domingo, 28 de octubre de 2018

PROBLEMAS PERMANENTES DEL DESARROLLO. Más allá de la macroeconomía.


PROBLEMAS PERMANENTES DEL DESARROLLO. Más allá de la macroeconomía.

EDUARDO ORTIZ RAMÌREZ

Querer impulsar el crecimiento y el desarrollo requiere, en el contexto internacional actual y de las últimas décadas, apreciarlos, entre otras vías, por la de la presentación de dicotomías o dualidades que, permanentemente, están presentes en la literatura y análisis asociados. Existen, por otra parte, problemas sectoriales específicos, necesitados también de políticas muy puntuales[1]. Es claro que este tipo de reflexión, estos perfiles del abordaje de la problemática del desarrollo, han estado ausentes –y en distintos grados según los casos- en la elaboración de la política económica y -más aún- en el tratamiento del desarrollo económico de parte de variadas administraciones de las ultimas décadas y -de manera muy importante- en la administración bolivariana dados sus sesgos y su presencia de casi 20 años, por una parte, y sus resultados infructuosos por la otra. Algunas de tales dualidades son las siguientes.

LÍDERES/SEGUIDORES. Perspectiva de entendimiento del éxito de las naciones y de la posibilidad de que marquen pautas económicas y tecnológicas que puedan ser de utilidad para naciones menos adelantadas o potenciales seguidores. Se entiende que en la economía del capitalismo, el líder de líderes fue Inglaterra. Después vinieron Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, en fin, todos los que se beneficiaron e impulsaron –en su momento o tardíamente- la primera, segunda, tercera y actualmente cuarta revolución industrial. Hoy en día, el rol de seguidores sigue estando presente para la mayoría de las naciones en desarrollo. Algunas de estas, se han convertido en líderes a través del polémico y variopinto concepto de economías emergentes o el del  perfil de aquellos países ubicados en el grupo de los BRICS que abarca a la expansiva e influyente economía China[2], además de Brasil, Rusia, India y Sudáfrica. Pero nadie sensato, con conocimiento e información va a creer que República Dominicana o Colombia son determinantes en el rumbo y patrón del desarrollo económico mundial. Por lo demás, las exageraciones e insensateces, también las tienen representantes de los países líderes.

CONVERGENCIA/DIVERGENCIA. Desde tiempo atrás, en la literatura seria sobre el desarrollo (puede verse por ejemplo Meier y BaldwinEconomic Development, 1957) el crecimiento en el nivel de ingreso general y percapita es variable fundamental. Para las naciones ya avanzadas para los años cincuenta y sesenta el problema era cómo mantener el nivel de crecimiento y, para las naciones menos adelantadas, cómo acelerar el crecimiento del mismo. Se ha extendido el uso de comparar unos y otros niveles, evaluando su cercanía o distanciamiento a pesar de las numerosas críticas al concepto de Ingreso percápita. El caso es que, en los últimos sesenta años se ha apuntalado el viejo resultado resumido en la idea de la brecha que se ensancha -que en la actualidad se ha extendido hacia otras áreas incluyendo el propio concepto de brecha digital, entre otros-. La distribución internacional del ingreso y la presentación del nivel de ingreso de la mayor parte de los países en desarrollo mantiene la importancia de la convergencia/divergencia y que tiene de base la característica país desarrollado es igual a ingreso percapita alto.

Reflexionar sobre la unión de la primera y segunda dualidad que presentamos, lleva a precisar cómo, con todo, la ayuda internacional sigue siendo poco sólida y siguen concurriendo crecientes restricciones al comercio, además de formidables diferencias y desigualdades, con una creciente acumulación de riqueza en un selecto conjunto de la población mundial. Basta ilustrar, que según el informe Global Private Banking Survey 2013. Capturing the new generation of clients, de la consultora McKinsey, la riqueza de los más ricos alcanzó, en 2013, un valor de 60 billones (millones de millones) de dólares (86% del PIB nominal global en ese año), con una proyección -en ese momento- para 2016 de llegar a los 80 billones de dólares (que se repartirían entre 16 millones de personas). Esto, en un escenario mundial en el último lustro, con una población mundial bordeando los 7.000 millones de personas, representa un enorme desarreglo social[3]. Pero también deben señalarse las observaciones diversas de parte de economistas como Sen[4] o Deaton[5]  en cuanto a reservas a determinados indicadores y al propio PIB percapita, o al menos en cuanto a tener en este último indicador la confianza exclusiva. Sabido es que, todo esto, llevó a la difusión -desde 1990- del Índice De Desarrollo Humano (IDH) por parte del PNUD, basado en Ingreso percapita, nivel educativo y esperanza de vida.

