AJUSTE MÁS ALLÁ DEL FOSO. Recibiendo nuevas distorsiones de precios y
salarios en Venezuela.
EDUARDO ORTIZ RAMIREZ
PROLEGÓMENOS Y PUNTOS ÁLGIDOS
La
administración bolivariana no tiene límites. Si estuviese inventando un
programa heterodoxo, con rigor y seriedad, a lo sumo estaría distanciándose de
sus intenciones “revolucionarias”, pues lo que estaría creando tendría más de
capitalismo distorsionado y entrampado que de su proyecto societal, que cada día
se distorsiona más. Pero ni son sus intenciones, ni es lo que logra presentar
como propuesta, aunque sus resultados vayan a ser similares a lo que señalamos.
Ni los dirigentes cubanos, ni los nicaragüenses y tampoco los bolivianos, han
lidiado con problemas en una economía que en alrededor de 20 años recibió más
de 1.2 billones de dólares en la administración bolivariana. Tampoco con una
nación que, como Venezuela, era pujante y de progreso, dentro de todas las
reservas que pudieran esgrimirse, al menos hasta mediados de los setenta e
incluso -a pesar de todo-, todavía en los ochenta e inicios de los noventa[1].
De políticas
propuestas, nuevos planes, acciones, operativos o comisiones, está
suficientemente nutrida la administración bolivariana, independientemente de
que unas u otros hayan sido menos exitosos u originales que los anteriores.
Como puede colegirse, además, todo lo visto es obra del presidente HC y de su
continuador el presidente NM. Mayores distorsiones, peores inventos pueden
adjudicársele a este último, pero todo estaba en desarrollo debido a las
acciones y tropelías de aquel.
El país no puede
estar peor, ya pisó el foso hace rato, podría uno haber pensado; pero como se
sabe, siempre se puede estar peor, se puede pasar más allá del foso, así se
encuentre uno en la tierra como en el infierno[2].
Inundaciones, ciudadanos perdiendo sus casas –por ellas o por el hampa-, un
puente histórico y fundamental trancado por daños derivados de la desatención,
fallas de luz permanentes y largas, desabastecimiento de agua, abundancia de
basura, delincuencia, inseguridad, desempleo, escasez de divisas/medicinas/bienes(comida)/efectivo,
cierre frecuente de empresas, un pais desintegrándose por la migración que no
cesa, problemas macroeconómicos en profundidad (inflación, déficit fiscal,
dolarización informal) y la administración dedicada a analizar sus “éxitos” y
los peligros de un magnicidio.
No podía tener
esto otro desenlace que escuchar al presidente NM señalar que habían fracasado,
para inmediatamente decir, pero ahora si tenemos un plan, ahora si llegó el
momento de acabar con las mafias y la supuesta guerra económica[3]
de la cual su administración ha sido víctima. “Los modelos productivos que hemos intentado hasta
ahora han fracasado y la responsabilidad es mía, es nuestra, no podemos echarle
la culpa a la Santísima Trinidad” (www.aporrea.org
31 de julio 2018). Es más, pidiendo se acaben las excusas y la asignación de
culpas “al imperialismo” por la crisis por la que atraviesa Venezuela[4]
señaló: “Basta ya de lloriqueo frente al imperialismo, nos toca a nosotros producir
con bloqueo o sin bloqueo” (esto fue ante los delegados del congreso pesuvista;
www.aporrea.org 31 de julio 2018).
