeño de las acciones de Petrocaribe,
debe indicarse que como grupo de países Venezuela ha tenido hacia el mismo la
definición -entre otras- de dar apoyo económico[91] que
pueda traducirse en beneficios y soportes políticos a nivel internacional. Un
ejemplo de ello lo hubo en el apoyo incondicional, dado en la votación
favorable –hacia los intereses de Venezuela- de pequeños países cuando
discusiones en marzo de 2014 en organismos como OEA (que debían tratar los conflictos presentados en Venezuela en
cuanto a protestas estudiantiles y populares que evolucionaron con numerosos
fallecidos y distintas expresiones de autoritarismo por parte del gobierno de NM) y que podían implicar posibles
actuaciones de esta organización o tratar tales asuntos en sesiones privadas o
públicas del mismo organismo. Una revisión de las ayudas brindadas por
Venezuela a estas naciones en base al petróleo permite observar como en el año 2012 se exportaron diariamente 283.100
barriles a precios más favorables que los de mercado, teniendo a Cuba con
100.000 barriles, República Dominicana con 40.000 y a Trinidad y Tobago con
25.000 de un total de 13 países. Para 2013 y en base a información suministrada
por el ministro de Petróleo y Minería Rafael Ramírez, se puede precisar que las
exportaciones a Cuba disminuyeron en alrededor de más de 20.000 y 30.000 barriles diarios. La propuesta y gestiones
venezolanas han implicado atender necesidades de otros países del Caribe desde
la refinería de Cienfuegos que es administrada por Cupet (empresa petrolera
cubana) que ha tenido en momentos 51% de
propiedad cubana y 49% venezolana. Una nación otrora azucarera y hoy día con su
industria del azúcar en crisis y decaimiento, se ha convertido así en base al
apoyo de Venezuela, en una de gestión y ventas de petróleo pues para lo que concierne a cuentas externas, las
exportaciones de la empresa Cuvenpetrol quedan registradas a favor de Cuba[92]
(www.venezuelaaldia.com,
febrero 27, 2014)[93].
Igualmente, es
el petróleo venezolano el que ha permitido construir el conjunto de relaciones
asimétricas que se han dado en los desarrollos del ALBA, como proceso de
integración de un conjunto de naciones latinoamericanas entre las que cuentan
Bolivia y Nicaragua, entre otras[94].
Un resumen del conjunto de asimetrías, relaciones, apoyos y ayudas en distinto
sentido -del lado de Venezuela hacia los otros participantes en ALBA- puede
apreciarse en este resumen: “En materia de acciones de cooperación Sur-Sur casi el 80% de la misma es
realizado por Cuba y Venezuela, con la particularidad que la mayoría de las
acciones realizadas por Cuba son financiadas por Venezuela, quien es a su vez
el principal receptor de la asistencia realizada por Cuba en el bloque (78%).
De los siete proyectos grannacionales financiados por el Banco del ALBA,
Venezuela participa como actor financiero principal en cada uno de ellos, el
98% de las operaciones comerciales contabilizadas con el SUCRE son realizadas
por Venezuela con otros miembros del bloque. Desde el punto de vista de la
asistencia financiera al bloque, hasta el 2008 superaba los 32.452 millones de
dólares, el caso cubano, además de la cooperación energética con la que recibe
de Venezuela más de 100.000 mil barriles diarios de petróleo ha obtenido más de
18.776 millones de dólares en asistencia financiera, la mayoría de sus acciones
de cooperación intrazona son dirigidas a Venezuela. Entre el 2000-2010, las
exportaciones cubanas a Venezuela han crecido 20 veces aproximadamente mientras
al resto de países del bloque son marginales. Bolivia ha recibido 6.724
millones de dólares y sus exportaciones se han multiplicado por 5. Nicaragua ha
obtenido 5.524 millones de dólares y sus exportaciones se han multiplicado por
30. Ecuador ha incrementado sus exportaciones al país en más de 10 veces,
además ha firmado acuerdos bilaterales para la explotación conjunta de petróleo
en la Amazonia y la construcción de una refinería para procesar 300.000
barriles/día. Las islas del Caribe entre el año 2005 y el 2008 recibieron 222
millones de dólares a través de Petrocaribe para financiar 184 proyectos en 13
áreas de la cooperación Sur-Sur”
(DILIO HERNÁNDEZ / YUDI CHAUDARY La Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos ALBA-TCP.
Vigencia y viabilidad en el actual contexto venezolano y regional. Enero de
2015. ILDIS). Debe
admitirse que, las posibilidades de integración que buscó impulsar la administración de HC y la de NM por esta vía, están asociadas a lo que con todo derecho en sus
posiciones políticas han sido –aunque muy cuidadosamente antes de los inicios
de la administración bolivariana- y son, las críticas a los modelos de
desarrollo económico basados en el régimen de economía de mercado y/o
capitalismo y a las experiencias de integración con las que tal administración
se encontró[95].
Esa posición que
ha fundamentado las gestiones de Venezuela en ALBA, entra en contradicción, sin
embargo, con sus iniciativas para ingresar al Mercosur[96],
donde no estaban ni están en proceso ideas de alteración del modelo de
desarrollo capitalista[97].
Por lo demás, la incorporación definitiva de Venezuela al Mercosur durante 2012
-aunque la solicitud venia en proceso-, se dió por razones meramente
circunstanciales y atinentes a la destitución del presidente Lugo del Paraguay,
por parte del congreso de esta nación. Las asimetrías de una incorporación no
bien estudiada y peor planificada, con ausencia de equipos y mecanismos
institucionales estables, no se corrigieron con la incorporación circunstancial
de Venezuela a una experiencia de integración que tiene suficientes problemas y
diferencias a su interior. La participación de Venezuela en Mercosur, no
avizoraba económicamente altas perspectivas de éxitos; entre otras
razones, por el pragmatismo de los
brasileños (quienes generalmente presentan continuidad en sus estrategias e
intereses comerciales) y la comodidad de los argentinos (en tiempos recientes
sumergidos en crisis de variados tonos[98] sobre
todo dentro de particularidades del periodo de los Kirchner y algunos resultados económicos del gobierno de Macri) en
sus relaciones financieras y de otro tipo con Venezuela, entre numerosos
aspectos que podrían destacarse pero que, indudablemente, se daban en un
contexto de considerables asimetrías que se unirían a las ya existentes a lo
interno de esa experiencia, cuando se consideran los casos de Uruguay y
Paraguay en comparación con Argentina y Brasil[99].
En general,
puede afirmarse que, en materia de desempeño en los acuerdos regionales, la
posición venezolana de la administración bolivariana, incluidas las
presidencias de HC y NM no ha sido muy exitosa. En el caso
de la Comunidad Andina de Naciones y
por razones vinculadas a aspectos de los señalados, la administración decidió
retirarse de tal proceso de integración en 2006, y lo cual fue totalmente
formalizado en 2011, después de cumplir los 5 años reglamentarios para tales
casos y sin mayor efecto de altibajos que pudieron observarse en el intermedio, que hacían pensar que
pudiese volver a participar en tal comunidad. En la situación previa al
pronunciamiento de retirarse de la Comunidad,
la evolución de la participación venezolana –durante la administración de HC-, dados diferentes conflictos, no
estaba produciendo mejores articulaciones de Venezuela con los países de la Comunidad. Igual puede afirmarse del casi natural retiro de G-3 (México, Colombia, Venezuela), una
vez que se había dado el de la Comunidad
Andina.
Al valorar
experiencias de integración siempre se ha encontrado el valor de tres aspectos
para medir sus posibilidades de éxito, tal cual fue señalado más arriba. En
primer lugar, que las naciones tengan semejanzas
en sus estructuras productivas. En segundo lugar, que estén cerca (si son vecinos mejor), aun con todo y
globalización, internet y otros avances tecnológicos. En tercer lugar, si han realizado comercio previo al
proyecto que se puedan plantear dos o más naciones (altamente relevante en
la experiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte/TLCAN[100]).
Ciertas ausencias en cuanto a estos elementos, pueden apreciarse cuando uno se
las aplica a algunas de las experiencias que buscó o ha buscado impulsar la
actual administración –caso de creación de ALBA
y participación en Mercosur-.
Más fuerte es
aun, al considerar tres elementos adicionales que también se relacionan con la
integración pero ya para evaluar procesos en curso o resultados de los mismos.
En primer lugar, que la integración y
sus procesos no la pueden llevar individualidades. Contrariamente, deben
llevarla equipos (no es claro que en la actualidad venezolana esto se esté
haciendo; tampoco se hizo en las administraciones anteriores); ni es una experta o experto, ni un
ministro, el determinante. En segundo lugar, que para impulsar procesos
de integración las instituciones privadas y públicas deben desarrollar
numerosos estudios que les den base para el mejor impulso de los proyectos
que les son de interés. No hay evidencias de que en la administración
bolivariana esto se haya observado (deben reconocerse, sin embargo, ciertos
esfuerzos que se dieron en algunos de los años dos mil en sus inicios, por la
Asamblea Nacional -en los tiempos de mayoría oficialista- y el Instituto Pedro
Gual así como por el CELARG y que implicaron la generación de algunas
publicaciones); tampoco ha sucedido en anteriores administraciones. El tercer
elemento es que los procesos de
integración deben convertirse en un objetivo nacional. Realmente, la actual
administración en su versión de HC,
buscó difundir los que consideró debían ser los intereses del país en tal
materia. No obstante, no puede registrarse que la sociedad civil haya
participado significativamente en la toma de decisiones para entrar o salir de
un proyecto de los relacionados y más allá del hecho de si son convenientes o
provechosos para La nación, según ha venido sucediendo y se indicó más arriba. En cuanto a este tercer elemento debe
señalarse que Carlos Andrés Pérez no
consultaba para regalar barcos ni para establecer un arreglo de reciprocidad asimétrica con América
Central o el Caribe, con claros beneficios para las naciones de estas áreas; Luis Herrera Campins tampoco lo hacía
para participar de distintas maneras –pero con un definido interés político- en
Centroamérica; pero tampoco lo ha hecho la administración bolivariana para
establecer profundas relaciones con Cuba[101],
con significativos beneficios económicos para esta nación, retirarse de la Comunidad Andina o pedir el ingreso al Mercosur.
En ese último proyecto, más que en
otros, Venezuela presentaba numerosas insuficiencias y desatenciones técnicas,
para enfrentar -entre otras cosas- las fortalezas, el pragmatismo y las
habilidades de otros actores comerciales como son, en este caso, los
brasileños. Una expresión de esto se encuentra en la reunión tenida entre el
presidente NM y Dilma Rousseff al
inicio de su segundo mandato el 1 de enero de 2015 e independientemente que no
se tratase de una reunión del Mercosur
sino de un encuentro bilateral. Si bien las reuniones entre presidentes y sus
pronunciamientos no deben estar plagadas de elementos técnicos, tampoco
deberían estar exentas de referencias a proyectos específicos que puedan
abarcar países en una relación como la de Mercosur,
dado que además, de alguna manera, deberían estas últimas comprender las
relaciones bilaterales. Ya en 2015, después de casi tres años de haber
ingresado Venezuela a aquel macro proyecto, era válido preguntarse y evaluar la
adaptación y articulación de Venezuela al mismo, más allá de los tratamientos
políticos y comerciales que entre las dos naciones se habían profundizado en más de doce años de
los -a su vez- más de 15 de la administración bolivariana. En tal sentido las
declaraciones del Presidente Maduro hicieron mención a la intención de alcanzar
un nivel máximo en la relación
bilateral o sobre que "Vamos a
dinamizar toda la agenda, sobretodo de cooperación económica, industrial,
tecnológica, agrícola, agroalimentaria. Tenemos una base de confianza política
muy bien construida en los últimos 12 años", con añadidos como que las
negociaciones con Brasil incluyen "el planeamiento de un proceso de
industrialización en el ámbito del Mercosur
(que conforman los dos países, además de Argentina, Paraguay y Uruguay), y
también bilateral" o que los dos países prevén reactivar el mecanismo de
cumbres trimestrales inaugurado en la década pasada por el fallecido presidente
HC y por el -a la sazón- presidente
de Brasil, Luiz Ignacio Lula da Silva, pero que había sido desatendido en años
recientes (ver www.eluniversal.com
02-01-2015). La página oficial de la administración bolivariana reseñó también
las ideas sobre estrechar áreas de mutuo interés estratégico o consolidar la integración latinoamericana
(ver www.minci.gob.ve 02-01-2015). Es
evidente la poca especificidad de varias referencias pero también la
perspectiva del avance o dinamismo de la relación bilateral con el socio más
fuerte de Mercosur, mientras los efectos o resultados de la incorporación de
Venezuela a este acuerdo se mantuvieron hasta comienzos de 2015 de manera
considerablemente lenta desde 2012 (ver entrevista a Eduardo Ortiz Ramírez por
almomento360.com, https://www.youtube.com/watch?v=OEDEroN-lOI
07-11-2014).
