Es probable que Alberto Adriani, si hubiera vivido en los años 40, se
habría vinculado a varios eventos importantes de esa década.
JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
26/08/2021
Con este artículo, concluyó los trabajos dedicados a este
insigne venezolano, con motivo de conmemorar los 85 años de su fallecimiento
hoy tocaremos el tema petrolero. Alberto Adriani, fue un político en el
estricto sentido de la palabra, busco en todas las iniciativas que llevó a
cabo, tratar de crear un orden institucionalizado y de modernización de las
finanzas públicas y como poseedor de una gran auctoritas pudo emprender las
tareas que llevo a cabo para tal fin. En su obra reflexiono también, sobre el Petróleo,
poco pero lo hizo abriendo paso a la literatura en esta materia en los años por
venir. El Presidente López Contreras lo designa para formar parte de la
comisión que elaborará el Programa de Febrero, allí da una muestra, de las
dotes del hombre de estado, que será él, en el breve plazo, pero fructífero año
1936 (febrero- agosto).
En una excelente obra publicada hace más de 30
años por los Drs. Asdrúbal Baptista y Bernard Mommer, en el IESA El Petróleo en
el Pensamiento Económico Venezolano, están esbozadas algunas ideas de él, sobre
esta materia y de otros ilustres venezolanos como Gumersindo Torres, Uslar
Pietri, Rómulo Betancourt, Juan Pablo Pérez Alfonzo, entre otros. Libro que
estimo debe releerse a la luz de la paupérrima situación económica y en
particular de la petrolera en la venezolana actual.
Por otra parte, a pesar de que veía y era fiel
creyente en la necesidad de contar con un vital sector agrícola y de cría, como
un sector fundamental de la economía, consideraba que era un sector rudimentario
que debía tecnificarse, para mejorar su productividad y en particular al café
como industria.
No es por causalidad, en una jugada maestra del
presidente López Contreras, reorganiza el Gabinete y lo nombra y se da el paso
fundamental de inicio de funcionamiento del Ministerio de Agricultura y Cría
dando a la luz este novísimo Despacho, en una reorganización ministerial
importante (sugiero a los amigos lectores consultar la Gaceta Oficial N° 18.894
del 2 de marzo de 1936) que va a regir las políticas públicas en materia
agrícola y pecuaria del país. Nos es de extrañar que Adriani, sea el escogido y
asuma Agricultura y Cría, ya que viene de tener una rica experiencia
internacional y gerencial en la Organización Panamericana, como Primer Jefe de
la División de Cooperación Agrícola, desde 1928 hasta enero de 1930 y en las
empresas de la familia Adriani-Mazzei de carácter agrario.
Así las cosas, al petróleo lo observará en
primer lugar como una industria en manos extranjeras y segundo lugar, enclavada
en la economía nacional y con poca capacidad multiplicadora en términos
productivos y económicos para aquellos años 30, sin embargo, esa percepción la
va a modificar al final de su vida,por su experiencia de gobierno. La veía como
algo que no tenía vínculos orgánicos con la agricultura y como mera industria
extractiva y si se quiere precaria.
La economía rentística petrolera todavía en
ciernes le da a Adriani la no comprensión del todo del negocio petrolero,
debido a su mentalidad agroproductora. Antes de estar en Agricultura formo
parte, luego de la muerte de Juan Vicente Gómez, designado por López Contreras,
como miembro de la Comisión que él preside que estudiaría el problema de las
primas de exportación (para los productos agropecuarios compuesta e integrada
además, por Alfredo Jahn, Luis Monsanto, y Ramón León). Adriani, maneja la
tesis de la devaluación del bolívar y se envuelve en un intenso y rico debate,
con Vicente Lecuna y Pérez Dupuy, entre otros. La tesis de Adriani no triunfa,
el bolívar no se devaluó. Este debate enfrentó a los productores y exportadores
agropecuarios del país con los nuevos intereses rentísticos del petróleo
vinculados a las exportaciones petroleras. El desarrollo y modernización del
país se basará por el peso de esta industria naciente, que fue la opción
ganadora a fin de cuentas y que moldeará el desarrollo de Venezuela en los
próximos años.
La auctoritas en el manejo de estos temas
demostró que Adriani aunque no convenció a importantes sectores de la sociedad
de aquél entonces, alcanza su más plena expresión cuando se sigue a alguien no
tanto por lo que dice, sino por quién lo dice. La auctoritas no necesita
razonar, ni convencer a cada momento: hay o hubo un convencimiento previo
derivado de la certeza del argumento o de la eficiencia de los actos, a partir
del cual opera la confianza, en cuya virtud se presume la razonabilidad o la
eficiencia del portador de la auctoritas.
De aquí se entiende que la auctoritas deriva la
capacidad efectiva y moral para dirigir, orientar o aconsejar. Y esto lo
alcanzo Adriani, en un intervalo de poco de tiempo, fue un venezolano
adelantado a su momento histórico.
Es probable que Alberto Adriani, si hubiera
vivido en los años 40, se habría vinculado a varios eventos importantes de esa
década. Por ejemplo, la dimensión que adquiría la Industria Petrolera: por una
parte, la creación del Banco Central donde fue un pionero en la realización de
los primeros estudios para crear una Banca Central, además, en la fundación de
la escuela de economía de la Universidad Central de Venezuela y por
consiguiente, hubiera sido un actor político de primer orden, en la transición
venezolana de 1945, gracias a varias condiciones que reunía era andino
(importante activo para la Venezuela de aquél entonces), bien formado
intelectualmente y conocía, y había tratado a los emergentes líderes de aquel
momento encabezados por Rómulo Betancourt, y tenía experiencia de gobierno,
lamentablemente el destino fue otro, pero su legado esta allí. Si se quiere era
un puente entre dos épocas de aquel momento.
jesusmazzei@gmail.com
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