¿COMO APRECIAR LA EFICIENCIA DE LOS SISTEMAS ECONÒMICOS?: un análisis para
los problemas actuales de Venezuela, a partir de la idea del estado sin dolor.
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Se trata de los
sistemas en su dimensión económica, social y política, por supuesto. Para ello,
son numerosísimos los métodos: desde teoría
costo-beneficio, aplicación de los conceptos de eficacia y eficiencia, métodos diversos de evaluación de política públicas[1],
cumplimientos de planes y programas,
logros en las tasas de crecimiento y su conversión
en bienestar, figuración internacional en la competitividad y aportes al desarrollo, entre muchos otros. Claro,
es oportuno recordar lo que sin consecución de logros y habiendo dejado el
legado determinante de la destrucción de la economía venezolana ejecutado en
los últimos veinte años por la administración bolivariana, refirió el
presidente HC más o menos como
doscientas o mil veces, citando a Bolívar,
sobre que el mejor sistema era aquel que les brindaba la mayor suma de felicidad a sus ciudadanos.
Claro, para el
siglo XX fue notoria la comparación entre los éxitos del socialismo y los del capitalismo
y no fue extraño conseguir a muchos en los extremos de unos y otros partidarios,
sobre qué sistema era más exitoso[2],
desde viajes al espacio, cohetería, industrias diversas y seres más felices en
el modo de vida americano y la vida donde
todos supuestamente comían, tenían posibilidades de estudiar y también éxitos
deportivos, en el caso del socialismo
real. Pero, como estudiaron y precisaron algunos analistas en las cercanías
de su caída, los ciudadanos en el socialismo
real no podían ya albergar posibilidades de mejoramientos de sus vidas (en
su proyecto temporal de vida). Las
clases o grupos sociales, que se habían generado desde el Estado, el ejército y
el partido, se llevaban y concentraban las riquezas. El sistema del socialismo real no era eficiente en el
mejoramiento del bienestar general y había hecho florecer privilegios en grupos
específicos. Igual sucedió en China a pesar de los extremismos, la política convertida
en religión y los numerosísimos muertos que hubo (en los años 50 y sesenta), al
igual que en la Unión Soviética, a pesar de razones particulares y según los
tiempos, en los distintos casos. En los otros países del bloque soviético las cosas
acabaron como llegaron: con imposición y rapidez. En los casos tropicales no
hay mayores éxitos: ni en África, ni en América Latina.
El caso de más
años de estos últimos, que es el de Cuba, es un homenaje a la ineficiencia y al
autoritarismo a pesar de logros iniciales en educación o salud (que desde hace
tiempo se han ido revirtiendo). Después
de 60 años recibe camiones donados por Japón –sin que esto sea malo, por lo
demás-, ejemplo excelso de capitalismo, para poder recoger la basura. Pero
jóvenes y viejos cubanos[3],
no disponen de comida, ni de nada moderno que les permita aumentar su bienestar,
o al menos no es fácil disponer de ello. Ni bloques, ni cemento, ni
oportunidades para formar familia, mientras los grupos acomodados en el poder
comen exquisiteces. Como sucede en Venezuela, solo a los encumbrados en el
poder, puede parecerles esto eficiente.
Por el lado del
capitalismo no todo es maravilla. Ya Krugman
desde hace alrededor de 30 años, llegó a plantear la disminución de expectativas[4] para
los estadounidenses, en relación a periodos previos. Análisis similares y
posteriores destacan como se concentra más la riqueza en el 1% de la población
más rica que en otras porciones de la población. Pero la sociedad
estadounidense, al igual que buena parte del mundo desarrollado y, a pesar de crisis
tras crisis, se recompone, vuelve a generarse empleo y sobre todo se controla
generalmente la inflación y se tienen expectativas para el impulso de las
oportunidades. En el caso de los países de Europa del Norte, los problemas
atañen a particularidades como el envejecimiento de la población o, en Japón,
en algunos periodos ha sido, entre otras dificultades- la poca propensión al
consumo y la excesiva tendencia al ahorro. Pero la fuerza de la economía
mundial y del comercio y las inversiones la tienen son estos países, ahora
acompañados a distancia con China, que viene de un proceso de entrada paso a
paso al capitalismo, aunque siga manteniendo dogmas y simbolismos; y no en vano
tiene varios de los ciudadanos más ricos del mundo, igual que los tiene Rusia
que hoy día también figura más que por difundir el socialismo, por los
problemas de drogas, de la mafia y las ventas de armas. En fin, no parece que
los socialismos o comunismos puros, o que intentaban serlo, puedan parársele al
frente a los logros en nivel de vida y oportunidades que aquellos países del capitalismo[5]
le presentan a los ciudadanos en el mundo.
