domingo, 4 de octubre de 2015

ECONOMÍA VERDE: UN PERFIL PARA VENEZUELA.


PRESENTACIÓN

El presente trabajo persigue ordenar un conjunto de reflexiones de interés desde el punto de vista conceptual y de parte de la instrumentalización que ha implicado el impulso de la idea y el concepto de la Economía Verde. Todo esto dentro de lo que se puede conceptualizar como una especie de imaginario verde donde se incluye el neoliberalismo verde, nuevo ideal verde, ecosocialismo, desarrollo verde, crecimiento verde y capitalismo verde. Estas perspectivas están vinculadas a la profusa discusión en foros y organismos como PNUMA, UE, OCDE y BM, entre otros. Y, en este sentido, las realidades o fantasías implícitas y explicitas de la administración bolivariana se asocian -dadas sus inclinaciones- al ecosocialismo.

Para ello en el papel de trabajo se revisa también lo acumulado sobre evolución institucional y cambios ministeriales, para atender los problemas y desafíos implicados así como la propia problemática ambiental vinculada. Las conclusiones preliminares apuntan a que son agudos los problemas, múltiples los desafíos y alta -hasta ahora- la limitación para encontrar mejores equilibrios en las relaciones entre crecimiento y ambiente. Esta última y la de crecimiento y bienestar pasan así a ser dos grandes dicotomías que están implícitas en la conversión del crecimiento en desarrollo social y en la no alteración o mejoramientos de las condiciones ambientales.

I. APROXIMACIONES CONCEPTUALES
LA INTERRELACIÓN ECONOMÍA ‑ AMBIENTE

Desde sus inicios, hace Doscientos años, la ciencia económica planteó, a través de los escritos de David Ricardo, que la disponibilidad finita del recurso tierra generaba límites concretos al crecimiento económico y lo cual conduciría al inevitable advenimiento de un estado estacionario, pero ha sido en décadas recientes cuando se ha comenzado a captar, en sus muy diversas dimensiones y mecanismos, las interrelaciones entre el crecimiento económico y ambiente, cuya más adecuada conside­ración exige un enfoque interdisciplinario.

Por su parte,  la ciencia económica misma ha evolucionado, en una aguda y fecunda controversia con los ambientalistas, hacia desarrollos analíticos con vistas a la sistematización  de las interrelaciones y a la búsqueda de soluciones que compatibilicen el crecimiento económico con la protección del ambiente, eliminando, compen­sando o reduciendo a un mínimo aceptable su deterioro.  Los conceptos de externalidades[1] (efectos secundarios de una actividad económica, como son los perjuicios y mejora­mientos del ambiente), bienes públicos, elección intertemporal de objetivos de producción y consumo, efec­tos distributivos de las políticas ambientalistas y de crecimiento económico, han constituido, entre otros, recursos analíticos que han permitido incorporar en forma sistemática la variable ambiente al análisis económico. Tales articulaciones se relacionaron inicialmente con la perspectiva de la Economía ambiental (entendida como de inspiración neoclásica-keynesiana).

El concepto de bienestar que, en sus inicios, venía deter­minado solo por la disponibilidad de bienes y servicios que forman el producto de una nación, hoy tiene que incor­porar la calidad del ambiente como componente fundamental, dada la magnitud de los efectos de contaminación y de invernadero, que trascienden las fronteras y llegan a poner en peligro la vida en el planeta.

Además de los problemas de medición que surgen en relación con el ambiente, que son de mayor amplitud e imprecisión que los del crecimiento económico, es de señalar que el tratamiento de conjunto de ambas variables en el análisis económico no cubre en su totalidad todas las interrelaciones que se generan entre ellas.  Ello es así por cuanto este análisis se refiere a los efectos de actividades económicas que tienen lugar a través del mercado y de otras que, como el uso de viviendas por sus propietarios o el consumo directo de la producción por parte de quienes la realizan, específicamente a niveles de subsistencia, le son imputables valores según precios de mercado tomados como referencia.  Pero existen efectos como el disfrute o pérdida de paisajes, lagos y ríos para fines personales de recreación, difusión de gases tóxicos y radiación nuclear, destrucción de la capa de ozono, que van más allá de la esfera del mercado tradicionalmente considerada.  A ello deben agregarse los efectos que provienen del crecimiento poblacional, especialmente en centros urbanos que adquieren las características de megalópolis y otras clasificaciones urbanísticas definido­ras de altos grados de concentración de la población. Esta más adecuada interrelación entre las variables económicas y ecológicas ha estado en la base de la formación de la llamada Economía ecológica.

Es por las consideraciones anteriores que se ha llegado a considerar el PNB (total o per cápita) como un indicador insatisfactorio del bienestar, en virtud de que no incorpora tanto los efectos determinables y cuantifica­bles vía mercado, como aquellos que no lo son[2].

Debe señalarse el caso particular del agotamiento de los recursos naturales, que ha originado toda una polémica sobre los límites del crecimiento económico y el surgi­miento de posiciones calificadas como optimistas o pesimistas.  Los primeros confían en que las formas posi­bles de aumentar la productividad general de los recursos (cambios en la composición de la producción que alteren los requerimientos, por ejemplo, de recursos naturales renovables y no renovables, substitución de insumos, progreso técnico) permitan superar los problemas de agota­miento de aquellos y de deterioro ecológico.  Los pesimis­tas, alegan el surgimiento de situaciones con grados de deterioro o agotamiento que los convierten en fenómenos irreversibles y ante lo cual llegan a postular el deteni­miento del crecimiento.

Una problemática como la señalada obliga al abordaje y tratamiento de las políticas ambientales (su naturaleza y efectividad).  Así, tenemos, por ejemplo, las basadas en el concepto del deterioro ambiental, constituido por externalidades provenientes de la actividad económica, que al ser internalizadas como costos de dicho deterioro, pueden hacerse recaer sobre los causantes.  Aparte de los problemas de identificación exacta de los efectos (pueden haber efectos remotos a partir del fenómeno inicial), determinación de los causantes, medición o formas de com­pensación de los daños, está también el de los perjuicios causados a la población en general bajo la forma de impo­sibilidad de disfrute de paisajes, ríos, lagos, o de, difusión de gases tóxicos o radiación nuclear, etc.  Esto lleva a la necesidad de establecer medidas de regulación y control, e inclusive de prohibición de actividades conta­minantes.

Un aspecto particular que ha llevado a una definición de posiciones a favor o en contra del crecimiento, es que el análisis económico realizado a partir del concepto de externalidades, lleva a situaciones que podrían llamarse de compromiso, en las cuales un determinado nivel de contaminación, asociado a un nivel o ritmo de crecimiento, puede considerarse aceptable.  Si la asociación es inevi­table, como parece serlo en muchos casos, esto puede conducir a postular como política ambientalista el creci­miento cero. 

AMBIENTE Y DESARROLLO

En los planteamientos iniciales sobre la problemática del desarrollo, realizados después de la II Guerra Mundial, se centró en el estudio en la trayectoria del ingreso real per cápita y otras variables macroeconómicas (mayormente en países desarrollados), a cuya evolución estarían asociados cambios progresivos en las variables sociales, culturales y políticas.  Estos planteamientos surgieron durante la llamada "segunda edad de oro del capitalismo" ‑ las décadas de los 50 y los 60 ‑ cuando las economías desarro­lladas y subdesarrolladas registraron procesos expansivos a ritmos relativamente altos y estables.

Con el posterior surgimiento de quiebras en los sistemas institucionales de Bretton Woods ideados para organizar y orientar el funcionamiento de la economía mundial,  comenzó a ampliarse el campo de la teoría del desarrollo, para comprender las interacciones y desfases existentes entre el crecimiento económico y la dinámica de los aspectos sociales, cultura­les y políticos. El ámbito de estos desfases e interrela­ciones ya no se reduce a los territorios nacionales sino que su evolución y efectos trascienden las fronteras, dado el intenso proceso de  globalización.

Así mismo, se ha hecho indispensable incorporar los efectos de la irracional utilización de los recursos naturales[3] y de la contaminación, en los estudios del desarrollo y el crecimiento económico, dado que la intensificación de estos procesos durante el siglo XX y XXI, ha generado tales efectos sobre el ambiente físico y social.  Esto está implicando una presión creciente sobre el acervo total de recursos disponibles para la humanidad, el cual tiene un carácter finito, pues aun en el caso de los recursos potencialmente auto regenerativos existen "umbra­les" de capacidad de absorción de efectos contaminantes y de explotación.  Estos umbrales al ser sobrepasados, ponen en peligro la propia existencia del recurso, y afectan negativamente, el nivel de bienestar y las condiciones necesarias para la conservación de la vida humana.

Caso especial y de extrema importancia lo constituyen los minerales, los combustibles fósiles y otros recursos energéticos.  La disminución de los acervos de los recur­sos naturales no renovables no es considerada, en sí misma, como un problema ambiental, ya que su agotamiento y variaciones en la calidad y localización de los yacimien­tos origina problemas de otra índole que afectan el creci­miento y el bienestar.  Son los procesos extractivos de tales recursos, su uso en la producción y el consumo de los productos de ellos obtenidos, los que originan serios problemas, tales como destrucción de bienes y servicios ambientales, polución, cambios climáticos y efecto inver­nadero. Al considerar los efectos antes explicados surgen algunas connotaciones importantes.  Una es la ya aludida ampliación del concepto de bienestar, objetivo de las políticas del desarrollo. La otra connotación importante es que, deben combinarse la política ambiental con la estrategia y la política de desarrollo y crecimiento económicos.  Dados los altos grados de inter­nacionalización y globalización alcanzados en ambas dimen­siones, tal combinación debe realizarse tanto en el ámbito nacional como en el área de las relaciones económicas internacionales.  Para un país como Venezuela, cuya econo­mía continúa estando basada en la producción y exportación de petróleo y sus derivados y otros recursos de origen mineral (Eduardo Ortiz Ramírez. Reacciones fáciles ante la baja en los precios del petróleo. 29 octubre 2014. http://www.economiainternacionalpostgradoucv.com.ve/publicaciones.html), es de vital importancia desarrollar un enfoque de su actividad petrolera y minera y su interacción con el ambiente en las diversas fases en que aquella se desenvuelve (extracción, transformación, transporte, comercio y utilización), a los que deben agregarse los efectos ambientales del consumo de sus productos.

Es  también de importancia destacar la  distinta naturaleza, consecuencias y esquemas de soluciones de los problemas ambientales en los países en desarrollo y en los desarrollados, lo que lleva a divergencias de criterio que se deseaba y esperaba pudieran ser resueltas en la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), también conocida como Cumbre de la tierra y realizada en Río de Janeiro del 1ro  al 12 de junio de 1992 así como también en la Rio+20, en el año 2012, veinte años después de aquella.  

Mientras dichos problemas son generados en los países menos avanzados principalmente por las condi­ciones de subsistencia en que vive gran parte de su pobla­ción (deforestación y erosión de los suelos, uso de la leña como recurso energético, etc), traslado hacia ellos de industrias contaminantes, sobrepoblación y contamina­ción en centros urbanos gigantescos, en cambio en los países desarrollados el deterioro ecológico proviene de un avanzado desarrollo industrial y del alto consumo en masa, para utilizar un término rostowiano.  Basta con señalar que allí la cuarta parte de la población mundial consume alrededor de las cuatro quintas partes de los recursos del planeta.  Sin desconocer la necesidad urgente de que los países en desarrollo tomen las medidas para que su avance se compatibilice con la protección del ambiente, es obvio también que las responsabilidades en la restauración y defensa de la ecología del planeta deberían ser distri­buidas en función de la distinta participación de los países en el daño ecológico.  Esto por cuanto el mundo en desarrollo en gran parte carece de la tecnología y los recursos humanos y financieros necesarios para enfrentar y resolver el deterioro ecológico causado y asociado a procesos de producción y de consumo en marcha[4].

En relación con el ajuste de los procesos de creci­miento al resguardo de la ecología, desde finales de los ochenta, forma parte de los proyectos de desarrollo a nivel nacional y regional el concepto de desarrollo sustentable que posteriormente va a ser superado por el de economía verde[5] que señalaremos más adelante.  En aquel concepto se trata de sintetizar la necesaria armonía que debe privar en la interrelación ambiente‑desarrollo, al estar en parte basado en el principio de que la producción máxima debe ser compatible con el mantenimiento de la productividad futura de los recursos naturales (LECOMBER, Richard. 1977  Crecimiento Económico Versus Medio Ambiente, Colección Mac‑Millán‑Vicens‑Vives de Economía, Barcelona).  Aunque de reciente difusión, el concepto aparece ya en autores de comienzos del siglo XX, relacionado con el criterio de la sustentabilidad, que ha sido manejado por las ciencias del agro, como un atributo de los sistemas agrícolas (corres­pondiendo a la capacidad de éstos para mantener la produc­tividad frente a diversas perturbaciones: erosión o sequía por ejemplo).  En estos campos es bastante conocido el "Informe Burtland", que ofrece un concepto muy completo de lo que se trata de transmitir: "El desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades de la gene­ración presente sin comprometer la capacidad de las gene­raciones futuras para satisfacer sus propias necesidades".  Es así como se logra la fusión teórica entre la sustentabilidad y el desarrollo, como base para la formu­lación e implementación de estrategias integrales (Eduardo Ortiz Ramírez. 1992.  Notas sobre Econo­mía, Ambiente y Desarrollo.  Revista SIC.  Enero‑Febrero). Posteriormente, tal cual se indicó, aparece el concepto de economía verde que busca hacer operativo el desarrollo sustentable.

