NEGOCIACIONES: ¿QUIEN
LOS ELIGIÓ, A QUIENES REPRESENTAN, QUE BUSCAN?
EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ
Siempre se termina diciendo lo mismo: que
otros en condiciones más difíciles han negociado, que es nuestra oportunidad de
salir de esta crisis, que es lo que nos puede brindar la vía a la salida
electoral, y n argumentos más; válidos,
efectivamente, pero parece que para otras latitudes, con otros agentes y condiciones.
Esta “oposición”, ha dado lugar a tantos desafueros que ya, en más de veinte
años pareciera no necesitarse inventar más figuras, paracaidistas, oportunistas,
conversos, corruptos y mentirosos, pues buena parte de ello ha tenido sus
versiones venezolanas en la conformación de la misma.
Hemos seguido, sin enaltecimiento y exageración,
todas las “negociaciones” desde las desarrolladas en el año 2002. En todas, la administración bolivariana ha ganado
tiempo y más tiempo, sin ser tales experiencias las razones de su continuidad
en el poder. La desinstitucionalización,
el apoyo de las fuerzas militares, el
resentimiento y abnegación rentista que le queda todavía a ciertos grupos del
pueblo raso y de la restante clase media, son parte de tales razones. Puede
colegirse entonces que, sin negociaciones, la administración bolivariana continuará
en el poder, aunque con menos comodidad, pues si no hay resultados, ganará
tiempo y, si los hay, ganará otras cosas que le ayuden a estar más holgada, pues
son los factores de su interés.
Por otra parte, está suficientemente claro que hay del lado de la oposición:
muy poca representación nacional, ficción de un gobierno interino, desarrollo de
corrupción y manejo cómodo de recursos (que
se le une a lo que ya ha hecho en más de 22 años la administración bolivariana
en tales asuntos). No
van a salir mejores condiciones electorales,
no se van a lograr cambios contundentes en la correcciones de la desinstitucionalización
del país. Ni la restricción a las libertades, ni las inadecuadas políticas económicas,
ni la hiperinflación, ni los descalabros de la dolarización informal y la política
monetaria particular que se sigue, se corregirán. Tampoco saldrá de tales negociaciones la solución al problema
de la gasolina y el hambre. Alguien dirá,
las negociaciones tienen otras prioridades: y es cierto, tienen las prioridades
que le convienen a la administración bolivariana y a una “oposición” que ya
solo se representa a sí misma y a quienes, sin urgencias, la apoyan desde el exterior.
El contexto internacional de pronto pare frases relativamente inobjetables,
digamos, como la de Biden al señalar
algo así como que “nosotros no vamos a
pelear una guerra que no quieren pelear los afganos”.
Así las cosas, la inevitabilidad de la
negociación y sus conveniencias, ni ha dado resultados en Venezuela en alrededor
de 20 años, ni parece que tampoco los dará en esta oportunidad. Después de esta,
el sifrinismo analítico, los portales y páginas que viven de estas cosas, y los
mismos actores de la “oposición” solo podrán presentar cómo se acomodaron o apechugaron (expresión del gusto de
algunos políticos) allí, para su propia conveniencia.
4 de septiembre de 2021
@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
Eso está muy bien no hay más nada que pensar así siguiremos otros años más y pensar que ya no tenemos mucho tiempo como pensábamos en 2999
ResponderBorrarCorrecto.Gracias.
Borrareortizramirez@gmail.com
Es 1999
ResponderBorrarExcelente Eduardo, asi es ,solo basta leer sus declaraciones para darte razón
ResponderBorrarGracias. Saludos.
Borrareortizramirez@gmail.com
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