Las principales amenazas a
las que se enfrenta la economía
mundial en 2018
- En el mundo económico se atisba un peligroso sentimiento de
- autocomplacencia, sobre todo en Europa
Los riesgos ambientales y la ciberseguridad son las dos preocupaciones principales a las que tienen que hacer frente los líderes mundiales en 2018. Así lo constata el resultado de la encuesta anual que realiza el World Economic Forum (WEF) y cuya edición de este año ha sido presentada junto a la aseguradora Zurich este martes en Madrid.
Pero que sean los más destacados no implica que sean los únicos. Si por algo se caracteriza el mundo del 2018, según ha explicado María Jesús Romero, directora de riesgos de Zurich España, es porque “ahora todas las amenazas están interconectadas y no se pueden afrontar de forma lineal como se venía haciendo hasta ahora”, ha comentado.
En 2017, aumentaron las emisiones de CO2 por primera vez en cuatro años
Huracanes con consecuencias catastróficas, temperaturas extremas, sequía, altos niveles de polución que causan una de cada diez muertes cada año, el primer incremento en emisiones de CO2 en los últimos cuatro años… el rosario de problemas medioambientales no para de aumentar. Como ya ocurrió en 2017, estos se han convertido en los riegos más palpables para los encuestados por el WEF.
Es llamativo en el informe de 2018 que los riesgos ligados a problemas económicos han quedado muy relegados. Una percepción que Aengus Collins, autor jefe del Informe de Riesgos globales del WEF, califica de “preocupante”. Es preocupante que no se liguen los riesgos medioambientales a los económicos, pero también es preocupante la visión de la situación económica y de los mercados que actualmente tiene los lideres empresariales y políticos.
Podríamos estar entrando en una situación de autocomplacencia en el contexto económico que no es buena”
“Hay que destacar que las valoraciones de los activos están en un nivel que solo se había visto antes de la gran depresión de 1929 y en los años previos a la última crisis financiera de 2007”, ha advertido Collins. Según ha explicado, eso no es que nos avoque a una recesión inminente, pero el riesgo es patente y cree que “podríamos estar entrando en una situación de autocomplacencia que no es buena”.
En su análisis económico, también ha alertado que el mundo no solo no ha reducido la deuda global, sino que ha pasado de un endeudamiento de 80 billones de dólares en 2007 a los 135 billones en 2016. “Esto implica que cuando vuelva una nueva crisis, que volverá, ni los gobiernos ni los bancos centrales tendrán suficiente margen de actuación”.
En el informe se invita a los países de todo el planeta a aprovechar la buena coyuntura económica por la que se está atravesando en estos años para sanear las economías y reforzarse ante posibles problemas futuros. “Tenemos que tomarnos en serio el riesgo de colapso global de los sistemas. Juntos, tenemos los recursos y el nuevo conocimiento científico y tecnológico para impedir esto. El desafío está en encontrar la voluntad y el impulso para trabajar juntos por un futuro compartido”, ha advertido Aengus Collins.
La edición de 2018 incorpora una novedad respecto a las ediciones anteriores del informe de riesgos globales del WEF, y es que además de los riesgos actuales sus autores han realizado un esfuerzo de predicción tratando de identificar cuales serán las amenazas a los que con mayor probabilidad habrá que enfrentarse en los próximos años.
El 93% de los encuestados teme enfrentamientos entre las potencias mundiales
En ese contexto, el 93% de los encuestados puso el foco de preocupación en las tensiones geopolíticas entre las principales potencias mundiales. Estos riegos se intensifican al constatar, como hace el informe, que el orden mundial ya no está dominado por una o dos grandes potencias sino que tendemos a una multipolarización en la que cada vez hay más actores.
El proteccionismo económico, especialmente liderado por EE.UU., es junto al miedo a las guerras comerciales y todo lo relacionado con los ciberriesgos en todos los campos los riesgos que más pesan de cara al futuro.
En ese sentido, en la exposición se ha hecho especial hincapié en los efectos derivados de la innovación tecnológica, desde el impacto en la vida laboral de las personas hasta el hecho de que la efectividad de la tecnología aplicada a actividades como la pesca, por ejemplo, puede acabar esquilmando los océanos.
También genera mucha preocupación como esta nueva tecnología está facilitando el desarrollo de un mundo sin reglas. En la Internet profunda, por ejemplo, las criptomonedas ha permitido iniciar un lucrativo negocio de contratación de actividades ilegales. Incluso, ha explicado Alison Martin, directora Global de Riesgos del Grupo Zurich, “se están erosionando las reglas actuales y los países están recalculando el coste de saltárselas”.
La biotecnología y los efectos de este nuevo orden o desorden mundial en la salud de las personas también se ha destacado como riesgo preocupante. Especialmente destaca la brecha que puede surgir entre las poblaciones con acceso a innovaciones en materia de salud y las que carezcan de ese acceso.
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