¡QUE SE VAYAN TODOS! ¿Cómo
combatir la desesperanza, como renacer desde el excremento del diablo y la
perniciosa democracia de partidos?
Eduardo Ortiz Ramírez
Tampoco era fácil prever que una sociedad
relativamente segura y estable, como la que existió hasta avanzados los años setenta,
desde la caída de Pérez Giménez, podía acumular tantos descalabros en los 20
años siguientes y, más todavía en los siguientes 22 años -correspondientes a la
administración bolivariana-. La democracia
de partidos de los finales de los años setenta a finales de los noventa, se
comió parte de los mejores proyectos de la democracia inicial. Y la administración
desde finales de los noventa a la actualidad, se encargó de liquidar sus propios
hijos, promesas y quienes se le volvieron cercanos, pero de manera muy importante de destruir la economía.
Se quedó así la pequeña burguesía como
diría el viejo Lenin –parafraseándolo
figurativa e inversamente- desesperada ante los horrores del socialismo. Intento
de Golpe militar en 2002, en un contexto de una administración cuya inspiración
inicial había sido un golpe de estado en 1992 -avalado directa o tácitamente por
parte de la sociedad, que veía salidas repetitivas en los partidos que se habían
convertido en tradicionales y que habían creado aquella democracia de partidos
(AD y COPEI)-, junto a una población sin cultura migrante y sin actitud
combativa en cuanto a inspirarse en revoluciones (pues en lo que algunos idílicamente
llamaron “la guerra” de los años sesenta, demostró que no quería comunismo al
estilo cubano), produjeron altos y bajos con movilizaciones monumentales
durante la primera y segunda década del siglo XXI, pero también con represión denodada,
facilitada y permitida por un Estado/Gobierno con ambición de ser eterno. Esto tampoco
se podía prever.
Los nuevos dirigentes, negociadores y
pacificadores, contrarios a la administración bolivariana, pasaron –ya avanzada
la segunda década del siglo XXI- a disfrutar de una Venezuela de dos gobiernos,
con dirigentes eternos que, sin haber ejecutado el poder, ya se convirtieron en
ello. Paralelo, por lo demás, a ejecutores de la administración
bolivariana, que ni perciben la destrucción, ni su culpa, ni su retiro del
poder, y cuya acumulación de ricos de
nuevo cuño es tán conocida, como la presencia que en calles o zonas de la
ciudad tienen verdaderos organizadores de grupos delincuenciales y hasta de
zonas que podrían llamarse paradójicamente “liberadas”.
¿Qué ira a pasar, que sucederá, hasta
cuándo? Se puede oír a unos y otros con angustias ante el Covid19, por vacunas que no
se agilizan o por hambre que se extiende día a día. Son estas algunas preguntas
ya manidas y sin fácil respuesta.
Que negociar, para que y con quien si a unos y otros se les
ve hacer lo mismo: disfrutar, enriquecerse y vivir en el exilio. Muchos se
fueron, algunos no regresarán. Ni los que están, ni los que los quieren
sustituir convencen y, curiosamente, siguen pervirtiendo unos y otros lo poco
que queda. ¿Quién podía pensar, quien podía prever que una buena noticia fuera
para Venezuela apreciar que se podrán obtener
para 2021, 3.000 millones de dólares más por concepto de ingresos petroleros,
dado lo visto y recibido previamente y durante décadas por tal concepto?
16 de junio 2021
@eortizramirez
Muchas gracias por su excelente análisis, como siempre.
ResponderBorrarGusto en saludarle Profe.
Gracias, un saludo. EOR
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