ECONOMÍA Y POLÍTICA: ¡AH…PERDON
ESTABAMOS EQUIVOCADOS!
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
A 38 años del 18 de
febrero de 1983/
El viernes negro
En la oferta política de 1998-1999 (Polo
patriótico, HC y otros) hubo
engaños, verdades a medias y oportunismo. Hubo
la riqueza nueva de la popularidad. ¿Y quien no se siente grande cuando te
eligen millones de personas y te elogian miles más? Solo la prudencia, los
buenos valores y alguno que otro bienintencionado y cercano, pueden quizás advertirle
a un ser humano de la sensatez a tener.
Fue mucho lo que se malgastó, se desvió
y se hurtó. Pensemos en un presidente (HC)
ofreciendo 10.000 millones de $ en
la Cumbre del ALCA de Mar de Plata
para formar un fondo humanitario que ayudara a los países de la región y, hoy día,
su mismo país que debe pagar –y se presentan dudas- 18 millones de $ para poder hacer uso de una de las opciones de
vacuna para atender las necesidades del Covid
19.
El estatismo que se avecinaba a inicios de los 2000 era claro y
evidente. Incluso no se trataba de un estatismo solo para apoderarse o crear
empresas del y para el Estado. No. Se trataba de un estatismo limitador y
cercenador de las libertades humanas. Más aun, se trataba de un estatismo desinstitucionalizador. Esto es,
destructor, paradójicamente, de instituciones. Se trataba de la creación de un Estado omnipresente pero sin
funcionalidad, dada la destrucción de las instituciones, con el condimento de
la permanente represión y contención de las posibilidades empresariales e
individuales de buena lid. Esto es, un creador a su vez de una maraña y enjambre
de posibilidades que comienzan y terminan con la destrucción de las instituciones
y la no operatividad, convirtiendo al
Estado y al gobierno en la misma cosa.
La pregunta para entender es hoy día
en Venezuela ¿Que funciona bien? ¿Funciona bien el conjunto de empresas del Estado (PDVSA,
empresas de Guayana), sistema de salud, la educación, la seguridad, las
carreteras, el mercado, los mecanismos de financiamiento, la banca, el mercado
monetario, el mercado cambiario, el mercado de trabajo y los salarios, los
precios acaso, o el comportamiento ciudadano porque se profesaron valores de un
supuesto “hombre nuevo” en el cual creyeron los rusos y cubanos de otro tiempo,
por mencionar a algunos muy distantes de las advertencias de Albert Camus?
Se trata entonces del fracaso de más
de 22 años de una administración llamada por si misma bolivariana. Pero se
trata también del fracaso de alternativas demasiado comprometidas con los
mecanismos presentes en un poco más de 40 años donde se abarcan unas cinco
administraciones con la actual como lo
peor de lo peor. Hoy día la corrupción, los mecanismos de reproducción de
privilegios y la frialdad en la administración de recursos están presentes en
buena parte de la llamada oposición.
Pero los males de esa última no son compensación
de las responsabilidades de los más de 22 años señalados para la administración
bolivariana. 1/5 de lo que éramos en
producto y en economía; un bolívar ni
fuerte ni soberano totalmente desprestigiado y depreciado; una dolarización informal y funcionarios
que aprecian que menos mal que existe o
que es una válvula de escape; transacciones
digitales que la administración observa como salida, dados los resultados
del bolívar y el dólar señalados; una economía destruida y empobrecida que presenta
como espejismos los bodegones y acciones
puntuales de enriquecimiento o progreso de algunos, pero que como contraparte
presenta una nación con una perdida grande de competitividad en la fuente de su
sustento anterior en base al rentismo y en otras áreas que podían haber tenido
impulso interno y externo hasta los ochenta y los noventa incluso –a pesar de
todo lo visto hasta aquel entonces-; un creciente y acentuado deterioro en las condiciones de vida y el
bienestar de las mayorías de buena parta de distintos estratos sociales; una
hiperinflación que por lo menos
bordea y supera los tres años; un Estado/gobierno incapacitado de estructurar alternativas de política económica y de
atender la necesidades de la población en cuanto a servicios y urgencias; y
adicionalmente una administración fortalecida dentro de su disfuncionalidad, y
dispuesta a seguir parafraseándose a sí misma con intenciones de negociación cuando
en un segundo discurso freudiano le sobran ganas
de permanecer en el poder, donde las peticiones de elecciones libre son
como claveles lanzados a un cíclope..
En todo este escenario: ¿quién se
arrepiente, quién cuestiona y se vuelve libertario si hablamos de industrias destruidas,
población empobrecida y sobre 1,2 billones de $ de ingresos al país? Un verdadero
caudal de recursos para una economía en desarrollo que además contaba con
riqueza, empresas y servicios que no tenían otros.
18 de febrero de 2021
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
Excelente tú artículo Efuardo.
ResponderBorrarMás que un comentario unas preguntas !!Que nos pasó ?? Como pudimos perder el rumbo ??hay mucho que reflexiónar al respecto.
EOR:Abandono de la valoración al trabajo, aprovechamiento descarado del rentismo, no crear políticas de largo plazo que apuntalaran una estrategia del desarrollo en vez de políticas de moda y personalistas, lenidad ante la corrupción y el derroche de recursos, son parte de lo que nos pasó Dario. Gracias y un saludo. eortizramirez@gmail.com
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