martes, 2 de febrero de 2016

La Crisis y los Países Emergentes y en Desarrollo. Desarrollos Recientes


Guillermo Márquez

Análisis Global

A lo largo de los escritos sobre la crisis mundial hemos examinado la cambiante  evolución de los países emergentes y en desarrollo. (1) (2). Al principio se especuló que estos no serían afectados por la crisis, pero sí lo  fueron y fuertemente. Sin embargo, la recuperación fue rápida y posteriormente una constante  fue que la contracción de la economía mundial  no fue mayor porque el crecimiento de esos países contrarrestó la contracción en los países desarrollados. Desde el 2013 nos encontramos con un nuevo cambio, en que los países emergentes y en desarrollo se encuentran en una coyuntura difícil, su tasa de crecimiento debilitándose, aunque todavía superior a la de los países desarrollados. 

Dos factores principales son responsables de la nueva situación: la baja de los precios de las materias primas, después del largo boom que favoreció  a esos países y el cambio en la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos, al finalizar la suavización cuantitativa –QE-  y elevar la tasa de interés referencial.

El examen que haremos será global sobre el conjunto de  dichos países o de tipo regional, sin entrar en detalles sobre la evolución de los países, salvo algunas referencias breves necesarias.
La influencia de la política monetaria de los Estados Unidos

En  escritos anteriores  he examinado la política monetaria anti-crisis de la Reserva Federal de los Estados Unidos, la cual se ha manifestado principalmente en la  compra de letras del tesoro, la llamada suavización cuantitativa, QE, y el mantenimiento durante casi todo el período de una tasa de interés  prácticamente de cero.

En los artículos http://masterecointerucv.blogspot.com/2015/06/panorama-de-la-economia-mundial.htm y http://masterecointerucv.blogspot.com.cy/2015/11/aspectos-recientes-de-la-crisis-mundial.html le di seguimiento al proceso por el cual la Reserva Federal preparó el inicio del alza en la tasa de interés, una vez que se cumplieran condiciones satisfactorias de  crecimiento y de baja de la tasa de desempleo. La suavización cuantitativa cesó en octubre del 2014 y el  alza de la tasa de interés  se llevó a efecto a mediados de diciembre pasado, lo cual será examinado en mi próximo  artículo, hacia abril.

Desde que se inició el proceso arriba mencionado, en mayo del 2013, cuando la Reserva Federal comenzó   hablar de la cesación de QE y del alza de la tasa de interés, comenzó un flujo de capitales desde los países emergentes y en desarrollo hacia Estados Unidos, atraídos por las  expectativas del alza en las tasas de interés. Ello significó una reversión de un proceso anterior, por el cual gran cantidad de capitales se movieron principalmente hacia los países emergentes, para aprovechar una mayor tasa de interés.

El fin de la suavización cuantitativa y la inminencia del alza en la tasa de interés, aceleraron la fuga de capitales el 2015; una estimación indica que de los principales países emergentes habrían salido capitales por un monto de $514.100 millones de dólares,  derivando en que por primera vez en un largo período, esos países  tendrán una balanza de capitales negativa. Una de las consecuencias de esta evolución ha sido un desplome del tipo de cambio de esos países, también influenciado por la coyuntura china, sobre lo cual hemos  comentado y comentaremos posteriormente.

En enero del 2016 es todavía muy temprano para precisar el impacto del alza en la tasa de interés de la Reserva Federal sobre los países emergentes y en desarrollo. Examinaremos más adelante la evolución en este campo.
El efecto de los precios de las materias primas

