La economía rentística todavía en
ciernes le da a Adriani la no comprensión del todo del negocio petrolero,
debido a su mentalidad agrícola-productora
JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
06/08/2020 05:00
am
Alberto Adriani Mazzei, fue un político en el estricto sentido de la palabra, busco en todas las iniciativas que llevó a cabo tratar de crear un orden y modernizar al estado venezolano tanto en sus instituciones que liderizo, como en políticas públicas implementadas por él, fueron entre otras, la modernización de la finanzas públicas venezolanas y crear un Banco Central (iniciativa que retomo su gran amigo el Dr. Manuel R. Egaña, quien lleva adelante la creación del Banco central y fue eximio experto petrolero venezolano, no valorado en su justa dimensión de héroe civil de la Venezuela contemporánea), estas iniciativas las llevo adelante porque era poseedor de una gran auctoritas. Al conmemorarse este próximo lunes 10 de agosto, un año más de la culminación de su ciclo vital, justo recordar una faceta más de su obra, pensamiento y acción, como el economista más brillante de Venezuela en los primeros 50 años del siglo XX. Si estuviera vivo, reprobaría con la calificación de cero cero (00) al gabinete económico actual, más mediocre, que ha tenido la República en su historia, (eso sin contar con los otros gabinetes económicos de los últimos 21 años) entre otras cosas por su falta de pericia, experiencia, preparación intelectual y competencia profesional cuando han sumido al país en la peor crisis de su economía y finanzas públicas. En su visión y reflexiones, sobre el petróleo un tema poco estudiado de su pensamiento tocaremos ese punto hoy. El Presidente López Contreras lo nombra primero, para formar parte de la comisión que elaborará el Programa de Febrero, da una muestra más, de las dotes del hombre de estado y político de gran envergadura, que será él, en ese breve plazo, pero fructífero año 1936.
En una excelente obra publicada hace más de 30 años por el recordado Asdrúbal
Baptista y Bernard Mommer, del IESA El Petróleo en el Pensamiento
Económico Venezolano, están esbozadas allí algunas ideas de él, sobre
esta materia y junto a otros ilustres venezolanos como Gumersindo Torres, Uslar
Pietri, Betancourt, Juan Pablo Pérez Alfonzo, entre otros. Libro que sugiero
releer a la luz de la situación petrolera (verdaderamente paupérrima hoy)
venezolana y mundial actual, tanto por efectos del cambio tecnológico y la
recesión por la pandemia del COVID-19.
Por una parte, a pesar de que veía en la agricultura y la cría un sector
primario de la economía rudimentario, la veía con porvenir y en particular al
café como industria.
No es por casualidad, en una jugada maestra del presidente López Contreras,
reorganiza el Gabinete y lo nombra y se da el paso fundamental de inicio al
funcionamiento del Ministerio de Agricultura y Cría dando a la luz este
novísimo Ministerio en una reorganización ministerial importante (sugiero a los
amigos lectores consultar la Gaceta Oficial N° 18.894 del 2 de marzo de
1936) que va a regir las políticas públicas en materia agrícola y pecuaria
del país. Nos es de extrañar que Adriani, asuma Agricultura y Cría, ya que
viene de tener una rica experiencia internacional y gerencial en la
Organización Panamericana, como Primer Jefe de la División de Cooperación
Agrícola, desde 1928 hasta enero de 1930 y en las empresas de la familia
Adriani-Mazzei.
Al petróleo lo observa como algo en primer lugar en manos extranjeras y segundo
lugar, enclavada en la economía nacional y con poca influencia en los términos
económicos para aquellos años 30 sin embargo, esa visión va a modificarse a la
final de su vida, ya como hombre de gobierno. La veía como algo que no tenía
vínculos orgánicos con la agricultura y como mera industria extractiva y si se
quiere precaria (por la poca articulación productiva con el resto de la
economía).
La economía rentística todavía en ciernes le da a Adriani la no comprensión del
todo del negocio petrolero, debido a su mentalidad agrícola-productora, por
ello, antes de estar en Agricultura formó parte, luego de la muerte de Juan
Vicente Gómez, López Contreras, de la Comisión que él preside y que estudiaría
el problema de las primas de exportación para los productos agrícolas y
fundamentalmente el café (para los productos agropecuarios compuesta e
integrada además, por Alfredo Jahn, Luis Monsanto, y Ramón León). Adriani
maneja la tesis de la devaluación del Bolívar y se somete a un intenso debate
con Vicente Lecuna, Pérez Dupuy entre otros, la tesis de Adriani no triunfo, el
bolívar no se devaluó y Adriani matizo su opinión ya en como miembro del
Gabinete de López Contreras. Este debate enfrento a los productores y
exportadores agropecuarios del país con los nuevos intereses rentísticos del
petróleo vinculados a las exportaciones petroleras. El desarrollo y
modernización del país se baso en el uso del petróleo como instrumento de
desarrollo acelerado, fue la opción ganadora a fin de cuentas.
La auctoritas en el manejo de estos temas lo demostró Adriani aunque no
convenció a importantes sectores de la sociedad de aquél entonces, alcanza su
más plena expresión cuando se sigue a alguien no tanto por lo que dice, sino
por quién lo dice. La auctoritas no necesita razonar, ni convencer a cada
momento: hay o hubo un convencimiento previo derivado de la certeza del
argumento o de la eficiencia de los actos, a partir del cual opera la
confianza, en cuya virtud se presume la razonabilidad o la eficiencia del
portador de la auctoritas (esto se observa en la debate de la devaluación de
aquel entonces).
De aquí se entiende que la auctoritas deriva la capacidad efectiva y moral para
dirigir, orientar o aconsejar. Y esto lo alcanzo Adriani, en un intervalo de
poco de tiempo, fue un venezolano adelantado a su momento histórico.
Es probable que Alberto Adriani, si hubiera vivido en los años 40, se habría
vinculado a varios eventos importantes de esa década : por una parte, la
creación del Banco Central, que avizoró desde 1931, donde fue un pionero en la
realización de los primeros estudios para crear una Banca Central, además, en
la fundación de la escuela de economía de la Universidad Central de Venezuela y
por consiguiente, hubiera sido un actor político de primer orden, en la transición
venezolana de 1945, gracias a varias condiciones que reunía alrededor de él,
era andino (importante activo para la Venezuela de aquél entonces, por el peso
del andinismo en ese momento), bien formado intelectualmente y conocía y había
tratado a los emergentes líderes de aquel momento encabezados por Rómulo
Betancourt, y tenía experiencia de gobierno, lamentablemente el destino fue
otro, pero su legado esta allí. Si se quiere era un puente entre dos épocas de
aquel momento. Adriani, sigue vivo en su legado imperecedero.
jesusmazzei@gmail.com
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