Se trata incluso
de un escenario, donde la administración ha terminado “aliándose”
indirectamente con algunos de sus victimarios. Es el caso de Dólar Today, acusada por distintas vías
por la administración, pero que ha terminado brindándole a la misma, junto a
otros portales, los caminos directos e indirectos para el conocimiento del -en
otros tiempos< innombrable o mercado negro o paralelo del dólar. Ya lo hizo
de manera categórica con las medidas de 17 de agosto de los corrientes (donde
se termina asumiendo un tipo de cambio de 6.000.000 Bs F por $) y lo había
venido haciendo con el reconocimiento de niveles de tipo de cambio cercanos al
paralelo, para las remesas. Este escenario de las remesas se convierte en un primer punto álgido de los recientes,
dados los movimientos migratorios, así como también pasa a ser uno de los elementos
hasta ahora de poco éxito para la administración bolivariana. Libre
convertibilidad, mecanismos transparentes, escenarios de confianza y seguridad
en que las pérdidas o los pagos por servicios son del menor nivel aceptable,
son parte de un variado conjunto de elementos que dependen de una nación, una administración
o un país, para poder hablar de registros, beneficios y magnitudes claras de
remesas. De resto, en escenarios cambiantes,
confusos y de controles itinerantes, más aun en un escenario de impulso
de transacciones digitales y mecanismos variados de envío y transferencia, se
hace poco controlable la cuantía y dinámica de las remesas. Parte de la crisis
de divisas de la administración, no consigue entonces fáciles vías por acá.
Otro asunto
atinente a las insuficiencias de la administración, es indudablemente parte de
la dinámica fiscal que ha acumulado una administración populista (donde ha medrado
la discrecionalidad, la corrupción y el desafuero en gastos de representación,
disfrute y otros tipos), es el concerniente –segundo punto de los álgidos recientes- a los posibles y necesarios
aumentos en el precio de la gasolina. Las ideas sobre que podíamos vivir incluso
con niveles bajísimos en el precio del barril de petróleo, como llegó a afirmar
el presidente Chávez o que tenemos que disfrutar la gasolina porque somos un
país petrolero, hoy día no son sostenibles con una administración y un país con
una crisis profunda. Todo aumento de la gasolina, en el actual contexto
hiperinflacionario, va a ser grandemente inflacionario, más aún si se habla de
precios internacionales[5]
y debe significar un abandono de un elemento fuerte del populismo. Así, después
de numerosas y variadas inquietudes, el presidente NM afirma que es para
después del 20 de septiembre y que no hay apuros.
Un tercero de los puntos álgidos tenidos
recientemente atañe a la escasez de efectivo. Persiste la
administración en no resaltar o enfrentar públicamente el hecho de que, aparte
de las mafias multiformes que existen en el país sin ser ni sola ni
necesariamente de la oposición o el imperialismo -o la supuesta conspiración
colombiana-, son los propios ciudadanos, convertidos en bachaqueros, o en
simples agentes ejecutores de estrategias de salvación, los que también
acumulan y negocian con el efectivo que se ha convertido en una mercancía que
es vendida en tres, cuatro o cinco veces su valor y que permite, además,
conseguir la comida más barata. Es parte de estos determinantes, los impulsores
de colas de numerosos desempleados o fugitivos de sus trabajos (buscando
efectivo del segundo cono monetario, que se seguirá vigente hasta que se
extinga su circulación), con tiempo de entre tres o cinco horas. Esa es la
realidad de una economía o sociología de la calle que se puede encontrar
también hoy en Venezuela.
EL PROGRAMA
El pasado 25 de julio la administración
bolivariana puso en curso el Programa de Recuperación Económica, Crecimiento
y Prosperidad, nuevamente con
el propósito de enfrentar la guerra económica. Y el 17 de agosto
de los corrientes, el presidente NM señaló: “Pido a todas y todos los
venezolanos máximo apoyo al Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y
Prosperidad. Exijo al Equipo Económico explicar bien a nuestro pueblo
cada acción que se estará implementando a partir del próximo #20Ago” (@NicolasMaduro). Es impresionante que, en la
situación que hemos destacado para el país, ni del lado de la administración,
ni del lado de la nación haya habido mayores elementos de discusión de tal Programa, aunque ciertas reacciones
merecen destacarse.
