COMO ENTENDER EL FUTURO
DE VENEZUELA PISANDO EL 2019
EDUARDO ORTIZ RAMIREZ
1. PROYECCIONES
SENCILLAS Y COMPLEJAS
Elaborar proyecciones o pronósticos
para años venideros puede ser desde una labor harto compleja y amplia,
abundante en cifras y algunas veces imprecisiones, o una labor llena de
honestidad o cinismo -según los casos- o también atiborrada de ideas o
aproximaciones aventuradas con fines comerciales, de figuración u ocasión. En
el caso de esta nota vamos a tratar de acercarnos al futuro con una perspectiva
de prognosis, de utilización de evaluaciones previas, de conceptos e
instrumentos supuestamente usados para mejorar el futuro de los habitantes y la
nación. En tales sentidos economistas, profesionales variados, organismos
nacionales e internacionales ya han venido preparando cifras y proyecciones de cómo
van a estar las cosas para el año 2019 según algunos de los señalamientos
hechos.
En ausencia de cifras oficiales
regulares sobre indicadores macroeconómicos, desde hace algunos años la
Asamblea Nacional ha venido registrando y divulgando niveles de inflación mensual
superiores al 100% con una proyección para fines de año que significaría varios miles por ciento. Por
su parte, el FMI ha proyectado una inflación de más de 10.000.000 % para 2019 (www.eluniversal.com, 9 octubre 2018). Para algunos aventureros de la opinión, la cosa puede
ser más fácil señalando cifras similares o superiores. Por otra parte, la misma
asamblea ha señalado que la actividad económica
cayó un 29,8 por ciento en tasa interanual en el tercer trimestre de 2018, en
una nación donde se ha presentado una recesión que está en su quinto año.
Para la perspectiva oficial todo es más
fácil para proyectar, pues según su interpretación Venezuela ha venido luchando
contra una intensa guerra económica
local e internacional, una de cuyas expresiones son las sanciones internacionales
que variados países le han colocado a Venezuela por sus afectaciones a la
democracia y las libertades. Siendo que los resultados de la administración
bolivariana han sido exitosos, habiéndose recuperado el nivel de vida de los
venezolanos de cualquier alteración que se hubiese tenido y estando en pleno
proceso de auge, crecimiento y sustitución del modelo de desarrollo rentista.
2. PROGRAMA DE
RECUPERACIÓN AGOSTO 2018 Y MEDIDAS DEL 29 DE NOVIEMBRE
Esa perspectiva oficialista se basa
en el supuesto éxito que se habría ido teniendo con la aplicación del Programa de recuperación… propuesto al
país el 17 de agosto de 2018 y ratificado y modificado dentro de las líneas de
aquel, en el discurso del Presidente Nicolás Maduro del día 29 de noviembre de
2018. De políticas propuestas, nuevos planes, acciones, operativos o comisiones,
está suficientemente nutrida la administración bolivariana, independientemente
de que unas u otros hayan sido menos exitosos u originales que los anteriores.
Como puede colegirse, además, todo lo visto es obra del presidente HC y de su
continuador el presidente NM. Mayores distorsiones, peores inventos pueden
adjudicársele a este último, pero todo estaba en desarrollo debido a las
acciones y tropelías de aquel.
EL PROGRAMA
El 25 de julio de 2018 la
administración bolivariana puso en curso el Programa de Recuperación
Económica, Crecimiento y Prosperidad, nuevamente con el propósito de enfrentar la
guerra económica. Y el 17 de agosto, el presidente NM señaló: “Pido a todas
y todos los venezolanos máximo apoyo al Programa de Recuperación Económica,
Crecimiento y Prosperidad. Exijo al Equipo Económico explicar bien a
nuestro pueblo cada acción que se estará implementando a partir del
próximo #20Ago” (@NicolasMaduro).
