Alberto Adriani: escritos fundamentales
Fue un político e intelectual,
que supo jugar y complementar ambos roles, en el estricto sentido de la
palabra, busco en todas las iniciativas que llevó a cabo, tratar de crear un
orden y modernizar la estructura administrativa del Estado
08/08/2024 05:00 am
Alberto Adriani, en su creación escrita y expuesta, fruto de su
ejercicio intelectual la desarrolla en su tiempo histórico fundamentalmente,
dictando conferencias y publicando artículos en instituciones como en El
Impulso de Mérida, El Universal de Caracas, en
la Revista Cultura Venezolana y el Boletín de la Cámara de Comercio de Caracas,
la mayoría centrados en el área de las finanzas, agricultura, monetaria, inmigración,
y economía cafetalera, y posteriormente, en empresas editoriales
gubernamentales que él estimula su creación como el Agricultor Venezolano y la
Revista de Hacienda, que aún hoy se publica hasta donde sé. Iniciamos así,
nuestro artículo al conmemorar un año más de su fallecimiento.
En ese sentido, da muestra de la necesidad que él tenía de lograr un
alto nivel de discusión e intercambio intelectual y de ideas de carácter
económico y político, en los organismos públicos que dirigió en su corta, pero
fructífera vida pública venezolana. Es por una parte, de ese interés particular
que tenía él de transmitir conocimiento, para interpretar y tratar de explicar,
un momento socio-histórico que le toca vivir como individuo que es parte de un
proceso de evolución histórica-intelectual determinado y finalmente, la
globalización no la va conceptualizar como tal, pero el análisis de la economía
mundial, el análisis del tema, por ejemplo del café, de los países más
desarrollados (los Imperios sin la connotación marxista del término que él le
da), sus posibilidades y la emergencia de lo que él denomina Estados Unidos de
Europa en un futuro, le dan una perspectiva de su visión y clarividencia de
estadista como pensador de su tiempo inigualable y claro poseedor de auctoritas
en la interpretación, análisis y propulsor de soluciones a los problemas que
enfrentó en su breve vida de hombre público, como decisor.
En ese orden de ideas, varios autores venezolanos que estudiaron con
sistematicidad y rigurosidad el pensamiento de su obra intelectual y el legado
como hombre de gobierno que dejó, por ejemplo, por una parte, Asdrúbal
Baptista, Armando Rojas, ambos en sendas introducciones en libros
escritos dedicados a Adriani; el primero, en la obra Labor
Venezonalista, en su sexta edición y el segundo, en los Textos
Escogidos de Adriani por la Biblioteca Ayacucho (texto que recomiendo
ampliamente y que se puede leer en forma digital).
Igualmente, Miguel Szinetar Gabaldón, escribió un importante
estudio clave para conocer su pensamiento: El proyecto de Cambio Social
de Alberto Adriani. Mientras, Domingo Alberto Rangel,
publicó hace unos años un texto inolvidable de una gran calidad humana
sobre Adriani: Alberto Adriani y la Venezuela que no pudo ser, en
el año 2004, además, de haberle dedicado algunos de los mejores artículos de
opinión en su columna mantenida en los años 80, en El Universal. Todos estos
fueron -en síntesis- los libros e introducciones que me permitieron profundizar
en la comprensión del pensamiento de Adriani, el primer gran estadista
venezolano del siglo XX y con sobrada auctoritas sobre sus contemporáneos.
Alberto Adriani fue un analista simbólico adelantado a su espacio y
tiempo. El tipo de analista simbólico que jugó un rol fundamental como
economista, en una Venezuela paupérrima y de escaso desarrollo intelectual, que
mantuvo debates y cruce de ideas con venezolanos de la talla de Henrique Pérez
Dupoy o Vicente Lecuna, a inicios del siglo XX. Es indudable lo importante que
fue y lo que aportó para la solución de los diferentes problemas de la
economía, la sociedad y el papel del Estado venezolano.
Es interesante señalar, que este individuo (actor socio-político), por
los desafíos que debe encarar, tenderá a ser un analista simbólico en términos
como los utilizados por Reich Robert, un intermediador estratégico, un
identificador de problemas y, finalmente, un actor que resuelve problemas en el
contexto en el que se desenvuelve, es decir un individuo que tendrá que tener
mayor capacidad de respuesta a ciertas situaciones problemáticas complejas y
con una mayor carga de incertidumbre en el contexto que le toca actuar.
Pero veamos las etapas de la formación intelectual de Alberto Adriani,
desde sus años juveniles hasta la Universidad de Ginebra. Primero en el colegio
Santo Tomás de Aquino de la mano del eminente maestro andino y primer formador
de Adriani, Félix Román Duque, allí culminando los niveles superiores se
traslada de Zea a Mérida donde presenta la tesis “Psicología Comparada;
el Tipo Criminal Nato ante la Santa Filosofía”, como requisito para la
culminación del Bachillerato en 1916, se traslada a la Universidad de los
Andes, para iniciar sus estudios de Derecho, y conoce a uno de su grandes
amigos de toda la vida Mariano Picón Salas, otro de los grandes merideños del
siglo XX, buscando ampliar sus horizontes intelectuales, sigue escribiendo; se
va a Caracas y cursa entre el 9 de marzo de 1917 hasta septiembre de 1920, en
la Universidad Central de Venezuela, y se inscribe en la antecesora de la de
hoy Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, en la Facultad de Ciencias
Políticas y continúa sus estudios de Derecho. Hasta el cuarto año, ve materias
como: Elementos de Derecho Español Antiguo, Derecho Constitucional, Historia y
Filosofía del Derecho, Derecho Romano, y su Historia, Principios Generales del
Derecho, Derecho Público Eclesiástico, Derecho Penal, Derecho Administrativo y
leyes Especiales y una materia introductoria a la economía política, tiene una
buena formación jurídica, que poco a poco irán formando ese impetuoso espíritu
intelectual de Adriani, estamos, si se quiere, en otra etapa de su formación
intelectual-académica.