COMERCIO INTERNACIONAL Y AMBIENTE

En el caso particular de Venezuela y dado el alto grado de dependencia de su economía con respecto a las exportaciones de petróleo y derivados, el enfoque global que el país debe desarrollar acerca de la actividad petro­lera‑minera y su interacción con el ambiente en las diver­sas fases antes mencionadas, tiene que contemplar un análisis a fondo de las implicaciones que para el ambiente tienen las prácticas comerciales y las políticas ambientales de los países usuarios de aquel producto, además de los que deberían ser sus intereses económico-ambientales domesticos. Es claro que el problema es más vasto, por cuanto que existen también nexos e interacciones entre el comercio interna­cional de los demás bienes y la problemática ecológica, por lo cual también la política comercial debe contemplar dichas interrelaciones.

Existe un grupo de problemas que son comunes a los diversos países del mundo, a saber: emisio­nes de gases de invernadero, destrucción de la capa de ozono, deforestación tropical, contaminación de los océa­nos, alteración de las condiciones urbanas de vida y pérdida de la biodiversidad.  Se pueden especificar también, entre otros, la protección de la calidad del agua y el aire, protección de los suelos, tratamiento y disposición de la basura o desperdicios, control del ruido (varios adquieren, dimensiones internacionales).  Estos diversos fenómenos ambientales son influenciados por las activida­des comerciales internacionales, lo que ha llevado tanto a la adopción de políticas ambientales que interfieren el libre flujo de mercancías y servicios, como a la discusión acerca de la adecuación de las políticas comerciales a los fines de protección de la ecología.  Se han adoptado posiciones según las cuales el libre comercio de por sí tendería a generar efectos dañinos sobre la naturaleza, al acelerar la explotación de recursos naturales a ritmos contrarios al principio de sustentabilidad.  Esta posibilidad se agravaría si tales recursos están valorados a precios inferiores a los costos reales, lo que exigiría la correc­ción de dichos desequilibrios en forma directa o a través de la política tributaria, la asignación o clasificación de derechos de propiedad o programas de manejo de recur­sos.

A la corrección sistemática de los efectos de dete­rioro sobre la base del concepto de internalización de sus costos en el de las actividades que los originan, debe agregarse la adopción de acuerdos internacionales para combatirlos.  El logro en este ámbito de soluciones ade­cuadas se dificulta por la existencia en el campo internacional de desigualdades en niveles de desarrollo ya antes señaladas, diferencias en preferencias sociales sobre consumo, desarrollo y contaminación, capa­cidades diversas de asimilación de efectos ambientales y financiamiento del mejoramiento ambiental y jurisdicciones político‑administrativas separadas y autónomas.

Existen, además, fallas de tipo institucional en el ordenamiento del comercio internacional, por cuanto el desaparecido GATT y la OMC han carecido de normas claras de validez general para compatibilizar, el desarrollo del comercio con el equilibrio ecológico.  La normativa exis­tente se refiere para citar los casos más importantes, a los subsidios dirigidos a cubrir los costos del abasteci­miento y control de la contaminación sujetos a acciones compensatorias por parte de los países que se consideran afectados; los impuestos compensatorios dirigidos a neu­tralizar ventajas competitivas obtenidas por gastos meno­res de protección ambiental, lo cual puede convertir la calidad ambiental en un  pretexto para la protección, en especial la practicada por los países industrializados; las excepciones a las normas sobre restricciones cuantita­tivas e intervenciones discriminatorias con fines de protección de elementos específicos del ambiente, aunque en forma y procedimientos no bien definidos; y, finalmen­te, los estándares de productos y los acuerdos internacio­nales sobre métodos de producción y procesos. Es de resaltar en este último aspecto que los países más desarrollados pueden imponer a los más débiles sus prefe­rencias sociales en cuanto a niveles de contaminación, formas de combatirlas y de control, etc, en desmedro de intereses o consideraciones específicas de los países en desarrollo en función de sus particularidades.

La ausencia de reglas y procedimientos claros y la dinámica interna para la toma de decisiones, determinan que los organismos multilaterales de comercio señalados hayan sido estructuralmente débiles para resolver las disputas acerca del uso apropiado de la política comercial con fines de protección ambiental (Martin Khor La “economía verde” desde la perspectiva del desarrollo sostenible Cooperación en Red Euroamericana Para El Desarrollo Sostenible. 06 setiembre 2012).

Así, las regulaciones y estándares ambientales de un país significan para exportadores de otros países costos adi­cionales y dificultades.  Estas restricciones pueden con­vertirse en una excusa con fines realmente proteccionis­tas, si, por ejemplo, no se restringe la producción inter­na del bien o bienes involucrados.  La legitimidad de los objetivos ambientales puede, también, ser puesta en discu­sión.  En tales condiciones, puede surgir una combinación de objetivos proteccionistas ambientales y de protección de intereses económicos cuyas consecuencias pretendidamen­te favorables desde una perspectiva ecológica sean mera­mente fortuitas.

A lo anteriormente planteado deben agregarse las exigencias que los países en desarrollo han realizado desde hace décadas acerca de la necesidad de financiamiento y transferencia tecnológica, desde los países avanzados, para combatir el deterioro ambiental y la de carácter más universal, ati­nente a la adopción de políticas energéticas que permitan revertir el efecto invernadero generado por el uso de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural.   Propuestas  en este último aspecto tuvieron  como propósito reducir las emisiones de dióxi­do de carbono y otros gases a determinados niveles (Protocolo de Montreal).  Es una cuestión de interés que afecta directamente a Venezuela como país productor de energéticos sobre los cuales sigue basando -en 2015- su desarrollo.

De manera fundamental, la negociación de convenios y tratados internacionales debería permitir controlar o erradicar el que aspectos ambientales sean usados como excusa para ejecutar determinadas líneas de interés para la política comercial de algunos países, pero también, en sentido inverso, para que con estas últimas se busquen alcanzar fines relativos al ambiente.  De lo contrario, y de seguirse desarrollando esta última tendencia, se hará necesario establecer algunos principios y reglas que no es claro que puedan lograrse fácilmente en una perspectiva operativa: la no discriminación, la transparencia en las medidas de políticas comercial relacionadas con el ambiente, proporcionalidad entre los efectos restrictivos al comercio de las nuevas normas ambientales y los objeti­vos de estas últimas, entre otras.

Por último, es altamente relevante reconocer y desta­car la asociación entre los desequilibrios económicos de distinto tipo y la necesidad de aumentar los ingresos de exportación, por una parte, y la ejecución de distintas líneas de expansión económica que puedan afectar el ambiente, por la otra.  Se trata de las líneas de desarro­llo y competencia que siguen llevando a cabo las socieda­des avanzadas, y, de una manera particular, los países en desarrollo, que con el impulso del comercio internacional atinente a bienes primarios o productos básicos, buscan solucionar los problemas asociados al crecimiento, deuda externa y bajos precios de tales productos. Puede destacarse como América Latina no ha abandonado la dependencia de tales productos, todo lo contrario la ha fortalecido[6]: “En 2003, las exportaciones basadas en recursos naturales cubrían el 49% de la canasta exportadora de la región mientras que una década más tarde esa proporción se eleva al 60%. El incremento relativo se da en detrimento de las exportaciones de textiles y de otras manufacturas, toda vez que las correspondientes a equipamiento de transporte se mantienen alrededor del 10%. El aumento de la participación de los bienes basados en recursos naturales, tendencia consolidada desde 2008 gracias al auge de los mercados de productos básicos, no se altera en el cuadro reciente de estancamiento de las exportaciones.” (Ver Monitor de Comercio e Integración 2014. Vientos Adversos. Políticas para relanzar el comercio en la post-crisis. Paolo Giordano Coordinador. Octubre 2014 BID).

LA PROBLEMÁTICA ECONÓMICO AMBIENTAL Y LA ECONOMÍA VERDE

Veinte  y tres años después de Eco 92,  y casi tres después de la  Río+20, la agenda internacional sigue manteniendo problemas económicos ambientales similares y/o aumentados, pero no un escenario donde se le hubiese dado solución a numerosos que se han venido repitiendo. En esta última conferencia se tuvo como puntos de interés dos puntos principales: economía verde y estructura institucional para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Sin embargo, han surgido críticas que sostienen que la economía verde peca de un exceso de positivismo cientificista, ya que confía en resolver los problemas generados por el cambio climático aplicando la ciencia por encima del debate político. Según esta perspectiva están implicadas tecnologías cuyos riesgos son imprevisibles, como la nanotecnología, la biología sintética y la geoingeniería, áreas donde Estados y empresas han invertido miles de millones de dólares (Célio Bermann. Economía verde: ¿una vía para otro mundo posible? Debates científicos e intereses políticos en torno de Río+20 Rev. Nueva Sociedad N° 239, 2012). También debe señalarse que muchos países en desarrollo no presentan posibilidades de acceso a estas tecnologías.

El concepto de economía verde todavía no ha conseguido una definición ampliamente aceptada[7], ya sea entre economistas, ambientalistas o ecologistas[8]. Es un concepto de cierta complejidad y no se puede esperar que, en un futuro cercano, se alcance un consenso sobre su significado, su uso, su utilidad y menos aún sobre las implicaciones políticas que sobrelleva.

El término de economía verde en principio remite a una economía respetuosa del  ambiente, con propósito de  conservar los recursos naturales, así como de minimizar la contaminación y las emisiones nocivas para el mismo, acompañada de una elaboración de productos que no lo dañen ni por su existencia ni por su consumo. Dentro de las interrogantes se tiene si en tal perspectiva económica deberán limitarse otros aspectos, como el crecimiento económico de los países pobres y el desarrollo social, la erradicación de la pobreza o la creación de empleo. A tales efectos la economía verde debería reposar sobe una ecuación de tres variables: el imperativo medioambiental, el de desarrollo (tanto en su dimensión económica como social) y el principio de equidad, que vincularía las dimensiones ambientales y de desarrollo[9].

Por consiguiente, la economía verde debería definirse en el marco de esta ecuación, que, por otro lado, debe abarcar tanto las dimensiones internacionales como las nacionales. Sus objetivos, principios, medidas, propuestas o las iniciativas que partan de ella deberían integrarse en el marco y criterios de la ecuación ambiente-desarrollo-equidad para así promover la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible, destacándole su valor en el aspecto positivo que consiste en reconocer el valor económico y social del ambiente (Martin Khor. La “economía verde” desde la perspectiva del desarrollo sostenible. Cooperación en Red Euroamericana Para El Desarrollo Sostenible. 06 setiembre 2012).

II. PROPUESTAS INTERNACIONALES DE INTERÉS

En el impulso del llamado crecimiento verde, se han buscado desarrollar numerosos instrumentos correspondientes a las atenciones requeridas por otros tantos problemas existentes, sobre todo para el caso de los países de menor desarrollo. Uno de ellos es el caso de los Bonos Verdes (BV) y otro de interés es la aplicación del Índice Better Life. Puede apreciarse que uno de estos instrumentos remite al campo del financiamiento[10] y otro al de la medición del desarrollo –en este caso económico ambiental-.

La escogencia des estos instrumentos no desestima el conjunto de muchos otros que pueden existir en un campo donde se han venido tomando abundantes iniciativas como las que pueden asociarse a las actividades del PNUMA, la OCDE y la UE en donde se han puesto en ejecución la Green Economy Initiative, Green Growth Strategy, Europa 2020 Strategy, respectivamente[11]. En estas iniciativas existen instrumentos y acciones diversas atinentes a hacer más verde la economía, estimular la producción de bienes sustentables, formación de recursos humanos en concordancia con el equilibrio social y el carácter verde de la misma, o lograr alcanzar mecanismos de compensación económica y social que eliminen fundamentos estructurales de las crisis económicas así como facilitar y garantizar distintos mecanismos de soporte e inversión para un perfil sustentable del crecimiento, según programas y proyección temporal de las iniciativas y estrategias señaladas (elementos de referencia pueden verse en Gurtowski, Ídem…2011).

BONOS VERDES

Los BV (Green Bond) consisten en una emisión de deuda privada o pública que tiene como fin utilizar los fondos que captan en proyectos relacionados con la moderación y/o adaptación al cambio climático (o sea para proyectos verdes); funcionan como un bono común y corriente y con una retribución relacionada linealmente con el riesgo implicado.  En su mayoría, son emitidos por  los bancos multilaterales, algunos bancos comerciales y en menor medida los ejecutores de proyectos verdes y son comprados principalmente por inversores institucionales (ej. fondos de pensión,  administradores de fondos de inversión, inversores de impacto, etc.) interesados en apoyar las inversiones del caso.

Gracias a un proceso interno de elegibilidad (desarrollado por el mismo emisor) o a través de una certificación externa (como la otorgada por el Climate Bond Initiative), el tenedor del bono se asegura que los fondos tengan los destinos prometidos. El propietario del bono cumple con su mandato ambiental o moral pero, cuando se trata de retribución monetaria, su posición es la asociada a obtener el mayor beneficio de su inversión. Los tenedores del bono no financian proyectos en forma directa por lo que no toman los riesgos relacionados con dichos proyectos, y, si bien financian proyectos en forma indirecta (a través por ejemplo del programa de BV del Banco Mundial), la retribución se basa únicamente en el rating del emisor. En razón de estas particularidades en ocasiones no se tiene certeza sobre su rol como impulsores de la inversión asociada a la problemática del cambio climático (Diego Flaiban Bonos Verdes, ¿Sólo buenas intenciones? www.blogs.iadb.org  30 de mayo de 2012, 7:00 am).

Dos entidades del Grupo del Banco Mundial –el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Corporación Financiera Internacional (IFC)– han sido esenciales para el desarrollo del mercado mundial de BV, desde la primera oferta del  Banco Mundial  en 2008 hasta  las dos emisiones de referencia de IFC por US$1.000 millones en 2013. Los ingresos provenientes de estos bonos se han utilizado para inversiones que ayuden a enfrentar el cambio climático.

