LOS CHINOS SE APROPIAN DEL MENSAJE A LA TRICONTINENTAL (¡! ¿?). Cómo el mundo cambió y creó cosas
contrarias.
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
UNA NOTA A LA NOTA
La siguiente nota abarca dos pequeñas
partes. La primera, atinente a los proyectos libertarios que varios -incluso
filósofos y literatos notables- acariciaron en los años sesenta y setenta,
sobre todo, y que terminaron en rotundos fracaso. Por ahí no era el camino a la
libertad. En cualquier caso, le corresponderá a grupos y generaciones venideras
desarrollar nuevas utopías si fuese
el caso. La segunda, remite casi a lo mismo pero en aspectos de la inversión,
la economía y las relaciones internacionales, considerando a China y su
expansión, donde algunos que profesaban libertad y desarrollo del ser humano,
terminaron y terminan haciendo lo mismo que lo que los chinos -en sus líneas
políticas obsesivas- llamaron en algunos años, a partir de Mao, Tigres de papel. Y es que realmente
nadie desarrolla a nadie. Solo lo logra la libertad, políticas económicas
adecuadas, el abandono de modelos fracasados como el socialismo, y el empeño y
el consenso que puedan tener distintos grupos sociales y políticos para
entender y abonar en el camino del crecimiento y el desarrollo.
LA UTOPIA Y LA
TRICONTINENTAL
El mundo ha cambiado, los tiempos han
cambiado y con ello el perfil y contiendas de distintos participantes o agentes
internacionales. En los años sesenta y parte de los setenta, todo parecía posible
dentro de las relaciones de la guerra
fría y la dinámica de los bloques de
poder al implicar, en buena parte de los casos, delimitar una posición
según se estuviese en la zona de influencia de uno u otro bloque.
Aunque hoy parezca fuerte ese tipo de interrelaciones, existieron y se dieron
con énfasis y recurrencias.
Más aun, era difícil la comprensión
de lo que se dio en llamar el conflicto chino-soviético –donde unos a otros se
adjetivaban de bandidos-, el cual marcó pauta en la conformación de grupos
políticos -incluso armados- en América latina. Se podía leer en Alternativa en la versión de G. García Márquez,
y en el caso de la experiencia colombiana, los matices de unas u otras
agrupaciones que después -en varios casos- se volvieron adictas a la
delincuencia asociada al narcotráfico, en periodos posteriores a las ideas de tomar el cielo por asalto o a las
concepciones foquistas de R Debray[1]
en donde un grupo de aventurados podía repetir el endulzado caso cubano de toma
del poder.
En esos mismos tiempos, anteriores a
la conversión de la utopía e ilusión
en delincuencia y en derrota política, tal cual se vio en Venezuela y en otros
países en los años 70 y ochenta, a pesar de la salida victoriosa del sandinismo
a finales de los años setenta e inicios de los ochenta en Nicaragua, fue donde
Ernesto Che Guevara dio a publicación su Mensaje
a la Tricontinental (mayo 1967)[2]
donde convocaba a crear uno, dos, tres
Vietnam y tenía como referencia fundamental a los pueblos de Asia, África y
América Latina.
Claro, Asia, además de la experiencia
china desde 1949, tuvo la larga experiencia de Vietnam y las tragedias en casos
como Cambodia. África, por su parte, vivió
las experiencias de los socialismos tropicales tipo Angola, Mozambique que se
mezclaron con las previas experiencias de descolonización e independencia.
América Latina por su lado, vio la aparición terrible de las dictaduras en el
cono sur y la de Brasil ya formada desde la propia década de los años sesenta.
Correspondientemente no era muy claro
a pesar de la voluntad, el entusiasmos y la oferta permanente de felicidad que
tienen los izquierdistas -según algunos- quien podía ser el receptor o
entusiasmarse –cosa que no pasó- con aquella convocatoria del escrito referido.
