Políticos, Gobernar y Técnicos
Conjugar la labor del técnico con la
del político es difícil, gobernar es más intricado, complejo, es optar entre
opciones, es saber que se quiere, saber que se puede y que no se puede hacer
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JESÚS E. MAZZEI
ALFONZO
15/04/2021 05:00 am
Comentaré y analizaré para mis apreciados lectores algunas reflexiones
sobre política, gobierno y técnicos, a raíz del artículo del Secretario del
CLAD Francisco Velásquez “Gobiernos Tecnocráticos y
Administración” del pasado 20 de febrero. En efecto, tomar decisiones,
interactuar y gestionar dentro de una organización pública, entender su cultura
organizacional son elementos complejos de comprender y reflexionar, sobre ellos
ha sido históricamente uno de los retos de la teoría política contemporánea. El
técnico puede ejercer una gran influencia de experticia y/o pericia, en el seno
de las sociedades actuales, es quien suministra las herramientas conceptuales,
las informaciones adecuadas para la toma de decisiones en un ambiente complejo
e incierto como el de hoy, el político toma las decisiones.
El político, debe recoger de su equipo técnico, sus reflexiones para actuar y
tomar decisiones. El político es un hombre de acción, y por ello, requiere de
adecuados instrumentos conceptuales para una mejor comprensión de los fenómenos
políticos, ya que el gobernar ha mostrado ser más que un desafío, por la
complejidad e incertidumbre local e internacional. Cuando la insatisfacción no
encuentra un cauce institucional y no hay oferta política capaz de
representarla vienen los desafíos para la gobernabilidad, que son muchos y
profundos.
Algunos aportes científicos, pueden ayudar a entender, por ejemplo, que la
política no sólo se mueve bajo la influencia de las políticas, sino también por
efectos inesperados, la incertidumbre, es un elemento a tomar en cuenta. Se
requiere, pues, a la hora de gobernar tacto político, capacidad de
comunicación, persuasión y un timing especial, para llevar cabo no solamente las
tareas normales del día a día de gobierno, sino igualmente, negociar, conversar
con los diversos actores con los que se convive y con la influencia del entorno
internacional que también influye. Por eso, las labores del técnico y el
político deben converger y no diverger, deben engranarse, para mejorar las
decisiones que al final de cuentas van al seno de las sociedades democráticas:
por lo tanto, el aporte que han realizado los técnicos como consultores, en
base a sus capacidades, es muy importante no sólo en esta interacción con sus
pares sino la compresión mutua de los diferentes actores.
Es la gestión y dirección de los asuntos públicos. Tiene que ver además, con
las relaciones de poder en el ámbito público, porque en política se dan
cuestiones relativas a la dominación, que se enlazan con la regulación formal e
informal en instituciones o estructuras políticas. Si no veamos el caso
venezolano en los últimos 22 años, de verdad que Uds. ¿Creen amigos lectores,
que hemos tenido equipos técnicos de primer nivel estos años y políticos con
auctoritas para tomar decisiones? La respuesta es No. La gerencia
pública más mediocre y limitada intelectualmente hablando en estos 22 años, en
materia económica educativa, sanitaria, y políticas públicas en general.
El ideal es el político, que debe conocer cuál es el margen, de ritmo, maniobra
y tener la pericia adecuada tanto del punto de vista intelectual y de gestión,
para tomar decisiones. Por ello, en las democracias para un político gobernar
se hace más intrincado ya que se hace bajo varias premisas: arbitrar,
articular, consultar, cooperar, coordinar calibrar, sopesar y saber sortear,
negociar en crisis (reciprocidades especificas o difusas), capacidad para
mantener la centralidad; lograr que estas herramientas se utilicen
armónicamente y adecuada, requiere de conocimiento e intuición, y esto lo
adquiere con estudio y la experiencia. Habilidad para resolver problemas,
manejo de equipos humanos, tener en síntesis un pensamiento creativo. El
político debe tener coraje, pero con sentido de responsabilidad. El político
atesora un capital que es importante a lo largo de su carrera en función del
tiempo y de los nodos en constituir la misma carrera política.
Estamos pues, en pleno desarrollo de una sociedad del conocimiento, en la
política se dan dos posibles vías de acción, según el cual las políticas
públicas no pueden ser sino el resultado y la ejecución de la decisión
política, es decir, el paradigma racional-secuencial o por el contrario pondrán
el acento en la dimensión confrontativa-discontinua de las elaboración de las
políticas ubicándolas como una de las arenas fundamentales en las que se libra
la lucha política.
En suma, conjugar la labor del técnico con la del político es difícil, gobernar
es más intricado, complejo, es optar entre opciones, es saber que se quiere,
saber que se puede y que no se puede hacer, saber cuándo hay que hacerlo y
finalmente, cómo hay que hacerlo, y en sociedades postindustriales de carácter
democrático, es más complicado en pandemia. El político debe tener iniciativa y
clara apreciación estratégica, pero con un sentido de las proporciones del
tiempo en que le toca actuar. Que inmenso reto, tiene en este caso Venezuela,
de cara al futuro. Gobernantes pésimos y técnicos aún más.
jesusmazzei@gmail.com
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