La
dictadura tiene un confeti de “Decretos de Aumentos de Salario Mínimo”, ya
nadie cree en ellos porque nos hemos acostumbrados durante décadas a este tipo
de políticas que han sido estériles para los trabajadores, tanto es así que el
común de los trabajadores prefieren que
el gobierno no toque el tema.
Se
están Decretando tres de este tipo de compensaciones al año en medio de la
hiperinflación que atraviesa Venezuela por dos años consecutivos y la inflación
más alta del mundo desde hace tres años. Resulta irrisorio que con inflaciones
de casi el 1.000% anual se decreten aumentos del 100% anual; para el trabajador
literalmente mientras más aumentos se decreten más se hunde en su pobreza.
Decretar
aumentos no sirve para incrementar el salario real de los venezolanos, es igual
que Decretar la Felicidad, es sólo tinta en el papel. Lo único para lo que ayuda
el incremento del salario mínimo por Decreto, es para enjuagar las deudas
financieras, porque la relación deuda entre ingreso laboral disminuye. Las
deudas están expresadas en bolívares que antes tenían mayor valor, lo que hace
que en términos reales la deuda disminuya.
Las
mayoría de las personas se endeudan para poder compensar su consumo, debido a
que los ingresos son tan bajos que requieren de una ayuda financiera para poder
llegar a la semana o quincena. Casi puedo asegurar que todos los lectores
tienen su tarjeta de crédito full entre un pago de alimento aquí y allá.
En
general los grandes beneficiados de este tipo de política, son las personas que
tienen elevados niveles de deuda financiera y pueden indexar sus ingresos a la
inflación, y en este no es el caso los trabajadores.
Hay
que explicarle a la sociedad que la inflación es la herramienta que utiliza el
Estado para disminuir el salario real de los trabajadores y la verdadera
pregunta que uno se tiene que hacer por qué una economía tiene un período de 35
años con inflaciones de más de dos dígitos. El verdadero daño que genera la inflación no
es en salario sino al ahorro y al crecimiento
de una economía.
Prof. Douglas BECERRA S.
Constructor de Pensamientos.
douglas.becerra@yahoo.com
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