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Felix Arellano
Otro tema donde la negociación y la cooperación son fundamentales, son las llamadas Cláusulas Democráticas, que han crecido en las diversas organizaciones en nuestro hemisferio
El diálogo y la cooperación constituyen una base fundamental para la construcción de gobernabilidad internacional, pero también en el funcionamiento eficiente de la democracia. En el escenario mundial la construcción de reglas que faciliten la convivencia de una diversidad de actores, representa uno de los grandes retos. Paradójicamente, la tendencia es que los Estados insisten en su autonomía y, en consecuencia, en la descentralización o la anarquía internacional; pero, el escenario anárquico es un gran riesgo para los Estados, de allí la conveniencia de acordar reglas mínimas de funcionamiento y la necesidad de cumplirlas.
En la clásica visión del realismo político el uso del poder representa la clave para la gobernabilidad, el poder hegemónico impone las reglas, las armas y el poder militar son las bases para definir la dinámica de funcionamiento. Pero, esta visión tiene limitaciones, entre otros, los costos, su vulnerabilidad y el carácter asimétrico. Los costos económicos, sociales y políticos de los Estados hegemónicos tienden a crecer y en algún momento la sociedad lo resiente. Por otra parte, es una dinámica inestable y asimétrica, pues los más débiles, que no reciben las mejores condiciones, pueden representar un factor de inestabilidad creciente.
En la compleja dinámica mundial el poder es fundamental, pero nuevas visiones se van desarrollando y la cooperación y el diálogo van conformando un camino más eficiente, incluyente y estable para la construcción de la gobernabilidad. También la estabilidad de la democracia exige del diálogo entre los diversos miembros de la sociedad. El diálogo debe reunir algunas condiciones operativas básicas, por ejemplo: debe incluir a la diversidad de actores, no deben existir exclusiones; debe ser transparente; el engaño y la manipulación no juegan a favor del diálogo; se debe desarrollar bajo la acción libre y voluntaria de los jugadores, lo que excluye la violencia, la presión o el uso de la fuerza.
Tenemos múltiples ejemplos sobre el papel del diálogo y la cooperación para construir gobernabilidad uno importante es el tema de los Derechos Humanos. Diversos grupos han presionado a sus gobiernos para lograr mayor sensibilidad sobre el tema y han logrado que se adopte una interesante diversidad de acuerdos, entre otros, la carta universal de los derechos humanos, luego el desarrollo de los derechos civiles y políticos y los económicos sociales y culturales.
Otro tema donde la negociación y la cooperación son fundamentales, son las llamadas Cláusulas Democráticas, que han crecido en las diversas organizaciones en nuestro hemisferio. Ahora, la situación venezolana, donde se deteriora tanto los derechos humanos como la inconstitucionalidad democrática, representa una experiencia para identificar debilidades de la normativa y propiciar una mayor participación de la sociedad civil.
En el tema de la seguridad y defensa también se puede apreciar el papel del diálogo y la cooperación. Con las nuevas manifestaciones del terrorismo, por ejemplo los llamados “lobos solitarios”, los grandes ejércitos, las grandes adquisiciones de armas, la fuerza bruta pierden vigencia; ahora, debemos construir una seguridad negociada, de inteligencia, de cooperación.
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