LOS "HERMANOS" LATINOAMERICANOS: de xenofobia, países lindos y gente bella
EDUARDO ORTIZ RAMIREZ
La idea de que
el país de uno es el más lindo del mundo, siempre me ha parecido intrascendente.
En buena parte de los casos, puede uno encontrar razones que justifiquen esa
idea para cada quien en el mundo. Igualmente me parece intrascendente, pensar
que los venezolanos son buenos por naturaleza y tradición; hay venezolanos
buenos, malos, simpáticos, antipáticos, colaboradores y no dispuestos a
colaborar, como hay chinos, estadounidenses, brasileños, alemanes y
ecuatorianos de iguales características.
Pero, si es evidente y demostrable que en Venezuela
se ha vivido algo de compartir con migrantes. De la gente que más quiero tengo
varios extranjeros o hijos de extranjeros -ya vueltos más venezolanos que
muchos- en mente. Un país receptor de migrantes ha sido Venezuela: desde
alemanes, españoles, portugueses, italianos, brasileños, argentinos, uruguayos,
chilenos, bolivianos, peruanos, haitianos y ecuatorianos, son, entre otros, de
los que han estado trabajando, logrado riquezas y criar familia con
tranquilidad y muy buenas posibilidades. Han tenido de las mejores
posibilidades de vivir, participar y hasta crear particularidades económicas como
grupos selectos de comercio y participación. Basta ver de tiempo atrás el
mercado del cementerio, quinta crespo, panaderías, distribuidoras de alimentos,
ferreterías y un largo etc. que algunos podrían ilustrar mejor; esto,
mencionando solo actividades de menudeo y pequeño formato.
Un ciudadano que
ubican como venezolano asume una acción criminal, después de un episodio de más
de una hora que pudo hasta ser filmado, demostrándose una gran ineficiencia de
parte de los cuerpos de seguridad como han destacado autoridades y la propia
prensa ecuatoriana[1] y se
inician agresiones a los venezolanos.
Mal trato, feminicidios
ni crímenes de ningún tipo son buenos. Los españoles e ingleses trata mal a las
mujeres han destacado varios analistas de importancia. En Argentina, Chile y Ecuador
se cometen feminicidios como algo no extraño y eso lo cuestionan y combaten,
con toda razón, organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos del caso. El
presidente Lenin Moreno comete el acto imprudente de pronunciarse mal sobre el
episodio, como señaló el Director de HRW José Miguel Vivanco[2]
y salen entonces justicieros ecuatorianos a agredir a venezolanos. Algunos ecuatorianos
y ecuatorianas han sido actores en episodios internacionales no precisamente
honorables o de santidad, como lo han sido venezolanos o colombianos y hasta
habitantes de la vieja Europa. Y en Ecuador han fallecido jóvenes venezolanas
cuyos casos no han sido resueltos.
La hermandad de
los latinoamericanos, la dulzura de su interacción, la inocencia de sus tratos,
son ideas tan valiosas como tenues en estos casos vividos en Ecuador y otros
que se pueden evaluar. A la par de ello, existen países donde los venezolanos están
siendo muy bien atendidos y recibidos, incluidos casos y experiencias dentro de
la propia nación del Ecuador y apartando ideas sobre lo duro que es migrar o
que no hay como el país de origen, y
otras más.
Por lo demás, la
actuación de la administración bolivariana en este caso, también ha estado
llena de devaneos, confusiones, imprecisiones e intereses particulares.
22 de enero de
2019
@ortizramirez
El femicidio de Diana
Carolina, que ocurrió el sábado en Ibarra, es otro hecho que conmociona a los
ecuatorianos a menos de una semana de la violación grupal perpetrada por tres
hombres contra Martha (nombre protegido), en Quito.
Diana, de 22 años, quien
tenía cuatro meses de embarazo, falleció al recibir varias puñaladas de su
pareja, que la tuvo de rehén por más de una hora y amenazó con matarla ante la
insistencia de ciudadanos y de la misma policía que pedían que la dejara.
Debido a que el hecho ocurrió en la vía pública y fue filmado, viralizándose en
redes sociales, se hizo un contundente reproche hacia los policías que no
actuaron con eficiencia para someter al captor e impedir que la asesinara.
Porque en este caso el
agresor es venezolano, el presidente anunció que se conformarán brigadas para
“controlar la situación legal de los inmigrantes venezolanos en las calles, en
los lugares de trabajo y en la frontera...”. Esa es una reacción desenfocada.
El tema central no es la nacionalidad del agresor. Hasta el 23 de noviembre del
año pasado se habían registrado 587 femicidios, cifra que se empezó a
contabilizar desde agosto del 2014, año en que el femicidio fue tipificado en
el Código Orgánico Integral Penal. No es con anuncios para salir del paso que
se lograrán acciones efectivas. (O)” www.eluniverso.com.
[2]
"Presidente, cualquiera que haya
cometido un crimen tan grave, sea nacional o extranjero, debe ser
castigado", escribió José Miguel Vivanco a través de su cuenta en la misma
red social. "Pero este pronunciamiento -y las brigadas que propone- solo
aumentan la xenofobia. El Gobierno no puede propagar la histeria
colectiva", sentenció el experto en derechos humanos
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:https://www.elcomercio.com/actualidad/human-rights-watch-migracion-femicidio.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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