CINCO CARACTERISTICAS
DE UN NUEVO RECTOR PARA LA UCV.
EDUARDO ORTIZ RAMIREZ
Las elecciones deben venir, deben
darse, para que quienes han ejecutado y cohonestado actividades de incumplimiento
-así no sea más que en exigencias hacia las autoridades nacionales-, deterioro
institucional, abandono y corrupción en instancias diversas de la institución,
le den paso a nuevos ejecutores, sin que se trate de que paracaidistas,
advenedizos, buscadores de fortuna -y en
casos, con infudamentados prestigios, que buscan además aumentar- o que cualquiera pueda desempeñar tales
funciones.
La primera característica,
de claro Perogrullo, es la de que se debe tratar de un académico. Con la
trayectoria y los títulos correspondientes, ello consiste en alguien que esté a
la altura de un cargo que quien lo desempeña debe inspirar algunos de los
respetos más importantes así como la admiración paralela a lo mismo. No hay
mucho que probar en esto, pues quien posea estos atributos, generalmente lo ha
demostrado en variados lugares y momentos.
La segunda característica
es la de no ser conflictivo. Se trata de aquella virtud que, sin convertirse en
una conciliación permanente, pueda con el liderazgo académico, evitar la acción
incendiaria, constante o aquellas que generan distanciamientos entre
dependencias de la institución. El poder genera perversiones y
autosatisfacciones, si quien lo ejerce no comprende que debe compartirlo y
actuar con liderazgo para que la institución avance.
La tercera característica
debe ser la del respeto de las normas. La UCV ha ejecutado durante décadas
mecanismos de soluciones ad-hoc o adecuadas
a los intereses de los grupos o individualidades de presión. En un contexto de
normas casi medievales en algunos tópicos, una de las alternativas ha sido la
de la violación de normas con ejecutorias como las señaladas. Se deben respetar
las normas o impulsar su cambio y cualquiera de estos procesos requiere trabajo,
seriedad y honestidad.
La cuarta característica,
es la de eliminar/combatir/impedir los
mecanismos y opciones de corrupción que se han desarrollado en la institución y
que es un secreto a voces desde tiempo atrás, y que se ha acrecentado con la
crisis económica/social/política nacional y cuyo condicionante adicionado ha
sido la pandemia del Covid19. La sombra
ha vencido a los valores, incluidas la honestidad y la decencia, y todo se
presenta a todas luces y con claras palabras.
Es impresionante como el falso éxito en distintos procesos, busca ideologizar
la realidad,
La quinta características
es la de la simpatía. El líder académico que debería existir no necesita ser
chistoso, ni gracioso, ni tampoco ser distante de la gente por muy
trascendental y fuertes que sean sus conocimientos, títulos y preparación. La UCV
ha tenido autoridades que teniendo los atributos académicos mencionados mas
arriba, no han dejado de ser simpáticos y accesibles a profesores, estudiantes,
empleados y obreros. Rectores y decanos que han inspirado respeto y todavía se
les recuerda en sus palabras y gestos.
Alguno de los académicos que hoy día impulsan
cambios en la UCV, y que ha sido probado en estas lides y es querido y apreciado por la gente de la institución tiene las características
que hemos señalado.
3 de febrero de 2021
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
Apreciado profesor Ortiz. Excelente artículo. Lo comparto todo. Saludos. Absalon
ResponderBorrarGracias profesor, su opinión la valoro con importancia.Un saludo.
BorrarEOR
Caramba Eduardo opiniones cómo estas deberán ser consideradas a la hora de realizar una nueva elección de autoridades, totalmente de acuerdo con tus puntos de vista. Un gran saludo.
ResponderBorrarGracias por tu comentario Dario. Un saludo y un gran abrazo!
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