¿UNA ‘’NUEVA NORMALIDAD’’ O UNA
‘’NUEVA DEPRESION’’?
DOUGLAS UNGREDDA
En este artículo, quiero señalar cómo la crisis del COVID-19 ha desatado en cada gobierno afectado sentimientos y
fuerzas contradictorias. Por una parte siempre aflora el instinto de tomar
decisiones proteccionistas y abandonar la idea de una cooperación internacional
a fin de para proteger grados de
competitividad externa, las cuales otorgan credibilidad a las políticas
monetarias y fiscales. Por otra, el comercio e intercambio internacionales
están severamente constreñidos dada la caida en al consumo e inversión y la
certeza de que solo con acciones mancomunadas en el área monetaria y fiscal de
las economías más grandes se podrá salir de esta crisis, a pesar de la influencia
que estas ejercen en los mercados financieros y en los equilibrios
macroeconómicos de los países más pequeños, generando asimetrías en sus resultados.
Partimos con la premisa de que la dinámica misma de los ciclos de la
pandemia constituye un elemento de interferencia en los esfuerzos. En algunos
países, la curva de la pandemia alcanzó niveles máximos, mientras que en otros,
la dinámica de infecciones está en fase exponencial y por tanto la velocidad de
recuperación será distinta. Llegando a finalizar el primer semestre de 2020,
casi 80 por ciento de las economías del mundo estarán sumidas en recesión y abundaran
las propuestas sobre cómo reactivar la economía mundial. Este estado de incertidumbre
llevara a las economías a intentar reabrir sus mercados a pesar del riesgo a sucesivas
olas de contagios a la vuelta de la esquina. La indecisión, desconfianza y
capacidad desigual para reactivar la actividad económica dentro y allende fronteras
sumaran la economía global en un estado recesivo con el peligro de una segunda
Gran Depresión si no se vencen los instintos aislacionistas e intentar acciones
de cooperación colectivas, a pesar de los costos y beneficios asimétricos
potenciales.
La economía mundial está sobre financiada gracias a productos cuyas posiciones globales que
suman un múltiplo del PIB global. La caída en los ciclos de la actividad real se
contrapone a coyunturas en los ciclos financieros más cortos y volátiles. La
falta de sincronización en ambos ciclos afectara negativamente la valoración de
los activos financieros y los equilibrios externos de las economías, complicando
los esfuerzos individuales.
Ningún gobierno por sí mismo podrá detener esta dinámica, salvo que se
adopten medidas coordinadas. La cuestión es cómo se pueden coordinar políticas
expansivas de modo que el gasto público converja en un circulo virtuoso que
facilite el retorno a una cierta nueva normalidad.
Comenzamos con presentar una fotografía de la
economía global y de los sectores contribuyentes al
mismo.
En el siguiente Cuadro 1 podemos apreciar el siguiente:
CUADRO 1
2000
|
2010
|
2018
|
|
PIB GLOBAL
|
33,620,644
|
66,231,829
|
85,693,322
|
Servicios (% of PIB global)
|
64.50
|
65.45
|
65.91
|
Consumo privado
|
60.0
|
60.5
|
60.5
|
De los cuales: Mayoristas, detallistas,
restaurantes, hoteles, transporte, almacenamiento, y comunicaciones
|
22.96
|
23.05
|
23.03
|
Industrias (% PIB global)
|
27.67
|
26.73
|
26.26
|
Agricultura
(% PIB global)
|
3.30
|
3.29
|
3.26
|
Fuente: UNCTAD
La economía mundial recibe las contribuciones más importantes del sector
servicios, el cual requiere dos componentes cruciales; la presencia física y
movilidad de la población. La necesidad de aislamiento impuesta por la crisis
afecto la economía global gracias a estas vulnerabilidades. Casi 65% del PIB
global es provisto por la actividad del comercio mayorista, de los comerciantes
al detal, restaurantes, hoteles, transporte, almacenamiento, comunicaciones, actividades
todas que contribuyen con la mayor proporción tanto de los empleos formales
como informales.
La presencia física y la movilidad ejercen efectos multiplicadores en
las industrias aeronáutica, aeroespacial y del alojamiento en general, aun si
las telecomunicaciones y la informática podrían compensar en parte esta caída. No
es descabellado pensar que al menos el 40% de las aerolíneas más importantes
del mundo puedan entrar en procedimientos de quiebra en 2020, reducirse en 40 o
50% o cesar operaciones por completo, a la vez que restaurantes y cadenas
hoteleras podrían seguir.
