VENEZUELA ES UNA MORTADELA
Enrique Viloria Vera
“Comiendo pan y morcilla, nadie tiene pesadilla”. “Muchas manos en la
hornilla, no dejan probar morcilla”. “Todo lo prieto no es morcilla”.
La mortadela (mortadella en
italiano y mortadelle en
francés) es un embutido
como el jamón o el salami, elaborado, en su
mayoría, con carne de cerdo finamente picada (cerca de un 60 % de magro) originario de la
ciudad italiana de Bolonia (capital de Emilia-Romaña). Es una especialidad de la cocina italiana que se consume en países donde la inmigración desde ese
país fue importante, procede de varias regiones italianas , tales como: Emilia-Romaña, Piamonte, Lombardía y gran parte de la provincia de Trento. Se condimenta este fiambre con especias, tradicionalmente
con pimienta en grano, aunque hay variantes que contienen: pistacho, bayas de mirto, nuez
moscada molida, coriandro, ajo, pimiento o aceitunas.
La
mortadela junto con el jamón, las salchichas, el salchichón y su pariente el
salami, la morcilla o los chorizos forman parte importante de la larga y
diversa familia de embutidos. Su creciente consumo evidencia la importancia que
juega en las mesas familiares o en los carritos de comida rápida. No es posible
concebir a Alemania sin su diversidad de salchichas, a los Estados Unidos de
América sin sus hot dogs, a España sin sus jamones, chorizos y morcillas y, por
supuesto, a Italia tan orgullosa de su mortadela y de su Boloña.
Incluso
en los países árabes el embutido juega un papel relevante en la dieta de sus
habitantes: el merguez, elaborado con cordero, destaca en los cous - cous del
Magreb. América Latina, por su parte, registra un creciente consumo de
embutidos en todas sus variantes. Venezuela no se queda atrás.
En
la malhadada República Bolivariana se ha incrementado - vertiginosamente - , el
consumo de este alimento, es verdad que no con la variedad de los que se
consumían en la Venezuela punto - fijista: jamón de York o serrano, morcillas
de variado cuño, chorizos nacionales o importados, chistorras, entre otros. La malhadada Venezuela socialista es de
mortadela.
Este
muy económico embutido es el rey de los menús de los que menos tienen y por
razones de la creciente pobreza no pueden - aunque quisieran -, manducar carne
res o de cerdo, incluso el solidario pollo es inaccesible. La impuesta dieta
socialista de subsistencia incluye: harina de maíz precocida a precios
crecientes, pasta y arroz y sardinas, sin embargo, la mortadela de carne o de
pollo es la reina indiscutible de la mesa. Sola, frita o en revoltillo, aporta
las muy necesarias proteínas animales requeridas por el ser humano.
¡Lástima
que las irrisorias y menguadas bolsas CLAP no la incluyan!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario