martes, 26 de enero de 2021

DESVENTURAS DEL DÓLAR. Una perspectiva fenoménica de la presentación del mercado cambiario en la Venezuela de 2021.

 

DESVENTURAS DEL DÓLAR. Una perspectiva fenoménica de la presentación del mercado cambiario en la Venezuela de 2021.

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ

 


Después de tantas cosas vistas en este mercado, algunas pueden ordenarse. Pasó el control de cambio -después de 15 años desde 2003- aunque quedasen restricciones. Más atrás o durante su transcurso se dio RECADI (de administraciones anteriores a la bolivariana), SIMADI, corrupción, venezolanos viajando al exterior a marcar tarjetas, subastas, criptomoneda (Petro), críticas permanentes al dólar, propuestas y ejecutorias (sobre todo de Venezuela) para estructurar el Sucre como moneda del ALBA, o se planteó una cesta de monedas para ser usada por Venezuela y que esta se saliera de la esfera del dólar, para que, al final, se cayera en los brazos del dólar, como activo de reserva y unidad de cambio.

De lo que puede ordenarse por lo menos hay tres elementos que se quieren destacar: 1) En Venezuela lo que existe es una dolarización informal[1].  No existen cuentas en dólares de forma operativa y de confianza en su regularidad, no existen transacciones o contrataciones para un contexto con masivas remuneraciones en dólares para una buena parte de la población; esto, más allá de los subterfugios y eufemismos que gustan en destacar los beneficiados por tal dolarización informal[2]. 2) El tipo de dolarización que existe y es la razón de la indiferencia de algunos y las alegrías de otros, amplía el proceso de deterioro en el bienestar que ha afectado a un parte grande de la población – incluidos los trabajadores del sector público- en un ajuste directo o tácito según los momentos que venido ejecutando o mal ejecutando la administración bolivariana, en más de 22 años ejerciendo el poder político[3]. Son beneficiarios, sin embargo, los miembros de la camarilla o sus cercanos, buscadores de fortuna y los oportunistas de siempre, pero también los que con sus análisis salen beneficiados dentro de aquellos vínculos. 3) El tipo de dolarización permitida o ejecutada, no es más que el complemento de una administración que no ha dado luces o éxitos en el cumplimiento –en economía puede decirse en la eficacia/eficiencia- de sus propios planteamientos y fines según el Plan de la patria y otros documentos.

Más aún, se trata de un contexto donde la administración del caso ya no tiene nada que aportar en la economía ni en la mejor presentación de sus confusiones. No se ve esto compensado, porque el presidente NM haga malabarismos como el de su discurso de inicios de año o hable con entusiasmo de las elecciones del 2024. Hay hambre en Venezuela y un gran empobrecimiento de la población después de 22 años. A continuación las que llamamos desventuras[4] del dólar.

a) Siempre habrá una razón para decir que los portales son resultado de la propia acción gubernamental, en cuanto a sus restricciones hacia el resto de la sociedad y en específico en cuanto al no suministro de información en el área cambiaria. La discusión seria larga si se quisiese abordar el método por el que los portales fijan o registran el precio del dólar. Han asumido, además, con el tiempo una mecánica casi predecible y pocos desconocerían  que allí está presente, no necesariamente la mano del mercado sino también la mano del Estado. Lo cierto es que los portales se han convertido en una especie de vicio para mirar cómo está el dólar y de ahí se ha pasado a lo que puede llamarse la dictadura de los portales, donde es evidente que se miden o ponderan los promedios. ¿Cómo demostrar la cientificidad del registro? No es tarea fácil.