Una disminución de la tasa de crecimiento anual del PIB en el mundo real
del orden del -5 % de tasa anualizada podría ser una realidad incluso cuando la
codiciada vacuna se haga realidad. La cuestión es cómo equilibrar los costos y
los beneficios de la reapertura para evitar un colapso total. Permanecer en casa no es una opción realista para
las economías más pobres, dada la dificultad práctica impuesta por la falta de espacio para ejercitar el
distanciamiento social adecuado, y si la gente no trabaja pasa hambre, dado el
alto nivel de informalidad laboral. Por otra parte, en loas economías
desarrolladas, quedarse en casa como opción de política se cuestiona a medida
que las demandas de beneficios de desempleo
aumenten e interfieran consideraciones electoralistas en países como
EE.UU , Republica Dominicana y otros. . Por lo tanto, incluso cuando los países
individuales asuman sus preferencias la coordinación es siempre posible, teniendo
en cuenta varias cuestiones:
a- Costos De La Recuperación:
Esta crisis representara costos similares o superiores a los del rescate
de un sistema financiero bancario y corporativo.
Debido a que no hay precedente en el que pensar, necesariamente debemos relacionar
los costos de la recuperación post pandemia a los rescates del sector bancario
como porcentaje del PIB en el pasado. Las opciones de política son similares,
es decir, compras masivas de deuda corporativa por parte de los bancos
centrales y activación de líneas SWAP de activos y de divisas. En este sentido,
el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en 2009 (Documento del BPI Nº 48), publico
cifras promedio de rescate de aproximadamente 20% del PIB, con un mínimo del
12% y un máximo de casi el 50% del PIB. No sería sorprendente que los programas
de gasto público en esta coyuntura obliguen a añadir endeudamientos adicionales
de 30% del PIB mundial, además de la carga Deuda/PIB preexistente, superior en
algunos casos al 100% del PIB, según el país.
Los EE.UU. como la economía más grande del planeta aprobó y desembolso un
paquete de asistencia fiscal de alrededor de 3 a 4 billones de dólares, que
implica un 10 a 15% adicional del PIB y se discute la pertinencia de otro
paquete por monto similar.
b- Posturas iniciales del saldo fiscal
ajustado respecto al saldo fiscal nominal y stock de deuda pública como
porcentaje del PIB total de los países involucrados.
Es importante la distribución de los perfiles de saldo de deuda pública
inicial, amén de la distribución de los saldos fiscales globales y primario relativos
a sus posiciones ajustadas por el ciclo de negociosa a fin de determinar cuánto
espacio fiscal adicional tienen los países en términos de su PIB. Esta capacidad
de gasto adicional permitirá compensar la caída del gasto en consumo privado a
fin de mantener un cierto nivel de actividad económica que sostenga la
valoración de los activos reales y financieros de la economía global. En ese
mismo sentido, la capacidad de gasto adicional pudiera consentir acciones
individuales o recurrir a la cooperación macroeconómica internacional para que
el espacio fiscal limitado pueda tener el máximo impulso fiscal. Claro que
siempre será posible una capacidad extra gracias a nuevas reglas excepcionales
aprobadas por le comunidad europea y gracias a líneas de asistencia de
emergencia aprobadas por el FMI sin condicionalidad en favor de los países en
desarrollo y pobres, con alto endeudamiento. Este endeudamiento adicional y
extraordinario, será en último caso absorbido por los accionistas más importantes, es decir los
EE.UU y los países de la Eurozona.
En el cuadro No 2 se aprecia la distribución de los distintos stocks de
deuda del sector público central como porcentaje del PIB
CUADRO 2 DISTRIBUCION DE LA DEUDA
PUBLICA POR PAISES (% del PIB)
Fuente:
Fondo Monetario Internacional
En el mapa, las porciones verdes identifican porcentajes de deuda del
sector central del PIB que son superiores al 75% y las azules designan
porcentajes superiores al 100%. Por tanto, se podría concluir que l grupo de
países cuyos PIB suman más del 90% del PIB global parten de una posición de
endeudamiento bastante alta.