El alza en los precios de las materias primas de principios del siglo XXI,  se debió principalmente a las altas importaciones de China con su modelo de crecimiento basado en una alta tasa de inversión. Esta tendencia  tuvo un retroceso con el inicio de la crisis mundial pero se recuperó rápidamente, A partir del 2013 la tendencia se revertió, iniciándose un período de baja en los precios que continúa a principios del 2016. Esta nueva tendencia tiene como su principal factor  nuevamente a China, que ha reducido su tasa de crecimiento y está en un proceso de transformación del modelo de crecimiento, de la inversión hacia el consumo, lo que implica menores importaciones, perjudicando así las exportaciones mundiales y en particular las   de  los países emergentes y en desarrollo. Al respecto ver la sección sobre China en http://masterecointerucv.blogspot.com/2015/06/panorama-de-la-economia-mundial.htm. En agosto del 2014 China devaluó el renmibi, lo que causó fuertes repercusiones en la economía mundial y en el mercado bursátil, lo cual hemos examinado -y volveremos a examinar en http://masterecointerucv.blogspot.com/2015/08/sobre-china-y-la-economia-mundial-en-el.html.  A principios del 2016  el FMI informó que la tasa de crecimiento de China el 2015 fue de 6.9%, -el 2014 fue de 7.4%- el crecimiento más bajo en 24 años. Como hemos  indicado, algunos analistas consideran que el crecimiento de ese país es más bajo que el declarado.  Por otra parte, a mediados del 2014 comenzó una fuerte tendencia bajista en los precios del petróleo,  que lo ha llevado de $110 por barril a menos de $30 a principios del 2016; en este caso los efectos son diferentes a los del resto de las materias primas, pues mientras perjudica a los países emergentes y en desarrollo exportadores netos  de petróleo, beneficia al resto del mundo importador neto de petróleo, entre los cuales se encuentran la mayoría de los países emergentes y en desarrollo. Hemos examinado ese proceso  en http://masterecointerucv.blogspot.com/2015/08/el-mercado-petrolero-en-el-periodo-2014.html y volveremos sobre esta materia posteriormente.
Como derivado de esta evolución, si  bien los países emergentes y en desarrollo han continuado  creciendo a tasas más altas que las de los  países desarrollados el 2014, esa tasa de crecimiento es más baja ahora y el efecto indicado se debe a la muy baja tasa de crecimiento de los países desarrollados. En el gráfico http://www.indexmundi.com/es/precios-de-mercado/ puede visualizarse con claridad las explicaciones anteriores.

De acuerdo al primer informe en 2016 del FMI sobre la economía mundial,  la situación que hemos examinado continuará el 2016 y como una consecuencia, entre otros factores,  el crecimiento mundial el 2016 sería  inferior al que fue pronosticado  en octubre del 2015. La sección de ese informe sobre los países emergentes y en desarrollo elabora sobre esta probable evolución:
“Emerging market and developing economies are now confronting a new reality of lower growth, with cyclical and structural forces undermining the traditional growth paradigm, as IMF chief Christine Lagarde pointed out in a recent speech. (3) Growth forecasts for most emerging market and developing economies reveal a slower pickup than previously predicted. Growth is projected to increase from 4 percent in 2015—the lowest rate since the 2008–09 financial crisis—to 4.3 and 4.7 percent in 2016 and 2017, respectively. But these overall numbers fail to do full justice to the diversity of situations across countries. India and parts of emerging Asia are bright spots, projected to grow at a robust pace, whereas Latin America and the Caribbean will again see a contraction in 2016, reflecting the recession in Brazil and economic stress elsewhere in the region, even as most other countries in the region will continue to grow. Emerging Europe is expected to grow at a steady pace, albeit with some slowing in 2016, given that Russia could remain in recession in 2016. Most countries in sub-Saharan Africa will see a gradual pickup in growth, but only to rates that remain lower than those achieved during the past decade”.

Análisis  Regional
Después de las consideraciones anteriores de carácter global, me referiré a algunos aspectos de carácter regional.

