Ronald Acuña Jr. y Mickey
Mantle.
Pedro
Raúl Solórzano Peraza
Octubre
de 2018.
Desde el año 2003, cuando José Miguel Cabrera debutó
con los Marlins de Florida, no irrumpía en el béisbol de Grandes Ligas un
venezolano con tanta versatilidad en el bateo como Ronald Acuña Jr. Tan joven
como Cabrera en su debut, tiene poder con el bate como lo ha demostrado esta
temporada al conectar 26 jonrones, junto con un promedio de bateo de 293
puntos, por eso decimos que es versátil, y además oportuno, ya que impulsó 64
carreras.
Esos números de Ronald Acuña Jr. corresponden a su
participación en 111 partidos, porque su debut con los Bravos de Atlanta se
produjo cuando la temporada 2018 ya estaba en progreso. Quiere decir que Acuña
Jr. solo participó en el 69% de los partidos de la temporada, y si proyectamos
sus números considerando que mantiene el mismo ritmo de esos 111 partidos,
hubiera bateado 38 cuadrangulares e impulsado 93 carreras como abridor en el
turno al bate del equipo. Nada mal para un novato, que también tiene una
excelente defensiva.
En relación con el promedio de bateo es difícil hacer
proyecciones, ya que durante esos seis meses de juego que dura la temporada
ocurren rachas buenas y malas en el bateo. Sin embargo, es posible que ese 293
de promedio al bate hubiera sido más elevado, si consideramos que fue
progresando a medida que participaba en más partidos. Por ejemplo, durante los
últimos 30 juegos de la temporada bateó para 314 puntos, consumió 118 turnos al
bate con 37 imparables incluyendo 5 jonrones. Pero en los últimos 7 partidos
tuvo un formidable promedio al bate de 346 puntos. Este remate de temporada
significó mucho en el logro del banderín de la División Este de la Liga
Nacional y la participación de los Bravos en la postemporada.
En la postemporada, el joven Acuña Jr. aunque tuvo un
bajo promedio al bate, lo hizo relativamente bien si tomamos en cuenta la
sequía ofensiva de sus compañeros en los cuatro partidos donde participaron los
Bravos. En el único triunfo contra los Dodgers de Los Ángeles, el bateo de
Acuña Jr. fue decisivo, ya que logró su primer cuadrangular de postemporada que
además fue un Gran Slam (con tres corredores en base). Este batazo de cuatro
esquinas lo hizo entrar a los libros de records de la Major League Baseball, al
convertirse en el jugador más joven de la historia en conectar un Gran Slam en
postemporada. Lo más interesante es que Ronald, con solo 20 años y 293 días de
edad, destronó nada más y nada menos que al legendario Mickey Mantle, quien
conectó Gran Slam de postemporada a los 21 años y 349 días de edad.
Muchas personas, incluyendo comentaristas deportivos,
se han sorprendido de que Ronald Acuña Jr. no tuviera conocimiento de quién
había sido Mickey Mantle, y peor aún, algunos han considerado esto como una
debilidad del joven pelotero. Cuando Mantle nació en 1931, posiblemente ni
siquiera el abuelo de Ronald había venido a este mundo, ni su padre había nacido
cuando Mantle conectó su Gran Slam. Además, los veinte años de vida de Ronald
han transcurrido con el régimen del socialismo del siglo XXI, donde han tratado
de inculcarle a los jóvenes que el conocimiento no tiene ninguna importancia. A
lo mejor, si le preguntáramos a alguna de estas personas que se han sorprendido
porque Ronald desconoce a Mantle, quién fue Johannes Gensfleish o en cuál año
se señala que fue inventada la imprenta, respondan que eso no les interesa
porque sus funciones son otras. Así mismo, la función de Ronald Acuña Jr. es
jugar al béisbol, repartir leña por todos lados, y creo que lo está haciendo
muy bien.
Pedro Raúl Solórzano Peraza
Octubre de 2018.
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