Y, en tal sentido, a inicios de los noventa fue fácil hablar del fin de la historia
y observar una especie de actitud triunfalista por los partidarios del
capitalismo y las economías de mercado. La crisis de la deuda en América Latina,
los planes de ajuste y estabilización con sus secuelas de deterioro del
salario real hicieron su parte para ensombrecer, aun mas, a América Latina al
menos. Lo que vino después, las que podrían llamarse las reales propuestas de socialismo latinoamericano, tal cual sandinistas, en su segunda parte, el
partido de los trabajadores de Brasil con Lula como baluarte, los Kirchners,
Correa y otras experiencias, incluso la mexicana actual de López Obrador, no
han representado más que alternativas tipo pastiche al fracaso de la propuesta
del socialismo, hoy día demostradamente fracasada. No en balde, la mayoría ha
terminado en episodios de corrupción. La experiencia de la administración
bolivariana pasa a ser una que se ha cobijado en el alto deterioro institucional
estimulada y desarrollada por ella con una política de desinstitucionalización,
un fracaso de su proyecto político y una destrucción profunda de la economía.
Y LLEGARON LOS CHINOS….
Contrario a un pronóstico que en los
años sesenta y todavía setenta podía ser impensable, los chinos –o líderes y
grupos dominantes- posteriores a la muerte de Mao, reestructuraron el proyecto
socialista comunista y se siguieron llamando de cualquier manera que los
presentara no cambiando aunque si
cambiando[3],
y teniendo el más salvaje de los capitalismos en algunas zonas a lo interior de
su territorio como el caso de las cercanas a Hong Kong.
Son suficientemente conocidas las
décadas creciendo a tasas altas –aunque en años recientes se han visto
reducidas- así como su participación en la producción y el comercio mundial de
armas. También, sus superaciones en cuanto a exposición de sus comportamientos
en áreas como la piratería intelectual, al incorporarse a OMC en 2001[4],
dado haber sido como país un violador permanente de normas y principios
asociados a la propiedad intelectual y el comercio.
Hoy día, si evaluamos parte de sus
relaciones con los EE.UU. observamos como para la actualidad se ha convertido
en el principal oferente de importaciones desde este país, pero también se disputa
lugar de destino de exportaciones del mismo país, siendo solo superado por
Canadá y México (puede verse https://piie.com/microsites/globalization/what-is-globalization.html, 2018 Peterson Institute for
International Economics). También se tiene en esas relaciones, el complicado
contexto de expectativas y acciones en cuanto a medidas asociadas al llamado
desde hace décadas nuevo proteccionismo,
dadas las acciones de la administración de D. Trump en áreas como las
industrias del acero[5]
y que remiten de manera importante a China.
Pero no es esa interacción de china,
los alcances reales del crecimiento de su PIB o las posibilidades de ubicarse
como avanzada de la economía mundial, a pesar de sus aspectos no atendidos del
desarrollo económico, de las libertades y la vida en democracia, lo que inspira
el título de esta nota; es más bien, la atención como espacio de inversión y
comercio que ha pasado a ejecutar en cuanto a Asia, África y América Latina
como mercados de inversión, comercio y de obtención de materias primas,
manteniendo un estilo y concatenaciones que en nada se alejan de lo ejecutado
por los países de avanzada del capitalismo mundial o sus empresas
internacionales[6],
en los últimos 50 o 100 años, o el que ha apartado aquel llamamiento del líder
izquierdista mencionado más arriba, sobre que de esta tricontinental surgirían
esperanzas para la humanidad -haciendo el trabajo revolucionario
correspondiente- en base a la construcción de la sociedad socialista.