América Latina y el Caribe

Las tendencias de crecimiento en la región de América Latina y el Caribe han seguido las mismas que hemos comentado a escala global. Disfrutó del largo período de alza en los precios de las materias primas, se desaceleró al ritmo de la crisis, volvió a crecer y ahora está en la misma fase descendente que hemos comentado. Al respecto, dice Moisés Naim en un artículo en El Nacional:América Latina ha pasado de un periodo prodigioso a uno peligroso. Entre 2004 y 2013 la región vivió un período de extraordinario crecimiento económico y progreso social. Fue una etapa prodigiosa que, lamentablemente, ha sido seguida por un periodo en el cual están en peligro de perderse muchos de los avances que se alcanzaron en los años de bonanza”.
En el 7º avance escribí:
“También se produjo un debilitamiento en el crecimiento de América Latina y el Caribe, de 4.6% en el 2011 a 3% el 2012, influenciado fuertemente por la economía más grande de la región, Brasil, cuyo crecimiento pasó de 2.7% el 2011 a 0.9% el 2012. En cambio, México mantuvo su  misma tasa de crecimiento, de 3.9%.”

Esta tendencia hacia la baja ha continuado. Según las estimaciones del FMI el crecimiento de América Latina y el Caribe fue menor cada año a partir del 2011: 4.9% el 2011, 3.1% el 2012, 2.9%  el 2013 y una  contracción el 2014 de 1.3%. Con respecto a las estimaciones  para el 2015, la CEPAL, en su informe de julio del 2014 proyectó un crecimiento de 0.5%, en tanto en octubre la proyección del FMI fue de -0.3%; la primera  estimación la tendremos en abril. Por otra parte, la CEPAL ha proyectado que las exportaciones de la región caerían en 14% el 2015. En esta contracción influye fuertemente la baja de las exportaciones de los países petroleros, Ecuador, México y Venezuela, así como una fuerte baja en las correspondientes a Brasil.  Con respecto a las proyecciones de crecimiento para el 2016, la CEPAL tiene una proyección de 0.2% en tanto que el FMI en su informe de enero proyecta una contracción de 0.3%.

Los factores de esa insatisfactoria evolución son aproximadamente las mismas que hemos mencionado globalmente, con sus peculiaridades. En el resumen de su informe de julio del 2014, la CEPAL afirma:

Según el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2015, la desaceleración económica  se debe a factores tanto externos como internos. En el ámbito externo, se destaca el lento crecimiento de la economía mundial durante 2015, en particular la desaceleración de China y las otras economías emergentes, con excepción de India.  El informe señala que el comercio mundial se mantendrá estancado en lo que ya se ha transformado en un problema estructural de la economía mundial y que a la menor demanda externa se suma, por un lado, la tendencia a la baja de los precios de los productos básicos, y por otro, la mayor volatilidad e incertidumbre en los mercados financieros internacionales. En lo interno, la publicación señala que la contracción de la inversión, junto con la desaceleración del crecimiento del consumo, explica entre otros factores la reducción de la demanda interna, factor principal tras el crecimiento en los últimos años”.

Así mismo, es muy interesante la divergencia que se observa en el  crecimiento subregional:
Si bien la desaceleración es un fenómeno generalizado en la región, el organismo prevé un crecimiento heterogéneo entre subregiones y países, donde  América del Sur mostraría una contracción de 0,4%, Centroamérica y México un crecimiento de 2,8%, y el Caribe de 1,7%. A nivel de países Panamá liderará la expansión regional con un alza de 6,0%, seguido de Antigua y Barbuda (5,4%), República Dominicana y Nicaragua (ambos con 4,8%). México alcanzará un producto interno bruto (PIB) de 2,4% y Argentina de 0,7%.  Brasil anotará una contracción de 1,5%, mientras que  Venezuela tendrá una disminución aún mayor de 5,5%.
Considero verdaderamente fascinante investigar sobre las causas de estas divergencias. Pero una investigación de ese tipo está fuera del  marco de mis escritos sobre la crisis.
Adicionalmente, el organismo regional hace interesantes  consideraciones   sobre la política económica que debería seguir América Latina y el Caribe, las cuales deben tomarse en cuenta en la formulación de las estrategias económicas:
“Redinamizar el crecimiento en el corto y largo plazo requiere impulsar la inversión pública y privada en tiempos complejos.  Esto se puede realizar con reglas fiscales que protejan la inversión, recurriendo a asociaciones público-privadas y a nuevas fuentes de financiamiento, como los bancos de inversiones e infraestructura de los países BRICS, y mecanismos alternativos como bonos verdes y préstamos triangulares”, declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. En materia laboral, el Estudio Económico señala que el menor crecimiento tendrá un impacto negativo en el empleo. En promedio para 2015 se estima un aumento de la tasa de desempleo a cerca de 6,5% de la población, desde el 6,0% anotado el año pasado. En su informe la CEPAL recalca que la capacidad de los países de la región para acelerar el crecimiento económico depende de los espacios que tengan para adoptar políticas contracíclicas que estimulen especialmente la inversión, lo que será clave en la disminución de los efectos de los choques externos y así evitar que las economías sufran consecuencias negativas en el mediano y largo plazo. El organismo agrega que la inversión no solo afecta el ritmo y la acumulación de capital, sino que también se relaciona directamente con la productividad de las economías. Por ello es necesario instaurar un marco de políticas públicas que promuevan tanto la inversión pública como la privada. Según la CEPAL, la inversión pública puede ampliar el espacio fiscal al estimular el crecimiento, sin que eso necesariamente implique un incremento en la deuda de los países. Asimismo, las inversiones en infraestructura pueden ser centrales para lograr un desarrollo sostenible. Si bien ésta ha aumentado en los últimos años, aún persisten importantes brechas. En el ámbito de la inversión privada, la CEPAL indica que es necesario mejorar el acceso de las pequeñas y medianas empresas (pymes) al financiamiento productivo, así como orientar los sistemas financieros hacia el sector productivo y al largo plazo. Junto con esto se requiere apuntalar la arquitectura productiva y territorial con instrumentos de inversión de política industrial e innovación tecnológica que vayan más allá de los esquemas de incentivos tributarios”. 

África

Me pareció oportuno reproducir aquí unos párrafos que escribí en el 6º avance  sobre las perspectivas de largo plazo  de África, para tenerlo como referencia de la evolución reciente que ha experimentado ese continente.
“Con respecto al futuro de África, particularmente al sur de Sahara,  hay bastante consenso en que será brillante,  respaldado por  una evolución reciente muy favorable. Ghana creció 14.4%  el 2011, Liberia creció más del 10% entre 2007 y 2010. Sobre el extraordinario desenvolvimiento de Botswana, que pasó de un ingreso per cápita de $50 en 1965   a los $15.000 de hoy, ver mi “Diario de Botswana”, en este mismo blog. El ministro de finanzas de Nigeria, en un artículo en la publicación del The Economist “The World in 2013”, predice que la ayuda para el desarrollo tendrá un papel secundario, “Africa emergerá como un más sólido y respetado miembro de la comunidad internacional y más un receptor de inversión privada que un receptor de ayuda.” El informe económico del FMI de octubre del 2012 resume en la siguiente forma las perspectivas:

Las condiciones económicas en el África al sur del Sahara, han permanecido robustas, a pesar  de una lenta economía mundial. Las perspectivas de mediano plazo permanecen positivas  y se proyecta un crecimiento de 5.25% por año en 2012 y 2013. Las proyecciones para la mayoría de países de bajos ingresos son de un fuerte crecimiento, respaldado por la demanda interna, incluyendo inversión. Las perspectivas son menos favorables para muchos de los países de medianos ingresos, especialmente por estar más ligados a los mercados europeos y por lo tanto  más influenciados por la coyuntura externa. Los mayores riesgos son una intensificación de los problemas financieros  en la zona del euro y los problemas fiscales de Estados Unidos. Algunos de los factores determinantes de  esa evolución y perspectivas son: un período favorable para los precios de las materias primas y el descubrimiento de nuevas fuentes de petróleo; el avance en el combate contra las enfermedades, particularmente la malaria y el sida (no se había presentado todavía el ébola); el efecto de las nuevas tecnologías, especialmente el intenso uso  de los teléfonos celulares, para realizar los negocios; la nueva y creciente demanda del mercado chino, además de las inversiones de ese país en diversos sectores de la economía que,  en competencia con Estados Unidos y Europa, ofrece condiciones muy favorables”.