El desarrollo es
asunto de logros, de estabilidad en el crecimiento, de conversión de este en
bienestar y de consecución de mejores perspectivas de vida para los ciudadanos.
Cuando las sociedades logran altos niveles de desarrollo o impulsos
significativos en el mismo, esto se convierte -vía las instituciones como reguladoras- en normas, confianza, estabilidad y bajos costos de transacción. La limpieza, el orden, la seguridad en
sentido amplio, la salud, la educación, son derivaciones que terminan convirtiéndose
a su vez en nuevos impulsos para la sociedad y la economía. La nación se
retroalimenta dentro de sus propios componentes y uno de ellos, la sociedad civil, le da más fuerza al
proceso de desarrollo, pues esta pasa a ser contrapeso y balance de las propias
actividades del Estado. Las políticas económicas pueden incluso trascender por
la vía del consenso y todo esto termina en la estructuración democrática en las
perspectivas políticas de la nación. Diferente cosa sucede en las dictaduras y
en los regímenes militaristas; de ahí que la democracia pasa a ser elemento fundamental para impulsar el
desarrollo (ver Amartya Sen). Este
es, tendencialmente, el cuerpo sano o el
estado sin dolor[6],
desde la perspectiva económica, social y política.
Si usamos el símil
del estado con dolor en el cuerpo humano,
este es el de la situación desagradable, donde una nación, teniendo el grado de
desarrollo que sea, cuando sufre tragedias, de distinto tipo, pasa por una
especie de estado con dolor y esto
es más dramático, cuando sucede en una economía en desarrollo. Por tanto, la
desventura venezolana actual de la
electricidad y el agua, que no es más que resultado de malas políticas y
falta de atención e inversión de los organismos que debían hacerlo, pasa a
asemejarse al estado con dolor o
cuerpo con malestares, donde numerosas familias han tenido indescriptibles
sufrimientos y dificultades y los empresarios y agentes económicos, estudiantes
y la nación toda, han tenido numerosas pérdidas[7].
Solucionar tales
problemas y volver todo a su normalidad o a la condición previamente conocida (cosa
no fácil, según lo observable en la actualidad venezolana, dadas las
ejecutorias de la administración de NM)
puede ser un éxito, en cuanto al finiquito de un problema, pero volver al
estado anterior no es ninguna gracia
divina, pues la responsabilidad de los gobiernos y más de uno que ha
manejado considerables recursos en el contexto de 20 años de administración bolivariana,
es evitar que tales desventuras sucedan. Más aun, es lograr llevar a su población
a estadios de bienestar mayores, lo que debe plantearse la administración de un
país.
4 de abril 2019
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
[1]
Puede verse Norman Simón Rodríguez. Tendencias
actuales en la evaluación de políticas públicas* https://doi.org/10.15446/ede.v28n53.75382.
2018. Universidad Nacional de Colombia.
[2]
Al destacado economista inglés M Dobb
se le ubicó -por algunos- como un analista destacado del socialismo soviético,
incluso en la perspectiva de su defensa.
[3]
Para próximas décadas, se estima Cuba estará en el grupo de menos de 10
naciones más destacadas con población envejecida.
[4]
Puede verse P. Krugman, La era de las
expectativas limitadas. Ed Ariel 1992.
[5]
El capitalismo se ha diversificado y
son varios los tipos de capitalismo, tanto en el mundo desarrollado como en el
que se encuentra en vías de desarrollo. Puede verse La diversidad de los capitalismos latinoamericanos los casos de
Argentina Brasil y México. Ilan
Bizberg y Bruno
Théret https://www.academia.edu/32676905/La_diversidad_de_los_capitalismos_latinoamericanos_los_casos_de_Argentina_Brasil_y_Mexico, 2012.
[6]
Nos referimos a la agradable
situación donde nuestro cuerpo no tiene ningún tipo de dolor.
[7]
Las pérdidas para el apagón del 7 de
marzo de 2019 se estima superaron los mil millones de dólares (ver https://konzapata.com/noticia/71467/katalejo/los-apagones-agravan-la-situacion-economica-de-venezuela.html 28 de marzo). Después vino el apagón de
finales de marzo cuyas pérdidas son aparte.
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