Alberto Adriani: Acción internacional
Adriani, como se ve se dedicó a formarse y a estudiar, en aquel entonces ya
valoraba lo importante de la formación y adquisición de conocimientos, en una
Venezuela paupérrima
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JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
19/08/2021
05:00 am
Para los entendidos en
las finanzas públicas y la economía en general, ha sido el más brillante
ministro de Hacienda que ha tenido la nación, a pesar de su corta ejecutoria.
Fundador del Ministerio de Agricultura y Cría, fue un hombre que se adelantó a
su tiempo; percibió y comprendió adecuadamente los principales problemas de la
Venezuela de los años veinte y treinta, con clara lucidez prospectiva desde el
punto de vista intelectual visualizó los primeros y principales problemas que
podía tener la estructura económica nacional con la irrupción del petróleo en
el sistema productivo nacional. Complementó su formación jurídica (que no
concluyo porque viajo a Europa estudiar economía) con una experiencia
organizacional internacional invalorable, en diversos organismos
internacionales y en la Cancillería venezolana en particular, lo cual le
permitió tener una amplia visión de las cuestiones políticas y económicas de
esos años tanto a nivel nacional como internacional.
En este artículo, deseo centrarme una vez más, en su experiencia y visión
internacional, que fue un complemento de su formación profesional e
intelectual, primero ejerció roles como Cónsul de Venezuela en Ginebra en 1921,
entre mayo de ese año y noviembre. Allí ingresa a la Universidad de Ginebra,
para estudiar economía. Paralelamente, el Canciller de entonces le propone al
Presidente Gómez, nombrarlo como secretario de la Representación venezolana en
la Segunda Asamblea de la Sociedad de Naciones, institución fundada a raíz de
la finalización de la primera guerra mundial. Adriani, asistirá a la tercera,
cuarta, quinta y sexta Asamblea entre los años 1922 y 1924, respectivamente.
Adriani, tuvo como contemporáneos a venezolanos de la talla de Diógenes
Escalante, Santiago Key Ayala, Caracciolo Parra Pérez, José Gil Fortoul, César
Zumeta, José Antonio Tagliaferro, eso lo enriqueció intelectualmente. Conoció y
tuvo la posibilidad de empaparse del trabajo global del organismo, adquirió los
conocimientos indispensables para manejarse no sólo en el trabajo diario en una
organización multilateral, sino aprender a negociar y a través de sus
diferentes comisiones que integraban el trabajo de la delegación venezolana en
Ginebra es probable que Adriani, centrará su trabajo en la primera comisión que
se dedicaba al estudio de cuestiones jurídicas y constitucionales del organismo
y a que estaba dedicada a las cuestiones económicas y financieras de la
Sociedad de Naciones.
Por otra parte, Adriani aquí seguirá colaborando con la prensa de su país y
elaborará alguno de sus mejores trabajos intelectuales. Creyó en los objetivos
y se identificó con los ideales de la Sociedad de Naciones, tuvo si se quiere
una gran influencia del pensamiento idealista (Hegel moldeará su pensamiento
intelectual, fundamentalmente, aunque también leerá a Kant, Fichte, Schelling,
Croce y Gentile) predominantes de la época. Todavía el realismo no había hecho
su irrupción, que lo hará a través del libro de E. H. Carr, Veinte años de
Crisis, que será editado tres años después de la muerte del ilustre merideño en
1939. Aunque no se hacia muchas ilusiones sobre el ideal wilsoniano y sobre la
eficacia política y ejecutiva de la organización, sin embargo, ve en ella una
ventana de creación y oportunidad, de un orden internacional para ordenar la
convulsa primera postguerra. Adriani seguirá en general el resto de su vida las
actividades del la Sociedad de Naciones. Vive sus años de crecimiento que van
del 1921 al 23, los inicios de la estabilidad del organismos del año 1924 hasta
1931 y los conflictivos que marcaran la vida de la organización entre 1932
hasta el 36 y los acontecimientos que años después llevarán a su desaparición
en 1939. Es probable que a pesar de la crisis de existencia del organismo que
le toca presenciar a Adriani, vaya ser un defensor importante de la creación de
una organización multilateral que moldee la paz, la seguridad, y el orden del
mundo en ese entonces (recomiendo consultar el texto del Dr. Freddy Vivas Gallardo
sobre la Sociedad de las Naciones y el libro del Dr. Luís Xavier Grisanti sobre
Adriani).
Su pasantía por Londres, será fundamental; conoce a Keynes y se nutre de toda
la discusión intelectual de finales de los años 20, es un ávido ratón de
bibliotecas estudia el marxismo del cual fue un critico fundamental, en sus
fundamentos teóricos y prácticos viendo los primeros años del revolución rusa.
Su última experiencia internacional que será la Unión Panamericana antes de
regresar a Venezuela, será fundamental en el molde del talante de estadista que
fue. Creía en el papel articulador y civilizatorio del estado, fue un crítico
del liberalismo, esto también impregno su visión del papel del Estado dentro
del funcionamiento de la economía internacional.
Adriani, como se ve se dedicó a formarse y a estudiar, en aquel entonces ya
valoraba lo importante de la formación y adquisición de conocimientos, en una
Venezuela paupérrima. Por ello, para los jóvenes es un ejemplo a seguir y tener
fe en el futuro.
jesusmazzei@gmail.com
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