El informe de Oliver August, “Emerging África” (2013), confirma el diagnóstico y las perspectivas optimistas para el continente. Dice August que durante los últimos 10 años el PIB ha crecido más de 30%, mientras que en los 20 años anteriores se contrajo en 10% y señala que es el continente con el más rápido crecimiento, con  una proyección de crecimiento de 6% interanual. La malaria y el sida han retrocedido significativamente y el desarrollo humano, medido por el índice de las Naciones Unidas, ha dado grandes saltos hacia delante.  El autor contrapone esta visión optimista con la de sus críticos; para lograr una opinión personal viajó a todo lo largo de África, 25.400 kilómetros, en todos los medios de transporte y a veces en mulas, donde no había carreteras. Su conclusión última es que “los africanos tienen razón de preocuparse por  el desempleo, la  desigualdad y otros problemas. Pero en el pasado decenio los ganadores han sido mayores que los perdedores, y la percepción sugiere que continuará siendo así.”  Además, este informe me ofreció  una confirmación de mi posición sobre la combinación de estado y mercado y de que la mejor combinación variará en cada país según un conjunto de circunstancias y factores. August  hace un análisis comparativo de dos países, Etiopía, muy estatista, y Kenia, donde el mercado predomina. Señala los logros y fallas de cada régimen y los factores que deberían influir para que ambos se muevan, uno hacia un régimen más liberal y otro hacia un fortalecimiento del estado, lo cual lograría, en cada caso,  una combinación distinta mejor. Recomiendo la lectura del informe.

Con  posterioridad al informe de August, Shantayanan Devarajan y Wolfgang Fengler, funcionarios del Banco Mundial, publicaron un artículo con el sugestivo título de “África’s Economic Boom, Why the Pesimists and the Optimists are both right” (2013). Los autores reconocen las perspectivas favorables con  argumentos y cifras similares a los de August pero, a  la vez exponen los argumentos de los pesimistas: estos alegan que la favorable evolución, principalmente causada por la tendencia ascendente de las materias primas no será duradera, pues no se  han efectuado los cambios estructurales que permitirían reducir la dependencia de esas exportaciones Señalan además, entre otros aspectos,   la corrupción desenfrenada y el estado lamentable de la infraestructura, especialmente del transporte. La  conclusión final  de estos autores es que “Ya sea que uno vea el vaso de África medio vacío o medio lleno depende en la creencia que se tenga de las posibilidades de cambio político. Los obstáculos a un crecimiento durable son principalmente políticos. Esto significa que no serán fáciles de resolver como  se desprende de la experiencia de  gobernabilidad a  raíz de la independencia. Pero ello no significa que ellos son intratables. La historia reciente de los cambios políticos y de la reforma para el crecimiento justifica una perspectiva favorable. Creer en una  África más próspera requiere una buena dosis de optimismo pero no un gran salto en la fe.”  Los lectores que quieran continuar profundizando sobre este tema, pueden ir al 6º avance.

Después de estos antecedentes, veamos el curso reciente que ha seguido la economía africana.

África, tuvo crecimiento de 6.6%% el 2012,  resultando así   el segundo continente  de mayor crecimiento en el mundo,  el primero fue Asia.  Son numerosos los países africanos y, por lo tanto,  muy diversos los factores de la evolución que los llevó en su conjunto a un crecimiento por encima del promedio de la economía mundial. Entre los factores que han sido señalados se encuentran: las inversiones orientadas hacia las exportaciones, el efecto de las inversiones chinas, una actividad dinámica en los países  exportadores de petróleo, la reanimación de la actividad agrícola en países que habían sufrido sequías, y la solución  de los conflictos armados que habían azotado  a algunos países. A partir de ese crecimiento  África no siguió una tendencia definida hacia la baja o hacia al alza; el 2013 redujo considerablemente su crecimiento a 3.5%, para acelerarse un tanto el 2014 a 3.9%, pero sin alcanzar la cifra del 2012. Se deduce entonces, que aunque con una evolución más favorable a la de América Latina y el Caribe, África ha sentido los efectos globales mencionados arriba y que son indispensables los cambios estructurales de que hablan Devarayan y Fengler.