El
posicionamiento internacional del país ha venido estando entonces muy vinculado
a la reforzada presencia del petróleo en la economía venezolana y al beneficio
que los altos precios del mismo (al menos en lo visto hasta 2014 tal cual se ha
señalado) procuraron como ingresos adicionales al país y que fueron digeridos
en su cualidad de nación rentista y petroestado. Pero también, lo estuvo y
lo ha estado, a los caprichos e insistencias de HC y NM y algunos de sus
funcionarios, apartando o privilegiando experiencias de integración o de
ampliación de relaciones comerciales y de inversión según sus preferencias,
correspondientemente con ello. Esto también sucedió en otras administraciones
como la segunda de Carlos Andrés Pérez
donde este último Presidente, o algunos de sus funcionarios, manifestaron
preferencias y acciones hacia regiones o países como fue indicado más arriba.
Pero, en el caso de la administración bolivariana debe resaltarse su clara
línea antiestadounidense y de manera específica esto se ha concretado, entre
otros elementos, en la oposición casi permanente que tuvo el Presidente HC a la Asociación de Libre comercio de las Américas o ALCA y cuyas
acciones de desarrollo cesaron después de la Cumbre de las Américas en Mar del
Plata en el año 2005[102].
Esa línea de
desempeño antiestadounidense[103]
de parte de la administración bolivariana en los tiempos de HC y de su continuador NM, ha sido de los elementos más
evidenciables en los cometidos internacionales de aquella administración. La
negativa a aceptar ayuda de EE.UU. a finales de 1999 durante la tragedia de
Vargas por consecuencias colaterales, la sospecha –de parte de la
administración bolivariana- de gestiones político militares de parte de EE.UU.
en el intento de golpe de Estado del año 2002, referencias –también de parte de
la misma administración- de apoyos económicos hacia ONG´s vinculadas a
actividades de oposición política, apoyo a grupos políticos participantes en
los sucesos políticos durante los primeros meses de 2014 y durante 2017, forman
parte del grupo de elementos siempre acotados por la administración en cuestión
para señalar parte de los fundamentos de su línea antiestadounidense o aspectos
que podrían relacionarse.
De esos últimos
sucesos referidos, derivaron actuaciones por parte de organismos militares y
policiales de Venezuela en la línea de represión y sobre todo de violación de
derechos humanos, en la interpretación de EEUU, y que motivaron en un contexto
acicateado además por la detención de líderes políticos como Leopoldo López y
Antonio Ledezma –entre otros- durante 2014[104]y
2015[105],
respectivamente, la declaratoria, a inicios de este último año, en cuanto al
carácter de amenaza para los EE.UU.
como base de las sanciones tomadas contra funcionarios o exfuncionarios, en
cuanto a eliminación de visas y congelamiento de activos. Debe señalarse que
esta circunstancia, fue tomada por la administración bolivariana como elemento
de lucha política para ser llevada a la VII Cumbre de las Américas (10 y 11 de
abril 2015)[106],
teniendo como recuerdo la gran victoria en cuanto al muerte del ALCA de parte del presidente HC en la Cumbre de Mar de Planta, según
la interpretación de esta administración.
Buscó la administración del
presidente NM convertir el llamado
decreto de la presidencia Obama, en el problema político fundamental de la
nación venezolana. Incluso, aunque alejado de la realidad, intentó presentar el
problema y la recolección de firmas en contra del decreto como un aglutinante
de fuerzas políticas que se opondrían a agresiones hacia la nación. Todo esto,
con el sentido político claro de desviar la atención de los agudos problemas
económicos y sociales que presentaba -definidamente en 2015, aunque desde años
atrás- la nación venezolana (escasez, desinversión, desempleo y aumento de la
pobreza entre otros tantos)[107].
No logró Venezuela que todos los países estuviesen con el tono de su reclamo.
Hubo los incondicionales, cuyo matiz es el tono antiimperialista,
anticapitalista y antiestadounidense o
los que sin tener este último profesan algo similar; los intermedios que, no
teniendo nada de esto último le declararon su apoyo a Venezuela y los que,
definidamente, no apoyaron los intereses de Venezuela.
OBSERVACIÓN FINAL
A través de este trabajo hemos
resaltado como la administración bolivariana, a pesar de tener contenido en
documentos y planes un conjunto de propuestas –discutibles o no- sobre la
política comercial y las opciones de la inserción internacional, no ha usado ni
aplicado las mismas para brindarle fortaleza a la economía en términos de
dinámica sectorial y desarrollo de la competitividad. En particular, en el
campo de la integración con expresiones
altisonantes y con actitudes asimétricas de ayuda a países débiles de la región,
pero de identificación política, ha desatendido proyectos o iniciado otros sin
la preparación técnica y sectorial adecuada (caso Mercosur, de resultados poco tangibles o exitosos), repitiendo
ideas poco efectivas en el campo del comercio, donde varias naciones
latinoamericanas son bastante pragmáticas. En el campo de la integración, también, la experiencia de ALBA ha sido estructuralmente asimétrica, con beneficios no
tangibles para Venezuela y con un futuro ahora más complicado.
En el ámbito de las exportaciones no tradicionales, la administración ha desmantelado
experiencias y mecanismos que se habían implementado previamente y no se ha
construido una fuerte infraestructura de apoyo a las mismas, ni de consenso con
los agentes privados; peor aún, otras áreas de importancia para estas últimas,
como la cambiaria, han generado más problemas que soluciones, dados resultados
paradójicos de dolarización informal.
Se pasó a dormir así bajo la cómoda
sombra del rentismo, que la administración en cuestión “descubrió”
a inicios de 2016, según está registrado en distintos momentos de cambios de
políticas o de elaboración de nuevos planes, a pesar de ser este un problema
estructural de la economía venezolana y de dilatada presencia.
Por otra parte, la política de contactos internacionales directos, ha estado desde sus inicios
altamente politizada y la construcción de una nueva geopolítica ha pasado así a permitir observar un desempeño basado
en ingenuidades y mundos irreales o en el desarrollo de nuevos vínculos que,
como en el caso con China, Rusia, Irán o Turquía, no se distancian de los intereses
económicos y creación de ataduras que tanto criticó el presidente HC y ahora NM. Se han presentado beneficios y conveniencias para estas
naciones en sus relaciones ahora ampliadas con Venezuela. A pesar de las
emergencias, habrá que evaluar detenidamente las ventajas para la nación
venezolana según tiempos más distendidos.
Hay en el trabajo, otros países y
problemas de política comercial y de
inserción abordados en el mismo, cuando se consideró pertinente.
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
[1] Un
análisis de interés sobre las relaciones entre la Constitución de 1999 y la
economía internacional puede verse en: Daly, Carlos E. La Economía
Internacional de Venezuela según la Constitución de 1999. lunes, 9 de marzo de 2015. http://masterecointerucv.blogspot.com/2015/03/la-economia-internacional-de-venezuela_9.html.
[4] Diversos
documentos de tal institución así lo registran en los últimos años. Como se
destacará más adelante, para diciembre 2019 se estimó quedaban alrededor de 2.600
establecimientos, de los más de 13.000 que existían hace varios lustros.
[5] Para el
interés de reflexión de este trabajo, puede afirmarse que un tiempo intermedio
de balance, así como de creación de nuevos retos de la integración en la
región, fueron los finales de los ochenta e inicios de los noventa del siglo
XX. Puede verse Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/33864296/C._LA_DIN%C3%81MICA_INTERNACIONAL_DE_LA_INTEGRACION_Y_LOS_BLOQUES_ECON%C3%93MICOS._PERFILES_PARA_VENEZUELA_1990._Eduardo_Ortiz_Ram%C3%ADrez.
[6] Dentro
de los elementos asociados a la integraciones exitosas se estima que: a) deben
ser llevadas a cabo por equipos; ni
es una experta o experto, ni un ministro el determinante; b) sistemáticamente
deben realizarse estudios sectoriales
y/o regionales en vez de dejarse atrapar por la palabra fácil o entusiasta;
c) hay que entusiasmar a la población por proyectos determinados; esto es,
convertir a la integración en un objetivo
nacional.
[7]Algunos
registros de INTAL lo destacan: “EL CONTAGIO COMERCIAL DEL COVID-19 IMPACTÓ
DIRECTAMENTE EN LAS EXPORTACIONES DE ALC EN ABRIL. En varios países de la
región las ventas externas muestran fuertes contracciones que llevan al
promedio de ALC a una caída de alrededor del 30% interanual”; “Las
exportaciones automotrices de Argentina, Brasil y México cayeron alrededor del
30% en el primer cuatrimestre del año”. BID/INTAL 5 de junio #5. Impacto del COVID-19 en el comercio
exterior, las inversiones y la integración en América Latina y el Caribe. http://conexionintal.iadb.org/descargas/index.php?file=Newsletter%20INTAL%20Comercio%20y%20COVID-19%20Num5&origen=email_int.
[8] Puede verse ANNE O. KRUEGER, The Rich World’s Pandemic Imperative,
May 22, 2020.
https://www.project-syndicate.org/commentary/advanced-economies-coordinate-financial-and-health-assistance-by-anne-krueger-2020-05. Dada
la acumulación de agudos problemas económicos y sociales, junto a la evolución
de los precios del petróleo para tiempo reciente, se hace fundamental recurrir
al financiamiento externo en sus distintas formas. Con la opción de las remesas
afectadas y algo nuevas para la nación y, sin desarrollo de exportaciones no
tradicionales alternativas al petróleo, como se verá más adelante, el cuadro es
para merecida preocupación. Elementos de interés relacionados pueden verse en:
Daniel Barráez and Ana María
Chirinos-Leañez, UNDP LAC C19 PDS No. 3, The
economic impact of COVID-19 on Venezuela: the urgency of external financing.
Centre for Human Development,
Multidimensional Progress and SDG UNDP | Venezuela Country Office March 2020.
[9]
Ilustraciones para algunos períodos pueden verse en GERMAN A. DE LA REZA. Creación y desviación de comercio en el
regionalismo latinoamericano: nuevos argumentos de un viejo debate. Revista
Comercio Exterior. Julio 2005. México.
[10] Puede
verse ESTIMACIONES DE LAS TENDENCIAS
COMERCIALES AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. EDICIÓN 2018 Actualización 1T
Coordinado por Paolo Giordano. Sector de
Integración y Comercio. Vicepresidencia de Sectores y Conocimiento. Banco
Interamericano de Desarrollo.
