Douglas Becerra
La inflación desde el punto técnico es un impuesto, que tiene como
objetivo disminuir el salario real en una economía. Es la forma que tiene el
Estado de apropiarse de parte del valor del trabajo de los habitantes de un
país, a través de maniobras financieras por medio del incremento de la base
monetaria (dinero). Es el único impuesto que no es recesivo a corto plazo, no
requiere de la aprobación del Poder Legislativo, y se puede intentar trasladar
su responsabilidad a los “comerciantes
malos y especuladores”.
El hecho de que la inflación es el único impuesto que no es
recesivo en el corto plazo, no indica que no tenga un enorme poder destructivo
en el largo plazo. Buena parte de los conflictos que se viven hoy en día en
nuestro país son consecuencias de décadas de inflación que han destruido nuestra
estructura económica. La inflación a largo plazo disminuye la inversión he incrementa el nivel de riesgo,
por lo que carcome y va erosionando
economía casi imperceptiblemente.
Venezuela ha vivido con inflaciones de dos dígitos desde la década
de los 80. Por eso se puede afirmar que estamos en un Proceso de inflación abierto
desde 1986, año a partir del cual no hemos tenido una inflación inferior a dos
dígitos o sea menor del 10% anual. La tendencia de la inflación en nuestra
economía es fácil de estimar, por lo simple que es ella; es una economía
monoexportadora, donde el Estado administra el petróleo, por lo que esta
asociada a los precios de este producto y a la capacidad del Estado de cubrir
los déficit fiscales.
Estimar la inflación en Venezuela es muy sencillo, porque está
depende fundamentalmente de los precios del petróleo; cuando bajan sube la
inflación y viceversa. Si la caída es muy acentuada se puede cubrir solicitando
endeudamiento externo. Lo malo es que ahora llegamos a nuestro limite de
endeudamiento externo, por lo que el Estado tiene poca capacidad de maniobra financiera
para cubrir el déficit.
Pero por qué llegamos a una hiperinflación entre el 2016 y 2017, si
nuestra economía se ha mantenido con precios petroleros inferiores a 20 $/br?.
La explicación la proporciona la Curva de Philips, que relaciona la inflación
con la actividad económica y el salario real. Si bien la inflación es una
variable nominal (es variable de dígitos y ceros) está relacionada con dos
variables reales que son el salario y la actividad económica (PIB), que indica
que se puede estimular la actividad económica a través de una disminución en el
salario.
Si se bajas el salario y crece la actividad económica, así de
simple se puede analizar la política económica, una felicidad inducida por la
droga de la inflación, pero se corre el riesgo de entrar en un espiral
inflacionario. Es por esto se distingue la
Curva de Phillips de corto plazo con la de largo plazo. Esto con la finalidad
de alertar los riesgo que se corre cuando se utiliza la genera un efecto bola
de nieve. La inflación tiene que ser mayor para producir el mismo efecto en la
actividad económica.
Décadas de malas políticas económicas carcomieron y erosionaron nuestra
estructura económica con bajos niveles de inversión, pero los dos últimos
planes económicos socialistas (Plan Simón Bolívar y Plan Patria) dirigían la
política económica a una destrucción sistemática de la estructura productiva del
país, para ser sustituida por una comunal. Se hizo una burda interpretación del
Gramscismo (Antonio Gramsci 1891-1937) diciendo que la destrucción del
capitalismo traerá la economía nueva del socialismo. En palabras de Chávez, “solo llegaremos al socialismo, cuando se
haya destruido al capitalismo”, es como estar en medio del océano, en un
bote que se llama capitalismo y para llegar al bote del socialismo le caemos al
primero a hachazos para destruirlo, sin tener el segundo cerca -que locura¡-.
Se destruyo deliberadamente nuestra estructura económica, para
sustituirla por una comunal. Esto tiene
como efecto una caída pronunciada de nuestra productividad y con ello los
salarios. Con la finalidad de facilitar el análisis quitemos el velo monetario
y pensemos que las personas trabajan por bienes: si una economía produce menos,
tiene obligatoriamente que tener menos bienes a su disposición, por lo que la
remuneración al trabajo tiene que caer. En conclusión si baja la productividad el
salario cae.
