domingo, 19 de mayo de 2019

EL ÚLTIMO CHAVISMO: o una mirada a pasiones de la derecha y la izquierda


EL ÚLTIMO CHAVISMO: o una mirada a pasiones de la derecha y la izquierda

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ


Los expertos o especialistas piensan que siempre hay que negociar, pero también los aprovechadores y oportunistas. No es fácil sin embargo convencer a gente sensata y que ha luchado mucho por el país de que, con los desafueros y las intenciones de los personeros de la administración bolivariana, eso sea factible o recomendable. Pero si, siempre se puede intentar. Algunos corderos que hoy día están en la oposición pero que antes fueron gobierno, en sus esfuerzos actuales porque se construya una sociedad que retome caminos abandonados y que se aparte del rumbo nefasto de la destrucción actual hacen pensar que los que han integrado gobierno hoy día, podrían actuar diferente en un futuro.

Las perversiones y astucias desarrolladas en los últimos seis años por parte de los que han sido gobierno –y que no son más que resultado de lo ejecutado en los catorce previos hacen pensar que la ultraderecha buscará un espacio en el país en los tiempos venideros y aquellos que piensan en la necesaria convivencia con la fuerzas políticas que hoy son gobierno, verán así enfrentándose en la sociedad pasión contra pasión. Y serán las fuerzas del equilibrio y la ponderación política en pro de la democracia y la libertad, las que enfrentarán eso en la sociedad venezolana

En una nota anterior[1] intentamos reflexionar sobre que queda del chavismo visto en el 2019, en relación a lo que este movimiento político se planteó desarrollar desde hace más de veinte años. Ofertas incumplidas o frustraciones alcanzadas, junto a una economía destruida, es parte de esos restos. Hoy día buscamos -en esta nota- alcanzar algunos ordenamientos sobre cómo se verá esa fuerza -hoy bastante disminuida- en el futuro.

En los procesos políticos del siglo XX, en aquellos vinculados al izquierdismo, se difundió la máxima de Lenin “Sin teoría revolucionaria no hay practica revolucionaria”. Apartando la discusión sobre el fracaso estructural de lo que algunos ubicaban como el modo de producción socialista y la corrupción, autoritarismo, surgimiento de nuevos privilegios y pocos éxitos en el alcance del bienestar de la personas, el movimiento y sus partícipes,  asociados a la administración bolivariana de más de 20 años, no se destacaron precisamente por su consistencia ideológica. Una mezcla y un pastiche venido del área de los fracasados de los años sesenta durante la lucha armada de inspiración cubana, militares, oportunistas, advenedizos y conversos, produjeron esta mezcolanza de corrupción, nuevorriquismo e impercepción de lo que es el éxito según las propuestas originales.  En el área de la economía… ¡ufff! …ni que decir.

En tales razones y contextos y sin prestidigitación, sino tan solo según lo visto en evolución y resultados presentamos seis chavismos que conformarán lo que llamamos el ultimo chavismo, donde algunos de sus componentes podrán ser efímeros y otros más perdurables, independientemente de su representación numérica que, en nuestra percepción, tenderá a ser baja dados los fracasos del “modelo”, la ausencia de recursos y la observable e inevitable próxima pérdida del poder político. Claro, contrario a lo que creen algunos, las masas y el pueblo no siempre aciertan y cometen numerosos errores y son capaces de elegir a Reagan, Trump,  por segunda vez en venezuela a CAP  o Rafael Caldera, o para el caso que se resalta a HC, NM, o hasta reelegir en otros casos,  a expresidentes como abundantemente ha pasado en la región y se aproximan posibilidades de simpatías hacia -por ejemplo- reelección de Cristina Kirchner (¡¡¡!!!) en Argentina[2].

El primero de los componentes del último chavismo es el chavismo decente. Lo más probable es que esté representado por chavistas o izquierdistas honestos y convencidos de que puede lucharse y convivirse en democracia, con otros factores políticos y en las instancias que brinda la democracia (una distinta por lo demás a como la concibe la propia administración bolivariana). En ello influirá su trayectoria, la que no presentando mayores desarrollos de conflictos y en la corrupción faciliten tal labor.

El segundo componente es el chavismo radical y/o violento. Se trata de aquellos militantes/seguidores de la administración bolivariana que consideran que, siempre se ha debido ser más radical con ideas como la de que los sectores populares se dirijan al este de la ciudad a atacar y destruir, o a aquellos que les ha fascinado la idea de que al morir el presidente HC se acabaron muros de contención…  Cierto es que estos grupos, o algunos de ellos, se confunden con miembros y actividades de corte delincuencial y que, como corresponde al trasfondo de estas actitudes, su violencia se exacerba con la pérdida del poder político y el fracaso de la llamada “revolución bolivariana”. Correspondientemente, su perfil futuro será cada día menor en su representación.