Desde julio de los corrientes venían
señalándose medidas como:
a) La reconversión monetaria,
que arrancará el próximo 20 de
agosto con la circulación y emisión del nuevo Bolívar Soberano, del nuevo
cono monetario, con anclaje al Petro; teniendo como componentes el
cambio del cono monetario y la reducción de 5 ceros a la moneda venezolana. b) Decreto
sobre
ilícitos cambiarios con el propósito de incentivar y permitir la inversión
en moneda extranjera y eliminar las barreras de tales ilícitos correspondientes
a otros tiempos. c) Entrega
a través de PDVSA de un bloque completo de reservas petroleras certificadas
(Bloque Ayacucho II, área Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco
consistente en 29 mil 298 millones de barriles petroleros) como parte de la
emisión de activos financieros y de las reservas financieras del BCV. d) Decreto
para exonerar de impuestos y de gravámenes a la importación de todo los bienes
de capital, materia prima, insumos, agro insumos, repuestos, maquinarias y
equipos, así como productos manufacturados según códigos arancelarios a
emitirse en los respectivos ministerios e instituciones tributarias del país,
por un periodo de un año. e) Censo
Nacional del Transporte en todas sus modalidades (sector privado y
personal, motos, carros, a todo el sistema de transporte: moto taxis, taxis,
carritos por puesto, autobuses, y todo el transporte de carga, desde encomienda
hasta el gran transporte de alimentos, bienes y servicios) (http://www.vtv.gob.ve/ 17 de agosto 2018).
Una opinión contundente después de
los anuncios del 25 de julio fue la del presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, quien indicó que la ley de
ilícitos cambiarios debía ser desmontada y no modificada. "Las medidas que
anunció Maduro son una payasada. Hay que desmontar por completo la ley de
ilícitos cambiarios, no anunciar que la van a modificar sino desmontarla".
Aseguró, además, que los anuncios que realizó el presidente Nicolás Maduro en
materia económica, el día 25 señalado, no tenían sentido, ya que el Petro
no tenía valor comercial y estaba sancionado por Estados Unidos. "Estos
gobernantes carecen de credibilidad y capacidad para resolver algo, por lo que
reitero que esas medidas son una payasada. Lo previsible es que habrá más
inflación" (www.el-nacional.com
26 de julio 2018).
Llegados al mismo 17 de agosto y dada
la petición del presidente, debe señalarse que el Programa se convirtió -o
insistió el Presidente- en 7 medidas:
1.- “El petro ha sido fijado su
valor en dólares en (…) 60 dólares o más, es el precio del barril petróleo.
Ahora el petro va a anclar el precio del bolívar soberano y cada petro tendrá
un valor de 3.600 bolívares soberanos”, lo que implica una tasa de cambio de 60
bolívares soberanos por dólar”. 2.- Aumento y el anclaje de
los salarios y pensiones al petro. “He fijado el salario mínimo, las pensiones
y la base del salario para todas las tablas salariales del país en base a medio
petro, 1.800 bolívares soberanos (equivalen a 180 millones de bolívares
actuales)”. 3.- La administración asumirá durante 90 días todos los
salarios de las PYMIS del país y de todo el sector privado: “tengo los
recursos, si no pueden avísenme, pero no voy a aceptar que me aumenten los
precios porque aumentaron los salarios”. 4.- Habrá un solo tipo de
cambio, que estará anclado al petro durante 90 días y que fluctuará con
todo el resto de monedas (dólares, euros, yuanes, etc.). “Elevaremos la
frecuencia de subastas ente Dicom con tres subastas semanales de oferta de
divisas convertibles en general, con la meta en 60 días de llegar a una por día
y jugar claro duro y directo en el sistema cambiario venezolano para tener un
solo tipo de cambio definitivamente y matar al dólar criminal, sepultarlo”. 5.- Incremento
del IVA de 12 a 16% y la recaudación del ISLR a una frecuencia
semanal. También un Impuesto a las Transacciones Financieras de hasta 2% para a
los 133 mil contribuyentes especiales del país. 6.- Emisión de un bono para
los beneficiarios del carnet de la patria. “A través del carnet de la Patria a
partir del lunes 20 un bono de reconversión económica de 600 bolívares
(soberanos) a diez millones de carnetizados”. 7.- Incremento en el precio de la gasolina, sin pormenores sobre
cuándo se realizará el mismo y señalando que “no tiene prisa” por los cambios,
que podrían ser paulatinos. Extendiéndose hasta el 30 de agosto el censo de
transporte (solo se podrá comprar gasolina con el Carnet de la Patria) (www.noticierodigital.com 17 de
agosto 2018; www.eluniversal.com 17 de
agosto 2018).
