Planes para el día después. Agricultura XVI: Un
Servicio de Extensión Agrícola y de Asistencia Técnica.
Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Febrero de 2019.
Para el día
después, que será el primer día de un nuevo período democrático para Venezuela,
se debe tener un plan de acción para recuperar los sectores productivos del
país. Uno de ellos es la agricultura, donde hay que considerar muchos aspectos,
y en esta oportunidad trataremos el tema de la necesidad de un servicio de
extensión agrícola y de asistencia técnica.
Un
servicio de extensión agrícola y de asistencia técnica
La extensión agrícola y la asistencia técnica en el campo ha
sido ofrecida en Venezuela por diversas organizaciones y, en los últimos años,
ante la ausencia de un organismo oficial que pudiera coordinar todas estas
actividades, lo poco que se brinda a los productores es aportado por algunas
universidades e institutos tecnológicos, y por las pocas empresas privadas que
aún permanecen suministrando insumos para la agricultura y realizando labores
de asistencia técnica.
Se considera que las Demostradoras del Hogar Campesino, fueron
de los primeros grupos que fungieron como agentes de extensión en los hogares
campesinos y, aunque su labor estaba dirigida hacia el mejoramiento de las amas
de casa y el bienestar de las familias campesinas, no dejan de ser importantes
como extensionistas en nuestro mundo agrícola.
En la estructura del antiguo Ministerio de Agricultura y
Cría (MAC) existía una Dirección General de Extensión Agrícola, la cual tenía
secciones y personal entrenado para las actividades de extensión en todas las
oficinas del MAC, distribuidas en todo el territorio nacional. Esa Dirección
General fue eliminada hace varios años y nadie tomó la responsabilidad de esta
actividad tan importante para la agricultura.
La extensión, el extensionista o agente de extensión
agrícola, representa la conexión directa de los centros donde se imparte
educación e investigación agrícola y de las empresas que ofrecen insumos para
esta actividad, con los productores. La extensión es la ligazón de los avances
de la ciencia y la tecnología con los productores, la cual funciona en ambos
sentidos. Por un lado el agricultor informa al extensionista de algún problema
en sus cultivos y éste le busca solución, personalmente o acudiendo a los
centros donde puede conseguir las respuestas correspondientes, llevando luego
al agricultor la solución encontrada. Por otro lado, el agente de extensión le
informa al agricultor acerca de las novedades que van apareciendo en los
centros de investigación agrícola para el mejoramiento de la productividad,
para administrar mejor su negocio, para proteger cada vez más el ambiente,
trata de convencerlo y el agricultor pone en práctica esos avances.
Las labores de extensión agrícola no solo son beneficiosas
para el agricultor y la agricultura, sino también para la programación de
actividades en los centros de investigación. La búsqueda de respuesta a
problemas particulares de un productor, o problemas que afectan a un cultivo, o
a una región o al país entero, lleva al agente de extensión a informar en los
centros de investigación agrícola del problema en cuestión. Si existe la solución,
el extensionista la lleva al productor, de lo contrario el instituto de
investigación puede programar algunas líneas que le permitan tratar de encontrar
esa solución. Es una labor coordinada, donde la presencia del agente de
extensión es fundamental, lo que significa que para tener una agricultura
próspera debe existir en el país un efectivo servicio de extensión agrícola.
Una vez que el extensionista tiene una respuesta para un
problema particular de un agricultor, procura explicarle la solución de manera
teórica o práctica, o teórica-práctica según sea la naturaleza de dicha
solución. Cuando la respuesta es a un problema que va más allá de un agricultor
aislado, el extensionista debe explicar la solución recurriendo a opciones de
información multipersonal, como talleres, seminarios, demostraciones, días de
campo, donde él participa en conjunto con los especialistas e investigadores
que sean necesarios y donde el público que asiste son los agricultores
interesados. También se recurre a esas herramientas, en especial a los días de
campo, cuando se quiere mostrar a los productores nuevos cultivares o material
genético de una determinada especie cultivada, o nuevos productos para la
protección de sus cultivos, o nuevas metodologías para la realización de una
determinada labor, etc.
Otra herramienta de la extensión agrícola lo constituye un
buen material divulgativo, que explique de la manera más sencilla posible,
tanto en forma escrita como gráfica, cómo realizar determinadas actividades
agrícolas, que pueden ir desde la labor más sencilla hasta la descripción de
todo el ciclo de cultivo de una determinada especie vegetal. También deben
existir órganos divulgativos de publicación periódica, que informen sobre lo
cotidiano de la actividad agrícola nacional y mundial.
Actualmente en Venezuela, la poca actividad que se puede
considerar de extensión en el campo agrícola por parte de entes oficiales, está
orientada más que todo hacia el adoctrinamiento de la población en un esquema
de gobierno y no hacia lo que realmente es específicamente importante para la
agricultura. Para apoyar la producción agrícola interna tiene que existir una
verdadera actividad de extensión, que abarque todos los aspectos de su
competencia de una manera formal y eficiente.
Definitivamente, ante la ausencia de un organismo oficial
dedicado a la extensión agrícola, es perentorio organizar en el país un
verdadero Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica, que permita
crear un vínculo fuerte y permanente entre el productor del campo y las
instituciones de investigación y educación agrícola, así como con todas las
actividades comerciales que van desde la adquisición de los recursos para la
producción hasta la venta de la cosecha.
El Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica
pudiera ser una dependencia del Ministerio de Agricultura, o pudiera ser un
instituto autónomo, o vinculado a cualquier otra instancia gubernamental, pero
lo importante es que tenga una estructura y una organización que le permita
cumplir cabalmente su misión. Debe existir una oficina central donde se
encuentren sus directivos y donde se produzcan las políticas que van a orientar
esta actividad en el país. Además, en las oficinas regionales del ministerio
que funcionan en cada estado, o en un local independiente, debe existir una
sección o departamento del Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica
que pueda atender con prontitud las necesidades presentadas por los
productores, en forma individual o por medio de sus asociaciones respectivas.
En estas oficinas regionales, o en grupos de oficinas
afines, debe contarse con el apoyo de especialistas en disciplinas comunes a
los cultivos, como por ejemplo especialistas en combate de malezas,
fitopatólogos, entomólogos, especialistas en fertilización de cultivos, en
mecanización, etc. Si en las oficinas regionales del ministerio no existieran
tales especialistas, debe recurrirse a las universidades u otras instituciones
de investigación cercanas que cuenten con personal de esta categoría. Lo
importante es que todos aquellos que participen en este servicio estén
convencidos de la proyección e influencia que deben tener hacia los
agricultores, especialmente los agentes de extensión, que tienen que ser
preparados técnicamente y en sus relaciones interpersonales para ganarse la
confianza de los productores asistidos.
El personal técnico que va a laborar en el Servicio de
Extensión Agrícola y Asistencia Técnica debe ser minuciosamente seleccionado.
Para las posiciones directivas y de coordinación deben ser profesionales de
comprobada experiencia e intachable trayectoria profesional. Los que van a
desempeñarse como agentes de extensión,
tienen que recibir una instrucción específica para que puedan cumplir cabalmente
sus funciones. Esa instrucción debe contemplar cursos para el desarrollo de
relaciones interpersonales que favorezcan su trato con los productores y luego
la instrucción técnica necesaria.
El desarrollo o afianzamiento de actitudes personales para
el trato del extensionista con los agricultores, se implementa con alguna
institución de educación que se especialice en esta área y es la misma para
todos los individuos seleccionables para trabajar en el servicio. Se pueden
organizar cursos por regiones para facilidad de la asistencia y atención de los
candidatos. La instrucción técnica o ampliación de los conocimientos para los
candidatos preseleccionados, se debe realizar contratando los servicios de las
universidades regionales, o de organizaciones privadas, o de especialistas
independientes, que puedan ofrecer este servicio.
Durante el avance de esta etapa de instrucción se realiza
una evaluación continua de los candidatos, que permita seleccionar sobre la
marcha a los más adecuados, a los que muestren mejores condiciones personales y
técnicas para el trabajo que realizarán, para evitar la pérdida de tiempo y
esfuerzo en una actividad que es por demás costosa para el gobierno.
En la oficina central del Servicio de Extensión Agrícola y
Asistencia Técnica se debe realizar todo lo relativo a publicaciones y material
divulgativo en general, para lo cual es preciso contar con personal capacitado
en esta materia, o contratar este servicio con alguna oficina especializada. En
el país existe experiencia en esto, basta con recordar ejemplos como la
publicación El Agricultor Venezolano o toda la trayectoria que tuvo el Consejo
de Bienestar Rural (CBR) en estas actividades. Por supuesto, hoy en día, es
fundamental incluir el mundo virtual de internet para estas actividades de
instrucción y divulgación.
Una opción para que el Servicio de Extensión Agrícola y
Asistencia Técnica no represente una organización burocrática en exceso, sería
combinarlo con oficinas privadas de asistencia técnica a los agricultores. Esto
se ha practicado con anterioridad en el país con evidente éxito por lo que vale
la pena revisarlo y considerarlo.
Un ejemplo de la asistencia técnica privada en la
agricultura venezolana se implementó como parte del PRA, que son las siglas de
Programa Racional Agrícola. Recuerdo que éste fue un programa llevado a cabo
por la empresa Protinal, C.A., e instrumentado para la producción de sorgo
granífero principalmente en los estados Guárico y Barinas en los años setenta
del siglo pasado. En estos casos la asistencia técnica debe ser pagada por el
agricultor, se considera un costo de producción y así se incluye en los
programas crediticios.
Esas empresas de asistencia técnica estarían conformadas por
un grupo de agrotécnicos, quienes también recibirían la debida instrucción para
poder apoyar adecuadamente a los agricultores. Para poder ejercer sus
funciones, la calidad de los profesionales que forman parte de estas empresas
será evaluada y aprobada por el Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia
Técnica y la supervisión de sus actividades pudiera ser responsabilidad de las
oficinas regionales del mismo servicio.
Si en algún momento se llegase a establecer que la venta de
los biocidas de uso en agricultura, que tienen restricciones debido a su
elevado grado de toxicidad para la vida de humanos, animales domésticos y fauna
silvestre, tiene que estar autorizada por personal profesional del agro,
debidamente acreditado ante las instancias oficiales que se seleccionasen para
ello, estas empresas de asistencia técnica también pudiesen realizar estas funciones
una vez que sean autorizadas.
Finalmente, es recomendable estudiar el funcionamiento de
algunos servicios de extensión exitosos en el mundo como es el caso del
Servicio de Extensión del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, o
lo existente en países vecinos como Brasil, o cualquier otro conocido que pueda
ser de interés para la agricultura venezolana.
Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Febrero de 2019.
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