b) Se ha señalado, con razón, la desvalorización que tiene el dólar en Venezuela -y la cual es manifiesta-. En variadas oportunidades puede oírse a comerciantes y consumidores afirmar que dentro de poco 100 $ no serán nada. Como es conocido 100 $ siguen siendo de alta significación en mercados como el estadounidense que es, por lo demás, el del señoreaje sobre tal moneda. Efectivamente, si se midiese exhaustivamente, el dólar es en Venezuela valorado en un porcentaje por debajo de su valor internacional, incluso dependiendo tal desvalorización según el lugar de que se trate en Venezuela. Como es de inferir por los fundamentos de ciertas dolarizaciones informales -como la de esta última, no hay ley de precio único respetada y otros parámetros o principios que puedan regir en otros lugares menos afectados en cuanto a distorsiones en la economía. Pero esta desventura se amplía hacia otras monedas, generándose distorsiones adicionales. Es el caso del desconocimiento del valor del Euro que ejecutan variados comerciantes, pues su única expresión es: “aquí se recibe 1 a 1”. Quiere decir vale igual o reconocen al Euro por el dólar. ¡Válame Dios! El Euro, activo de reservado respetado a nivel internacional, en Venezuela es mirado de tal manera en ciertos ámbitos.

c) En tercer lugar, se trata de la venta en bolívares o en dólares. Igual que pasa en otros campos, en este tampoco se ejerce la soberanía del consumidor, al menos en nuestras latitudes y, más aun, en el contexto de la administración bolivariana. No hay control ni supervisión, a pesar de amenazas e intentos de desarrollar un Estado controlador. Se vende en bolívares o en dólares, pero en la mayoría de los casos el consumidor no es el más aventajado. Si se vende en bolívares, se sobrevalua el valor del bolívar en relación a los promedios y el dólar representa menos bolívares, lo cual implica que hay que dar más dólares. Si se vende en dólares y se subvalúa el valor del bolívar en relación a los promedios  -y para pagar en bolívares- se pagan más bolívares. En fin, son múltiples las combinaciones y, sin ninguna interpretación malévola, generalmente pierde el consumidor. No mencionemos aquellos casos que caen en el terreno de lo increíble, donde variados comercios no tienen vueltos en $, pues estos últimos los guardan.

d) El cuarto caso de desventura,  es el de la -negada por algunos- inflación en dólares. Como se señaló en comercio/economía se debe considerar la ley del precio único: dadas relaciones de competitividad, productividad o transporte los bienes deben tener precios internacionales similares[5]. En Venezuela, el proceso de pérdida de valor del bolívar[6] y de su papel como unidad de cambio, que viene arrastrándose intensamente en los últimos 3 o 5 años, ha sido creciente (para enero 2021 ya 1$ se acerca a ser representado por dos millones de bolívares). El papel de la relación bolívar/dólar es permanente impulso de la hiperinflación desde 2017, en un en un país con restricción en el ingreso de divisas, la correspondiente disminución de reservas internacionales,  y en un contexto, además, de un gobierno/Estado altamente necesitado de imprimir dinero inorgánico con la monetización del déficit fiscal. En tales circunstancias,  la inflación es cuenta directa para diversos agentes económicos, incluido el remarcaje inmediato. Por elementos como los señalados, los precios en dólares, aun en dolarización informal, deberían ser fijos. No sucede siempre así y los consumidores corren con la cuenta de doble inflación por precios subidos en bolívares y en dólares. Si bien este fenómeno no es totalmente abarcante para la economía y los variados agentes económicos, se presenta no infrecuentemente.

e) No es exagerado afirmar que lo que sucede en la región capital como dramático, en ciudades y regiones del interior del país se presenta generalmente más problemático. En la región Capital, el efectivo es un problema dado el deterioro en la representatividad del valor del bolívar, la variación de los horarios bancarios y los pequeños montos de suministro de efectivo que pueden ofrecer o que suministran los bancos, el costo del transporte en términos relativos y ni que decir los alimentos. Esto, en parte, además de la protección relativa que ofrece el dólar –o el euro- se encuentra en la base de la dinamización y extensión de su uso. El caso es que en algunas ciudades y lugares del interior de la república, es más fácil para operarios, empresarios y consumidores, conseguir dólares que bolívares, y la dolarización informal es más contundente.

