martes, 22 de marzo de 2016

LA POLÍTICA COMERCIAL Y LA INSERCIÓN INTERNACIONAL EN LA ADMINISTRACIÓN BOLIVARIANA.


EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

La política comercial y la inserción internacional de             venezuela desde 1999

Inclinación de la política comercial.

De acuerdo con la Constitución[1] vigente desde diciembre de 1999, el Estado se reserva el uso de la política comercial para defender las actividades económicas de las empresas nacionales públicas y privadas (Art. 301). Tal política, en el inicio de la administración bolivariana pasó a ser ejecutada a través del Ministerio de la Producción y el Comercio creado en 1999. El Ministerio se conformó con los Viceministerios de Comercio, Industria, Turismo y sus organismos adscritos y relacionados. En cuanto a la política exterior y las negociaciones comerciales multilaterales, éstas se consideraron atribuciones del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Con relación a lo contenido en el documento Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007[2], en él se establecieron los siguientes objetivos en materia de comercio o política comercial:[3]
-Alcanzar mayores niveles de competitividad (hacia fuera y hacia adentro) para generar una estructura de precios relativos favorables a la producción nacional.
-Modernizar los sistemas que constituyen las redes de distribución, procurando superar la fragmentación de mercados y los mecanismos de comercialización.
-Establecer relaciones entre los productores primarios y los transformadores industriales con el fin de eliminar las estructuras de mercado oligopólicas que intervienen en la variación de los precios conteniendo de forma artificial la oferta y su impacto negativo en términos de inflación.
-Impulsar el proceso de apertura económica promoviendo la revisión de los acuerdos subregionales con el fin de obtener resultados equitativos para el productor nacional.
-Desarrollar un nuevo sistema aduanero acorde con los nuevos tiempos y que reduzca el contrabando.
-Estimular la libre competencia en la economía interna.
-Incentivar la inserción de los productos nacionales dentro del mercado mundial y regional estableciendo y asumiendo como premisa básica de competencia, la calidad superior, el precio más competitivo y una mayor capacidad de suministro.
-Impulsar el crecimiento significativo de la inversión en el sector comercio, telecomunicación y otros servicios.
-Propiciar escenarios favorables para el desarrollo del sector, mejorando las condiciones de empleo y remuneración, dada su masiva capacidad de generar puestos de trabajo.
-Incrementar los niveles de productividad del sector en rubros con opción a la exportación y garantizar eficientes condiciones de financiamiento.
Dentro de este contexto es importante destacar la prioridad del sector agrícola y los incentivos a las PYME’S. En el sector agrícola, se previó la incorporación de políticas comerciales que coadyuvaran a implementar el plan nacional de desarrollo agrícola y alimentario. Dichas políticas contemplaron la formación de precios rentables, cupos de importación, disposiciones fiscales y pararancelarias financieras que garantizaran la recuperación de la agricultura nacional.
Posterior a las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 se tiene el Primer Plan Socialista de la Nación 2007-2013. Dada la similitud de varios elementos entre el primero y el segundo plan, presentamos un resumen sobre asuntos de política comercial e inserción internacional, contenidos en el Segundo Plan Socialista de la Nación 2013-2019 o Plan de la patria 2013-2019, y de importancia para lo tratado en este trabajo.
En razón de ello, destacamos textualmente -en primer lugar- lo concerniente a comercio y productos agrícolas. Estos elementos están recalcados en el objetivo histórico N° 1, objetivo nacional 1.4. sobre la soberanía alimentaria  y en la desagregación 1.4.8. atinente a la promoción del comercio de exportación agrícola: “1.4.8.1. Constituir expresas mixtas de exportación con países miembros del ALBA y Mercosur…; 1.4.8.2. Diseñar y ejecutar una política de exportaciones de productos agrícolas… a los países del caribe y al Norte de Brasil; 1.4.8.3. Definir… políticas de protección comercial de la agricultura nacional; 1.4.8.4. Diseñar medidas de fomento…con miras a la exportación, con especial énfasis a las pequeñas y medianas empresas, empresas de propiedad social directas, cooperativas y otras formas asociativas”. En el caso del objetivo histórico 4, con el objetivo nacional 4.1., atinente a la construcción de la Unión latinoamericana y caribeña, existen varios objetivos estratégicos y generales (4.1.1. al 4.1.8.) que presentan desagregaciones que interesa destacar: “4.1.1.1. Fortalecer el papel de vanguardia del ALBA en el proceso de unidad de Nuestra América…; 4.1.1.3. Construir la Zona Económica del ALBA, fortaleciendo el papel del Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre)…; 4.1.2.1. Profundizar la alianza entre Venezuela y los Países del Caribe, mediante la iniciativa PETROCARIBE…; 4.1.3.1. Consolidar la Misión Mercosur para desarrollar las áreas de capacitación y formación para la exportación;… Inversión para la producción y promoción de la exportación;… y adecuación de infraestructura portuaria y aeroportuaria; 4.1.5.1. Fortalecer el papel de la Celac como espacio común para la integración política, económica, social, y cultural de la región; 4.1.6.2. Intensificar los proyectos grannacionales de la unión económica con los países del ALBA y de complementación productiva con los países del Mercosur; 4.1.7.1. Fortalecer el Banco del Sur…; 4.1.7.2. Generar una política permanente de financiamiento solidario para el impulso de encadenamientos económicos productivos…; 4.1.8.1. Consolidar a Venezuela como proveedor de cooperación solidaria…”. (Plan de la Patria…2013-2019. Gaceta Oficial extraordinaria 6118). 
Sobre estos objetivos debe señalarse que, en el caso del comercio exterior agrícola, dado el escenario presente de escasez, desabastecimiento y aumento de importaciones de variados productos -incluidos los agrícolas- acentuado a partir de 2012, es claro que lo planteado en el Plan de la patria no ha tenido resultados coincidentes con los objetivos señalados, pues Venezuela ha pasado a perfilarse como un claro importador de alimentos, tal cual se ilustra más abajo. En el caso de la reestructuración industrial y/desarrollo de la competitividad, los logros son bastante escasos pues el contexto macroeconómico y de opciones de política, han producido un agudo proceso de desindustrialización, materializado en la reducción del número de establecimientos industriales, como sistemáticamente ha venido registrando CONINDUSTRIA[4]; implicando también, aquel contexto, la inexistencia -al igual que en administraciones anteriores- de una política comercial selectiva y una política industrial activa que pudiesen propender a generar beneficios en los desarrollos sectoriales. En otros aspectos, conceptuales o de objetivos de política, es evidente que la nación ha venido apuntalando -en el contexto de la administración bolivariana-, su papel de otorgante de ayudas y beneficios a naciones más pobres de la región y alcanzando para sí misma pocos resultados provechosos en términos de estabilización macroeconómica, transformación estructural y mejoramiento de sus niveles de desarrollo.

La integración

La administración bolivariana se ha pronunciado con gran énfasis en la importancia de la integración latinoamericana. En realidad, la misma tenía ya casi tres lustros –al iniciarse aquella- de haber ingresado en una etapa que se asociaba a: la existencia de bloques económicos; desarrollo de áreas como servicios y propiedad intelectual; acuerdos de nuevas generaciones; desarrollo exagerado del bilateralismo; discursos que no terminaban de convertirse en experiencias concretas de impulso al comercio según los casos; violaciones y acomodos como los de México en ALADI para atender sus intereses en cuanto al TLCAN –no transfiriendo a los miembros de ALADI los arreglos alcanzados en esta última experiencia de integración llevada con Canadá y EEUU.- o los de Venezuela en su relación con Colombia; o a las asimetrías y compensaciones en las experiencias particulares de integración como eran los casos de la Comunidad Andina y Mercosur[5].
La integración y los acuerdos tienen sus reglas. No debe la improvisación  convertirse en el instrumento determinante en la formulación de políticas. Más aun, en un escenario como el latinoamericano, donde sus élites gobernantes, en algunos casos terminan apartando propuestas compartidas en el campo del comercio y la integración o importándoles más sus probables relaciones con EE.UU. o con Rusia o China más recientemente. Los embajadores venezolanos relacionados con el campo comercial, tienen conocimiento sobre cómo varias naciones de la región utilizan el pragmatismo a la hora de negociar o presentar sus intereses comerciales[6].
Uno de los países que en la región latinoamericana presenta mayor dimensión en las relaciones comerciales a lo interno de la misma es Brasil (Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe-INTAL. El comercio intrarregional sudamericano: patrón exportador y flujos intraindustriales. Romina Gayá y Kathia Michalczewsky. Nota Técnica# IDB-TN583. Mayo 2014). En particular, el perfil de la integración y desarrollo del comercio entre Venezuela y Brasil puede ameritar variadas consideraciones desde el punto de vista sectorial y regional, al considerar la vasta dimensión territorial de aquel país. Es altamente ilustrativo, de las interpretaciones que han estado presentes en la administración bolivariana, parte de lo expuesto por el propio Presidente de la República, Hugo Chávez, en la oportunidad de la reunión efectuada en Miraflores el 14 de septiembre de 1999, con empresarios del Estado brasileño de Amazonas. Dijo el Presidente que las relaciones entre los dos países “deben tener carácter existencial”.  Y ello derivaba de que los dos países están llamados a ser “el epicentro de un polo de fuerzas mundiales, de una vasta región poderosa por sus riquezas, por el calor de su gente, por la inventiva de sus pueblos y por la fuerza infinita que está a la espera de ser desarrollada”. Más aun, y hablando de la particular situación del comercio entre la zona norte de Brasil y el sur de Venezuela, insistió en que estos dos espacios son “desde el punto de vista geográfico, geoeconómico, geosocial y geohumano, la bisagra de la unión y de la unificación.”[7] Estas expresiones, son consustanciales a las posiciones que varios representantes gubernamentales han presentado sobre la integración, desde que se inició el período gubernamental de la administración bolivariana. Uno de los resultados de estas coincidencias es la creación de ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP).
Tales posiciones han influido en la manera de abordar los distintos proyectos o propuestas en curso en América Latina y que hayan podido tener o no interés para Venezuela[8]. Puede señalarse, así, la facilidad con la que Venezuela solicitó en junio de 2001[9] su ingreso al Mercosur –materializado en 2012- pero también lo que han sido las gestiones y actitudes del ejecutivo cuando Venezuela era miembro de la Comunidad Andina –lo fue hasta 2011- que, con las ideas de alcanzar una integración integral[10] y no solo económica o comercial, facilitan reincidir en la grandilocuencia y los planteamientos altisonantes que han limitado la propia operatividad de la integración en la región.
Todos estos elementos han dado como resultado que, en la administración iniciada en 1999, se haya carecido de una política de estado hacia la integración económica[11], aunque se haya invertido mucho en pronunciamientos sobre la misma y se hayan tenido resultados como los señalados (Eduardo Ortiz Ramírez ¿Tiene Venezuela una política de integración económica?  Lunes, 22/09/2014, www.aporrea.org).
En una nación altamente presidencialista como la venezolana es indudable que las referencias hechas por el Presidente de la República adquieren importancia para medir el grado de imprecisión, equivocación o certeza que pueda o haya podido tener el ejecutivo sobre los procesos integracionistas. Para el caso de este punto en el trabajo, sirve de referencia el Discurso en inauguración de la I Cumbre sobre la Deuda Social y la Integración Latinoamericana, Hugo Chávez, Caracas, Círculo Militar, 10 de julio de 2001 (Eduardo Ortiz Ramírez, La integración según el presidente. 23 de julio de 2001.  www.analitica.com), del cual hemos extraído algunas ideas fundamentales y que presentamos en bloque a continuación.
1. "...La propuesta del ALCA por ejemplo, es una propuesta de matrimonio por interés. No tiene alma, le han extraído el alma, no tiene pueblo..." 2."...Aquí tenemos que acelerar muchas cosas, pero no es el ALCA precisamente lo que hay que acelerar. Tenemos que acelerar la integración nuestra, de Suramérica, de Centroamérica, del Caribe. Pero además tenemos que revolucionar los mecanismos de integración. Yo acabo de entregar la presidencia de la Comunidad Andina de Naciones... ...pero soy un radical crítico del sistema de integración andino, así llamado. Y Venezuela pertenece también a la Asociación de Estados del Caribe, y Venezuela pertenece también al Grupo de los Tres y al Grupo de los Quince y al Grupo de los 77 y al grupo de los doble equis. Bueno, cuántos grupos hay en el mundo y creo que ninguno sirve. Tengo dos años y medio yendo a cumbres y cumbres... ...pero creo que estamos equivocados,... creo que tenemos la carreta delante de los caballos. La integración no puede partir de lo económico, eso debe ser consecuencia…    ...debe partir de lo político, una decisión política que hay que tomar de gran dimensión..." 3."Se trata de tomar decisiones de una gran envergadura política. Ah, pero se conspira contra esas decisiones, hay una conspiración internacional en contra de la integración de América Latina y del Caribe... Contra Venezuela, por ejemplo, se conspira,... ...se está conspirando y se seguirá conspirando...". 4. "Entonces debemos conformar o contribuir pues, desde aquí, a la conformación de un mundo pluripolar. De Europa aplaudimos la Unión Europea. Nos alegra muchísimo la Unión Europea y la reunificación de Alemania y el fortalecimiento de Europa y la monedas europea: el Euro..."
Transcurridos alrededor de 15 años desde que fueron realizadas las afirmaciones del caso puede decirse que se trataba -en la óptica del presidente Hugo Chávez (HC)- de la voluntad política anticapitalista o antiimperialista, como la han manejado grupos y partidos de izquierda en América Latina. Y sobre ella, no es claro que numerosos gobernantes latinoamericanos estén en la segunda década del siglo XXI en esa onda, como señalaremos más adelante. Puede afirmarse, con igual importancia que, en América Latina, a distintos gobernantes les ha faltado voluntad política y operativa para actuar firmemente en cuanto al desarrollo y sus posibles vínculos con la integración económica. También debe señalarse que es difícil -aun a sabiendas que en la política y la acción de gobierno se argumenta en el terreno de lo increíble- demostrar que haya podido existir una conspiración contra la integración latinoamericana[12]: parte de sus fracasos tiene que ver con la propia responsabilidad y actitudes de los latinoamericanos. Debe señalarse –dada la referencia hecha por el presidente HC- que el comercio intraeuropeo ha sido altamente representativo del comercio total de las distintas naciones de la Unión Europea. En el principio fue el comercio, la cercanía y los patrones de industrialización, parte del conjunto de elementos que impulsaron la integración lo cual es expresión de la importancia del tratamiento técnico y conceptual que debe tener la integración además de su perfil político.
Como puede observarse, parte de los tránsitos de la administración bolivariana (actitud contraria a ALCA, distanciamientos con la comunidad andina, actitud antiimperialista como objetivo de la propia integración o creación de un mundo pluripolar) estaban presentes ya en esta alocución del presidente HC. Debe resaltarse como una tendencia en los basamentos de la actitud hacia la integración y hacia la conformación de una particular política exterior, como se señala más adelante en este trabajo. Los mismos que estuvieron presentes en sus posiciones en la Cumbre de las Américas llevada a cabo en Mar del Plata Argentina a finales de 2005, que se constituyó en el momento a partir del cual la propuesta de ALCA pasó a perder fuerza o impulso (Eduardo Ortiz Ramírez y Marisela Díaz, Algunas percepciones de la IV Cumbre de las Américas. 6 de noviembre de 2005. www.analítica.com).
Un último punto a analizar en lo que concierne a integración atañe a los Acuerdos de Libre Comercio (ALC),  que son una de las formas en que se materializa la misma y que está vinculado al desarrollo de las exportaciones. Algunos estudios en la región, han buscado vincular los dos elementos en algunas de sus dimensiones. De seguida –brevemente-resumimos uno de ellos en las líneas que son de interés.
 En el trabajo de Alfonso Dingemans y César Ross (Los acuerdos de libre comercio en América Latina desde 1990. Una evaluación de la diversificación de exportaciones. Revista de la Cepal 108, diciembre 2012) se evalúa la efectividad de los Acuerdos de Libre Comercio para aumentar exportaciones, diversificación de las mismas y ampliación de mercado, entre otros elementos. El período considerado va de 1990 a 2008 y obviamente los datos vistos allí no son solo responsabilidad del periodo 1999/2008 -o relacionado con la administración bolivariana- pero algunos de los resultados encontrados indudablemente que atañen a acciones y actuaciones así como a líneas de política que se han ejecutado en la administración bolivariana desde sus inicios y que después de 2008, se han apuntalado o insistido.
Señalan Dingemans y Ross cómo las estrategias de inserción económica internacional de las naciones de América Latina han implicado firma de Acuerdos de Libre Comercio y acuerdos preferenciales de comercio (los primeros se firmaron en número importante después de 1990[13]). El crecimiento de las exportaciones asociado a tales ALC ha sido estimulante –para el período 1990/2008-, pero en tal incremento se debe destacar que si bien se ha registrado un considerable aumento de los socios comerciales y un viraje hacia los países asiáticos, la distribución de las cuotas de los cinco principales mercados exportadores se ha mantenido casi constante. Por otra parte, la diversificación hacia nuevas exportaciones ha sido baja, y cuando los países comenzaron a exportar nuevos productos, se ha  tratado en general de productos básicos que han sustituido otras exportaciones de productos básicos. El incremento de las exportaciones se atribuye, sobre todo, al crecimiento en el margen intensivo (mismo productos y mercados). Así, los ALC han sido bastante infructuosos al momento de suscitar la diversificación de productos de exportación y, por otra parte, no existe una correlación lineal significativa entre la cantidad de acuerdos firmados y el crecimiento de las exportaciones.
Se observa que, con la excepción de México y —curiosamente— de Chile, todos los países (naciones de Aladi menos Cuba) comenzaron a exportar nuevos productos durante el período en consideración. El Estado Plurinacional de Bolivia y la República Bolivariana de Venezuela sobresalen por la cantidad de productos que dejaron de exportar entre 1990 y 2008. Las exportaciones de todos los países, con la excepción de la República Bolivariana de Venezuela, presentan una diversificación al menos equivalente en 2008 y en 1990. La situación de Venezuela puede explicarse –según los autores- por su creciente dependencia del petróleo (95% de sus exportaciones). Debe señalarse que las economías latinoamericanas continúan estando muy concentradas en los productos primarios y dependen mucho de ellos y –correspondientemente-  los limitados cambios estructurales que revelaron muestran una mayor diversificación en materia de socios comerciales que de productos[14]. Todos los países del estudio, excepto –nuevamente- la República Bolivariana de Venezuela, incrementaron el número de socios comerciales[15] y tienen para 2008 una mayor diversificación geográfica que en 1990. El caso venezolano es llamativo, ya que como resultado de la dependencia aludida perdió 37 mercados (Ídem).
Los datos transmiten que el comercio con futuros socios comerciales ya era relativamente importante en 1990. Con excepción de la República Bolivariana de Venezuela, la participación de futuros socios comerciales en las exportaciones totales aumentó significativamente para todos los países. De hecho, el crecimiento anual de las exportaciones a futuros socios comerciales es, nuevamente salvo la República Bolivariana de Venezuela, superior al crecimiento anual de las exportaciones a todos los países. Pero dada la importancia que estos destinos ya constituían para las economías en cuestión, difícilmente se puede afirmar que los acuerdos comerciales abrieron nuevos mercados (Ídem).

Las exportaciones

Para el mejor encuadramiento de papel que deben tener las exportaciones en una más adecuada inserción de Venezuela en el escenario internacional -con la amplia gama de elementos interrelacionados-, es pertinente enmarcar ciertos perfiles en la presentación del comercio exterior de la región y Venezuela en particular. En tal sentido puede precisarse como para los años de 2012 a 2014 las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe tuvieron una evolución de relativo estancamiento pasando de 1.123.389 millones de US$ en 2012, 1.119.154 millones de US$ en 2013 a 1.109.255 millones de US$ en 2014. Los niveles de importaciones de bienes se ubican en niveles similares y específicamente en 1.081.150 millones de US$, 1.107.387 millones de US$ y 1.096.701 millones de US$ para los mismos años (Ver CEPAL. Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe. ONU 2014, Chile). En este relativo estancamiento se debe destacar el magro o bajo crecimiento en el caso de las economías más avanzadas, disminuciones de sus niveles de demanda y en el de economías emergentes como China, así como variaciones en precios de algunos commodities. Como se observa existe un superávit comercial  en el Balance de Bienes en los tres años. Como ha sido ya tradicional México es el principal exportador de bienes con 399.449 millones de US$ para 2014 y Brasil, el segundo exportador, con 232.669 millones de US$ (CEPAL, Ídem). Y como ha sido también frecuente, estos dos países presentan superávit en los tres años (a excepción de un muy ligero déficit de México en uno de ellos). El grado de industrialización, el autoabastecimiento de distintos rubros y su desarrollo en comercio exterior, así como entre otros elementos el impulso de algunas ramas de producción de alta tecnología, se encuentran en la base de estos resultados.
El desempeño de Venezuela como es conocido está altamente condicionado por las ejecutorias petroleras y sus precios en particular, presentando para los mismos tres años exportaciones por 97.340 millones de US$, 89.000 millones de US$ y 81.915 millones de US$ (CEPAL, Ídem). Las exportaciones distintas a petróleo han tenido considerable decaimiento, en un contexto de desinversión, quiebra de empresas y ausencia de políticas adecuadas tal cual se señala más adelante.
El último aspecto en la dinámica venezolana nos remite a similares situaciones que encontramos a nivel regional y de países en particular, cuando medimos el peso de los productos primarios o los commodities referidos en el total de exportaciones, aunque no exista necesariamente en tales casos la omnipresencia que mantiene el petróleo para la economía en su conjunto y para las exportaciones en particular en el caso venezolano. Se trata para la región de una discusión técnica y de elaboración de propuesta que abarca décadas y parte importante del siglo XX aunque sus resultados no sean acordes a la consecución de objetivos explícitos en las propuestas en cuanto a lograr un desplazamiento del peso de los productos primarios por parte de las manufacturas. Al respecto es pertinente el balance que se presenta en un estudio del BID: “En 2003, las exportaciones basadas en recursos naturales cubrían el 49% de la canasta exportadora de la región mientras que una década más tarde esa proporción se eleva al 60%. El incremento relativo se da en detrimento de las exportaciones de textiles y de otras manufacturas, toda vez que las correspondientes a equipamiento de transporte se mantienen alrededor del 10%. El aumento de la participación de los bienes basados en recursos naturales, tendencia consolidada desde 2008 gracias al auge de los mercados de productos básicos, no se altera en el cuadro reciente de estancamiento de las exportaciones.”[16] (Ver Monitor de Comercio e Integración 2014. Vientos Adversos. Políticas para relanzar el comercio en la post-crisis. Paolo Giordano Coordinador. Octubre 2014 BID).
Al inicio de la administración bolivariana no parecía existir acuerdo en los representantes gubernamentales sobre que Venezuela necesitaba desarrollar nuevas y más exportaciones[17]. Por otra parte, algunos mecanismos de útil aplicación como el draw back (o devolución de impuestos) se dinamizaron[18] muy lentamente, siendo que, para lograr su adecuada aplicación,  no era necesario que transcurriera un periodo largo de tiempo[19]. El resultado global ha sido un proceso de poco desarrollo de las exportaciones no tradicionales e incluso de retroceso en el sentido de desmejoramiento de niveles que se habían alcanzado en los años noventa. Como se ha señalado en algunos puntos previos la economía en los tiempos de la administración bolivariana ha apuntalado el perfil de exportaciones petroleras tradicionales. Es de ahí que a pesar de haber un período de relativo ascenso (dado que en dos años hay disminución) de 1999 a 2005, donde las exportaciones pasaron de 4.196 a 7.200 millones de $, existe un marcado descenso desde este último año hasta 2013, donde las mismas sumaron 2.100 millones de $. De 2009 a 2013 las exportaciones nunca alcanzaron los 3.500 millones (ver INE, Venezuela. Entorno económico y social. Abril 2014). A comienzo de los años noventa una meta a cumplir era tratar de mantener un nivel de exportaciones no tradicionales que bordease los 7.000 millones de dólares[20]. Toda la evolución nacional en términos de desindustrialización y desinversión, así como de problematización en el control de cambio y el mercado cambiario que, en 2014 y 2015,  alcanzó a presentar abiertamente cuatro tipos de cambio y, correspondientemente,  deficiencias e insuficiencias en el suministro de divisas, son parte del conjunto de elementos determinantes a considerar en relación a la dinámica de las exportaciones. En una evolución y un contexto de esta naturaleza es muy difícil pudiesen ser efectivas y rápidas medidas como la creación del ministerio de Comercio Exterior e Inversión Internacional decretada por la administración del Presidente Nicolás Maduro (NM) a inicios de 2016 (www.informe21.com 6 de enero 2016) o las actividades desde el motor Exportaciones y Nuevas Fuentes de Divisas (dentro de los catorce ya precisados para el mes de febrero de 2016), asociado como otros de ellos al Plan 50 rubros, que radicaba en llevar la acción económica a la estabilidad y el crecimiento, y específicamente “son los 50 bienes, rubros en los que debemos concentrar el esfuerzo para producirlos y sostenerlos con nuestras propias manos, sin depender de un dólar ni de nadie, para garantizarles a nuestros niños, sus libros, sus uniformes, la comida de nuestro pueblo y todos los servicios” (NM, 01 de febrero durante la activación del Sistema Centralizado y Estandarizado de Compras Públicas).
El impulso de las exportaciones no petroleras era y es elemento fundamental para acelerar la expansión, diversificación y modernización de la producción, así como para resolver a mediano y largo plazo el problema del financiamiento externo del desarrollo, los efectos del rentismo petrolero (Asdrúbal Baptista. Teoría económica del capitalismo rentístico. Ediciones Iesa, 166 pp., Caracas, Venezuela. 1997) y contribuir a elevar los niveles de empleo y bienestar de la población.
El fomento de las exportaciones, ha constituido una exitosa vía transitada por los países más industrializados y los del sudeste asiático. Ha existido, en esos casos[21], una relación directa entre las exportaciones y sus efectos expansivos en  la demanda de insumos, empleo y nivel de ingreso; pero también, en la asimilación de conocimientos, desarrollo de innovaciones, incremento de los flujos internacionales de capital, mayor productividad y eficien­cia y cambios de actitudes sociales y de las instituciones. Ha sido notable, el rol de las exportaciones como vía de financiamiento del desarrollo económico, al propor­cionar la capacidad de importación necesaria para lograr una adecuada disponibilidad de materias primas, equipos y maquinarias de origen extranjero, y para ello se aprovecharon definidamente políticas devaluacionistas hasta que, en los años noventa, comenzaron críticas y evaluaciones diversas por parte de analistas y organismos internacionales (ver Eduardo Ortiz Ramírez, Estrategias de desarrollo y Política comercial de Venezuela. Facultad de economía, UCV 2004).
 El caso de Venezuela -durante la administración bolivariana y varias de la que le preceden en más de dos décadas- y otros países latinoamericanos ha sido, en ambas vertientes, incompleto e insuficiente. Durante años solo existió una relación indirec­ta entre exportaciones y desarrollo interno a través de programas de fomento financiados con los recursos prove­nientes de las exportaciones de materias primas, escasa­mente integradas a procesos internos de producción. La separación, entre la produc­ción dirigida a los mercados internos y los sectores externos, disminuyó los efectos dinámicos.
El mantenimiento de un ritmo de crecimiento de las exportaciones no petroleras, exige la aplicación de medidas coherentes entre sí. Es imprescindible, además, la estabilidad institucional y política del país. El proceso de la constituyente de finales de 1999 buscó definir, de manera ideologizada, una nueva estructura gubernamental y legislativa. Por su parte, los años 2000-2004 transitaron por procesos de inestabilidad institucional y agitación política que implicaron confrontaciones entre agentes económicos y políticos, con alteraciones como la crisis política y militar del 11 de abril de 2002. A pesar de que en 2004 se iniciaron las misiones (salud, vivienda, otras) y ellas significaron un punto de inflexión relativo en el contexto social de obtención de ayudas y beneficios para determinados grupos sociales, puede afirmarse que, con lo visto de 2004 a 2015 en términos políticos, institucionales y económicos, no es fácil prever que se puedan lograr acuerdos de consenso sobre los programas, objetivos y políticas en los próximos años en el contexto de la administración bolivariana.
La incorporación del país a un des­arrollo tecnológico acorde con su disponibilidad de recur­sos y ventajas comparativas estáticas y dinámicas, es el fundamento requerido para un proceso nacional generador de innovaciones y productos (Ej. Orimulsión; aunque fue cuestionada por la administración bolivariana). La diferencia­ción de productos (vinculada a formas de comercio intraindustrial[22]), la segmentación  de  los mercados, la producción a la medida y su modularización para satis­facer gustos y requerimientos del cliente, son caracte­rísticas de los nuevos mercados, que exigen, además de esfuerzos en desarrollo científico y tecnológico, una adecuada formación de recursos humanos[23] y un monitoreo de los mercados internacionales.    
La estructura educativa venezolana no se ha adaptado a la velocidad de los cambios tecnológicos y globalización imperantes en la economía mundial. Ésta, obliga a una formación técnica y profesio­nal que facilite la flexibilidad y adaptabilidad de los trabajadores, en su más amplio sentido, a las innovaciones tecnológicas y organizativas. Esto colide con las inclinaciones de la administración bolivariana en materia educativa, según lo visto en más de 15 años. Un elemento como es la formación de recursos en el extranjero y sus beneficios para la nación, ha sido también afectado por la ausencia de elaboración de políticas al respecto y por la acumulación de problemas atinentes al mercado cambiario y la disponibilidad de divisas que, en 2012/2015, después de más de 10 años de control cambiario en la administración bolivariana, repuntó en su influencia en distintos ámbitos sociales y económicos –como ha sido resaltado-. La lentitud de los trámites, dificultades de obtención de los pasajes, montos escasos, carácter prioritario o no de la carrera según las directrices oficiales son -entre otros- parte de los problemas acumulados para estudiar carreras en el exterior, según lo acopiado en años recientes. Puede resaltarse así como las divisas asignadas a estudiantes a través de Cencoex en el primer semestre de 2014 alcanzaron a 211.000.000 de dólares, lo que equivalía a 2,3% del total de divisas liquidadas por la administración bolivariana y a algo más de 2 días de importaciones (ver EL NACIONAL - Domingo 30 de Noviembre de 2014 www.el-nacional.com Siete días/2).
El conocimiento de los flujos de demanda y oferta en los mercados mundiales en cuanto a volumen, calidad, precios, formas de distribución y otros, así como de diversos indicadores de los aspectos estructurales y coyunturales de la actividad económica y de los cambios tecnológicos, es una necesidad que el país debe cubrir a través de sistemas de información que pueden ser desarrollados por el sector privado y el sector público. Con éste recurso, las empre­sas e instituciones ligadas con el comercio exterior, pueden actuar de manera eficaz, en el aprovechamien­to de las oportunidades de comercio e inversión. Se evidencia la falta de adecuada información por parte de los productores locales, en elementos como: a) tecnologías para competir interna o externamente; b) canales de comercialización y distribución; c) gustos de los consumidores y particularidades de los productores en posibles mercados. De la misma manera, es importante destacar el alto costo y carácter de bien público que presenta la información[24], que conlleva a la atención que debe brindársele en la política económica, a través de subvenciones y apoyo para recopilar información o apuntalar la imagen del país.
En los mercados internacionales, se debe avanzar con creciente habilidad, fundada en preparación técnica y adecuado manejo de los recursos de la política internacio­nal en la nueva diplomacia comercial y en la integración regional. El pragma­tismo, la acción coordinada del Estado con los sectores empresariales privados y laborales, la coordinación a nivel regional o subregional y la flexibilidad de los nexos con otros países, son principios que se vienen aplicando desde hace varias décadas, en los intentos integracionistas. El período de la administración bolivariana en gestiones de la integración, no se distingue por la búsqueda de estos objetivos.
Las ventajas competi­tivas se logran si hay un ambiente económico, institucio­nal y político que promueva la acumulación de recursos productivos, habilidades y destrezas en áreas específicas de alta especialización, en las cuales la presión de la competencia impulse hacia la constante generación de innovaciones. La existencia de una activa demanda interna (uno de los puntos débiles de la actualidad venezolana), ampliada por la integración  económica, actuaría como fuente cercana de orientación de los productores para adaptar su oferta a los requerimientos y especificidades de las necesidades de los clientes y como base de apoyo para la penetración de otros mercados. Similar función tiene el desarrollo interno de ramas industriales interco­nectadas e internacionalmente competitivas, como abaste­cedoras de insumos de las empresas exportadoras, que vendrían a conformar en su conjunto redes con objetivos entrelazados que favorecerían el desarrollo e intercambio de ideas y esfuerzos de innovación y lo cual está asociado al impulso de las llamadas hileras de producción y los clusters[25]. Este sería el caso de las empresas ita­lianas de joyería de plata y oro, en las que dos tercios de los insumos son suministrados internamente. Pero también, más recientemente, el conjunto de articulaciones que se han ordenado bajo las ideas de los encadenamientos industriales y las cadenas de valor y que están siendo encaminadas en varios países de la región y donde Venezuela presenta considerables rezagos y un dramático escenario de desindustrialización[26].
Dentro de las especificidades nacionales y regionales, existe una mezcla de elementos en los asuntos tratados. Tal mezcla incorpora lo relativo a tipo de cambio, competitividad, industrialización y expor­taciones. En tal sentido, el ajuste oportuno del tipo de cambio nominal de acuerdo a la paridad adquisitiva de las monedas implicadas y la acción coordinada de instrumentos de política comercial que equilibren los niveles efectivos de los tipos de cambio para importaciones y exportaciones, forman parte de los pilares de una estrategia de desarr­ollo en condiciones de globalización de los mercados. El escenario venezolano de 2014 y 2015 aumentó el grado de complicación para ejecutorias de este tipo, dada la existencia de cuatro tipos de cambio ya señalados o de tres para el caso del año 2016 (el llamado de protección, el de flotación a partir de Simadi y el paralelo).