[11] Aun con
las consideraciones sobre comparaciones entre periodos esta afirmación de un
informe del BID reúne elementos de importancia al respecto: “Un mercado
regional integrado es un activo
estratégico para la
diversificación del comercio, tanto de mercancías como de servicios. Aun
sin considerar la reciente retracción
coyuntural de los
intercambios debida a
la desaceleración, y
en algunos casos recesión, de las
economías de la región, el crecimiento de la participación de los flujos
interregionales en el total se ha detenido. Esta menor intensidad del comercio
regional se debe no solamente a los progresos limitados del comercio intrazona
en los principales esquemas de integración, sino también al bajo crecimiento de
los flujos entre los bloques. Además, el impacto significativo de la
contracción de los precios de los productos básicos sobre el valor de algunos
flujos comerciales intrarregionales indica la necesidad de impulsar la
integración productiva y el desarrollo de cadenas regionales de valor en los
sectores de manufacturas industriales y basadas en recursos naturales” BID Monitor de Comercio e integración 2019,
CUESTA ARRIBA. AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE FRENTE A LA DESACELERACIÓN DEL
COMERCIO MUNDIAL. Noviembre 2019.
[12] Ver Los futuros del MERCOSUR: nuevos rumbos de
la integración regional / Instituto para la Integración de América Latina y
el Caribe. p. cm. — (Nota técnica del BID; 1263)- Marzo 2017.
[13]
Venezuela solicitó en junio de 2001 su ingreso a MERCOSUR y ello fue materializado
en 2012 en el contexto de una coyuntura política vivida por Paraguay.
[14] Estas
asimetrías y compensación remiten al hecho de que en Comunidad Andina siempre se exigió o hubo tratamientos
diferenciados para Ecuador y Bolivia y, en el caso de Mercosur, para Uruguay y Paraguay, según puntos a negociar o
políticas a ejecutar (Sobre este último proceso de integración puede verse José
Manuel Quijano, El MERCOSUR en tiempos
de cólera, Rev. AMERICA LATINA en
movimiento, Nro. 511 Marzo 2016).
[15] Debe señalarse
que, Venezuela, en el contexto de la administración iniciada en 1999, en
algunas ocasiones ha planteado y ejecutado posiciones totalmente diferentes.
Así, el Presidente Hugo Chávez, en
el caso del Acuerdo Energético de Caracas -que se le fijó como fin suministrar
petróleo en condiciones bastante favorables a los países de Centroamérica y el
Caribe-, marcó distancia, en su discurso del 19 de octubre de 2000 -al momento
de la firma del mismo-, con aquellos que exigían algún tipo de ataduras para
compra de insumos y materiales por parte de las naciones beneficiarias. Esta posición, aparentemente entendible en
aquel momento, termina convirtiéndose en la administración bolivariana en una
especie de populismo internacional
que, como se verá en este trabajo persiste -e independientemente de que se den
cambios en grados- aunque la situación del país haya cambiado.
[17] Los países miembros del ALBA son: la
República Bolivariana de Venezuela, la República de Cuba, la República de
Bolivia, la República de Nicaragua y la Mancomunidad de Dominica, la República
de Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda (ver Portal ALBA).
Como después se señalará, en 2018 se retiró Ecuador y en 2019 Bolivia. Puede
verse Unai Vázquez Puente. La Alianza
Bolivariana por los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los
Pueblos (ALBA-TCP). Nuevo Paradigma en la era de la globalización. Más allá de
la integración económica. En: Alexander Ugalde Zubiri (Coordinador), América Latina en la turbulencia global:
Oportunidades, amenazas y desafíos. Servicio Editorial de la Universidad
del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitateko Argitalpen Zerbitzua. 2013.
[18] Como
los casos del Grupo de los Tres (México,
Colombia y Venezuela) y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
[19] La
solicitud formal se hizo mediante la suscripción del protocolo de adhesión el 4
de julio de 2006, en una cumbre realizada en Caracas. Esto, junto a otras
implicaciones y secuencias legales puede verse en Eduardo Porcarelli, Venezuela como miembro pleno del Mercado
Común del Sur: implicaciones económicas y sociolaborales. ILDIS, octubre
2013.
[20] Este
tipo de expresiones fueron resaltadas en las intervenciones del Presidente
Chávez en la Cumbre de la Comunidad Andina
realizada en la ciudad de Valencia entre el 21 y 24 de junio de 2001 (pero han
sido frecuentes durante toda la administración bolivariana) y donde, este
último, entregó la conducción del Consejo Presidencial Andino, la cual llegaba
hasta esa fecha. Dada la valoración que el gobierno iniciado en 1999 le ha dado
a la integración latinoamericana debe señalarse que la gestión del Presidente
Chávez al frente de tal Consejo registró pocos éxitos. En la reunión finalizada
por la comunidad andina el 30/01/02 en Santa Cruz Bolivia, el presidente Chávez
expresó ideas que pueden destacarse y que en su momento comentamos: “El
Presidente Chávez no dijo absolutamente nada nuevo. Ni en sentido general, ni
en sentido específico, a lo que han sido sus participaciones en la CA.
Su interés, sigue siendo, realmente, enjuiciar al capitalismo. Este interés de
su parte, que en el lenguaje de estos encuentros termina expresándose como
integración política o futuro político de la integración, será atendido por una
reunión presidencial en un día del mes de mayo del año en curso. O los
Presidentes Andinos están mamando gallo -usando la expresión criolla-, cosa que
seguramente no es, o esa reunión va ser un saludo a cualquier bandera, pues el
presidente Chávez dijo, nada más y nada menos que esto: “estos
mecanismos de integración, como el nuestro, fueron elaborados (…) con patrones
o con ideas enmarcadas en el concepto del capitalismo neoliberal que tanto daño
le ha hecho a este continente. Preguntamos desde Venezuela: ¿Es con ese modelo
económico que nosotros vamos a lograr una integración plena de nuestra región,
es con ese modelo económico excluyente de las mayorías, excluyente de los
campesinos, excluyente de los indígenas, excluyente de las juventudes que le
niega los derechos humanos fundamentales a las mayorías, la educación, la
salud, la tierra, la vida misma, es con ese modelo salvaje que nosotros vamos a
integrar nuestro continente como lo necesitamos? No, desde Venezuela decimos
no, creemos que no es por ahí el camino.” Y pensar que, el mismo
Presidente Chávez y su gobierno, son los que, disparatadamente, han planteado,
desde que se iniciaron, ingresar al MERCOSUR“ (Eduardo Ortiz Ramírez, La mano andina; 1 de febrero de 2002; https://www.analitica.com/economia/la-mano-andina/)
[21] Puede,
sin embargo, resumirse un conjunto de elementos que, además de los señalados y
otros que serán referidos más adelante, permitan ilustraciones adicionales
sobre lo que ha sido la posición de la administración bolivariana en cuanto a
integración económica: “El Gobierno
encabezado por el presidente Hugo Chávez ha considerado a la integración
económica y comercial como un tema especial. La integración para el gobierno de
Venezuela no se limita a plantear una alianza comercial, sino por el contrario,
se entiende a la integración como algo global que se conecta con dos de los
elementos básicos de la política que está ejecutando Caracas. Se trata de que a
mediano plazo, esa integración esté fundamentada en bases no capitalistas, en
el ejercicio de una democracia participativa, en la promoción de una economía
que combine la propiedad estatal con propiedades sociales y cooperativas, y en
la regulación y disminución de las inversiones extranjeras directas privadas.
Es decir, el planteamiento venezolano es anti-capitalista y
anti-estadounidense; por lo tanto, la integración para Venezuela escapa al
modelo que se define en la OMC y que bajo el concepto de regionalismo abierto
se ha venido planteando en América Latina y el Caribe.” (Carlos Romero y
Claudia Curiel, VENEZUELA: POLÍTICA EXTERIOR Y RENTISMO. Cuadernos PROLAM/USP,
Año 8 — Vol. 1 — 2009 p. 39-61).
[22] Es
impresionante como todavía en años más recientes, como 2016, Theotonio dos
Santos hace afirmaciones en tal sentido (ver Entrevista a Theotonio dos Santos,
http://masterecointerucv.blogspot.com/2016/03/entrevista-theotonio-dos-santos.html).
[23] La
profusión de ALC entre los países de América Latina, o entre miembros de esta
con países fuera de la región (entre
enero 2013 y octubre 2014 se pusieron en vigor, se encontraban para la firma o
en negociaciones 8 acuerdos intrarregionales y 22 extraregionales), debe
relacionarse con el estancamiento que han tenido las negociaciones comerciales
multilaterales de la Ronda Doha iniciada desde 2001, el abandono de proyectos
como ALCA en América -y que era liderado por los EE.UU.- y el mismo surgimiento
de los llamados Mega acuerdos y que
abarcan el Atlántico con EE.UU. y la Unión Europea o el Pacífico con un número
considerable de países vinculados al área, donde se encuentran algunos
latinoamericanos (Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, EE.UU., Japón
-recientemente incorporado-, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y
Vietnam), (Puede verse Monitor de Comercio e Integración 2014. Vientos
Adversos. Políticas para relanzar el comercio en la post-crisis. Paolo
Giordano Coordinador. Octubre 2014 BID).Como es conocido, EE.UU: se retiró del
Acuerdo Transpacífico (firmado en 2016 por 12 países) en tiempo reciente durante la administración
Trump https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38723381
23 de enero de 2017.
[24] Un
resumen en este sentido: “…la estructura exportadora no ha cambiado en treinta
años de reformas y los tipos de cambio se desplomaron a pesar de las
reservas. Para lo que han servido las reformas en Suramérica ha sido para
el traspaso de propiedad y el aumento de volúmenes, pero no para un cambio en
la estructura productiva que venía afectada por la depresión –metafóricamente
referida como la década perdida– de los años 80. En Centroamérica sí hubo
un cambio con la industria maquiladora y dejaron de ser “repúblicas bananeras”,
lo que hace que sean más resistentes a las depresiones de materias primas pero
no han regresado a la dinámica de la era del Mercado Común
Centroamericano. La costa pacífica de América del Sur sigue altamente
dependiente de materias primas mientras la costa atlántica continúa con su
industrialización de baja intensidad y el Caribe se divide entre petroleros y
no petroleros” (Oscar Ugarteche y Tesalia Valencia, ¿Cómo va el mundo al 2016?,
Rev. AMERICA LATINA en movimiento, Nro.
511 Marzo 2016).
[25] Como se
señala en este trabajo, Venezuela se retira formalmente de la Comunidad Andina de Naciones en 2011 y
se incorpora a Mercosur en 2012. De
resto se encuentran los países y el proyecto del Alba con los arreglos comerciales desarrollados allí y el conjunto
de relaciones y entendimientos comerciales y de inversión con países como Irán
o China (y más recientemente Turquía), pero que no han implicado procesos de
negociación de los que tradicionalmente se ejecutan para firmar un ALC. Puede
indicarse que de los Acuerdos o Proyectos que entre enero 2013 y octubre 2014
se pusieron en vigor, se encontraban para la firma o en negociaciones
(iniciadas antes de 2013) en América Latina 8 acuerdos son intrarregionales y 22
extraregionales, según se indicó más arriba. En estos Acuerdos o proyectos sin
embargo Venezuela solo figura en 1, puesto en vigor con Perú el 1/8/13 y, en lo
que concierne a Mercosur –dada su membresía en este Acuerdo-, solo se registran
las negociaciones con la Unión Europea las cuales, por lo demás, se desarrollan
desde el año 2000. Adicionalmente debe señalarse que “… en julio de 2014 los países
integrantes del MERCOSUR (excepto Venezuela), consensuan una oferta conjunta
para un Acuerdo de Asociación Birregional con la UE, luego de un largo proceso
de reuniones técnicas” (BID octubre
2014, Idem).
[26]Ver Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/38519440/EL_SOCIALISMO_TARD%C3%8DO_Y_JUSTICIERO_DE_L%C3%93PEZ_OBRADOR._09_de_marzo_de_2019.
