viernes, 15 de enero de 2021

Reformas y viabilidad política

Reformas y viabilidad política

El timing de de las decisiones rompía con un quehacer que estaba establecido como regla no escrita del sistema político


 

·         JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

14/01/2021 05:00 am



                Se discute, debate y analiza, en los últimos años, cual es el mejor entorno y momento, para aplicar unas reformas económicas que viabilicen nuestra estructura económica hacia el futuro. Venezuela, ha aplicado con disparidad de resultados dos programas de reformas económicas en los últimos 32 años: El Gran Viraje y La Agenda Venezuela. La primera, adoleció de soporte político y un tejido de consenso y articulación estratégica, de apoyos socio-políticos que solamente descansaban en el liderazgo carismático del Presidente Pérez, la sobreestimación de su liderazgo fue su talón de Aquiles y el segundo, unos académicos sin experiencia y conocimiento del juego político, que creían que estaban en las aulas de clases de centro educación superior privada, y miraban por encima del hombro a todo aquel que cuestionará la hechura y el rumbo en aquella época; otro error, a pesar de unos resultados de éxito parciales, no se podían sonar las campanas y tenemos todo lo que fue los turbulentos años 1989-92. Estimo que no hubo una compenetración, un compromiso no sólo con el partido de gobierno (AD), el cual era y al que se debía oír y además, a otros sectores involucrados que podían eventualmente apoyar con los correctivos del caso esas políticas de ajuste, lo cual no se hizo.


                Por otro lado, está la relación, la comunicación, de los gerentes públicos para llevar a cabo con la élite política la implementación de la política pública. El timing de de las decisiones rompía con un quehacer que estaba establecido como regla no escrita del sistema político. Hay que añadir que le falto una estrategia de comunicación eficiente a la población para concientizarla y educarla, en lo que se iba a hacer y por qué se iba aplicar.

                Por otra parte está, la Agenda Venezuela viene luego de un proceso de transición 1994-95 duro y difícil, en medio de una crisis bancaria inmensa y una baja en ingresos fiscales, y se pudo llegar adelante una política pública, como fue la Agenda Venezuela, capitaneada con gente que supo comunicar, negociar y oír al país nacional (Teodoro Petkoff, Luís Raúl Matos Azocar, Freddy Rojas Parra, entre otros) y sus diversos sectores. Se aplicaron varias políticas en ese sentido exitosas: política social amplia, política tributaria equitativa, se crea el SENIAT, privatizaciones transparentes (Sidor, Alcasa, electricidad entre otras), política de reforma laboral negociada tripartitamente y con la asesoría de la OIT, una política de mayor estímulo a nuestras exportaciones no tradicionales (Venezuela llegó a exportar a fines de 1998 más de 7.200 millones de dólares), política de apertura petrolera que fortaleció a nuestra principal industria en materia tecnológica, inversiones y conocimiento. Todo ello, bajo el liderazgo de Rafael Caldera que sí poseía auctoritas, al contrario de Pérez y supo, manejar los tiempos de cómo gobernar. En ese sentido, el Presidente Caldera uso las capacidades del buen gobernante que debe al menos cumplir con estas premisas para llevar a feliz término una gestión gubernamental que son a saber: identificar los problemas en forma adecuada. Clasificarlos en forma oportuna lo que se une a un claro sentido de prioridades. Luego determinar cuáles ameritan tratamiento inmediato y en forma eficaz y eficiente. Hay otras tres condiciones importantes que se une a sus cualidades cualitativas, por otra parte, saber cuándo disminuir las tensiones y procesos conflictuales de la sociedad que gobierna. Darle estabilidad a su equipo de gobierno y proporcionar un sentido dialogante con sus adversarios, estas premisas si estuvieron en el equipo de gobierno del Presidente Caldera y por ello, se pudo ejecutar una política de reforma económica, con correctivos y ajustes, que algunos pontificadores de oficio no tienen ni idea de lo que es gobernar y lo ven como algo muy fácil desde un aula de clase muy cómoda y con todos los artificios para dictar un curso de como se debe implementar una política pública, de tal envergadura y de como gobernar. Caldera, tuvo capacidad de conducción y dirección.


                Hoy la economía venezolana no es la misma que hace 23 años, esta desajustada y destruida. El petróleo seguirá teniendo un peso determinante e importante, por los ingresos y el rol que tiene en la economía, la sociedad y el estado venezolano. La solución no es como los economista liberales, desean que se le puede dar todo al mercado hay que buscar una solución intermedia, donde tanto el mercado como el estado, se complementen, y trabajen en sinergia. Se debe fortalecer al sector privado y estatal exportador no tradicional, para lograr una complementación de nuestros ingresos y ampliar la base productiva de nuestra economía.


Estimo, por ello, que antes que nada debe llegarse a un acuerdo político previo, amplio y diverso, porque el problema de las reformas y ajuste económicos, es fundamentalmente político, con tres elementos: Efectividad de los compromisos entre los sectores, que las decisiones produzcan resultados y coherencia en el proceso, para esto se requiere un liderazgo con auctoritas y sentido del juego del poder, que no siembre falsas expectativas y le hable claro al país, es decir tener un sentido de dirección y conducción, que aspire a conducir y construir. El lograr una gobernabilidad y viabilidad armónica, del sistema, es pues el reto.





jesusmazzei@gmail.com

 


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