DOS PUNTOS SIEMPRE
PENDIENTES SOBRE EL COMERCIO EXTERIOR DE AMÉRICA LATINA.
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Complementando la nota del día 5 de
marzo[1],
insistimos en esta, en dos puntos de importancia permanente en la región y,
sobre los cuales, se gastan o se dedican e invierten -y no sin razón- numerosas
intenciones, reuniones y recursos. El
primero atañe a la composición del comercio y el segundo al comercio
intrarregional. Para ello, en parte de esta nota, recurrimos brevemente al Anuario Estadístico de América Latina y el
Caribe 2018 de CEPAL.
Desde los planeamientos de las economías de exportación de J Levin, pasando por los concernientes
al Deterioro de los Términos de
Intercambio (Prebisch/Singer),
la Enfermedad Holandesa, el rentismo, los de P. Drucker sobre la creciente
importancia del conocimiento y la tecnología, la Competitividad Porteriana, , los de la propia CEPAL en Transformación Productiva con Equidad
que asimilaron/desarrollaron los muy bien impulsados por F. Fanzjylber y los desarrollos desde una Economía política de los recursos naturales[2],
entre otros perfiles de análisis, como los que se pueden aplicar a los
desafueros de la explotación del Arco
Minero en Venezuela en la continuación del extractivismo, ha siempre quedado más o menos claro la conveniencia
de sustituir exportaciones o exportar preferiblemente productos manufacturados,
desplazando los productos primarios o agregándoles crecientemente valor e
incluso articulándolos al resto de la economía (con los adecuados mecanismos de difusión de P. Bairoch dentro de un conjunto de
trajinados conceptos en la economía, por mencionar alguno). Para la región esto concierne a al menos unos
50/70 años fácilmente.
El cuadro 2.2.3 del Anuario… 2018 de CEPAL indicado desglosa
exportaciones primarias y de productos manufacturados, dentro el total de
exportaciones. Dentro de lo que recordamos y hemos revisado recientemente no
hay cambios rotundos dentro de la estructura de aquellas por países, a
excepción de algún caso muy particular para un país. Ello nos permite comentar,
en base a una fotografía o análisis estático, en cuanto al año 2017, que es la información más reciente del
Anuario. Por los demás, existen numerosos estudios para este y el otro punto
que señalaremos en esta nota, que atañen a la dinámica particular de
exportaciones e importaciones para la particularidad de los países y que pueden
dar entrada a análisis de determinantes de exportaciones e importaciones, según coyunturas o necesidades particulares
de desarrollo de las mismas, en contextos de integración o de políticas
económicas específicas y que se pueden ilustrar vía cuadrantes e interacciones
diversas la presentación de aquellas[3].
Incluidas las reexportaciones, en el
año 2017 la región[4]
exportó 416.696,6 millones de dólares en productos primarios y 470.104,2
millones en productos manufacturados y ello representó un 47% y 53%, respectivamente,
en la representación en las exportaciones totales. Además de lo indicado más
arriba, la pregunta inmediata es ¿Cómo las exportaciones de la región siguen
siendo casi en un 50% de productos primarios después de 50/70 años como se
señaló más arriba? Lo cual indudablemente remite al otro problema de la poca
participación del grupo en la competitividad a nivel mundial, pues la misma va
remitiendo a los productos manufacturados e incluso a los de alto contenido
tecnológico.
Pero existen las particularidades,
obviamente. De los 19 países que se destacan 11 tienen una representación de
los productos primarios igual o mayor al 70 % (Bolivia 95,2%, Chile 85,9%,
Colombia 78,5%, entre otros)[5].
En el caso de los productos
manufacturados solo 4 países tienen una representación de casi 70% o más de los
mismos en cuanto a las exportaciones totales. Pero debe señalarse que el único
caso representativo en cuanto a empuje o figuración – con todas las reservas
que puedan expresarse- a nivel
internacional es el de México con 82,1% pues los otros tres son Republica
Dominicana 69,2%, El Salvador 76,1% y Antigua y barbuda con 92,1% (incluyendo
las rexportaciones). Puede verse que son muy pocos los países con
representación alta de las exportaciones de manufacturas en el total de las mismas.
Como puede observarse no hay grandes sorpresas y la inclusión de Venezuela, con
el proceso de apuntalamiento del rentismo y destrucción económica en general
desde hace 20 años, aumentaría las tendencias destacadas, con el agravante de
una nación ubicada en los peores lugares de la competitividad y oportunidades
de negocios, además de la desatada y
aguda hiperinflación.
En el caso del segundo punto que
queremos resaltar en esta nota, se trata del comercio intrarregional en
asociación o muy asociado a la dinámica o a las perspectivas de desarrollo o
aprovechamiento de experiencias y proyectos de integración económica[6].