Desde julio 2018 venían señalándose
medidas como:
a) La reconversión monetaria,
que arrancaría el 20 de agosto
con la circulación y emisión del nuevo Bolívar Soberano, del nuevo cono monetario,
con anclaje al Petro; teniendo como componentes el cambio
del cono monetario y la reducción de 5 ceros a la moneda venezolana. b) Decreto
sobre
ilícitos cambiarios con el propósito de incentivar y permitir la inversión
en moneda
extranjera y eliminar las barreras de tales ilícitos correspondientes a otros
tiempos. c) Entrega a
través de PDVSA de un bloque completo de reservas petroleras certificadas (Bloque Ayacucho II, área
Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco consistente en 29 mil 298 millones
de barriles petroleros) como parte de la emisión de activos financieros y de
las reservas financieras del BCV. d) Decreto para exonerar de impuestos y de
gravámenes a la importación de todo los bienes de capital, materia prima,
insumos, agro insumos, repuestos, maquinarias y equipos, así como productos
manufacturados según códigos arancelarios a emitirse en los respectivos
ministerios e instituciones tributarias del país, por un periodo de un año. e) Censo
Nacional del Transporte en todas sus modalidades (sector privado y personal, motos,
carros, a todo el sistema de transporte: moto taxis, taxis, carritos por
puesto, autobuses, y todo el transporte de carga, desde encomienda hasta el
gran transporte de alimentos, bienes y servicios) (http://www.vtv.gob.ve/ 17 de agosto 2018)[1].
Llegados al mismo 17 de agosto y dada
la petición del presidente, debe señalarse que el Programa se convirtió -o
insistió el Presidente- en 7 medidas:
1.- “El petro ha sido fijado su
valor en dólares en (…) 60 dólares o más, es el precio del barril petróleo.
Ahora el petro va a anclar el precio del bolívar soberano y cada petro tendrá
un valor de 3.600 bolívares soberanos”, lo que implica una tasa de cambio de 60
bolívares soberanos por dólar”. 2.- Aumento y el anclaje de
los salarios y pensiones al petro. “He fijado el salario mínimo, las pensiones
y la base del salario para todas las tablas salariales del país en base a medio
petro, 1.800 bolívares soberanos (equivalen a 180 millones de bolívares actuales)”.
3.- La administración asumiría durante 90 días todos los salarios
de las PYMIS del país y de todo el sector privado: “tengo los recursos, si no
pueden avísenme, pero no voy a aceptar que me aumenten los precios porque
aumentaron los salarios”. 4.- Habrá un solo tipo de cambio, que
estará anclado al petro durante 90 días y que fluctuará con todo el resto de
monedas (dólares, euros, yuanes, etc.). “Elevaremos la frecuencia de subastas
ente Dicom con tres subastas semanales de oferta de divisas convertibles en
general, con la meta en 60 días de llegar a una por día y jugar claro duro y
directo en el sistema cambiario venezolano para tener un solo tipo de cambio
definitivamente y matar al dólar criminal, sepultarlo”. 5.- Incremento del
IVA de 12 a 16% y la recaudación del ISLR a una frecuencia semanal.
También un Impuesto a las Transacciones Financieras de hasta 2% para a los 133
mil contribuyentes especiales del país. 6.- Emisión de un bono para
los beneficiarios del carnet de la patria. “A través del carnet de la Patria a
partir del lunes 20 un bono de reconversión económica de 600 bolívares
(soberanos) a diez millones de carnetizados”. 7.- Incremento en el precio de la gasolina, sin pormenores sobre
cuándo se realizaría el mismo y señalando que “no tiene prisa” por los cambios,
que podrían ser paulatinos. Extendiéndose hasta el 30 de agosto el censo de
transporte (solo se podrá comprar gasolina con el Carnet de la Patria) (www.noticierodigital.com 17 de agosto 2018; www.eluniversal.com 17 de agosto 2018).
LAS MEDIDAS DEL 29 DE NOVIEMBRE
Las medidas tomadas el 29 de
noviembre de 2018 implicaron:
1) valor del petro es de Bs S 9.000
2) salario mínimo pasa a Bs S 4.500
3) otras medidas como diferenciales
de aguinaldos por nuevo salario, más bono navideño según procedimientos y ajuste
de tabla de hogares de la patria a partir del 01-12-2018 (ver www.el-nacional.com 29/11/18).
No habiéndose ejecutado el aumento
del precio de la gasolina, el cuadro de políticas económicas es bastante
similar con el contexto de inflación creciente al igual que el mercado del
dólar paralelo. Los siguientes tres elementos pasan entonces a ser componentes
de los puntos nodales fundamentales de cualquier proyección vista del lado del
contexto macroeconómico y del ámbito económico social.
3. INFLACIÒN, MERCADO CAMBIARIO Y SALARIOS.
La inflación
durante 2018 -y en 2019- ha venido -y seguirá- buscando su curso. Lo que se presentó
como una promesa de detener el crecimiento inflacionario desde agosto de 2018.
no pasó de ser más que una oferta incumplida. Los precios acordados y los siempre mencionados 50 rubros no pasaron de
ser más que suspiros de un día, pues la inflación en un escenario de alta
distorsión de los precios relativos tiene distintas maneras de auto
justificarse, incluso en un escenario de precios controlados. Las acciones iniciales
de sancionar a quienes alteraran precios hacia arriba más allá de lo acordado,
tampoco lograron detener la inflación y así fue siendo reflejado en el índice
inflacionario y en el valor de la canasta alimentaria y básica que con
regularidad registra Cenda en sus ordenamientos regulares[2].
Estructuralmente con una administración con escasez de recursos y sobre todo de
divisas, en un contexto de endeudamiento que se tenía ya estipulado significara
pagos de alrededor de 8.000 mil millones de $ anuales por concepto de pagos de
deuda externa, no le queda alternativa a una administración (con un número alto
de pensionados y de empleados públicos) que ha implicado la ejecutoria de
aumentos regulares de salarios sino la de la impresión de dinero inorgánico.
Desde 2013 las políticas antiinflacionarias
de la administración Maduro han consistido en denunciar guerras económicas en
su contra y de la nación, acciones de cierres de establecimientos o
expropiaciones así como en seguir ejecutando políticas de precios controlados
que ahora han tomado también la forma de
precios acordados. La teoría y la
experiencia de políticas ejecutadas en la región ha implicado en contextos
hiperinflacionarios como el de Brasil a finales de los ochenta e inicios de los
noventa la ejecutoria de planes antiinflacionarios, implicando la
instrumentación de una nueva unidad de cuenta y pago, controles en el gasto público
y la correspondiente restricción para nuevas emisiones de dinero inorgánico por
señalar algunos de los elementos. Para finales de 2018, se observa la
continuación de las políticas señaladas para la administración Maduro.
Correspondientemente el escenario hiperinflacionario para 2019 continuará y -muy
seguramente- como mínimo en los niveles ya señalados más arriba.
El otro ámbito donde el programa de agosto ofreció tener grandes éxitos es el
del mercado cambiario y
específicamente el mercado del dólar
paralelo, que pasaría a ser sustituido por el dólar dominante que vendría del precio del barril/ precio de
arranque $ Dicom/precio del petro. Después
del escenario de estancamiento
expectante de las primeras horas y días, el mercado del paralelo comenzó a
subir llegando para la entrada de diciembre de 2018 a una distancia de cerca de
5 a 1, al compararlo con el particular dólar Dicom, tomando como referencia el
portal de menor cotización registrada y hasta casi 6 al cotejarlo con el
promedio general de los portales (ver @monitordolarve 30 de noviembre). No hay
nada que indique que se irá teniendo una contención, en el crecimiento del
valor del mercado de dólares. Correspondientemente, el dólar seguirá creciendo a
los niveles correlacionados con el contexto hiperinflacionario y el aumento de
la desconfianza en la evolución de la economía y el mantenimiento de las
políticas económicas imperantes.
Los salarios,
por su parte, han pasado a ser el termómetro del deterioro en el bienestar de
las mayorías y expresión de su descontento -contrario a lo que aprecia la
administración bolivariana- y que se resume en la expresión y las caras cuando
se oye “nuevo aumento de salarios”. Los
precios y los aumentos de los mismos se han venido conteniendo –pero solo allí-
al momento que se espera un nuevo aumento de salarios. De continuar con esta
política errada e inflacionaria, la inflación para finales de año y para el año
2019 seguirá aumentando en su expresión de hiperinflación y sus límites son
solo la disminución a lo más profundo en el bienestar y en las condiciones de
vida de personas y familias completas y –ahora- de las grandes mayorías
integradas por sectores de bajos ingresos y clases medias.
Fue tal deterioro lo que perfilamos
sucedería con la estructura de salarios relativos implementada desde agosto de
2018 y que hoy se expresa en continuas protestas, incluso en el propio sector
público. El aumento del salario mínimo que, multiplicado por 60
el existente a ese momento, llegó a 1800 Bs S. o 180 millones de Bs F. nunca se
había visto en la economía venezolana. La
administración se cuidó de no comunicar lo relativo al bono alimenticio y no
fue sino hasta el tres de septiembre que -con fecha 31 de agosto- circuló la Gaceta Oficial Nro. 41.472 (www.el-nacional.com 4
septiembre 2018) donde se formalizó el aumento del salario y del bono
alimenticio. Se ponía un coto a la bonificación
del salario pudo pensar uno. Pero no, el asunto no iba por allí. A pesar de
ello, hay que señalar que ese bono alimenticio lo consumió la hiperinflación.
