Modernización e institucionalización
Corresponderá en el futuro revertir esta tendencia y trabajar en un
horizonte temporal de largo plazo para que la generación de nuestros hijos y
nietos, tengan un país de acuerdo a los tiempos que ellos se merecen.-
JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
01/07/2021 05:00 am
Modernización, es un
proceso de cambio social integral, que ha sido experimentado primero por los
países que hoy llamamos desarrollados, tras cuyas huellas siguen hoy todos los
demás. La modernidad es una situación estable. La modernización, en cambio,
como proceso de cambio que lleva a ella, es altamente inestable. La
modernización se expresa en procesos tales como los siguientes: urbanización
(vive más gente en las ciudades que en el campo); industrialización (el sector
más fuerte de la actividad económica es el secundario, o sea la industria, hoy
en día el sector servicios ); secularización (racionalización de la política y
pérdida de sus fundamentos metafísicos y tradicionales); democratización
(incorporación de nuevos sectores sociales a la participación política) e
intensificación de las comunicaciones.
Por otra parte, en lo
psicológico cambian los valores, actitudes y expectativas, en el sentido de
aceptar y desear el cambio y afrontar la realidad en lugar de resignarse a
ella. En su comienzo, la modernización tiene un gran impacto sobre el
crecimiento demográfico, que luego aminora su expansión. En el plano social,
los grupos primarios, de roles difusos (familia, comunidad local) son
complementados por grupos secundarios, de roles específicos (asociaciones
deliberadamente organizadas); por otra parte, el tradicional sistema bifurcado
de status, con "desigualdades acumulativas" es reemplazado por
estructuras de status pluralistas, de "desigualdades dispersas". En
lo económico, las actividades se diversifican, se eleva el nivel de la
especialización ocupacional, aumenta el capital a invertir para crear un puesto
de trabajo, aparece la agricultura "de mercado"; las actividades
extractivas (primarias) pierden importancia relativa frente a las actividades
de transformación o industriales (secundarias) y luego ocurre lo mismo con
éstas frente a las actividades terciarias (comercialización, servicios, etc.),
hoy se desarrolla en el sector digital. Los dos aspectos de la modernización
más vinculados a la política son el desarrollo económico y la movilización
social. El máximo impacto político se produce cuando se combinan el cambio de
las expectativas (que proviene de la movilización social) con el cambio de las
capacidades (que proviene del desarrollo económico).
Ahora bien, siguiendo a Mikel
de Viana s.j, la modernización implica tres condiciones1. Un uso de la
racionalidad instrumental del que dependen las consideraciones de posibilidades
y viabilidad objetiva.2. El establecimiento de una naturaleza centrada en el
sometimiento transformador mediante la ciencia y tecnología y 3. El
establecimiento de normas abstractas que constituyen las reglas de juego de los
espacios públicos (derecho, mercado etc). Hoy Venezuela, vive un proceso a la
inversa.
Por otra parte, la
institucionalización entendida como el proceso por el cual las organizaciones y
procedimientos adquieren valor y estabilidad, se mide por la adaptabilidad,
coherencia, complejidad y autonomía de los organismos y sus procedimientos. Por
ello, en un sistema político que lleva a cabo un proceso de modernización
debería al menos ser capaz por un lado, de innovar políticas públicas para
promover reformas sociales y económicas y, por el otro de asimilar a las
fuerzas resultantes de la modernización, ya sean grupos nuevos o tradicionales
politizados, a través de instituciones políticas que representen el interés
público y tengan por ello una dimensión moral. Esta última se relaciona con
formas de comportamiento reguladas e institucionalizadas que, por su
predictibilidad generan confianza entere la sociedad. Como diría el colega
español Fernando Vallespín, de Max Weber:”… Su tesis central sobre el desarrollo
del mundo moderno se aprende ya desde el primer curso de sociología. Modernidad
equivale a la racionalización de todos los procesos sociales con el fin de
resolver de la manera más eficiente posible cuestiones de naturaleza práctica.
Y racionalización se conjuga con industrialización, burocratización,
especialización, secularización, avance del capitalismo…”
Venezuela desde 1936, transitó este camino dentro de un proyecto de apertura
política con pausas y avances (López-Medina y Trienio adeco), se continua en la
autocracia pérezjimenista (con un retroceso en lo político, pero modernizante
en lo urbanístico y económico). Todo ello, sustentando por el peso cada vez
mayor peso del petróleo, en la economía y la transformación del mapa productivo
y de la sociedad, que va transitando su camino de una sociedad rural a una
urbana y cada vez más moderna, proceso que ha sido estudiado desde la
perspectiva de la ciencia política, entre otros, por mis maestros Juan Carlos
Rey, Humberto Njaim, Ricardo Combellas, Andrés Stambouli, Diego Bautista
Urbaneja, Aníbal Romero, Carlos Romero, Ángel Álvarez entre otros politólogos
hasta llegar al proyecto de democracia civil del 1958 a 1999, proceso que
significo avances en los aspectos político, económico, social, educativo, petrolero,
cultural, urbanístico, telecomunicacional, sanitario, expectativa de vida, en
la infraestructura de servicios, exportaciones no tradicionales, militar,
política exterior entre otros; y estos últimos años, se ha vivido un retroceso
impresionante y lamentable, en esas dimensiones, que ha hecho retroceder al
país en forma significativa. Corresponderá en el futuro revertir esta tendencia
y trabajar en un horizonte temporal de largo plazo para que la generación de
nuestros hijos y nietos, tengan un país de acuerdo a los tiempos que ellos se
merecen democrático, moderno, solidario, próspero y equitativo. Incomparable a
cualquier proceso histórico del pasado y del presente, que ha sido de un
innegable retroceso en estas dos variables.
jesusmazzei@gmail.com
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