martes, 14 de abril de 2020

VENEZUELA 2020: ¿QUE VIENE EN LA ECONOMÍA DURANTE O EL DÍA DESPUÉS?


VENEZUELA 2020: ¿QUE VIENE EN LA ECONOMÍA DURANTE  O EL DÍA DESPUÉS?
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ


Los efectos del  covid19[1] y la cuarentena no han sido más profundos en la economía y la sociedad venezolana, porque esta ha estado relativamente paralizada: decrecimiento y estancamiento pronunciado, dimensiones salariales, de precios y monetarias, bastante distorsionadas así como hiperinflación mantenida y no combatida desde 2017. Esto es, los efectos, que han sido más pronunciados en otros lugares como en los propios EEUU (con la generación de millones de desempleados), en Venezuela han sido filtrados o transfigurados por una estructura  productiva, comercial y financiera ya de por si distorsionada. Por su parte, las magnitudes, crecimiento o aplanamiento del virus, señalados por la administración bolivariana, que, como es conocido, para el contexto regional son bajos y con niveles no abismales o profundamente distantes, cuando se les compara con los que emite la oposición, se sabe tienen un contexto de un sistema de atención de salud altamente deteriorado, pero seguramente aquellas evoluciones remiten al relativo aislamiento de la sociedad y la economía en cuanto al resto del mundo y al comportamiento relativamente disciplinado que se ha observado en porciones de la población. Otras precisiones ameritan la opinión de los especialistas. Puede, por otra parte, avizorarse algunos resultados previsibles en el área económica. Los siguientes son obviamente solo parte de ellos.

En primer lugar, la especie de recesión natural que se producirá por las tendencias acumuladas en años recientes, ahora potenciadas por el cierre e inactividad de empresas en lo que atañe a producción o a limitaciones de la comercialización en general y en específico es las áreas distintas a las de salud y alimentos. Se trata ahora de un séptimo año con recesión y con la pérdida de alrededor de ¾ partes del producto. Electrodomésticos, mecánica, repuestos diversos, confección, distracción y viajes, entre otras del área comercial, son mercados que han acumularon grandes retrocesos y que presentan grandes riesgos según Consecomercio.

En segundo lugar, y derivado de lo anterior, los profundos efectos en el área del empleo. La cuarentena afecta grandemente el trabajo informal (que es por lo demás una distorsión) y hace innecesarios muchos empleos formales en donde se encuentran los ubicados en sus casas con empresas sin actividad que no pueden mantenerse en funcionamiento por lo indicado. La posibilidad de trabajos desde la casa no es fácil, en un contexto de servicios fracturados o afectados con frecuencia, como no es extraño en la economía venezolana. La discusión es vasta y se encuentran también las afirmaciones de autoridades brasileñas o las de AMLO[2] -presidente de México- y algunos líderes empresariales mexicanos, que se plantearon en algún momento de los inicios de la pandemia la necesidad de mantener en funcionamiento las empresas y el país[3]. Finalizada alguna de las fases de la cuarentena venezolana habrá indudablemente un decantamiento en cuanto a empleos perdidos, recuperados, adquiridos u otras figuras. Es obvio que en una economía con problemas en la inversión privada y ahora también la pública (dadas sus permanentes características de ineficiencia y corrupción – dentro de la administración bolivariana- con el añadido de la escasez relativa de recursos y la vasta problemática fiscal presente) debe considerarse que no será un escenario fácil para la generación de nuevos y viejos empleos.

En tercer lugar, para inicios de 2020, el cono monetario del Bolívar soberano establecido desde agosto de 2018, ya estaba totalmente derrotado. Depreciación de su valor, escasez de efectivo, restricciones de encaje legal  de los bancos y poco suministro de efectivo de estos al público, son parte de la caracterización de tal derrota. Su perfil de valor perdido de los bolívares soberanos es biunívoco en cuanto a deterioro del bienestar de los venezolanos asalariados o pensionados, cuyos ingresos desde el sector público y alguna parte del privado continua siendo en bolívares. El escenario en tales razones nos presenta para abril un cartón de huevos con cerca de dos salarios mínimos (Bs 250.000) de valor.  Bonos más o bonos menos, de los que ha venido estructurando la administración bolivariana en sus políticas, no alcanzan a compensar los deterioros del bolívar soberano y el bienestar de los venezolanos. Este elemento y su evolución, estarán acumulados para el día o los días posteriores a la dinámica más intensa de la pandemia en Venezuela.