En Túnez,  los BV emitidos por el Banco Mundial ayudan a mejorar la eficiencia de las tareas de riego y la disponibilidad de agua en zonas rurales donde las fuentes de agua subterránea están bajo presión. En China, colaboran en la disminución de la vulnerabilidad de las comunidades ante los desastres naturales mediante sistemas de control y alerta de inundaciones. En Colombia   y  México  apuntalan la eficiencia energética en los sistemas de transporte público, y en otros lugares, proyectos de energía renovable.

Visto en inicios de 2014 debe señalarse que desde 2008, el Banco Mundial había movilizado más de US$4.500 millones mediante 60 transacciones de BV en 17 monedas, en tanto que IFC había emitido US$3.400 millones en BV, incluidas dos emisiones por US$1.000 millones en 2013 señaladas. Los ingresos de los BV del Banco Mundial e IFC son destinados a cuentas separadas que se crean para apoyar el financiamiento de proyectos que cumplen con criterios específicos de selección.

La oferta de IFC de US$1.000 millones, en noviembre de 2013, atrajo a un nuevo grupo de inversores en BV, conformado por Ford Motor Company, Microsoft y los bancos centrales de Brasil y Alemania. Un bono verde a tasa flotante emitido por el Banco Mundial en enero de 2014 captó el interés de inversores institucionales: BlackRock, TIAA-Cref y Goldman Sachs Private Wealth Management, además de otros fondos de pensiones e inversionistas (www.bancomundial.org marzo 4 2014).

El balance  a inicios de 2015 es más exitoso que lo previamente señalado, pues una vez más asentada la experiencia con los BV, se observa que el año 2014 se habían emitido BV por US$11.000 millones.  El presidente del banco Mundial llamó a que se duplicara esa cifra cuando se realizara en septiembre de 2014 la Cumbre sobre el Clima convocada por el secretario general de las Naciones Unidas.  Con la emisión de los primeros bonos de nuevos emisores, la creación de nuevos índices de BV, y las inversiones de más compradores, el año cerró con la emisión de nuevos BV por más de US$35.000 millones.

El papel de nuevos emisores ha sido significativo para el impulso en 2014 y lo que se perfila para 2015. Las ciudades y organismos estatales que han usado bonos en el pasado para recaudar fondos para proyectos de infraestructura, comenzaron a emitir BV para ayudar a apoyar y destacar proyectos no dañinos para el ambiente y el clima, como las mejoras en la eficiencia y el transporte público.  Johannesburgo (Sudáfrica), emitió el primer bono verde municipal de África en 2014 para ayudar a financiar proyectos de reducción de emisiones que incluyen la energía de biogás, la energía solar, y el transporte sostenible.

Las corporaciones y empresas de servicios públicos también han comenzado a emitir BV para apoyar proyectos no dañinos para el ambiente. La empresa de servicios públicos francesa GDF Suez realizó la mayor emisión de BV hasta la fecha, por un monto de 2.500 millones de euros, para financiar proyectos de energía renovable, como los parques eólicos y el trabajo sobre eficiencia energética, como la medición inteligente y las redes integradas de calefacción urbana.
Para los emisores, el sello verde puede ayudar a llegar a nuevos inversionistas.  A medida que el mercado de BV crezca, se estima habrá prioridad de los proyectos ecológicos sobre los demás, y los emisores con sólidas credenciales de sostenibilidad serán recompensados con una base más amplia de inversionistas. También están apareciendo nuevos tipos de BV y los bonos se están ampliando a nuevas monedas. El Banco Mundial cerró su primer bono verde para     inversionistas minoristas a comienzos de enero, recaudando US$91 millones para proyectos inocuos para el clima.  IFC, que ha emitido hasta el momento BV por un monto de US$3.700 millones, emitió sus primeros en renminbi y soles peruanos en 2014.

La interpretación entusiasta desde el Banco Mundial es que las finanzas públicas por sí solas nunca serán suficientes para controlar el cambio climático: es necesaria la inversión privada en proyectos climáticamente inteligentes para poner las economías en una senda de crecimiento más limpio.  La construcción de un mercado de BV que puedan movilizar el financiamiento del sector privado ayuda a educar a este mismo sector, acerca de las inversiones para el desarrollo e impulsa la movilización de fondos del sector privado (www.bancomundial.org enero 22 2015).

INDICE BETTER LIFE

En mayo 2011 -en el contexto de su 50 aniversario- después de consideraciones, discusiones y estudios considerables OCDE informó sobre la aparición del Índice para una Vida Mejor. Consustancial a estos casos se consideró que permitiría mediciones más completas que las permitidas por el PIB. Tu Índice para una Vida Mejor, es parte integral de la iniciativa de una Vida Mejor y busca medir el bienestar y el progreso. El índice permitirá a los ciudadanos comparar sus vidas en los 36 países de OCDE, abarcando 11 aspectos - vivienda, ingresos, empleos, comunidad, educación, ambiente, gobernanza, salud, satisfacción de vida, seguridad, y equilibrio entre lo laboral y la vida-. "Este índice sintetiza a la OCDE sus 50 años, cruzando las barreras del conocimiento y el entendimiento de forma pionera e innovadora" aseguró el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría. "Mucha gente alrededor del mundo deseaba ir más allá del PIB desde hace tiempo. Este índice está diseñado para esas personas. Tiene un potencial extraordinario para ayudarnos a concebir mejores políticas para una vida mejor" (www.oecd.org 24 de mayo 2011).

Se estima que el índice Better life junto a otros instrumentos –se consideran índices interactivos- que aplica OCDE: 1. Permiten orientar la formulación de políticas para mejorar la calidad de vida. 2. Relacionan las políticas con la vida de la gente. 3. Fomentan el apoyo a las medidas políticas necesarias.  4. Favorecen la participación en la vida cívica alentando al público a crear sus propios índices y a compartir sus preferencias.  5. Capacitan a la población al mejorar la comprensión de la formulación de políticas. De la misma manera pueden destacarse conclusiones de los usuarios que suministran información a OCDE  desde mayo de 2011 a mayo de 2013 las cuales indican que: 1. La satisfacción ante la vida, Educación y Salud son los temas de bienestar más importantes para los ciudadanos. 2. Los hombres y las mujeres comparten las mismas prioridades. 3. Las preferencias de bienestar son muy similares entre los distintos países y regiones.

Hasta 2013 El sitio del Índice para una Vida Mejor tuvo más de 1.8 millones de visitas desde 184 países y se consultaron  más de 3.7 millones de páginas. También se intercambiaron más de 45.200 Índices para una Vida Mejor. El resultado básico es que los usuarios se han identificado con los 11 temas utilizados para medir el bienestar: la vivienda, los ingresos, el empleo, la comunidad, la educación, el ambiente, el compromiso cívico, la salud, la satisfacción ante la vida, la seguridad y el balance vida-trabajo. En promedio, los usuarios han incluido sistemáticamente todos los temas para crear sus índices y calificaciones. La satisfacción ante la vida, la salud y la educación son, tal cual se señaló, los tres temas mejor puntuados por los usuarios de todo el mundo.  Estos tres temas se mantuvieron como los sobresalientes, tanto para el visitante de los países nórdicos como para el de América Latina, lo que indica que las preferencias de bienestar no son propias de una región (Índice para una Vida Mejor. Enfoque en los países de habla hispana de la OCDE Chile, España, Estados Unidos y México. OECD Better life. Initiative. 2013).

A pesar de la similitud de intereses, los resultados -como pasa con otros índices cuando se comparan países desarrollados y en desarrollo- dan a aquellos como mejor ubicados en los mismos. De esta manera, en uno de los variados registros existentes, y que se destaca aquí, para ubicar los siete mejor colocados países de los treinta y seis integrantes de OCDE se presentaron los siguientes resultados.

Se trata de la medición de estándares de vida desarrollados para los países OCDE adicionándoles las condiciones medioambientales de sus territorios. Chile uno de los países latinoamericanos que forma parte de este grupo debe decirse que ocupa el lugar N°36. El Índice Better Life se estructura así con el fin de concienciar a instituciones, empresas y ciudadanos y fomentar la toma de medidas para mejorar su ambiente, salud y calidad de vida.
Los siete países mejor posicionados son:

1. Suecia: Los suecos se exponen a 10,5 microgramos por metro cúbico (µg/m3) de material particulado fino, el más bajo de los miembros de la OCDE. Además, solo el 2% de la población testifica carecer de acceso a espacios verdes y el 97% están satisfechos con la calidad de su agua. Su puntuación es 10 de 10. 2. Reino Unido: Los niveles registrados de material particulado fino se sitúan en el 12,7 µg/m3, por debajo de la media europea (22 µg/m3). El 97% de los habitantes del reino unido se encuentra satisfecho con el agua potable, mientras que el 6% de los británicos cree no tener espacios verdes cercanos. Su puntuación fue 9,7 de 10. 3. Islandia: Cuentan con  14,5 µg/m3 de material particulado fino y el 97% de los islandeses considera que el agua que consumen es de calidad. Su puntaje es de 9,6 de 10. 4. Alemania: Sus niveles de material particulado fino son de 16,2 µg/m3. El 4% de la población no está satisfecha con el agua potable, y el mismo porcentaje tampoco se siente satisfecha con el acceso a áreas verdes. Su puntuación es de 9,3 de 10. 5. Noruega: Tienen un 15,9%  µg/m3 de material particulado fino. Un 95% está conforme con la calidad del agua potable y el 2%  señala que no tiene espacios verdes a su alcance. Su puntuación es de 9,2 de 10. 6. Finlandia: Cuentan con niveles de material particulado fino del orden del  14,9 µg/m3. Menos del 1% de sus ciudadanos sostiene no disponer de espacios verdes cercanos y el 6% no se encuentra a gusto con su calidad del agua. Su puntuación es de 9,2 de 10. 7. Luxemburgo: Solo tienen  12,6% µg/m3 de material particulado fino. El 11% de sus ciudadanos siente que adolece de espacios verdes cercanos y el 8% no está satisfecho con la calidad del agua. Obtiene un puntaje de 9,2 de 10. Los últimos lugares los obtienen España en el lugar 28, Corea 29, Polonia 30, México 31, Federación Rusa 32, Israel 33, Grecia 34, Turquía 35 y Chile 36. Ninguno supera el 5 en su puntuación (www.veoverde.com 3 de julio 2012).

III. INSTITUCIONES VENEZOLANAS PARA ATENDER LA ECONOMÍA VERDE

ECOSOCIALISMO VS ECOCAPITALISMO

En cuanto a la evolución institucional desde el inicio del período sin HC (en líneas generales 2013) debe recordarse que su administración se dedicó a desinstitucionalizar o ejecutar lo que la revolución bolivariana entendió desde 1999 como refundar las instituciones, una vez finalizado el proceso mismo de la Asamblea Constituyente que terminó con la aprobación de la Nueva Constitución en diciembre de ese mismo año. La institución militar, el BCV, PDVSA, los ministerios viejos y nuevos, y otras, son todas instancias donde la llamada refundación de las instituciones no ha hecho más que adaptar la dinámica y objetivos de  esas instituciones a los intereses que han pasado a hegemonizar la dinámica del Estado y específicamente el gobierno de HC y de su continuador Nicolás Maduro (NM).

De los elementos previamente señalados, es de importancia resaltar la ampliación de las dimensiones operativas de las instituciones gubernamentales vía funcionamiento o articulación de ministerios viejos y nuevos. En sus inicios, la administración bolivariana se distinguió -en expresiones del presidente HC- por criticar el excesivo burocratismo estatal y numero de ministerios, por señalar dos de sus permanentes referencias. Una evaluación muy preliminar, después de más de quince años, permite evidenciar que la administración señalada ha aumentado considerablemente el número de ministerios y funcionarios que conforman la nómina del sector público, con -entre otros- innegables fines políticos. Numerosos temas, según las inclinaciones del presidente HC y también de NM y sus respectivas camarillas, han inspirado la formación de nuevos ministerios, organismos o reestructuraciones o reagrupamientos entre ellos: el mundo pluripolar, las comunas, el eco socialismo, viviendas, misiones, salud, revolución cultural y cualesquiera de otros tantos temas han estado en la base de aquellas creaciones de ministerios y/o reestructuraciones.

La evaluación del número de veces que la administración bolivariana ha reestructurado ministerios o creado nuevos ministerios, según esta dinámica que hemos planteado, puede conformar un tema suficientemente vasto para la realización de otro trabajo; más aún, si ello se realiza evaluando la eficiencia o el cumplimiento de objetivos, según se hayan planteado como justificativos de la creación o reestructuraciones según los casos.

En la cadena nacional del día 2 de septiembre de 2014 donde el Presidente NM había prometido un sacudón, para alterar, transformar, dominar el estado burgués o sus restos, además de la referencia permanente a la retórica de 15 años de la administración bolivariana, la mayor parte de aquella se concentró en detallar cinco revoluciones que debían fortalecerse -sin muchos elementos de novedad (la económica, del conocimiento, de las misiones, de las políticas de estado y del socialismo territorial)- a la par que un conjunto de restructuraciones y nuevas instancias administrativas según la línea ya indicada.

Una de las reestructuraciones planteadas fue la de la eliminación del Ministerio de ambiente y su conversión en un Viceministerio ha sido interpretada como una degradación inconveniente dada su incorporación al Ministerio de Vivienda, Habitat y Ecosocialismo[12]. En la discusión acumulada en Venezuela sobre estos asuntos se llegó a perfilar como más conveniente la supervisión de actividades como la construcción de viviendas por parte de la instancia ministerial ambiental (puede verse Enrique Prieto Silva, Absurda degradación del Ministerio del Ambiente. www.analitica.com 13 de septiembre 2014). Esta restructuración, sin embargo, abarca elementos de tipo conceptual que han estado presentes en las discusiones internacionales de académicos, políticos divulgadores e indudablemente que remite a los campos de las relaciones entre economía-ambiente, ecología-política y a las actividades políticas de partidos izquierdistas, ecologistas, verdes, entre otros. Un autor vinculado a estas dimensiones nos brinda una conceptualización del ecosocialismo: “Qué  es  por consiguiente  el ecosocialismo? Se  trata  de  una corriente de pensamiento y de acción ecologista que hace suyos los principios fundamentales del marxismo —debidamente desembarazados  de los residuos productivistas. Para  los eco-socialistas, la lógica del mercado y la ganancia, del mismo modo que el autoritarismo burocrático del supuesto «socialismo real», es incompatible con las exigencias de la salvaguardia del medio ambiente natural. Todos critican la ideología de las corrientes dominantes del movimiento obrero, pero reconocen que los trabajadores y sus organizaciones son una fuerza esencial para la transformación radical del sistema, y para el establecimiento de una nueva sociedad, socialista y ecologista.” (Michael Lowy, ¿Qué es el Ecosocialismo? 17 de septiembre 2013. www.democraciasocialista.org)[13].

