miércoles, 24 de junio de 2020

Industrialización y comercio exterior


Industrialización y comercio exterior


Por industrialización se entiende la capacidad que desarrollan las economías en función de manufacturar bienes y servicios. Una economía industrializada es aquella capaz de producir bienes y servicios para el mercado interno y hacia el mercado externo; es decir, para las exportaciones. Lo anterior no quiere decir que las economías industrializadas deban producirlo todo, al contrario, son selectivas en los sectores a desarrollar con base a las ventajas existentes.

Un reducido número de economías en América Latina han logrado niveles altos de industrialización, en contraste, la mayoría de éstas, históricamente han sido proveedoras de materias primas y bienes intermedios a los países industrializados. De esta forma se ha tejido una relación desigual en los llamados “términos de intercambio”, traduciéndose en una fuerte dependencia de los vaivenes de los mercados internacionales, específicamente el de los llamados “commodities”.

Al parecer no hay una receta única de los métodos que deben seguir los países para alcanzar altos niveles de industrialización, sin embargo, algunas premisas importantes a considerar son las condiciones iniciales a nivel productivo, el tamaño del país y su dotación de recursos naturales; este último le provee al país de ventajas comparativas hacia dónde dirigir recursos y sectores a desarrollar.

Otro aspecto a considerar es el establecimiento de un “tipo de cambio real de equilibrio” que refleje la productividad del sector productivo de la economía. El aspecto cambiario es de vital importancia, pues permite las condiciones de equilibrio para que sea atractivo que el sector industrial pueda exportar. Esta forma de industrialización dirigida hacia el comercio exterior, permite que el sector productivo desarrolle ventajas que el comercio internacional le ofrece y aproveche las oportunidades de demanda que la economía mundial le ofrece.   

Dado lo anterior, es necesario reformas de política comercial que uniformicen los incentivos que se otorgan a las actividades de exportación y de sustitución de importaciones. Eliminar toda tendencia contraria a la exportación de bienes y servicios.

Las acciones en materia de comercio interior referidas a leyes e instituciones que le permitan a los mercados funcionar, específicamente derechos de propiedad, leyes de patentes, derechos de autor, ambiente propicio para la inversión, reglas claras, entre otros, son aspectos claves para proporcionar un ambiente estable que promueva las inversiones a largo plazo y minimice los riesgos.

Otros aspectos a resaltar son la educación; la infraestructura de transporte y comunicaciones, y grandes esfuerzos por lograr institucionalidad y equilibrios macroeconómicos.

La industrialización exige grandes inversiones en maquinaria e infraestructura, en las etapas iniciales, que pueden ser complementadas por flujos de inversión extranjera directa dirigidos y focalizados.

Por último, no menos importante es el papel de la banca local e internacional de desarrollo (ejemplo, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura de desarrollo y en América Latina el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento) para el otorgamiento de recursos dirigido a las grandes y pequeñas y medianas industrias (pymis).


Por César Andrea Pérez
24 de junio de 2020
cesar.andrea49@gmail.com






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