EL ÚLTIMO CHAVISMO: o
una mirada a pasiones de la derecha y la izquierda
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Los expertos o especialistas piensan
que siempre hay que negociar, pero también los aprovechadores y oportunistas.
No es fácil sin embargo convencer a gente sensata y que ha luchado mucho por el
país de que, con los desafueros y las intenciones de los personeros de la administración
bolivariana, eso sea factible o recomendable. Pero si, siempre se puede
intentar. Algunos corderos que hoy día
están en la oposición pero que antes fueron gobierno, en sus esfuerzos actuales
porque se construya una sociedad que retome caminos abandonados y que se aparte
del rumbo nefasto de la destrucción actual hacen pensar que los que han
integrado gobierno hoy día, podrían actuar diferente en un futuro.
Las perversiones y astucias desarrolladas
en los últimos seis años por parte de los que han sido gobierno –y que no son más
que resultado de lo ejecutado en los catorce previos hacen pensar que la ultraderecha buscará un espacio en el
país en los tiempos venideros y aquellos que piensan en la necesaria
convivencia con la fuerzas políticas que hoy son gobierno, verán así
enfrentándose en la sociedad pasión
contra pasión. Y serán las fuerzas del equilibrio y la ponderación política
en pro de la democracia y la libertad, las que enfrentarán eso en la sociedad venezolana
En una nota anterior[1]
intentamos reflexionar sobre que queda del chavismo visto en el 2019, en relación
a lo que este movimiento político se planteó desarrollar desde hace más de
veinte años. Ofertas incumplidas o frustraciones alcanzadas, junto a una economía
destruida, es parte de esos restos. Hoy día buscamos -en esta nota- alcanzar
algunos ordenamientos sobre cómo se verá esa fuerza -hoy bastante disminuida-
en el futuro.
En los procesos políticos del siglo
XX, en aquellos vinculados al izquierdismo, se difundió la máxima de Lenin “Sin teoría revolucionaria no hay
practica revolucionaria”. Apartando la discusión sobre el fracaso estructural
de lo que algunos ubicaban como el modo de producción socialista y la corrupción,
autoritarismo, surgimiento de nuevos privilegios y pocos éxitos en el alcance
del bienestar de la personas, el movimiento y sus partícipes, asociados a la administración bolivariana de más
de 20 años, no se destacaron precisamente por su consistencia ideológica. Una
mezcla y un pastiche venido del área de los fracasados de los años sesenta durante
la lucha armada de inspiración cubana, militares, oportunistas, advenedizos y
conversos, produjeron esta mezcolanza de corrupción, nuevorriquismo e
impercepción de lo que es el éxito según las propuestas originales. En el área de la economía… ¡ufff! …ni que
decir.
En tales razones y contextos y sin
prestidigitación, sino tan solo según lo visto en evolución y resultados
presentamos seis chavismos que
conformarán lo que llamamos el ultimo
chavismo, donde algunos de sus componentes podrán ser efímeros y otros más
perdurables, independientemente de su representación numérica que, en nuestra
percepción, tenderá a ser baja dados los fracasos del “modelo”, la ausencia de
recursos y la observable e inevitable próxima pérdida del poder político.
Claro, contrario a lo que creen algunos, las masas y el pueblo no siempre
aciertan y cometen numerosos errores y son capaces de elegir a Reagan, Trump, por segunda vez en
venezuela a CAP o Rafael
Caldera, o para el caso que se resalta a HC, NM, o hasta reelegir
en otros casos, a expresidentes como
abundantemente ha pasado en la región y se aproximan posibilidades de simpatías
hacia -por ejemplo- reelección de Cristina
Kirchner (¡¡¡!!!) en Argentina[2].
El primero de los componentes del último chavismo es el chavismo decente. Lo más probable es
que esté representado por chavistas o izquierdistas honestos y convencidos de
que puede lucharse y convivirse en democracia, con otros factores políticos y
en las instancias que brinda la democracia (una distinta por lo demás a como la
concibe la propia administración bolivariana). En ello influirá su trayectoria,
la que no presentando mayores desarrollos de conflictos y en la corrupción faciliten
tal labor.
El segundo componente es el chavismo radical y/o violento. Se trata
de aquellos militantes/seguidores de la administración bolivariana que
consideran que, siempre se ha debido ser más radical con ideas como la de que
los sectores populares se dirijan al este de la ciudad a atacar y destruir, o a
aquellos que les ha fascinado la idea de que al morir el presidente HC se acabaron muros de contención… Cierto es que estos grupos, o algunos de
ellos, se confunden con miembros y actividades de corte delincuencial y que,
como corresponde al trasfondo de estas actitudes, su violencia se exacerba con
la pérdida del poder político y el fracaso de la llamada “revolución
bolivariana”. Correspondientemente, su perfil futuro será cada día menor en su representación.