Por su parte la organización Comunicadores en Acción de clara tendencia oficialista presenta una serie de elementos de divulgación -en tiempo posterior cercano al momento de comunicar el llamado sacudón el presidente NM- en cuanto a la medida y al ecosocialismo: “1. Parte del legado del Cmdt. Chávez: «Suprimir la lógica del capital», «Hacer irreversible el tránsito al socialismo», COMO NO RETORNO 2. Abarca la revalorización de la naturaleza, el ecosistema, el hábitat comunitario, combinado con la reutilización y reciclaje de materiales 3. Involucra lo afectivo y la querencia por la localidad, valorando la arquitectura tradicional, la gastronomía popular, las efemérides. 4. El territorio como referente geo-histórico, como espacio pequeño que contiene acervos culturales y vocación productiva. 5. Se conecta con lo endógeno, con las internalidades como fuerzas propias, desde adentro y por dentro, motorizando el desarrollo local 6. Se articula con la geometría del poder y con el sistema de agregación comunal, siendo parte integral del poder popular 7. Asume la democratización de los medios de producción, con nuevas formas de propiedad, haciendo énfasis en la propiedad social directa. 8. Apoya diversas formas de organización socio-productivas, proyectos y redes encadenadas productivamente a escala comunal. 9. Eslabonamiento del proceso, articulando la producción-procesamiento-distribución-consumo, como una telaraña que cubre el territorio. 10. Se construye con diagnóstico participativo centrado en el dialogo de saberes y se operacionaliza a través de los Puntos y Círculos. 11. Tejido productivo sustentable y diversificado donde debe injertarse la propiedad social y el espíritu socialista. 12. Se rigen por una planificación consciente, orientadas por cupos y pedidos, enfrentando las relaciones mercantiles y de mercado.” (Comunicadores en Accion, Ecosocialismo como Nuevo Enfoque Socio-productivo que supera la Lógica del Capital. www.aporrea.org 13 de septiembre 2014)[14].

INSTITUCIONES Y ECONOMÍA VERDE
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

La principal institución que regula o podía regular variados perfiles asociados a la Economía Verde en Venezuela pasó a ser, desde el último trimestre de 2014 -tal cual se indicó- el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda[15]. A finales del primer trimestre de 2015 esa función se le asigna a un nuevo ministerio denominado Ministerio de Ecosocialismo y aguas[16].

En el mismo sentido de elementos de importancia para este trabajo debe destacarse que según la Ley Orgánica de la Administración Pública (Decreto N° 1.424, 17 de noviembre de 2014, Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.147), en su Artículo 28: “Los órganos y entes de la Administración Pública estarán internamente ordenados de manera jerárquica y relacionados de conformidad con la distribución vertical de atribuciones en niveles organizativos”. También pueden estar descentralizados o desconcentrados, funcional y territorialmente. De acuerdo al Artículo 29 de la Ley… señalada, los entes descentralizados con forma de derecho público estarán conformados por aquellas personas jurídicas creadas y regidas por normas de derecho público y tendrán atribuido el ejercicio de potestades públicas.
El Artículo 30 de dicha Ley establece el principio de descentralización territorial: “La Administración Pública Nacional, con el propósito de incrementar la eficiencia y eficacia de su gestión, podrá descentralizar competencias y servicios públicos en los estados, distritos metropolitanos y municipios, de conformidad con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la ley”. Así también, el Artículo 31 establece el principio de desconcentración funcional y territorial: “La Administración Pública, con el objetivo de acercarse a las personas y mejorar el servicio prestado, podrá adaptar su organización a determinadas condiciones de especialidad funcional y de particularidad territorial, transfiriendo atribuciones de sus órganos superiores a sus órganos inferiores, mediante acto administrativo dictado de conformidad con el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica. (…) La desconcentración de atribuciones sólo podrá revertirse mediante la modificación o derogación del instrumento jurídico que le dio origen”.

SACUDÓN

Mediante Decreto Presidencial N° 1.227, de fecha 03 de septiembre de 2014, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, número 40.489 –y en el contexto del Sacudón-, se ordenó la supresión del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente y del Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Hábitat, y se creó el Ministerio del Poder Popular para Vivienda, Hábitat y el Ecosocialismo, con competencia en el ámbito de las políticas públicas del Ejecutivo Nacional en materia de vivienda, hábitat humano, la conservación y administración ambiental y ecosocialismo.

Por otra parte según el Artículo N° 1 del Decreto 1.293 de 03 octubre 2014 publicado en Gaceta N° 40.511, “…se modifica la denominación del Ministerio del Poder Popular para Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo, por la de MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA ECOSOCIALISMO, HÁBITAT Y VIVIENDA”. Y dado el Artículo N° 3, se crean los Despachos de Viceministros y Viceministras del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda, que a continuación se mencionan:
1. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Ecosocialismo Ambiental.
2. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Ecosocialismo en Vivienda.
3. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Gestión Ecosocialista de Aguas.
4. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Gestión Ecosocialista en Supervisión y Seguimiento de Obras.
5. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Manejo Ecosocialista de Desechos y Residuos.

Según el Artículo N° 4, el Despacho del Viceministro o Viceministra de Ecosocialismo Ambiental, tendrá las siguientes atribuciones:
·         Desarrollar e implementar lo concerniente a la planificación, gestión, protección, vigilancia y control ambiental con visión ecosocialista.
·         Planificar políticas para la protección y manejo de la diversidad biológica.
·         Establecer alianzas estratégicas nacionales e internacionales en materia ambiental y ecosocialista.
·         Fomentar actividades tendentes a la conservación de los recursos naturales del Ambiente.
·         Siguiendo al Artículo N° 6, el Despacho del Viceministro o Viceministra de Gestión Ecosocialista de Aguas, tendrá las siguientes atribuciones:
·         Desarrollar e implementar políticas y planes sectoriales en materia de aguas.
·         Diseñar, construir, operar y mantener las obras de captación, tratamiento y distribución de agua potable, aguas servidas, de saneamiento ambiental y de embalses.
·         Establecer alianzas estratégicas, nacionales e internacionales en materia de agua.
·         Generar políticas de evaluación y gestión de las empresas prestadoras de servicio hidrológico, regionales y nacionales, en el marco del desarrollo armónico, con respeto por la naturaleza y las prácticas ecosocialistas.
El Artículo N° 7 establece que el Despacho del Viceministro o Viceministra de Gestión Ecosocialista en Supervisión y Seguimiento de Obras, tendrá las siguientes atribuciones:
·         Diseñar las políticas para el control y seguimiento de la ejecución de obras en materia de equipamiento ambiental.
·         Generar políticas y lineamientos para la captación, tratamiento y distribución de agua potable; de aguas servidas; de saneamiento ambiental y de embalses, de urbanismos de vivienda y de equipamiento urbano, que adelanten los entes adscritos responsables de llevarlas a cabo.
·         Elaborar el Plan de Evaluación y Supervisión de las Obras.
·         Establecer alianzas estratégicas, nacionales e internacionales para el seguimiento y control de obras en materia ambiental, hábitat y vivienda.
Siguiendo al Artículo N° 8, el Despacho del Viceministro o Viceministra de Manejo Ecosocialista de Desechos y Residuos, tendrá las siguientes atribuciones:
·         Formular políticas y planes sectoriales para el manejo integral de residuos y desechos domésticos, industriales, agropecuarios y hospitalarios.
·         Formular políticas para el diseño, construcción, operación y mantenimiento de obras y/o equipos de recolección, transporte, procesamiento o tratamiento, reciclaje o disposición de residuos.
·         Establecer alianzas estratégicas, nacionales e internacionales en materia de residuos y desechos.
·         Generar políticas de evaluación y gestión de las empresas prestadoras de servicio estadales, municipales y comunales, en el marco del desarrollo armónico, con respeto por la naturaleza y las prácticas ecosocialistas.

Con la creación de estos Despachos de Viceministros, como los de Ecosocialismo Ambiental, Ecosocialismo en Vivienda, Gestión Ecosocialista de Aguas, Gestión Ecosocialista en Supervisión y Seguimiento de Obras y Manejo Ecosocialista de Desechos y Residuos, se fomenta la desconcentración funcional del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda, para así poder ejercer más eficientemente sus funciones en materia de conservación del ambiente y Economía Verde.

La desconcentración funcional y territorial se da también a través de una serie de entes adscritos a este Ministerio del Poder Popular con competencia en Economía Verde, entre los cuales destacan los siguientes[17]:
·         
C    Compañía Nacional de Reforestación (CONARE). Empresa del Estado que se encarga de atender y/o ejecutar requerimientos que le formulen organismos públicos nacionales o regionales, organizaciones industriales, empresas, compañías, asociaciones, misiones, cooperativas, y cualquiera otra organización o personas interesadas en la recuperación ambiental de los espacios degradados o en proceso de degradación.
·         Fundación de Educación Ambiental (FUNDAMBIENTE). Tiene como objetivos: desarrollar programas educativos ambientales, con miras a la concienciación del ser en la sociedad socialista, la participación protagónica y la inclusión social; así como, crear espacios y formas de participación directa y activa para afianzar la responsabilidad social de la empresa pública, como la privada, para la generación de fondos que apoyen la conservación ambiental.
·         Instituto Nacional de Parques (INPARQUES).
·         Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (ICLAM). Ente nacional designado por el estado venezolano para ejecutar las funciones de promoción, planificación, programación, coordinación y evaluación de las acciones necesarias para mejorar, preservar y controlar la vida de este sistema natural.
·         Laboratorio Nacional de Hidraúlica (LNH). Institución que tiene como misión apoyar al Estado en el aprovechamiento racional y manejo soberano del recurso agua realizando estudios y proyectos, convencionales y no convencionales, de Ingeniería Hidraúlica y Sanitaria.
Por otro lado, no es sólo la Administración Pública Nacional la que le compete atender la Economía Verde, sino también a la Administración Pública Estadal y Municipal, así como al poder popular organizado en comunas; pues, a través de la descentralización funcional y territorial se le da poder a las instancias locales, para que resuelvan de forma más eficiente y efectiva los problemas con respecto a la contaminación y a la preservación del ambiente, dado que las instancias locales son las que mejor conocen sus dificultades. Por supuesto, que tanto en los casos de desconcentración funcional y territorial dentro del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda, como de descentralización funcional y territorial del Poder Público, la asignación de funciones debe estar en consonancia con los lineamientos establecidos por la Administración Pública Central, en correspondencia con el Plan de la Patria, Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019 (Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.118, 4 de diciembre de 2013) y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).

PLAN DE LA PATRIA (SEGUNDO PLAN SOCIALISTA DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA NACIÓN 2013-2019).

El Gran Objetivo Histórico N° 2 del Plan de la Patria es “continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo (…)”. Se vislumbra la idea de Ecosocialismo, es decir, producir para garantizar la mayor suma de igualdad posible sin dañar el ambiente. Mientras que el Gran Objetivo Histórico N° 5 del Plan de la Patria trata de la preservación de la especie humana y el ambiente: “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”.

Por su parte, desagregaciones del Gran Objetivo Histórico N° 5 permiten precisar El Objetivo Nacional 5.1 que hace referencia directa al Ecosocialismo: “Construir e impulsar el modelo económico productivo eco-socialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza”.  Por otra parte, el Objetivo Nacional 5.4 hace referencia al impulso de la Economía Verde a nivel internacional a través de los movimientos ecológicos y señala que hay que “contribuir a la conformación de un gran movimiento mundial para contener las causas y reparar los efectos de cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador”.

Por otra parte, en el Plan de la Patria 2013-2019 pueden ubicarse políticas y programas para el sector ambiente, conservación y ordenación territorial, entre las que pueden destacarse las siguientes:
Política:
1. Asegurar una gestión del agua partiendo de las cuencas hidrográficas como unidades de gestión, con el objetivo de satisfacer las necesidades humanas, ecológicas y la demanda generada por los procesos productivos del país.
Programas:
-Promover la recuperación de los cuerpos de agua y suelos en las cuencas de nueve regiones hidrográficas.
-Mantener actualizado el inventario de disponibilidad y demanda de agua superficial y subterránea en las cuencas hidrográficas, tanto en calidad como en cantidad.
-Generar la información básica ambiental, la cartografía y el catastro, para la gestión integral de las cuencas.
-Promover el desarrollo social integral y su interrelación con el cambio climático en diferentes cuencas a nivel nacional.
-Elaboración de planes de gestión integral de las aguas en las regiones y cuencas hidrográficas, con la participación de las comunidades.
Política:
2. Garantizar una ordenación y gestión soberana del territorio que oriente una organización socio-territorial ecológica y socialmente sustentable.
Programas:
-Ordenación del territorio sobre la base de sustentabilidad ecológica y la equidad socio territorial, mediante la participación del poder popular.
-Sistema de observación territorial para la evaluación y seguimiento de las condiciones ambientales y la dinámica de la ocupación del territorio.
Política:
3. Profundizar la acción educativa y comunicacional en todos los ámbitos de la vida nacional, en función del fortalecimiento de una conciencia crítica y acción transformadora que contribuyan a la preservación de la vida en el planeta.
Política:
4. Asegurar un ambiente sano mediante el manejo adecuado de los residuos, desechos sólidos, materiales y desechos peligrosos.
Programas:
-Asistencia técnica a la formulación y aplicación de planes para el manejo de los residuos, desechos sólidos, materiales y desechos peligrosos.
-Participación de la comunidad organizada para el manejo de los residuos y desechos sólidos.
-Participación y articulación de los diferentes niveles de gobierno, en la gestión integral de los residuos, desechos sólidos, materiales y desechos peligrosos.
En los conceptos de la Administración Bolivariana las políticas pasan por tres fases fundamentales para que puedan tener éxito: diseño, ejecución y control. Muchas políticas fracasan porque se quedan en el papel y nunca se ejecutan efectivamente, y para ello hace falta el control ciudadano para garantizar y exigir su cumplimiento; es por ello, que el Estado venezolano con la Constitución de 1999 impulsa la democracia participativa y protagónica, es decir, el ejercicio directo de la democracia a través del Poder Popular, en donde el pueblo organizado puede participar políticamente y resolver los asuntos que le atañen, no sólo al momento de votar o de un referéndum revocatorio, sino permanentemente a través de la comunas, así como ejercer funciones de contraloría.