Claro, hay que reconocer lo que ya destacamos: se redujo la bonificación del salario. Los
empresarios, los que producen según el caso o los que continúan con las contrataciones,
son los que lidian o no -según sus posibilidades- con los pagos de salarios y
los pasivos laborales.
La esencia se encontraba en que ese salario mínimo pasaría a ser un elemento
nucleador de la nueva noción de felicidad que, ha tratado de implantar la
administración bolivariana. Esta no es más que la de que no hace falta tanto
dinero ni tanta distancia en los salarios relativos. Dicho de otra manera: no
tiene que haber tanta distancia entre los salarios de unos y de otros. Es esa
la lógica de un aumento tan notable en el salario mínimo y que ahora ha dado sus derivados, aumentando las
complejidades de la medida al acentuarse el empobrecimiento de distintos grupos
sociales, según la hiperinflación ha ido consumiéndose el salario mínimo y los
niveles de las distintas escalas ahora más cercanas del mismo[3].
Esta es la base para el nuevo aumento del salario del 29 de noviembre de 2018 y
de los futuros aumentos según hemos señalado.
En este último aumento no se mencionó
el bono alimenticio[4] y
el presidente NM pasó a insistir en la salarizaciòn
del ingreso de los trabajadores, lo
cual se entiende con diferentes resultados a la bonificación del salario. Pero esta salarización no genera
mayores perspectivas pues, independientemente de su nivel, será asimilada por
la hiperinflación.
4. LAS PERSPECTIVAS DESDE UNA MANERA DE FORMULAR POLÍTICAS
En ausencia de ejecutorias que
atendieran más adecuadamente los problemas estructurales que en el campo
macroeconómico -y dada su condición de economía rentista, necesitada de un
cambio de modelo de crecimiento- presenta la economía venezolana y, donde la
administración bolivariana lleva ya 20 años de responsabilidad[5],
esta última ha optado por la ejecución de políticas itinerantes y efectistas.
Tales políticas se han basado en la atención de variados y numerosos problemas
atendidos con igual número de mecanismos y que en momentos aparecen o
desaparecen.
Dentro de los elementos de su manejo
de la economía tenemos, así, para la administración bolivariana en su versión
NM y desde una perspectiva meramente instrumental,
los siguientes puntos.
DICOM. Órgano
e instrumento en permanente reestructuración y replanteo. Esto es, siempre se
vuelve a lanzar como en un “ahora sí”. Su afectación es estructural: no hay
tantos dólares como antes, ni cercanamente. Los dólares existentes son para el
sector público, pago de deuda, la camarilla y las otras reparticiones
discrecionales. Solo después de alrededor de dos meses después de las medidas
de agosto de 2018 las subastas Dicom pasaron a ofertar en varios casos sobre
los 5 millones de dólares.
CRIPTOMONEDA.
En ausencia de soluciones por la vía DICOM, precios del petróleo relativamente
estancados y otras exportaciones menguadas, la administración ha pensado y
actuado para establecer el modernismo de
una criptomoneda. Las criptomonedas no son fáciles, generan dificultades
y sospechas. Requieren respaldo, que Venezuela ha ofrecido, pero que no puede
garantizar. Alternativa de desespero o última esperanza para nuestro caso[6].
CAJAS. Su
expresión más difundida en la administración bolivariana son las cajas CLAP,
que vienen de la organización del mismo nombre y que ha terminado
convirtiéndose en uno de los pocos lugares donde hay productos a precios bajos.
La calidad de los productos que trae no es muy buena en la mayoría de los
casos, como es conocido hasta por los oficialistas. En algunos lugares es
regular su entrega, en otros no y existen numerosas sospechas e indicios que se
comercia con ellas en varios sentidos; lo que sí existe como constatación, es
su condicionalidad, restricciones y discrecionalidad.
BONOS. En la
ampliación de la dimensión del populismo, ya suficientemente presente en los
aumentos frecuentes de salario, el presidente Maduro ha instaurado la política
de los bonos (navideño, día de reyes, carnavales y otros). A aumentos de
salarios inflacionarios, que no tienen relación con la productividad y los
equilibrios económicos, se les suma la asignación de bonos que en momentos han
superado al salario (bonificación del
salario), incluso en casos son independientes de la tenencia de un salario
o se asignan como complemento a la pensión.