Así, en primer lugar, en cuanto a Asia,
China ha pasado a ser inversionista en la llamada Operación Mekong, abordando
países con los cuales ha tenido cercanía geográfica, vínculos políticos y hasta
conflictos armados –según los casos-, como Laos , Vietnam, Cambiodia, Myanmar y
Tailandia (ver China Solidifies Its Influence in Southeast Asia www.spiegel.de/international/world/operation-mekong-china-tightens-grip-on-southeast-asia-a-1232484.html ). Se repiten
situaciones y procedimientos similares y puede ilustrase con el caso de dos países. En Laos una compañía China está
construyendo una línea de ferrocarril de 414 kilómetros a la capital laosiana,
Vientiane, y aunque existen reservas se piensa estará lista para en el 2021. Es
un proyecto tecnológicamente ambicioso -la
mitad de las pistas se conducen a través de túneles, mientras que los tramos de
puentes serán de 60 kilómetros; en 2016, planificadores de costos estimaron en
unos $ 6 billones (5,2 billones de euros). Se ha visto que China genera una
dependencia de la que el país socio no puede liberarse fácilmente en cualquier
momento. Laos, así, está aferrado en
la trampa de la deuda de China. Toda la ruta, tal cual señala el ingeniero jefe
Lin, 30 años, se divide en seis etapas de construcción. La oficina de Lin emplea
a 4.000 trabajadores chinos. Aunque tan solo "Unos cientos de laosianos
trabajan aquí también", señaló Qiu Jixin, de 44 años. En el caso de Vietnam dadas las cercanías ideológicas
de los dos gobiernos, hay perspectivas de interés a destacar. Así, en Hanói,
las compañías chinas están construyendo un metro, mientras que en la costa
sureste, una central eléctrica de carbón construida en China está a punto de
entrar en operación. Docenas de fábricas textiles chinas se han asentado en el
cinturón industrial alrededor de la ciudad de Ho Chi Minh (Saigón). China es el
mayor socio comercial de la nación que se refiere. Por otra parte, críticos al
gobierno vietnamita han señalado que lo que les asusta de China no es solo la
supremacía económica del país y sus ambiciones imperiales sino que "Mucho
mayor es nuestro temor al modelo autoritario de China, un estado de vigilancia
tecnológicamente avanzado". Este modelo, planteado así por los críticos es
uno de los que el liderazgo del partido estatal de Vietnam encuentra atractivo. "Nuestro gobierno aún está muy
lejos de poder monitorear constantemente a sus ciudadanos como lo hace el de
Pekín. Pero incluso ahora tengo que pensar dos veces con quién me reúno".
En resumen, visto de nuestra parte, un modelo
de vigilancia y restricción de las libertades ciudadanas.
La expansión de China en Asia tiene otros elementos de relevancia y ellos
atañen a la dimensión política y militar y -con ello- a la presencia de los
EE.UU. en la zona y a su posible renuencia a dejar que esta sea dominada por
otra potencia. Para algunos analistas, existe la duda de si China pueda llegar
a conformarse como una gran potencia o solo ser una potencial parcial. En
cualquier caso, esto remite a lo que se ha dado en llamar La Trampa de Tucídides
(Historiador de las Guerras del Peloponeso) y el mismo remite a las
discrepancias entre un poder emergente y un poder decadente[7]
así como a la conclusión de que una porción alta de casos de este tipo pueda
terminar en guerra; que en el caso de la actualidad implica la guerra nuclear.
El analista GIDEON RACHMAN/FINANCIAL TIMES ha venido resaltando esta
perspectiva, que no ha impedido la expansión de China por vías casi naturales,
como la señalada de la ruta del Mekong[8].
También, en segundo lugar, se encuentra el espectro de participación de China
en África[9].
La exigencia económica y geopolítica de Pekín sobre África (54 países) se demostró en el último Foro de
Cooperación África-China (Pekín, inicios septiembre 2018) donde el presidente
Xi Jinping ofreció inversiones por USD 60.000 millones para el desarrollo de
África. Países africanos más pobres y menos desarrollados -sin precisar cuáles-
quedarían condonados de las deudas pendientes contraídas en forma de préstamos
sin intereses con el Gobierno chino.