CONSTITUCIÓN

Por último, en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) (Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.453, de fecha 24 de marzo de 2000), el capítulo IX hace referencia a los Derechos Ambientales[18]. Y en el Artículo 127 se establece lo siguiente: “Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá al ambiente, la diversidad biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica.(…) Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley”.

En el Artículo 128 por otra parte se destaca que “El Estado desarrollará una política de ordenación del territorio atendiendo a las realidades ecológicas, geográficas, poblacionales, sociales, culturales, económicas, políticas, de acuerdo con las premisas del desarrollo sustentable, que incluya la información, consulta y participación ciudadana”. De esta forma, la protección del ambiente compete principalmente al Estado, pero también a la sociedad y a las empresas –a través de la responsabilidad medioambiental-, y  aquel exige su cumplimiento.

Para fomentar la Economía Verde en Venezuela, es necesaria una solución al problema habitacional con respecto a las zonas marginales urbanas y rurales, que tanto contaminan al ambiente y causan daños a la población. De la misma manera, es vital impulsar una política de desarrollo local, para que así se logre que la población trabaje y estudie cerca de donde vive, así como unas condiciones óptimas de vivienda y hábitat.

En el Artículo 129 de la Constitución se destaca lo siguiente con respecto a los intereses pertinentes de una Economía Verde: “Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y sociocultural. El Estado impedirá la entrada al país de desechos tóxicos y peligrosos, así como la fabricación y uso de armas nucleares, químicas y biológicas. (…) En los contratos que la República celebre con personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, o en los permisos que se otorguen, que afecten los recursos naturales, se considerará incluida, aun cuando no estuviera expresa, la obligación de conservar el equilibrio ecológico, de permitir el acceso a la tecnología y la transferencia de la misma en condiciones mutuamente convenidas y de restablecer el ambiente a su estado natural si éste resultare alterado, en los términos que fije la ley”.

En consecuencia, la transferencia tecnológica que realicen empresas extranjeras por la vía de inversión extranjera directa, así como los procesos productivos, no pueden estar en conflicto con la preservación del ambiente. Los mismos son elementos altamente vinculados con los intereses del concepto de Economía Verde: producir sin dañar al planeta.

IV. EVOLUCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA ECONÓMICO AMBIENTAL VENEZOLANA
PRINCIPALES PROBLEMAS AMBIENTALES DE 2012

Se presenta a continuación un grupo de los 15 principales problemas ambientales identificados por VITALIS (Situación Ambiental de Venezuela 2012. Análisis de Percepción del Sector. 2013. www.vitalis.net) de un total de 65, ordenados de mayor a menor importancia, de  acuerdo con la frecuencia y coincidencia en su mención por parte de especialistas consultados por dicha organización. Algunos de los problemas citados están relacionados entre sí, sin embargo, en algunos casos se mantiene su mención autónoma, para facilitar su análisis y comprensión y los cuales trascienden la escala temporal del año 2012. Es de señalar que en las primeras posiciones aparecen los que tienen que ver con contaminación[19] en variados ámbitos, agua y manejo de desechos sólidos que son dentro de nuestro interés altamente significativos, independientemente de la también muy alta significación que tienen otros.

De acuerdo a lo señalado, los principales problemas ambientales del año 2012 según VITALIS fueron:
1. Débil gestión de los recursos hídricos, en la cuenca del Lago de Valencia, embalses de Maticora (Falcón)[20] y la Mariposa (Miranda), e inadecuado manejo de aguas servidas y residuales que contaminan las fuentes de agua superficiales y subterráneas, dañan el paisaje, y comprometen los atributos físico-químicos y naturales de ríos, riachuelos, lagunas, lagos y playas a nivel nacional. Se suma el limitado tratamiento y acceso al agua potable.
2. Incremento en la contaminación atmosférica en los centros urbanos, por emisiones de fuentes móviles, teniendo sistemas de supervisión y control que se han debilitado. En un contexto de congestionamiento vehicular y falta de planes  de transporte público eficiente y no contaminante. El parque automotor de transporte colectivo, tiene un promedio de operación de 15 años.
3. Inapropiado manejo de los residuos y desechos sólidos (principalmente domésticos), tanto desde la fuente como en los sistemas de transporte, tratamiento y/o disposición final, en particular en las grandes ciudades. Numerosos vertederos y botaderos proliferan en el país.
4. Vertidos de hidrocarburos a cuerpos de agua (derrame en el Río Guarapiche, estado Monagas; comunidad Guepe, sur del estado Anzoátegui). En 2011 ocurrieron 4.052 derrames, entre hidrocarburos y otras sustancias químicas. Se trata de un incremento de 69,33% con respecto a los 2.393 derrames registrados en el 2010.
5. Mal manejo de árboles en las principales ciudades del país, incluyendo podas inapropiadas, enfermedades, stress hídrico o exposición a agentes contaminantes atmosféricos.
6. Derroche de agua y energía eléctrica por la ciudadanía. Los esfuerzos educativos, informativos, y coercitivos, no brindan los resultados esperados.
7. Desatención de especies domésticas en control veterinario y  retiro de animales atropellados en calles, avenidas y autopistas. La Ley de Animales Domésticos se aplica poco y no es conocida.
8. Pocos esfuerzos en educación ambiental, para formar valores a la ciudadanía y promover modos en favor de un ambiente sano y equilibrado. Muchas de las iniciativas en el período evaluado se articulan más en campañas publicitarias que educativas (VITALIS. Ídem… 2013).
9. La basura electoral representa un problema, dado el poco compromiso por parte de las diferentes opciones partidistas para su recolección. Se  afectan las áreas públicas con grafitis, murales, pendones y afiches.
10. La basura proveniente de la promoción de espectáculos, también ha incrementado el deterioro del panorama urbano.
11. Anarquía en el subsector de motos con emisiones atmosféricas y sonoras sin control, incluyendo el uso incorrecto de vías, contribuyendo al caos vehicular,  irrespeto a las normas e interrelacionándose con la delincuencia.
12. Carencia de planes y estrategias que permitan generar mecanismos para mermar los impactos del cambio climático y promover medidas de adaptación.
13. Pocos esfuerzos en la planificación y conservación de áreas protegidas, cuyos planes de ordenamiento y manejo se encuentran desactualizados.
14. Amenaza de los Parques Nacionales con proyectos urbanísticos, como fue el caso del P.N. Los Médanos-Falcón (se dio la valiente negación de los funcionarios medios de INPARQUES).
15. Debilitamiento de la función de guardería ambiental, para controlar -entre otros aspectos- el comercio ilegal de flora y fauna en carreteras y ciudades, la ocupación de áreas protegidas y el desarrollo de proyectos urbanísticos sin  evaluaciones de impacto ambiental (VITALIS. Ídem… 2013).

UN ENFOQUE DESDE LA PERSPECTIVA DE LA EDUCACIÓN, DISPOSICIÓN AMBIENTAL Y EL ECOSOCIALISMO.

Presentamos a continuación un enfoque sobre 10 problemas ambientales de Venezuela, el cual insiste en la actitud y disposición del individuo así como en el optimismo que acarrea la visión del ecosocialismo según interpretación de algunos analistas (Carlos Fermín. Los 10 problemas socio-ambientales de Venezuela www.aporrea.org. Lunes, 22/09/2014.)
El primer problema la falta de Cultura de Reciclaje. Se encuentran abundantes desechos sólidos que los ciudadanos lanzan en calles y lugares diversos (empaques de frituras, latas,  pañales desechables, discos compactos, cajas, entre otros).
El segundo problema, el excesivo consumo eléctrico que colide con una voluntaria eficiencia energética, existan apagones o no los haya.
El tercer problema, el mal uso del agua potable al no existir cultura de ahorro de la misma. Se trata del agua potable y de los cuerpos de agua dulce y salada afectados por la indolencia ambiental. Se tiene así la contaminación del Lago de Maracaibo y Valencia, Laguna de Píritu y Sinamaica, y ríos Guaire, Chama, Tocuyo, Manzanares y Motatán. Basura doméstica e industrial, fugas de hidrocarburos, escombros de construcciones urbanísticas están en la base de tal situación.
El cuarto problema, la contaminación sonora. El ciudadano común se acostumbra a la bocina de los camiones, corneteo de vehículos, música con alto volumen y ruido de motocicletas.
El quinto problema, la contaminación del aire asociada a la industrialización y desarrollo del sector productivo. No se controlan emisiones de gases que conllevan a la polución del ambiente, y que ocasionan enfermedades respiratorias.
El sexto problema, engloba al maltrato animal en eventos como las Corridas de Toros, que no guardan relación con el Ecosocialismo. Este  incluye el respeto por la diversidad biológica y los derechos de los animales.
El séptimo problema, la contaminación visual de espacios naturales. Afiches,  pancartas, carteles luminosos y vallas publicitarias, conforman la basura visual.
El octavo problema, la amenaza de los mega proyectos extractivos en el territorio venezolano, asociados a derrames petroleros en el Lago de Maracaibo y campamentos de minería ilegal en zonas rurales y boscosas de los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro. La  búsqueda de oro, plata y diamante, está coligada a los esfuerzos para poder pagar el oneroso tráfico de combustible.
El noveno problema, la deforestación urbana. Maracaibo, se ha convertido en emblema de esta afectación ambiental. Más de 850 árboles fueron arrancados de avenidas, creando un foco de deforestación masiva. Durante 2014 se afectó los embalses de Tulé, Manuelote y Tres Ríos; Igual la deforestación sedimenta la represa de Burro Negro y trastoca la Sierra de Perijá, por cultivos de malanga,  desmontes, incendios forestales y obtención ilícita de madera[21]. Afectación de áreas verdes por piques de fango, rustiqueo y tunning así como por las carreras “Fun Race 4x4”, que afectaron el paisaje natural de la Gran Sabana. La normativa legal que los prohíbe no ha evitado el daño ambiental extendido a los Médanos de Coro, Río Cinaruco, y Parque Nacional Morrocoy. Se contratan terrenos privados (haciendas, fincas, granjas), para llevar a cabo el deporte extremo.
El décimo problema, la indiferencia ecológica que denota la existencia de los venezolanos.
La obligatoriedad de impartir la Educación Ambiental en los colegios públicos y privados, es fundamental para replantear el destino conservacionista de la Sociedad Moderna. Las Brigadas Integrales Comunitarias y los Guardianes del Agua, deben seguir masificando el mensaje Ecosocialista en Venezuela. El ministerio Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo, puede influir en un desarrollo que no excluya las variables ambientales en el modo de vida que conllevan los venezolanos. Los desafíos en materia ambiental, deben ser el preludio de iniciativas verdes, que ponderen el uso de energías renovables (eólica, solar, geotérmica) para diversificar el marco energético, se construyan más viviendas dignas con los necesarios Estudios de Impacto Ambiental (EIA), y se impulse la Agro-ecología en los campos venezolanos, buscando consolidar una verdadera línea Ecosocialista (Carlos Fermín… Ídem).

Como queda evidente esta interpretación de los problemas ambientales, es altamente optimista en las políticas e instituciones asociadas a la administración bolivariana y al Ecosocialismo. Parte, sin embargo, de un conjunto de críticas muy asociadas al desempeño individual y grupal, cuyas raíces se encuentran en la sociedad de consumo, el individualismo y en última instancia el Ecocapitalismo.

LA PERSPECTIVA DE TRES PROBLEMAS FUNDAMENTALES

En el desarrollo y dinámica de estos tres problemas que se resaltan, se observa la alta influencia de la falta de conciencia ciudadana en los cuidados ambientales, la impunidad derivada de la falta de procesamiento de casos y sanciones más que de la ausencia de leyes y la ausencia de acciones gubernamentales focalizadas para la solución de los problemas.

IMPACTOS GENERADOS POR LA EXTRACCIÓN DE PETRÓLEO Y LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE

En el caso de la explotación petrolera, sus marcas están en la zona de producción y a lo largo de los procesos de transporte, refinación y distribución. El acceso a recursos económicos por parte de los gobiernos venezolanos y la persistencia de una economía basada en combustibles baratos, han generado una cultura de derroche, consumo incontrolado, desvalorización de la naturaleza y falta de previsión, generándose a su vez impactos en contaminación de aire, suelos y aguas, altos volúmenes de desechos sólidos, despilfarro de energía y recursos (Ver La visión de la Red ARA. APORTES PARA UN DIAGNÓSTICO DE LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL DE VENEZUELA. Mayo 2011. http://redaravenezuela.blogspot.com).