Entre el 8 y 9 de julio estuvo en EEUU AMLO y se reunió con el presidente de
EEUU a razón de entrar en vigencia el T-MEC el 1 de julio 2020, sustituto del
TLCAN, ajustado en área automotriz, farmacéutica y derechos laborales (todavía
con cosas no totalmente precisadas para las ejecutorias). Algunos críticos
vaticinan el uso que Trump políticamente le dará a esa visita y otros hicieron
observaciones sobre que el primer viaje de AMLO haya sido a EEUU; no hablaron
nada del polémico tema de la construcción del muro en la frontera. "Usted
no nos ha tratado como colonia, al contrario ha honrado nuestra condición de
nación independiente. Por eso, estoy aquí. Para expresar al pueblo de EE.UU.
que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y
respeto", AMLO a Trump en los
jardines de la Casa Blanca. "Son gente trabajadora, son gente increíble,
son un gran porcentaje de los propietarios de los negocios. Tienen mucho
éxito", Trump sobre los mexicanos (https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-53330599
8 de julio 2020).
[27]Carlos
Daly Gimón El Brexit ante la Unión Europea en noviembre
de 2018. viernes, 23 de noviembre de 2018. http://masterecointerucv.blogspot.com/2018/11/el-brexit-ante-la-union-europea-en.html.
Ya en enero 2020 se dio el retiro
formal de la UE por parte de Inglaterra, https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51266219
31 enero 2020.
[28] Es
conocido que en varios países latinoamericanos, incluida Venezuela, se dio una
relativamente numerosa inmigración europea.
[29] Ni
cuba, ni Bolivia, ni Nicaragua, ni mucho menos Venezuela son éxitos. Tampoco
las innumerables experiencias armadas, que buscaron imitar el particular caso
cubano y que terminaron en cosas algo distintas a sus inspiraciones iniciales,
en su sentido y actividades abarcadas.
[30]
Eduardo Ortiz Ramírez
[34]
https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/prosur-envivo-presidentes-sudamerica-reunen-chile-sepultar-unasur-foro-progreso-online-endirecto-video-fotos-noticia-619159
[35]
Puede verse también https://www.voanoticias.com/a/lideres-sudamericanos-se-reunen-en-chile-para-la-creacion-de-prosur/4840959.html
[37] Este
planteamiento atañe a acuerdos de libre comercio formales, como los que se han
señalado con participación venezolana. En el caso de Centroamérica y Caribe
deben destacarse ciertos acuerdos firmados en la segunda administración de CAP
(1989/1993), donde se difundió la idea de la reciprocidad asimétrica (grosso
modo las acciones de concesión no tenían por qué originar una respuesta igual).
En ese contexto, entre otros, debe destacarse el acuerdo firmado entre
Venezuela y Caricom a inicios de los noventa (puede verse Acuerdo sobre
Comercio e Inversiones entre el Gobierno de la República de Venezuela y la
Comunidad del Caribe /CARICOM http://www.sice.oas.org/Trade/carvens.asp).
Debe de todas maneras señalarse que tales naciones no han tenido mayores
impulsos y magnitudes en sus relaciones comerciales con Venezuela. Tanto en
esos tiempos como en la administración bolivariana, no debe dejarse de señalar
la dimensión política que se le ha dado a tales países a la hora de Venezuela
haber querido determinados apoyos en organismos y procesos internacionales.
[38] De 13
mil empresas que había, hace veinte años, apenas quedan 2.600 en estos
momentos. Noviembre 14 2019. https://www.conindustria.org/?p=5593.
Debe observarse que este señalamiento es anterior a la pandemia y la cuarentena
iniciada a mediados de marzo. Sobre efectos de este contexto puede verse:
Eduardo Ortiz Ramírez,
[39] Si bien
entre un año y otro pueden presentarse ajustes en los informes esto no afecta
la tendencia general. Algunos de los
determinantes de este panorama que destaca CEPAL en el Balance…2019 indican que: “…todos ellos han enfrentado los efectos
adversos de la desaceleración global (disminución del comercio mundial y de los
precios de productos básicos), a lo que en algunos casos se agregan condiciones
internas desfavorables”; para 2019 en particular se señala que:” En 2019, las exportaciones de la región se
contraen un 2,3%. La disminución de los precios de los productos básicos… …se ha traducido en menores precios de las exportaciones
para la gran mayoría de los países de la región que son exportadores netos de
este tipo de productos (-2,8%)…. Los más afectados han sido los países
exportadores de hidrocarburos y de productos mineros, cuyos precios de
exportación se han reducido un 7% y un 5%, respectivamente, mientras que los
exportadores de productos agroindustriales enfrentan una caída del 3% de dichos
precios” (CEPAL, Balance preliminar…2019).
[40] Ideas
adicionales sobre México y países cercanos son destacadas para 2019 en el
informe de CEPAL: “…México y la mayoría de los países de Centroamérica han
mostrado un mejor desempeño en términos de cantidad exportada, con incrementos
del 5% y el 1%, respectivamente, en 2019. Las exportaciones de este segundo
grupo de países están más vinculadas al mercado estadounidense, que se ha
mantenido dinámico, a la vez que las tensiones comerciales entre los Estados
Unidos y China han provocado un desvío del comercio, lo que ha creado nuevas
oportunidades para esta subregión” (CEPAL, Balance
preliminar…2019).
[41] Ver
CEPAL, Balance preliminar de las
economías de América Latina y el Caribe. Santiago diciembre 2019.
[42] Una
perspectiva para un panorama alternativo la representan para algunos, las
llamadas Cadenas Globales de Valor que, aunque pueden abarcar variados rubros,
se les observa más hacia el lado de las manufacturas. Consisten las mismas en
el conjunto de vínculos productivos que se han observado internacionalmente en
el contexto de la fragmentación de la producción a nivel internacional. Es
conocido, sin embargo, que, en América Latina, solo países como México, Brasil
o Costa rica –aunque en menor escala- han transitado aprovechando desarrollos
de su industria en bienes de alto contenido tecnológico. Por lo demás, los
registros denotan variados y a veces significativos pesos de los factores
extranjeros en los casos de exportaciones vinculadas a estas Cadenas Globales
de Valor. En un volumen del BID de interés (Fabricas Sincronizadas: América Latina y el Caribe en la Era de las
Cadenas Globales de Valor. Juan S. Blyde Coordinador. BID 2014) se destacan elementos como los
siguientes: “Para las empresas en los países en vías de desarrollo, la
fragmentación internacional de la producción ofrece oportunidades de participar
en actividades que en el pasado estaban prácticamente por fuera de su alcance.
De no existir las redes internacionales de producción, las economías emergentes
tendrían que desarrollar procesos completos de producción para convertirse en
competidores eficientes en los mercados mundiales. Sin embargo, la inserción en
las cadenas globales de producción permite a los países en vías de desarrollo participar
bien sea en una sola o en varias de las fases que intervienen en la producción
de los bienes finales. Esto les brinda nuevas oportunidades para diversificar
el comercio y la producción, un aspecto de gran importancia para América Latina
y el Caribe (ALC), cuya base exportadora se encuentra sumamente concentrada en
unas pocas industrias, sobre todo en sectores intensivos en recursos naturales.
Además de abrir nuevos mercados de destino, las cadenas globales de valor
también pueden abrir las puertas a nuevos conocimientos y tecnologías. La
participación en las cadenas globales de producción suele asociarse con un
aprendizaje acelerado, la transferencia de tecnologías y la difusión de
conocimientos” (pág. XV).
[43]
Ilustraciones pueden encontrarse en BID Monitor
de Comercio e integración 2019, CUESTA ARRIBA. AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
FRENTE A LA DESACELERACIÓN DEL COMERCIO MUNDIAL. Noviembre 2019.
[44]En el Programa económico de transición 1999-2000
se señala, como uno de los objetivos específicos: “Fortalecer el proceso de
diversificación de las exportaciones no petroleras”. También, en el ámbito
fiscal del mismo programa, cuando se hace referencia a las acciones específicas
para el ajuste fiscal se anota: “Incentivos que estimulen la inversión,
producción y exportación”, (Cordiplan,
1999). En el discurso dado por el Presidente HC el 2-2-00, se hizo referencia a las exportaciones, nuevamente de
manera muy escueta, en el sentido de que se incentivarían y se promoverían las
exportaciones. Debe señalarse, de todas maneras, que ya a finales del primer
semestre de 2000, el Banco de Comercio Exterior anunció la implementación de
mecanismos como reducciones de puntos en la tasa de interés buscando apuntalar
el financiamiento a las exportaciones dentro de los mecanismos aceptados (El
Nacional, 11-6-00). Aun con ello, CONINDUSTRIA señaló, a finales de 2001, la
necesidad de “Implementar una política agresiva de promoción de las
exportaciones no tradicionales” (CONINDUSTRIA. A la opinión pública. El Nacional. Caracas, 11 de noviembre,
p. E/3. 2001).
[45] En enero del año 2000, el ejecutivo, en
la persona del Ministro de Producción y Comercio, J. J. Montilla, planteó la
posibilidad de que se procediese a la cancelación de la deuda con los
exportadores que por este concepto se arrastraba desde hacía un año (El Globo, 12-1-00; p. 2). El Ministro
de Finanzas (1999-2001) José Rojas, por su parte, a finales del mismo mes
informó que se tenía disponibilidad de 80.000 millones de bolívares en
Certificados de Reintegro Tributario (CERTS) para atender las deudas referidas
(El Universal, 29-1-00). Por su
lado, el Presidente HC, en su
discurso del 2-2-00 hizo referencia al mecanismo señalado, ratificando lo
anterior y como único punto específico sobre el tema de las exportaciones.
También, a inicios de junio de 2000 convocó a un acto con los empresarios, para
la cancelación del mismo.
[46] Puede ilustrarse el caso de Chile, que ha
usado dos sistemas de reintegro: el regular (idéntico al que se planteaba en
Venezuela) y el simplificado que representaba una especie de subsidio (dados
los acuerdos vigentes en la OMC debían
ser eliminados a finales de 2002). Para un año como 1994, se sabe que Chile
destinó unos 150 millones de dólares por concepto del segundo mecanismo (13% de
las exportaciones y 70% del total de productos) y 26 millones por el primero
como estímulos a las exportaciones (Manuel Agosín. Comercio y crecimiento en
Chile. Revista de la Cepal. Agosto.
Chile, 1999).
[47] A pesar
de los datos señalados para años recientes, la jefa de la comisión presidencial
de Economía Productiva para la Exportación y ministra de Comercio, Isabel
Delgado, afirmó que las ventas externas no petroleras estaban creciendo a un
ritmo de 10% mensual. Según señaló, para el momento de sus declaraciones, se habían
exportado aproximadamente $1.996 millones, entre septiembre de 2014 y abril de
2015; señalando también que, en diciembre de 2014, fueron asignadas 20
Licencias Especiales de Exportación y 33 estaban en proceso de aprobación así
como que se realizaban diligencias para la simplificación de trámites. Llama la
atención su planteamiento de una meta de 10.000 millones de dólares para este
tipo de exportaciones, aunque sin fijar fechas y a pesar de las evoluciones
anuales presentadas (ver www.elmundo.com.ve 2 de junio 2015). Con el mismo
entusiasmo y con la misma necesidad de tomar acciones que pudiesen influir
positivamente en el sector exportador no tradicional, el presidente de la
República, NM, ordenó el 15 de agosto de 2015 la creación de una
taquilla única de exportación en el Puerto de La Guaira y el Aeropuerto de
Maiquetía, la cual permitiría agilizar la venta de los productos hechos en
Venezuela en los mercados internacionales (el Presidente NM lo
comunicó en un encuentro con grupos comunales). Los productos despachados por esta vía deberán cumplir con
los requisitos que serán establecidos por el ministerio de Economía y Finanzas,
desde donde se establecería el destino de cada rubro (ver www.elmundo.com.ve 15
de agosto de 2015). En términos efectivos para el último trimestre de
2015, el Presidente de Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX), Ramón Goyo, señaló que las exportaciones
no petroleras seguían estancadas por la implementación de licencias
especiales de exportación en agosto de 2014 y por la caída de la
producción nacional por la falta de materias primas e insumos,
considerando –además- que las exportaciones no petroleras no superarían los
$3.000 millones en 2015 (ver www.elestimulo.com 20 octubre 2015). En general AVEX en años recientes ha venido
insistiendo en la preocupante disminución de las exportaciones no
tradicionales y ya en 2020 con el agudo
escenario de desindustrialización. En cifras, en palabras de su presidente, AVEX ubica un total de exportaciones no
tradicionales de alrededor de 1.400 millones de $ para 2019 lo cual grafica la
evolución del sector (https://youtu.be/4ZnkgBrc_jE).
