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Felix Arellano
La línea ética también fundamentó el resto de las facetas de vida de Demetrio Boersner: en la gerencia pública, en la diplomacia, en su acción política y se hizo más evidente en todos estos años de lucha intelectual y cívica para recuperar la democracia en Venezuela
Se nos fue nuestro querido Demetrio Boersner, venezolano excepcional y maestro de muchas generaciones, su legado es muy amplio, pero en esta reflexión quiero destacar parte de su valiosa contribución teórica en las relaciones internacionales.
Su faceta de analista e investigador se desarrolla, entre otros, por: su obra escrita, que orienta a la historia de las relaciones internacionales. Su labor periodística y de ensayos, con 40 años en la Revista SIC, muchos años en El Nacional y en TalCual y 10 años en el Grupo Ávila. La docencia e investigación que ejerció toda su vida. En la UCV ingresa como docente en 1958 y se jubila en 1983, pero se mantiene activo con seminarios de postgrado y constantes conferencias. También ejerció la docencia en la Universidad Católica Andrés Bello.
De una observación preliminar al conjunto de su obra teórica se pueden apreciar elementos determinantes del internacionalista. En primer lugar, el carácter multi e interdisciplinario presente en toda la obra; así, al desarrollar la historia, la presenta como un entramado multidisciplinario, donde encontramos la convivencia compleja de lo político, lo económico, lo social y lo jurídico.
Su trabajo también cuida de otros elementos claves en las relaciones internacionales, como hacer evidente la heterogeneidad de actores y de temas. Le preocupa en especial el papel de nuevos los actores, como los partidos políticos o los grupos alternativos de presión. Esto se puede apreciar en sus reflexiones sobre la social democracia o sobre el sindicalismo internacional. Igualmente evidencia otro elemento fundamental de las relaciones internacionales, el carácter dinámico, lo permanente es el cambio. Por eso dedica toda su vida a la reflexión, la investigación y la escritura. Como todo científico social aspira definir tendencias, pero no se abstrae del cambio ontológico de la realidad.
En la obra teórica del Prof. Boersner podemos encontrar grandes temas fuerza que siempre atendió, recordemos algunos: la descolonización, el tercermundismo, América latina y el Caribe, África, el nuevo orden económico, el sindicalismo; etc. Y pudiera ser que tales temas, en la diversidad de sus ensayos o artículos periodísticos se aborden de forma independiente, resaltando las tendencias o circunstancias del momento, es decir la coyuntura. Ahora bien, en el fondo de sus reflexiones existe un corpus ético, una matriz central de reflexión que se va desarrollando y fortaleciendo progresivamente.
En toda la obra del Prof. Boesner está presente una profunda preocupación por valores fundamentales como: la justicia, la tolerancia, la convivencia, el diálogo, el respeto y la aceptación del otro y, aunque no suene tan formal, el amor por la humanidad sin discriminaciones, sin exclusiones. Este corpus ético se inscribe en la visión Kantiana de las relaciones internacionales, un tanto maltratada por las visiones hegemónicas, en particular por el realismo político. Estoy consciente de la preocupación del Prof. Boersner por el tema del poder en las relaciones internacionales, pero su reflexión privilegió la capacidad humana como constructora de la realidad y de un mundo mejor; en tal sentido, los valores juegan un papel central de su reflexión teórica.
La línea ética también fundamentó el resto de las facetas de vida de Demetrio Boersner: en la gerencia pública, en la diplomacia, en su acción política y se hizo más evidente en todos estos años de lucha intelectual y cívica para recuperar la democracia en Venezuela. Paz a sus restos y mi solidaridad con su familia y amigos.
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