La política de contactos internacionales directos.

Un último elemento, es la política de contactos internacionales directos que asumió en sus inicios la administración bolivariana, con el fin de abrir mercados y atraer inversiones. Así, el ejecutivo tomó como tarea, el difundir lo que denominó revolución pacífica y las posibilidades de inversión que brindaba Venezuela. Una de las expresiones más significativas de esta política fue, el viaje de más de 20 días realizado hacia Asia y Europa durante el mes de octubre de 1999[27].
El desconocimiento que se tiene en el mundo desarrollado, de los procesos económicos propios del mundo en desarrollo, sólo es compensado por la actividad específica de algunos inversionistas, el conocimiento de analistas e institutos sobre un determinado país o región o la propia competitividad concreta que en cualquiera de los sentidos haya logrado alcanzar una nación. Es, en parte, cuando se sucede esto último y se regularizan los escenarios internos (en cuanto a elementos como seguridad social, inflación, recesión, entre otros), el momento en que los inversionistas, en razón de sus programaciones e intereses, deciden invertir (UNCTAD. Informe sobre las inversiones en el mundo. ONU. Nueva York y Ginebra. UNCTAD/WIR/2001/Overview. 91 pp. 2001).
Los resultados del viaje señalado tuvieron que ver con un conjunto de promesas y manifestaciones de interés cuya materialización empezaron a tener resultados en 2001[28]. El cuadro general del comercio con tal región, ha implicado en los noventa y los dos mil, grados de dinamización, sobre todo en el peso de Asia en las importaciones de América Latina.
Un caso de interés, es Corea. Con esta nación, América Latina ha venido teniendo lo que se entiende como un desequilibrio comercial. El mismo se asocia a un fuerte decrecimiento de las importaciones Coreanas y a un aumento, aunque moderado, de sus exportaciones a la región. Si bien en esta dinámica influyó la crisis asiática de 1997, debe señalarse que desde 1977 -exceptuando los años de 1982/1986- el balance comercial siempre fue favorable a Corea, teniendo de base una composición del comercio que ha implicado la importación de productos primarios diversos por parte de esta nación y la exportación hacia América Latina de, principalmente, bienes manufacturados -entre los que destacan automóviles y productos electrónicos- (Won-Ho Kim ¿El fin de la luna de miel entre Corea y Latinoamérica? Revista Capítulos, Nº 56, Sela. Mayo-agosto, 1999). Para países como Corea, hay naciones en América Latina con las cuales tiene vínculos sólidos en su relación comercial y de inversión, como son los casos de Brasil y Chile[29]. Analizado inversamente, estas percepciones de 1999, son reafirmadas alrededor de 15 años después, dado que para Brasil, Chile y Perú, Asia se presenta –y correspondientemente Corea tiene es esto una importante participación- como primer mercado de exportación.
Visto globalmente al confrontar América Latina con Corea, se puede destacar un significativo aumento del comercio total  (exportaciones e importaciones). La evolución es clara de los noventa hasta 2011:  “Aunque el comercio total entre Corea y América Latina se expandió a principios de los 90, no había podido sobrepasar los 13 mil millones de dólares hasta 2004 cuando, la exportación pasó de 10 mil millones de dólares y la importación pasó a los 5 mil millones de dólares. Muy interesantemente en los siguientes años, en el 2005 el total del comercio llegó a los 20 mil millones de dólares, en 2006 a 30 mil millones de dólares, en 2008 a 40 mil millones de dólares, en 2010 a 50 mil millones de dólares y en el 2011 a 60 mil millones de dólares”. (Won-Ho Kim. Perspectiva coreana de las relaciones económicas entre América Latina y Asia. En: Las relaciones comerciales entre América Latina y Asia Pacífico: Desafíos y Oportunidades. Observatorio América Latina  Asia  Pacífico. 2014).
Caso de especial referencia para Venezuela merece su relación comercial con China[30] que, como veremos, se ha ampliado considerablemente, pasando también a abarcar la relación con tal nación variados ámbitos. A inicios de 2015 y motivado a la visita que la comitiva venezolana encabezada por el presidente NM realizaba -entre otros lugares- a China, el Vicepresidente de la República –Jorge Arreaza- enfatizó sobre el carácter especial de esta relación, al señalar que Venezuela enviaba alrededor 500 mil barriles de petróleo diarios a China para subsanar financiamientos por 20 mil millones de dólares, considerando que esto último no es deuda sino inversión social. Enfatizó así que, “No es deuda es financiamiento para la producción porque con el acuerdo que tenemos con China estamos enviando por lo menos 500 mil barriles diarios de petróleo y está aumentando la cantidad y con eso vamos subsanado el financiamiento que nos presta”. Uno de los proyectos que se llevarían a cabo, en conjunto con la República Popular China, será la construcción de 30 ciudades escolares, en el que las empresas asiáticas Huawei y ZTC se encargarán de atender la  tecnología para tales escuelas bolivarianas[31]. En base a la alianza con el país asiático también se traerán y ensamblarán –inicialmente- 20 mil taxis con la empresa china Chery[32]. De la misma manera señaló se estipula que China aumentará cada vez más su participación en las empresas de la Faja Petrolífera del Orinoco y se inaugurará la fábrica de satélites en Venezuela, donde se construirá otro satélite para Venezuela (ver www.m.rnv.gob.ve 08-01-2015).
Las relaciones de Venezuela con China en el contexto de la administración bolivariana, deben enmarcarse en el conjunto de tendencias y patrones que ha venido presentando la nación asiática en sus relaciones con la región latinoamericana. Comercio de manufacturas y actividades de financiamiento que generan ataduras comerciales versus estímulo y aprovechamiento de actividades de extracción relativas a productos primarios son, entre otros, patrones que no se distancian de los que tradicionalmente ha tenido esta última con otras naciones líderes en comercio e iniciativas de inversión[33].

EVOLUCION GENERAL DE LA INSERCIÓN Y EL DESEMPEÑO INTERNACIONAL.

La situación y perspectivas económicas de Venezuela durante la administración bolivariana debe relacionarse con lo que ha sido una activa y profusa diligencia internacional de esta administración. Puede afirmarse que ha habido un papel fundamental para la política exterior, durante los más de 15 años de administración bolivariana. Las particularidades políticas y de comportamiento del Presidente HC y el sentido internacional que se le ha dado a la gestión bolivariana en el sentido de estimular, apoyar o compartir procesos similares durante la administración de HC[34] y del Presidente NM, permite y obliga a abordar algunas dimensiones internacionales de la misma. Tanto en su dinámica y resultados, como en sus costos para la nación.  La creación del ALBA, el apoyo a países de menores ingresos de la región, la ayuda a comunidades o grupos sociales de las naciones desarrolladas, financiamiento o apoyo  a obras culturales, artistas o películas, entre otros elementos, forman parte de tales dimensiones.
Por una parte y estrictamente asociado a los beneficios que se tuvieron por los altos precios del petróleo -hasta entrado 2014, cerca de 100$ el barril; pero, tal cual es conocido, a partir de octubre del mismo año, los precios se ubicaron en menos de 80$ el barril, a inicios de 2015 en menos de 50$ y a inicios de 2016 en menos de 30$-, la revolución bolivariana ha buscado internacionalizarse. Con financiamiento por delante a países algo débiles como los del Caribe[35], pero también a espacios de pobladores de países como EE.UU. o Inglaterra, se han establecido un conjunto de relaciones con aquel fin a partir de las posibilidades petroleras de Venezuela[36]. Pero también, la renta petrolera en la administración de HC permitió ampliar relaciones con países como China o la actual Rusia, en la compra de instrumentos como satélites, armamento y naves como aviones. En estos dos últimos casos, más que irradiar la revolución bolivariana, la administración de HC buscó desarrollar otra dimensión geopolítica y beneficiarse de la experiencia revolucionaria en estas dos últimas naciones. Esto, aunque la experiencia revolucionaria de estos dos países, ha devenido en –por una parte- una Rusia sumida en numerosas crisis y en perfiles y valores que en nada tienen que ver con los ideales de los revolucionarios fundadores, que por lo demás no estuvieron asociados tampoco con Stalin y sus tenebrosas décadas; y, por otra parte, una China con alguno de los capitalismos más “salvajes” del mundo, con la venta de esclavas en ciudades como Shanghái y un pragmatismo y un gusto occidental que en nada recuerdan aquella terrible y uniforme moda Mao[37]; ambas naciones, por lo demás, albergan varios de los multimillonarios más ricos del mundo.
Es curioso que aunque en ninguna de las naciones de Europa del este o la actual Rusia, e incluso en la misma China continental, existe hoy socialismo, las acciones de la administración de HC y NM se han conducido como si tratara del establecimiento de relaciones comerciales y de otro tipo con naciones donde si lo hubiese. La posibilidad de negociar  el petróleo venezolano en los momentos de altos precios, al igual que conflictos geopolíticos que no es claro que vayan más allá de los intereses rusos en sus diferencias y conflictos con USA, entre otros elementos, es indudable que han permitido la ampliación de estas relaciones. De todas maneras, para los casos de relación con China y con Rusia, debe señalarse que son específicas en materia comercial y de inversión y muy particularmente política y, hasta ahora, no han estado contextualizadas en acuerdos de integración estrictamente hablando. A pesar de este señalamiento debe advertirse -tal cual fue ya señalado- la importancia que ha adquirido el llamado Fondo Chino para la economía venezolana y la dimensión creciente en inversiones diversas y en comercio de productos de tal nación (autos, televisores, satélites y otros).
En el caso de las relaciones comerciales y políticas con países de menor desarrollo relativo y donde buena parte de ellos no presentan un régimen económico social que pudiese decirse propenda al socialismo, pero que han entrado en la órbita de interés de parte de Venezuela, como es el caso de los países del Caribe, y ya referidos por el ámbito de desempeño de las acciones de Petrocaribe, debe indicarse que como grupo de países Venezuela ha tenido hacia el mismo la definición -entre otras- de dar apoyo económico[38] que pueda traducirse en beneficios y soportes político a nivel internacional. Un ejemplo de ello lo hubo en el apoyo incondicional, dado en la votación favorable –hacia los intereses de Venezuela- de pequeños países cuando discusiones en marzo de 2014 en organismos como OEA (que debían tratar los conflictos presentados en Venezuela en cuanto a protestas estudiantiles y populares que evolucionaron con numerosos fallecidos y distintas expresiones de autoritarismo por parte del gobierno de NM) y que podían implicar posibles actuaciones de esta organización o tratar tales asuntos en sesiones privadas o públicas del mismo organismo. Una revisión de las ayudas brindadas por Venezuela a estas naciones en base al petróleo permite observar como en el  año 2012 se exportaron diariamente 283.100 barriles a precios más favorables que los de mercado, teniendo a Cuba con 100.000 barriles, República Dominicana con 40.000 y a Trinidad y Tobago con 25.000 de un total de 13 países. Para 2013 y en base a información suministrada por el ministro de Petróleo y Minería Rafael Ramírez se puede precisar que las exportaciones a Cuba disminuyeron en alrededor de más de 20.000 y 30.000  barriles diarios. La propuesta y gestiones venezolanas han implicado atender necesidades de otros países del Caribe desde la refinería de Cienfuegos que es administrada por Cupet (empresa petrolera cubana)  que tiene 51% de propiedad cubana y 49% venezolana. Una nación otrora azucarera y hoy día con su industria del azúcar en crisis y decaimiento, se ha convertido así en base al apoyo de Venezuela, en una de gestión y ventas de petróleo pues para lo que concierne a cuentas externas, las exportaciones de la empresa Cuvenpetrol quedan registradas a favor de Cuba[39] (www.venezuelaaldia.com, febrero 27, 2014)[40]
Igualmente, es el petróleo venezolano el que ha permitido construir el conjunto de relaciones asimétricas que se dan en los desarrollos del ALBA, como proceso de integración de un conjunto de naciones latinoamericanas entre las que cuentan Bolivia y Nicaragua, entre otras[41]. Un resumen del conjunto de asimetrías, relaciones, apoyos y ayudas en distinto sentido -del lado de Venezuela hacia los otros participantes en ALBA- puede apreciarse en este resumen: “En materia de acciones de cooperación Sur - Sur casi el 80% de la misma es realizado por Cuba y Venezuela, con la particularidad que la mayoría de las acciones realizadas por Cuba son financiadas por Venezuela, quien es a su vez el principal receptor de la asistencia realizada por Cuba en el bloque (78%). De los siete proyectos grannacionales financiados por el Banco del ALBA, Venezuela participa como actor financiero principal en cada uno de ellos, el 98% de las operaciones comerciales contabilizadas con el SUCRE son realizadas por Venezuela con otros miembros del bloque. Desde el punto de vista de la asistencia financiera al bloque, hasta el 2008 superaba los 32.452 millones de dólares, el caso cubano, además de la cooperación energética con la que recibe de Venezuela más de 100.000 mil barriles diarios de petróleo ha obtenido más de 18.776 millones de dólares en asistencia financiera, la mayoría de sus acciones de cooperación intrazona son dirigidas a Venezuela. Entre el 2000-2010, las exportaciones cubanas a Venezuela han crecido 20 veces aproximadamente mientras al resto de países del bloque son marginales. Bolivia ha recibido 6.724 millones de dólares y sus exportaciones se han multiplicado por 5. Nicaragua ha obtenido 5.524 millones de dólares y sus exportaciones se han multiplicado por 30. Ecuador ha incrementado sus exportaciones al país en más de 10 veces, además ha firmado acuerdos bilaterales para la explotación conjunta de petróleo en la Amazonia y la construcción de una refinería para procesar 300.000 barriles/día. Las islas del Caribe entre el año 2005 y el 2008 recibieron 222 millones de dólares a través de Petrocaribe para financiar 184 proyectos en 13 áreas de la cooperación Sur-Sur” (DILIO HERNÁNDEZ / YUDI CHAUDARY La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos ALBA-TCP. Vigencia y viabilidad en el actual contexto venezolano y regional. Enero de 2015. ILDIS). Debe admitirse que, las posibilidades de integración que  buscó impulsar la administración de HC y la de NM por esta vía, están asociadas a lo que con todo derecho en sus posiciones políticas han sido –aunque muy cuidadosamente antes de los inicios de la administración bolivariana- y son, las críticas a los modelos de desarrollo económico basados en el régimen de economía de mercado y/o capitalismo y a las experiencias de integración con las que tal administración se encontró[42].
Esa posición que ha fundamentado las gestiones de Venezuela en ALBA, entra en contradicción, sin embargo, con sus iniciativas para ingresar al Mercosur[43], donde no están en proceso ideas de alteración del modelo de desarrollo capitalista[44]. Por lo demás, la incorporación definitiva de Venezuela al Mercosur durante 2012 -aunque la solicitud venia en proceso-, se dió por razones meramente circunstanciales y atinentes a la destitución del presidente Lugo del Paraguay, por parte del congreso de esta nación. Las asimetrías de una incorporación no bien estudiada y peor planificada, con ausencia de equipos y mecanismos institucionales estables, no se corrigen con la incorporación circunstancial de Venezuela a una experiencia de integración que tiene suficientes problemas y diferencias a su interior. La participación de Venezuela en Mercosur, no abre económicamente altas perspectivas de éxitos; entre otras razones,  por el pragmatismo de los brasileños (quienes generalmente presentan continuidad en sus estrategias e intereses comerciales) y la comodidad de los argentinos (en tiempos recientes sumergidos en crisis de variados tonos[45]) en sus relaciones financieras y de otro tipo con Venezuela, entre numerosos aspectos que podrían destacarse pero que, indudablemente, se dan en un contexto de considerables asimetrías que se van a unir a las que ya existen a lo interno de esa experiencia, cuando se consideran los casos de Uruguay y Paraguay en comparación con Argentina y Brasil[46].
En general, puede afirmarse que, en materia de desempeño en los acuerdos regionales, la posición venezolana de la administración bolivariana incluidas las presidencias de HC y NM no ha sido muy exitosa. En el caso de la Comunidad Andina de Naciones y por razones vinculadas a aspectos de los señalados, la administración decidió retirarse de tal proceso de integración en 2006, y lo cual fue totalmente formalizado en 2011, después de cumplir los 5 años reglamentarios para tales casos y sin mayor efecto de altibajos que pudieron observarse  en el intermedio, que hacían pensar que pudiese volver a participar en tal comunidad. En la situación previa al pronunciamiento de retirarse de la Comunidad, la evolución de la participación venezolana –durante la administración de HC-, dados diferentes conflictos, no estaba produciendo mejores articulaciones de Venezuela con los  países de la comunidad en cuestión. Igual puede afirmarse del casi natural retiro de G-3 (México, Colombia, Venezuela), una vez que se había dado el de la Comunidad Andina.
Al valorar experiencias de integración siempre se ha encontrado el valor de tres aspectos para medir sus posibilidades de éxito. En primer lugar, que las naciones tengan semejanzas en sus estructuras productivas. En segundo lugar, que estén cerca (si son vecinos mejor), aun con todo y globalización, internet y otros avances tecnológicos. En tercer lugar, si han realizado comercio previo al proyecto que se puedan plantear dos o más naciones (altamente relevante en la experiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Ciertas ausencias en cuanto a estos elementos, pueden apreciarse cuando uno se las aplica a algunas de las experiencias que impulsa la actual administración –caso de creación de ALBA y participación en Mercosur-.
Más fuerte es aun, al considerar tres elementos adicionales que también se relacionan con la integración pero ya para evaluar procesos en curso o resultados de los mismos. En primer lugar, que la integración y sus procesos no la pueden llevar individualidades. Contrariamente, deben llevarla equipos (no es claro que en la actualidad venezolana esto se esté haciendo; tampoco se hizo en las administraciones anteriores); ni es una experta o experto, ni un ministro, el determinante. En segundo lugar, que para impulsar procesos de integración las instituciones privadas y públicas deben desarrollar numerosos estudios que les den base para el mejor impulso de los proyectos que les son de interés. No hay evidencias de que en la administración bolivariana esto se haya observado (deben reconocerse, sin embargo, ciertos esfuerzos que se dieron en algunos de los años dos mil por la Asamblea Nacional -en los tiempos de mayoría oficialista- y el Instituto Pedro Gual así como por el CELARG y que implicaron la generación de algunas publicaciones); tampoco ha sucedido en anteriores administraciones. El tercer elemento es que los procesos de integración deben convertirse en un objetivo nacional. Realmente, la actual administración ha buscado difundir los que considera deberían ser los intereses del país en tal materia. No obstante, no puede registrarse que la sociedad civil haya participado significativamente en la toma de decisiones para entrar o salir de un proyecto de los relacionados y más allá del hecho de si son convenientes o provechosos para La nación, según ha venido sucediendo y se  indicó más arriba. En cuanto a este tercer elemento debe señalarse que Carlos Andrés Pérez no consultaba para regalar barcos ni para establecer un arreglo de reciprocidad asimétrica con América Central o el Caribe con claros beneficios para las naciones de estas áreas; Luis Herrera Campins tampoco lo hacía para participar de distintas maneras –pero con un definido interés político- en Centroamérica; pero tampoco lo ha hecho la administración bolivariana para establecer profundas relaciones con Cuba[47], con significativos beneficios económicos para esta nación, retirase de la Comunidad Andina o pedir el ingreso al Mercosur.
En ese último proyecto, más que en otros, Venezuela presenta numerosas insuficiencias y desatenciones técnicas, para enfrentar -entre otras cosas- las fortalezas, el pragmatismo y las habilidades de otros actores comerciales como son, en este caso, los brasileños. Una expresión de esto se encuentra en la reunión tenida entre el presidente NM y Dilma Rousseff al inicio de su segundo mandato el 1 de enero de 2015 e independientemente que no se tratase de una reunión del Mercosur sino de un encuentro bilateral. Si bien las reuniones entre presidentes y sus pronunciamientos no deben estar plagadas de elementos técnicos, tampoco deberían estar exentas de referencias a proyectos específicos que puedan abarcar países en una relación como la de Mercosur, dado que además, de alguna manera, deberían estas últimas comprender las relaciones bilaterales. Ya en 2015, después de casi tres años de haber ingresado Venezuela a aquel macro proyecto, es válido preguntarse y evaluar la adaptación y articulación de Venezuela al mismo, más allá de los tratamientos políticos y comerciales que entre las dos naciones  se han profundizado en más de doce años de los -a su vez- más de 15 de la administración bolivariana. En tal sentido las declaraciones del Presidente maduro hicieron mención a la intención de alcanzar un nivel máximo en la relación bilateral o sobre que  "Vamos a dinamizar toda la agenda, sobretodo de cooperación económica, industrial, tecnológica, agrícola, agroalimentaria. Tenemos una base de confianza política muy bien construida en los últimos 12 años", con añadidos como que las negociaciones con Brasil incluyen "el planeamiento de un proceso de industrialización en el ámbito del Mercosur (que conforman los dos países, además de Argentina, Paraguay y Uruguay), y también bilateral" o que los dos países prevén reactivar el mecanismo de cumbres trimestrales inaugurado en la década pasada por el fallecido presidente HC y por el -a la sazón- presidente de Brasil, Luiz Ignacio Lula da Silva, pero que ha sido desatendido en años recientes (ver www.eluniversal.com 02-01-2015). La página oficial de la administración bolivariana reseñó también las ideas sobre estrechar áreas de mutuo interés estratégico o  consolidar la integración latinoamericana (ver www.minci.gob.ve 02-01-2015). Es evidente la poca especificidad de varias referencias pero también la perspectiva del avance o dinamismo de la relación bilateral con el socio más fuerte de Mercosur, mientras los efectos o resultados de la incorporación de Venezuela a este acuerdo se han  mantenido hasta comienzos de 2015 de manera considerablemente lenta desde 2012 (ver entrevista a Eduardo Ortiz Ramírez por almomento360.com, https://www.youtube.com/watch?v=OEDEroN-lOI 07-11-2014).
El posicionamiento internacional del país ha venido estando entonces muy vinculado a la reforzada presencia del petróleo en la economía venezolana y al beneficio que los altos precios del mismo (al menos en lo visto hasta 2014 tal cual se ha señalado) han procurado como ingresos adicionales al país y que han sido digeridos en su cualidad de nación rentista y petroestado. Pero también, lo ha estado a los caprichos e insistencias de HC y NM y algunos de sus funcionarios, apartando o privilegiando experiencias de integración o de ampliación de relaciones comerciales y de inversión según sus preferencias, correspondientemente con ello. Esto también sucedió en otras administraciones como la segunda de Carlos Andrés Pérez donde este último Presidente, o algunos de sus funcionarios, manifestaron preferencias y acciones hacia regiones o países como fue indicado más arriba. Pero, en el caso de la administración bolivariana debe resaltarse su clara línea antiestadounidense y de manera específica esto se ha concretado, entre otros elementos, en la oposición casi permanente que tuvo el Presidente HC a la Asociación de Libre comercio de las Américas o ALCA y cuyas acciones de desarrollo cesaron después de la Cumbre de las Américas en Mar del Plata en el año 2005[48].
Esa línea de desempeño antiestadounidense[49] de parte de la administración bolivariana en los tiempos de HC y de su continuador NM, ha sido de los elementos más evidenciables en los cometidos internacionales de aquella administración. La negativa a aceptar ayuda a finales de 1999 durante la tragedia de Vargas por consecuencias colaterales, la sospecha –de parte de la administración bolivariana- de gestiones político militares de parte de EE.UU. en el intento de golpe de Estado del año 2002, referencias –también de parte de la misma administración- de apoyos económicos hacia ONG´s vinculadas a actividades de oposición política, apoyo a grupos políticos participante en los sucesos políticos durante los primeros meses de 2014, forman parte del grupo de elementos siempre acotados por la administración en cuestión para señalar parte de los fundamentos de su línea antiestadounidense o aspectos que podrían relacionarse.
De esos últimos sucesos referidos derivaron actuaciones por parte de organismos militares y policiales de Venezuela en la línea de represión y sobre todo de violación de derechos humanos, en la interpretación de EEUU, y que motivaron en un contexto acicateado además por la detención de líderes políticos como Leopoldo López y Antonio Ledezma –entre otros- durante 2014[50]y 2015[51], respectivamente, la declaratoria, a inicios de este último año, en cuanto al carácter de amenaza para los EE.UU. como base de las sanciones tomadas contra funcionarios o exfuncionarios, en cuanto a eliminación de visas y congelamiento de activos. Debe señalarse que esta circunstancia, fue tomada por la administración bolivariana como elemento de lucha política para ser llevada a la VII Cumbre de las Américas (10 y 11 de abril 2015)[52], teniendo como recuerdo la gran victoria en cuanto al muerte del ALCA de parte del presidente HC en la Cumbre de Mar de Planta, según la interpretación de esta administración.
Buscó la administración del presidente NM convertir el llamado decreto de la presidencia Obama, en el problema político fundamental de la nación venezolana. Incluso, aunque alejado de la realidad, intentó presentar el problema y la recolección de firmas en contra del decreto como un aglutinante de fuerzas políticas que se opondrían a agresiones hacia la nación. Todo esto, con el sentido político claro de desviar la atención de los agudos problemas económicos y sociales que presentaba -definidamente en 2015, aunque desde años atrás- la nación venezolana (escasez, desinversión, desempleo y aumento de la pobreza entre otros tantos)[53]. No logró Venezuela que todos los países estuviesen con el tono de su reclamo. Hubo los incondicionales, cuyo matiz es el tono antiimperialista, anticapitalista y  antiestadounidense o los que sin tener este último profesan algo similar; los intermedios que, no teniendo nada de esto último le declararon su apoyo a Venezuela y los que, definidamente, no apoyaron los intereses de Venezuela.

OBSERVACIÓN FINAL
A través de estas notas hemos resaltado como la administración bolivariana, a pesar de tener contenido en documentos y planes un conjunto de propuestas –discutibles o no- sobre la política comercial, no ha usado ni aplicado las mismas para brindarle fortaleza a la economía en términos de dinámica sectorial y desarrollo de la competitividad. En particular, en el campo de la integración con expresiones altisonantes y con actitudes asimétricas de ayuda a países débiles de la región, pero de identificación política, ha desatendido proyectos o iniciado otros sin la preparación técnica y sectorial adecuada (caso Mercosur), repitiendo ideas poco efectivas en el campo del comercio, donde varias naciones latinoamericanas son bastante pragmáticas. En el ámbito de las exportaciones no tradicionales, la administración ha desmantelado experiencias y mecanismos que se habían implementado previamente y no se ha construido una fuerte infraestructura de apoyo a las mismas, ni de consenso con los agentes privados; peor aún, otras áreas de importancia para estas últimas, como la cambiaria, han generado más problemas que soluciones. Se ha pasado a dormir así bajo la cómoda sombra del rentismo, que la administración en cuestión ha venido a descubrir a inicios de 2016. Por otra parte, la política de contactos internacionales directos, ha estado desde sus inicios altamente politizada y la construcción de una nueva geopolítica ha pasado así a permitir observar un desempeño basado en ingenuidades y mundos irreales o en el desarrollo de nuevos vínculos que, como en el caso con China o Rusia, no se distancian de los intereses económicos y creación de ataduras que tanto criticó el presidente HC y ahora NM.

@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com




[1] Un análisis de interés sobre las relaciones entre la Constitución de 1999 y la economía internacional puede verse en: Daly, Carlos E. La Economía Internacional de Venezuela según la Constitución de 1999. lunes, 9 de marzo de 2015. http://masterecointerucv.blogspot.com/2015/03/la-economia-internacional-de-venezuela_9.html.
[2] Presentadas al país a finales de 2001.
             [3] República Bolivariana de Venezuela, 2001,  pp. 86-87.
[4] Diversos documentos de tal institución así lo registran en los últimos años.
[5] Estas asimetrías y compensación remiten al hecho de que en Comunidad Andina siempre se exigió o hubo tratamientos diferenciados para Ecuador y Bolivia y, en el caso de Mercosur, para Uruguay y Paraguay, según puntos a negociar o políticas a ejecutar (Sobre este último proceso de integración puede verse José Manuel Quijano,  El MERCOSUR en tiempos de cólera, Rev. AMERICA LATINA en movimiento, Nro. 511 Marzo 2016).
[6] Debe señalarse que, Venezuela, en el contexto de la administración iniciada en 1999, en algunas ocasiones ha planteado y ejecutado posiciones totalmente diferentes. Así, el Presidente Hugo Chávez, en el caso del Acuerdo Energético de Caracas -que tiene como fin suministrar petróleo en condiciones bastante favorables a los países de Centroamérica y el Caribe-, marcó distancia, en su discurso del 19 de octubre de 2000 -al momento de la firma del mismo-, con aquellos que exigían algún tipo de ataduras para compra de insumos y materiales por parte de las naciones beneficiarias.
[7] El Universal,  15-9-99,  p.  2-1.
[8] Como los casos del Grupo de los Tres (México, Colombia y Venezuela) y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
[9] La solicitud formal se hizo mediante la suscripción del protocolo de adhesión el 4 de julio de 2006, en una cumbre realizada en Caracas. Esto, junto a otras implicaciones y secuencias legales puede verse en Eduardo Porcarelli, Venezuela como miembro pleno del Mercado Común del Sur: implicaciones económicas y sociolaborales. ILDIS, octubre 2013.
[10] Este tipo de expresiones fueron resaltadas en las intervenciones del Presidente Chávez en la Cumbre de la Comunidad Andina realizada en la ciudad de Valencia entre el 21 y 24 de junio de 2001 (pero han sido frecuentes durante toda la administración bolivariana) y donde, este último, entregó la conducción del Consejo Presidencial Andino, la cual llegaba hasta esa fecha. Dada la valoración que el gobierno iniciado en 1999 le ha dado a la integración latinoamericana debe señalarse que la gestión del Presidente Chávez al frente de tal Consejo registró pocos éxitos.
[11] Puede, sin embargo, resumirse un conjunto de elementos que, además de los señalados y otros que serán referidos más adelante, permitan ilustraciones adicionales sobre lo que ha sido la posición de la administración bolivariana en cuanto a integración económica:El Gobierno encabezado por el presidente Hugo Chávez ha considerado a la integración económica y comercial como un tema especial. La integración para el gobierno de Venezuela no se limita a plantear una alianza comercial, sino por el contrario, se entiende a la integración como algo global que se conecta con dos de los elementos básicos de la política que está ejecutando Caracas. Se trata de que a mediano plazo, esa integración esté fundamentada en bases no capitalistas, en el ejercicio de una democracia participativa, en la promoción de una economía que combine la propiedad estatal con propiedades sociales y cooperativas, y en la regulación y disminución de las inversiones extranjeras directas privadas. Es decir, el planteamiento venezolano es anti-capitalista y anti-estadounidense; por lo tanto, la integración para Venezuela escapa al modelo que se define en la OMC y que bajo el concepto de regionalismo abierto se ha venido planteando en América Latina y el Caribe.” (Carlos Romero y Claudia Curiel, VENEZUELA: POLÍTICA EXTERIOR Y RENTISMO. Cuadernos PROLAM/USP, Año 8 — Vol. 1 — 2009 p. 39-61).
[12] Es impresionante como todavía en 2016 Theotonio dos Santos hace afirmaciones en tal sentido (ver Entrevista a Theotonio dos Santos, http://masterecointerucv.blogspot.com/2016/03/entrevista-theotonio-dos-santos.html)
[13] La profusión de ALC entre los países de América Latina, o entre miembros de esta con  países fuera de la región (entre enero 2013 y octubre 2014 se pusieron en vigor, se encontraban para la firma o en negociaciones 8 acuerdos intrarregionales y 22 extraregionales), debe relacionarse con el estancamiento que han tenido las negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda Doha iniciada desde 2001, el abandono de proyectos como ALCA en América -y que era liderado por los EE.UU.- y el mismo surgimiento de los llamados Mega acuerdos y que abarcan el Atlántico con EE.UU. y la Unión Europea o el Pacífico con un número considerable de países vinculados al área, donde se encuentran algunos latinoamericanos (Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, EE.UU., Japón -recientemente incorporado-, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam), (Puede verse Monitor de Comercio e Integración 2014. Vientos Adversos. Políticas para relanzar el comercio en la post-crisis. Paolo Giordano Coordinador. Octubre 2014 BID).
[14] Un resumen en este sentido: “…la estructura exportadora no ha cambiado en treinta años de reformas y los tipos de cambio se desplomaron a pesar de las reservas.  Para lo que han servido las reformas en Suramérica ha sido para el traspaso de propiedad y el aumento de volúmenes, pero no para un cambio en la estructura productiva que venía afectada por la depresión –metafóricamente referida como la década perdida– de los años 80.  En Centroamérica sí hubo un cambio con la industria maquiladora y dejaron de ser “repúblicas bananeras”, lo que hace que sean más resistentes a las depresiones de materias primas pero no han regresado a la dinámica de la era del Mercado Común Centroamericano.  La costa pacífica de América del Sur sigue altamente dependiente de materias primas mientras la costa atlántica continúa con su industrialización de baja intensidad y el Caribe se divide entre petroleros y no petroleros” (Oscar Ugarteche y Tesalia Valencia, ¿Cómo va el mundo al 2016?, Rev.  AMERICA LATINA en movimiento, Nro. 511 Marzo 2016).
[15] Como se señala en este trabajo, Venezuela se retira formalmente de la Comunidad Andina de Naciones en 2011 y se incorpora a Mercosur en 2012. De resto se encuentran los países y el proyecto del Alba con los arreglos comerciales desarrollados allí y el conjunto de relaciones y entendimientos comerciales y de inversión con países como Irán o China, pero que no han implicado procesos de negociación de los que tradicionalmente se ejecutan para firmar un ALC. Puede indicarse que de los Acuerdos o Proyectos que entre enero 2013 y octubre 2014 se pusieron en vigor, se encontraban para la firma o en negociaciones (iniciadas antes de 2013) en América Latina  8 acuerdos son intrarregionales y 22 extraregionales, según se indicó más arriba. En estos Acuerdos o proyectos sin embargo Venezuela solo figura en 1, puesto en vigor con Perú el 1/8/13 y, en lo que concierne a Mercosur –dada su membresía en este Acuerdo-, solo se registran las negociaciones con la Unión Europea las cuales, por lo demás, se desarrollan desde el año 2000. Adicionalmente debe señalarse que “… en julio de 2014 los países integrantes del MERCOSUR (excepto Venezuela), consensuan una oferta conjunta para un Acuerdo de Asociación Birregional con la UE, luego de un largo proceso de reuniones técnicas”  (BID octubre 2014, Idem).
[16] Una perspectiva para un panorama alternativo la representan para algunos, las llamadas Cadenas Globales de Valor que, aunque pueden abarcar variados rubros, se les observa más hacia el lado de la manufacturas. Consisten las mismas en el conjunto de vínculos productivos que se han observado internacionalmente en el contexto de la fragmentación de la producción a nivel internacional. Es conocido, sin embargo, que, en América Latina, solo países como México, Brasil o Costa rica –aunque en menor escala- han transitado aprovechando desarrollos de su industria en bienes de alto contenido tecnológico. Por lo demás, los registros denotan variados y a veces significativos pesos de los factores extranjeros en los casos de exportaciones vinculadas a estas Cadenas Globales de Valor. En un volumen del BID de interés (Fabricas Sincronizadas: América Latina y el Caribe en la Era de las Cadenas Globales de Valor. Juan S. Blyde Coordinador. BID 2014) se destacan elementos como los siguientes: “Para las empresas en los países en vías de desarrollo, la fragmentación internacional de la producción ofrece oportunidades de participar en actividades que en el pasado estaban prácticamente por fuera de su alcance. De no existir las redes internacionales de producción, las economías emergentes tendrían que desarrollar procesos completos de producción para convertirse en competidores eficientes en los mercados mundiales. Sin embargo, la inserción en las cadenas globales de producción permite a los países en vías de desarrollo participar bien sea en una sola o en varias de las fases que intervienen en la producción de los bienes finales. Esto les brinda nuevas oportunidades para diversificar el comercio y la producción, un aspecto de gran importancia para América Latina y el Caribe (ALC), cuya base exportadora se encuentra sumamente concentrada en unas pocas industrias, sobre todo en sectores intensivos en recursos naturales. Además de abrir nuevos mercados de destino, las cadenas globales de valor también pueden abrir las puertas a nuevos conocimientos y tecnologías. La participación en las cadenas globales de producción suele asociarse con un aprendizaje acelerado, la transferencia de tecnologías y la difusión de conocimientos” (pág. XV).
[17]En el Programa económico de transición 1999-2000 se señala, como uno de los objetivos específicos: “Fortalecer el proceso de diversificación de las exportaciones no petroleras”. También, en el ámbito fiscal del mismo programa, cuando se hace referencia a las acciones específicas para el ajuste fiscal se anota: “Incentivos que estimulen la inversión, producción y exportación”, (Cordiplan, 1999). En el discurso dado por el Presidente el 2-2-00, se hizo referencia a las exportaciones, nuevamente de manera muy escueta, en el sentido de que se incentivarían y se promoverían las exportaciones. Debe señalarse, de todas maneras, que ya a finales del primer semestre de 2000, el Banco de Comercio Exterior anunció la implementación de mecanismos como reducciones de puntos en la tasa de interés buscando apuntalar el financiamiento a las exportaciones dentro de los mecanismos aceptados (El Nacional, 11-6-00). Aun con ello, CONINDUSTRIA señaló, a finales de 2001, la necesidad de “Implementar una política agresiva de promoción de las exportaciones no tradicionales” (CONINDUSTRIA. A la opinión pública. El Nacional. Caracas, 11 de noviembre, p. E/3. 2001).
[18] En enero del año 2000, el ejecutivo, en la persona del Ministro de Producción y Comercio, J. J. Montilla, planteó la posibilidad de que se procediese a la cancelación de la deuda con los exportadores que por este concepto se arrastraba desde hacía un año (El Globo, 12-1-00; p. 2). El Ministro de Finanzas (1999-2001) José Rojas, por su parte, a finales del mismo mes informó que se tenía disponibilidad de 80.000 millones de bolívares en Certificados de Reintegro Tributario (CERTS) para atender las deudas referidas (El Universal, 29-1-00). Por su lado, el Presidente, en su discurso del 2-2-00 hizo referencia al mecanismo señalado, ratificando lo anterior y como único punto específico sobre el tema de las exportaciones. También, a inicios de junio de 2000 convocó a un acto con los empresarios, para la cancelación del mismo.
[19] Puede ilustrarse el caso de Chile, que ha usado dos sistemas de reintegro: el regular (idéntico al que se plantea en Venezuela) y el simplificado que representa una especie de subsidio (dados los acuerdos  vigentes en la OMC debían ser eliminados a finales de 2002). Para un año como 1994, se sabe que Chile destinó unos 150 millones de dólares por concepto del segundo mecanismo (13% de las exportaciones y 70% del total de productos) y 26 millones por el primero como estímulos a las exportaciones (Manuel Agosín. Comercio y crecimiento en Chile. Revista de la Cepal. Agosto. Chile, 1999).
[20] A pesar de los datos señalados para años recientes, la jefa de la comisión presidencial de Economía Productiva para la Exportación y ministra de Comercio, Isabel Delgado, afirmó que las ventas externas no petroleras están creciendo a un ritmo de 10% mensual. Según señaló, para el momento de sus declaraciones, se habían exportado aproximadamente $1.996 millones, entre septiembre de 2014 y abril de 2015; señalando también que, en diciembre de 2014, fueron asignadas 20 Licencias Especiales de Exportación y 33 están en proceso de aprobación así como que se realizaban diligencias para la simplificación de trámites. Llama la atención su planteamiento de una meta de 10.000 millones de dólares para este tipo de exportaciones, aunque sin fijar fechas y a pesar de las evoluciones anuales presentadas (ver www.elmundo.com.ve 2 de junio 2015). Con el mismo entusiasmo y con la misma necesidad de tomar acciones que pudiesen influir positivamente en el sector exportador no tradicional, el presidente de la República, NM, ordenó el 15 de agosto de 2015 la creación de una taquilla única de exportación en el Puerto de La Guaira y el Aeropuerto de Maiquetía, la cual permitiría agilizar la venta de los productos hechos en Venezuela en los mercados internacionales (el Presidente NM lo comunicó en un encuentro con grupos comunales). Los productos despachados por esta vía deberán cumplir con los requisitos que serán establecidos por el ministerio de Economía y Finanzas, desde donde se establecería el destino de cada rubro (ver www.elmundo.com.ve 15 de agosto de 2015). En términos efectivos para el último trimestre de 2015, el Presidente de Asociación Venezolana de Exportadores (AVEX), Ramón Goyo, señaló que las exportaciones no petroleras seguían estancadas por la implementación de licencias especiales de exportación en agosto de 2014 y por la caída de la producción nacional por la falta de materias primas e insumos, considerando –además- que las exportaciones no petroleras no superarían los $3.000 millones en 2015 (ver www.elestimulo.com 20 octubre 2015).
[21] Esto brinda una perspectiva amplia de interconexión entre políticas comerciales y de inversión. Sobre todo porque algunos autores le brindan una importancia determinante a las políticas de inversión. En su opinión, el sólo aumento de la tasa de inversión puede bastar para explicar el aumento de las exportaciones en casos como Corea y Taiwán (Manuel Agosín. Comercio y crecimiento…Ídem).
[22] Fue alrededor de hace de treinta años que se comenzaron a desarrollar precisiones de interés sobre las líneas que habían venido trazando los flujos de comercio internacional entre los países de mayor grado de indus­trialización. Algunas de ellas atañen a que -contrariamen­te a lo que se preveía con la armazón teórica disponible hasta ese momento en cuanto al comercio internacional-, países con dotaciones de factores semejantes habían desarrollado flujos comerciales significativos a lo interno de una industria: fue a esto a lo que se le pasó a llamar comercio intraindustrial. El planteamiento y las evidencias, que en parte dieron origen a la llamada Nueva Teoría del Comercio Internacional, permitieron ubicar nuevos uso al viejo concepto de econo­mías de escala, en la medida en que el comercio de produc­tos diferenciados (de una misma industria) se registró asociado al aprovechamiento de amplios mercados o de nutridos patrones de demanda Este planteamiento expresa la forma como en parte ha funcionado la integración en experiencias como la de la antigua CEE, pero también se pueden encontrar expresiones en los tiempos iniciales del Mercado Común Centroamericano  (D. Appleyard; A. Field. Economía Internacional. Editorial McGraw-Hill. España. 857 pp. 1997; Aaron Tornell. ¿Es el libre comercio la mejor opción? El Trimestre Económico N° 211, julio‑septiembre.  México. 1986).
[23] En el caso de Chile, se estima que, a comienzo de los años setenta, ya contaba con magnitudes importantes de ingenieros y gerentes formados en Universidades públicas o beneficiarias de apoyos del Estado (Manuel Agosín. Comercio y crecimiento…Ídem).
[24] Su consumo por un agente no disminuye su valor para otro (bien no rival), y es difícil impedir que otros participantes tengan acceso a ella (bien no excluyente) (Manuel Agosín. Idem).
[25] Elementos de ellos para el contexto latinoamericano son analizados más arriba en este trabajo.
[26] Además del trabajo del BID señalado más arriba, una apreciación global de interés puede verse en Patrick Low, G20 2016 Trade and Investment Agenda: The contribution of Global Value Chains to an innovative, invigorated, interconnected and inclusive world economy; http://www.ictsd.org/opinion/g20-2016-trade-and-investment-agenda-the-contribution-of-global-value-chains-to-an-0,  23 February 2016
[27] Iguales consideraciones pueden esgrimirse para el viaje iniciado el 12 de mayo de 2001, también de más de 20 días y cuyo punto inicial fue Rusia.
[28] Algunos de los asuntos tratados en este viaje, en lo que concierne a China, fueron retomados en la visita que el Presidente de China -Jiamg Zemin- hizo a Venezuela entre los días 15 y 17 de abril de 2001 -y que fue el punto final de la visita oficial hecha a varios países de América Latina-. Se firmaron 8 acuerdos y China se comprometió en la construcción de un módulo para producir orimulsión (El Universal 16-4-01 y El Globo 18-4-01). En 2014, otro presidente chino, en este caso Xi Jinping volvió a visitar Venezuela y, aunque el contexto ya implicaba un endeudamiento creciente con esta nación y la administración de NM tenía grandes expectativas, el financiamiento nuevo no fue tan abundante o hubo una actitud más cautelosa, renovándose en tal sentido solo un tramo del Fondo binacional por 4.000 millones de dólares. No se renovó, sin embargo, otro mecanismo de financiamiento que se creó en el año 2010 con el cual Venezuela habría recibido un crédito por $20.000 millones a 10 años por el pago de 330.000 barriles diarios (b/d) de petróleo (ver www.elmundo.com.ve 23-07-2014). Esta visita a Venezuela, abarcó también a otros países de américa latina y la nación asiática ofreció 35.000 millones de dólares para financiar proyectos de la Celac, abarcando un Fondo de 20 mil millones de dólares para el desarrollo de infraestructura de la región y una línea de crédito de 15 mil millones para la creación de un fondo de cooperación económica (ver www.rnv.gob.ve). Durante la visita que el presidente NM hizo a partir del 4 de enero de 2015 a Rusia, China y otros países -y que se referirá más abajo- y específicamente los días 8 y 9 del mismo mes, se llevó a cabo en China la primera reunión ministerial China-Celac abarcando a varios países latinoamericanos. En esa ocasión el presidente de la nación asiática, Xi Jinping, anunció que su país invertirá en una década 250.000 millones de dólares en Latinoamérica y que en ese plazo se duplicarán los intercambios comerciales hasta llegar a los 500.000 millones de dólares (el comercio bilateral entre China y la Celac pasó de alrededor de 12.000 millones de dólares en 2000 a 275.000 millones de dólares en 2013) (ver CEPAL, Primer Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y China. Explorando espacios de cooperación en comercio e inversión. Enero 2015, pág. 25; www.albaciudad.org 09-01-2015).
[29] “...son muchos los obstáculos que deben salvarse para alcanzar relaciones económicas sostenibles. Antes (de la crisis iniciada en 1997/EOR), las inversiones coreanas en América Latina fueron ´atraídas` por el boom económico y la integración regional del subcontinente, a la vez que eran ´impulsadas` por los altos costos de producción coreanos, la búsqueda de mercados y una estrategia corporativa enfatizada en la globalización, pero ahora quedan pocos factores que las atraigan e impulsen. Además, el pobre desarrollo de las relaciones no económicas entre Corea y América Latina contribuye a que perdure una relación frágil. Igualmente, la falta de un entendimiento cultural mutuo y el fin de la guerra fría disminuyeron la propensión para la cohesión política. Las restricciones comerciales por parte de América Latina, en combinación con la contraída demanda asiática de bienes latinoamericanos y su escasez de recursos para invertir, pudiera dirigir la atención de ambas regiones hacia otros socios industrializados. Todo esto implica un desenlace negativo para las relaciones económicas de Corea con Latinoamérica.”. (Won-Ho Kim ¿El fin de la luna de miel…Ídem). El mismo autor, ubica elementos para actuar en sentido contrario a las tendencias que indica.
[30] La dimensión de interés en las relaciones geopolíticas de la administración bolivariana, junto a la técnica de las visitas de contacto directo se volvió a manifestar en la gira realizada por el ministro Marcos Torres, acompañado de otros funcionarios venezolanos a inicios del mes de diciembre de 2014 y cuyo punto inicial fue precisamente China, pasando luego a Irán y llegando el 9 del mismo mes a Rusia, país con el cual también se tienen acuerdos en el área económica. Los fines de esta misión y contacto fueron afianzar lazos de cooperación e impulsar nuevos proyectos socioproductivos en Venezuela (ver www.elmundo.com.ve 09/12/2014). Esta visita fue seguida por una encabezada –con objetivos similares- por el propio presidente NM a partir del 4 de enero de 2015 y cuyo punto inicial fue Rusia pasando luego a China y otros países (puede verse www.aporrea.org 07-01-2015). Además de los determinantes señalados para las visitas a Rusia, debe señalarse la agudización de la crisis económica venezolana ya avanzado 2015 con la correspondiente intensificación de los problemas de flujos de caja, derivada de la baja en los ingresos petroleros y la inefectiva utilización de los mismos para el periodo de precios altos. Siendo este contexto uno de los determinantes de otra visita a Rusia -durante el mes de mayo de este año señalado- por parte de varios ministros así como la contraparte de visitas a Venezuela por parte de funcionarios de la empresa petrolera rusa. El banco binacional pautado desde meses anteriores (para un capital inicial de 4.000 millones de $) no había alcanzado para mayo la capitalización de la parte venezolana, debiendo señalarse que por el lado ruso habían continuado las participaciones para las obras de la misión vivienda con -por ejemplo- alrededor de 7000 apartamentos de los 23.000 programados en el Complejo Ciudad Tiuna, o en las programaciones de varios bloques de la explotación de la faja petrolífera del Orinoco, en el entendido de un contexto de inversiones acordadas en reuniones en Caracas en el mes señalado de 2015, por un monto de 14.000 millones de dólares, para duplicar la producción petrolera y de gas del caso (ver www.elmundo.com.ve 28/05/15; www.ultimasnoticias.com.ve 05/03/15; www.eluniversal.com 18/01/14; www.eluniversal.com 02/04/10). Por razones semejantes o relacionadas con las indicadas y expresamente en búsqueda de financiamiento, el presidente NM inicio otra gira por China y Vietnam a finales de agosto e inicios de septiembre 2015. El presidente NM suscribió ocho acuerdos bilaterales (fábrica de camiones e instalación de empresa de telecomunicaciones, entre ellos). En su gira por Asia el presidente anunció un nuevo préstamo de China por 5 millardos de dólares para elevar la producción petrolera, y ocho nuevos acuerdos bilaterales para el desarrollo agroindustrial, tecnológico y petrolero. Debe destacarse que el gobierno venezolano ha recibido más de 40 millardos de dólares de financiamiento externo a través del fondo chino y ha ido cancelando tal financiamiento con petróleo. En tal sentido, para el momento de esta visita, Venezuela ya estaba  enviando un poco más de 700.000 barriles diarios de crudo a tal nación (www.el-nacional.com 020915).
[31] En la misma ocasión del viaje a China de inicios de 2015, el ministro de educación, Héctor Rodríguez, miembro de la comitiva, mencionó la obtención de un financiamiento de China por 800 millones de $ a los fines de dotar de equipos y tecnología a la escuelas, estimándose que en los próximos 10 años se construirían las primeras 1500 escuelas, señalando también que “Nos hemos reunido con las principales empresas chinas en esta materia (tecnológica), ellas han presentado las distintas propuestas de dotación y además han puesto a la orden la dotación de las primeras 24 escuelas totalmente gratuitas para que probemos los modelos que plantean y veamos por cuáles de ellos optamos” (ver www.elestimulo.com 09-01-2015).
[32] El sábado 29 de agosto de 2015 en un acto público para realizar la entrega de vehículos y autobuses como parte de la Misión Transporte 2015 –y a momentos de iniciar el viaje a China y Vietnam de finales de agosto y comienzos de septiembre ya señalado-, el presidente NM hizo entrega de 400 taxis como parte de los 20.000 referidos. El presidente expresó que entregaban 400 taxis de los 20 mil previstos a entregar en el año 2015, los cuales se asignarían mediante entregas masivas a conductores en todo el país, para reforzar la flota a  nivel nacional (www.aporrea.org 29 agosto 2015). De la misma manera, en un acto celebrado en el Poliedro de Caracas, el presidente NM hizo entrega de 4 mil 600 unidades para taxis a transportistas de varias regiones el país, como parte de la Misión Transporte (ver www.lapatilla.com 7 de noviembre 2015).
[33] Al respecto puede verse SlipakAriel M. EL ASCENSO DE LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA COMO GRAN POTENCIA: UN DESAFÍO PARA EL PENSAMIENTO CRÍTICO LATINOAMERICANO. https://www.academia.edu/14415181/El_ascenso_de_la_Rep%C3%BAblica_Popular_de_China_como_gran_potencia_un_desaf%C3%ADo_para_el_pensamiento_cr%C3%ADtico_latnoamericano. 2015.
[34] Durante la gestión de HC se conformó una política exterior que ha sido bastante estable y repetitiva en sus elementos de guía. En un trabajo del año 2009 -ya referido más arriba- se recogen ya elementos de los que han sido fundamentales los cuales se han trasladado de manera bastante clara a las gestiones de administración del presidente NM: “Desde un punto de vista mundial, el presidente Chávez se ha convertido en los últimos años en una especie de enfant terribl que ha venido tejiendo una diplomacia hiperactiva y llamativa. Sus querellas con Estados Unidos, su acercamiento al régimen cubano y a otros gobiernos vistos con reservas por Estados Unidos (Belorus, Irán, Rusia, China), la promoción de la OPEP como organización política, su clamor por un mundo multipolar, su creencia en la soberanía nacional absoluta y su apoyo a la revolución continental despiertan muchas simpatías en sectores sociales e intelectuales de América Latina, pero al mismo tiempo, generan algunas reservas.” “El gobierno del presidente Chávez revivió en el país la visión estructuralista y anticapitalista que genera las tesis del desarrollo endógeno, del fortalecimiento del Estado como instrumento central de desarrollo, y de la profundización del Estado socialista, formándose así un paquete ideológico ‘anti-occidental’ configurado en una visión del mundo basada en las ideas de la rivalidad entre el centro y la periferia y en la lucha antiimperialista.” “Lo anterior está aunado a la condición petrolera del país, de la cual se estima, es su verdadera ventaja comparativa…” (Carlos Romero y Claudia Curiel, VENEZUELA: POLÍTICA EXTERIOR Y RENTISMO. Cuadernos PROLAM/USP, Año 8 — Vol. 1 — 2009 p. 39-61).
[35] Sobre estos países del Caribe una experiencia de relevancia para los intereses de Venezuela ya señalados es el caso de Petrocaribe. Esta experiencia se basa en las premisas  del comercio justo, la complementación, la solidaridad, la justicia social y la voluntad común de avanzar. Se presenta como una iniciativa de integración regional y como alternativa real que tienen los países en desarrollo de procurarse un acceso seguro y confiable a las fuentes de energía. Petrocaribe nació el 29 de junio de 2005, tras el Acuerdo de Cooperación Energética suscrito por 14 naciones del Caribe durante el Primer Encuentro Energético de Jefes de Estado y/ o de Gobierno del Caribe sobre Petrocaribe.  Casi 10 años después esta iniciativa de integración regional suma 18 países, agrupados por la solidaridad e inspirados en la independencia y soberanía de los pueblos. Los miembros de Petrocaribe son:  Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Venezuela (ver Página Oficial de Petrocaribe).
[36] En su primera  visita a la ONU como presidente, NM siguió los mismos patrones de comportamiento que en estos asuntos trazó HC. NM visitó y asistió a actos proselitistas en el Bronx. En tal sentido debe señalarse que HC aportó fondos a decenas de programas con financiamientos que se otorgaron entre 2007 y 2010. Los recursos fueron usados para impulsar programas de educación, subsidio de combustible para calefacción, cooperativas de alimentos y la limpieza del río Bronx. Allí junto a  líderes comunitarios, activistas laborales y pacifistas en un evento patrocinado por Venezuela en el sur del Bronx, el presidente NM expresó: “Vinimos a traer nuestra verdad… Cuántas cosas se dicen a diario de Venezuela en los grandes medios de comunicación de occidente, cuántas mentiras se fabrican en relación a la vida de un pueblo noble como el pueblo venezolano que su único pecado es aspirar y soñar con vivir una nueva sociedad, con construir un modelo económico, social y político que trascienda el capitalismo, que supere al capitalismo con todo sus males y con todo su poder destructivo”. También destacó NM su plan de ampliar los programas sociales buscando abarcar los 50 estados de EE.UU., dado que abarcan a 150.000 familias en 25 estados (www.lapatilla.com 24/09/14; www.bbcmundo.com 24/09/14). De esta visita a los EE.UU., se denunciaron registros de los cuantiosos gastos realizados el presidente NM y por la numerosa comitiva que lo acompañó, así como de los concernientes a estos actos proselitistas en el Bronx (Ver www.elcomercio.com 29/09/14; www.el-carabobeno.com 28/09/14).
[37] La moda Mao consistió en la vestimenta tipo uniforme y homogénea con la que se presentaban en distintas actividades hombres y mujeres en China continental, durante varias décadas de las anteriores a las reformas iniciadas avanzados los años setenta y los ochentas.
[38] Este tipo de apoyo económico, a la luz de evoluciones políticas y económicas tenidas en la región durante la primera década del siglo XXI debe ser ubicado en un nuevo enfoque del regionalismo que está signado por el abandono de cierto primado del comercio, insistiendo en el apoyo político y en el perfil del beneficio económico que pueda derivar para la región con la apertura e incorporación de nuevas relaciones y mercados como son los de Asia. Esto está en la base de la conformación de la Unión de Naciones de Sur América (UNASUR). Se habría así avanzado en un nuevo tipo de economía política regional y en un nuevo sentido de la cooperación regional. Lo cual se encuentra estrictamente matizado por la posibilidad de manejar recursos naturales como el petróleo y el gas como ha estado evidenciado en distintos arreglos y proyectos donde participan países como Brasil, argentina, Colombia y por supuesto Venezuela y en tal sentido hay una estrecha relación con las actividades y posiciones desarrolladas por Venezuela en variados arreglos referidos en este punto. Algunas expresiones de Diana Tussie complementan adecuadamente lo señalado: ” A number of countries in the region such as Brazil, Argentina, Bolivia, Venezuela and Uruguay increasingly fear that the greatest security threat may come from external powers given the competition for access to natural resources.”; “The new balance of interests has injected a different flavor to the regional relations. The hallmark is the emergence of regional cooperation dynamics in new areas. Neither trade integration is the neither objective nor trade liberalization the main policy. Regionalism has gradually changed its focus, shifting from trade liberalization to a renewed emphasis on cooperation.” (Reshaping Regionalism and Regional Cooperation in South America. Diana Tussie. Pensamiento Propio n° 39, Enero-Junio 2014. CRIES. Argentina).
[39] Algunos autores latinoamericanos destacan esta vinculación a la luz de perfiles de interés resaltando: “…el peculiar matrimonio con Cuba que, revirtiendo una posición ideológica, geopolítica y simbólica relativamente consolidada en la diplomacia venezolana desde hace cuarenta años, para bien y para mal se ha tornado un ingrediente esencial y definitorio del proyecto bolivariano tanto en su esfera doméstica como proyección regional.” (Daniele Benzi y Ximena Zapata Mafla, PETRÓLEO Y RENTISMO EN LA POLÍTICA INTERNACIONAL DE VENEZUELA. BREVE RESEÑA HISTÓRICA 1958-2012. Pre-textos para el debate N° 3 2014. Universidad Andina Simón Bolívar. Ecuador).
[40] En declaraciones del 26 de diciembre de 2014, que en cable de REUTERS se le atribuyeron a Marino Murillo, Ministro de economía y planificación cubano, al analizar este los ingresos en divisas para la economía cubana y su reconocible evolución para el año 2014, mencionó las remesas –que totalizaron 1700 millones de dólares- y el hecho de que “…la reexportación del crudo venezolano generó 765 millones de dólares” (ver www.lapatilla.com 27 de diciembre 2014).
[41]Los países miembros del ALBA son: la República Bolivariana de Venezuela, la República de Cuba, la República de Bolivia, la República de Nicaragua y la Mancomunidad de Dominica, la República de Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda (ver Portal ALBA).
[42] Las críticas a los modelos de desarrollo y  a los patrones de lo que se ubica como capitalismo desde la perspectiva de la administración bolivariana. ha permitido a los creadores del ALBA –con un basamento fuerte de parte de Venezuela en el caso del financiamiento- elaborar proyectos y presentar resultados considerados exitosos. Así. Rodolfo Sanz Secretario General del esquema ALBA señaló el 17-7-14 que: “…gracias al ALBA 2,8 millones de personas han sido operadas de la vista mediante la Misión Milagro; más de 3 millones de personas han sido alfabetizadas”. Así como que, en Dominica,  se iniciaría  el plan de alfabetización “Yo sí puedo” en inglés. (Ver portal ALBA). En una perspectiva global del conjunto de actividades del ALBA, sin embargo, y desde la perspectiva de otros ambientes, los resultados no se destacan tan exitosos. Así: “La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América figuró con los peores resultados en la encuesta Imagen de Organismos Internacionales en América Latina, publicada por Ipsos Public Affairs América Latina. Para el sondeo se entrevistaron a 317 periodistas y líderes de opinión de 16 países, y además se evaluaron 13 organismos internacionales. El resultado destaca la preferencia de los latinoamericanos por los organismos orientados al desarrollo económico y social sobre aquellos que son más bien foros políticos” (Ver El nacional 05/10/15; www.el-nacional.com).
[43] Esto no se aclara porque se afirme o se tenga esperanza en que “…en el corto y mediano plazo es posible la exploración de espacios de diálogo a través de la diplomacia social de la ALBA-TCP en los bloques de la integración tradicional latinoamericana bajo las premisas de la cooperación Sur-Sur, de hecho en los actuales momentos se negocia crear una zona económica entre MERCOSUR, CARICOM, ALBA TCP y PETROCARIBE que puede constituir un nuevo reacomodo del mapa geopolítico regional” (DILIO HERNÁNDEZ / YUDI CHAUDARY Ídem…).
[44] Destacar esto no significa desconocer las propias contradicciones y problemáticas presentes en la estructura social y política de las economías de Mercosur y otras similares y que atañen entre otros elementos a la solidez y eficiencia de sus capitalismos y regímenes democráticos. Problemas asociados a la inexistencia de un verdadero estado de bienestar o de una alternativa cercana, la solidez de sus regímenes democráticos o sus particularidades, a la vez que los mecanismos de inserción internacional y sus efectos en el desarrollo son, entre otros problemas, de suma relevancia. Aldo Isuani ha destacado para Argentina algunos elementos de importancia al relacionar la democracia y el capitalismo: “Argentina es quizás el ejemplo más claro de un capitalismo coexistiendo con una democracia que cuestiona fuertemente la desigualdad social sin que un Estado de Bienestar haya podido articularlos. El resultado ha sido un capitalismo débil y una democracia inestable que se realimentan”; “El sistema industrial continúa padeciendo un problema crónico: no es capaz de obtener mediante la exportación de sus productos, las divisas para adquirir los insumos que precisa para funcionar. Así cada vez que, cíclicamente, se producen dificultades para nuestros principales productos de exportación de naturaleza agraria, la manufactura de origen industrial entra en crisis. Mientras tanto, los procesos redistributivos generados en ocasiones excepcionales desde mediados del siglo XX crearon en la sociedad la noción de que podemos y debemos vivir como país desarrollado y si esto no sucede es porque alguien nos lo impide”; “…no hay aceptación social de la desigualdad, la única vía de conciliar capitalismo y democracia es construyendo un Estado de Bienestar significativo. Pero ello no será posible sin desarrollar una estrategia de inserción económica internacional que permita diversificar y potenciar los productos que el país puede entregar al mundo generando así las bases para una industria que solucione su dependencia estructural de divisas” (Aldo Isuani.  www.clarin.com,  25/09/14. La tensión argentina entre democracia y capitalismo). A pesar de todo esto, el capitalismo en tal nación subsiste y no existen registradas, en los últimos lustros, tendencias de una inclinación social y política mayoritaria contraria a  aquel régimen.
[45] El inicio de la administración Macri en Diciembre 2015 ha abierto y presentado ejecutorias en áreas como la cambiaria y financiera, entre otras.
[46] El 29 de julio se dio inicio en Caracas a la XLVI Cumbre del Mercosur, después de la inmediata  reunión de cancilleres. En esta oportunidad Venezuela entregó la Presidencia pro tempore del Mercosur que por primera vez estaba ejerciendo. A los efectos las autoridades venezolanas señalaron que el objetivo buscado mientras duró la Presidencia pro tempore había sido estimular el establecimiento de una zona económica complementaria, constituida por las naciones miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba), de la Comunidad del Caribe (Caricom), del Mercosur y de Petrocaribe. Como se ha señalado en este trabajo, todas son experiencias y proyectos de alta estima para la administración bolivariana. En esta Cumbre se decidió declarar a los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez, ciudadanos ilustres del Mercosur (www.rnv.gob.ve 29 de julio 2014; www.eluniversal.com 29 de julio 2014). Pero en general la Cumbre no presentó mayores resultados debido a los propios elementos de crisis -presentes sin resolución- a lo interno de Mercosur y a los añadidos al momento relativos a cada país como la crisis de pagos presentada por Argentina. El Presidente NM alcanzó a expresar, sin embargo, una idea bastante general y de ilusión: “Es una formación económica que plantea ir mucho más allá de lo que se ha llamado el libre comercio. Mucho más allá. Trascenderla. Ir al comercio justo e integrador. Ir al desarrollo de inversiones conjuntas, al desarrollo de las fuerzas productivas”. Por su parte el Presidente de Uruguay, José Mujica, logró expresar una idea jocosa pero un tanto gráfica sobre los resultados de las Cumbres: “Cuando regreso a Uruguay la gente me pregunta qué decidimos… Yo qué sé que decidieron… Sacamos una declaración” (ver www.elpais.com 31 de julio de 2014).
[47] El carácter de estas relaciones que han sido políticas, comerciales y de cooperación, volvió a manifestarse en los acuerdos firmados entre los dos países a la luz de una visita del presidente NM a  Cuba desde el 13 de diciembre de 2014, en razón de una Cumbre del ALBA –coincidente la fecha con la primera visita de HC a la isla caribeña veinte años atrás-. En tal razón, las administraciones de ambos países firmaron 62 proyectos conjuntos en 25 sectores en materia de desarrollo social y económico para el año 2015.Tales acuerdos persiguen "el incremento de médicos para ampliar el sistema de salud de Venezuela  con la formación en Cuba de 518 especialistas, así como la cooperación en deportes y cultura, entre otros sectores" (ver www.eluniversal.com 14/12/14). Debe señalarse que estos acuerdos entre las dos naciones fueron firmados menos de una semana antes de ser comunicados, por las autoridades de Cuba y EE.UU., los arreglos y acuerdos para iniciar una nueva fase de relaciones entre los dos países. En este caso se trata de aperturas y cambios para disminuir y alterar de manera importante lo que en ciertos ambientes se ha entendido como la política de bloqueo de EE.UU. hacia Cuba por razones varias y, principalmente, de tipo político. Curiosamente, la administración bolivariana ha reconocido y celebrado la iniciativa de los EE.UU. mientras sectores cubanos del llamado exilio cubano en los EE.UU. la objetaron, apreciando, correspondientemente, la conveniencia de continuar con la política de bloqueo. El presidente Obama fue taxativo al respecto: "No podemos seguir haciendo lo mismo esperando un resultado diferente"; "Hemos elegido cortar el ancla del pasado, porque es absolutamente necesario lograr un mejor futuro: para nuestros intereses nacionales, para el pueblo estadounidense y para el pueblo cubano".  Entre los cambios estipulados se encuentran mayores posibilidades de comercio y desplazamiento de personas; ampliación de posibilidades de inversión, aumento de monto de remesas hacia Cuba –de 500 a 2000$- por trimestre y establecimiento de embajada de EE.UU. en Cuba (www.bbcmundo.com 17/12/14). Casi coincidente con la visita del Presidente Obama a Cuba iniciada el 20 de marzo de 2016, el Presidente NM estuvo en la Isla desde el 18 del mismo mes, para plantear un plan de relaciones de cooperación y variados vínculos entre Venezuela y esta última desde 2016  hasta 2030 "desde la visión de mecanismos de integración regionales como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA)/NM" (www.eluniversal.com 18 marzo 2016). De esta manera se dio inicio a la reunión de la Comisión Mixta de Alto Nivel, en la que Venezuela propuso crear un nuevo esquema de trabajo que permita impulsar planes económicos, financieros, energéticos, sociales y culturales para el periodo 2016-2030 y se firmó el plan anual de colaboración Cuba-Venezuela para el 2016. También se expresó  la voluntad de continuar profundizando los vínculos en áreas prioritarias, así como establecer un proyecto integral para combatir el Dengue, Zika y Chikungunya, que afectan a toda la región (www.ultimasnoticias.com.ve 18/03/16). 
[48] “… la República Bolivariana ha estrechado vínculos con países que mantienen algún tipo de conflicto con los Estados Unidos tales como Irán, Siria, Bielorrusia, Sudán, Iraq y Libia antes del derrocamiento de Saddam Hussein y Gadafi. Se ha acercado a Rusia, principalmente en el plano militar, volviéndose un buen cliente en la compra de armamentos. Finalmente, ha buscado intensificar las relaciones comerciales con China, Vietnam y Malasia entre otros países, con el fin de promover el intercambio tecnológico y reducir su dependencia de Estados Unidos en tanto principal comprador del petróleo venezolano.” En líneas generales, la siguiente afirmación -de los mismos autores latinoamericanos de la afirmación previamente citada-, resume parte de las inspiraciones  que han estado en la base de las actuaciones de la administración bolivariana en los puntos señalados: “A raíz de una visión multicéntrica y pluripolar en términos globales y unionista y bolivariana en la esfera regional, así como de la influencia de las viejas experiencias del nacionalismo revolucionario tercermundista, el gobierno bolivariano ha tratado de articular un nuevo mapa regional e internacional de alianzas y vínculos procurando darle, si bien sin éxito, un explícito sesgo antiimperialista y específicamente antiestadounidense.” (Daniele Benzi y Ximena Zapata Mafla, PETRÓLEO Y RENTISMO EN LA POLÍTICA INTERNACIONAL DE VENEZUELA. BREVE RESEÑA HISTÓRICA 1958-2012. Pre-textos para el debate N° 3 2014. Universidad Andina Simón Bolívar. Ecuador). Análisis y balances desde la perspectiva política y social de la evolución del ALCA a 10 años de la Cumbre de Mar de Plata pueden verse en Rev. AMËRICA LATINA en movimiento, Nro 509 noviembre 2015, “A10 años de la derrota del ALCA”.
[49] A pesar de la línea planteada y de las acciones correspondientes de parte de la administración bolivariana, durante buena parte de esta, los vínculos comerciales y particularmente de exportación de petróleo hacia EE.UU. se han mantenido –a pesar de los cambios que se señalan en este trabajo-. De diversas fuentes y distintos mecanismos de manejo de la información se ratifica así lo que indicamos. Han surgido vínculos y compromisos de iniciativas tomadas por aquella administración, pero por variadas razones el vínculo con EE.UU. no se cambia de manera radical. En diciembre del año 2000 se le vendía a esta nación un millón setecientos setenta y seis mil barriles de petróleo diario, a inicios de 2015 se le enviaba menos de la mitad de aquel monto; siendo China e India destinos importantes para el petróleo venezolano, pero también Cuba y los países de Petrocaribe, como se ha señalado (puede verse ¿Por qué Venezuela no deja de venderle petróleo a Estados Unidos?, Ángel Alayón. 16 de marzo, 2015 www.prodavinci.com; también www.petroguia.com).
[50] Hasta avanzado el primer semestre de 2015, el proceso a López estuvo lleno de imprecisiones y continuaba detenido. Para septiembre de 2015 la jueza 28 de Juicio de Caracas, Susana Barreiros, sentenció a Leopoldo López a 13 años, 9 meses y 7 días, declarándolo culpable de los cuatro delitos por los cuales lo acusó el Ministerio Público en su participación en los disturbios en la capital el 12 de febrero de 2014 (ver www.eluniversal.com 10 de septiembre 2015).
[51] Antonio Ledezma, Alcalde Metropolitano de línea de oposición, fue detenido el 19 de febrero de 2015, a quien la administración bolivariana le adjudica responsabilidades en acciones para derrocarla (ver www.eluniversal.com 20 de febrero 2015).
[52] Desde momentos preliminares hasta el final de la Cumbre, las relaciones entre Cuba y EE.UU. -o normalización de relaciones- fue tema de atractivo fundamental en la misma. Demostró Cuba –nuevamente- su sagacidad y sentido estratégico de encaminar las discusiones según sus propios intereses. Elementos culturales, políticos, humanos y comerciales de distinta importancia, han estado implícitos en las gestiones de esta posible normalización. Los episodios de violencia de unos y otros durante la Cumbre, favorables o contrarios, no afectaron la tendencia hacia la normalización de tales relaciones. El estilo de Raúl Castro –presidente de Cuba- fue firme pero prudente.
[53] Otras naciones de la región presentaban escenarios problemáticos en las mismas áreas o en otras. Debe señalarse que los problemas de equidad, distribución del ingreso, programas de inversión, equilibrio fiscal o desarrollo institucional recibieron un tratamiento menor. Debían haber sido tratados, en vez del sensacionalismo político o la hipocresía de presidentes y funcionarios que, teniendo agudos problemas económicos, sociales o políticos en sus naciones, se presentan en estas Cumbres como que en aquellas hubiese un equilibrio en esas variables. Otro elemento presente en otras Cumbres y que se volvió a manifestar en la que se refiere, es el optimismo que -a toda costa- inevitablemente presentan los organismos internacionales como el BID o el Banco Mundial.

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