Es realmente impresionante que, todo el escenario señalado, se dé sin la más mínima supervisión de la administración central del país. Lavado de dinero, abandono del bolívar soberano, precios a diestra y siniestra de especuladores o consumidores que pasaron en algunos casos de no haber visto nunca dólar, a tenerlo como un parámetro o referencia comercial[7], creyendo que el dólar puede admitir cualquier tipo de deterioro en su valor porque a alguien se le ocurre o lo necesita, convirtiéndose el escenario económico/cambiario venezolano en un ámbito muy sui generis. Esto deja la expresión “menos mal que existe el dólar” o la “válvula de escape” como meras compensaciones o explicaciones acomodaticias de una administración que no da luces sobre la contención del proceso de destrucción de la economía, las instituciones, la infraestructura  así como del deterioro en las condiciones de vida de la mayoría de la población y ni que decir sobre abatir la hiperinflación. Ya casi se acaba enero 2021 y no se pueden precisar ni reacomodos ni reestructuraciones y mucho menos un ahora sí, o un camino boyante hacia la economía de mercado o la prosperidad.

 

26 de enero 2021

@eortizramirez

eortizramirez@gmail.com

 

 



[1]Ante la degradación de la moneda de curso legal, el bolívar soberano, la sociedad se las ha arreglado para el desarrollo de una desordenada y traumática dolarización informal, tal vez en la peor de sus modalidades. A cierta altura, y ante las dificultades que ha confrontado para mantener la continuidad del sistema monetario, el gobierno se ha comportado como una especie de free rider, lo que le lleva a moverse dentro de la dolarización informal para encubrir sus propias limitaciones. No se atreve a dar el paso hacia una dolarización formal o a la asunción de una reforma monetaria genuina. Prefiere navegar en un limbo monetario que implica un costo social alto” http://masterecointerucv.blogspot.com/2021/01/la-agonia-del-sistema-monetario.html Omar E. Bello R. 

[3] “…el bienestar de la población no es preocupación que le quite el sueño a quienes están actualmente al mando del Estado. ¿Qué significa, entonces, la dolarización creciente de las transacciones, si la dolarización completa no está contemplada como política? Podría afirmarse que es el resultado inevitable de la destrucción de la moneda nacional y del abandono, por parte del régimen, de toda pretensión de imponer su proyecto económico. El gobierno entendió, como confesó Maduro, que permitir la dolarización de las transacciones, dejando el funcionamiento de la economía doméstica a la libre, sin controles de cambio o de precio, representaba una importante válvula de escape a las tensiones que se venían acumulando por la es9casez y por las restricciones externas” http://masterecointerucv.blogspot.com/2021/01/algunas-implicaciones-de-la.html Humberto García L.

[4] Uno de sus significados es: “suceso que va en contra del deseo o los intereses de una persona Ulises sufrió muchas desventuras en su camino de regreso”.

[5] Elementos bastante popularizados y relacionados (https://economipedia.com/definiciones/ley-del-precio-unico.html) pueden ser los siguientes: “La ley del precio único señala que en los mercados competitivos con libre comercio y sin costes de transporte, un mismo bien o servicio deberá tener el mismo precio en todos los países. Si por alguna circunstancia uno de los bienes se vendiera más barato en algún país, aumentaría su demanda presionando el precio al alza hasta que todos los países vuelvan a tener el mismo precio. Supuestos básicos de la ley del precio único…la ley se basa en una serie de supuestos, y en caso de observarse sería posible que se cumpliera esta ley. Estas condiciones son las siguientes:

·         No existen costos de transporte.

·         No existen barreras al comercio.

·         Los consumidores y vendedores están informados.

·         Los mercados son competitivos”.

 [6] Eduardo Ortiz Ramírez https://www.academia.edu/40087691/EL_BOL%C3%8DVAR_ni_fuerte_ni_soberano_en_Venezuela_2019_15_agosto_2019_EDUARDO_ORTIZ_RAMIREZ.

[7] Usando una expresión inversamente, se trata de un verdadero desarraigo monetario –no sabemos si con extrañamiento-. Cosa lograda por una administración que habló y habla de rescatar el Bolívar y de Bolívares fuertes y después soberanos.

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