jueves, 16 de noviembre de 2017

SOCIALISMO DEL SIGLO XXI EN DE FO

Enrique Viloria Vera

Algunos amigos del llamado pueblo llano me consultan sobre el término financiero que encabeza los medios de comunicación social de aquende y allende. Mejor sería que se lo pregunten a connotados especialistas como Asdrúbal Baptista o Humberto García Larralde, pero no a mí que no soy economista sino polígrafo, y hay académicos celosos de su oficio que Matan de verdad a quien ose incursionar en sus sacrosantos predios profesionales.
En fin, a riesgo de que me acusen de ejercicio ilegal de la profesión de las predicciones más o menos fallidas, y utilizando más bien la lexicografía, la filología, la semántica o como se llame y sin ánimo de incordiar a los celosos custodios de la lengua – no en salsa como la de mi querido y decedido amigo -, me atrevo a explicarlo en términos simples, y espero comprensibles.
Resulta y ocurre que en el país boyante que fuimos, el petróleo era abundante y se puso cariñoso en los mercados internacionales; un paracaidista en todo, se descolgó de golpe y porrazo en las bajuras del poder, y entusiasmado por las utopías castro- comunistas, decidió que ese grasiento recurso natural lubricará sus sueños de grandeza revolucionaria.
Munido de una, para entonces, buchona petro – chequera, como un Papá Noel rojo – rojito se dedicó a repartir los petrodólares a granel. Chulos y chulas de todas partes- incluyendo a connotados podemistas de la Madre Patria-, acudieron a beber de la ubre petrolera bolivariana. Para complacer las crecientes necesidades de divisas del país y de los corruptos enchufados bolivarianos, el Comandante Bonachón – Don Regalón fue llamado -, se endeudó a presente y a futuro.
Muerto el perro no se murió la deuda pública contratada, pasó el tiempo y El Robusto Guasón profundizó la vía socialista al desastre venezolano. Los huevos de la gallina de oro negro fueron escaseando y se vendían a menor precio; mientras que los dueños de otros corrales petroleros producían más huevos negros a menos precio e incluso sacaron al mercado unos óvulos de lutita.
La imprevisión propia de la hablachenta e ineficiente Revolución Bolivariana terminó de poner la torta socialista: se acabó lo que se daba y resulta que sin real no hay ropa, los acreedores e inversionistas vinieron a reclamar lo suyo y la respuesta que recibieron, es la misma que los malhadados súbditos bolivarianos reciben todos los días: ¡NO HAY!  
Así que el país entro en De Fo: nos pusimos hediondos, fétidos, pestíferos, apestosos …no por falta de agua, jabón, champú, papel higiénico, pasta dental o desodorante, sino porque somos unos nauseabundos insolventes.
DRAE dixit, Fo:
  1. Para expresar asco. 2. Para indicar desaprobación o rechazo.

Pues bien, caímos en DE FO.

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