Él no se siente a gusto. Caracas, aún es una ciudad provinciana, y bajo
el mandato férreo y autoritario de Gómez, decide irse a Europa y aquí ingresa
en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, de donde egresa el 16 de
abril de 1925, con el título de licenciatura en Ciencias Sociales, de la
Universidad de Ginebra. Presenta un proyecto de tesis doctoral, sobre América Latina
y el problema de la inmigración. Para algunos estudiosos o biógrafos de Alberto
Adriani, no la culmina, para otros sí (Miguel Szinetar e Irene Rodríguez Gallad
tiene en estos puntos discordantes de información cuanto este aspecto).
Detengámonos aquí por un instante. Adriani tiene en Ginebra una
formación intelectual de primer orden académico. Ahí estudia las siguientes
disciplinas: Economía Política, Historia de las Religiones, Derecho
Constitucional Comparado, Historia de las Instituciones Políticas, Filosofía
Moral, Sistemas Políticos, Sociología y Economía Social, Pedagogía General,
Elementos de Derecho, Geografía Política, Finanzas Públicas, Historia de la
Filosofía, Historia General, Legislación Civil Comparada, Historia Económica, y
otras materias optativas que complementarán su formación universitaria y que
-como se puede observar- tiene un pensum completo y con una perspectiva
transdisciplinaria. Luego de sus experiencias en Londres, Reino Unido, donde se
forma en diversos cursos, tomados en la Universidad de Oxford con Keynes, como
profesor, completa el círculo de su formación intelectual. Tiene una formación
transdisciplinaria hablando en términos contemporáneos.
Ahora bien, cuáles son algunos de sus artículos determinantes desde mi
perspectiva fundamentales, dentro de los centenares que escribió. Antes debo
advertir, que Adriani, no redactó un libro, pero sus amigos sí lo hicieron, en
homenaje luego de su muerte, para inmortalizar su obra intelectual y hacerla
imperecedera. Son ellos, todos los artículos sobre la agricultura y el tema del
café, que fueron varios en lo particular, donde demuestra dotes y dominio total
del tema no sólo en la identificación de la problemática, diagnóstico y
soluciones, de la agricultura y el café en particular, sino qué tipo de
políticas, debían implementarse para adecuarlo a una modernización de su
cultivo, y enmarcarse en las tendencias del mercado internacional del café en
aquel momento.
Por otra parte, están los temas de economía política, y el tipo cambio,
en el artículo: Los Dilemas de nuestra moneda, que como tal no pueden definirse
como tal en una bisoña discusión y debate económico, en aquello instante;
discute sobre la política económica de su tiempo, el contexto global y local,
donde se desenvuelve, la interrelación de la moneda en los mercados cambiarios
del momento, en el contexto de la economía internacional de los años 30 luego
de la crisis del 29.
Hace efectivamente, un completo análisis tanto del contexto global, la
paridad del bolívar y su relación con los precios del mercado internacional del
café, las repercusiones en la inflación venezolana y la necesidad de contar con
un Banco Central, planteaba la desvalorización de la moneda en vinculación a
las oscilaciones del dólar (poder adquisitivo y valor de compra) y el precio de
los principales productos de exportación, (el café), la crisis del año 1929,
fueron muy bien dibujada en su análisis y descripción, sobre el peso del cambio
del bolívar, su repercusión en la balanza de pagos y en el poder paritario de
este y la repercusión en el déficit o no de la balanza de pagos, como se puede
observar un analista formidable en captar el sigo de los tiempos y la evolución
del mismo, por ello, a Adriani, se le considera el más brillante economista de
su tiempo, por lo menos hasta que aparece la moderna ciencia económica
venezolana, con la institucionalización de los estudios de economía en la UCV,
en el año 1939, que estoy seguro que él hubiera estimulado si estuviera vivo
para esos años, cuando era estos acéfalos en el escenario de debate público
venezolano, por eso, es considerado el padre de la ciencia económica
venezolana, ojala y estimo que es así, que haya una cátedra para estudiar y
analizar su pensamiento económico.
En efecto, Alberto Adriani Mazzei, significativamente, fue un político e
intelectual, que supo jugar y complementar ambos roles, en el estricto sentido
de la palabra, busco en todas las iniciativas que llevó a cabo, tratar de crear
un orden y modernizar la estructura administrativa del Estado, en los
organismos del estado, que gerenció primero, de Agricultura y Cría y luego de
Hacienda, (fiscal, tributaria y arancelaria) como poseedor de una sólida
auctoritas, pudo emprender las diferentes tareas que llevó a cabo como hombre
público en general.
Si se quiere fue un testigo y puente, entre dos épocas socio-políticas
de aquel momento. Fue un statesmanship. Estudiemos su obra, al conmemorar un
año más, del fin de su parábola vital, ocurrida aquel aciago 10 agosto del año
1936, año de la transición política en Venezuela, con López Contreras, a la
cabeza.
jesusmazzei@gmail.com
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