El tercer componente lo llamaremos chavismo/encantamiento. Dada las
inconsistencias en los “éxitos” e ideológicas –que se presentan contrariamente
como virtudes- e igual que en el caso de personajes como Hitler o Rasputín (el
llamado por algunos monje loco y “asesor” de la Zarina antes de la toma del
poder por los bolcheviques) y otros tantos de mayor o menor envergadura o
significación, cuya vida terminó en recuerdos, referencias y, por variados
motivos, en misticismos, por usar una expresión elegante, imaginamos que
brujos, místicos y santeros en un futuro tendrán altares con sus respectivos demandantes,
donde se haga alusión a los poderes sobrenaturales de personajes harto
conocidos de estos contextos y la administración bolivariana. Pero,
inevitablemente, su influencia y la difusión serán inversamente proporcionales
al progreso del modernismo y de la reconstrucción del país en las líneas de la
democracia, la libertad y el progreso económico.
El cuarto componente es el chavismo esotérico: ante el fracaso de
la revolución y la destrucción de las instituciones y la economía, los
ciudadanos, faltos de explicaciones más contundentes y de logros directos de
parte de sus líderes y, más aún, ante los dobles discursos tipo “la riqueza es
mala” y buena parte de los dirigentes llevan vida de derrochadores o de riqueza
distendida; o las acusaciones al “dólar sangriento” y la “guerra económica” con
una administración que no tiene política antiinflacionaria ni cambiaria que no
sea la de haber fracasado en numerosos regímenes cambiarios entregándole,
correspondientemente, lo que queda del área cambiaria (donde con control férreo
se mantuvo por cerca de 16 años), a quien pueda tomarla o dirigirla; o una
administración que se presenta como benefactora del pueblo y no arregla las
calles ni el metro ni los sistemas de salud; en tales condiciones, pues, no le
queda a varios de sus seguidores sino el camino del esoterismo que viene a mezclar
la injusticia, la maldad de los hombres, la virtud de cualquier proceso que
hubiera significado la participación popular, aunque no sea más que meramente
simbólica. Las explicaciones se vuelven consuelo y se puede hacer uso de
cualquier recurso explicativo.
En el orden que hemos presentado los
componentes, si no se recurre a la
ideología en su perfil honesto, a la violencia, a la religión/misticismo o al
esoterismo, no le queda al quinto componente chavista sino la opción del carácter repetitivo de todas las ilusiones
y proyectos que, aun fracasados en su mayor parte, se les han repetido numerosísimas
veces por HC y NM y sus exégetas. Repetir y
repetir pasa a ser entonces un elemento consustancial en el ambiente en que
se encuentra el país y sus habitantes, y así el chavismo repetitivo pasa a ser el quinto componente, ante el
proceso de destrucción de las instituciones y la economía.
Un sexto componente del ultimo chavismo será la gestión de las viudas de la “revolución”, presentando
con tal definición a aquellos y aquellas que se dedicarán a añorar y recordar (en
el entendido de que todo iba muy bien… pero la conspiración nacional e
internacional etc., etc.[3])
un largo período –de más de veinte años hasta ahora- de profundo deterioro de
las condiciones de vida y esperanzas de los venezolanos y que la administración
ha querido vender como un período de grandes logros y éxitos en el área de la
economía y el nivel de vida de los mismos. Avanzado mayo de 2019, tenemos hoy
día un profundo decaimiento de la producción petrolera, compromisos de pagos
externos pendientes y una administración cada día más cuestionada en el área
internacional, además de un contexto hiperinflacionario, de escasez de divisas
y efectivo y con un cono monetario nuevamente depreciado, que cada día cercena
más los patrimonios de familias y empresarios.
En fin, un multivariado cuerpo cada
día de menor proporción y relevancia será el último chavismo, que le tocará pasar a
tener que presentar esfuerzos en el mejor de los casos, junto a otros factores
del país, para la recuperación del mismo,
que, en pocos años, ha visto salir a más de cuatro millones de sus
ciudadanos en busca de mejores alternativas o de una alternativa, ante las casi inexistentes que le presenta el
panorama aludido, con sus bajos salarios y escasas oportunidades de trabajo
digno y regular, entre otros elementos.
19 de mayo 2019
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
[2]
Ver Félix Arellano http://masterecointerucv.blogspot.com/2019/05/argentina-un-salto-al-vacio.html.
El 18 de los corrientes comunicó que se lanzaría a Vicepresidente y no a la
presidencia. Problemas con la justicia, elementos políticos o familiares se
ubicaron como el abanico de esa decisión (www.bbc.com
19 de mayo 2019).
[3]
Igual hacen –por otras vías- los que añoran la segunda administración de CAP 1989/1993.
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