[48] Esto
brinda una perspectiva amplia de interconexión entre políticas comerciales y de
inversión. Sobre todo porque algunos autores le brindan una importancia
determinante a las políticas de inversión. En su opinión, el sólo aumento de la
tasa de inversión puede bastar para explicar el aumento de las exportaciones en
casos como Corea y Taiwán (Manuel Agosín. Comercio y crecimiento…Ídem).
[49]
Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/41389578/EL_A%C3%91O_2019._Venezuela_y_su_perspectiva_pol%C3%ADtica_Esperanzas_promesas_contradicciones_incertidumbres_._22_de_diciembre_2019.Eduardo_Ortiz_Ramirez;
también https://www.academia.edu/35405526/VENEZUELA._EL_A%C3%91O_2017_La_revoluci%C3%B3n_fracasada_y_la_pol%C3%ADtica_como_tragedia_.docx._11_de_diciembre_2017.
[50] Fue
alrededor de hace treinta años que se comenzaron a desarrollar precisiones de
interés sobre las líneas que habían venido trazando los flujos de comercio
internacional entre los países de mayor grado de industrialización. Algunas de
ellas atañen a que -contrariamente a lo que se preveía con la armazón teórica
disponible hasta ese momento en cuanto al comercio internacional-, países con
dotaciones de factores semejantes habían desarrollado flujos comerciales
significativos a lo interno de una industria: fue a esto a lo que se le pasó a
llamar comercio intraindustrial. El
planteamiento y las evidencias, que en parte dieron origen a la llamada Nueva
Teoría del Comercio Internacional, permitieron ubicar nuevos uso al viejo
concepto de economías de escala, en la medida en que el comercio de productos
diferenciados (de una misma industria) se registró asociado al aprovechamiento
de amplios mercados o de nutridos patrones de demanda. Este planteamiento
expresa la forma como en parte ha funcionado la integración en experiencias
como la de la antigua CEE, pero también se pueden encontrar expresiones en los
tiempos iniciales del Mercado Común Centroamericano (D. Appleyard; A. Field. Economía Internacional. Editorial McGraw-Hill. España. 857 pp.
1997; Aaron Tornell. ¿Es el libre comercio la mejor opción? El Trimestre Económico N° 211, julio‑septiembre. México. 1986).
[51] En el
caso de Chile, se estima que, a comienzo de los años setenta, ya contaba con
magnitudes importantes de ingenieros y gerentes formados en Universidades
públicas o beneficiarias de apoyos del Estado (Manuel Agosín. Comercio y
crecimiento…Ídem).
[52] Su
consumo por un agente no disminuye su valor para otro (bien no rival), y es
difícil impedir que otros participantes tengan acceso a ella (bien no
excluyente) (Manuel Agosín. Ídem).
[53]
Elementos de ellos para el contexto latinoamericano pueden verse en Carlo
Pietrobelli Roberta Rabellotti. (2005). Mejora
de la competitividad en clusters y cadenas productivas en América Latina. El
papel de las políticas. Banco Interamericano de Desarrollo. Serie de buenas
prácticas del Departamento de Desarrollo Sostenible. Número de referencia MSM-124.
Washington, D.C. Disponible en:https://publications.iadb.org/es/publicacion/15276/mejora-de-la-competitividad-en-clusters-y-cadenas-productivas-en-america-latina.
[54] Además
del trabajo del BID señalado más arriba, una apreciación global de interés puede
verse en Patrick
Low, G20 2016 Trade and Investment Agenda: The contribution of Global
Value Chains to an innovative, invigorated, interconnected and inclusive world
economy; http://www.ictsd.org/opinion/g20-2016-trade-and-investment-agenda-the-contribution-of-global-value-chains-to-an-0,
23 February 2016.
[55]
Puede verse Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/43280445/DIMENSIONES_DE_LA_DOLARIZACI%C3%93N_INFORMAL_VENEZOLANA._EDUARDO_ORTIZ_RAM%C3%8DREZ_7_de_junio_2020.
[56] Iguales consideraciones pueden
esgrimirse para el viaje iniciado el 12 de mayo de 2001, también de más de 20
días y cuyo punto inicial fue Rusia. Pero también sobre numerosísimos otros
viajes realizados por el presidente HC
y el presidente NM, según los casos. En el caso de este último, el cambio
de la situación económica y política del país, así como un escenario
internacional poco favorable a sus posiciones en años recientes, ha alterado
-relativamente- la continuidad de esta política.
[57] Algunos
de los asuntos tratados en este viaje, en lo que concierne a China, fueron
retomados en la visita que el Presidente de China -Jiamg Zemin- hizo a
Venezuela entre los días 15 y 17 de
abril de 2001 -y que fue el punto final de la visita oficial hecha a varios
países de América Latina-. Se firmaron 8 acuerdos y China se comprometió en la
construcción de un módulo para producir orimulsión (El Universal 16-4-01 y El
Globo 18-4-01). En 2014, otro presidente chino, en este caso Xi Jinping
volvió a visitar Venezuela y, aunque el contexto ya implicaba un endeudamiento
creciente con esta nación y la administración de NM tenía grandes expectativas, el financiamiento nuevo no fue tan
abundante o hubo una actitud más cautelosa, renovándose en tal sentido solo un
tramo del Fondo binacional por 4.000 millones de dólares. No se renovó, sin
embargo, otro mecanismo de financiamiento que se creó en el año 2010 con el
cual Venezuela habría recibido un
crédito por $20.000 millones a 10 años por el pago de 330.000 barriles diarios
(b/d) de petróleo (ver www.elmundo.com.ve 23-07-2014). Esta visita a Venezuela,
abarcó también a otros países de américa latina y la nación asiática ofreció
35.000 millones de dólares para financiar proyectos de la Celac,
abarcando un Fondo de 20 mil millones de dólares para el desarrollo de
infraestructura de la región y una línea de crédito de 15 mil millones para la
creación de un fondo de cooperación económica (ver www.rnv.gob.ve). Durante la
visita que el presidente NM hizo a partir del 4 de enero de 2015 a
Rusia, China y otros países -y que se referirá más abajo- y específicamente los
días 8 y 9 del mismo mes, se llevó a cabo en China la primera reunión
ministerial China-Celac abarcando a varios países latinoamericanos.
En esa ocasión el presidente de la
nación asiática, Xi Jinping, anunció que su país invertirá en una década
250.000 millones de dólares en Latinoamérica y que en ese plazo se duplicarán
los intercambios comerciales hasta llegar a los 500.000 millones de dólares (el
comercio bilateral entre China y la Celac pasó de alrededor de 12.000 millones
de dólares en 2000 a 275.000 millones de dólares en 2013) (ver CEPAL, Primer
Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y China.
Explorando espacios de cooperación en comercio e inversión. Enero 2015, pág.
25; www.albaciudad.org 09-01-2015).
[58]
Elementos de interés sobre la expansión China pueden verse en. Eduardo Ortiz
Ramírez: https://www.academia.edu/37701472/LOS_CHINOS_SE_APROPIAN_DEL_MENSAJE_A_LA_TRICONTINENTAL_._C%C3%B3mo_el_mundo_cambi%C3%B3_y_cre%C3%B3_cosas_contrarias._Noviembre_2018.
[59] “...son muchos los obstáculos que deben
salvarse para alcanzar relaciones económicas sostenibles. Antes (de la crisis
iniciada en 1997/EOR), las inversiones coreanas en América Latina fueron
´atraídas` por el boom económico y la integración regional del subcontinente, a
la vez que eran ´impulsadas` por los altos costos de producción coreanos, la
búsqueda de mercados y una estrategia corporativa enfatizada en la
globalización, pero ahora quedan pocos factores que las atraigan e impulsen.
Además, el pobre desarrollo de las relaciones no económicas entre Corea y
América Latina contribuye a que perdure una relación frágil. Igualmente, la
falta de un entendimiento cultural mutuo y el fin de la guerra fría
disminuyeron la propensión para la cohesión política. Las restricciones
comerciales por parte de América Latina, en combinación con la contraída
demanda asiática de bienes latinoamericanos y su escasez de recursos para
invertir, pudiera dirigir la atención de ambas regiones hacia otros socios
industrializados. Todo esto implica un desenlace negativo para las relaciones
económicas de Corea con Latinoamérica.”. (Won-Ho Kim ¿El fin de la luna de miel…Ídem). El mismo autor, ubica elementos
para actuar en sentido contrario a las tendencias que indica.
[60] Alberto
José Hurtado Briceño y Won-Ho Kim Capítulo
6 Análisis del patrón de comercio entre Corea del Sur y Venezuela, 2000-2017.
En Sadcidi Zerpa de Hurtado Alberto José Hurtado Briceño Won-Ho Kim, Editores, Corea del Sur–América Latina: Relación
comercial e inversión Universidad de Los Andes Grupo de Estudios Económicos
sobre Asia 2020.
[61]
Ídem.
[62]
Ídem.
[63] La
dimensión de interés en las relaciones geopolíticas de la administración
bolivariana, junto a la técnica de las visitas de contacto directo se volvió a
manifestar en la gira realizada por el ministro Marcos Torres, acompañado de
otros funcionarios venezolanos a inicios del mes de diciembre de 2014 y cuyo punto
inicial fue precisamente China, pasando luego a Irán y llegando el 9 del mismo
mes a Rusia, país con el cual también se tienen acuerdos en el área económica.
Los fines de esta misión y contacto fueron afianzar lazos de cooperación e
impulsar nuevos proyectos socioproductivos en Venezuela (ver www.elmundo.com.ve
09/12/2014). Esta visita fue seguida por una encabezada –con objetivos
similares- por el propio presidente NM
a partir del 4 de enero de 2015 y cuyo punto inicial fue Rusia pasando luego a
China y otros países (puede verse www.aporrea.org 07-01-2015). Además de los
determinantes señalados para las visitas a Rusia, debe señalarse la agudización
de la crisis económica venezolana ya avanzado 2015 con la correspondiente
intensificación de los problemas de flujos de caja, derivada de la baja en los
ingresos petroleros y la inefectiva utilización de los mismos para el periodo
de precios altos. Siendo este contexto uno de los determinantes de otra visita
a Rusia -durante el mes de mayo de este año señalado- por parte de varios
ministros así como la contraparte de visitas a Venezuela por parte de
funcionarios de la empresa petrolera rusa. El banco binacional pautado desde
meses anteriores (para un capital inicial de 4.000 millones de $) no había
alcanzado para mayo la capitalización de la parte venezolana, debiendo
señalarse que por el lado ruso habían continuado las participaciones para las
obras de la misión vivienda con -por ejemplo- alrededor de 7000 apartamentos de
los 23.000 programados en el Complejo Ciudad Tiuna, o en las programaciones de
varios bloques de la explotación de la faja petrolífera del Orinoco, en el
entendido de un contexto de inversiones acordadas en reuniones en Caracas en el
mes señalado de 2015, por un monto de 14.000 millones de dólares, para duplicar
la producción petrolera y de gas del caso (ver www.elmundo.com.ve 28/05/15; www.ultimasnoticias.com.ve
05/03/15; www.eluniversal.com 18/01/14; www.eluniversal.com 02/04/10). Por
razones semejantes o relacionadas con las indicadas y expresamente en búsqueda
de financiamiento, el presidente NM inicio otra gira por China y Vietnam a
finales de agosto e inicios de septiembre 2015. El presidente NM suscribió ocho acuerdos bilaterales (fábrica de
camiones e instalación de empresa de telecomunicaciones, entre ellos). En
su gira por Asia el presidente anunció un nuevo préstamo de China por 5
millardos de dólares para elevar la producción petrolera, y ocho nuevos
acuerdos bilaterales para el desarrollo agroindustrial, tecnológico y petrolero.