El Cuadro 3 abajo, reúne en porcentaje del PIB los stocks de la deuda
pública bruta, saldos fiscales nominales, saldos ajustados a la coyuntura que
demuestran que la economía global parte
con un alto porcentaje ponderado de deuda como porcentaje del PIB. Quizás las
regiones de países emergentes y de ingresos medios pueden acometer programas de
gasto público hasta un 25% del PIB sin demasiados problemas. Por otra parte, el
grupo de las Economías Emergentes G-20 e ingresos medios, operan en una
coyuntura operando por debajo del PIB potencial, dado que su saldo fiscal
nominal es inferior al saldo ajustado, lo que refuerza la tesis de aumentar el
gasto fiscal, sin riesgo de presiones inflacionarias indebidas. Las economías menos
endeudadas como son las economías subdesarrolladas y de menores ingresos deben
medir con cuidado la eficiencia del gasto fiscal para no terminar con mayor
endeudamiento sin resultados tangibles en el crecimiento, lo que complicara más
la recuperación, aun cuando exhiban deudas por debajo del 50% del PIB.
CUADRO 3
fyuente
Fuente: FMI
La siguiente formula demuestra que el
endeudamiento es sostenible a medida que la tasa de interés real ( r ),
ajustada a la inflación debe ser inferior a la tasa de crecimiento real de la economía
( g ) y los saldos fiscales a medida que sean cercanos a cero, lo harán más sostenible.
Si el crecimiento de la economía es negativo, y aun si la tasa de
interés pueda caer a cero, el saldo de la deuda seguirá creciendo hasta niveles
insostenibles si no se procura pronto una tasa de crecimiento positiva.
c- Sobre Las Acciones
Estratégicas Entre Países Participantes.
En circunstancias así, hay dos alternativas posibles; emprender acciones
conjuntas entre estados en coordinación con los entes supranacionales y la
participación del sector privado o que cada estado busque maximizar su
utilidad, en un estado en el cual un Equilibrio de Nash o un Dilema del
Prisionero son claras posibilidades. El mercado financiero internacional estará
sujeto a crisis de volatilidad extrema ante la aparición de nuevas oleadas de
infectados, que obliga a acciones proyectivas lo cual dificulta los esfuerzos
en reactivar las actividades económicas presenciales. Lo que es aparente, es
que si los mercados en una coyuntura depresiva son abandonados a sus propios mecanismos
surgirían fuerzas políticas que intensificaran la competencia desleal, caída
del comercio internacional, acelerando una
carrera al piso. Es posible obtener mejores resultados permitiendo una coordinación
entre los sectores públicos haciendo uso de políticas fiscales expansivas,
subsidios y transferencias, lo cual ‘’hace visible la mano invisible’’.
No hay que perder de vista sin embargo que las políticas de expansión
fiscal y monetaria de las economías más
fuertes, pueden inducir efectos sobre desfavorables en los países en
desarrollo. En un contexto de fuerte aumento del desempleo, déficit fiscal y
colapso de la demanda agregada, la tentación de ignorar o rechazar las
convenciones y acuerdos comerciales internacionales para para impulsar la
competitividad externa es muy grande. Tanto, que regresa a las mentes de los
analistas el fantasma de la Gran Depresión de 1929, como producto de entre
otras causas, de los aranceles Smoot-Hawley aplicados por EE.UU en los años 20
en defensa de su competitividad externa. Si bien, durante esos años no existía un sistema de
cuentas nacionales coherente, no era posible captar plenamente como políticas domésticas
inducirían resultados globales desastrosos. Ahora el problema si bien es diferente,
pone de relieve las políticas proteccionistas aislacionistas del gobierno de
Trump y ruptura de los canales de comunicación con China, con un riesgo
evidente de que se repitan los errores del pasado. Aun con medios para gestionar
la información en tiempo real, la cooperación puede crear perturbaciones
repentinas y aleatorias que afectan a los ciclos comerciales y financieros de
los países miembros. La pandemia ha acortado el ciclo de crecimiento más largo
de la historia de los Estados Unidos y volvemos a la perspectiva de una
recesión, incluso si el mundo está inundado de una liquidez que puede no ser
suficiente para salvarlo.
d- Distribución Asimétrica De Los
Beneficios.
En la cooperación financiera internacional, es imposible pensar en una distribución
simétrica de los beneficios dada la presencia de factores aleatorios que
condicionan la estabilidad fiscal, monetaria y externa. Un ejemplo
paradigmático lo constituye la cooperación entre los EE.UU economías de
Alemania, Francia Italia, Reino Unido, Japón y Suiza que desembocaron en la
firma del Acuerdo Plaza en 1985. Gracias a este acuerdo, el dólar se deprecio
en 50% frente al Yen japonés, 40% frente
al Franco francés y 20% frente al Marco alemán.
El país que en última instancia resulto más afectado negativamente por
esta ronda de negociaciones fue Japón. Su economía fue descrita como el Milagro
Japonés durante los años sesenta, pero la excesiva apreciación del Yen provocó la
caída de su mercado inmobiliario y bursátil, dejándola durante décadas con
tasas de crecimiento real negativas.
e- Sobre Los Modelos De
Cooperación Fiscal Y Financiera:
Como marco teórico referencial al modelo de cooperación internacional podemos
citar el modelo Mundell Fleming combinado
con características neo keynesianas de competencia imperfecta y capacidad de
poder de mercado. Asimismo se puede incorporar la Teoría de Ajuste de Cartera
de R Dornbusch y demás autores contribuyentes en la que los flujos comerciales
inducen impactos con rezago sobre la riqueza el consumo, gasto en inversión,
niveles de empleo y niveles deseados de ahorro externo. Mezclando todos estos
elementos, es posible imaginar en dos países, A y B, de aproximadamente igual
tamaño en ingreso per cápita. Si ambos implementan expansiones sincronizadas, partiendo
por debajo del PIB potencial, el consumo privado se expande y a medida que
ambas economías polinizan de forma cruzada su exceso de demanda, el resultado
final es que ambos países terminan con un nivel de ingresos de equilibrio más
alto, sin afectar sus tipos de cambio y de interés reales de la relación de
intercambio. Salvo que se produzcan perturbaciones imprevistas, no se
consideran plausibles trastornos importantes en el ejercicio resultante.
Una segunda posibilidad es el escenario del Dilema del Prisionero, en el
cual la ausencia de coordinación induce los agentes a extraer la máxima ventaja
a costa de su socio comercial. Las posibilidades estratégicas son cooperar o
desertar. A y B pueden escoger entre ponerse de acuerdo para adoptar políticas
fiscales y monetarias expansivas, o depreciar y aplicar políticas arancelarias
para una ventaja adicional. El primer escenario CC resulta en expansión
conjunta de las exportaciones netas equivalente a aproximadamente el 10% para
cada uno.
En el segundo escenario, cualquiera de las partes puede abandonar la
cooperación, al implementar una depreciación nominal más un conjunto de
aranceles comerciales, que le rindan un incremento hipotético de las
exportaciones netas del 20% para A o del
25% de las exportaciones en favor a B (escenarios (CD-DC), para luego resultar
en un tercer escenario de guerra comercial total, en la que tanto A como B
toman represalias contra el otro, decantándose en un crecimiento del -0,5% en
las exportaciones netas mundiales dejando ambas economías en peor situación. El
Cuadro 4 a continuación describe las
estrategias y resultados.
AGENTES B
A
|
B EXPAND
|
B +
EXP+DEPR&ARANCELES +25%
|
A EXPAND
|
CC=+10%
|
CD= +8%
|
A EXP+DEPR&
TARIFFS 20%
|
DC= +10 %
|
GUERRA COMERCIAL
ABIERTA
DD= (- 0.5 %)
|
Estos resultados pueden variar dependiendo de si la economía de abandona
el acuerdo es un país emisor de reservas. La visión convencional de la escuela
monetarista de determinación del tipo de cambio establece que la tasa de cambio
nominal se deprecia a medida que la oferta monetaria aumenta en relación al resto
del mundo. Sin embargo, en una economía emisora de reservas como la de los
Estados Unidos pasa lo contrario; el Dólar de los Estados Unidos, como medio
global de intercambio y reserva de valor, se considera un activo refugio.
f- El ''Señoreaje Geopolítico'':
Por Señoreaje Geopolítico definimos la capacidad que una economía emisora de reservas tiene para
extraer renta fiscal y beneficios geopolíticos que se traduce en la capacidad
de financiar sus déficits fiscales y externos ("gemelos") a costos cercanos
a cero sin generar impactos discernibles en el tipo de cambio real. Lo anterior
se obtiene en virtud al alcance global del sistema financiero que fomenta objetivos geopolíticos y economías en red.