La cooperación económica tiene como objetivo
la obtención de recursos naturales, centrando Pekín sus esfuerzos en reforzar
los lazos militares y financiar proyectos de infraestructura en la región en el
marco de su proyecto en cuanto a la Nueva
Ruta de la Seda. Se trataría de una
red de infraestructuras que busca unir China con África, Europa y el centro y
sudeste de Asia a través de puertos, carreteras y ferrocarriles. Así, China ha
financiado la construcción o renovación de más de 6 000 kilómetros de
ferrocarril en países como Angola, Etiopía, Kenia, Nigeria, Sudán o Yibuti. También
ha construido estadios de fútbol,
hospitales, carreteras, aeropuertos, puertos, polígonos industriales y muchos
de ellos se han erigido con mano de obra china.
Más de 2 000 empresas chinas están
presentes en 50 países del continente africano, donde se calcula que hay entre
uno y dos millones de trabajadores procedentes de china. En 2017 había, en
Zambia, 100.000 chinos trabajando y viviendo de forma ilegal; derivándose que
la ciudadanía africana no se beneficia de los empleos generados por la
inversión en infraestructuras. (Puede verse https://www.elcomercio.com/tendencias/neocolonialismo-expande-africa-china-inversion.html
9 septiembre 2018).
Los
Productos baratos chinos destrozan África, china utiliza mayormente su
propia mano de obra y hay apropiación de recursos naturales, forman –debe
señalarse- el conjunto de lo que algunos consideran mitos en la discusión de los efectos de la expansión china en África
y que a pesar de lo observado y registrado discuten con informaciones
alternativas o basadas en compensaciones analíticas tipo “hay costos
inevitables”, “las potencias de occidente hacían lo mismo”, entre otras que
pudieran destacarse (puede verse https://www.youtube.com/watch?v=5pU160PW9UU).
Desde 2009, China es el primer socio
comercial de África, y esta expansión ha implicado la búsqueda de materias
primas para alimentar su crecimiento económico a cambio de préstamos
multimillonarios para construir infraestructuras, tal cual se ha señalado. El
comercio entre china y África alcanzó los USD 170 000 millones en 2017, según
datos del Ministerio de Comercio chino, siendo Sudáfrica, Angola y Nigeria los mayores socios
de la nación
asiática. De esta manera China
se ha conformado como el mayor socio comercial del continente durante nueve años consecutivos.
Desde 2015 su inversión directa promedio anual en África fue de alrededor de
tres mil millones de dólares, con notable progreso en la cooperación industrial
en sectores como manufactura, finanzas, turismo y aviación[10].
Se puede constatar entonces que es extendida la idea de que a cambio de la
inversión de millones de millones en el continente más pobre del planeta, China
se asegura el acceso a valiosos yacimientos de recursos naturales imprescindibles
para alimentar su desarrollo económico, como petróleo, gas natural, minerales y
madera. Pero, según denuncian Estados Unidos y la Unión Europea, este tipo de
diplomacia económica fomenta la corrupción y afianza regímenes totalitarios
acusados de violar los derechos humanos, como el de Sudán. Por otra parte
también se observado que las inversiones chinas en África sufren en casos de
los mínimos estándares medioambientales o sociales porque su único objetivo es
el crecimiento económico sin importar efectos colaterales; tratándose de un
modelo de crecimiento ejecutado en la propia China desde hace más de tres
décadas. Falta de transparencia y desigualdad de los acuerdos con países más débiles,
le permiten a algunos hablar de neocolonialismo
en esta expansión de China en África.
Sin embargo, debe señalarse que una
de las más cuantiosas inversiones de China
en África, visto hasta 2014, versó sobre una operación bancaria a gran escala
que remite a 2008, cuando el Banco Industrial y Comercial de China adquirió el
20 por ciento del Standard Bank sudafricano por unos 5.000 millones de dólares
(3.620 millones de euros) (puede verse https://www.abc.es 120514 EXPANSIÓN DEL GIGANTE
ASIÁTICO).
