Régulo Campo Martínez: In Memóriam
En suma, AVEX debe no solo
fortalecerse como importante organismo del sector privado, sino ir a una mayor
cooperación estatal (sinergia) en harás de tener una política pública para este
sector estratégico y vital de nuestra economía
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JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
13/06/2024 05:00 am
Coincidiendo con la fecha de nacimiento del Dr. Alberto Adriani Mazzei, del cual mi tío Régulo, fue un cultor de sus ideas e iniciativas y de las cuales me habló en vida, el pasado lunes 10 de junio se cumplieron 25 años de haber culminado su parábola vital, uno de los venezolanos más dignos de admiración y ejemplo de vida ciudadana por sus ejecutorias en el mundo empresarial y vida pública: Régulo Campo Martínez, nuestro recordado tío materno, por parte de la familia Alfonzo Bolaños y Martínez Niochet. Abogado y Economista, de formación en la Universidad de Chile, tuvo que salir desde muy joven al exilio en la época de Gómez, ya que mi tía abuela Ana Martínez Niochet, consideraba que esos tiempos eran muy riesgosos para sus dos hijos: Imelda Campo y Régulo Campo Martínez.
Ocupó pues, en los años 50, el único cargo público que gerenció en su
dilatada vida pública, en la antigua Dirección de Industria del antiguo
Ministerio de Fomento, que es donde se canalizó al principio el fomento e
incentivo, de las exportaciones no tradicionales en los años 60. Esto le
permitió profundizar en el conocimiento del parque industrial público y privado
venezolano de finales de la década de los 50 e inicios de los 60, bebió también
del debate intelectual de esos años, y de la influencia de la tesis de la
Cepal, la cual fue parte de su acervo intelectual que tuvo en su formación. La
economía venezolana, iniciaba su andadura en lo que se denominaba
industrialización tardía, fue por ello, un visionario y pionero en conjunto con
otros ilustres venezolanos, de las potencialidades de exportación más allá del
petróleo y otros productos no tradicionales.
En 1962, funda la Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX), en conjunto
con otros ilustres compatriotas, cuando era nula la conciencia exportadora de
bienes y servicios no-tradicionales, mediante la tesis de sustitución de
importaciones. Participó activamente en la creación del antiguo Instituto de
Comercio Exterior (ICE), en el primer gobierno del presidente Caldera, como
órgano público fundamental para sistematizar una política pública hacia el
sector exportador, en el apoyo a la redacción de la primera ley de apoyo al
Financiamiento y Estímulo a las exportaciones, la creación de Finexpo, la nueva
ley de Aranceles, entre otros instrumentos jurídicos y organizacionales.
En efecto, fue, por otra parte, fue además, factor fundamental en la
promulgación de la Ley del Fondo de Financiamiento de las Exportaciones
(FINEXPO), para crear un cuerpo jurídico y la Ley de Incentivos a la
Exportación, que le daba las dos primeras bases institucionales al sector
exportador no tradicional del país. Entre otras actividades organizó los
primeros congresos de exportadores, a inicios de los años 70, actuando como
fórum para delinear las columnas donde se erigiría una moderna política pública
de comercio exterior para los años 70 y 80, respectivamente. Presidió y dirigió
la AVEX durante 12 años, luego de haber sido su director ejecutivo, la modernizó,
y la dotó de su actual sede en el Centro Comercial Concresa, en el año de 1974.
Deja la presidencia de AVEX, en los años 90, cuando el panorama del
comercio exterior era otro. Solo dos ideas no pudieron ver cristalizadas
durante su presidencia: el Banco de Comercio Exterior y un ministerio que
permitiera darle mayor fortaleza institucional al área y desarrollar una
política de exportaciones más moderna y cónsona con los nuevos tiempos. Dejó
una obra intelectual en diferentes conferencias dictadas, en las memorias de la
AVEX y en entrevistas y artículos de opinión aquí en el diario El
Universal, en los años 80 y 90. Publicó un artículo cuya consulta
recomiendo, por su actualización, en la revista Política
Internacional Nro. 14, abril-junio de 1989, intitulado: Ideas
para una política de comercio exterior en los 90, que tiene una enorme
actualidad. Deja pues un sólido legado en materia de pensamiento económico de
lo que se hizo y hay que hacer en esta área vital de nuestra economía.
En ese orden de ideas, conseguí, además, en el acervo documental de entrevistas
de Carlos Rangel y Sofía Ímber, del Programa Buenos Días, dos entrevistas de mi
recordado tío, donde planteaba en los años 80 las siguientes ideas que hoy aún
tiene plena vigencia” … En primer lugar, porque consideramos que la extremada
dependencia que tiene el país del petróleo es peligrosa. Un país cuyo ingreso
de divisas es aproximadamente el 92 %, que aproximadamente es 68 % del ingreso
fiscal derivado del petróleo, que el 24 % ó el 26% del PIB deriva del petróleo,
es un país excesivamente dependiente. Y esa dependencia, como lo acaba de
demostrar la actual disminución del ingreso petrolero con motivo de la baja de
la demanda, y el problema de los hidrocarburos a escala mundial, nos pone
absolutamente de manifiesto la necesidad que hay efectivamente de diversificar
las fuentes de ingresos del país, de eso no cabe la menor duda…”. Esto fue a
mitad de la década de los años 80.
Por otro lado, exponía lo importante que en aquel entonces representaban
promocionar y estimular, las exportaciones de servicios, hoy muy menguadas y
afirmaba” …. Lo que te decía es muy importante desde el punto de vista de que
Venezuela no exporta sólo este tipo de productos, este tipo de bienes, sino que
además está exportando servicios y esos servicios que exporta Venezuela en el
campo de la ingeniería, son realmente muy importantes: estructuras metálicas,
drenajes, construimos el puente sobre el Canal de Panamá, tenemos una serie de
obras de esta naturaleza en diversos países centroamericanos y del Caribe, de
tal modo que nuestras exportaciones no son solamente por el concepto de las
exportaciones, de su producto, sino también por los servicios que el país está
generando que son muy interesantes. Todo ello puede aumentar considerablemente
nuestras cifras de exportaciones…” Este enfoque es muy pertinente dado la
importancia del sector servicios como parte del PIB y de las exportaciones a
nivel de la economía mundial contemporánea. Hoy en tiempos de cambio tecnológico
y la importancia del tema de servicios sus palabras cobran mayor actualidad.
En suma, AVEX debe no solo fortalecerse como importante organismo del
sector privado, sino ir a una mayor cooperación estatal (sinergia) en harás de
tener una política pública para este sector estratégico y vital de nuestra
economía. Como creo que es su lema aún hoy: “Producir para exportar,
exportar es prosperar”.
Recordemos finalmente, el legado de Régulo Campo Martínez, hoy más
vigente que nunca, que está registrado en sus intervenciones públicas,
artículos de opinión. Espero y aspiro, que el gremio exportador sepa valorar,
el legado de los fundadores de esa asociación que hoy debe ocupar un rol es más
importante cuando, el país, trata, de reabrirse al mundo exportador, luego de
años de falta de políticas de estado que fomentarán las exportaciones no
tradicionales, ojalá la novísima ley en esta materia, fuese aprobada lo más
pronto posible, en bien de crear una economía más fuerte y más diversificada.
Así como lo visualizaron en los años 60 Régulo Campo Martínez y sus fundadores,
hoy a la espera de la nueva ley de fomento de exportaciones no petroleras, para
enrumbar al país al siglo XXI, en esta materia.
jesusmazzei@gmail.com
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