En este tema, algunos de los problemas más importantes que se detectan para ARA son: 1. Deterioro de ecosistemas sensibles en la Faja Petrolífera del Orinoco y  Lago de Maracaibo, resultado de continuos derrames y fugas. 2. Contaminación por metales pesados en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. 3. Pérdida de suelos y procesos erosivos en las zonas en exploración y producción en la Faja Petrolífera del Orinoco. 4. Presencia de pasivos ambientales, incluyendo fosas con residuos petroleros con riesgo de desborde y lixiviación. 5. Fallas en el manejo de subproductos del proceso de refinación (principalmente azufre y coque), generan contaminación de agua, aire y suelos. 6. Altos valores en las emisiones de CO2, SO2 y NOx en procesos de refinación y mejoramiento.

Adicionalmente, los entrevistados por ARA alertaron sobre los enormes riesgos ambientales y sociales asociados al desarrollo de megaproyectos petroleros y gasíferos, en los cuales no se tiene información sobre criterios ambientales y socioculturales a ser aplicados. Entre esos: 1. Expansión en la Faja Petrolera del Orinoco, la cual afectará un área de 55 mil Km2 al sur de los estados Monagas, Anzoátegui y Guárico. 2. Complejo gasífero Gran Mariscal de Ayacucho (Proyecto CIGMA) en Güiria, estado Sucre. 3. Complejo Petroquímico de Paraguaná. 4. Proyecto Gasífero Rafael Urdaneta  (costas de Zulia y Falcón).

En relación con la situación planteada, los siguientes datos refuerzan lo señalado: 1. La actividad petrolera ha acumulado enormes pasivos ambientales, incluyendo: 10.269 fosas, 120 mil metros cúbicos de desechos peligrosos, 533 mil de lodos y 2.353 instalaciones abandonadas. 2. Petróleos de Venezuela (PDVSA) estima en más de 1.500 millones de dólares los montos de los pasivos ambientales acumulados por esta empresa (La visión de la Red ARA… Ídem).

Altamente vinculado con la producción y consumo de hidrocarburos así como con un patrón de desarrollo que estimula y mantiene la producción y el rentismo petrolero como elemento fundamental, se encuentra lo concerniente a la contaminación del aire[22]. Presenta cuatro causas principales: 1. Emisiones de vehículos automotores. 2. Quema de basura. 3. Incendios de vegetación. 4.  Emisiones de instalaciones industriales. Existe poca información sobre los niveles que alcanza tal contaminación y los pocos datos existentes, muestran gráficos anualizados de los valores de material particulado suspendido en el aire en las ciudades del país y emisiones de dióxido de carbono a nivel nacional. No hay datos sobre niveles de contaminación por zonas y períodos de tiempo, para conocer los niveles de exposición de la población a contaminantes como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y ozono; así como tampoco muestreos sobre la calidad de aire de las ciudades o en áreas cercanas a  cementeras, petroquímicas, canteras, siderúrgicas, espacios cercanos a botaderos de basura o áreas sometidas a fumigación permanente. En ausencia de esta información, no es posible determinar el efecto negativo de la exposición a esos contaminantes, ni fundamentar decisiones para controlar las repercusiones por la presencia de los mismos en el ambiente.

Estas situaciones se ven reflejadas en los siguientes datos: 1. En estudio realizado en el año 2000 en el municipio Baruta del estado Miranda se encontró que el tránsito automotor y las emisiones a partir de fuentes domiciliarias y comerciales son los mayores contribuyentes a la contaminación por dióxido de carbono. 2. Según el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTTT), el parque automotor de Venezuela es de 5.350.000 unidades, de los cuales 2,2 millones de vehículos transitan en Caracas. 3. La quema de desechos domésticos, comerciales e industriales con presencia de plásticos, genera dioxinas y furanos (compuestos altamente tóxicos) (La visión de la Red ARA… Ídem).

En el caso del tránsito automotor se ha propuesto la llamada chatarrización que consiste en sacar de circulación numerosos vehículos de transporte público (rapiditos en Barquisimeto, taxis en Caracas) que contribuyen a la contaminación y, además, afean las ciudades y generan episodios de incertidumbre para otros vehículos. Lo barato de la gasolina, la falta de supervisión, la permisividad para el desarrollo de formas de economía informal, la inexistencia de un sistema transporte público más articulado y la inseguridad –entre otros elementos- se encuentran entre los determinantes de la existencia de estos vehículos y de la relativa masificación del uso del auto privado en la vida diaria de ciudades venezolanas (puede verse www.elimpulso.com 18 de noviembre 2013).

Debe señalarse que Venezuela ocupa el cuarto lugar entre los países más afectados por contaminación del aire en América Latina. La región tiene a México, como el país más contaminado, con una contaminación en el aire de 79 microgramos por metro cúbico (ug/m3), según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (la cifra considerada normal es 10 microgramos por metro cúbico, y se considera cualquiera superior como aire contaminado). Le siguen Chile (64 ug/m3), Perú (63 ug/m3), Venezuela (47 ug/m3), Guatemala (45 ug/m3), Colombia (43 ug/m3), Brasil (41 ug/m3), Ecuador (38 ug/m3), Costa Rica (31 ug/m3) y Argentina (30 ug/m3) (ver http://www.economiahoy.mx/ 25/09/2014).

En este contexto de problemas asociados a la producción petrolera, energía, transporte y contaminación del aire pueden destacarse las recomendaciones contenidas en el trabajo de VITALIS (VITALIS. Ídem… 2013) ya referido.
- Continuar los programas de ahorro energético, con la creación de mesas técnicas que permitan a los ciudadanos expresar ideas y llegar a consensos, incluyendo a los sectores productivo, académico, ONG y medios de comunicación social.
- Impulsar el uso de energías alternativas o verdes, disminuyendo el uso de sistemas basados en combustibles fósiles. Evitar el uso de la energía nuclear, que aunque limpia, sus residuos y desechos requieren estrictos controles.
- Mejorar condiciones del transporte público. El parque automotor tiene en promedio 15 años, y numerosos vehículos no cuentan con los sistemas de mantenimiento apropiados.
- Promover la creación y desarrollo de sistemas masivos de transporte impulsados por energías limpias.
- Evaluar alternativas para descongestionar el tráfico de las ciudades, mediante el establecimiento de canales de flujo y contra flujo y planes de día de parada.
- Continuar y fortalecer el programa de reconversión vehicular a gas[23], masificando los sistemas de distribución, que son escasos en las principales ciudades (VITALIS. Ídem… 2013).
Por último, señalamos soluciones que para lo que hemos ubicado como el primer problema, derivan de la óptica de las instituciones públicas. Para ellos nos beneficiamos del hecho de que para la realización de este trabajo tuvimos contacto con instancias superiores del Ministerio del Poder Popular de Transporte Terrestre y Obras Públicas buscando ordenar precisiones atinentes a las políticas y alternativas que el escenario nacional de la administración bolivariana le presenta al país, en cuanto a los retos y adaptabilidad atinentes al cambio climático en el campo específico del tránsito terrestre que se mantiene en base al consumo de energía fósil –y de manera fundamental gasolina- considerablemente barata según los parámetros del mercado internacional. Adicionalmente debe entenderse que el escenario del transporte nacional ha estado asociado al uso categórico del auto privado y que implica grosso modo un 80% de desplazamiento en transporte privado y 20% en público. E igualmente debe resaltarse como una característica de la flota de transporte público terrestre el carácter viejo de las unidades que de manera frecuente superan los 15 años.

En tales sentidos en los contactos desarrollados durante el mes de marzo de 2015 no se perfilaron mayores perspectivas de cambio en cuanto a transporte y uso de energías alternas. Por su parte la reestructuración del transporte público parte de un conjunto de lineamientos que de seguidas resumimos. En primer lugar, se buscaría fortalecer el sistema de  transporte a gas (que aunque energía fósil es menos contaminante). Para ello se han instrumentado dentro de la administración bolivariana la compra de autobuses chinos a gas[24] en un número de 4.500 así como la traída/producción de 20000 taxis también chinos híbridos (gasolina y gas)[25]. En segundo lugar, se estipula que el sistema de transporte público en Venezuela no es rentable y los precios que cobra deberían ser considerablemente más altos. En tercer lugar, se estipula que la solución o guía de restructuración del transporte público venezolano debe partir de líneas de organización en base a una troncal básico (tren, metro u otro tipo) al cual se articulen líneas de autobuses tal cual se han estructurado en ciudades como Bogotá (Transmilenio), Lima (Metropolitana) o Santiago de Chile aprovechando la participación del sector público y privado en conjunto. En cuarto lugar, pueden también instrumentarse mecanismos de modernización de flotas, vía implementación de procesos de chatarrización en el sentido de facilitar el desprendimiento de parte de propietarios de unidades muy viejas o deterioradas –tal cual se señaló más arriba-. Dadas las condiciones del mercado en Venezuela, sobre todo a medida que se complejizó el panorama económico con aumento de la inflación, escasez y desinversión a partir de 2012 – en lo visto hasta avanzado el primer semestre de 2015- y se han observado dificultados en ejecutar medidas de este tipo en un contexto de distorsión de precios relativos. En quinto lugar, y en lo visto en más de 15 años de administración bolivariana no se han ordenado políticas atinentes a interese o desarrollos del carro eléctrico, híbrido (fósil y eléctrico), biodiesel[26] o  hidrógeno.

CONTAMINACIÓN DEL AGUA Y SUS EFECTOS SOBRE LA SALUD HUMANA.

En Venezuela, el problema de contaminación del agua es de viejo tiempo. Los problemas se han acrecentado por la creación de concentraciones industriales –aunque disminuidas en la actualidad por variadas razones-, desarrollos urbanos y turísticos a las orillas de importantes cuerpos de agua. Tales son los casos como la cuenca del lago de Valencia, el lago de Maracaibo, la cuenca baja de los ríos Orinoco y del Caroní, costas de Golfo Triste, costas del estado Anzoátegui (principalmente entre el Complejo Petroquímico José Antonio Anzoátegui -Jose- y el terminal de Guaraguao), costas al norte de la isla de Margarita, costa occidental de Paraguaná en Falcón, y la cuenca del río Tuy (La visión de la Red ARA… Ídem).

Las zonas alteradas, son captadoras o reservorios de agua utilizada para consumo humano y agrícola. De esta manera se va deteriorando cada vez más la calidad de las aguas y su consumo presenta riesgos para la salud. En el año 2001, la administración bolivariana declaró al “sistema hídrico nacional como una emergencia de atención fundamental” y alentó al Ejecutivo Nacional a diseñar “un plan estratégico nacional para el saneamiento de acueductos de todo el país”, “en un plazo no mayor de diez años”.

Los siguientes datos ilustran lo indicado:
-Sólo 14,4% (350) de las fuentes emisoras (efluentes industriales) poseen sistema de tratamiento y sólo 32% de las aguas residuales en Venezuela lo reciben. Se han medido valores altos de contaminación en aguas continentales y costeras como consecuencia de la descarga de aguas servidas no tratadas, aguas de escorrentía de zonas agrícolas y emisiones industriales. Se aprecia que el consumo diario de lubricantes y grasas para vehículos es de 4 mil 500 barriles. En años recientes el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (MPPA) evaluó técnicas para reutilizar estos aceites, pero no se conocen resultados de ello.
-Los resultados de las evaluaciones (MPPA) de calidad de agua indican que las aguas del río Tocuyo y el lago de Maracaibo se consideran regulares; en los casos de del río Yaracuy, lago de Valencia y Maracaibo, malas y el río Tuy muy mala.
-El lago de Valencia es afectado por descargas de aguas servidas de origen doméstico e industrial y en menor razón por actividades agropecuarias.
-Organizaciones e investigadores han denunciado la baja calidad del agua para consumo humano en el estado Carabobo (presencia de sustancias peligrosas en concentraciones tóxicas en las tuberías) (La visión de la Red ARA… Ídem).

Lo dramático de la situación en el estado Carabobo está en la base de las actividades del Movimiento por la Calidad del Agua. Desde la potabilizadora que sirve al área metropolitana de Valencia, se precisan datos para abril, mayo y junio de 2014, donde cada mes supera en situación problemática al anterior: turbiedad de 5,9, de 8,2 y de 12,7 (5 unidades son el límite); aluminio disuelto en cada litro a razón de 0,16, de 0,58 y de 0,78 (la norma venezolana limita en 0,20 miligramos); cloro libre, para desinfectar, que debería oscilar en torno a 1 miligramo por litro, pero que viene en caída libre con 0,8 en abril, 0,1 en mayo y el inusual 0,0 de junio. Debe señalarse que esta es una agudización de una situación altamente problemática sobre la cual se viene insistiendo cinco años atrás de 2014 y que el movimiento ha planteado a distintos agentes sociales y políticos para que “Hagan de ésta una causa común, de máxima prioridad para la sustentabilidad presente y futura de Valencia y la salud pública de sus ciudadanos” (http://movimientoporlacalidaddelagua.blogspot.com/ Domingo, 13 de julio de 2014). Debe señalarse que el caso del lago de Valencia ha estado relacionado con el nombramiento de una Autoridad Única (Gaceta Oficial Nº 38.134 de fecha 24 de febrero del año 2005) junto a la declaración de emergencia y a que muchas discusiones hayan caído en calificativos de ecocidio e incluso genocidio, con culpas a unas u otras administraciones o grupos políticos, así como haber implicado el uso o mal uso de millones de Bs F. y dólares solicitados a organismos internacionales (BID, CAF) (http://elvenezolanonews.com/ 3 de abril 2014).