Y, en tercer lugar, su participación en America Latina, y en particular en Venezuela, con los vínculos desarrollados durante la administración
bolivariana. En este último caso, además de deuda, apoyo para proyectos
vinculados a redes, colocación de productos diversos, se ha pasado
definidamente para el último trimestre a tener o presentar a los chinos como especie
de asesores económicos de la administración bolivariana[11].
En Venezuela, han tenido fallidas propuestas de participación en el área de
líneas de ferrocarriles o mejoramiento de alguna existente como la de
Barquisimeto Pto. Cabello. La dinamización o avance de la fábrica de autobuses
Youtong en Yaracuy, tampoco parece haberse dado, según expresan especialistas
del área dada la poca producción vía ensamblaje que ha tenido la misma. Pero,
en América Latina y en Centroamérica en particular, se ha planteado su
participación en el segundo canal sobre el istmo que atravesaría Nicaragua[12];
sobre este proyecto, para 2018 es muy poco lo que se perfila sobre su
continuidad. Y también en la propuesta y ejecutorias del ferrocarril que, atravesando
el continente, vía Brasil y Perú, uniría el pacifico con el atlántico[13].
Debe señalarse que, si bien ha
aumentado la representación de China en los montos de inversión y comercio en Latinoamérica,
se sigue repitiendo el patrón productos manufacturado vs productos primarios[14],
dándose incluso la llamada reprimarizacion de las exportaciones, que consiste
en que los productos primarios incluso aumentan su peso, teniendo ello
concatenación con los patrones de inversión. CEPAL lo resume con estas
proporciones que, a pesar de la fecha es un característica que se mantiene: “…tan
solo 5 productos, todos primarios, representaron el 75% del valor de los envíos
regionales a China en 2013. Los mismos 5 productos representaban el 47% del
valor de las exportaciones de la región a este país en 2000, evidenciando el
fuerte proceso de reprimarización que ha tenido lugar desde entonces. La
dinámica de la inversión extranjera directa china en la región refuerza este
patrón, ya que casi el 90% de la misma entre 2010 y 2013 se dirigió a las
actividades extractivas, en particular la minería y los hidrocarburos. Ello ha
dado lugar al surgimiento de conflictos socio ambientales de distinto tipo en algunos
países de la región”[15].
Las necesidades alimentarias
de China, entre otras influencias sectoriales, son determinantes en la
estructuración de sus importaciones. Esta nación con el 7% de las
tierras cultivables y 6% de los recursos hídricos del globo, tiene que
suministrar alimento al 22% de la
población mundial. De ahí que ya desde 2004 se convirtió en un importador neto de alimentos, registrando
un creciente déficit en el área agrícola. Asimismo, el aumento de la urbanización
y de expansión de la clase media ha llevado a que la población urbana,
que en 2014 alcanzaba los 758 millones (54% del total), se le proyecte un aumento
de 39% hasta 2050, alcanzando este año los 1.050 millones de personas (76% del
total) (ver CEPAL, Ídem).
Es evidente que las necesidades y las
crisis apremian a los países. Más aún, que el desarrollo y las ejecutorias de
distintos proyectos –permanentemente- requieren la disponibilidad de divisas -en
economías que no son autárquicas- y
equipos, instrumentos e insumos que requieren ser importados y no todos los
países de la región tienen abundantes divisas. Todo lo contrario, algunos
siguen manteniendo niveles de exportación no precisamente altos y deben atender variados requerimientos, entre ellos,
viejas y nuevas deudas. Tal situación lleva a que las naciones no tengan muchos
reparos, ante ofrecimientos de inversionistas entusiastas o impetuosos, como
han venido presentándose los chinos. En tales casos puede haber distintas
formas y presentaciones de las condicionalidades.