Esta ventaja se puede apreciar como esta ventaja es disfrutada por los
EE.UU,en los gráficos siguientes: El Gráfico (1) demuestra que cada vez que un
Índice de Tensión Financiera apunta a aumentos en la volatilidad sistémica en
más de 3 desviaciones estándar, las autoridades monetarias y fiscales de los
EE.UU proceden a incrementar la disponibilidad de liquidez a nivel global,
activan líneas de préstamos SWAP con la red de bancos centrales, el rendimiento
de los bonos de la tesorería tiende a caer a niveles cercanos a cero. El Índice
del tipo de cambio real efectivo fluctúa dentro de un rango.
Los Gráficos (2), (3), (4) muestran aumentos porcentuales de la base
monetaria durante los momentos de tensión financiera, así como la forma en que
los bancos centrales activan las líneas de intercambio de tipos de cambio, el
rendimiento de los bonos del tesoro de referencia a diez años cae hasta casi a
0%. Por último, el gráfico (5) muestra el índice del tipo de cambio efectivo
real amplio, que muestra una tendencia a la apreciación durante las crisis a
pesar de los aumentos de liquidez, contrariamente a la lógica convencional.
Algunos de los gráficos muestran que dos columnas azules apuntan a los años de
turbulencias financieras. Estos gráficos
parecen confirmar que los EE.UU sigue manteniendo su status como prestamista de
último recurso al resto del mundo lo que obliga este país a constituirse en
veedor del sistema financiera global y veedora de su moneda, dada que es aun
percibida como un activo refugio.
Otro problema que afecta a la cooperación internacional es la como la
falla de interpretación o incomprensión de las propuestas de acciones conjuntas
inciden en la alineación de esfuerzos. La expansión fiscal y monetaria para
algunos países significa crecimiento, mientras que para otros significa
inflación, sino competencia cambiaria encubierta, lo cual provoca oposición
abierta o resistencia sutil. Suponiendo que lo anterior pudiera resolverse con
ayuda de instrumental econométrico apropiado debería ser posible identificar
como los impulsos fiscales y monetarios se traducen en crecimiento real y cómo
esta respuesta se distribuye en el tiempo.
h - El Tiempo Es Crucial:
Las expectativas de una propuesta de este tipo se deben fortalecer con
el descubrimiento de una ''vacuna revolucionaria'' aprobada oficialmente.
Ambos, junto a la reducción de las infecciones y muertes, podrían apuntalar el crecimiento
del consumo y del empleo.
Conclusión
Esta crisis presenta un gran reto para las economías porque tiende a
atraparlas en un Dilema de Prisionero donde la estrategia dominante será de
aislacionismo, endeudamiento y gasto fiscal aunado con barreras comerciales y
no comerciales. Esto, cuando los mecanismos institucionales supranacionales
para la resolución de conflictos se degradan cuando es imperativo coordinar
esfuerzos incluso con el riesgo de la asimetría de los beneficios.
Los EE.UU., como "prestamista de último recurso" global, veedor
y garante de su moneda como activo refugio y principal locomotora del mundo,
debe hacer lo posible para reactivar su economía lo antes posible. Si esto no
se materializa, aumenta el riesgo de tipos de interés y precios del petróleo en
territorio negativo. El dólar como medio de pago está íntimamente entrelazado
con la matriz energética de los hidrocarburos y ambos, los pozos de petróleo y
el comercio no pueden cerrarse a voluntad. La posibilidad omnipresente de
precios ultra bajos del petróleo y tipos de interés negativos como un signo de
depresión, pueden inducir a medidas desesperadas o incluso guerra.
El margen de maniobra no es mucho para las economías más avanzadas
encargadas de actuar como locomotoras de la economía global. El margen estimado
de maniobra coincide con el estimado de los costos de la recuperación, pero es
importante que este mayor nivel de gasto y endeudamiento no deben neutralizarse
con aislacionismo, proteccionismo y/o sanciones, o el resultado global terminará
en una nueva Gran Depresión, de igual o peor intensidad que la de 1929.
Dr. Douglas Ungredda
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