CONSIDERACIONES FINALES
Es llamativa la insensibilidad de la
administración bolivariana, ante los estragos que produce y seguirá produciendo
la hiperinflación que ya alcanza a 100% mensual[6]
y que conduce indefectiblemente a más allá del foso, con la destrucción de
patrimonios familiares y empresariales. Uno de sus determinantes, la dolarización
informal sigue avanzando y extendiéndose, ahora incluso con la alegría y
anuencia –por algunas vías como las señaladas más arriba- de la administración para
la implementación de este “nuevo” programa. Esta última persiste en no
estructurar una firme política antinflacionaria. Nada se menciona sobre reducción
del gasto público dentro del populismo y correspondientemente sobre reducción en
la monetización del déficit, que más temprano que tarde -por variadas razones- volverá
a presentarse. El petro además no es una expresión monetaria que genere
solvencia e ingresos, como los que ha aspirado la administración y la base de
ello es que no ha ampliado o generado confianza en los agentes económicos diversos.
Otros elementos de las medidas son
igualmente inflacionarios y destructores de patrimonios. Es el caso del bestial
aumento del salario mínimo; independientemente de las iniciales simpatías que
pueda generar, se trata de pasar de 3 millones a 180 millones visto en términos
del cono que ahora, también, entrará en fase de transición hacia la extinción. Ese
es un primer efecto por la vía del cierre de empresas y quiebra de negocios, según es la distorsión o las insospechadas
distorsiones que se van a estructurar en los salarios relativos, pues siguen
los eslabones de todos los que reciben sueldos y salarios. Ni que decir con los
nuevos precios relativos de bienes de sustento y atención, cuyo disparo será automático
a este bestial aumento de salario, a pesar del amable financiamiento que ofrece
la administración para las pequeñas y medianas empresas. Paternalismos y
populismo, no productividad ni estrategia de desarrollo.
Una administración en entendible pero
no justificada quiebra, que tiene entre sus responsabilidades la disminución
dramática de la producción petrolera[7],
asume además una actitud meramente fiscalita dados su requerimiento de recursos.
¿Son adecuados y convenientes estos impuestos que se aumentaran o ejecutaran? ¿Sus
repercusiones también son inflacionarias? ¿Qué estrategias se tienen sobre
ellos? En fin, nada claro. Solo que se trata de una administración requerida de
recursos y divisas, que incluso persiste en querer mantener el DICOM II que no
ha sido precisamente exitoso pero -eso si- generador de privilegios y
discrecionalidades.
El programa presenta medidas disímiles,
es de dimensión coyuntural y está afectado por el estatismo y el populismo pero,
además, en el caso de lo atinente a la gasolina, presenta un matiz que nunca
logrará explicar aceptablemente la administración bolivariana y es que presiona para homogeneizar a grupos
humanos, con la idea de que si no se incorporan al registro claramente
politizado del caso, el ciudadano no será beneficiado por el subsidio a tal
combustible.
La administración con este programa realmente
vuelve sobre sus andadas, lo dramático es que, en este caso, como ha venido
sucediendo crecientemente, la situación de la economía y la nación están en un
estado de mayor destrucción e incertidumbre.
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
[1]
Cualquier imprecisión ya casi es perdonable, dados los excesos y desafueros
vistos en 20 años de “revolución bonita”
[3]
Aunque como señalamos, ha sumido recientemente un perfil más suave, no ha sido
infrecuente este planteamiento en su discurso.
[4] Pese
a ser parte del discurso oficial, el responsabilizar a las sanciones y el
bloqueo de Estados Unidos como la causa de los males económicos del país.
[5]
¿El más alto, un promedio? En fin,
cosas por definir
[7]
Con un nivel de producción para meses
recientes, no fuertemente sobre el millón de barriles diarios.
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