Los llamados mitos de la participación de China en África señalados más
arriba pueden extrapolarse a América Latina y debe considerarse que las
inversiones chinas tienen defensores y participes entusiastas que pueden
señalar que todo está bien, aunque
haya efectos directos y colaterales negativos, quedando así todo lo que sea
inversión china con una especie de permiso automático.
En tales sentidos y añadiendo a lo
señalado más arriba, es bastante difundido
que el comercio bilateral entre China y
Latinoamérica se ha multiplicado por 26 del año 2000 al 2016 y se han invertido
más de 110 miles de millones de $ en la región desde 2003, la mayoría en los
últimos cinco años. El 65% de las inversiones chinas desde 2001 se destinó a
materias primas, sector donde se creó la mitad del empleo por inversión china.
Brasil ha recibido cerca de la mitad de ese monto y un poco más de un tercio
del número de transacciones dentro de la región. Con los mismos datos que
suministra Monitor de la
OFDI de China en
ALC, puede afirmarse que tales inversiones han generado alrededor de 254 mil
empleos en la región durante el periodo, teniendo Brasil cerca de la mitad de
tales empleos. Otras iniciativas de la nación asiática atañen al reciente
paquete de arreglos financieros por 35 mil millones de $ presentado en la
reunión con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC. A este
fondo le seguiría otro por 30 mil millones de $
para avance de la capacidad productiva regional, y otro de 3 mil
millones de $ para países caribeños que
se administraría con el BID[16].
Un perfil adicional a destacar, son
las relaciones de China con Centroamérica. Desde 2012 China se ha consolidado
como el tercer socio comercial de esta última —después de Estados Unidos y el
propio MCCA, desplazando a México—, presentándose en tal comercio
características a destacar: alto déficit comercial y concentración de las
exportaciones en pocos rubros, pequeño componente tecnológico y de valor
agregado en las mismas y significativa brecha tecnológica en el comercio con aquella
nación (a excepción de exportaciones
electrónicas de Costa Rica), así como muy reducidos niveles de comercio
intraindustria, a diferencia de los alcanzados con otros socios comerciales, particularmente
el comercio intraindustria del MCCA. Pero, puede señalarse categóricamente que China
es el segundo socio comercial de cada uno de los países de Centroamérica con
excepción de Guatemala, donde México todavía ocupa esta posición. A pesar de lo
indicado los datos de UN Comtrade indican que China alcanzó su máxima
participación en el comercio de Centroamérica con el 8,7% en 2011 y desde
entonces ha caído hasta el 7,6% en 2015.
En general la IED china en
Centroamérica es accesoria y significó apenas el 0,3% de la IED centroamericana
entre 2000 y 2016. Tal IED tampoco es relevante en términos macroeconómicos ni
del número de transacciones realizadas. No obstante, el análisis a nivel de
transacción propuesto por la Red ALC-China manifiesta diferencias estadísticas
en el registro oficial de la IED centroamericana. Los datos de la Red ALC-China
apuntan que más de 390 millones de dólares habrían sido invertidos por China
entre 2000 y 2017; habiéndose concentrado tales flujos en Nicaragua y Panamá[17].
OBSERVACION
FINAL
De lo señalado al comienzo de esta
nota, en cuanto al Mensaje a la
Tricontinental del personaje aludido, lo que queda mayormente es el gran
conjunto de naciones en desarrollo con capitalismo traumático, de nivel medio o
de avanzada, según los casos y solo en muy contados procesos hay socialismos o
revoluciones según la terminología presente en aquel Mensaje. La paradoja es que el cambio de los fenómenos mundiales y
de las relaciones internacionales, permite observar a China, una nación de avanzada
en la economía mundial, de un régimen económico social complejizado por la
propias transformaciones y que, viniendo del socialismo comunismo, para avanzar,
ha recurrido al capitalismo o a la iniciativa empresarial para liderar espacios
de comercio e inversión con un proceso
de expansión rápido -y con las características señaladas- hacia los países
del caso.
