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Felix Arellano
Al mundo también le preocupa las opiniones del candidato Trump sobre temas ecológicos, en particular sobre el cambio climático y el posible rechazo al acuerdo firmado en Paris, que ya ha entrado en vigencia
La incertidumbre es una de las características fundamentales de las relaciones internacionales, pero ahora, con lo que podríamos denominar el “efecto Trump”, la situación se ha potenciado significativamente. Muchas de las propuestas que el candidato presentó o los temas que omitió sobre la agenda internacional están generando zozobra y podrían conllevar serios problemas para el nuevo Presidente. En estos momentos pareciera que Trump se enfrenta con los dilemas-trampas generados por el candidato: tratar de cumplir con lo ofrecido y crear un entorno infernal, o no cumplir y defraudar a sus radicales, con consecuencias internas impredecibles. Otra posible opción podría ser concentrarse fundamentalmente en la agenda interna (economía, producción, salud, impuestos, etc.) y dejar pasar sus amenazantes propuestas internacionales.
Vamos a reflexionar sobre algunas de las propuestas amenazantes en el ámbito internacional del discurso del candidato Trump. Una, muy relevante por sus implicaciones para la paz mundial, es el rechazo del acuerdo nuclear con Irán, en el que participaron todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, más Alemania. Una potencial consecuencia de las críticas no razonadas de Trump al acuerdo es que pueden servir de excusa para que Irán se retire y pueda, sin mayores controles, avanzar con sus planes nucleares, tal escenario enfrentaría al mundo con la necesidad de una nueva negociación o el uso de la fuerza.
Otro tema amenazante es el cuestionamiento a los principales aliados occidentales en materia de seguridad: la OTAN, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, por su limitada responsabilidad en los compromisos. Esperemos que esta crítica se pueda resolver con una rápida revisión de las reglas y las condiciones de participación, para que cada miembro pueda asumir responsabilidades concretas, pues las amenazas a la paz y la seguridad internacional que estamos enfrentando de Corea del Norte o grupos como ISIS, exigen de una estrategia eficiente y coordinada de parte de occidente.
Las continuas y profundas críticas al mundo musulmán, sin apreciar sus aportes y diferencias, representan otra amenaza que puede agravar aún más la delicada situación en medio oriente y debilitar la frágil vinculación de los Estados Unidos con los países árabes, una relación difícil, pero estratégica en diversos planos.
Otro de los elementos del discurso del candidato que amenazan su gobierno tiene que ver con las profundas críticas a la globalización, la apertura económica y los acuerdos comerciales. En el talante autoritario del candidato se percibe que desde la presidencia pretendería controlar todo y decidir la vida y destino de las empresas y sus capitales, pareciera que el candidato empresario olvida que si la empresa no encuentra condiciones de confianza y seguridad no invierte. Aislar los Estados Unidos, rechazando el Acuerdo Transpacífico, negándose a nuevos acuerdos comerciales, eventualmente retirándose de la OMC o del TLC con México y Canadá, o aplicar sanciones al comercio con China; podrían generar el efecto contrario de espantar las inversiones y agravar la situación económica. Si el Presidente electo aspira cumplir rajatabla lo que prometió el candidato, en el mediano plazo obligará al empresariado norteamericano a exigir un viraje de la política exterior.
Estamos conscientes de los potenciales problemas que puede generar para los más débiles la globalización y a la apertura comercial, pero el discurso crítico tiende a ser radical, desequilibrado y no avanza en las posibles soluciones; al respecto, sería ideal que en una posible revisión de los acuerdos comerciales el Presidente Trump pudiera asignar mayor atención al tema de la equidad en el comercio.
Al mundo también le preocupa las opiniones del candidato Trump sobre temas ecológicos, en particular sobre el cambio climático y el posible rechazo al acuerdo firmado en Paris, que ya ha entrado en vigencia. En estos delicados y cruciales temas para la humanidad en su conjunto esperamos que la sociedad civil, interna e internacional, logre mediante una acción coordinada y contundente poner límites al Presidente que aspira un trono y no una presidencia con límites como corresponde en una sociedad democrática.
Otro aspecto que angustia del candidato tiene que ver con el vacío en su discurso sobre temas como: derechos humanos, institucionalidad democrática o libertad de expresión. Lamentablemente tal vacío resulta positivo para los gobiernos autoritarios del mundo, en particular de la región, que deben sentir un alivio pues baja la presión del control que mantenía el gobierno del Presidente Obama en estos temas.
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