En los datos que presenta CEPAL para 2017 no hay tampoco mayores sorpresas,
debiéndose añadir que las preocupaciones e intereses para impulsarla remiten también a un periodo entre 50/70 años,
dentro de sus momentos eufóricos,
altibajos, reestructuraciones, confusiones e ideas y proyectos de importancia
también.
Para el año 2017, el comercio
intrarregional se descompone en importaciones a la región y exportaciones desde
la región. Las importaciones intrarregionales alcanzan a 15,1 % y en el caso de las exportaciones
intrarregionales ascendieron a 15,7%[7]. Son estos los porcentajes que sustentan las
propuestas de integración vigente o en proyectos. Se deben precisar algunos
porcentajes de representación del comercio intrarregional según países y
experiencias de integración, determinándose por tradiciones, ubicaciones
geográficas o cualesquiera otros elementos, pero la determinación es taxativa
con el nivel de comercio intrarregional señalado. Un caso notorio por lo bajo
de la representación es el que desde tiempo atrás tiene el mayor exportador de
la región en sentido global y el cual es México. La representación de su
comercio intrarregional es realmente baja para 2017 aunque como dijimos
reproduce su tendencia histórica: 3,1% en importaciones intrarregionales y 5,3%
en exportaciones intrarregionales.
Como se señaló, no existen ni
sorpresas ni mayores cambios en las representaciones del comercio
intrarregional en el comercio total o, en el caso de México, como nación que
siempre ha comerciado poco con la región –sobre todo con la región suramericana-.
Es de ubicar esto con énfasis, dadas las innumerables iniciativas que se han
propuesto y se proponen para ampliar los pequeños mercados de algunas naciones
de la región, aprovechando mercados ampliados a partir de la integración.
Esa idea impulsó numerosas
iniciativas, pero también la de construir relaciones
de complementariedad que contrarrestasen relaciones competitivas que parten de patrones de industrialización
–y a veces de problemas estructurales- similares. Existe, sin embargo, la ya
trajinada idea del comercio a lo interno de las industrias (Krugman/Helpman) o comercio intraindustrial, o, la más reciente, relativamente, de
inserción de las naciones y sus empresas en la secuencia de las cadenas de valor. Claro que, naciones
destruidas en su estructura productiva e industrial como es el caso de
Venezuela, no les es inmediato poder estructurar vías de participación en
opciones de integración que puedan impulsarse implicando los elementos
señalados o buscando desarrollos más frescos, menos sesgados/acotados, o mejor
articulados que algunos de los vistos[8]
(sin ejecutar antes cambios en los sentidos y perfiles de sus políticas económicas
y de crecimiento), como es el caso de la Alianza
del Pacífico.
1 de abril 2019
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
[2] Enfoques
de interés variado pueden verse en Revista BID/INTAL Nro. 35, Año 16,
julio-diciembre 2012.
[3]
Para Argentina puede verse BEKERMAN, M.; DULCICH, F.; GAITE, P. La
inserción comercial externa de la Argentina en la última década: su impacto
sobre la estructura productiva. H-industri@: Revista de Historia de la
Industria, los Servicios y las Empresas en América Latina, Nº 23 (Diciembre
2018), pp. 115-142.Publicado por: Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Buenos Aires.
[4]
Como es frecuente en años recientes Venezuela no aparece en los datos.
[5]
Como espacio de reflexión y de reserva debe señalarse que algunos de los 11 países
-como Chile- vienen avanzando en crecimiento económico, control de variables
macroeconómicas y competitividad en rubros de la agroindustria, entre otros
elementos; pero ese no es el caso de la mayoría de los 11 destacados. Lo que
puede significar que la articulación de lo que se ubica como productos
primarios no necesariamente representa el patrón tradicional. Brasil mismo que
no está dentro de los 11 que destacamos, tiene una representación de 62,4% de
en productos primarios. Adicionalmente hay el perfil de la desagregación de los
grandes grupos de bienes y la especificación de subgrupos de productos líderes
que CEPAL también los presenta en el Anuario
referido.
[6]
Ver Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/37871792/REPENSANDO_LA_INTEGRACION._Una_manera_de_apreciar_la_reingenier%C3%ADa_que_propone_analiza_F._Arellano._Noviembre28_2018;
también, https://www.academia.edu/38618646/LA_INTEGRACI%C3%93N_LOS_IZQUIERDISTAS_NOVELEROS_Y_PROSUR_Qu%C3%A9_tanto_se_puede_esperar_24_de_marzo_2019.
[7]
En porcentajes de las exportaciones e
importaciones intrarregionales con respecto a las exportaciones
e
importaciones totales, calculadas sobre la base de las exportaciones FOB.
[8]
Un ejemplo extremo es el ALBA; creada en el contexto de HC y continuada por NM
con dólares petroleros y en base a la asimetría del financiamiento de
Venezuela.
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