Debe destacarse que el gobierno venezolano ha recibido más de 40 millardos de
dólares de financiamiento externo a través del fondo chino y ha ido cancelando
tal financiamiento con petróleo. En tal sentido, para el momento de esta
visita, Venezuela ya estaba enviando un
poco más de 700.000 barriles diarios de crudo a tal nación (www.el-nacional.com
020915).
[64] En la
misma ocasión del viaje a China de inicios de 2015, el ministro de educación,
Héctor Rodríguez, miembro de la comitiva, mencionó la obtención de un
financiamiento de China por 800 millones de $ a los fines de dotar de equipos y
tecnología a la escuelas, estimándose que en los próximos 10 años se
construirían las primeras 1500 escuelas, señalando también que “Nos hemos
reunido con las principales empresas chinas en esta materia (tecnológica),
ellas han presentado las distintas propuestas de dotación y además han puesto a
la orden la dotación de las primeras 24 escuelas totalmente gratuitas para que
probemos los modelos que plantean y veamos por cuáles de ellos optamos” (ver www.elestimulo.com
09-01-2015).
[65] El
sábado 29 de agosto de 2015 en un acto público para realizar la entrega de
vehículos y autobuses como parte de la Misión Transporte 2015 –y a momentos de
iniciar el viaje a China y Vietnam de finales de agosto y comienzos de
septiembre ya señalado-, el presidente NM
hizo entrega de 400 taxis como parte de los 20.000 referidos. El presidente
expresó que entregaban 400 taxis de los 20 mil previstos a entregar en el año
2015, los cuales se asignarían mediante entregas masivas a conductores en todo el
país, para reforzar la flota a nivel
nacional (www.aporrea.org 29 agosto 2015). De la misma manera, en un acto celebrado
en el Poliedro de Caracas, el presidente NM
hizo entrega de 4 mil 600 unidades para taxis a transportistas de varias
regiones el país, como parte de la Misión Transporte (ver www.lapatilla.com 7
de noviembre 2015).
[66] Al
respecto puede verse Slipak, Ariel
M. EL ASCENSO DE LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA COMO GRAN POTENCIA: UN
DESAFÍO PARA EL PENSAMIENTO CRÍTICO LATINOAMERICANO. https://www.academia.edu/14415181/El_ascenso_de_la_Rep%C3%BAblica_Popular_de_China_como_gran_potencia_un_desaf%C3%ADo_para_el_pensamiento_cr%C3%ADtico_latnoamericano.
2015.
[67] Crisis
en Venezuela: qué intereses tiene China en el país latinoamericano (y por qué
tiene tanto que perder). https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47221713.
14 febrero 2019. Un punto de vista que abarca algunos de estos elementos en
base a la construcción de etapas de la relación entre los dos países puede
verse en Las relaciones Venezuela-China (2000-2018): entre la cooperación y
la dependencia, Carlos H. Brandt S. y Carlos Eduardo Piña; FRIEDRICH EBERT
STIFTUNG VENEZUELA. “El análisis de la
composición económica de la relación, en términos de comercio, inversión
directa, financiamiento y proyectos de infraestructura, ha permitido
identificar una serie de etapas por las que ha pasado la misma, a saber: 1)
Etapa de conformación y configuración de la relación (2000-2007); 2) Etapa de
auge, consolidación y desarrollo de la relación (2007-2015) y; una tercera
etapa de reconfiguración de la relación (2015-2019). La primera puede
entenderse como un período de acercamiento entre ambos países; mientras, la
segunda obedece a un esquema avanzado de cooperación económica y financiera;
finalmente, en la tercera etapa se muestra una creciente dependencia de
Venezuela hacia China en lo relativo al acceso a nuevos recursos y a la
necesidad de apuntalar la producción de petróleo crudo venezolano”.
[69] “Venezuela anuncia "puente aéreo"
con China para recibir insumos contra el COVID-19. El gobierno de
Nicolás Maduro aseguró que China donó 4.000 kits de diagnóstico que servirían
para diagnosticar a 300.000 venezolanos”, https://www.dw.com/es/venezuela-anuncia-puente-a%C3%A9reo-con-china-para-recibir-insumos-contra-el-covid-19/a-52848529
[70]
Ver Adriana Boersner y Makram
Haluani Convergencias
y divergencias en la asociación estratégica ruso-venezolana y sus implicaciones
hemisféricas. CDC vol.30 no.82 Caracas abr. 2013 (Cuadernos
del Cendes).
[71]
Boersner y Haluani, ob cit.
[72] “El
presidente Vladimir Putin logró una victoria rotunda en su intento de mantenerse
en el poder hasta mediados de la próxima década, ya que los rusos votaron
abrumadoramente a favor de respaldar el statu quo político del
país a través de un referéndum que le permitiría aspirar a dos períodos más de
gobierno luego de 2024, según los resultados preliminares de la
consulta. Los rusos acudieron a las urnas el miércoles para votar en un
referéndum nacional sobre enmiendas constitucionales. La votación allana el
camino para que Putin, quien ha gobernado durante dos décadas, siga siendo presidente
hasta 2036” https://cnnespanol.cnn.com/2020/07/01/votantes-rusos-respaldan-de-manera-abrumadora-una-reforma-de-putin-que-le-abre-el-camino-para-gobernar-hasta-2036/
1 de julio 2020.
[74] Ver LA POLÍTICA EXTERIOR DE LA VENEZUELA
BOLIVARIANA, Carlos A. Romero Working Paper nº 4, Julio de 2010.
www.plataformademocratica.org.
[77] “El
gobierno de Estados Unidos bloqueó las entregas programadas de gasolina iraní a
Venezuela. Washington amenazó con aplicar sanciones a las navieras griegas
propietarias de los barcos que además de la gasolina transportan otros
productos petrolíferos de Irán” https://www.cambio16.com/estados-unidos-bloqueo-envio-de-gasolina-irani-a-venezuela/.
“El ministro jefe de la Oficina de Prensa de la Misión de Irán ante las Naciones
Unidas (ONU), Alireza Miryousefi, rechazó la orden de incautación emitida por
un juez de Estados Unidos para confiscar nuevos envíos de gasolina por parte de
Irán hacia Venezuela. “Cualquier intento en alta mar de evitar que Irán
participe en el comercio legal con cualquier país que escoja, será un acto de
piratería, pura y simple”, escribió Miryousefi en Twitter. El juez del distrito
de Columbia, James Boasberg, autorizó el decomiso de unos 1,1 millones de
barriles de combustible que son trasladados por los buques iraníes Bella,
Bering, Pandi y Luna, hacia el país suramericano. Este es el segundo envío de
tanqueros iraníes con combustible que se dirigen a Venezuela en los últimos dos
meses. El pasado jueves, un grupo de fiscales federales de Estados Unidos
presentó una demanda para incautar cuatro buques iraníes que transportaron
combustible a Venezuela en las últimas semanas. A finales de mayo y
comienzos de junio, cinco buques llevaron 1,5 millones de barriles de
combustible a Venezuela con un valor estimado de USD 45,5 millones. Los barcos
llegaron al país suramericano para atenuar la fuerte escasez de gasolina” https://www.aa.com.tr/es/mundo/ir%C3%A1n-rechaz%C3%B3-la-orden-de-incautaci%C3%B3n-de-eeuu-a-barcos-que-transportan-combustible-a-venezuela/1898900.
[78] ¿A qué extremo llega la alianza entre
Venezuela e Irán? PanamPost 1 de mayo 2020. Sabrina Martin.
[79]La
gran paradoja de las relaciones de Irán con América Latina
[80] En el acervo
cultural venezolano y para sus distintas etapas de desarrollo y de anti
desarrollo, debe señalarse que Venezuela fue y sigue siendo espacio de
residencia de numerosos migrantes turcos o también migrantes de lugares
cercanos a Turquía que se les llamaba popularmente”turcos”.
[81]
https://www.bbc.com/mundo/noticias-45195934
28 agosto 2018. Qué busca Turquía en Venezuela (y por
qué la relación entre ambos países es cada vez más estrecha).
[84] “Es un convenio que está establecido entre
Turquía y el Banco Central de Venezuela que básicamente es para la refinación
del oro. [La certificación] ya no se hace en Suiza. Se hace en países aliados
porque imaginen que se envía el oro a Suiza y por sanciones nos dicen que allí
se queda” (ministro venezolano de Desarrollo Minero, Víctor Cano). “La vasta
mayoría (del oro) está yendo a Turquía. Hemos visto más de 21 toneladas
métricas que han ido a Turquía en los últimos meses”, criticó el vicesecretario
del Departamento del Tesoro de EE UU, Marshall Billingslea, en un acto
organizado por el centro Brookings el pasado octubre,
comparando el papel de Ankara con el que desempeñó hace unos años para ayudar,
también mediante el comercio del oro, a que Irán burlase las sanciones de
Washington. https://elpais.com/internacional/2019/01/26/actualidad/1548520359_118267.html
Turquía y Venezuela, amigos de conveniencia frente a Occidente, 31 enero 2019.
[87] Durante
la gestión de HC se conformó una política exterior que ha sido bastante estable
y repetitiva en sus elementos de guía. En un trabajo del año 2009 -ya referido
más arriba- se recogen ya elementos de los que han sido fundamentales los
cuales se han trasladado de manera bastante clara a las gestiones de
administración del presidente NM: “Desde un punto de vista mundial, el
presidente Chávez se ha convertido en los últimos años en una especie de enfant terribl que ha venido tejiendo
una diplomacia hiperactiva y llamativa. Sus querellas con Estados Unidos, su
acercamiento al régimen cubano y a otros gobiernos vistos con reservas por
Estados Unidos (Belorus, Irán, Rusia, China), la promoción de la OPEP como
organización política, su clamor por un mundo multipolar, su creencia en la
soberanía nacional absoluta y su apoyo a la revolución continental despiertan
muchas simpatías en sectores sociales e intelectuales de América Latina, pero
al mismo tiempo, generan algunas reservas.” “El gobierno del presidente Chávez revivió
en el país la visión estructuralista y anticapitalista que genera las tesis del
desarrollo endógeno, del fortalecimiento del Estado como instrumento central de
desarrollo, y de la profundización del Estado socialista, formándose así un
paquete ideológico ‘anti-occidental’ configurado en una visión del mundo basada
en las ideas de la rivalidad entre el centro y la periferia y en la lucha
antiimperialista.” “Lo anterior está aunado a la condición petrolera del país,
de la cual se estima, es su verdadera ventaja comparativa…” (Carlos Romero y
Claudia Curiel, VENEZUELA: POLÍTICA EXTERIOR Y RENTISMO. Cuadernos PROLAM/USP,
Año 8 — Vol. 1 — 2009 p. 39-61).
[88] Sobre
estos países del Caribe una experiencia de relevancia para los intereses de
Venezuela ya señalados es el caso de Petrocaribe.