Las siguientes son las recomendaciones extraídas de VITALIS (VITALIS. Ídem… 2013).
- Elaborar y promulgar el reglamento a la Ley de Aguas, basado en una amplia consulta a todos los sectores de la sociedad venezolana.
- Impulsar la construcción de plantas de tratamiento de aguas servidas a nivel municipal, para disminuir el impacto que las aguas residuales ocasionan sobre los distintos cuerpos de agua. Los esfuerzos adelantados por las autoridades a nivel nacional son insuficientes.
- Desarrollar programas técnicos de control de la calidad de los cuerpos de agua, pues los mismos se concentran en las playas y balnearios de ríos y lagos, y en temporadas vacacionales.
- Promover la gestión integrada de los recursos hídricos, a fin de sistematizar el desarrollo, asignación y monitoreo del uso del agua, dados objetivos sociales, económicos y ambientales.
- Fortalecer el manejo de las cuencas hidrográficas como instancia fundamental de  gestión de los recursos hídricos, por medio de planes estratégicos y operativos consensuados con los principales actores.
- Impulsar nuevas formas de aprovechar el agua, modernizando los sistemas de transporte y distribución, a fin de evitar pérdidas y tomas ilegales (VITALIS. Ídem… 2013).

GESTIÓN DE LOS RESIDUOS SÓLIDOS

Estimulada por estudios de la Oficina Panamericana de la Salud donde se destaca la problemática situación de la disposición de desechos sólidos la administración bolivariana en 2001 declara “el problema de la basura como emergencia nacional, y de atención prioritaria el manejo integral apropiado de los residuos y desechos sólidos en el país”, considerando “que el mal manejo” de éstos es causa principal de “impactos negativos sanitarios y ambientales” (La visión de la Red ARA… Ídem).

En el 2004, se promulgó la Ley de Residuos y Desechos Sólidos que prohibía la disposición de residuos y desechos sólidos en vertederos a cielo abierto y otorgaba un plazo de cinco años para la clausura de los ya existentes. Al cumplirse el plazo, aún se contabilizaban 270 vertederos a cielo abierto. Siete años más tarde, se tiene una nueva Ley de Gestión Integral de la Basura con el fin de “reducir la generación de la basura y garantizar que su recolección, aprovechamiento y disposición final sea realizada en forma sanitaria y ambientalmente segura”.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la generación de residuos sólidos en Venezuela se duplicó en sólo siete años, pasando de casi medio kilo por habitante por día en el año 2000 a casi un kilo en el 2007. Se contabilizaron 311 sitios de disposición final a nivel nacional, distribuidos en 95 rellenos sanitarios (31%), 136 vertederos (43%), y 80 botaderos (26%) en el 2007 (año en que se recolectaron más de 25.000 toneladas diarias).

La Fundación Azul Ambientalistas ha planteado por su parte que existen más de 1.000 vertederos no reconocidos, haciéndose difícil su cuantificación dada la multiplicación indiscriminada y falta de control por parte de autoridades municipales. Formalmente se reconoce la existencia de 6 Rellenos Sanitarios para poblaciones que sobrepasan los 500.000 habitantes, los cuales son: La Bonanza, en el Estado Miranda (recibe toda la basura de la ciudad de Caracas); Manorta, ubicado en La Fría-Estado Táchira; El Guayabal, ubicado en el Municipio Zamora del Estado Aragua; El Tigre, ubicado en la población de Guacara-Estado Carabobo; La Ciénaga, en el municipio Jesús Enrique Lossada-Estado Zulia (recibe la basura de la ciudad de Maracaibo); y Cerro de Piedras, al norte del Estado Anzoátegui (recibe la basura de Barcelona, Lecherías y Puerto La Cruz). La Ciénaga y Cerro de Piedras, se convirtieron en vertederos de basura (mala administración y el mal manejo técnico). La Bonanza es el único que cumple con los estándares internacionales, aunque la cantidad de basura que recibe la colapsan (www.azulambientalistas.org Una Verdadera Propuesta para el Problema de la Basura).

Por otro lado en el año 2006, el Observatorio Regional de Salud señaló que Venezuela no tenía una disposición final segura para residuos peligrosos (hospitalarios, radiactivos, plaguicidas), ya que gozaban como destino final el mismo que otros residuos sólidos. En 2010, MPPA señaló que “la Unidad de Desechos Bioinfecciosos recolecta alrededor de 80 toneladas de residuos hospitalarios al mes”, las cuales son trasladadas al relleno sanitario de La Bonanza, “mientras que los establecimientos de salud privada lo hacen por medio de compañías de servicio” (La visión de la Red ARA… Ídem).

Los siguientes datos ilustran el problema de los desechos y basura, no sólo a nivel urbano sino también en áreas naturales:
Recolección de 2.155 toneladas de desechos sólidos por parte del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) en el monumento natural Arístides Rojas (año 2002). La acumulación de desechos sólidos fue descrita como una amenaza para los parques Archipiélago Los Roques, Laguna de Tacarigua y Henri Pittier. La urbanización La Isabelica (estado Carabobo) genera 80 toneladas de basura diaria (1 kg por persona). En el Día Mundial de las Playas 2010, se recogieron más de 100 toneladas de desechos sólidos en 120 playas. En Isla La Tortuga se recolectaron 38 bolsas de desechos sólidos y 4 sacos con vidrio y objetos oxidados en un día. 50 bolsas de 200 litros, fueron llenadas con vidrio, aluminio, envases de agroquímicos y plásticos en  un día, en el páramo de Tuñame (La visión de la Red ARA… Ídem).

Nuevamente pueden destacarse las recomendaciones de VITALIS (VITALIS. Ídem… 2013).
- Establecer nuevas plantas de transferencia, que contribuyan con el manejo apropiado de los desechos (entre sitios de recolección y de disposición final).
- Dotar a las ciudades con infraestructura para manejar sus residuos y desechos, incluyendo sistemas que permitan separar aquellos que puedan ser reciclados; así como con sistemas de transporte apropiados, personal capacitado, plantas de transferencia y rellenos sanitarios con criterios técnicos y ambientales.
- Establecer una estructura operativa funcional que fomente la reducción, reutilización y reciclaje de residuos sólidos, tanto a nivel urbano como rural.
-Manejar los residuos y desechos de acuerdo con su naturaleza (doméstica, industrial, agrícola, hospitalaria, tóxica y peligrosa).
- Reglamentar la Ley de Gestión Integral de la Basura, y actualizar las normas técnicas que servirían de soporte en materia técnica, legal y penal.
- Desarrollar métodos que permitan persuadir y penalizar de conformidad con la Ley Penal del Ambiente, a usuarios reincidentes en mala disposición y/o manejo de residuos (VITALIS. Ídem… 2013).

V. ¿ES FACTIBLE LA ECONOMÍA VERDE EN LA VENEZUELA ACTUAL?

Se ha revisado en este trabajo un conjunto de elementos asociados a la idea y concepto de economía verde y a las condiciones y posibilidades de ejecutorias en Venezuela que pudieran permitir aprovecharlos para el mejor encausamiento de las relaciones entre crecimiento y ambiente.

Algunos desarrollos internacionales como el asociado al uso de indicadores como el Better Life resumen parte del tamaño de nuestra aguda problemática ambiental pues –efectivamente- quienes mejor salen posicionados son los países de más alto desarrollo económico y social; varios de ellos del norte de Europa. Correspondientemente, las posibilidades de aprovechar mecanismos de financiamiento  como los Bonos Verdes están asociadas a la claridad y precisión de los proyectos de inversión y la transparencia y -en algunos casos- consenso social y político a través de la consulta para llevar a cabo tales iniciativas.

Por otra parte, dadas las inclinaciones, sesgos y definiciones políticas de la administración bolivariana es obligado incorporar a la discusión sobre economía verde la dicotomía socialismo-capitalismo en dos perspectivas. La primera atañe a las diferencias ecosocialismo vs ecocapitalismo y, la segunda, a las concernientes al capitalismo rentístico vs socialismo rentístico. En el primer caso, se trata de la perspectiva que puede abarcarse dentro de lo que se puede llamar imaginario verde y que nos perfila al ecosocialismo con soluciones que siempre terminan en la destrucción del capitalismo. La problemática en esto abarca la visualización de como las revoluciones -y la venezolana es muestra de ello-, ni han acabado con la pobreza (Eduardo Ortiz Ramírez. Bienestar y miseria. ¿Solucionan las revoluciones la pobreza? www.almomento360.com. Caracas, 7/9/2014) ni terminan produciendo las mejores prácticas en cuanto  a la atención de los problemas ambientales. En el caso del socialismo rentístico se termina teniendo la misma dinámica del disfrute de un medio de producción no producido y con la presencia o profundización de problemas ambientales resaltados  en este trabajo.

Producción petrolera y contaminación del aire, contaminación de las aguas y manejo de desechos sólidos terminan siendo a nuestro parecer y cotejándolos con tratamientos internacionales tres problemas fundamentales para las ejecutorias en Venezuela desde la perspectiva de la economía verde. Una adicional y de creciente problematización es lo que atañe a la deficiente atención de la problemática ambiental para el desarrollo de la actividad turística: naturaleza agredida; parques desatendidos; basura no recogida y sumideros de contaminación, malos olores y basura no son infrecuentes en distintos lugares turísticos en Venezuela[27]; pero igualmente puede destacarse la amenaza permanente de la inseguridad y la agresión e irrespeto de invasores a terrenos, parques y zonas montañosas[28]. La actividad turística presenta una dimensión directa y transparente en la perspectiva ambiental. Es por ello que se le pueden atribuir características para arrastrar a otros sectores, en los esfuerzos para  propender a impulsar la economía verde

En todas las dinámicas de la problemática ambiental venezolana puede evidenciarse la influencia de matices identificables según los casos con el individuo pero más aun con prácticas de políticas públicas, o ausencia de ellas, que nos remiten a falta de conciencia ciudadana en los cuidados ambientales, impunidad derivada de la falla en procesamiento de casos y sanciones[29] más que de la ausencia de leyes y la desaparición de acciones gubernamentales focalizadas para la solución de los problemas. De la misma manera es de importancia el sesgo histórico determinado por el mantenimiento de la dependencia petrolera a pesar de lo planteado en distintos planes de la nación por igualmente distintas administraciones de la misma; fundamentándose tal sesgo en la ilusión permanente de vivir del petróleo más que sembrar el petróleo[30]. Pero también debe señalarse una dinámica que genera una ficción de atención de los problemas ambientales y de otro tipo y que consiste en declarar permanentemente emergencias que no se corresponden con acciones concretas y solución de aquellos. Todo esto a pesar de las numerosas leyes y normas que existen[31] y que no son necesariamente bien aplicadas o correspondidas con acciones.


@eortizramírez
eortizramírez@gmail.com


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¿Quién mató el coche eléctrico? 2006 (puede verse en https://vimeo.com/34788607).
Diagnóstico de la Situación Ambiental en el Estado Zulia-Venezuela 2014. https://www.youtube.com/watch?v=woZgSHodHkQ&t=199. Publicado el 28 de septiembre de 2014. Entrevista a Gustavo Carrasquel, Director General de la Fundación Azul Ambientalistas.




[1] Un concepto que se difundido en su uso y de alta importancia para la Economía y el Derecho es el de pasivos ambientales “Por pasivo ambiental se entiende la suma de los daños no compensados producidos por una empresa al medio ambiente a lo largo de su historia, en su actividad normal o en caso de accidente. En otras palabras, se trata de sus deudas hacia la comunidad donde opera”. Daniela Russi y Joan Martinez-Alier. Los pasivos ambientales. http://www.flacso.org.ec/docs. Tambien un concepto relacionado –y una especie de extensión- con los referidos es el de la huella de carbono: “La huella de carbono (HC) es un indicador de la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) generados y emitidos por una empresa o durante el ciclo de vida de un producto a lo largo de la cadena de producción, a veces incluyendo también su consumo, recuperación al final delciclo y su eliminación” (El desafío de la sostenibilidad ambiental en América Latina y el Caribe. Carlos de Miguel y Marcia Tavares-compiladores. CEPAL. ONU 2015).
[2] Una discusión de interés sobre estos puntos o algunos relacionados, puede verse en: Manuel E. Pérez Lares. Economía Ecológica y tecnológica como elementos para el desarrollo sostenible en América Latina. Período: 2000-2010. Trabajo de Grado de Maestría en proceso de discusión. Tutor Prof.  Alfredo Ordoñez.  UCV.
[3] Una discusión de interés sobre el uso no sustentable de los recursos, sobrepoblación y sus interrelaciones con migraciones y collapsos puede verse en Johan Kristian Meyer Collapsing societies and forced migration. November 2012. Sociología Crítica  https://dedona.wordpress.com Posted on 28/02/2015.