@eortizramirez
Noviembre 2018
[1]
Regis Debray, Ensayos sobre América Latina, Ediciones Era 1976.
[2]
Ernesto Che Guevara, Obra
revolucionaria, Ediciones Era 1972.
[3]
En los abordajes, en la expansión y en la formalización de relaciones de
inversión, comercio o cooperación con países de Latinoamérica y otras latitudes,
como las que son señaladas en esta nota, China se presenta y exige se le
reconozca como una economía de mercado
a la vez que insiste en que ella no presenta condicionalidades.
[4]
Eduardo Ortiz Ramírez, La OMC en Qatar. Analitica.com. https://www.analitica.com/economia/la-omc-en-qatar-a-falta-de-pan-buenas-son-tortas/,
noviembre 19 2001.
[5] D.
Trump: "La industria del acero y el aluminio en Estados Unidos ha sido
devastada por prácticas comerciales extranjeras agresivas" Ver https://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2018/03/08/5aa1a237e5fdea7b458b4673.html
[6]
Ariel Slipak desde una perspectiva crítica, presenta en varios trabajos la idea
del Consenso de Beijing: “Es a la conjunción de una retórica china de
presentarse como un país "simétrico" con los latinoamericanos o del
"Sur global", pero ejercer estas formas de coacción y coerción, con
la construcción de un discurso sobre el desarrollo en los países de la región
de mayor soberanía y empoderamiento de sectores subalternos, con una absoluta
sumisión a otra nueva gran potencia y avalando el incremento de la extracción
de los recursos, a lo que denominamos Consenso de Beijing. Se trata de
relaciones que jamás van a reproducir de manera idéntica las otrora mantenidas
con el imperio británico o EE.UU., pero un nuevo tipo de dependencia sobre la
base de las asimetrías entre los países y que exprime a los sectores
subalternos de la periferia” (Puede verse Ariel M. Slipak EL ASCENSO DE LA REPÚBLICA POPULAR DE
CHINA COMO GRAN POTENCIA: UN DESAFÍO PARA EL PENSAMIENTO CRÍTICO
LATINOAMERICANO
https://www.academia.edu/14415181/El_ascenso_de_la_Rep%C3%BAblica_Popular_de_China_como_gran_potencia_un_desaf%C3%ADo_para_el_pensamiento_cr%C3%ADtico_latnoamericano);
y Slipak América Latina ante China:
¿Transición del Consenso de Washington al Consenso de Beijing?
[7]
En la literatura relacionada esto también se ha dado en llamar el dilema del gigante disminuido.
[8]
Puede verse GIDEON RACHMAN/FINANCIAL TIMES
La lucha de EEUU y China por Asia http://www.expansion.com/economia/2017/04/08/58e7de3ee2704e9c358b4651.html;
también Antonio García Maldonado China y la trampa de Tucídides https://elordenmundial.com/china-y-la-trampa-de-tucidides/
18 agosto 2017.
[9]
Un dato curioso en la relación histórica
entre china y África remite a los viajes que a comienzos del siglo XV realizo
el navegante Zeng He a través del océano índico con barcos que albergaban hasta
300 tripulantes. Tal flota duro unas cuantas décadas y con ella los chinos
llegaron a África, donde al mezclarse con la población nativa se generaron
mestizos con rasgos asiáticos y piel oscura, cuyos descendientes existen hoy en
día. Las expediciones del almirante
Zheng He, insigne navegante del siglo XV
que exploraron las costas de Somalia, Kenia, Tanzania en su 4to y 5to viaje (puede verse https://www.britannica.com/biography/Zheng-He).
[11]
Así se infiere y fue difundido dada la información suministrada por el mismo
presidente NM "Fructífera
reunión de trabajo con los asesores del Centro de Investigaciones para el
Desarrollo del Consejo de Estado de la República Popular China que visitan
nuestra Patria; intercambiamos ideas para avanzar en una Revolución Económica
que libere nuestras fuerzas productivas" (verhttps://mundo.sputniknews.com/economia/201810311083103031-maduro-inversiones-asia/
y https://twitter.com/NicolasMaduro).