Esta experiencia se basa en las premisas del comercio justo, la complementación, la
solidaridad, la justicia social y la voluntad común de avanzar. Se presenta
como una iniciativa de integración regional y como alternativa real que tienen
los países en desarrollo de procurarse un acceso seguro y confiable a las
fuentes de energía. Petrocaribe
nació el 29 de junio de 2005, tras el Acuerdo de Cooperación Energética
suscrito por 14 naciones del Caribe durante el Primer Encuentro Energético de
Jefes de Estado y/ o de Gobierno del Caribe sobre Petrocaribe. Casi 10 años después esta iniciativa de
integración regional suma 18 países, agrupados por la solidaridad e inspirados
en la independencia y soberanía de los pueblos. Los miembros de Petrocaribe
son: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice,
Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica,
Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las
Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Venezuela (ver Página Oficial de Petrocaribe).
[89] En su
primera visita a la ONU como presidente,
NM siguió los mismos patrones de
comportamiento que en estos asuntos trazó HC.
NM visitó y asistió a actos
proselitistas en el Bronx. En tal sentido debe señalarse que HC aportó fondos a decenas de programas
con financiamientos que se otorgaron entre 2007 y 2010. Los recursos fueron
usados para impulsar programas de educación, subsidio de combustible para
calefacción, cooperativas de alimentos y la limpieza del río Bronx. Allí junto
a líderes comunitarios, activistas laborales y pacifistas en un evento
patrocinado por Venezuela en el sur del Bronx, el presidente NM expresó: “Vinimos
a traer nuestra verdad… Cuántas cosas se dicen a diario de Venezuela en los
grandes medios de comunicación de occidente, cuántas mentiras se fabrican en
relación a la vida de un pueblo noble como el pueblo venezolano que su único
pecado es aspirar y soñar con vivir una nueva sociedad, con construir un modelo
económico, social y político que trascienda el capitalismo, que supere al
capitalismo con todo sus males y con todo su poder destructivo”. También
destacó NM su plan de ampliar los
programas sociales buscando abarcar los 50 estados de EE.UU., dado que abarcan
a 150.000 familias en 25 estados (www.lapatilla.com 24/09/14; www.bbcmundo.com
24/09/14). De esta visita a los EE.UU., se denunciaron registros de los
cuantiosos gastos realizados el presidente NM
y por la numerosa comitiva que lo acompañó, así como de los concernientes a
estos actos proselitistas en el Bronx (Ver www.elcomercio.com 29/09/14; www.el-carabobeno.com
28/09/14).
[90] La moda
Mao consistió en la vestimenta tipo uniforme y homogénea con la que se
presentaban en distintas actividades hombres y mujeres en China continental,
durante varias décadas de las anteriores a las reformas iniciadas avanzados los
años setenta y los ochentas.
[91] Este
tipo de apoyo económico, a la luz de evoluciones políticas y económicas tenidas
en la región durante la primera década del siglo XXI debe ser ubicado en un
nuevo enfoque del regionalismo que está signado por el abandono de cierto
primado del comercio, insistiendo en el apoyo político y en el perfil del
beneficio económico que pueda derivar para la región con la apertura e
incorporación de nuevas relaciones y mercados como son los de Asia. Esto está
en la base de la conformación de la Unión de Naciones de Sur América (UNASUR).
Se habría así avanzado en un nuevo tipo de economía política regional y en un
nuevo sentido de la cooperación regional. Lo cual se encuentra estrictamente
matizado por la posibilidad de manejar recursos naturales como el petróleo y el
gas como ha estado evidenciado en distintos arreglos y proyectos donde
participan países como Brasil, argentina, Colombia y por supuesto Venezuela y
en tal sentido hay una estrecha relación con las actividades y posiciones
desarrolladas por Venezuela en variados arreglos referidos en este punto. Algunas expresiones de Diana Tussie
complementan adecuadamente lo señalado: ” A number of countries in the region such
as Brazil, Argentina, Bolivia, Venezuela and Uruguay increasingly fear that the
greatest security threat may come from external powers given the competition
for access to natural resources.”; “The new balance of interests has injected a
different flavor to the regional relations. The hallmark is the emergence of
regional cooperation dynamics in new areas. Neither trade integration is the
neither objective nor trade liberalization the main policy. Regionalism has
gradually changed its focus, shifting from trade liberalization to a renewed
emphasis on cooperation.” (Reshaping Regionalism and Regional Cooperation in
South America. Diana Tussie. Pensamiento
Propio n° 39, Enero-Junio 2014. CRIES. Argentina). Como fue analizado más
arriba, UNASUR desapareció en marzo 2019 y fue sustituida por PROSUR (VER
Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/38618646/LA_INTEGRACI%C3%93N_LOS_IZQUIERDISTAS_NOVELEROS_Y_PROSUR_Qu%C3%A9_tanto_se_puede_esperar_24_de_marzo_2019).
[92] Algunos
autores latinoamericanos destacan esta vinculación a la luz de perfiles de
interés resaltando: “…el peculiar matrimonio con Cuba que, revirtiendo una posición
ideológica, geopolítica y simbólica relativamente consolidada en la diplomacia
venezolana desde hace cuarenta años, para bien y para mal se ha tornado un
ingrediente esencial y definitorio del proyecto bolivariano tanto en su esfera
doméstica como proyección regional.” (Daniele
Benzi y Ximena Zapata Mafla, PETRÓLEO
Y RENTISMO EN LA POLÍTICA INTERNACIONAL DE VENEZUELA. BREVE RESEÑA HISTÓRICA
1958-2012. Pre-textos para el debate N° 3 2014. Universidad Andina Simón
Bolívar. Ecuador).
[93] En
declaraciones del 26 de diciembre de 2014, que en cable de REUTERS se le
atribuyeron a Marino Murillo, Ministro de economía y planificación cubano, al
analizar este los ingresos en divisas para la economía cubana y su reconocible
evolución para el año 2014, mencionó las remesas –que totalizaron 1700 millones
de dólares- y el hecho de que “…la reexportación del crudo venezolano generó
765 millones de dólares” (ver www.lapatilla.com 27 de diciembre 2014).
[94]Los países miembros del ALBA son: la
República Bolivariana de Venezuela, la República de Cuba, la República de
Bolivia, la República de Nicaragua y la Mancomunidad de Dominica, la República
de Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda (ver Portal ALBA).
En 2019, con los sucesos políticos vividos en Bolivia, que implicaron la salida
del presidente Evo Morales esta nación se retiró del ALBA: “El Gobierno
interino de Bolivia anunció la ruptura de relaciones con el régimen de Nicolás
Maduro, mientras la nueva canciller, Karen Longaric, confirmó la salida del
país de Alianza Alba, y analiza el retiro de Unasur” https://www.dw.com/es/bolivia-rompe-relaciones-con-venezuela-y-se-retira-de-la-alianza-bolivariana-alba/a-51271927
15/11/19. En 2018 lo había hecho Ecuador: “El secretario general de la
Presidencia de la República, Eduardo Jurado, justificó la decisión adoptada por
el Gobierno Nacional de retirarse de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA-TCP) debido a la política que ejecuta el Gobierno de
Venezuela que va contra su pueblo y ha generado el “mayor éxodo venezolano
de su historia”” https://www.comunicacion.gob.ec/ecuador-se-retira-de-la-alba-tcp-por-politicas-irresponsables-del-gobierno-venezolano/
23 agosto 2018..
[95] Las
críticas a los modelos de desarrollo y a
los patrones de lo que se ubica como capitalismo desde la perspectiva de la
administración bolivariana. permitió a los creadores del ALBA –con un basamento fuerte de parte de Venezuela en el caso del
financiamiento- elaborar proyectos y presentar resultados considerados
exitosos. Así. Rodolfo Sanz Secretario General del esquema ALBA señaló el 17-7-14 que: “…gracias
al ALBA 2,8 millones de personas han sido operadas de la vista mediante la
Misión Milagro; más de 3 millones de personas han sido alfabetizadas”. Así como
que, en Dominica, se iniciaría el plan de alfabetización “Yo sí puedo” en
inglés. (Ver portal ALBA). En una
perspectiva global del conjunto de actividades del ALBA, sin embargo, y desde
la perspectiva de otros ambientes, los resultados no se destacan tan exitosos.
Así: “La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América figuró con los
peores resultados en la encuesta Imagen de Organismos Internacionales en
América Latina, publicada por Ipsos Public Affairs América Latina. Para el
sondeo se entrevistaron a 317 periodistas y líderes de opinión de 16 países, y
además se evaluaron 13 organismos internacionales. El resultado destaca la
preferencia de los latinoamericanos por los organismos orientados al desarrollo
económico y social sobre aquellos que son más bien foros políticos” (Ver El
nacional 05/10/15; www.el-nacional.com).
[96] Esto no
se aclara porque se afirme o se tenga esperanza en que “…en el corto y mediano
plazo es posible la exploración de espacios de diálogo a través de la
diplomacia social de la ALBA-TCP en los bloques de la integración tradicional
latinoamericana bajo las premisas de la cooperación Sur-Sur, de hecho en los
actuales momentos se negocia crear una zona económica entre MERCOSUR, CARICOM,
ALBA TCP y PETROCARIBE que puede constituir un nuevo reacomodo del mapa
geopolítico regional” (DILIO HERNÁNDEZ
/ YUDI CHAUDARY Ídem…).
[97]
Destacar esto no significa desconocer las propias contradicciones y
problemáticas presentes en la estructura social y política de las economías de
Mercosur y otras similares y que atañen entre otros elementos a la solidez y
eficiencia de sus capitalismos y regímenes democráticos. Problemas asociados a
la inexistencia de un verdadero estado de bienestar o de una alternativa
cercana, la solidez de sus regímenes democráticos o sus particularidades, a la
vez que los mecanismos de inserción internacional y sus efectos en el
desarrollo son, entre otros problemas, de suma relevancia. Aldo Isuani ha
destacado para Argentina algunos elementos de importancia al relacionar la
democracia y el capitalismo: “Argentina
es quizás el ejemplo más claro de un capitalismo coexistiendo con una
democracia que cuestiona fuertemente la desigualdad social sin que un Estado de
Bienestar haya podido articularlos. El resultado ha sido un capitalismo
débil y una democracia inestable que se realimentan”; “El sistema industrial
continúa padeciendo un problema crónico: no es capaz de obtener mediante la
exportación de sus productos, las divisas para adquirir los insumos que precisa
para funcionar. Así cada vez que, cíclicamente, se producen dificultades para
nuestros principales productos de exportación de naturaleza agraria, la
manufactura de origen industrial entra en crisis. Mientras tanto, los procesos redistributivos generados en
ocasiones excepcionales desde mediados del siglo XX crearon en la sociedad la
noción de que podemos y debemos vivir como país desarrollado y si esto no
sucede es porque alguien nos lo impide”; “…no hay aceptación social de la
desigualdad, la única vía de conciliar capitalismo y democracia es
construyendo un Estado de Bienestar significativo. Pero ello no será
posible sin desarrollar una estrategia de inserción económica
internacional que permita diversificar y potenciar los productos que el país
puede entregar al mundo generando así las bases para una industria que
solucione su dependencia estructural de divisas” (Aldo Isuani. www.clarin.com, 25/09/14. La tensión argentina entre
democracia y capitalismo). A pesar de todo esto, el capitalismo en tal nación
subsiste y no existen registradas, en los últimos lustros, tendencias de una
inclinación social y política mayoritaria contraria a aquel régimen.
[98]
El inicio de la administración Macri en Diciembre 2015 ha abierto y presentado
ejecutorias en áreas como la cambiaria y financiera, entre otras.