La hiperinflación que estamos viviendo, es la caída acelerada y
abrupta de nuestro salario real por la caída de productividad en la misma
proporción, y la caída en la
productividad no puede ser compensada por importaciones, debido a que estamos
en el limite de endeudamiento externo (Ya nadie nos quiere prestar) que podemos
soportar. El Estado solo puede sostener su nivel de gasto a través de
endeudamiento interno que monetiza con el BCV por medio de PDVSA.
Lo que fue una de las empresas petroleras más importantes del
mundo, es hoy un cascaron vacío que le permite al Gobierno hacer de puente con
el BCV para obtener billetes recién impresos pero con menor valor a través de
una operación financiero que se denomina Monetización del Déficit; PDVSA se
endeuda con el BCV y está le transfiere el efectivo al Gobierno para que pueda
seguir cubriendo sus gastos.
Una de las peculiaridades de las hiperinflaciones es que ellas se
acaban solas. Son como un voraz incendio que consume el oxigeno alrededor del
fuego y este se extingue espontáneamente. Esta es la forma como se apagan los
incendios en los pozos petroleros, acercan con un robot un explosivo al centro
del incendio y lo detonan, como la explosión es tan fuerte y violenta consume súbitamente el oxigeno alrededor
del incendio y este se apaga.
Las hiperinflaciones se acaban solas porque disminuyen el salario
real a niveles tan bajos que hace imposible que el Estado pueda beneficiarse de
ella, debido a que el salario real llega a su mínimo vital y no puede ser reducido
más. Veamos a nuestro alrededor, la caída del salario ha sido tan dramática que
parte de la población literalmente esta saliendo corriendo fuera del país a
pesar de las penurias que pueda afrontar, y la otra que se está quedando puede
estallar socialmente en una Guerra Civil.
El Gobierno quebró la economía, y con ello la capacidad de
maniobra de la política económica. Si entramos en default o impago de nuestra
deuda externa, perderá totalmente la política económica como instrumento de dirección de la economía y en
el país se empezará a comprar las cosas en dólares o al tipo de cambio del
momento. Esto paso en Zimbabwe que con la hiperinflación de finales de la
década del 2000, perdió la capacidad de uso de su moneda y actualmente circulan
oficialmente 6 divisas (euro, dólar USA y Australiano, Yuan, Libra y el Rand) dejando al Dólar de Zimbabwe
como un mal recuerdo.
La perdida de la moneda nacional o en nuestro caso dolarización de
la economía es una política monetaria extrema que considero es nuestra única
opción o alternativa que tenemos para salvar al país. No lo estoy planteando
para salvar la economía, sino el país.
Es la única forma que tiene la sociedad de eliminar las presiones políticas y
sociales que nutrieron al populismo y que a la postre fue lo que nos trajo a
esta penosa y difícil coyuntura.
Dolaricemos o no la economía, ya el salario real es tan bajo que
impedirá que el Estado pueda usar la inflación como una vía para cubrir el
déficit, por lo que la inflación del 2019 será inferior a dos dígitos luego de
38 años dentro de un Proceso
Inflacionario (inflaciones superiores al 10% anual). Como le paso la Gallina de
Stalin, esta se que sin plumas.
Para finalizar quiero hacer una reflexión. El valor de la moneda
tiene profundas relaciones no solo económicas sino sociales y humanas. Sachs
uno de los grandes macroeconomistas de nuestro tiempo, hace un excelente ensayo
de la perdida de valor del Denario Romano con la Caída del Imperio Romano. La
tentación de envilecimiento de la moneda como una herramienta de impulso
económico termina siendo un grave error a largo plazo.
El ejemplo moderno lo tenemos con Alemania que siempre mantuvo el
valor del Marco estable a pesar de los vaivenes de la economía y su aparato
productivo siempre ha florecido; actualmente lucha por mantener el valor del
Euro constante a pesar de todas las presiones de los país que conforman la
Comunidad Europea, para depreciar el
valor de la moneda porque esto les daría un estimulo económico, debido a que la
inflación hace bajar el salario real sin tener que afrontar la responsabilidad
política por la perdida de empleos y/o disminución del salario.
Con inflación los políticos pueden transferir su responsabilidad a
los comerciantes malos y especuladores, en vez de afrontar la responsabilidad
de tener una política económica que permita mantener una economía sana y
productiva.
Prof.
Douglas BECERRA S.
Constructor
de Pensamientos.
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