viernes, 12 de octubre de 2018

MICROMISIONES Y MEGASOLUCIONES: mientras, avanza la crisis económica y social.


MICROMISIONES Y MEGASOLUCIONES: mientras, avanza la crisis económica y social.

EDUARDO ORTIZ RAMÍREZ


Ya sabemos que la administración bolivariana no tiene límites en lo que expresa, pero ahora, ante la inexistencia de resultados positivos desde el Programa de recuperación económica ha pasado a presentarse como más ambiciosa. De esta manera, en la alocución del 11 de octubre de los corrientes en cadena nacional, de parte del Presidente de la República NM, ha pasado a convertir políticas, instrumentos o inventos en megasoluciones.

No sería más que un ejercicio intrascendente, el reaccionar ante trapos rojos o mecanismos de distracción, sino fuera por el hecho del reconocimiento tácito que tiene la administración bolivariana, sobre que lo está haciendo muy bien y, más aun, que, mientras eso sucede, el país avanza hacia una mayor destrucción económica, donde, a pesar de las sorpresas del presidente, la inflación si puede llegar a casi 5 millones% o 10 millones% que, para el año 2019, han planteado la Asamblea Nacional y el FMI (ver www.el-nacional.com 8 de octubre 2018), respectivamente. Mientras, la administración bolivariana considera que puede reestructurar la administración pública, las empresas del Estado y al resto de las organizaciones del país con sus concepciones y sus descubrimientos.

Estos últimos, parten, de la constituyente obrera, desde la cual, el presidente expresó sus planteamientos en cadena nacional. Para ello, hizo suyas las seis (o siete, según expresiones) micromisiones propuestas desde la misma, y desde donde salen algunas de las cosas de interés para esta nota. El contexto general de la economía, es de profusión de la pobreza, el desempleo y la ampliación de distintas formas de economía informal, más allá de las cifras de maquillaje que, cada día menos -por cierto- suministra la administración del caso. Mientras esto viene ampliándose, la administración habla de la clase obrera como que en la economía internacional no hubiesen pasado los últimos 50 años, en relación a procesos de restructuración productiva y laboral, nuevas formas de organización de los trabajadores a partir de la flexibilización o la robótica[1] y la brecha digital que es ahora un tema de interés incluso para numerosas naciones en desarrollo[2]. Y es, en ese contexto de ensalzamiento con la idea de la clase obrera –a pesar de lo indicado, de los cierres de fábricas y de los infrecuentes éxitos en las empresas que en esta administración han pasado a manos del Estado o que este las ha creado- desde donde el presidente sistematizó y asumió la importancia de las micromisiones analizadas y propuestas en la constituyente del caso.

De esa manera, una primera micromisión atañe a reconquistar la producción petrolera[3], una segunda la recuperación del eje refinador de Paraguaná, una tercera la de poner en funcionamiento todos los elementos de la cadena ferrominera (léase antiguas empresas básicas), una cuarta atinente a la importancia de la actividad petroquímica en su relación con la industria petrolera, una quinta la de producción de lácteos y cereales o la sexta  concerniente a la producción de bienes para el aseo personal. No faltó lo tocante a la “estratégica“[4] producción de semillas, muy vinculada a la seguridad alimentaria[5]. ¿Era necesaria una constituyente obrera para llegar a las conclusiones de la importancia de estas micromisiones, donde la administración bolivariana tiene parte importante en la responsabilidad  de la destrucción y decaimiento en estas áreas o sectores? No parece que una respuesta afirmativa sea muy defendible, aunque obviamente si entendible desde la perspectiva de la política como recurso de administraciones no exitosas.

Igual que las familias y algunos de sus integrantes, ante resultados poco exitosos o que puedan asociarse a no hacer bien las cosas o a seguir caminos que se ha demostrado no producen éxitos o a los estados de desconocimiento o confusión que puedan presentar los mismos, recurren a la grandilocuencia o a enaltecerse, los gobiernos usan el palabrerío[6]. El presidente Chávez, por ejemplo, sin mucho detalle y sin compromiso a futuro afirmó una vez algo así como que estábamos en los tiempos de desarrollar el proyectismo (refiriéndose a proyectos de inversión y obras)[7].

En el caso del presidente NM, se trata ahora de plantear la necesidad de rescatar los conceptos –muy importantes por lo demás- de eficacia y eficiencia económica, incluso partiendo o incorporando ideas sobre lo inconveniente que es que en una empresa del Estado se genere –contrario a lo asociado a esos conceptos- un aumento automático en la nómina de trabajadores. Hasta ahí serian válidas las intenciones de refrescar el ineficiente escenario productivo que se evidencia en numerosas empresas que la administración bolivariana ha creado o expropiado. Pero, el presidente expresa que con las micromisiones y aplicando estos conceptos -por vías que no explica- puede aspirar a encontrar megasoluciones que permitan restructurar la manera organizacional de toda la sociedad. Dando por supuesto, de parte del presidente, que la sociedad venezolana se encuentra en ese tránsito y no en uno hacia una mayor paralización y destrucción económica, en base a un conjunto de políticas e instrumentos repetidos y que no lograrán controlar los mercados negros ni la hiperinflación.