En enero del 2016 no  se conoce todavía la cifra de crecimiento del 2015 pero las proyecciones más recientes indican un incremento del PIB de  4.5%, elevándose a 5% el 2016,  lo que supondría una cierta recuperación

 Por  la  problemática económica y  social y los efectos de la crisis, se requerirá grandes esfuerzos para alanzar las altas tasas de crecimiento que tuvo África  antes de que se iniciara la Gran Recesión. Aunque  África tiene cinco países clasificados como de alto desarrollo humano y doce como de mediano desarrollo, la mayoría de los países están ubicados en la escala más baja del desarrollo humano. En la evaluación reciente del comportamiento económico y social de África hay que tomar en cuenta  el alto costo económico y social que supuso para algunos países la epidemia de ébola, que para enero del 2016 ya está  fundamentalmente vencida, aunque todavía quedan algunos focos.

Asia (4)

Si difícil es tener una cifra representativa del crecimiento  de toda África, creo que lo es más aún para Asia. Existen gigantes en territorio y población, y por lo tanto en producción absoluta, como China y la India; semi-gigantes como Indonesia; y  países pequeños, hasta el extremo del país-ciudad Singapur. Sin embargo, el alto crecimiento de los países asiáticos ha sido bastante uniforme durante la crisis, lo que compensa parcialmente esa dificultad metodológica.

Con esta advertencia, podemos decir que las altas tasas  de crecimiento de los países emergentes y en desarrollo durante la crisis, están fuertemente influenciadas por las registradas en Asia, pues fue en ese continente donde se registraron las más altas tasas.

Un informe del FMI de octubre del 2015 indica que el crecimiento de Asia se ha debilitado recientemente, lo que confirma la misma tendencia global. El más reciente  informe de este organismo, de enero del 2016,  indica la  estimación  de crecimiento para el 2014  y proyecciones para el 2015-2017.

CRECIMIENTO DEL PRODUCTO REAL %

                                                                2014        2015      2016    2017
Asia Emergente y en Desarrollo               6.8           6.6         6.3       6.2
China                                                         7.3           6.9         6.3       6.0
India                                                          7.3           7.3         7.5       7.5    
Países del Sureste de Asia                         4.6           4.7         4.8       5.1  

Estas cifras nos permiten apreciar que el continente asiático  continúa siendo  el de mayor crecimiento en el mundo, aunque con una tasa decreciente proyectada. De esta conclusión general se excluye a India, cuya tasa de crecimiento es la mayor en Asia y con una tendencia creciente.  En el caso de los países del sureste de Asia su tasa de crecimiento es bastante inferior a la que tuvieron en años anteriores pero con perspectivas de una cierta recuperación. Ya veremos en abril cómo se cumplen o no  estas proyecciones y conoceremos con más precisión el desenvolvimiento económico de estos países en el 2015 y principios del 2016.

La trayectoria que siga la economía mundial en el futuro depende en proporción creciente de la evolución de los países emergentes y en desarrollo. En el año 2000 estos países generaban la tercera parte del producto mundial; En 2010 esa proporción se había elevado a casi la mitad y se proyecta que para el 2030 pasará a ser mayoritaria con un 60%.  Estas perspectivas se ven reforzadas cuando una estimación llegó a la conclusión de que Asia del Pacífico, sin Japón, habría sobrepasado a Europa occidental y oriental  en la riqueza privada  total, (la suma de los activos netos)  el 2014 y estaría en la vía de sobrepasar a Estados Unidos en un futuro. La riqueza de Europa sería de $42.5 billones en tanto que la de los países emergentes y en desarrollo de  47.3 billones. Respecto a las perspectivas de estos países, dice Oren Laurent en un artículo en el Financial Mirror  del 27 de enero: “…The weakness in developing countries is unlikely to last indefinitely…by now the smart money is on the developed economies…”

