La crisis, se dio en dos olas, hizo que quebrarán más
de la mitad de los bancos existentes en aquel entonces, estalló, pues, tres
semanas antes de la toma de posesión, menudo contexto bancario, financiero y
monetario.-
JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
02/09/2021 05:00 am
Acabamos de ver el
documental acerca del segundo Gobierno del Dr. Rafael Caldera 1994-99, el cual
no pretendo resumir, pero si dejar algunas ideas asentadas. En efecto, dejó las
finanzas públicas estabilizadas, un país en paz y que podía observar el futuro
con mejores expectativas que el año 1994, cuando Caldera asumió el poder, a
pesar del esfuerzo titánico de ese gran venezolano como lo fue Ramón J.
Velásquez, se recibe sin embargo, en 1994, la economía con un déficit fiscal
equivalente al 2.5 % del PIB, una inflación del 45,9% y unos precios del
petróleo a 12.41 U$ el barril, una crisis de gobernabilidad y militar, que
había siendo tratada mediante una política de pacificación, amnistía y
sobreseimiento, de los militares insurrectos del año 1992, tanto el 4 de
febrero, como 27 de noviembre tanto por CAP como por el Dr. Velásquez.
Así las cosas, el gobierno inicio con el Plan Sosa focalizado en una política
de reforma tributaria, se crea el Seniat, se reduce el gasto del gobierno
central en un 10% y se reducen los gastos de la Institución Presidencial en un
15%, se hereda una pavorosa crisis bancaria con la salida de la cámara de
compensación del Banco Latino, que va consumir los primeros dos años el 14% del
PIB en recursos según el FMI, esta crisis se originó por falta de supervisión
estatal y por los préstamos entre accionistas, de las instituciones bancarias,
que elevaron los interés casi al 100%, creando una burbuja financiera durante
los años de 1989-92, además que no se completo un reforma financiera que
hubiera permitido el ingreso de la banca privada internacional para competir
con la banca nacional. La crisis, se dio en dos olas, hizo que quebrarán más de
la mitad de los bancos existentes en aquel entonces, estalló, pues, tres
semanas antes de la toma de posesión, menudo contexto bancario, financiero y
monetario
Este tipo de medidas se complementó luego de dos años con la Agenda
Venezuela que manejó con criterio de viabilidad y eficacia política.
Se solicitó un préstamo de 4.500 millones de dólares al FMI, de los cuales se
utilizo sólo la mitad y se pago antes de 1998, y además, buscó promover la
equidad y la eficiencia en ciertas estructuras productivas, aminorar los costos
sociales, con programa sociales como el Programa de Alimentación de los niños
Proal, Programa de Acceso a medicinas para los sectores populares: el Sumed,
Comedores escolares y programas de economía solidaria que amortiguaron el
impacto social de las reformas y como manifiesta el Dr. Teodoro Petkoff, el
éxito de la Agenda Venezuela se debió al modo de cómo
se aplicó y logró además, un acuerdo tripartito, que fue una gran
transacción nacional laboral, entre el gobierno, laboral y empresarial. El
crecimiento para proteger a los más pobres, en perspectiva histórica, iba en
camino de lograr resultados positivos como los tuvo entre 1996-1998 ya que la
inflación descendió del 99% en 1996, al 23,6% en 1999, Chávez, mantuvo solo el
primer año de su neonata gestión de gobierno algunos postulados de la Agenda
Venezuela, cuando ratificó en su cargo a Maritza Izaguirre como Ministra de
Hacienda, si se hubieran prolongado en el tiempo más allá del 2000, cuando la
inflación fue del 16,2%, otro hubiera sido el escenario de Venezuela, visto el
boom de los años de los años 2002-2014, donde se recibieron ingresos
extraordinarios como nunca antes en la historia económica del país, por un
monto de un trillón de dólares. Se prefiero el camino del populismo de
izquierda y no políticas sensatas y racionales.
Se requirió en aquel entonces (1996-99), a la hora de gobernar e implementar
esas decisiones, tacto político, capacidad de comunicación, persuasión y un
timing especial y tratar de racionalizar no sólo el conflicto sino el dilema o
las opciones entre decisiones complejas. El arte de dirigir y decidir, en un
gobernante se basa en ocasiones en un ejercicio muchas basado, en forma
racional, incremental o burocrática de los costos y beneficios del equilibrio
de una decisión sobre políticas públicas, por ello, el gabinete liderado por
Caldera, y ejecutado por Teodoro Petkoff, Matos Azocar, Rojas Parra, entre
otros ministros del segundo gobierno de Caldera, fue la pericia y experiencia
política y un competente manejo político de cómo se formuló y ejecutó la Agenda
Venezuela, con éxito, además, se creó el Fondo de Estabilización
Macroeconómica que le hubiera dado un colchón financiero al manejo de las
finanzas públicas, posterior al años 2013 y no se hubiese incurrido en el
despilfarro y mal manejo hacendístico de los años 2003 en adelante.
Se logró un superávit del 3.2% del PIB en 1998 y unas reservas internacionales
a pesar de la crisis asiática del 1998, que influyo en la reducción de gastos,
que situó las reservas internacionales para ese año 1999 en casi 15.000
millones de dólares, con un precio del petróleo que descendió a 9,38 UU$ por
barril en 1998. Otro dato, Venezuela, logró un pico de exportaciones no
tradicionales de 7.200 millones de dólares el más alto, para aquel momento en
ese sector económico. Se ejecutó igualmente, una interesante política de
modernización de la infraestructura vial, de represas, hospitalaria entre otros
aspectos.
En fin, lo que le dio viabilidad política al segundo programa de ajuste de la
economía venezolana, conocido, como la Agenda Venezuela, fue que se
construyó con criterios políticos en la elaboración y construcción estratégica
y no solo en el éxito de las variables macroeconómicas, y se dejo claro que sí
se puede aplicar un programa de reformas económicas, en un nuevo contexto
histórico en Venezuela si se hace un juego estratégico correcto y esto trata de
recoger el documental, hay que verlo.
jesusmazzei@gmail.com
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