En cuarto lugar, se tendrá una dolarización informal aumentada y que derrotó sin ambages los rechazos y criticas al dólar y a su influencia de parte de NM y su administración. La eliminación pausada del control de cambios, fue enfrentándose o produciendo como resultado una aceleración intensa de una dolarización que indeteniblemente venia avanzando en Venezuela[4]. Hoy día, la cuarentena ha sido escenario de ampliación de la propia dolarización ante un funcionamiento de la banca solo por la vía digital, con la correspondiente menor presencia de efectivo. Desde las grandes transacciones hasta las más pequeñas se han dolarizado, en contexto de menos soberanos disponibles, de una criptomoneda (el petro) no difundida ni nacional ni internacionalmente y de otras divisas a excepción del euro que tampoco han ganado espacio en el bastante imperfecto mercado monetario venezolano. Las remesas, por su parte, no tienen ni la dinámica ni la magnitud alcanzada en otras naciones, que en la región han estado más adelantadas en su ingreso. Esto se ha dado con numerosas distorsiones como inflación en dólares/distancia de los precios internacionales/subestimación por parte de agentes y operadores del valor efectivo del dólar[5]. Se trata de un escenario complejo con ausencia de regulaciones o intervenciones estatales de algún valor y en sentido diferente al discriminatorio, entorpecedor, de controles políticos y generador de beneficios y corrupción que tipifico la gestión estatal en el mercado cambiario; que por lo demás, generó una especie de “efecto demostración” hacia agentes y ciudadanos que tardará en desaparecer. Pero, además, teñido de lo que hemos llamado la dictadura de los portales que ahora se ha convertido en “¿cuánto está a las 9am?”, “¿Cuánto está a la 1pm?”; siendo en parte resultado de la ausencia de políticas cambiarias más estables o sesudas, de la “racionalidad” de los buscadores de renta y de un mercado poco experimentado en el manejo de una invasión informal de la divisa – en este caso el dólar-. En tales dinámicas y nada sorpresivo para quienes han observado/precisado elementos como los señalados, el dólar e encuentra hoy 14 de abril en Bs. S. 136.000 con una subida exponencial después de haberse mantenido entre Bs S 70.000 y 80.000 en varias semanas. Este elemento estará más fortalecido en Venezuela cuando finalice la fase más intensa de la pandemia.

En quinto lugar, la inflación, que como se señaló, desde 2017 se presenta como hiperinflación sin haber tenido contrapesos en una política antiinflacionaria definida, operativa y seria. Esto, aunque en marzo la inflación, según la Asamblea Nacional alcanzó a 21,2%[6] (https://efectococuyo.com/tag/inflacion/). Nada de lo observado en abril, permite esperar resultados diferentes a los hiperinflacionarios. Y la inflación, como es conocido, afecta el bienestar, la inversión y las posibilidades de estabilización y crecimiento del país, que es la base del mejoramiento del bienestar y del aprovechamiento del acelerador keynesiano. Esto no se controlará en la pandemia/cuarentena; todo lo contrario aumentará o se mantendrá y se heredará para el día después.

En sexto lugar y como si fuese poco lo señalado, hay un combustible heredado del petróleo y con una dinámica obtenida del populismo y políticas que curiosamente terminan beneficiando más a los ya beneficiados o mejor ubicados en la distribución del ingreso. Se trata de la gasolina, sus precios y ahora su escasez. Antes se dijo: “tenemos que disfrutar la gasolina barata dado que somos un país petrolero”; ahora se dice “¿por qué no tenemos gasolina si somos un país petrolero?” Producción de crudo en alrededor de 700.000 b/d para inicios de abril; precios bastante bajos dada la propia recesión y situación internacional derivada del Covid19 y la pandemia internacional; inexistente producción de gasolina con la oferta de que ayer comenzó a producir la refinería el palito (@ciudadvlc); son, pues, parte de los elementos para un racionamiento que por ahora esta dirigido al sector salud, alimentos y operadores oficiales. Pero este racionamiento le llegará bastante cercanamente la necedad y demanda de otros agentes de la nación; agentes sin ingresos en dólares, que requerirán susidio para poder hacer uso del combustible. La administración que fomentó el populismo más férreo de la gasolina, ¿va a hacerse la desentendida, va a dejarle los precios y la distribución a los operadores privados, siendo que la nación y sus pobladores transitan por una dolarización donde una porción no irrelevante de la misma ha pasado por un profundo deterioro en su bienestar, donde ni funcionarios públicos ni pensionados, ni una parte del sector privado percibe ingresos en dólares? Resultado paradójico para una administración que en más de 21 año parafraseó a  Simón Bolívar y divulgó que buscaría la mayor suma de felicidad  para sus pobladores. Sabido es que la gestión del petróleo y de la gasolina requiere enseriamiento, pero los venezolanos requieren sueldos medidos en dólares si van a pagar medidos en dólares. Así de sencillo. Esto se arrastra en la cuarentena y será traspasado al día después.

El país sigue sumergido en un primado de la política. La pandemia actual en el mundo no solo condicionará en algún grado las formas de vida en distintos países y en mayor y menor grado[8], sino que también deberá permitir reenfocar elementos de aquella. La administración bolivariana en más de 21 años, ha acumulado bastante distanciamiento de lo que fueron sus bases populares y hoy día sus figuras claves tienen problemas bastante agudos a nivel internacional. Solo la mantiene la inercia y la calidad que brinda el apoyo que ofrecen los militares en una supuesta unión pueblo/ejercito. La oposición por su parte, transitada esta cuarentena no le será precisamente cómodo movilizarse. El problema económico social acumulado por Venezuela es grande.


14 de abril de 2020
@eortizramirez







[1] Variados elementos de interés en cuanto a lo que han sido  variadas pandemias en la historia de la humanidad pueden verse en: http://masterecointerucv.blogspot.com/2020/04/the-invisible-killers.html The Invisible Killers Apr 10, 2020 EDOARDO CAMPANELLA.

[2] Para días próximos México comenzará a levantar la cuarentena.
[3] Desde los inicios de la pandemia, los más radicales e y conceptuales en esta posición fueron los ingleses, aunque después reconsideraron lo mismo.
[5] Ídem. Se trata de denominaciones “alegres” de precios en dólares.


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