CONFLICTOS/INSTITUCIONES. Ya están planteados de tiempo atrás, en la literatura especializada, los lineamientos fundamentales de variados aspectos que se asocian a la importancia de la dinámica institucional para el crecimiento y desarrollo. En tiempos más recientes, se ha venido avanzando en la relación entre la dimensión política y los cambios y perspectivas institucionales. Basados en planteamientos iniciales de variados autores, entre otros Rodrik, se han propuesto y usado indicadores que buscan medir factores como la coacción política, en el sentido de que los grupos políticos que ejercitan el poder político puedan llevar a cabo un determinado conjunto de políticas que propendan, por ejemplo, a la transformación económica. Pero también, se trata de registrar las posibilidades de concentración del poder político en grupos reducidos, muy cercanos, por ejemplo, al poder presidencial y que terminarían reduciendo la perspectiva de la amplitud democrática. Termina entendiéndose que, la democracia, es más adecuada para el propio éxito de políticas de transformación y funcionamiento económico-social. De nuestra parte, esto nos reafirma la importancia que debe tener en la actualidad venezolana una perspectiva analítica y de actuación que se base en la economía política[6].

LAS MEJORES PRÁCTICAS/PRÁCTICAS ADECUADAS. En los proyectos de reforma institucional del mundo en desarrollo, la práctica predominante consiste en identificar las mejores prácticas[7] para tratar con cualquier problema, e intentar adoptarlas allí donde se les requiera. Sin embargo, durante las dos últimas décadas, la noción de adoptar mejores prácticas ha sido duramente criticada. Dos perfiles pueden resaltarse en este sentido. En primer lugar, si a una organización se le asigna una tarea que supera ampliamente sus capacidades, puede que colapse bajo la presión. Igualmente, una organización que recibe financiamiento bajo la condición de adoptar las mejores prácticas quizás intente cumplir con los requisitos de manera puramente formal, pretendiendo que hace algo que, en realidad, sabe que no puede hacer[8]. En segundo lugar, las políticas se aplican en contextos muy específicos, donde existen reglas de juego explicitas y tácitas, y normas de conducta que pueden ser distintas de las leyes formales y puede que los actores locales conozcan bien estas reglas y las acepten, pero a los expertos extranjeros les cueste más entenderlas. Es la parte tácita -las reglas de comportamiento no escritas o informales también- lo que hace que sea tan difícil adoptar lo que funciona bien en otra parte. Por ejemplo, las mejores prácticas en un entorno donde la conducta se basa en la confianza mutua entre los participantes de una política determinada no funcionarán tan bien en un entorno dominado por la desconfianza. La dificultad de transferir las mejores prácticas del contexto de un país a otro es que es prácticamente imposible replicar los elementos informales, implícitos, no escritos y rara vez visibles del entorno institucional y los mismos terminan siendo fundamentales para las llamadas mejores prácticas. La alternativa a este concepto es entonces la mejor adecuación de las políticas a las capacidades existentes. Es esta una idea manejada desde hace lustros para mejor interrelacionar el cambio institucional con el desarrollo[9].

