Hay dos ideas que deseo enfatizar, por un lado, el liderazgo es una función
de dirección en un contexto organizativo dirigido al logro mutuo. Por otro
lado, el liderazgo actual debe tener un carácter ético-moral
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JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
18/02/2021 05:00 am
Qué entendemos por liderazgo es una interrogante que nos solemos hacer muchas
veces. Desde el punto de vista psicológico, su característica fundamental viene
dada por la influencia que ejerce una persona sobre otra. Desde el punto de
vista politológico es el ejercicio del poder. En términos comunes, se define
como capacidad para conducir, dirigir, llevar adelante unos objetivos, un
propósito. El liderazgo tiene dos bases fundamentales: es una función de
dirección y de conducción. Por lo tanto, ¿qué es ser líder? Esto nos lleva a
analizar sus componentes.
El primero es la influencia estratégica. Esta se entiende como la habilidad
social que posee un líder para captar la voluntad de otros para dejarse invadir
en su estructura personal, para cambiar en la dirección que sugiere el líder. Hay
una relación interpersonal y además, de persona-grupo, en ella se da lo que
algunos autores de acuerdo con Katz y Kahn, denominan influencia diferencial,
es lo que caracteriza al liderazgo en términos políticos. Aquí deben
presentarse varios aspectos que lo caracterizan: Carisma, es decir, que tengan
capacidad de entusiasmar a sus seguidores, de transmitir valores (lealtad,
orgullo, fe en el futuro, autoestima, entre otros).
Hay líderes que son transformacionales y otros de carácter transaccional, unos inspiran,
son carismáticos y visionarios, otros, buscan un acuerdo o gestionar un negocio
y en el caso del político tratar de gestionar la cuestión pública.
En el líder hay, además, una cierta consideración individual y personal. Esto
quiere decir, una inclinación personal del líder hacia sus seguidores. Él sabe
que su persona y figura son, en cierto sentido, un modelo para los suyos. Por
último, la estimulación intelectual está relacionada con la capacidad del líder
a pensar creativamente, a ser innovador en las ideas y a transmitir en los
colaboradores la conciencia de los problemas y el modo de cómo resolverlos.
El otro componente es la relación individuo-grupo; el liderazgo no puede
existir sin sensibilidad, sin conocimiento, comunicación y percepción de las
necesidades del grupo o la sociedad. Hay una influencia interpersonal, de
crecimiento mutuo y desarrollo personal. Indudablemente que para ejercer el
liderazgo hay centrase en los procesos de toma de decisión, la logística y los
detalles, aparte de tener cualidades de visionario y según algunos en lo
micromanagement. El líder debe saber manejarse y moverse tanto en grupos
pequeños como en grandes, la gestión de cada uno de ellos depende de la
naturaleza de los problemas, el ambiente que los rodea. El líder debe
desempeñarse bien en ambos contextos.
Deseo reiterar y subrayar una idea que quizás, la haya señalado antes la
relación del liderazgo con el poder. El Poder, en efecto, no solamente se
entiende como capacidad de influencia, sino como una relación. Todos los
líderes tienen poder, pero no todos los que detentan poder son líderes. El
poder es también algo que sobrepasa al puesto que ocupa al líder, porque es un
aspecto de él. Ya que el liderazgo sobre seres humanos se ejercita cuando
personas con ciertos motivos y objetivos, movilizan recursos institucionales,
políticos, psicológicos y además, potencian y satisfacen los motivos de sus
seguidores. Aquí no nos referimos al poder como manipulación, opresión, sino
como una relación cualitativa, en cuanto es valiosa tanto para el líder como
para los seguidores.
Hay dos ideas que deseo enfatizar, por un lado, el liderazgo es una función de
dirección en un contexto organizativo dirigido al logro mutuo. Por otro lado,
el liderazgo actual debe tener un carácter ético-moral.
Ello quiere decir, manifestar que se forme una unidad de propósitos y fines,
donde ambos intenten la consecución de algo importante para ambas partes.
Hay dos ideas que deseo enfatizar, por un lado, el liderazgo es una función de dirección
en un contexto organizativo dirigido al logro mutuo. Por otro lado, el
liderazgo actual debe tener un carácter ético-moral
El último elemento son los valores. Esto es esencial porque va asociado a toda
nuestra argumentación anterior, porque el liderazgo debe tener como marco unos
valores; por ejemplo, ¿qué tipo de sociedad desearía contribuir a crea y
potenciar? ¿Qué tipo de relaciones interorganizativas le interesa fomentar?, y
así se pueden hacer otras interrogantes. Lo importante de los valores es que,
en gran parte, el éxito de algunos líderes se basa en la existencia de
creencias, de muchos valores, marcos de referencia (lealtad, perseverancia,
fe).
Finalmente, el liderazgo es en suma, la encarnación de ciertos valores por
parte de una personalidad, de un grupo, o una organización en que se reconozcan
la necesidad de sus seguidores y cómo concretarlas y darles confianza para
alcanzar resultados, debe ser un motivador para llevar a cabo ciertos
objetivos, y la capacidad para lograr la cristalización de esos objetivos. Por
último el líder, debe inspirar a los demás y aceptar las sugerencias valiosas
en cuanto a las formas de ejercer el poder, y gestionar las relaciones con sus
colaboradores cercanos y stakeholders en general, es una tarea indispensable
del liderazgo. No hay proyecto y no hay conducción y sentido de dirección.
¿Estamos en un callejón sin salida?, lo veremos.
jesusmazzei@gmail.com
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