¿Diferencias o brechas?

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Felix Arellano

El caso venezolano también está cargado de contradicciones. Por una parte, encontramos aspectos positivos, como el apoyo del grupo de congresistas de la Florida, entre otros, el Sr. Marcos Rubio y la Sra. Ileana Ross, que conocen en profundidad la crisis venezolana, con acceso directo a la casa blanca

Entre los elementos que caracterizan el llamado “efecto Trump”, destaca las importantes diferencias con sus aliados, con la Unión Europea, particularmente Alemania, China, los islámicos, los mexicanos y los extranjeros en general; y, dada la volatilidad del Presidente, pareciera que tales diferencias van creciendo y podrían generar brechas o eventualmente boquetes; al extremo, que ya se comenta sobre posibles escenarios de guerra con China. Pareciera que ni su equipo, ni el partido republicano, ni su hija logran contener su ansiedad frente al twitter y su contradictorio manejo de los asuntos internacionales.

En la reciente Cumbre del Grupo de los 20, efectuada en Hamburgo, han quedado evidentes las diferencias y el progresivo aislamiento de la gran potencia, como evidencia la Canciller alemana ha dicho “cuando no hay consenso, hay que reflejar el disenso, no ocultarlo”. En efecto, Trump contradice al mundo en materia de cambio climático al rechazar el Acuerdo de Paris, pero también genera un efecto inestable, pues estimula las regresiones y Turquía ya está evaluando su posible retiro. El Presidente de Francia tiene la esperanza que puede superar la situación, en una próxima cumbre que sobre el tema convocará a finales del año en Paris.

Pero las diferencias con Europa no se limitan al tema del cambio climático, el comercio está resultando más explosivo. La Unión Europea promueve el libre comercio y Trump intenta retomar el proteccionismo, bajo la falsa etiqueta del “comercio justo”. En la Cumbre de Hamburgo ha forzado la inclusión en la declaración final de la expresión “el uso de los instrumentos de legítima defensa comercial”; ahora bien, lo que no reconoce Trump, en su falso discurso, es que tales instrumentos ya existen y están regulados, naturalmente pueden ser revisados. En realidad, el Presidente quiere manipular los instrumentos, vulnerando las reglas, para lograr un comercio hegemónico, donde gane su país, en detrimento del resto del mundo.

En su onda proteccionista también está amenazando con la aplicación de restricciones a las importaciones de acero y con aranceles y limitaciones cuantitativas a México, lo que implicaría desconocer el programa de liberación en el marco del TLC. Ya Paul Krugman, entre otros, está alertando que si se adoptan tales restricciones, se estarían afectando otros sectores económicos en Estados Unidos que utilizan las importaciones como insumos en sus producciones; que para nada estimularía una generación global de empleos y, que adicionalmente, podría estimular reacciones impredecibles contra exportaciones norteamericanas.

China también está recibiendo el magma del twitter, lo que presagia tiempos convulsos, pues podría resultar un choque de trenes, según Graham Allison, en su más reciente publicación, la guerra se presenta como escenario inevitable. Pero Allison está sobreestimando a China y no profundiza es su grave crisis estructural, que también puede resultar una bomba de tiempo. Lo cierto es que con los ataques a China Trump resta posibilidades de apoyo en varios temas, en particular en el caso de Corea del Norte, donde se requiere de una negociación muy compleja con China, que le ofrezca seguras garantías, si en efecto se quiere su acción más contundente frente al tradicional aliado norcoreano.

Con nuestra región la relación también se presenta compleja. Por una parte, menosprecio, como lo enfrentan los mexicanos, en particular con el tema del muro y los ataques al tratado de libre comercio (TLC). Por otra parte, si bien es cierto que ha mantenido comunicación con varios gobiernos como el peruano y el argentino, también evidencia una significativa indiferencia frente a la región en su conjunto.

El caso venezolano también está cargado de contradicciones. Por una parte, encontramos aspectos positivos, como el apoyo del grupo de congresistas de la Florida, entre otros, el Sr. Marcos Rubio y la Sra. Ileana Ross, que conocen en profundidad la crisis venezolana, con acceso directo a la casa blanca, y también tenemos la importante participación del Sr. Thomas Shannon, el gran negociador en múltiples bandas.

Por otra parte, preocupa la indiferencia del Sr Rex Tillerson, el Secretario de Estado y del propio Presidente; la ausencia de las máximas autoridades en las recientes reuniones de la OEA; el silencio del gobierno ante la lamentable actuación del grupo financiero, Golldman Sachs apoyando un gobierno que violenta los compromisos internacionales; la lentitud en la aplicación de nuevas sanciones a los funcionarios del gobierno bolivariano, particularmente militares, que están violando flagrantemente los compromisos en materia de derechos humanos; la débil acción diplomática en el Caribe para lograr nuevos apoyos o en la Unión Europea para lograr el respaldo en la aplicación de sanciones contra los funcionarios bolivarianos que violentan la normativa internacional.