[4] Una atención de este punto en cuanto a los perfiles de requerimientos para impulsar el crecimiento verde puede verse en: OCDE. Hacia el crecimiento verde. Un resumen para los diseñadores de Políticas. Mayo 2011.
[5] Críticas a estos conceptos como derivados de una crítica al capitalismo “verde” pueden verse en: Instituto de estudios ecologistas del tercer mundo, estudios ecologistas N° 8 Capitalismo Verde. Quito Diciembre 2012. www.thecornerhouse.org.uk.
[6] Varios elementos abarca la dinámica y desempeño con tales productos y específicamente el caso de los alimentos:”Muchos países de América Latina y el Caribe son importantes proveedores de alimentos de los países industrializados. En Estados Unidos, en 2011, más del 33% de las importaciones de productos agrícolas provenían de la región y se proyecta que éstas alcanzarán el 40% en 2013. También en el caso de la Unión Europea, varios países de la región figuran entre los 10 primeros proveedores en los distintos rubros de alimentos. Dados los crecientes requisitos de información sobre el contenido de carbono de los productos alimenticios en los mercados industrializados, los exportadores latinoamericanos deben estar muy atentos a los cambios regulatorios, para poder adaptarse a los nuevos requisitos” (El desafío de la sostenibilidad ambiental en América Latina y el Caribe. Carlos de Miguel y Marcia Tavares-compiladores. CEPAL. ONU 2015. Pág. 134).
[7] En momentos de la evolución del mismo se ha apreciado que se trata más de un conjunto de ideas interconectadas que de un concepto cristalizado (puede verse: Sławomir Gurtowski. Green Economy Idea.  Limits, Perspectives, Implications. PROBLEMY EKOROZWOJU. PROBLEMS OF SUSTAINABLE DEVELOPMENT 2011, vol. 6, no 1, 75-82. https://www.academia.edu/Documents/in/Green_Economy).
[8] El PNUMA la define como aquella que “mejora el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica” (PNUMA. Hacia una Economía Verde. Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. 2011).
[9] Los hacedores de políticas han también promocionado el concepto presentándolo como solución a los problemas del cambio climático y la recesión. Puede verse:  Stephanie Tombari. How Green is Your Economy? A comparison of public policies in Michigan and Ontario. Paper for presentation at Capitalism and Socialism: Utopia, Globalization, and Revolution Conference, University of Southern Indiana, November 6-8, 2014. https://www.academia.edu/Documents/in/Green_Economy.
[10] Una idea sobre las necesidades de financiamiento relacionadas con la problemática ambiental y la economía verde en proyecciones restringidas pero de interés y que específicamente remite a la Inversión  estimada hasta el año 2050: “Todavía no hay una estimación completa de los recursos necesarios para realizar la transición hacia una economía verde. Las Perspectivas Tecnológicas 2010 de la AIE proporcionan un indicador de la brecha de inversiones verdes para el suministro de energía eficiente y baja en carbono a escala mundial, con base en la reducción de emisiones de CO2. Esta estimación de la cota superior no incluye otros aspectos como la eficiencia de los recursos en todos los sectores. El escenario BLUE Map de la AIE tiene como objetivo reducir a la mitad las emisiones energéticas mundiales de CO2 en 2050. Las inversiones requeridas desde 2010 hasta 2050, en este escenario, son 46 billones de dólares más altas (un aumento del 17 por ciento) que lo que se requiere en el escenario base. Esto equivale aproximadamente a 750,000 millones de dólares por año hasta 2030 y 1.6 billones de dólares por año desde 2030 hasta 2050” (PNUMA, Ídem… 2011).
[11] Específicamente en cuanto a variados mecanismos y Fondos de financiamiento en relación al cambio climático puede verse: Roberto B. Cabral y Bowling; Fuentes de financiamiento para el cambio climático. SERIE Financiamiento para el desarrollo N° 254, ONU CEPAL, Chile 2014.
[12] En tiempo muy próximo a esta acción se convierte en Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda.
[13] Debe entenderse también que para el Ecosocialismo la razón de las injusticias sociales y de los daños ambientales es el capitalismo en sí mismo (ver Tombari, S. Ídem).
[14] “…el compromiso gubernamental de seguir respetando los recursos naturales, se refleja mediante leyes vigentes que castigan el delito en contra de la Naturaleza, como la Ley Penal del Ambiente, gracias a las iniciativas de concientización ciudadana, que abarcan las campañas “Soy Consiente Consumo Eficiente” o “Cada gota cuenta” y con un arcoíris de Misiones que rescatan la sonrisa de las mascotas al ritmo de la Misión Nevado, que siembran millones de árboles en las calles con la ayuda de la Misión Árbol, y que prenden el bombillo del ahorro energético con la Misión Luciérnaga.” Carlos Fermín. Los 10 problemas socio-ambientales de Venezuela. Lunes, 22/09/2014. www.aporrea.org).
[15] Según Douglass North (La teoría económica neo-institucionalista y el desarrollo latinoamericano. Barcelona: Instituto Internacional de Gobernabilidad, Proyecto PNUD “Red para la Gobernabilidad y el Desarrollo en América Latina” 1998), en vez de instituciones, debería hablarse de organizaciones públicas. Pues, las instituciones se refieren a las normas (las formales) o a la cultura, hábitos y costumbres  de una sociedad (las informales); mientras que las organizaciones son los constructos creados racionalmente por el hombre para resolver los problemas en un país o una sociedad.
[16] El presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el  martes 24 de marzo de 2015 la creación del Ministerio para el Ecosocialismo y Aguas, adscrito a la Vicepresidencia del Socialismo Territorial. Y cuyo Ministro de estreno, Guillermo Barreto, tendría la responsabilidad de fortalecer "la ecología del socialismo del siglo XXI" y gestionar el Plan Nacional del Agua (www.eluniversal.com 25 de enero de 2015).
[17] De acuerdo con la página web del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Hábitat y Vivienda. Disponible: http://www.minamb.gob.ve/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=24&Itemid=73
[18] Un reconocimiento a lo contenido en la Constitución por parte de CONINDUSTRIA es el siguiente: “La preocupación del Estado venezolano por la protección y mejoramiento de su ambiente natural, para el disfrute de las presentes y las futuras generaciones, se manifiesta en el importante conjunto de normas jurídicas, uno de los más variados y extensos de América Latina. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela recogió también esas inquietudes al dedicarle más de 30 artículos al ambiente, recursos naturales y desarrollo sustentable, para cuestiones de las más variadas y de la mayor importancia, como la seguridad de la Nación o el sistema económico del país, y señalar en su exposición de motivos que el ambiente constituye su eje transversal” (CONINDUSTRIA. Observaciones al proyecto de Ley de la calidad de aguas y del aire, 16 de enero 2015, www.conindustria.org. Proyecto de parte de la Asamblea del 2 de  diciembre de 2014).
[19] A los efectos es pertinente destacar lo que en la Ley Orgánica del Ambiente se entiende por: “Contaminación: Liberación o introducción al ambiente de materia, en cualquiera de sus estados, que ocasione modificación al ambiente en su composición natural o la degrade. Contaminante: Toda materia, energía o combinación de éstas, de origen natural o antrópico, que al liberarse o actuar sobre la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o cualquier otro elemento del ambiente, altere o modifique su composición natural o la degrade” (Gaceta Oficial 5.833 extraordinario. Caracas, viernes 22 de diciembre de 2006).
[20] Represas, diques, canalizaciones y este embalse de Falcón fueron considerados para la aprobación de recursos por la Asamblea Nacional, con el fin de atender las afectaciones de las lluvias de noviembre y diciembre 2010. Se trata de 141 millones 218 mil 125 bolívares aprobados a inicios de noviembre 2012  por la Asamblea, a través de un crédito adicional que sería transferido al Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (http://www.avn.info.ve/ 06/11/12). El 26 de octubre de 2014 el ministro Ricardo Molina y la gobernadora de Falcón Estella Lugo dieron información -en un acto de entrega de camiones cisterna- de haber aprobado la administración bolivariana recursos por el orden de 142 millones de bolívares para acometer obras en el embalse Matícora en Mene de Mauroa (http://www.rnv.gob.ve/ 25 octubre 2014).
[21] Una perspectiva sobre lo atinente a deforestación en el estado Zulia y otros problemas ambientales puede verse en: Diagnóstico de la Situación Ambiental en el Estado Zulia-Venezuela 2014. (https://www.youtube.com/watch?v=woZgSHodHkQ&t=199 Publicado el 28 de sept. de 2014; Entrevista a Gustavo Carrasquel, Director General de la Fundación Azul Ambientalistas).

[22] En el documento Observaciones al proyecto de Ley de la calidad de aguas y del aire, CONINDUSTRIA expresa variadas observaciones a puntos específicos del Proyecto de parte de la Asamblea del 2 de  diciembre de 2014.
[23] No ha tenido difusión en Venezuela la discusión sobre la posibilidad y uso de carros eléctricos. Su difusión, producción y uso se observan inversamente relacionadas con los precios del petróleo (puede verse www.bbcmundo.com 24/02/15 ¿Hasta cuándo se mantendrá bajo el precio del petróleo?). En esta discusión es importante el documental ¿Quién mató el coche eléctrico? (puede verse en https://vimeo.com/34788607). También, existen las propuestas de desarrollo del ciclismo o uso de bicicletas que pudiesen ser alternativa ante vehículos o motos y al cual se le observa beneficios en salud, costos y otros elementos. De la misma manera que en otros aspectos, son países desarrollados -y varios de Europa del norte- donde mejor desarrollo presenta el ciclismo. Así: “Los problemas relacionados con los atascos en las ciudades del mundo emergente siguen creciendo y lo continuarán haciendo más rápido que un nivel parejo de inversión en nuevas carreteras. Se prevé que la flota de vehículos de motor de la India pase de los 73 millones en 2005 a los 364 millones en 2025. La inversión en instalaciones para la bicicleta como una alternativa limpia y saludable a los coches y las motos ayudará a reducir los atascos y la contaminación. También proporcionará acceso a transporte barato en aquellos países donde hasta una cuarta parte de los ingresos de una persona se destinan a la movilidad”. Se señalan ideas como estas desde el Banco Mundial en una dinámica desde esta institución que busca efectivamente difundir el uso de bicicletas en países donde escolares invierten hasta dos o tres horas caminando diariamente en ir y venir a la escuela (puede verse: El ciclismo es cosa de todos. http://blogs.worldbank.org/ 20/02/2015). En el caso de Venezuela debe señalarse que algunas de sus ciudades –como san Cristóbal o Caracas- no presentan características de relieve adecuadas para un uso masivo de tal medio de transporte.
[24] Existe en la administración la idea de que los autobuses chinos a batería se tornan dificultosos, dados los tiempos de carga de las mismas. Por lo demás, se observa que la producción de electricidad estimula el consumo del nocivo carbón.
[25] En la administración bolivariana se ha estipulado que se desarrollarán unidades de producción de los propios autobuses y autos para taxis y de distintos componentes de estos vehículos y autobuses.
[26] Algunos han expresado grandes esperanzas en el desarrollo y uso del biodiesel. Según estas apreciaciones el biodiesel es un carburante ecológico que posee grandes ventajas medioambientales y las cuales que derivan de que: 1. No daña el medioambiente. 2. Se produce a partir de materias primas renovables. 3. No contiene prácticamente azufre. 4. Evita emisiones de SOx (lluvia ácida o efecto invernadero). 5. Mejora la combustión, reduciendo emisiones de hollín (hasta casi un 55%/ desaparece humo negro y olor desagradable). 6. Produce, durante su combustión menor cantidad de CO2 que el que las plantas absorben para su crecimiento. 7. No contiene ni benceno, ni otras sustancias aromáticas cancerígenas (Hidrocarburos aromáticos policíclicos). 8. Fácilmente biodegradable, y en caso de derrame y/o accidente, no pone en peligro ni el suelo ni las aguas subterráneas. 9. No es mercancía peligrosa (el punto de inflamación se encuentra por encima de 110º C). 10. Posee alto poder lubricante y protege el motor reduciendo su desgaste y gastos de mantenimiento. 11. Único combustible no contaminante alternativo a los motores de gasóleo convencional (http://www.biodieselspain.com/que-es-el-biodiesel/; http://biodiesel.com.ar/que-es-el-biodiesel).
[27] Contrario a esta perspectiva, el presidente Nicolás Maduro en la cadena nacional del 19 de febrero de 2015, haciendo un balance de los carnavales de días inmediatamente anteriores, señaló como en Venezuela estaba en desarrollo un “turismo ecológico” (www.vtv.gob.ve 19 de febrero 2015). A fines de 2014 se dio arranque a El programa de turismo sostenible del marco decenal de programas sobre modalidades de consumo y producción sostenibles y que estará dirigido por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y los Gobiernos de Francia, el Reino de Marruecos y la República de Corea, con el apoyo del PNUMA. En tal ocasión el Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner señaló: “Para el PNUMA, el turismo es uno de los diez sectores económicos que más capacidad tienen de contribuir a la transición a una economía verde sostenible e inclusiva. Esta importante iniciativa trata de conducir al sector por una senda verdaderamente sostenible, que se haga eco del reto de nuestro tiempo: el fomento de una economía verde mundial que prospere guiándose por el interés, más que por el capital, de esos bienes naturales que poseemos y que son económicamente importantes”. Se estima que el turismo contribuye con el 9 por ciento del PIB mundial y uno de cada 11 puestos de trabajo así como el 6 por ciento de las exportaciones mundiales (www.unep.org 5 de noviembre 2014). Algunas experiencias en Venezuela en la creación de -por ejemplo- parques Eco-turísticos pueden verse en www.azulambientalistas.org.
[28]Ilustraciones sobre estos aspectos y otros relacionados pueden verse en: NotiAmbienteVE. http://notiambienteve.blogspot.com/2015/02. Godzilla, la cuaresma y el ambiente (noticias luego de la muerte del Minamb), miércoles, 18 de febrero de 2015.
[29] Ejemplos que lo expresan se encuentran en problemas como la contaminación del agua en valencia -ya señalada-,  donde se dilatan los juicios y la Defensoría del Pueblo es poco Eficaz (ver El carabobeño 12 de julio 2014 www.el-carabobeno.com)
[30] Esta ilusión, consustancial a la propia aparición del petróleo –por razones históricas e institucionales- en la Venezuela del siglo veinte, se convierte en su forma de rentismo en la base y sustento de las iniciativas del militarismo (desde Gómez hasta Pérez Giménez), la democratización (años sesenta hasta mediados de los setenta), el neoliberalismo (parte de los años ochenta y noventa) y el socialismo de la administración bolivariana –y otras-, según distintos períodos históricos y administraciones de la nación.
[31] Pueden mencionarse entre la leyes: Ley Penal del Ambiente, Ley de Gestión Integral de la Basura, Ley de Residuos y Desechos Sólidos, Ley Orgánica del Ambiente, Ley Orgánica de la Administración Pública, Ley de aguas, Ley de animales domésticos; Ley de Substancias, Materiales y Desechos Peligrosos. Pero también normas técnicas de rango sublegal: “Normas para el control de la contaminación atmosférica”, “Normas para regular la descarga de vertidos líquidos a cuerpos de agua”, “Normas Complementarias para la Adecuación Progresiva de las Actividades que Generan Vertidos Líquidos a los Parámetros Actuales de Calidad Ambiental”, “Normas sobre el control de la contaminación generada por ruido”, “Normas sobre emisiones de fuentes móviles” (CONINDUSTRIA, Ídem…).

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