ESTRUCTURA/FINANZAS. Hace ya alrededor de tres décadas cuando Drucker, pasó a insistir en la diferenciación entre economía de los símbolos y economía real. Entendiéndose por la primera, el área monetaria, cambiaria y financiera y, por la segunda, el área más tradicional de la producción. Para la actualidad, esta especie de dicotomía se ha profundizado con el desarrollo y profundización de los mercados de capitales y cambiarios y la propia economía de la información y la globalización. En realidad, para países como Venezuela, la dualidad presenta elementos de carácter básico en lo que se asocia a política comercial e industrial, en contraposición al área de la finanzas y a un particular mercado cambiario que evolucionó de un finiquito de la libre convertibilidad y tipo de cambio fijo en 1983, pasando por distintos regímenes cambiarios hasta llegar a un control de cambio –establecido en 2003 y vigente al momento actual- estricto y conducente -entre otros determinantes- al deterioro económico, como se ha plasmado desde su instalación, en el contexto de la administración bolivariana que va desde 1999 hasta la actualidad. La presión y dinámica desde estas últimas áreas, no termina de verse compensada con seriedad, regularización y buenos resultados por parte de las primeras.

AGLOMERACIÓN/DISPERSIÓN. Desde décadas recientes, viene revalorizándose la importancia de la geografía (Krugman[10], Henderson, otros). En sentido general se ha resaltado la significación de estar cerca o lejos, pero también las posibilidades de acceso a una determinada nación o región. Dos conceptos fundamentales que terminan alimentándose de variadas perspectivas técnicas, pero también de sentido común, son los de aglomeración y dispersión. En una relación inversa, si se está más lejos o si los costos de comercio son más altos, se comercia menos, entre otros determinantes por el propio costo de la energía. La relación inversa también funciona si se está más cerca o los costos de comercio son más bajos. Es parte de lo que ha derivado de relaciones crecientes entre las áreas de la geografía y la economía.

En fin, hay mucho que estudiar y revisar, para mejorar las actuaciones y la elaboración de políticas en cuanto al desarrollo económico en naciones como Venezuela y, más aún, con los resultados de deformación, empobrecimiento y recesión que crecientemente se observan y acumulan.

@eortizramirez
eortizramirez@gmail.com
Octubre 2018


[1] Para casos como los de la agricultura en Venezuela puede verse por ejemplo Pedro R. Solórzano http://masterecointerucv.blogspot.com/2018/10/que-hacer-ante-la-realidad-actual-de.html. Un panorama útil expresado brevemente sobre el área automotriz se registra en  https://unionradio.net/advierten-que-80-del-parque-automotor-publico-esta-fuera-de-servicio/ . 
[2] El patrón expansivo de China en comercio, inversión y endeudamiento de otros países con ella en cuanto a comportamientos, ataduras, condicionamientos y aseguramiento de mercados se diferencia muy poco del tradicionalmente observado -y muchas veces criticado- en el desempeño de las naciones más adelantadas del espacio de las economías de mercado o capitalistas (puede verse China Solidifies Its Influence in Southeast Asia. http://www.spiegel.de/international/world/operation-mekong-china-tightens-grip-on-southeast-asia-a-1232484.html). El patrón observado en Asia se repite en África y en América Latina.
[3] Ver relaciones de interés en https://www.eleconomista.es/opinion-blogs/noticias/7076103/10/15/El-Nobel-Angus-Deaton-y-las-desigualdades.html. Otros difusores de información han señalado como el año 2014  Oxfam Intermón indicó que las 85 personas más ricas del mundo acumulaban casi idéntica riqueza que los 3.500 millones de personas que constituyen la mitad más pobre de la población mundial. En 2015 la cifra  descendió a 80 personas; y en 2010 esa misma riqueza se concentraba en 388 personas, tratándose de que cada vez los ricos son más ricos y los pobres, más pobres (http://www.consumer.es 17 de febrero de 2015).  
[4] Premio Nobel de Economía 1998 por su contribución al análisis del bienestar económico.
[5] Premio nobel de economía en 2015 por sus contribuciones al estudio de la pobreza, el consumo y el bienestar.
[7] Una discusión de interés sobre este término puede verse en Dani Rodrik, Second-Best Institución; American Economic Review: Papers & Proceedings 2008, Vol. 98 N°2.
[8] Cosas similares sucedían en el socialismo real, como en varias oportunidades resaltó el propio M Dobb.
[9]  Dani Rodrik, Second-Best Institución…
[10] Una reflexión de interés sobre asuntos varios del  desarrollo en: http://web.mit.edu/krugman/www/dishpan.html

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