Un factor preocupante para esas perspectivas es el alto nivel de la deuda corporativa. Según estimaciones del Banco de Pagos Internacionales, esa deuda se situó en 2010 en $22 billones, habiéndose acelerado considerablemente en los últimos años. . Como consecuencia, la relación deuda/PIB saltó de 45% a 90% en sólo 5 años. En tanto que para el FMI la deuda de las empresas no financieras creció de $4 billones el 2004 a $18 billones el 2014. Si bien el endeudamiento no tiene per se una connotación negativa, y puede ser positivo si los fondos se invierten  eficientemente en proyectos que eleven el producto potencial, son riesgosos cuando la coyuntura se deteriora y hay dificultades para honrar las amortizaciones debidas. Se señala las bajas tasas de interés en los países desarrollados como el factor principal que  alentó ese rápido endeudamiento.


NOTA PERMANENTE

Decidí hacer permanente esta nota que inserté en el artículo anterior. Ello ayuda a los lectores a relacionar los distintos artículos de esa serie y comprender por qué en un  artículo donde aparentemente faltan algunos análisis,  no se hacen  porque ya se hicieron antes. Pero así mismo, modifiqué un tanto dicha nota, pues cambié de opinión sobre la última parte de ella. 
A partir de PANORAMA, los artículos que he escrito en el portal, y el que escribiré sobre los países emergentes y en desarrollo,  forman parte de un tratamiento encadenado de la evolución reciente de la economía mundial. Por tanto, algunos exámenes que se hacen en un artículo, se consideran conocidos en uno posterior. De ello se infiere que para comprender a cabalidad el escenario mostrado, debe conocerse la totalidad del examen.

NOTA
Con este escrito termina mi trabajo sistemático sobre la crisis mundial. La razón es que voy a concentrarme en algunos proyectos que están relacionados con la crisis pero no son el examen directo de la crisis. Esos temas  estuvieron desde el principio en mi programa de trabajo sobre la que luego fue denominada la Gran Recesión, para cuando ésta terminara. Pero  no ha terminado y ellos son muy importantes para mí. Ello no significa que no voy a volver a escribir sobre la crisis; anualmente haré un examen de la evolución de la economía mundial,  (el próximo será sobre el 2015 cuando haya cifras satisfactorias hacia abril y la evolución en los primeros meses de 2016)) y cuando haya un desarrollo destacado que lo amerite, también lo haré. Disculpen los lectores que no les informe sobre los temas específicos, porque son muchos y todavía no he decidido el programa de trabajo.
(1)Aunque en la clasificación del FMI aparece Rusia entre los países emergentes, el examen que hacemos aquí lo excluye, por considerar que  las características económicas de ese país son bien distintas a las de los demás países clasificados como tal.
(2) La definición más sencilla de países emergentes es la de tener varias características de país desarrollado y estar avanzando  en esa dirección sin todavía llegar a esa condición plenamente. Entre los  países considerados como  emergentes por  el FMI están: Argentina, Brasil, China,  Colombia, India, Filipinas, Indonesia,  México, Perú,  Rusia, Sur África, Turquía, Venezuela. Otros organismos tienen una calificación que difiere en algunos casos. Una lista completa puede verse en:  https://en.wikipedia.org/wiki/Emerging_markets
(3) Quienes quieran profundizar en esta problemática, pueden leer el discurso de Christine Lagarde que se menciona en http://www.imf.org/external/np/speeches/2016/011216.htm.
(4) Este examen se referirá a los llamados países asiáticos en desarrollo, excluyendo Japón.

GM-2 de febrero de  2016
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