A pesar de los entusiasmos, que solamente la administración bolivariana tiene con el petro, no está clara la relación y más bien la dinámica precio del barril/precio del petro/ precio del $/salario mínimo en lo visto hasta ahora. Se prepara y se mantiene la administración en la defensa de una estructura salarial que tiene incomoda a la masa salarial que es perjudicada en la estructura de los salarios relativos y que interrelaciona con el hecho de que en una economía empobrecida, se busque defender el bienestar de los ciudadanos, en base a un anclaje que genera notables asimetrías y que  recibe crecientemente los embates de la hiperinflación[8].

Sigue en oferta la creación de un nuevo régimen cambiario, junto a la ofrecida derrota del mercado paralelo, el cual se presenta dinámico como siempre y sin mayores heridas. Sucede -sin embargo- algo curioso con la nueva etapa del régimen de subastas del Dicom II y es atinente al hecho de que a falta de mayor información, en las tres últimas semanas, la oferta de divisas y las asignaciones han aumentado llevando el total de las tres subastas,  según lo que presenta el BCV y diversas páginas que replican la información[9], sobre los 10 y 12 millones de $ según los casos. Para una economía que importaba decenas de miles de millones de dólares, estos no son montos altos, pero sí lo son para una que en las semanas previas a las tres semanas ultimas señaladas, llegó a asignar 500.000 o 1 millón de dólares y hasta en un caso solo se asignaron 42.000 $; e incluso sumando varios meses desde comienzos del año 2018, los montos solo alcanzaron a 25 millones de dólares. ¿Por qué el sector privado está ofreciendo más ahora en el mercado Dicom, si sigue existiendo el paralelo? Se parte de que el sector oficial no participa. Pero a la vez, no tiene recursos con la abundancia de antes. ¿Por qué esta particularidad de las últimas tres semanas, pues el escenario nacional sigue siendo de empobrecimiento y recesión en cuanto a inflación, demanda, empleo e inversión? ¿Qué deformaciones adicionales podrá estar cobijando la economía venezolana? Claro, la inquietud técnica puede solucionarse pensando que el sector oficial o empresas vinculadas a él, si  están interviniendo en las subastas del caso; pero ello rompe con la idea de que el Dicom II se trata de oferentes privados.

La administración por su parte, habla de inversión y prosperidad pero insiste en la guerra económica y en la adjetivación a los agentes privados de la producción y el mercado, anatematizándolos y poniéndolos en muchos casos como conspiradores de la economía y los mercados.


@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com



[2] Paradójicamente la administración bolivariana en los arreglos con China -y a pesar de los procesos de desatención de la investigación básica  y aplicada así como el de la tecnología en general y de la migración de muchos de nuestros valiosos y preparados jóvenes-, acaba de inaugurar una nueva universidad donde se estudiarán diseños, satélites y robótica entre otros tantos temas (la UNETI; ver http://www.ultimasnoticias.com.ve/etiqueta/uneti/ 9 de octubre 2018).
[4] Paradójico planteamiento dados los resultados de la administración en estos menesteres.
[6] El mismo  gobierno actual de los EE.UU y su presidente hacen uso de ello y lo convierten en tácticas. Claro que es obvio que se parte de contextos diferentes y generalmente se termina en resultados y en sanciones distintas.
[7] A mediados de la década pasada el presidente Hugo Chávez pensó -por ejemplo- que un ferrocarril entre Tinaco y Anaco permitiría poblar tales lugares (llanura) atrayendo proyectos de desarrollo de las zonas costeras. Abarcaría 468 kilómetros (unas 300 millas) y transportaría 5 millones de pasajeros y 9,8 toneladas métricas de carga por año, con velocidades de 220 kilómetros (135 millas) por hora. De ese proyecto literalmente no queda nada ya, aunque se tomaron variadas acciones cuyos resultados terminaron siendo objeto de saqueos y vandalismo (puede verse http://www.chicagotribune.com/hoy/ct-hoy-8622021-descarrila-proyecto-de-tren-bala-chino-en-venezuela-story.html 15 de mayo 2015).
[8] En la línea del círculo vicioso suficientemente conocido entre aumentos de salarios e inflación viene un nuevo aumento de salarios, según fue señalado ya.
[9] Distintos periódicos o portales como www.bancaynegocios.com, www.finazasdigital.com.
  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario