martes, 1 de marzo de 2016

Venezuela y el Índice de Miseria

Guillermo Márquez

Venezuela ha sido catalogada como  “el país más miserable del mundo”, al quedar como  número 1 en el índice de miseria que se publica todos los años, con  un nivel de 106.03.  Este índice es poco conocido en Venezuela y me pareció conveniente explicar su significado. Para ello incluyo la aplicación que hice para Chipre para luego hacer unos comentarios sobre Venezuela.

Nota sobre el índice de miseria y su aplicación a Chipre

El índice de miseria fue creado por el economista estadounidense Arthur Okun, el cual consiste en la suma de la tasa de inflación, y la tasa de desempleo respecto al total de la población ocupada. El objetivo es estimar qué cambios en el bienestar de la población se producen por la variación de estos indicadores. Es evidente que un incremento de los precios y del desempleo reduce el bienestar y una reducción produce el efecto contrario. Posteriormente fue introducida la tasa de interés; también es evidente que un incremento en esa tasa, afecta negativamente a los prestatarios. Es conveniente comentar desde el principio que la alarma que se produjo en Chipre por estar entre los primeros 14 países más miserables, se  debe en gran medida a la connotación “miseria”, que no luce la más conveniente para reflejar lo que se quiere mostrar, lo cual se verá más adelante.

El índice que fue calculado para el 2013 contiene estos tres elementos. Si llamamos p= la tasa de inflación; d= la tasa de desempleo; i=tasa de interés; M=índice de miseria: M= p + d +i.  El índice se moverá en forma directa al cambio en los indicadores, denotando hacia arriba una reducción en el bienestar y hacia abajo un mejoramiento. El índice calculado para el 2013 incluye los tres indicadores mencionados.

Veamos entonces su aplicación a Chipre. El país figura, como se dijo arriba,  en el número 14 entre los países más “miserables”, con un índice de 30.7. Examinaremos cada indicador por separado. La tasa de inflación. La tasa de inflación fue muy baja en el 2013; la cifra más alta fue de 2% en enero y en general estuvo alrededor del 1%, mostrando cifras negativas en algunos meses, como en noviembre que fue de -0.8%. Se infiere que la inflación no contribuye en gran medida al índice. No entramos en las explicaciones del por qué la baja tasa de inflación, porque no corresponde al objetivo que persigo aquí. Pero además, la inflación no afecta el índice de desarrollo humano. Este indicador de las Naciones Unidas, que tiende a medir el nivel de bienestar a través del ingreso y la provisión de los servicios de educación y salud, es estimado eliminando el efecto precio, los incrementos o reducciones representan aumentos o reducciones reales en el nivel de vida. Por ejemplo, no tendría sentido que apareciera un incremento porque los precios de sus componentes han aumentado, lo que, como hemos dicho, reduce el bienestar. Se concluye entonces que la inflación no tuvo una influencia significativa en el índice de miseria. La tasa de desempleo. La tasa de desempleo tuvo un promedio de 16.9%, muy alta, situándose en el preocupante nivel de 40.8% para el desempleo juvenil. A pesar de lo lamentable de esta situación, ello afecta, en promedio, sólo a una porción de la población. Para este examen estimamos que las unidades familiares están compuestas en promedio por cuatro personas. Para estimar aproximadamente a cuántas personas afecta el desempleo hice los siguientes cálculos. La población de la República de Chipre fue estimada en 865.900 personas a fines del 2012, la última cifra que he conseguido al momento de escribir. Suponiendo una tasa de crecimiento de 2%, tendríamos una población de 883.195 personas al final del 2013. A pesar de que se que no es lo correcto trabajar con esa última cifra para el total de ese año, la usaré, porque el margen de error es pequeño, y las diferencias en la interpretación no son significativas. Tomando ahora el 16.9% de desempleo, y teniendo en consideración que la población en edad de trabajo es aproximadamente de 40%, -353.278 personas-, el desempleo estaría afectando a 59.703 trabajadores. Si suponemos que las unidades familiares están formadas en promedio por cuatro personas, y en la suposición de que el desempleado era el único que estaba trabajando en familia, el desempleo estaría afectando a 238.815 personas, lo que representa un 27% de la población. Por otra parte, el desempleo y la consiguiente falta de ingresos tienen repercusiones indirectas sobre la producción y el empleo, por la reducción de la demanda de los desempleados. A mi juicio el hecho de que el desempleo esté afectando a casi un tercio de la población es altamente preocupante y lo coloca en forma prioritaria en la política económica para la recuperación de la economía. La tasa de interés. De algunas observaciones que hice, decidí usar una tasa de interés promedio de 8%.

El índice de Miseria para Chipre.

De acuerdo a las cifras que he utilizado daría el siguiente índice: Mch= 2+ 17.9 + 8  = 27.9, bastante cercano al índice publicado. Es conveniente comentar que la información que suministré sobre el número de familias que viven por debajo del umbral de la pobreza tiene que ver con este tema. Como dijimos arriba, el porcentaje de 5.1% está por encima, mejor,  respecto a  los estándares internacionales. Si tuviéramos un porcentaje de más de 10%, sí sería un indicador de miseria preocupante. Así mismo, me parece conveniente explicar, aunque es obvio, que el índice es una cifra relativa no absoluta, es decir, altera los niveles de bienestar, hacia arriba o hacia abajo, a partir de un nivel determinado. Esto es importante porque el efecto de las variaciones indicadas pesa en forma diferente según el nivel de bienestar de los países. Por ejemplo, aunque Nicaragua tiene un índice menor que el de Chipre, 27, tiene un nivel de bienestar inferior, medido por su índice de desarrollo humano de 0.599. Debido a ese nivel inferior, un deterioro causado por el índice de miseria tiene peores repercusiones que el índice de 30 para Chipre. En todo caso, de acuerdo a las explicaciones que he dado, el índice no tiene las connotaciones que han circulado sobre el “el estado miserable de la población chipriota”.

Comentarista. En cuanto al índice de Okun, creo que la explicación que incluyes va al centro del problema y justifica tu conclusión, de una manera didáctica y específica en el caso de Chipre. Te sobra razón en sostener que hay un problema de imagen con el uso del término miseria, por lo que luce más adecuada la terminología que empleas en tu explicación, que atiende más bien a una reducción en el bienestar de la gente.

Comentarios de Abdón Suzzarini. Cuando dices que la tasa de interés afecta a los prestatarios, quizás convenga decir que los afecta en la forma siguiente: uno, a los consumidores porque encarece el crédito al utilizar las tarjetas de crédito y débito y otras modalidades crediticias, lo cual se refleja en un encarecimiento indirecto de los precios de los bienes y servicios que se demandan por esa vía, presionando al alza de los precios; y, dos, a los inversionistas y empresarios en general, con lo cual se encarece el crédito para la producción, circunstancia que frena o inhibe la inversión y en consecuencia la posibilidad de reducir el desempleo y el deterioro del ingreso.  El índice es una concesión que hace el economista Arthur Okun a lo que tú con mucha propiedad has denominado el periodismo económico, es decir esta tendencia a utilizar expresiones efectistas de gran impacto político pero que no responden en rigor a la teoría económica. Cuando vamos al diccionario encontramos que la palabra miseria se define entre otros, como pobreza suma, o también gran pobreza. Es decir que lo que se está midiendo es en qué grado se encuentra la gran pobreza o la suma pobreza en Chipre lo cual en rigor no es correcto pues Chipre no está atravesando por una suma pobreza ni por una gran pobreza. Por tanto el índice  es engañoso  Como un alcance a las notas que te envié quizás convenga señalar algo que también trato en la segunda edición (la 2º edición de mi libro “Venezuela ante la Integración Economica Hemisférica: Dos Visiones dos Paradigmas”, cuya publicación está en proceso,  y es lo relativo al salario social. Normalmente se habla de salario nominal y salario real. El salario social se mide por los bienes públicos, como por ejemplo el acceso gratuito a la salud, la educación, la seguridad personal, a parques de recreación, playas y las manifestaciones de la cultura que entiendo en Chipre está al alcance de la población. Esto es importante pues en momentos de crisis las políticas públicas pueden hacer mucho para aliviar la carga de la crisis, lo cual contrasta con la  situación que vivimos en Venezuela donde paradójicamente lo que más se han deteriorado es precisamente son los bienes y servicios públicos 

Comparto la nota que incorporaste del Comentarista
Gracias Abdón por tus luminosos comentarios.

Algunos comentarios sobre Venezuela

Por las explicaciones  anteriores queda claro que no es que Venezuela sea el más país más miserable del mundo en términos absolutos, sino en términos relativos, fue el país en el que el bienestar, en términos de las variables usadas, se deterioró más en el mundo,  lo que no deja de ser preocupante. En las explicaciones  incorporadas a la publicación se indica que la variable más importante para ese resultado fue la inflación, lo cual queda confirmado cuando el Banco Central publicó una inflación de 180% para el 2015,  pero  algunas estimaciones indican una inflación  mucho más alta, (el FMI la estima en 245%) lo que supondría un índice más alto, es decir, un deterioro en el bienestar más pronunciado. Hay dos aspectos  adicionales también preocupantes. El índice de 2015 representa un aumento de 27 puntos respecto al de 2014, reflejando la escalada inflacionaria del último año; el segundo país más miserable es Argentina, con un índice de 68, 38 puntos por debajo del de Venezuela. Respecto  a la comparación con Argentina hay un aspecto adicional preocupante: mientras la proyección para Venezuela es un continuado deterioro, con un índice de 159.9, el índice de Argentina bajaría a 39.9, con una considerable mejoría de 28 puntos. Pueden consultar el índice de 2015 en http://www.cato.org/blog/world-misery-index-108-countries.

La situación indicada conduce a algunas conclusiones. Paralelo con el deterioro del índice de miseria, el crecimiento ha sido negativo desde el 2014, culminando el 2015 con una contracción de 5.4%, según el BCV  (el FMI lo estima en 8%  y proyecta   un mayor deterioro para el 2016, con una contracción del PIB de 10%). Esto a su vez deriva en una reducción constante del ingreso per cápita, es decir, una disminución absoluta del bienestar. De continuar  este deterioro, la acción paralela de la inflación y de la contracción del ingreso per cápita, irá horadando el nivel absoluto de bienestar  y acercándose a lo que sí sería el país más miserable  absoluto en términos absolutos. Varias investigaciones recientes   sobre la agudización de la pobreza, especialmente la realizada por las universidades nacionales confirman esas amenazas. En este sentido me parece conveniente hacer una explicación adicional.  Si bien ser número 1 en el índice de miseria no significa ser el país más miserable en términos absolutos, sí reduce el bienestar en términos absolutos y si ese proceso es continuo, lo va acercando cada vez más a los países más miserables en términos absolutos. La única forma de frenar esa carrera hacia el abismo es modificar el modelo económico del actual gobierno, como ha sido analizado por numerosos analistas nacionales e internacionales. No entro  en ese análisis porque no está en el propósito de este artículo, y hago míos los elementos básicos de esos argumentos. Pero está claro ya, por la actitud del gobierno ante la nueva Asamblea Nacional con mayoría aplastante de la oposición, que  no va a cambiar el modelo y se opondrá, por medios inconstitucionales,  a los intentos de la Asamblea, a través de diversas leyes, de crear un clima distinto para frenar ese deterioro.  Sólo queda entonces  el cambio de gobierno, con los recursos que permite la propia Constitución.




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