[12]
“…la construcción no avanza y el plan del Gobierno nicaragüense todavía no se
ha hecho realidad. En 2013, Nicaragua le otorgó la concesión para construir y
manejar el canal por 50 años al empresario chino Wang Jing, jefe del grupo
chino HKND, el principal inversionista de la obra. HKND calculó una inversión
de 50 mil millones de dólares para realizar la construcción”. “Desde el
principio, el proyecto canalero ha causado fuertes críticas de diferentes
sectores. Ecologistas temen que la obra dañe importantes ecosistemas, como el
Lago de Nicaragua, la mayor reserva de agua dulce en toda la región.
Economistas dudan de la rentabilidad del proyecto, y los campesinos temen la
expropiación de sus tierras y bienes en la región canalera” https://www.dw.com/es/canal-de-nicaragua-megaproyecto-sin-futuro/a-38539472
210417.
[13]
En 2015 se divulgó el interés y propuesta de China en este proyecto y aunque
esta sigue considerándolo ahora se han incorporado países como España y otros
de la región: “Así, las grandes multinacionales españolas aguardan con
expectación al que será el mayor contrato de infraestructuras de América Latina
para unir el puerto de Santos (Brasil) y el de Ilo (Perú) a través de 3.475
kilómetros de vía de tren, que atravesarán Bolivia de este a oeste, impulsando
su economía y agilizando el transporte de mercancías. Tendrá una inversión de
unos 12.000 millones de euros” “El proyecto transcontinental, que tiene
previsto arrancar en 2019, contempla una inversión inicial de unos 14.000
millones de dólares (11.987 millones de euros al cambio actual), una cifra que
choca con los 50.000 millones de dólares que California va a destinar a
construir los 1.300 kilómetros de AVE, porque gran parte de las
infraestructuras (hasta el 85%) ya están construidas. Así, la mayor parte de la
inversión (entre 7.000 y 10.000 millones de dólares) tendrá lugar en el país
presidido por Morales puesto que en la actualidad las dos redes ferroviarias
del país (la Andina y la Oriental) no están interconectadas, generando un
eslabón equivalente al 6% del Corredor” Ver https://www.eleconomista.es/transportes/noticias/9352074/08/18/Espana-peleara-por-la-conquista-del-tren-bioceanico-que-unira-Brasil-y-Peru.html
280818.
[14]
Algunos analistas como Slipak lo han sistematizado así en años recientes: “Ejemplifican
estas canastas exportadoras Brasil, concentrando para los últimos años
prácticamente el total de sus exportaciones a China en mineral de hierro,
porotos de soja y petróleo crudo; Colombia en petróleo crudo y
ferroaleaciones;; Chile en cobre y otros derivados del cobre; Perú en cobre,
mineral de hierro y otros metales; Venezuela mayoritariamente en petróleo crudo
y en menor medida en derivados del petróleo” (ver Ariel Slipak, EL ASCENSO…Ídem).
Los porotos de soja representan una porción importante de las exportaciones
agrícolas de la región a China, y en el total de las exportaciones del caso del
año 2000 al 2013 Brasil representó alrededor de 75% (puede verse CEPAL, Ídem).
[15]
CEPAL América Latina y el Caribe y China
Hacia una nueva era de cooperación económica, 2015. Santiago de Chile.
[16]
Puede verse ¿Qué plan tiene China para Latinoamérica? https://www.forbes.com.mx/que-plan-tiene-china-para-latinoamerica/, Javier Arreola julio
7, 2017.
17]
Puede verse CEPAL, Sede subregional en México. Enrique Dussel Peters Comercio e inversiones: la relación de
Centroamérica y China ¿Hacia una relación estratégica en el largo plazo?
2018.
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