[99] El 29
de julio de 2014 se dio inicio en Caracas a la XLVI Cumbre del Mercosur,
después de la inmediata reunión de
cancilleres. En esta oportunidad Venezuela entregó la Presidencia pro tempore
del Mercosur que por primera vez estaba ejerciendo. A los efectos las
autoridades venezolanas señalaron que el objetivo buscado mientras duró la
Presidencia pro tempore había sido estimular el establecimiento de una zona
económica complementaria, constituida por las naciones miembros de la Alianza
Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba), de la Comunidad del
Caribe (Caricom), del Mercosur y de Petrocaribe. Como se ha señalado en este
trabajo, todas son experiencias y proyectos de alta estima para la administración
bolivariana. En esta Cumbre se decidió declarar a los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez, ciudadanos
ilustres del Mercosur (www.rnv.gob.ve 29 de julio 2014; www.eluniversal.com 29
de julio 2014). Pero en general la Cumbre no presentó mayores resultados debido
a los propios elementos de crisis -presentes sin resolución- a lo interno de
Mercosur y a los añadidos al momento relativos a cada país como la crisis de
pagos presentada por Argentina. El Presidente NM alcanzó a expresar, sin embargo, una idea bastante general y de
ilusión: “Es una formación económica que plantea ir mucho más allá de lo
que se ha llamado el libre comercio. Mucho más allá. Trascenderla. Ir al
comercio justo e integrador. Ir al desarrollo de inversiones conjuntas, al desarrollo
de las fuerzas productivas”. Por su parte el Presidente de Uruguay, José
Mujica, logró expresar una idea jocosa pero un tanto gráfica sobre los
resultados de las Cumbres: “Cuando regreso a Uruguay la gente me pregunta qué
decidimos… Yo qué sé que decidieron… Sacamos una declaración” (ver www.elpais.com
31 de julio de 2014).
[100] Desde
1 de julio 2020 en continuidad de funcionamiento como T-CEM.
[101] El
carácter de estas relaciones que han sido políticas, comerciales y de
cooperación, volvió a manifestarse en los acuerdos firmados entre los dos
países a la luz de una visita del presidente NM a Cuba desde el 13 de
diciembre de 2014, en razón de una Cumbre del ALBA –coincidente la fecha con la
primera visita de HC a la isla
caribeña veinte años atrás-. En tal razón, las administraciones de ambos países
firmaron 62 proyectos conjuntos en 25 sectores en materia de desarrollo social
y económico para el año 2015.Tales acuerdos persiguen "el incremento de
médicos para ampliar el sistema de salud de Venezuela con la formación en
Cuba de 518 especialistas, así como la cooperación en deportes y cultura, entre
otros sectores" (ver www.eluniversal.com 14/12/14). Debe señalarse que
estos acuerdos entre las dos naciones fueron firmados menos de una semana antes
de ser comunicados por las autoridades de Cuba y EE.UU., los arreglos y
acuerdos para iniciar una nueva fase de relaciones entre los dos países. En
este caso se trata de aperturas y cambios para disminuir y alterar de manera
importante lo que en ciertos ambientes se ha entendido como la política de bloqueo de EE.UU. hacia Cuba por
razones varias y, principalmente, de tipo político. Curiosamente, la
administración bolivariana ha reconocido y celebrado la iniciativa de los
EE.UU. mientras sectores cubanos del llamado exilio cubano en los EE.UU. la
objetaron, apreciando, correspondientemente, la conveniencia de continuar con
la política de bloqueo. El
presidente Obama fue taxativo al
respecto: "No podemos seguir haciendo lo mismo esperando un resultado
diferente"; "Hemos elegido cortar el ancla del pasado, porque es
absolutamente necesario lograr un mejor futuro: para nuestros intereses
nacionales, para el pueblo estadounidense y para el pueblo cubano". Entre los cambios estipulados se encuentran
mayores posibilidades de comercio y desplazamiento de personas; ampliación de
posibilidades de inversión, aumento de monto de remesas hacia Cuba –de 500 a
2000$- por trimestre y establecimiento de embajada de EE.UU. en Cuba (www.bbcmundo.com
17/12/14). Casi coincidente con la visita del Presidente Obama a Cuba iniciada el 20 de marzo de 2016, el Presidente NM estuvo en la Isla desde el 18 del
mismo mes, para plantear un plan de relaciones de cooperación y variados
vínculos entre Venezuela y esta última desde 2016 hasta 2030 "desde la visión de
mecanismos de integración regionales como la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA)/NM" (www.eluniversal.com 18 marzo 2016). De esta manera se dio inicio a la reunión de la Comisión Mixta de Alto
Nivel, en la que Venezuela propuso crear un nuevo esquema de trabajo que
permita impulsar planes económicos, financieros, energéticos, sociales y
culturales para el periodo 2016-2030 y
se firmó el plan anual de colaboración Cuba-Venezuela para el 2016.
También se expresó la voluntad de continuar
profundizando los vínculos en
áreas prioritarias, así como establecer un proyecto integral para combatir el
Dengue, Zika y Chikungunya, que seguían afectando a toda la región (www.ultimasnoticias.com.ve
18/03/16).
[102] “… la
República Bolivariana ha estrechado vínculos con países que mantienen algún
tipo de conflicto con los Estados Unidos tales como Irán, Siria, Bielorrusia,
Sudán, Iraq y Libia antes del derrocamiento de Saddam Hussein y Gadafi. Se ha
acercado a Rusia, principalmente en el plano militar, volviéndose un buen
cliente en la compra de armamentos. Finalmente, ha buscado intensificar las
relaciones comerciales con China, Vietnam y Malasia entre otros países, con el
fin de promover el intercambio tecnológico y reducir su dependencia de Estados
Unidos en tanto principal comprador del petróleo venezolano.” En líneas
generales, la siguiente afirmación -de los mismos autores latinoamericanos de
la afirmación previamente citada-, resume parte de las inspiraciones que han estado en la base de las actuaciones
de la administración bolivariana en los puntos señalados: “A raíz de una visión
multicéntrica y pluripolar en términos globales y unionista y bolivariana en la
esfera regional, así como de la influencia de las viejas experiencias del
nacionalismo revolucionario tercermundista, el gobierno bolivariano ha tratado
de articular un nuevo mapa regional e internacional de alianzas y vínculos
procurando darle, si bien sin éxito, un explícito sesgo antiimperialista y
específicamente antiestadounidense.” (Daniele
Benzi y Ximena Zapata Mafla, PETRÓLEO
Y RENTISMO EN LA POLÍTICA INTERNACIONAL DE VENEZUELA. BREVE RESEÑA HISTÓRICA
1958-2012. Pre-textos para el debate N° 3 2014. Universidad Andina Simón
Bolívar. Ecuador). Análisis y balances desde la perspectiva política y social
de la evolución del ALCA a 10 años de la Cumbre de Mar de Plata pueden verse en
Rev. AMËRICA LATINA en movimiento, Nro 509 noviembre 2015, “A10 años de
la derrota del ALCA”.
[103] A
pesar de la línea planteada y de las acciones correspondientes de parte de la
administración bolivariana, durante buena parte de esta, los vínculos
comerciales y particularmente de exportación de petróleo hacia EE.UU. se
mantuvieron –a pesar de los cambios que se señalan en este trabajo y otros que
pueden inferirse según los tiempos más recientes y por factores variados-. De
diversas fuentes y distintos mecanismos de manejo de la información se ratifica
así lo que indicamos. Han surgido vínculos y compromisos de iniciativas tomadas
por aquella administración, pero por variadas razones el vínculo con EE.UU. no
se cambia de manera radical. En diciembre del año 2000 se le vendía a esta
nación un millón setecientos setenta y seis mil barriles de petróleo diario; a
inicios de 2015 se le enviaba menos de la mitad de aquel monto; siendo China e
India destinos importantes para el petróleo venezolano, pero también Cuba y los
países de Petrocaribe, como se ha señalado (puede verse ¿Por qué Venezuela
no deja de venderle petróleo a Estados Unidos?, Ángel Alayón. 16 de marzo, 2015 www.prodavinci.com; también www.petroguia.com). Para los años 2019 y 2020 el escenario es
totalmente cambiado, dadas las ejecutorias de las sanciones estadounidenses y
la disminución de la producción petrolera venezolana. Según informaciones
diversas en prensa y revistas en meses recientes de 2020, los buques petroleros
con carga venezolana -alrededor de unos 44- se mantienen en momentos en el mar
sin tenerse claridad de su destino, mientras la producción tiene tendencias
definidas hacia la baja (https://www.descifrado.com/2020/06/11/argus-millones-de-barriles-de-crudo-venezolano-flotan-en-tanqueros-sin-destino-cierto/).
En el caso de2019, también en el contexto de las sanciones de EE.UU., el
destino de las cargas siguió tendencias previsibles. La producción de 2019, la
más baja en 75 años pudo distribuirse, sin embargo, por compras de petróleo
venezolano a través de intermediarios o por transferencias de cargamentos de
altamar. Al quedar excluido EE.UU. en 2019, el primer destino del petróleo
venezolano fue China, el segundo la India, el tercero Europa y el cuarto Cuba.
China recibió directamente o a través de intermediarios 319.507 bpd, India 217.739
bpd, Europa (principalmente la española Repsol) 118.980 bpd y Cuba con 70.359
bpd (había venido recibiendo más, pero otros países del caribe han dejado de
recibir dado el nuevo contexto). China e India y otros destinos de Asia,
terminaron recibiendo 647.000 bpd o 65%
del petróleo venezolano exportado en 2019 (con información de Reuters https://elestimulo.com/elinteres/las-exportaciones-petroleras-de-venezuela-cayeron-32-en-2019/).
[104] Hasta
avanzado el primer semestre de 2015, el proceso a López estuvo lleno de imprecisiones
y continuaba detenido. Para septiembre de 2015 la jueza 28 de Juicio de
Caracas, Susana Barreiros, sentenció a Leopoldo López a 13 años, 9 meses y 7
días, declarándolo culpable de los cuatro delitos por los cuales lo acusó el
Ministerio Público en su participación en los disturbios en la capital el 12 de
febrero de 2014 (ver www.eluniversal.com
10 de septiembre 2015).
[105]
Antonio Ledezma, Alcalde Metropolitano de línea de oposición, fue detenido el
19 de febrero de 2015, a quien la administración bolivariana le adjudica
responsabilidades en acciones para derrocarla (ver www.eluniversal.com 20 de febrero 2015).
[106] Desde
momentos preliminares hasta el final de la Cumbre, las relaciones entre Cuba y
EE.UU. -o normalización de relaciones- fue tema de atractivo fundamental en la
misma. Demostró Cuba –nuevamente- su sagacidad y sentido estratégico de
encaminar las discusiones según sus propios intereses. Elementos culturales,
políticos, humanos y comerciales de distinta importancia, han estado implícitos
en las gestiones de esta posible normalización. Los episodios de violencia de
unos y otros durante la Cumbre, favorables o contrarios, no afectaron la
tendencia hacia la normalización de tales relaciones. El estilo de Raúl Castro
–presidente de Cuba- fue firme pero prudente. Estos resultados después tuvieron
ajustes o cambios dentro de la administración de D. Trump desde enero 2017.
[107] Otras
naciones de la región presentaban escenarios problemáticos en las mismas áreas
o en otras. Debe señalarse que los problemas de equidad, distribución del
ingreso, programas de inversión, equilibrio fiscal o desarrollo institucional
recibieron un tratamiento menor. Debían haber sido tratados, en vez del
sensacionalismo político o la hipocresía de presidentes y funcionarios que,
teniendo agudos problemas económicos, sociales o políticos en sus naciones, se
presentan en estas Cumbres como que en aquellas hubiese un equilibrio en esas
variables. Otro elemento presente en otras Cumbres y que se volvió a manifestar
en la que se refiere, es el optimismo que -a toda costa- inevitablemente
presentan los organismos internacionales como el BID o el Banco Mundial.
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