Gobernar en tiempos de crisis y coronavirus
El ejercicio del gobierno, del
gobernar es más intricado, complejo, debido a que es optar entre opciones, es
saber qué se quiere, saber qué se puede y qué no se puede hacer
JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
27/08/2020 05:00 am
Dos aspectos
El tema del gobernante eficiente abarcar dos aspectos en efecto: el político y
el administrativo. El político, porque abarca el ámbito de toma de decisiones
alcance, durabilidad, eficiencia y el administrativo, porque va hacia la
realización de propuestas, programas y planes de acción. Implica, además, la
conducción y coordinación horizontal y vertical de las diferentes acciones de
gobierno, aquí está implícito la calidad del equipo de gobierno que acompaña al
gobernante.
Debe tener un adecuado asesoramiento las reflexiones para actuar y tomar
decisiones. El político en funciones de gobernante es un hombre de acción, y
por ello, requiere de adecuados instrumentos conceptuales para una mejor
comprensión de los fenómenos políticos, debe tener una visión y perspectiva
amplia de las cosas sobre las cuales se gobierna. ( se gobierna en una crisis
multidimensional, compleja y ante el reto de la digitalización del sector
público). Los factores responsables de las respuestas exitosas a la pandemia han
sido la capacidad del estado, la confianza social y el liderazgo y esos lo han
tenido algunos gobernantes que mencione arriba.
Premisas
El buen gobernante en estos tiempos debe al menos cumplir con estas mínimas
premisas para llevar una gestión gubernamental eficaz que son a saber:
identificar los problemas en forma adecuada. Clasificarlos en forma oportuna lo
que se une a un claro sentido de prioridades.
Luego determinar cuáles ameritan tratamiento inmediato y en forma eficaz y
eficiente. Hay otras tres condiciones importantes que se une a sus cualidades
cualitativas, por otra parte, saber cuándo disminuir las tensiones y procesos
conflictuales de la sociedad que gobierna. Darle estabilidad a su equipo de
gobierno y proporcionar un sentido dialogante con sus adversarios.
Lo ideal es tener sociedades políticas, con conflictos no existenciales, sino
de carácter agonal, no suma cero (eso no caracteriza por ejemplo, a la actual
sociedad política venezolana).Debe haber un equilibrio entre las necesidades derivadas
de los interese vitales de la política interna, y las presiones externas
impuestas por las presiones externas por el interés exterior.
Se requiere, pues, a la hora de gobernar tacto político, capacidad de
comunicación, persuasión y un timing especial, ver el margen de maniobra que
dan las decisiones, para llevar cabo no solamente las tareas normales del día a
día de gobierno, sino igualmente, negociar, conversar con los diversos actores
con los que se convive y la posible influencia del entorno internacional que
también repercute, porque hoy en día hay una porosidad manifiesta entre el
ambiente interno y el externo. Por eso, las labores del gobernante deben
converger y no diverger, deben engranarse, para mejorar las decisiones que al
final de cuentas van al seno de las sociedades democráticas. Se trata armonizar
más que el conflicto sino el dilema o las opciones entre decisiones
democráticas a escala de cada nación y decisiones tecnocráticas a escala
supranacional. El arte de dirigir y decidir, en un gobernante se basa en
ocasiones en un cálculo muchas veces basado, en forma racional, incremental o
burocrática de los costos y beneficios y el ejercicio, del equilibrio de una
decisión sobre políticas públicas. Hoy se debe ir a lo que se denomina govtech,
que tiene varias ventajas y favorece elementos de gobernabilidad: la rendición
de cuentas, reduciendo la discrecionalidad y promoviendo la innovación pública.
Varios países latinoamericanos han avanzado en esta vía y las democracias más
avanzadas.
Con la digitalización de los Estados se espera que los servicios públicos sean
abiertos, simples y orientados hacia ciudadano.
El político en funciones de gobierno debe conocer cuál es el margen y repito,
el timing de maniobra que tiene para tomar decisiones. En las democracias
gobernar se hace más intricado porque se debe gobernar bajo varias premisas
como consulta, cooperación, negociación y coordinación.
Teoría política contemporánea
En este sentido, la interacción entre los agentes políticos (partidos,
sindicatos grupos de interés y de presión, líderes, etcétera) y las decisiones
de política es el objeto central de la teoría política contemporánea y el
diseño de políticas públicas es uno de sus desafíos En esta interacción, las
expectativas racionales de los agentes juegan un papel esencial en la acción
política, lo cual debe tomarse en cuenta. La relación dialéctica entre sociedad
política y civil, es un elemento que debe tomar en cuenta en quien ejerce
funciones de gobierno, para ello se requiere una dosis amplia de conocimiento
de la cultura, historia e idiosincrasia del país donde se gobierna. No es un
problema que se arregla con buena gerencia, porque gobernar es esencialmente un
problema político.
Estamos en pleno desarrollo de una sociedad del conocimiento, que viene de una
sociedad de la organización que está siendo afectada por el Covid-19, donde lo
fundamental es la programación y el planeamiento y muchas veces en la política
de la acción de gobernar.
El ejercicio del gobierno, del gobernar es más intricado, complejo, debido a
que es optar entre opciones, es saber qué se quiere, saber qué se puede y qué
no se puede hacer, saber cuándo hay que hacerlo y finalmente, cómo hay que
hacerlo, y en sociedades postindustriales de carácter democrático, es más
complicado, por los diversos intereses a incluir y satisfacer y sobre todo en
un mundo donde lo interno y externo se vuelve más poroso, como consecuencia de
la globalización. El político en funciones de gobierno debe tener pues,
iniciativa estratégica, pero con un sentido de las proporciones.
jesusmazzei@gmail.com
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