El tercer componente lo llamaremos chavismo/encantamiento. Dada las inconsistencias en los “éxitos” e ideológicas –que se presentan contrariamente como virtudes- e igual que en el caso de personajes como Hitler o Rasputín (el llamado por algunos monje loco y “asesor” de la Zarina antes de la toma del poder por los bolcheviques) y otros tantos de mayor o menor envergadura o significación, cuya vida terminó en recuerdos, referencias y, por variados motivos, en misticismos, por usar una expresión elegante, imaginamos que brujos, místicos y santeros en un futuro tendrán altares con sus respectivos demandantes, donde se haga alusión a los poderes sobrenaturales de personajes harto conocidos de estos contextos y la administración bolivariana. Pero, inevitablemente, su influencia y la difusión serán inversamente proporcionales al progreso del modernismo y de la reconstrucción del país en las líneas de la democracia, la libertad y el progreso económico.

El cuarto componente es el chavismo esotérico: ante el fracaso de la revolución y la destrucción de las instituciones y la economía, los ciudadanos, faltos de explicaciones más contundentes y de logros directos de parte de sus líderes y, más aún, ante los dobles discursos tipo “la riqueza es mala” y buena parte de los dirigentes llevan vida de derrochadores o de riqueza distendida; o las acusaciones al “dólar sangriento” y la “guerra económica” con una administración que no tiene política antiinflacionaria ni cambiaria que no sea la de haber fracasado en numerosos regímenes cambiarios entregándole, correspondientemente, lo que queda del área cambiaria (donde con control férreo se mantuvo por cerca de 16 años), a quien pueda tomarla o dirigirla; o una administración que se presenta como benefactora del pueblo y no arregla las calles ni el metro ni los sistemas de salud; en tales condiciones, pues, no le queda a varios de sus seguidores sino el camino del esoterismo que viene a mezclar la injusticia, la maldad de los hombres, la virtud de cualquier proceso que hubiera significado la participación popular, aunque no sea más que meramente simbólica. Las explicaciones se vuelven consuelo y se puede hacer uso de cualquier recurso explicativo.

En el orden que hemos presentado los componentes, si no se recurre a la ideología en su perfil honesto, a la violencia, a la religión/misticismo o al esoterismo, no le queda al quinto componente chavista sino la opción del carácter repetitivo de todas las ilusiones y proyectos que, aun fracasados en su mayor parte, se les han repetido numerosísimas veces por HC y NM y sus exégetas. Repetir y repetir pasa a ser entonces un elemento consustancial en el ambiente en que se encuentra el país y sus habitantes, y así el chavismo repetitivo pasa a ser el quinto componente, ante el proceso de destrucción de las instituciones y la economía.

Un sexto componente del ultimo chavismo será la gestión de las viudas de la “revolución”, presentando con tal definición a aquellos y aquellas que se dedicarán a añorar y recordar (en el entendido de que todo iba muy bien… pero la conspiración nacional e internacional etc., etc.[3]) un largo período –de más de veinte años hasta ahora- de profundo deterioro de las condiciones de vida y esperanzas de los venezolanos y que la administración ha querido vender como un período de grandes logros y éxitos en el área de la economía y el nivel de vida de los mismos. Avanzado mayo de 2019, tenemos hoy día un profundo decaimiento de la producción petrolera, compromisos de pagos externos pendientes y una administración cada día más cuestionada en el área internacional, además de un contexto hiperinflacionario, de escasez de divisas y efectivo y con un cono monetario nuevamente depreciado, que cada día cercena más los patrimonios de familias y empresarios.

En fin, un multivariado cuerpo cada día de menor proporción y relevancia será el último chavismo, que le tocará  pasar  a tener que presentar esfuerzos en el mejor de los casos, junto a otros factores del país, para la recuperación del mismo,  que, en pocos años, ha visto salir a más de cuatro millones de sus ciudadanos en busca de mejores alternativas o de una alternativa, ante las casi inexistentes que le presenta el panorama aludido, con sus bajos salarios y escasas oportunidades de trabajo digno y regular, entre otros elementos.



19 de mayo 2019
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com



[2] Ver Félix Arellano  http://masterecointerucv.blogspot.com/2019/05/argentina-un-salto-al-vacio.html. El 18 de los corrientes comunicó que se lanzaría a Vicepresidente y no a la presidencia. Problemas con la justicia, elementos políticos o familiares se ubicaron como el abanico de esa decisión (www.bbc.com 19 de mayo 2019).
[3] Igual hacen –por otras vías- los que añoran la segunda administración de CAP 1989/1993.

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