LA CRISIS DE COVID19 NO DEBE SER
NI PEKÍN NI WUHAN; ES BRUSELAS Y WASHINGTON Y AHORA!
Douglas Ungredda
Desde la alerta global sobre la crisis del Coronavirus, el mundo está
lleno de especulaciones sobre los probables impactos de esta enfermedad. Hasta
que las autoridades sanitarias mundiales no anuncien rápidamente la creación de
una medicina eficaz, el mundo entero se verá sometido al riesgo de reacciones
exageradas, brotes de racismo, histeria masiva, todo ello más perjudicial que
la propia enfermedad. Este problema requiere mucha creatividad fuera de lo
común y desplazar el foco de atención de Wuhan a Bruselas y Washington, dado el
inmenso daño potencial que podría causar a los mercados financieros mundiales.
Este grave peligro comenzó a hacerse más evidente una vez que los casos
confirmados de infecciones por COVID19 aparecieron ya en las regiones de Lombardía
y Piamonte en Italia, que se encuentran entre las más desarrolladas del país,
con conexiones de red con otras economías avanzadas del G7, lo que subraya la
necesidad de una acción colectiva en este delicado asunto de manera eficaz y
rápida.
La economía mundial es una red comparable a un sistema linfático en
términos anatómicos. La detección de COVID19 en las regiones septentrionales de
Italia es casi similar a un diagnóstico precoz de un tumor maligno en un
sistema linfático. Los médicos entrenados saben muy bien lo que esto podría
significar y el tiempo es esencial para abordarlo de frente.
Italia es una de las economías más importantes del grupo de países
desarrollados del G7 y una economía muy endeudada en términos de su PIB (más
del 100% de su PIB). Su prolongado retraso estructural, jurídico e
institucional en el desempeño con respecto a los países de la zona del euro son
elementos ampliamente reconocidos y comentados por los analistas del FMI. El
último informe de la Consulta ART IV emitido por este organismo proporciona un
diagnóstico detallado y exhaustivo de la economía italiana, de sus problemas y
vulnerabilidades. De todos ellos, el más importante es su enorme deuda pública,
hasta ahora financiada en gran parte por los ingresos de divisas procedentes
del turismo y sus productos agrícolas de fama mundial. Sus monumentos, su
gastronomía, sus tradiciones y sus bellos paisajes son elementos que
contribuyen a la sostenibilidad de la deuda pública y las finanzas italianas.
Este sector representa más del 40% del PIB de Italia. Todos estos elementos implican que el foco de
la crisis se desplaza de lo sanitario a lo financiero a medida que Italia se
convierte en el centro de atención. La perspectiva de un impago de la deuda si
la crisis sanitaria persiste se cierne sobre grandes y urgentes medidas de
acción colectiva, o la crisis de la deuda griega parecería un "ensayo formal".
Me imagino que se están llevando a cabo conversaciones entre el FMI,
Bruselas y el Quirinale. La crisis sanitaria italiana, si no se domina, incendiara
un polvorín de insostenibilidad que ya estára en primer lugar de prioridades
para los planificadores italianos, aumentando aún más el alto costo de la
enorme deuda de Italia. Sus efectos indirectos se sentirán en el resto de la
zona euro y en el mundo. Esto requiere rapidez no sólo para contener a las
personas infectadas o susceptibles, sino también para producir estrategias
fiscales y mediáticas efectivas, casi
perfectas, para evitar un colapso. El
dólar estadounidense sufrirá una apreciación indebida de su moneda, acompañada
de entradas de capital externo, sobrevalorando su moneda y sus bonos de deuda
pública, tal como ocurrió durante la crisis de 2007. La apreciación real genera
un crecimiento más lento, por lo que los Estados Unidos no saldrán ilesos y le
conviene ayudar.
Al final, la crisis, como cualquier otra, podría venir con un resquicio
de esperanza. Aunque de origen chino, la crisis de COVID19 se ha convertido en
global y obligará al mundo entero a enfrentarse a ella y a trabajar
colectivamente. La Eurozona tiene una
oportunidad de oro para fortalecer su posición e influencia, mientras que las
autoridades italianas y los políticos de Cinco Estrellas/Lega Nord deben
afrontar el hecho de que el tiempo de los juegos anti-Euro se ha acabado. Deben
hacer enmiendas rápidas y urgentes si no quieren ser acusados, no sólo por sus
electores sino por el mundo en general, de ser corresponsables de una
catástrofe mundial, dadas las dimensiones planetarias de su ineficacia.
Dr. Douglas
Ungredda
CEAP FACES UCV
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