CARNET DE LA PATRIA. Debe ubicarse el fenómeno de los bonos, también como paralelo y
consustancial al llamado carnet de la patria; igualmente ha dicho el presidente
que más de 18 millones de venezolanos lo tienen o se han inscrito. Los
venezolanos sobreviven a toda costa y la administración genera mecanismos de
registro y control así como condicionalidades, incluso para sus adeptos. Uno de
sus últimos impulsos fue atinente a la tenencia del carnet para poder ser beneficiario
del subsidio a la gasolina.
ORGANIZACIÓN POPULAR. ¿Hasta dónde ha llegado la organización popular en una administración
que la lidera pero que no logra controlar los excesos en el sistema ferroviario
en los valles del Tuy o los desórdenes en el Metro de Caracas[7]
o las disfunciones presentes en cuerpos militares o policiales que deberían ser de sanidad y
vigilancia? La organización popular se ha ido volcando hacia la propia
sobrevivencia.
MOTORES.
Después de alrededor de 17 años, de no haber alcanzado la economía venezolana
ningún cambio trascendental en positivo y de haber dilapidado un nivel de
ingresos envidiable para la mayoría de los países en desarrollo
latinoamericanos (más de 1 billón de $), los motores se convirtieron también en
una de las grandes ofertas de la administración bolivariana. Otro “ahora sí”.
Ya vistos en más de 19 años, no han dado tampoco esos frutos. La economía tiene
cinco años de decrecimiento continuado. Tal decrecimiento en el producto territorial,
acumula más de un 50% para los cinco últimos años. Los registros de Conindustria resaltan como quedan solo
alrededor de 3.800 establecimientos industriales, lo cual para el patrón
latinoamericano de incluso economías en desarrollo medianas (no México o
Brasil) es extremadamente alarmante. El cierre de empresas de comercio,
importación, servicios y producción es creciente y observable en distintos
lugares del país y en la región capital en particular. Las proyecciones dado el
contexto no perfilan nada distinto-
PAIS POTENCIA.
Ambición temprana expresada por el presidente Chávez en inicios de su gobierno
y retomada por el presidente Maduro. Al momento actual Venezuela no se ha
convertido ni en potencia agrícola, ni potencia industrial, ni potencia
petrolera, ni mucho menos país potencia. La industria petrolera ha pasado por
parecidas afirmaciones de exaltación en variadas administraciones, porque se
tiene petróleo para 300 años.
Petróleo bastante difícil de extraer, más aun en una economía que ha visto
decaer su principal actividad y decaer su principal empresa.
MICROMISIONES.
Una primera micromisión atañe a
reconquistar la producción petrolera[8],
una segunda la recuperación del eje refinador de Paraguaná, una tercera la de
poner en funcionamiento todos los elementos de la cadena ferrominera (léase
antiguas empresas básicas), una cuarta atinente a la importancia de la
actividad petroquímica en su relación con la industria petrolera, una quinta la
de producción de lácteos y cereales o la sexta
concerniente a la producción de bienes para el aseo personal. También lo
tocante a la “estratégica“[9]
producción de semillas, muy vinculada a la seguridad alimentaria[10]. La
administración bolivariana tiene parte importante en la responsabilidad de la destrucción y decaimiento en estas
áreas o sectores.
MEGASOLUCIONES. El presidente NM ha expresado que con las micromisiones y aplicando los conceptos de eficacia y eficiencia económica puede aspirar a encontrar megasoluciones que permitan
restructurar la manera organizacional de toda la sociedad. Dando por supuesto,
de parte del presidente, que la sociedad venezolana se encuentra en ese
tránsito y no en uno hacia una mayor paralización y destrucción económica, en
base a un conjunto de políticas e instrumentos repetidos y que no lograrán
controlar los mercados negros ni la hiperinflación.
En varios de estos elementos y en el
conjunto de ellos, los éxitos son pocos y de relativo significado. No parece
pueda esperarse de su evolución soluciones contundentes a la aguda problemática
que ha acumulado Venezuela para 2018. Por otra parte, dado lo anterior y el
contexto actual no pueden albergarse desde estos perfiles, mejoramientos en las
perspectivas de crecimiento y bienestar
para el 2019 en Venezuela, pues la dinámica de
estos elementos refuerza parte de los perfiles negativos previamente
señalados para este año destacado.
5. EL PARTICULAR CASO DEL PETRO/CRIPTOMONEDA
Ante las restricciones de los
financiamientos internacionales por ausencia de préstamos voluntarios o
sanciones, dada la evolución económica y política de Venezuela durante 2017[11]
y 2018, aunado a la disminución de los ingresos petroleros, a las malas
inversiones y a la privatización del erario público vía corrupción, la administración
bolivariana se ha planteado como especie de último recurso la creación y manejo
de una criptomoneda tal cual ya se ha señalado. Consideraciones varias ha
estimulado esta acción de la administración creando el petro: no hay confianza en las condiciones de la nación, ni de la
administración, el respaldo de la misma se hace con recursos naturales no
disponibles en lo inmediato y otras derivadas de las particularidades mismas de
las criptomonedas.
En el caso de Bitcoin una de las
cripotomonedas más destacada Carlos Daly señala como “Desde hace algo más de
una década, las cryptomonedas se han convertido en una alternativa relevante
frente a los medios tradicionales de inversión. Desde el punto de vista
técnico, el Bitcoin es una Criptomoneda. Es decir, está ubicado en el grupo de
monedas autoreguladas. Ello se traduce en que no tiene respaldo ni de los
Estados/Nación ni de los Bancos Centrales ni de ninguna entidad empresarial en
particular. En su lugar existe el registro de BLOCKHAIN. A este último se le
considera un mecanismo de códigos cifrados que permite llevar un orden
específico en las emisiones de Bitcoins.”; así también en una perspectiva más
general: “Estamos, sin lugar a dudas, en medio de una fiebre del Bitcoin y del
Blockchain en una economía global cada vez más digitalizada. El oro digital
está a la vuelta de la esquina y atrae a un público tan numeroso como incauto,
como si se tratara de un juego de azar; arriesgado, fortuito e inseguro.”[12].
Pero como siempre sucede, señalamos de nuestra parte, en los mecanismos
monetarios y comerciales a nivel internacional, hay más confianza en unos que
en otros.
Una muestra de ello lo deja la nota
reciente de bbc.com sobre los vaivenes que en 10 años ha tenido Bitcoin. ”El
valor del bitcoin siempre está determinado por la intensidad de la oferta y la
demanda. Y si los mineros dejan de generar nuevas monedas, el valor de la
divisa cae. Eso provoca que el mercado pierda la confianza. Y si no hay
confianza, la gente se pone a vender aún más. …Quienes están dispuestos a
arriesgarse a los vaivenes de las bolsas, han visto en el pasado cómo de un
segundo a otro el barco puede naufragar.”[13]
Este mercado con una criptomoneda desconocida y que no genera confianza no
parece entonces, en nuestra consideración, el mejor generador de optimismo para
el futuro próximo de Venezuela o año 2019, dadas sus agudas necesidades de
divisas.
En otro orden de ideas los bancos
centrales del mundo han empezado a discutir la idea de monedas digitales
emitidas por ellos mismos (CBDC). Dentro de los elementos que han venido condicionando estas nuevas propuestas se
cuentan situaciones como que “El efectivo se utiliza cada vez menos
y prácticamente ha desaparecido en países como Suecia y China. Al mismo tiempo,
los sistemas de pago digitales –PayPal, Venmo y otros en Occidente; Alipay y
WeChat en China; M-Pesa en Kenia; Paytm en la India- ofrecen alternativas
atractivas para servicios que alguna vez sólo proporcionaban los bancos
comerciales tradicionales”. En general,
estas creaciones tecnológicas de servicios financieros no se basan en las criptomonedas o en el
blockchain (cadena de bloques) y buena parte de ellas están articuladas a
bancos tradicionales. Correspondientemente, se estima que si se emitiesen CBDC, no estarán relacionadas con las tecnologías de blockchain. En
cualquier caso, las perspectivas abarcan diferentes consideraciones según
desempeño de bancos centrales y comerciales, pues se estima que aquellos son efectivos a la hora de mediar en
los pagos interbancarios y tramitar transacciones o que ni siquiera los
sistemas completamente digitales como Alipay o Venmo pueden operar fuera del
sistema bancario, por mencionar algunos elementos[14].
Se trata entonces de un escenario bastante complejo y lleno de complicaciones
técnicas en el cual no es nada seguro –según nuestra opinión- que una nación
atribulada y con numerosas necesidades de divisas y financiamientos, pueda
tener soluciones abundantes e inmediatas para sus planes y proyectos, teniendo
20 años de ejecutorias junto a un escenario de pobreza y definido decrecimiento
por 5to año consecutivo. La administración bolivariana piensa que sí. Pero los
resultados son otros y 2019 pasa a ser un año de mayores complicaciones dados
los compromisos, las necesidades y las líneas de política que se mantienen.
6. LA AUSENCIA DE
DIVISAS CON HIPERINFLACION DESBORDADA
Organismos como el Banco Mundial han
estimado que, la recesión en Venezuela, entre 2018 y 2019, puede sumar más de
26 % de decrecimiento. Igualmente, hasta 2018, supera el 50% la recesión
acumulada en 5 años desde 2014[15].
El desempleo abierto se estima ya en la actualidad en alrededor del 30%,
sumándole aumento de la informalidad e imprecisiones derivadas de la confusa
situación de interconexiones en la producción que todavía subsiste.
Las difundidas proyecciones de The
economist aunque más bajas para Venezuela en 2018, no dejan de ser alarmantes,
al indicar que la crisis continuará empeorando de acuerdo a las
previsiones económicas que ponen a Venezuela como el líder en peor rendimiento
económico de todo el mundo en el año señalado. La contracción de la economía venezolana, prevé ser de -11,9
% para el 2018. A Venezuela solo la acompañan otros tres países en la lista de
crecimiento negativo: Puerto Rico con -8 %, Guinea Ecuatorial con -3.7 % y
Corea Del Norte con -1 %. Así el medio ha señalado que “Las heridas en Venezuela, que
probablemente sean las de peor desempeño con una pérdida del 11.9%, son
autoinfligidas, ya que la gran mala administración ha llevado a la
hiperinflación y al inminente incumplimiento de la deuda soberana”[16].
Son variados los aspectos
institucionales, estructurales, macroeconómicos, de sentido y elaboración de
políticas implicados, pero es resaltante la ausencia de divisas que presenta la nación, después de haber dispuesto
de un cuantioso excedente durante buena parte de los 20 años de sus
ejecutorias y que no es evidente haya
sido invertido en sus ¾ partes en Gasto social o que la corrupción haya estado
lejos de ese más de 1,2 billones de $. El férreo y perjudicial control de
cambios desde 2003, ha añadido su cuota parte así como también inversiones
ineficientes y proyectos infructuosos. La disminución de los precios del
petróleo desde 2014 solo en tiempo reciente ha sido compensada parcialmente con
aumento de precios, que se han enfrentado con la disminuida producción petrolera
de la nación por falta de acciones preventivas, incluidas adecuadas
inversiones.
En ese contexto la administración ha
optado por tener el petro como una
especie de última esperanza –tal cual
se señaló- y al Arcominero como polémica inversión, colmada de numerosísimas
criticas ambientales y de aquellas vinculadas al “aprovechamiento” del
tradicional -y criticado también por la izquierda
en América latina- extractivismo.
Esa ausencia de divisas continuará en
2019 y el petro no brindará la
solución ampliada que espera la administración. Pero también continuará
avanzando la dolarización informal, que ha ido abarcando a la economía
venezolana. Además de las expresiones tradicionales que ha venido implicando
tal dolarización[17]
ahora se le aúna y es previsible que se irá extendiendo en 2019, la oferta de
bienes directamente en dólares. A pesar de las leyes, de las normas y de los
esfuerzos de la administración bolivariana por facilitar el uso y registros en
otras monedas, el dólar sigue imperando y extendiendo su uso informal.
Igualmente continuará en 2019 la
hiperinflación desbordada, con límites en la destrucción de la salud, la vida,
la estabilidad y el impulso a la migración de las personas y el recurso humano
del país. Los ejecutores del poder ven todo estable y mejorando, pero la
mayoría de la gente siente zozobra e inestabilidad profunda con un proceso
hiperinflacionario no visto antes en Venezuela. La programación de la vida, la
estabilidad de las familias y de las inversiones y empresarios se ve
crecientemente horadada por la inflación en su versión extrema. Iniciando 2019 ya
estará, por otra parte, nuevamente oxidado el nuevo cono monetario y
seguramente la administración bolivariana en sus lides repetitivas volverá a
quitarle ceros a la moneda.
COMENTARIO FINAL
Leyes de papel controladoras e
intervencionistas, buscando desarrollar sin éxitos un modelo hace tiempo
fracasado, que han ido paralelas a la desinstitucionalización y a la pérdida de
autonomía de poderes y del ciudadano, son parte del contexto de la actual
realidad económico y social de Venezuela. Y con ello y la ausencia de divisas y
el tejido hiperinflacionario, han aumentado los costos de transacción, produciéndose, crecientemente, cierres y pérdidas
de empresas e implicando un Estado endeudado -después de los significativos aumentos
de los ingresos petroleros- y que persiste en medidas populistas y la emisión
de dinero inorgánico. No deja aquel
contexto otras proyecciones para el 2019, sino las del aumento de la
dolarización informal, la inflación, el desempleo, el decrecimiento y el
aumento en el deterioro en el bienestar de la mayoría de la población
venezolana.
O5 de diciembre 2018
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
[1]
Una opinión contundente después de los anuncios del 25 de julio de 2018 fue la
del presidente de Conindustria, Juan
Pablo Olalquiaga, quien indicó que la ley de ilícitos cambiarios debía ser
desmontada y no modificada. "Las medidas que anunció Maduro son una
payasada. Hay que desmontar por completo la ley de ilícitos cambiarios, no
anunciar que la van a modificar sino desmontarla". Aseguró, además, que
los anuncios que realizó el presidente Nicolás Maduro en materia económica, el
día 25 señalado, no tenían sentido, ya que el Petro no tenía valor comercial
y estaba sancionado por Estados Unidos. "Estos gobernantes carecen de
credibilidad y capacidad para resolver algo, por lo que reitero que esas
medidas son una payasada. Lo previsible es que habrá más inflación" (www.el-nacional.com 26 de julio 2018).
[2]RESUMEN
EJECUTIVO CANASTA ALIMENTARIA DE LOS TRABAJADORES / CAT. OCTUBRE 2018 COSTO
MENSUAL= Bs. S 22.515,79 / Bs. F 2.2251.579.000,00 VARIACIÓN INTERMENSUAL=
84,4%. RESUMEN EJECUTIVO “CANASTA BÁSICA
DE ALIMENTOS, BIENES Y SERVICIOS” SEPTIEMBRE 2018 COSTO: Bs. S 20.327,33/Bs. F
2.032.733.000 VARIACIÓN INTERMENSUAL SEPTIEMBRE/AGOSTO: 176,1% (ver www.cenda.org.ve).
[3]
Ver Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/37349984/LO_QUE_VIENE_SOBRE_LOS_SALARIOS_EN_VENEZUELA._5_de_septiembre_2018
[4]
Para los primeros días del mes de
diciembre no se han visto pronunciamientos al respecto.
[5]
La administración bolivariana en la
versión de la presidencia de HC y la de NM siempre ha insistido en los 40 años
que -previo a ella- invirtió sin éxito la sociedad venezolana. Además de lo
insostenible de esa afirmación, ahora deberá sopesarse que tal administración
acumula ya 20 años para inicios de 1999.
[6]De
interés Carlos E. Daly Gimón De monedas virtuales, monedas digitales y
Criptomonedas, jueves, 8 de
febrero de 2018. http://masterecointerucv.blogspot.com/2018/02/de-monedas-virtuales-monedas-digitales.html;
Laura Rojas. Venezuela, sanciones internacionales y criptomoneda. Tomado de www.prodavinci.com miércoles, 20 de
diciembre de 2017. http://masterecointerucv.blogspot.com/2017/12/venezuela-sanciones-internacionales-y.html.
[9]
Paradójico planteamiento dados los resultados de la administración en estos
menesteres.
[10]
Bueno leer Pedro R. Solórzano http://masterecointerucv.blogspot.com/2018/10/agroislena-ca-y-la-agricultura.html.
6 de octubre 2018.
[13]
Ver www.bbc.com Bitcoin: 3 razones para
entender el colapso de la criptomoneda y por qué puede seguir cayendo; Cecilia
Barría BBC News Mundo 29 noviembre 2018.
[14]
Ver Nouriel Roubini Por qué las monedas
digitales de bancos centrales van a destruir a las criptomonedas. Project Sindycate Noviembre 19,
2018. https://www.project-syndicate.org/commentary/central-banks-take-over-digitalpayments-no-cryptocurrencies-by-nouriel-roubini-2018-11/spanish.
[17] Ver Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/35232833/VENEZUELA._AVANZA_LA_DOLARIZACI%C3%93N_INFORMAL._23_noviembre_2017.
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